~ Ink Master ~ (MM B: 104529)

[Arya Macnair]

Arya ~

 

Sorprendida se dio un ligero golpe en la cabeza, —!Cómo pude olvidarlo!— exclamó algo apesadumbrada, —Disculpa la cabeza de ésta despistada bruja, es que tantos rostros llegan a mi en distintas circunstancias, no soy buena recordándolos— agregó, pero al fijar la vista en los ojos de su ex alumna y nadar hasta las profundidades de su alma fue que pudo recordar, —!Jess! ¿Verdad?— indagó sin dejar de sonreír y la tomó del brazo para guiarla sin problema alguno por todas las instalaciones del Ink Master. Estanterías con pequeñas maquinarias, cuadros con imágenes que se movían y les devolvían el saludo, tintas de todos los colores, asientos, libros de tatuajes, salas con retratos, todo estaba tal cual ella había pedido, puesto que el Negocio se había visto obligado a una reforma luego del ataque Mortífago que casi lo lleva a la ruina el mismo día de su inauguración.

 

Cuando por fin llegaron a la primer planta, donde los tatuajes más especiales y complejos se llevaban a cabo, Arya la condujo hasta su oficina, abrió la puerta y la invitó a pasar, —¿Té, Café, Agua ..?— Preguntó mostrándole dónde se podía sentar, en el interior de la habitación había un escritorio de caoba barnizado, con las sillas haciendo juego, una alfombra color azul Francia, muchos papeles, decenas de ellos, cuadros de personas que probablemente Jess no conocería, antiguos Magos y Brujas, personas reconocidas, familiares de la pelirroja, después de todo era SU oficina puesto que Hank nunca apareció, incluso, a un lado, había una enorme caja con cosas del Clearwater todas amontonadas, y allí se quedarían.

 

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[Nicole Evans Crowley]

La profesora cambio la expresión y me dirigió una sonrisa -Nicole- le dije amablemente mientras me guiaba por el establecimiento y subíamos al segundo piso del lugar, colores, colores por todos lados ese sin duda era un lugar genial.Los diferentes diseños de tatuajes que cubrían las paredes eran asombrosos, los observaba con detenimiento lo que mas me gustaba es que algunos cambiaban de forma, no sabia si eso lo podían hacer en la piel o solo sucedía en las imágenes decorativas.

 

En algún lugar de la segunda planta la bruja me cedió el paso a lo que parecía su oficina unas cuantas cosas estaban amontonadas en un lado del despacho; tome asiento -Em si un te estaría bien gracias, sinceramente profesora, al entrar aquí nunca pensé que usted fuera la propietaria, es realmente asombroso- dije con una sonrisa.

[Arya Macnair]

Arya ~

 

Se acercó a un mostrador que se hallaba en una esquina dentro de la habitación donde había un calentador, acercó una tetera y agitando su varita dos tazas de porcelana aparecieron por la puerta danzando al son de una inexistente melodía, allí se respiraba magia pura, —Muy bien, té será— dijo sonriendo y colocando un saquito de hierbas en cada taza con su respectivo plato y cuchara de plata reluciente, —¿Algo para comer?— dijo y un pastel apareció volando por encima de la cabeza de Nicole, —Lamento la confusión, con tantos alumnos a veces se me olvidan los nombres .. Pero los rostros, los rostros nunca se olvidan. Menos uno tan especial como el tuyo— le confesó y sus ojos brillaron, le había visto en los terrenos de la Orden, y aunque no podía admitirlo a viva voz, estaba orgullosa de ella.

 

Cortó el pastel de fresa en dos rebanadas y las sirvió en otro par de platos, de dónde habían salido, no importaba, el pastel se veía apetitoso y aquella mañana Arya no había desayunado. La tetera chilló, se volteó par quitarla del fuego y servir el agua en ambas tazas, aquel líquido transparente comenzó a teñirse lentamente de un color oscuro, tomando la tonalidad que las hierbas de té le daban y soltando chimeneas de vapor por la temperatura que había alcanzado, volvió a girar sobre sus talones llevando las tazas con ella y las depositó en su escritorio para poder conversar, —Cuidado, no vayas a quemarte— le advirtió y le tendió la taza, tomó asiento y suspiró realizada, —¿Verdad que es asombroso?, me costó mucho trabajo recomponerlo luego del primer ataque— comentó soplando su infusión y humedeciendo su rostro con el vapor, —Mi socio y yo trabajamos duro para poder abrirlo, y el primer día tuvimos un .. ligero percance— agregó poniendo azúcar en su taza, —Luego de eso, mi compañero desapareció y tuve que vérmelas sola para volver todo a su lugar— finalizó, recordando así su odio por Hank.

 

—¿Cómo van tus clases?— Preguntó al fin para no arruinar la conversación.

[Nicole Evans Crowley]

La chica caminaba por aquel popular y emblemático Callejón del mundo mágico. El sonido de sus botas negras contra en piso marcaba el paso ligero con el que andaba. Había quedado en verse con su prima Romina y su novio Diego; conocía muy poco al chico y aquella pequeña salida seria perfecta para conocerlo mas a fondo.

