♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)

[Ela Karoline]

http://www.duendecrispin.com/gif/xmas-velas/velas_navidad_13.gif

Las cosas que había tenido que sortear durante su embarazo eran muchas, incluso había tenido que dejar sus locales a manos de los empleados y dependientes, gracias al cielo en el Cacao Café Lunita era autosuficiente y había hecho malabares para mantener a flote el local de la mejor manera posible. Pero ya era tiempo de que Cye volviera a las andadas, por lo menos en los ratos que el bebe quedaba al cuidado de su padre y dormía.

Apareció detrás del mostrador, asustando a unos de los elfos que acomodaba una bandeja de galletitas de chocolate en la vitrina, por suerte hizo piruetas la criatura y no dejo que los mazapanes se cayeran. Luego las acostumbradas preguntas de cómo estaba el crio, de si se sentía bien para incorporarse y los consejos que nunca faltaba y tampoco le sobraban a una madre primeriza.

Desde su ubicación vio que un caballero toma asiento eligiendo una mesa cerca de la barandilla que daba vista a la calle (abajo) ya que estaban en el segundo piso donde funcionaba la terraza abierta con las mesas, el lago, las plantas exóticas, cascada y demás ambientación. Fue entonces que noto que la decoración navideña aun no se hacía presente del todo, era hora de empezar con ello. Sobre el lago que estaba situado a la mitad del recinto y bordeado por las mesas, comenzó a nevar, pero no era un nevado frio, en realidad era azúcar cayendo en el agua navegada por cisnes blanquísimos y una solitaria barquita. También en las mesas aparecieron pequeñas esferas iluminando y brindando un poco más de calor a los visitantes mientras ocuparan las mesas.

Cye tomo una libretilla y calzándose el delantal con el logo del Cacao Café se acerco a la mesa donde además del apuesto mago ya se encontraba una bruja de hermosa apariencia. --Sean bienvenidos a Cacao Café, soy Cye Lockhart y en esta ocasión les atenderé personalmente-- dijo con voz cálida acompañando sus palabras con una cordial sonrisa. Por supuesto que recordaba a Albus, ambos era… compartían ideales y trabajaban en pro de los mismos. A la chica en cambio no le había visto antes, tal vez se debiera a su retiro por el pasado embarazo o que en efecto era nueva en Diagón.

--¿Que les apetece ordenar?-- dijo al tiempo que una flor de chocolate delicada y deliciosa aparecía en el bolsillo de la chaqueta que el mago llevaba puesta y que obviamente podía ofrecer a la dama mientras sus órdenes eran despachadas. A la propietaria siempre le gustaba alentar las nacientes relaciones y cuando se acerco pudo sentir la energía empática de la pareja.

 

@@Esmeralda Slytherin R. @@Albus Severus Black

[Esmeralda Slytherin R.]

En cuanto uno de sus pies se movió del lugar donde aguardaba por su compañía, una suave canción comenzó a sonar. La conocía muy bien y a pesar de su significado, no pudo evitar cantar por lo bajo, al momento en que se acercaba al chico; alentó el andar al pronunciar por lo bajo un par de palabras que la habían seguido hasta lo más recóndito del mundo en su viaje — Contigo aprendí, a lanzar un maleficio decente — soltó un pequeño suspiro, antes de fijar su mirada en los ojos del caballero.

 

— Hola Albus, me encuentro muy bien — no se esperaba el beso en su mejilla, tanto tiempo sin haber recibido una muestra de afecto la descolocó por completo, un leve sonrojo se asomó en su piel — Te lo agradezco, tú también luces muy apuesto — se fijó en el atuendo ligeramente formal de su “cita” y se recriminó por no haber escogido algo más refinado.

 

— La verdad es que no, la nota fue muy clara y éste sitio resultó muy agradable a la vista — se estremeció un poco como era costumbre cuando la temperatura comenzaba a bajar — Muy leve, confiemos en que no lleguemos a congelarnos — sonrió con dulzura, para después acomodarse en su asiente frente al Black — Adoraría un chocolate caliente, es mi bebida preferida — giró el rostro con rapidez hacia el centro de la estancia, encontrándose con la nieve llenando el pequeño lago.

 

Levantó la mirada por una voz cálida que se escuchaba a su lado, una mujer rubia con el delantal que portaba el logo de la cafetería, estaba esperando por una respuesta de los dos, le sonrió de vuelta aguardando a que Albus se decidiera por una bebida o un aperitivo. En cuanto volvió la vista hacia él, se mordió el labio notando la flor de chocolate en su saco, prefería dejar que las cosas fluyeran con calma.

