Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Ragnar Bjorn Lodbrok BL]

El roce de sus manos por mi abdomen, estaba haciendo que un recorrido eléctrico comenzara por todo mi cuerpo, sin duda hacía mucho que no sentía algo así, y es que solo con ese hombre que tenía a mi alcance era con quien podría llegar a este extremo con tan solo el roce de sus manos.

 

Por lo que una vez que comenzó a besarme lo gire para quedarme yo encima de él y poder aprovechar de esta manera, todo su cuerpo. Por lo que comencé a besar su cuello llegando a recorrer cada milímetro de su cuello, al igual que sentía el aroma de su piel, provocando que esto me pusiera muy feliz.

 

- Hoy volveré a sentir la felicidad a tu lado - Le susurro en su oído mientras, deslizaba mi mano por debajo de su espalda con tan solo un roce para que pudiera sentir lo mismo que yo sentía con el masaje que me estaba proporcionando - Te quiero tanto, y ahorita quiero sentirte mio otra vez - La pasión en el cuarto se estaba desbordando, sin duda esto podría ser solo el comienzo de lo que hace algún tiempo no realizábamos en unión.

 

No sabía que pasaría después de esta noche, pero sin duda algo que si sabía era que iba a aprovechar lo que estaba ocurriendo, por lo que aleje los pensamientos del futuro concentrándome en lo que estaba ocurriendo en este momento para así disfrutar a plenitud por completo el cuerpo del amor de mi vida.

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Gerard H Knight]

— Te amo —le repetía Gerard, mirándole a los ojos, que se encontraban llenos de amor y ternura; pero al mismo tiempo de miedo y de duda. Gerard la rodeo entre sus brazo y la atrajo hacia sus labios. Mientras la besaba intentaba mantenerse al ritmo de sus movimientos.

 

Se sentía enervado por ella. El la sujeto de la cintura y en un movimiento ambos se dieron la vuelta. El comenzó a tomarla intensamente hasta llegar al momento del clímax. En ese instante la sentó encima de él y le beso apasionadamente. Mientras lo hacía sujeto una de sus manos y la llevo hasta su pecho.

 

— Mica, mi corazón, es tuyo. —Le susurro mientras le besaba suavemente— no quiero que sientas más miedo. Soy tuyo ahora y para siempre. Y si para que dejes de sentir ese miedo hay que acabar con Agatha yo te ayudare. Solo dime lo que hay que hacer y te promento que lo haremos…juntos.

 

No dijo otra palabra más, solo volvió a besarla lentamente, dejando que su cuerpos se amaran una vez mas hasta que no pudieran más

[Mica Gryffindor]

Aquella caricia suave en su pecho le permitió sentir los latidos de su corazón, suaves pero acelerados por el momento de amor en que ambos estaban envueltos. Sonrió, pues no era la primera vez que los sentía en una situación similar. Dejó su mano en el pecho de su amado mientras sus cuerpos actuaban por sí solos. Las palabras que acompañaron ese gesto fueron las decisivas, terminando con cualquier miedo que estuviese instalado en ella. Lo besó intensamente antes de responder, no dispuesta a arruinar el perfecto momento de amarse.

Momentos más tarde, y con la respiración entrecortada, acariciaba su rostro, con los ojos cargados de tanto amor que no podía evitar emocionadas lágrimas.

-Dejé de ser mortífaga- susurró, pues era hora de hablar sobre ese tema- Agatha fue quien escogió ese bando y no yo, los mortífagos masacraron años atrás a mi familia, no puedo estar entre ellos...- estaba seria de repente, pues no era un tema grato. -No podemos quedarte en este castillo mucho tiempo más, lo mejor será que me acompañes- agregó y se incorporó en la cama.

[Leah Snegovik]

-Y se prendió la gozadera y Agatha ya apareció. ¿Y el arroz con abichuelas? Agus me lo regaló -canturreaba al momento de aparecer fuera de los límites de aparición del castillo Haughton.

