♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)

[Ela Karoline]

--¡Ayyy por los dioses! Todo esto es culpa de Corrolo-- le gritaba la elfina Feixac al bonachón elfo Corrolo en medio de todo el desastre ocasionado en el Cacao Café. Por lo general Corrolo era muy servicial pero con su aire bohemio-hippie siempre estaba presto a modernizar las cosas y aquel día había convencido a la elfina personal de Cye de que tomara prestado unos coloretes que habían en el cuarto de Alexander, con la intensión de darle una manita de gato al local. Le había dicho “Ni siquiera lo notara, antes de eso ya todo estar listo y las cosas las habrás devuelto al cuarto del amito, y el quedara como un héroe con los arreglos ya verás” ¿Por qué, porque le hacía caso a Corrolo? Pensaba la elfina moviendo nerviosa las orejas ante cada estallido.

 

Pata empeorar el asunto ella había tomado un par de dulces, habían mucho, el amito era muy bueno y no se iba a enojar, los había tomado con la intención de comérselos a la hora del descanso, por eso los había puesto sobre el mostrador y Corrolo los había tirado al piso y ya se imaginaran el resto, ella parecía una elfina salida del propio arcoíris y Corrolo, tenía el pelo rosa chicle, pero lo que más le preocupaba era que el reloj marcaba las nueve menos cuarto, ósea que pronto la amita iba a llegar por la chimenea y los sorprendería con aquel genuino desastre.

 

Con sorpresa el par de elfos vieron que los columpios servían pues un par de magos se habían bajado de uno y al acercarse notaron que eran nada menos y nada más que el propio Adam y Alexander, el dueño de todos aquellos coloretes que ahora estallaban y hacían cosas que no comprendían aun con su magia elfica. ¿Vendrían a reclamarles el préstamo?

 

--Si la amita nos echa será tu culpa, vamos a ver cómo vas a explicarle al niño Alex que tomate sus cosas-- le decía Feixac a Corrolo con las manos cruzadas en el pecho a lo que el elfo contesto --Pues me ayudas porque no fui yo el que entre al cuarto a saca las cosas, fuiste tú-- era cierto, Corrolo nunca andaba por las plantas altas del castillo, lo de él era el estacionamiento, los negocios de la amita y los vehículos de la casa, ósea todo lo que estaba aparcado y en el armario de escobas principal en la planta baja. La elfina suspiro barriéndolo con la mirada y se armo de valor hasta acercarse a los dos magos.

 

--Amitos, yo se que estuvo mal, Feixac pide perdón-- y sin decir nada más se puso a llorar aferrándose a los pantalones de Alexander.

 

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@@Adam Lockhart @@Alexander Fox

[Alexander Fox]

Suspiró pesadamente, quizás si tenía algo que podía ayudar, pero no sabía si sería suficiente, por lo pronto, sacó de su chaqueta negra que ya se estaba manchando un poco de colores, por todo el desastre que estaba ocurriendo, un silbato y un pequeño tubo con varios orificios, eso servía para hacer que esa parte se detuviera y de paso se limpiara, aunque todavía no lograba entender lo que estaba ocurriendo.

En ese momento fue que visualizó a ambos elfos de su madre, estaban en un estado bastante colorido, sonrió divertido al verlos, pero cuando la joven elfina se colocó a llorar y de paso se aferraba a su pierna se sintió terrible.

-tranquila, tranquila… - le susurró acariciándole la cabeza, buscando la forma de tranquilizarla, era horrible que pudiera pensar que él la culparía o la regañaría, pero con eso podía adivinar lo que había ocurrido – Fue mi culpa por no guardar esas bromas, así que mejor limpiemos esto antes que mi madre se entere jajaja – se rió suavemente, para hacerle entender que no estaba molesto.

-Esto que verán, no lo cuenten, no me gustaría que supieran que existen – habló hacía su hermano y los elfos mientras sonreía divertido, tomó el silbato para hacerlo sonar, de pronto todos los fuegos artificiales se detuvieron, y finalmente golpearon el suelo sin estallar y los que estaban en el proceso se apagaron. Venía con el paquete, era bastante útil cuando ya habías acabado con la broma.

Todo quedó en aparente calma, pero igual de desastroso, en ese momento usó el otro tubo y comenzó a soplar para salir burbujas de jabón, que comenzaron a volar y explotar dejando el lugar más limpio, pero cuando quiso percatarse no había suficiente.