 

@ @@Albus Severus Black

[Luna Gryffindor Delacour]

Corrìa de un lado al otro de la cocina cuando un elfo grito asustándome del todo ¿que demonios le pasaba? la torta se iba a quedar seca si gritaba de esa forma y antes de que pudiera decir nada, me asome a ver, aun con el delantal blanco puesto quien habìa entrado allí y a que se deba ese grito, una cabellera inconfundiblemente familiar y rubia me hizo sonreír del todo feliz, mi amiga Cye allì estaba me prometì darle de coscorrones por abandonarme asì pero al menos había vuelto, asì que suspire sintiéndome del todo màs calmada y tranquila, era logico que me alegrara de verla y es que mantenerlo todo a flote era muy lindo pero también era una gran responsabilidad para la vampiresa y temía no hacerlo del todo bien.

 

Seguí trajinando en la cocina, terminando el pastel y poniéndolo en un molde, suspire sintiéndome satisfecha con mi resultado, hacer tortas no era difícil y era algo que siempre habìa adorado hacer desde chica asì que me sentìa del todo a gusto con eso, espere que nadie notara lo que iba a hace ahora, pero le tire un chorrito de vino a mi torta, sabia que eso le daría el gusto y el toque que le faltaba y esperaba que todo quedara bien, solo esperarìa allì a que se enfriara y seguiría mirando hacia fuera por si venia algún cliente nuevo que atender.

 

Anote en mi libreta violeta otro pastel bien hecho mordiendome el labio inferior indecisa de cual elegir para sorprender a Cye ¿cual le gustaría mas? además querìa llevarle uno a mis padres aunque no supiera cual les gustaría y eso me ponía nerviosa ¿por que nunca se los habìa preguntado? y era por eso que nunca se los habìa hecho hasta ahora pero me dije que cualquiera les gustarìa porque vamos por algo era su hija y en cuanto a mi amiga Cye ¿le gustaria el de chocolate o mejor el de vainilla? ambos estaban ahì y seguìa indecisa de cual le gustarìa màs ¿Y si mejor los dejaba ahì arriba y esperaba por ella? la incertidumbre me estaba matando maxime si querìa que fuera sorpresa y habìa cambiado el cartelito de "para mi amiga Cye" y "mis papas" màs veces de las necesarias aunque los dejè como estaban inicialmente el de vainilla para mis papàs y el de chocolate para Cye, rezando en secreto porque le gustara y no haberla pifiado tanto en mi eleccion màs nerviosa de lo que pudiera decirle a cualquiera que me viera allì hoy.

[Albus Severus Black]

Esta cita con @@Esmeralda Slytherin R. comenzaba muy bien! ella me hablaba de que una de sus bebidas preferidas era el chocolate! Manjar de dioses, dulce que se le cayó a Dios de las manos o la máxima creación de Merlín! El chocolate para mi es lo más perfecto luego de la paz y las mujeres!

 

-te gusta el chocolate entonces esme, pues quiero que sepas que adoro el chocolate. Vengo de un país productor del mejor cacao del mundo, así que tuve la dicha como muggle de consumir grandísimas cantidades de chocolate de toda las formas posibles!- le dije a la chica apasionadamente hablando del tema.

 

Cuando terminaba de decirle a esmeralda, apareció la camarera. Era nada más y nada menos que @. A la rubia la había conocido en... un sitio muy especial para ambos. –cye que bueno verte aquí? eres la dueña de este lugar! Jamás me lo imagine pero que bueno que estés aquí- le dije mientras me ponía en pie y le abrazaba. – Estoy aquí con mi amiga esmeralda- me voltee para presentarlas- esmeralda, cye y cye, esmeralda. Cye, ella tiene un buen tiempo fuera del mundo mágico y apenas se incorpora y me cuenta que ve todo bien distinto. Hoy la pondré al corriente de todo por aquí! tal vez hasta le dé un paseo por mas allá de las praderas..- le dije a la hermosa rubia mientras le picaba un ojito pícaro.

 

Mientras me senté le dije a quién nos atendía que quería una buena taza de chocolate con unos postres, el mejor que tenían! –cye me han dicho que aquí hacen cosas maravillosas así que tráenos lo más rico que aquí hagan, la especialidad de la casa!, estás de acuerdo esmeralda?- hable mientras miraba aquellos preciosísimos ojazos que la morena tenia.