 

Era un lugar conocido, visitado más de una vez por la mortífaga y en aquella ocasión, llevaba la máscara de plata en el rostro para que nadie supiera quién era. ¿Por qué? Porque iba a matar, ahí dentro, donde más de una vz había ido para buscar diversión. Sabía que estaba ahí, no podía equivocarse, nunca lo hacía. Llevó la varita a la Marca Tenebrosa tatuada en el brazo, haciendo el llamado de inmediato para sus compañeros de bando. Llegarían en un abrir y cerrar de ojos, cuando ella ya estuviera dentro.

 

Avanzó prácticamente al trote por los jardines después de haber saltado la verja y se adentró rápidamente al interior, en busca de la Haughton. Subió las escaleras, haciendo ondear la túnica y con la varita en mano, llegando a las habitaciones superiores. Habitación por habitación, revisó las puertas y revisó los cuartos, no la halló. Siguió buscando y de pronto la encontró, en una cama, acompañada de un joven. Sonrió, la única parte de su rostro que se veía.

 

-Vaya vaya, la gozadera se prendió antes -murmuró.

[Alyssa Black Triviani]

La marca ardió en su antebrazo con fuerza y la Black supo inmediatamente lo que esto significaba, no había tiempo que perder por lo que con una floritura de su varita cubrió su cuerpo con la característica túnica negra. Echó la capucha sobre su característica melena y finalmente ocultó su rostro tras la máscara de plata, ahora si ya estaba lista para la acción. A su lado Pik aún estaba en la cama observándola con un brillo de picardía en los ojos, la Triviani puso la mirada en blanco y tomó al Macnair por el brazo forzándolo a salir de la cama medio desnudo.

 

- Vamos ya, el deber nos llama – le susurró la Black con una sonrisita en los labios.

 

Esperó lo suficiente como para que su prometido pudiera colocarse las características vestimentas del bando, luego desaparecieron juntos para reaparecer segundos más tarde a las afueras de la residencia Haughton. Leah ya estaba allí, era quien había realizado el llamado, asintieron sin más y comenzaron su avance hacia la mansión en cuestión. Atravesaron los jardines con paso rápido y rítmico y una vez dentro del edificio se dirigieron directo hacia la habitación de Agatha. La puerta se abrió de un golpe y la encontraron allí, en su cama junto a otro mago, pero que inoportunos eran.

[Pik Macnair]

—Alyssa, por Merlin…

El tatuaje empezó a arder y de un salto la Triviani salió de la cama, colocándose las primeras prendas que vio y jalándome consigo. Solo tuve chance para colocarme el pantalón, la primera capa que conseguí y por arte de magia hice aparecer la mascara ocultando mi identidad. Alyssa últimamente estaba siendo mas impulsiva de lo corriente y si no me vestía con rapidez era capaz de hacernos aparecer aunque fuera sin ropa. La cogí de la mano al estar ambos listos y desparecimos de ahí.

Aparecimos fuera del castillo Haughton, reconocía quien hizo el llamado y donde quiera que estuviera ella la muerte iba de su lado. Hice aparecer la katana de plata en mi diestra y me dediqué a juguetear con ella mientras ingresábamos a la edificación, solo tenia que escuchar el recorrido de Leah para llegar a su lado un par de segundos después. Con los que nos encontramos fue una sorpresa.

—Así que los rumores eran verdad —apoyé la katana en el piso y miré directamente a Agatha, estaba a punto de pagar su traición.

[Leah Snegovik]

-Celerus...

 

Levicorpus.

 

Apuntando con la varita a Agatha, logró que la mujer quedara colgada por los tobillos a varios metros de distancia, para que no pudiera escapar. Era interesante ver a la mujer ahí, colgando indefensa, delante de un grupo de motífagos con sed de venganza. La Ivashkov por su parte parecía relajada, feliz, de haber conseguido su meta. Lo había pensado antes y ahora lo estaba concretando, era la mejor sensación del mundo.