-Ups… creo que esto lo use mucho jajaja – el lugar estaba muy limpio, aunque habían partes pintadas, un poco ocultas, además de algunas mesas en los suelos, aunque con ayuda de las varitas podrían solucionar mucho.

-A veces las bromas deben acabar… - comento con una mirada un poco perdida en todavía el reguero que había, negó con la cabeza - ¿nos dara tiempo antes que llegue nuestra madre? - no se acordaba a que hora la reina tocaba su local, sabía que era temprano, pero no tenia ideas.

 

@ @@Adam Lockhart

[Ela Karoline]

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Feixac lloraba rodeando con sus brazo pequeños una de las piernas de Alex, le pidió perdón por haber tomado las cosas del mago sin permiso y en la crédula ignorancia de que eran unos simples dulces y unos tubos de coloretes para embellecer paredes o pintar figuras, lo cierto es que casi habían destruido la armonía del negocio de Cye, y no solo se trataba de limpiar, sino de los vestigios que este tipo de magia hacia a los ingredientes sensible que utilizaba la rubia, no había manera de ocultarlo y ya se veía con su mochila al hombre de nuevo sin hogar todo por culpa de Corrolo.

--Es tu culpa-- le asestó tremendo manotón al elfo que lo hizo quejarse y alejarse, mientras observaba al amito Alexander usar un artefacto con orificios y hacer una magia que no había visto antes, el ruido ceso, y luego muchas, muchísimas esponjas salieron de otro cosito, por donde pasaban limpiaban, era mejor que un repasador, mejor que el trapeador, le sonrió encantada al escuchar que no debían divulgar su secreto, pero la curiosidad innata de la elfina la llevo a preguntar.

--No me diga que la Seño Sagitas le prestó las burbujas de su local, es, es wuaoooo-- por aquella cabecita se le había ocurrido pensar que el joven Fox había visitado a su tía, la hermana del amo Ishaya que tenía una lavandería de burbujas mágicas y habían hecho algún encantamiento para meterlas toditas en aquel cosito que el mago soplaba. Por eso cuando se le acabaron no se preocupo y sugirió --Ande vaya a buscar más, la seño Sagitas tiene muchas, figúrese que tiene unos aparatejos que dan vuelta y las hacen de miles, corra antes que venga la amita--

Corrolo que estaba sentado en una de las piedras que ya no era bañada porque el chocolate no fluía, diviso unas chispas en la abarrotada chimenea, eso solo significaba una cosa, la matriarca estaba intentando accesar, lo malo es que trozos del tamaño de una silla estaban apilados dentro del hogar. Otro chispazo verdoso y un grito y luego el ruido de los trozos siendo pateado hacia fuera.

--Me temo que no niño Alex, la amita Cye está llegando y creo que no va a estar muy contenta-- arrugo la nariz y movió nerviosamente las orejas señalando hacia la chimenea de donde en breve tras una sonora maldición la bruja con Evanesco hizo desaparecer los trozos para poder pasar.

@@Adam Lockhart @@Alexander Fox Editado 4 de Abril del 2017 por Cye Lockhart

[Noah Lockhart]

"En cacao cafe con Alexis "

 

Me encontraba solo en mi habitacion sin nada que hacer asi que se me ocurrio una idea genial, hace unos dias habia conocido a una chica la cual me cayo bien y me habia dicho que deberiamos salir para conocernos alguna vez, asi que decidi que ese era el dia, me dirigi hacia la mesa donde tenia plumas y algo de papel para escribirle una carta donde la invitaba a tomar un cafe, comorecien habia llegado no conocia muchos lugares pero me acorde de uno que habia mencionado mihermano asi que decidi que hay nos veriamos , termine la carta y se la di a la lechuza para que se la llevara, en el momento en el que la lechuza salio volvi a mi habitacion par cambiarme y estar mas presentable.

 

Elegi mi atuendo nada llamativo un pantalon cafe y una camisa blanca, luego me apareci en la entrada del callejon diagon y de hay camine hasta la entrada del lugar, mire por la ventana para ver si habia una mesa disponible y justo se estaba desocupando una junto a la ventana, asi que entre y me dirigi hacia esa mesa, de pronto el pequeño elfo del lugar se me hacerco para tomar mi pedido, pero rapidamente le dije que estaba esperando a alguien, haciendo que diera la vuelta.