 

La mesonera anoto el pedido y se fue sonriendo y de pronto apareció un personaje bien especial para mí! @ . –luna lunera ven acá!! Ven que te presento una amiga!- dije mientras presentaba a las chicas de nuevo como lo hice con cye.

 

-luna linda pensé que me atenderías tú, vine aquí a verte también. Como has estado? Que buen sitio llevan ustedes- le dije mirando el lugar. Ella me platico de cosas allí y se alejó para dejarme con esmeralda. A todas estas no había visto una rosa de chocolate en mi chaqueta. –oye y esto? Quien me la dio? Bueno, no importa- lo dije mientras la sacaba y se la ponía en las suaves manos a esmeralda. – una rosa de chocolate para una hermosa rosa

[Luna Gryffindor Delacour]

El saludo de Albus me hizo sonreír y pude practicar con él del funcionamiento del día y conocer a Esmeralda, era una linda chica y lo mira enarcandole una ceja ¿ellos dos eran novios? y si fuera asì ¡¡¡eso seria fenomenal y me alegraría mucho por él!!! aunque me prometì que luego lo charlaria con él màs tarde, puesto que lo conocía mucho y era mi amigo asì que podría mandarle una lechuza luego para reunirnos y que me contara bien todo, su luna lunera me hizo sonreír mientras me iba yendo con una reverencia y un guiño de ojos a Al, hacia la cocina rápidamente a terminar ese pastel que suponía que se había enfriado a estas alturas y observaba todo desde allí, lo bueno de la cocina es que podías verlo todo sin participar de ello y eso se agradecía màs veces de las necesarias.

 

Aquella mañana estaba màs activa que de costumbre y eso no era de extrañar con toda la energía que siempre tenia encima, sonreí alegremente mientras veìa todos los pasteles terminados, nunca me imagine que Cye me verìa aptitudes para el puesto y lo màs importante que me dejara a cargo màs veces de las necesarias, ella confiaba tanto en mì que a veces temía defraudarla pese a que eso nunca me pasaba y los clientes eran del todo amigables y amables conmigo, aunque me preguntaba como era que sabia llevarlo la mar de bien y recordé con una sonrisa lo nerviosa que estaba con mis primeros clientes y ahora ya llevaba mucho tiempo allí y atenderlos para mì era cosa de todos los días y moneda corriente en mi día a día.

 

- a veces gano, a veces no, soy sobretodo un soñador... pero esta noche me quedo con vos... - Cantaba viva voz en la cocina dejando que mi cantarina voz llenara todo el local, sin importarme si me escuchaban cantar o no, tan feliz y alegre como siempre mientras terminaba las tortas y las ponía a que se enfriaran a fuera con sus respectivos carteles dorados y rojos -

Me restregué la frente preocupada ¿donde estarìa mi padre? ¡¡¡Maldición Elvis!!!! quise gruñir en la cocina mucho màs, me senté en la silla dos minutos con el corazón en la mano y muy preocupada por él, eso era algo que ocultaba a todos mis clientes con lo feliz que estaba siempre, rara vez dejaba que mis preocupaciones se dejaran ver, pero en momentos como ese en donde tenia un mini descanso y por màs que intentara cantar para paliar mis preocupaciones las mismas volaban a mì sin que yo quisiera asì que suspire màs veces de las necesarias esperando calmarme para poder seguir atendiendo como hasta ahora la mar de bien y ensaye mi sonrisa feliz, pese a que no estuviera muy feliz que digamos y quisiera salir corriendo a buscarlo, solo que ni sabia ni a donde estaba ni porque aún no lo habìa visto.

[Ela Karoline]

http://i630.photobucket.com/albums/uu28/cyelalockhart/Te_postres/Tazachocolate8ht_zpsiwd67ax7.pnghttp://i630.photobucket.com/albums/uu28/cyelalockhart/Te_postres/dulce5tft6_zpsfwmdyill.png

La pareja conformada por Esmeralda y Albus parecía estar a gusto, esa fue la impresión que tuvo la Lockhart cuando se acerco a la mesa para atenderlos. El mago al reconocerla de inmediato se puso de pie para saludarla y Cye correspondió al saludo prestando mucha atención a las palabras, pues en este caso decían más de lo que en apariencia salía de los labios del Black, cuando las presento, la sacerdotisa le ofreció su nívea mano y agrego --Cye Lockhart a tus ordenes y bienvenida de nuevo al Diagón y a Ottery-- seguramente notaria en el paseo que habían más negocios y nuevas familias aunque no necesariamente el pueblo había crecido, pues muchas de las ancestrales propiedades habían cerrado sus puertas y sus miembros emigrado a lugares distantes, mientras que otros habían optado por cambiar de residencia y unir apellidos y linajes.