 

-Interesante, ¿no? Vas a morir aquí, sin poder hacer nada. Absorvere -su mano se rompió, dejándola más indefensa todavía. Ahora no podría apuntar, al menos con esa mano, para hacer hechizos que requirieran puntería.

 

De ese modo, le dejaría el trabajo a Aly.

 

-Acaba con ella, ¿quieres? Que le duela -aclaró, alzando las cejas aunque no podía verse-. Expecto Protego -a raíz de miles de hilos azabache, creó un fénix que salió con la ventana, alzándose en el cielo para avisar si llegaban fenixianos a la vivienda.

[Mica Gryffindor]

El irrumpir en su habitación era algo que le incomodaba, y más aún en aquel momento en el que acababa de revelar aquellos secretos suyos que eran más íntimos. Suspiró, por aquellas cosas no había escogido formar parte de aquel bando y odiaba a Agatha por hacerla partícipe de cosas semejantes.

 

-Creo que no era el sitio al que pretendían llegar- murmuró, incorporándose y tapándose con la sábanas- ahora atacan a las familias que se encuentran en sus propias filas- agregó tanteando hasta hallar su varita.- Vamos, que se espera más de el bando, esto es hasta desleal- murmuró y se puso de pie- Expelliarmus- lanzó el rayo rojizo hacia la enmascarada pues no tenía sentido ser atacada en aquel momento.

[Pik Macnair]

—Le va a doler todavía más, quizás la muerte es una vía de escape demasiado rápida para ella.

Leah inmovilizó a Agatha y Alyssa se dedicaría a matarla, por lo que mi labor en aquel momento era otro distinto. Me alejé solo un par de metros de ellas para poder realizar un par de defensas ideales para la situación, aunque la hechicera se adelantó e intentó atacar a Leah. Alcé mi arma lo suficientemente rápido e hice un movimiento.

—Célerus —dije, sintiendo como mi poder mágico empezaba a expandirse— Expectro Protego —una masa de oscuridad se formó en el aire y tomó la forma de un fénix adulto que atravesó la distancia y detuvo el rayo rojizo, dejando tanto a Leah como a Alyssa intactas. En ese momento la Triviani atacó y la vida de Agatha estaba colgando de un hilo. Su vida pronto terminaría.

—Fuego negro —invoqué, sintiendo la esfera flotando en el aire— fuego negro —repetí, creando otro bola de fuego justo como la anterior. Ambas esferas empezarían a acumular energía suficiente hasta llegar a su nivel máximo, cuando estas llegaran a este serian imparables y capaces de destruir todo lo que se atravesara en su camino.

[Ky.]

Conocía los jardines de aquel lugar, había estado tantas veces en aquel lugar que al encontrarse fuera de la Mansión Gryffindor le hizo sonreír. Le habían llegado rumores de que Mica había regresado a Ottery, aun cuando ella en realidad nunca se había ido. Eso lo sabían todas las personas que habían presenciado como en playa paraíso Mica Gryffindor se había hecho llamar Agatha y con una voz de lo más fría había roto relación con todos los que eran su familia. Aquello eran cosas que Elizabeth jamás perdonaría así que estaba a punto de entrar a aquel jardín para recibir una explicación por parte de la ex miembro de la Orden del Fénix.

 

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En otra parte de Ottery, la mujer de cabellos rubios y ojos azules que respondía al nombre de Nathaly entraba al jardín de los Haughton con su máscara plateada cubriéndole el rostro. Odiaba aparecerse en los interiores de lugares a los que no había sido invitada, así que tardó varios minutos en llegar hasta donde se encontraba toda la Acción.

 

—Si no es mucho pedir, quiero torturarla antes de que alguno de ustedes la mate… —apresuro a decir cuando puso su primer pie dentro de la habitación. Vestía unos pantalones de mezclilla y una blusa blanca, no temía por ser reconocida por una mujer que esa noche se iba a encontrar con la muerte.