 

Tan solo me puse a pensar mientras esperaba, pensaba en cosas como de que temas podriamos hablar, ya que no hablaba mucho con chicas y la idea me ponia un poco nervioso.

@@Alexis Miller

[Alexis Miller]

El demonio es como un perro rabioso atado a la cadena;
no puede herir a nadie más allá de lo que le permite la cadena.
mantente, pues, lejos. Si te acercas demasiado, te atrapará

Pío de Pietrelcina

 

Y así voy, siguiendo los pasos que mis ganas motivan, siguiendo la noche que se mira en el cristal roto de aquella esquina, mantenía la carta entre mis dedos, mi vida solitaria no me dejaba imaginar que alguien quisiera ser tan masoquista de perderse en mis azules para su compañía.

 

¿voy? ¿no voy? Me quedo en silencio, en la oscuridad? Para mi mayor respuesta mis pies avanzan, entre sus pasos suena el tacón de las botas que adornan mi vestir… no soy masculina para moverme en la vida, un vestido ajustado me adorna… yo fascinada con aquella ventana rota, volteo a mirarla… tanto que imaginar del porque había llegado a ese punto de quiebre y serena como la noche, siendo guiada más por mis pies que por mi razón inexistente, abro la puerta del local al cual se me invitara…

 

La gente te observa Alexis, lo sé, me siento tentada a responder en voz alta, cuando la camarera voltea a mirarme, la poca costumbre me deja en la entrada y veo al joven… no me acerco porque no siento que deba pasar por todo ese tumulto que susurra cosas que piensa, que altera mi cabeza de por sí ya gritando deberías moverte un sonido hace que olvidara la gente a mi alrededor, que avanzara sin frenos hacia Noah – deberías escoger lugares menos llenos… - la música se escucha a lo lejos, y el aroma a café procesado me enloquece – si no vamos a beber la próxima vez yo escogeré donde ir – una sonrisa se llena de malicia en mi rostro.

 

¿Qué les sirvo? – la cámara observándonos con impaciencia y cierto temor en su mirada…

 

@@Noah Lockhart

[Noah Lockhart]

me quede esperando por un tiempo a que llegara por mas que pensaba no lograba encontrar algun tema de que hablar, el no conocerla me hacia las cosas mas dificiles, tal vez debi invitarla a otro lugar que fuera mas de su agrado, pero en fin solo quedara esperar a que llegue y ver que opina, la vi entrar un poco sombria la verdad no la conocia solo esperaba que el lugar que habia escogido fuera de su agrado.

 

se acerco lentamente, no me se habia ni sentado cuando expreso su inconformidad por el lugar, me levante de mi silla en señal de cortesia - lo siento no sabia a en que lugar citarte, pero si lo prefieres podemos ir a otro lugar mas de tu agrado - dije con una sonrisa en el rostro esperando a que respondiera.

@@Alexis Miller

[Ela Karoline]

http://i630.photobucket.com/albums/uu28/cyelalockhart/blin-fir-sepa/MeseraDany_zpszsbnfopz.png

La pelirroja había vuelto de sus vacaciones en su pueblo natal y le había solicitado a la propietaria Cye Lockhart que le re-contratara nuevamente, esta vez con la promesa de pasar una larga temporada en Londres, ante lo cual la rubia había aceptado gustosa, sobre todo ahora que Luna tenia periodos de ausencia más largos y ella dos niños pequeños en casa que atender.

Por eso cada día Dany hacia lo propio para mantener el lugar a flote, las mesas limpias y disponibles en cuanto se desocupaban y atender a la clientela lo mejor posible. Pero desconocía a algunos integrantes de la familia de la dueña, aunque aquel día apenas Noah ingreso, una elfina le dijo que el mago era hijo de la propietaria y cuando el joven rechazo la atención del elfo porque esperaba a alguien más, ella estuvo presta a atenderle en cuanto su acompañante se presento.

--Sean bienvenidos al Cacao Café-- alcanzo a escuchar que la bruja se quejaba sobre lo lleno del lugar y la disculpa del Lockhart --Si gustan un lugar más tranquilo pueden pasar a los reservados, es un espacio muy bonito-- ofrecio la chica, claro que esa zona que mencionaba era un lugar exclusivo, solo para clientes vip, pero siendo Noah hijo de la propietaria, la camarera estaba segura que era lo correcto, ofrecerle a él y su invitada lo mejor.