--Oh vaya, entonces serás su guía-- sus orbes celestes se clavaron en la chica para asegurarle --Estas en las mejores manos, créeme-- confeso, sabía que su amigo era todo un caballero, atento y presto a los detalles, era un excelente conversador e ideas para pasar una velada seguro no le faltaban, así que si, estaba en buenas manos. Luego ambos se decantaron por chocolate caliente y el mejor postre que tuviera lo cual hizo que la propietaria se mordiera el labio inferior.

--Veré que puedo hacer, porque todos son excelentes, jajajaja se nota que soy la propietaria-- contesto en tono de broma, pero seguro que algo rico les traería para que degustaran. Se disculpo tras anotar las ordenes y se dirigió al mostrador, encontrándose en el camino con Luna a quien le dio un rápido beso en la mejilla a modo de saludo y la promesa de que más tarde se pondrían al corriente, ahora debía ir a donde Albus que le llamaba.

Un par de minutos después se acero a la mesa haciendo levitar una bandeja, la tetera sirviendo dos humeantes tazas de chocolate de la mejor calidad, traído del Caribe venezolano, Cye tomo cada plato con su tazo y lo coloco en frente de ambos clientes, acompañado de una delicada servilleta de lino blanco. Además de ello, le coloco un platito con su cucharilla a cada uno y en el centro de la mesa deposito un platón con un surtido de postres todos a base de chocolate, no eran porciones generosas, pues era más al estilo de una degustación, pero al no poderse decantar por uno solo prefirió brindarles la oportunidad de que ellos mismo eligieran su favorito. Podrían escoger entre panaccota de chocolate, tartaletas de frutas, torta de chocolate y frutos secos, ligeras muss, quesillo de chocolate y piña, y por supuesto el infaltable volcán cuyo centro contenía chocolate derretido esperando esparcirse por el plato una vez lo partieran.

--Como no pude elegir uno, les traje varios para que prueben, y si no está su favorito, puedo hacer una segunda selección o puedo invitarlos a una próxima visita para una cata en toda regla-- explico con una sonrisa en el rostro. Amaba su local tanto como el producto insignia y era muy profesional a la hora de contrataciones para eventos o de pedidos especiales, pasteles para algún evento o una simple pero maravillosa cata por el mundo del chocolate.

-Si necesitan algo más, estaré por allá- señalo el mostrador donde se exhibían la mayoría de los mazapanes y tortas, porque los chocolates, esos estaban en el primer nivel y era una experiencia distinta llegar allá, ya que no se podía entrar por la calle sino que había que pasar la cortina de agua. Tomo la bandeja y se alejo dejándolos solos para que pudieran platicar a gusto y por supuesto saborear el chocolate presente en todo lo que tenían en la mesa.

@@Albus Severus Black @@Esmeralda Slytherin R. @

[Esmeralda Slytherin R.]

Esmeralda escuchaba con total atención a las palabras de su interlocutor, por lo que cada vez se alegraba aún más de que Albus fuera su guía, no había persona más parlanchina y adoraba eso, así no había posibilidades de entrar en silencios incómodos. Ladeó levemente la cabeza al escuchar que provenía de uno de los países productores de cacao más grandes del mundo, desconocía por completo el lugar que mencionaba y con suerte sería aclarado en algún punto de la conversación.

 

— Creo que eso es… — comenzó por lo bajo a manera de respuesta, si conocimiento del chocolate se le antojaba fascinante. Se mordió el labio en cuanto la camarera se presentó frente a ellos, su acompañante se levantó de inmediato de la mesa para recibirla y la castaña no dudó en imitarlo, después de todo, se trataba de la dueña del lugar, tomó la mano de la mujer — Se lo agradezco, Esmeralda Slytherin, espero volver a éste lugar con la misma confianza de antes — se sonrió con diversión.

 

— No lo dudo, sé que Albus conoce muy bien éste lugar, confío en que no tardaré en reincorporarme — con un suave movimiento volvió a tomar asiento, asintiendo ante la propuesta de los postres y encantada por probarlos. El tiempo que pasó afuera le devolvió las ganas de regresar al mundo mágico y sus excéntricos manjares — En completo acuerdo, estoy segura de que sus elecciones nos vendrán bien.

 

La morena estuvo a punto de retomar la conversación, cuando su amigo llamó a otra de sus conocidas y sujetó el interior de su labio con los dientes, en verdad era una persona conocida, no había visto a un hombre que fuera tan eufórico y abierto al hablar. Saludó con cortesía a Luna, la chica parecía entretenida en sus postres y esperaba no quitarle un tiempo preciado de preparación, aguardaba el momento de comer esas delicias. Por otro lado, la camaradería que existía entre esas personas la inquietaba a sobre manera, Albus era apreciado, al contrario de ella. Al momento que se fue, había perdido la cuenta de cuanta gente estaba detrás de su cabeza.

 

La sorpresa de la que fue partícipe el Black la sacó de sus pensamientos, ahora estaba consciente de que la rosa no había sido producto de la magia de Albus, sino de alguna de las camareras. Recibió con delicadeza el obsequio y solo atinó a devolverle el gesto con un suave beso en la mejilla; fue un alivio total que lo hiciera antes de que Cye se acercara de nuevo o estaría de los mismos colores que una serie navideña. Hechizó la rosa para evitar que se quebrara y se mantuviera a flote a su lado.

 

— Como no pude elegir uno, les traje varios para que prueben, y si no está su favorito, puedo hacer una segunda selección o puedo invitarlos a una próxima visita para una cata en toda regla — le escuchó mencionar mientras admiraba la bandeja, separó los labios por unos segundos en un gesto de fascinación, el chocolate era una de sus más exquisitas preferencias dentro de los postres.

 

— Es perfecto — el aroma del chocolate la envolvió por completo y cerró los ojos momentáneamente, en su mente había saltado sobre Albus para abrazarlo y agradecerle por el gesto, la afición que compartían se había convertido en un excelente regalo, aunque la intensión principal era charlar sobre los nuevos sitios del callejón y Ottery — ¡Gracias! — se dirigió a Cye con gran emoción.

 

— Albus, tendrás que disculparme, pero me temo que te ganaré el volcán — le sonrió alegre para hacerse del postre, sin duda alguna, aquella tarde estaría llena de sorpresas.

 

 

@@Albus Severus Black @ @

[Albus Severus Black]

Era un poco cómico ver la cara que @@Esmeralda Slytherin R. tenía al ver cuando saludaba a las que llevaban este negocio. @ me miro con una carita de preguntas.. Preguntas que estaba bien seguro que apenas pudiera me las haría incesantemente.. Yo la conocía y sabía cómo era mi lunática amiga.

 

Apenas ambas se alejaron, me senté de nuevo en la mesa – sabía que aquí trabajaba lunita pero no sabía que cye fuera la dueña. Esme, @ tiene una alfombra voladora genial! No va en escoba sino en alfombra que tal!- le dije a la morena mientras sonreí.

 

Cuando puse la flor de chocolate en sus manos ella hizo algo que me sorprendió.. Me beso en la mejilla. Sentí lo suave de sus labios en mi cara.. Sin hablar de que olía riquísimo. – oye gracias, no tenías por qué hacerlo pero gracias- le dije un poco apenado.

 

-y bien, que puedo saber de esmeralda slytherin? Como es que se fue de ottery y eso así sin más? Y porque volvió? Porque no se quedó en el mundo muggle? Que te hizo volver aquí?- le dije mientras esperábamos nuestra orden.

 

Mientras estábamos allí sentados, cye volvió con una bandeja de oro negro! En esa bandeja había manjares maravillosamente presentados! Cada postre que puso en frente de nosotros era perfecto y el olor de aquello era como mágico. Tome entonces la pannacotta de chocolate que se veía increíble. Cuando la probé fue una explosión divina en mi paladar. La rubia nos dejó probar aquello y nos dijo que estaría cerca por cualquier cosa.

 

Saboree lo más que pude aquel postre.. cye se había pasado.. Había que multar a este local por hacer aquellas cosas tan ricas! Riquísimas!. Mire como esmeralda había tomado el volcán y me sorprendí de ver como cuando lo pico en chocolate fluyo de dentro de aquello. Mi boca se hizo agua! – esmeralda quiero aunque sea un pedacito de eso que comes, se ve increíble. Prueba este que como, está demasiado rico!

[Esmeralda Slytherin R.]