 

@@Noah Lockhart @@Alexis Miller

[Ezequiel granger]

Muy contento arribo a la puerta del local, Cacao Café, charlando con su sobrina @@Bodrik seria la primera ves que Eze visitaria el local de @ su madre, curiosos como siempre y con una sonrisa que los caracterizaba cuando tenían aventuras juntos como esta, entraron al local, una campanilla arriba de la puerta indicaba que habían nuevos clientes en el local.

 

Buenas ¡¡ dijo el joven sonriendo mientras buscaba con la vista a su madre en el local, vieron una mesa desocupada y decidieron sentarse y esperar.

 

 

que lindo es el local de mamá, esta muy bien decorado y es tranquilo, el lugar perfecto para un café, decía comentándole a su sobrina.

Editado 4 de Mayo del 2017 por Ezequiel granger

[Bodrik]

 

 

Caminaba alegre conversando con @@Ezequiel granger, su tío pues ambos tenían planeado pasar una tarde muy divertida y comenzarían por comer algo delicioso. El local de su abuela @, Cacao Café; tenía una especie de acuerdo con Eze, su Tío, pero también amigo y compañero de la orden del fénix; visitarían algunos locales pertenecientes a sus familiares para ayudarlos un poco a ganar galeones y activar sus negocios.

 

Ingresó al lugar sonriente como solía estar, y una campanilla que se encontraba sobre la entrada tintineo anunciando la entrada de nuevos, así que caminaron juntos hacia el interior– Me gusta esa mesa – Avanzaron hacia ella para sentarse mientras alguien los atendía y lograban ver a su abuela por allí.

 

-Shi me encanta el lugar. Quiero comer muchas cosas ricas – comentó mientras detallaba el lugar – Creo que devoraré los postres –

 

[Ela Karoline]

http://i630.photobucket.com/albums/uu28/cyelalockhart/blin-fir-sepa/MeseraDany_zpszsbnfopz.png La mesera pelirroja estaba muy contenta con su nuevo trabajo, en realidad era su segundo mes, pero todo seguía siendo tan novedoso para ella que parecía una chiquilla sobre todo en las mañanas, cuando arribaba al establecimiento y lo hacía por el único medio de ingresar desde la calle hasta la terraza que era donde estaban las mesas del Cacao Café por unos columpios mágicos que se elevaban apenas los clientes se sentaban hasta detenerse junto al barandal abierto y adornado con una enredadera en forma de arco que hacía las veces de entrada, si, si, subía y bajaba un par de veces antes de centrarse en sus pendientes.

 

Ahora mismo estaba embelesada en la hermosa cascada que fungía como aromática y enigmática cortina de chocolate, ocultando lo que había más allá a la vista de los clientes, solo los que iban hacia la parte de los bombones o el área vip podían traspasarla pero esa era parte de la experiencia si se pedía un tour, ¿Cuántas veces había reprimido el deseo de meterle el dedo al chocolate que inundaba aquella área en la que solo sobresalían una que otra baldosa, pero Cye le había advertido que no permitía que nadie contaminara el estanque, así que si quería probar el chocolate tenía que conformarse con el que servían en tazas, o algún bombón.

 

En medio de suspiros escucho la el sonido de las campanillas que emitían los columpios cada vez que dejaban a los visitantes y se volvió para ver de quien se trataba, una pareja que de inmediato ocupo una de las mesas vacías, aunque sus orbes de momento se centraron en el joven mago, que parecía disfrutar del local, ajena a que se trataba del hijo y nieta de la propietaria @@Ezequiel granger y @@Bodrik , la muchacha se acerco hasta la mesa con la libretilla en mano.

 

--Bienvenidos al Cacao Café, soy Dany y estaré a sus ordenes en esta ocasión-- miro a uno y luego a otro y dijo --Desean ordenar o quieren un poco más de tiempo para decidir, de todos modos, lo que sea que pidan es delicioso-- concluyo con un guiño de ojos, Cye, que se encontraba en su despacho, le había insistido mucho en que no había que apresurar a los clientes y que debía escuchar en vez de hablar tanto, pero la muchacha era alegre y tenía una gran mentora en ese sentido Luna que no paraba de hablar y siempre le iba bien.