La castaña miró con gran sorpresa el lugar donde desaparecieron las mujeres, pues estaba segura que detrás de aquella cortina podría apreciar con mayor claridad la destreza con la que creaban los postres, regresó a la realidad con la mención de una alfombra voladora — ¿Una alfombra? No había visto una desde… — se detuvo un momento a pensarlo — desde que abandoné el mundo mágico — murmuró.

 

Luego de que su impulsivo gesto casi la metiera en problemas, dejó escapar el aire contenido para recibir una serie de palabras gratificantes, quizá no había sido tan descabellado. En seguida de tan agradable instante, las preguntas le llegaron como un vendaval, responder a cada una de ellas la llevaría a más un año atrás, donde se le obligó a dejar su naturaleza mágica y se fue al mundo muggle esperando encubrir su rastro.

 

— Puedes saber todo lo que sea de tu agrado preguntar — se aventuró a expresar, no acostumbraba a mostrarse abierta con nadie y menos con gente que parecía querer indagar en su vida con un simple “Legeremens” por otro lado, no hallaba la manera de negarse a tales respuestas, aquel hombre se había ofrecido a mostrarle las novedades de Londres y no sería muy noble de su parte el desistir del interrogatorio.

 

— No es que me fuera por decisión propia, hubo personas que me obligaron a abandonar esto — enlazó sus dedos con elegancia, su estirpe era algo imposible de negar — todo fue por proteger a la gente que aprecio, no iba a permitir que les dañaran por causa mía — bajó un poco la mirada recordando a ese personaje al que aún le guardaba resentimiento. De haberle contado la verdad a su amigo, jamás le habría creído y sus intenciones de volver nunca habrían reaparecido en ella.

 

— Volví gracias a mi gemela — se sonrió un poco — no somos gemelas en realidad, pero es muy cercana a mí y me convenció de regresar, aunque tardó un poco en hacerlo es gracias a ella estoy aquí — regresó la vista a los ojos de Albus, el negro de su mirada le animó a continuar — era mi máximo contacto con la magia — se tomó un respiro antes de continuar, no era sencillo regresar a esos pasajes de su vida.

 

— Realmente no puedo negar mi sangre mágica, en su momento preferí mantenerme oculta, sin embargo, el mundo muggle no llenó en mi ese vacío que me envolvió al abandonar lo que soy — dejó que las imágenes de sus viajes llenaran su mente y se atrevió a sonreír de nuevo — pero debo admitir que fue provechoso, la magia es distinta en cada parte del mundo y mi autoexilio me permitió conocerla.

 

Una vez que les fueron servidos todos esos manjares chocolatosos y la castaña se decidiera por el volcán, tomó una cuchara para abrirlo y maravillarse con el chocolate derretido que terminó bañando el resto del postre, con el hipnotismo de su platillo, se agasajó con el primer bocado y relamió su boca con gusto. Albus la devolvió de chocolandia, para pedirle de su volcán.

 

— De cualquier modo, no pensaba terminármelo sola y he de aceptar que el tuyo se ve muy apetecible — sin habérselo pensado, estiró la mano con la cuchara para tomar un poco de aquel, de inmediato se lo llevó a los labios para disfrutarlo — Me encanta.

 

@@Albus Severus Black

[Albus Severus Black]

La chica respondió a mi pregunta con más de lo que pensé que lo haría.. Eso era bueno y yo lo valoraba. Yo poseo un extraño don que al mirar a la gente se le sucede y que sienten. Es algo como un legeremus pero sin usar magia.. Esto era una bendición pero muchas veces era una maldición. Con @@Esmeralda Slytherin R. creo que no me haría falta eso, ella estaba abriéndose en esta conversación.

 

-bien háblame más de eso si? Como es eso de que te fuiste por proteger a los tuyos? Protegerlos de quién?- le dije y mire que la chica bajo su rostro. Me acerque a ella y levante su rostro, sus ojos azules se posaron en mi – oye sino quieres hablarme de eso ok, lo entenderé-

 

-cómo es eso que tienes una gemela? Ósea mas o menos me imagino pero explícame a ver igual- le dije mientras me sonreía de lo que había dicho y tomaba más del postre que cada momento me parecía más rico.

 

Esperaba su respuesta y que termináramos de comer estos riquísimos manjares para comenzar a explicarle las cosas que habían cambiado por aquí en su ausencia y porque.. Dar un paseo para que ella viera aquellos cambios por sus propios ojos.