 

Se detuvo frente al establecimiento de enormes ventanales y observo el lugar; los botes de pintura, los sillones de espera y las sillas en donde se llevaban a cabo los tatuajes, el Ink Master era el lugar ideal para aquella reunión, un lugar en el que se podían relajar y sufrir de un pequeño pero placentero dolor.

 

Nicole estaba lista para hacerse un tatuaje, algo pequeño para ser el primero, tal vez con el tiempo iría aumentando el tamaño y la complejidad de los diseños. Hasta el momento no sabia en donde se haría su tatuaje por eso había optado vestir shorts negros, una blusa pegada blanca de tirantes y encima una camisa de cuadros negra con rojo, así podría estar cómoda al momento de ser tatuada.

 

Entro en el negocio, miro a su alrededor y al no ver a su prima por ningún lado tomo asiento en uno de los sillones rojos con almohadones, miro con detenimiento el lugar observando la maquinaria con la que se trabajaba y contemplando todos los cuadros que se exhibían. Esperaba que Romina no tardara mucho en llegar.

[Romina Black Lestrange]

Romina y Diego

 

Recorrían el callejón diagón con toda naturalidad, como cualquier pareja normal haría. Habían acordado en encontrarse con Nicole en Ink Master, que era una tienda de tatuajes. Si bien les había costado trabajo convencer a Romina de ir a un lugar como aquel, decidió aceptar, solo los acompañaría para que ellos se hicieran un tatuaje ya que ella todavía no se atrevía a hacerse esas cosas en la piel.

 

Después de haber caminado por aproximadamente media hora, llegaron al lugar y lo apreciaron desde afuera. Las maquinas eran enormes y seguramente servían para cualquier tipo de cosas. Diego tomo por la mano a Romina, él esperaba poder convencerla de que, por lo menos, se hiciera un tatuaje pequeño, estaba completamente seguro de que lo conseguiría ya que al final, después de insistir, la bruja cedía.

 

Al entrar al lugar se encontraron con Nicole en uno de los sillones, se acercaron lentamente hasta la bruja y ambos la saludaron con un hola y un beso en la mejilla. Se sentaron en los otros sillones; seguramente alguien aparecería en cualquier momento y les haría los tatuajes, o quizá tendrían que esperar un buen rato hasta que algunos de los dueños se dieran cuenta de que tenía clientes.

 

—Me costó convencer a tu prima para que viniera a este lugar— comentó Diego a Nicole, para romper el silencio que se había formado entre los tres —Lo que aún no logró es convencerla de que se haga un pequeño tatuaje, pero si nos ve a nosotros seguramente se decida— dijo con una sonrisa, moviendo ligeramente la cabeza en busca de algún dueño o empleado.

 

@@Nicole Evans Crowley

[Nicole Evans Crowley]

La Evans esperaba sin impaciencia la llegada de su prima, se recostó en el sillón en el que se encontraba sentada, mirando con detenimiento las fotografías y cuadros que decoraban aquel establecimiento de tatuajes. El lugar estaba tranquilo y silencioso, parecía que solo ella se encontraba en el lugar. Nicole se paro del asiento dispuesta a inspeccionar el establecimiento cuando la puerta de entrada se abrió dando paso a Romina y Diego.

 

Se saludaron y todos tomaron asiento, siendo Diego quien rompiera el pequeño silencio que se habia instalado entre los tres. -Ambos sabemos que Romi es algo....difícil- respondió la chica lanzando le una sonrisa burlona a Romina -¿Cómo que no? Estas en este extraordinario lugar, con todos estos geniales instrumentos y ¿no te arriesgas a pasar por la experiencia del tatuado?- hizo un ademas para señalar todo el lugar -No sera que tienes algo de miedo, Romina.

 

Seguían siendo las únicas personas en el local, la chica miro por todos lados y decidió ponerse de pie -Deberíamos de ver si hay alguien mas aquí, esta muy silencioso y desde hace mucho que no vengo por aquí, no se si Arya aun trabaja en este lugar- miro a ambos chicos -Entonces que, ¿vamos o no?

 

@romina12345

[Romina Black Lestrange]

Romina y Diego

 

Estaban sentados en los sillones, hablando calmadamente por lo que Romina no pudo evitar lanzarle una mirada a cada uno, ¿Sería que los dos se habían puesto de acuerdo para hacerla enfadar?. Estaba más que claro que sí, o al menos así lo veía ella, por el momento no dijo palabra y espero a que ambos terminaran de hablar o cambiaran de tema que iba a ser lo mejor.

 

—Nicole, yo creo que su miedo es a las agujas— comentó el muchacho a Nicole sin poder evitar que le saliera una pequeña carcajada.

 

—Nunca dije que tuviera miedo a algo— comentó algo molesta —Esas máquinas no me gustan y no pienso hacerme un tatuaje— agrego; ¿Por qué tenían que hacerla enojar?.

 

—No te enojes— le dijo a Romina para después acercarse a esta y robarle un pequeño y corto beso en los labios.

 

—Esperemos un poco más— la chica se dirigió a Nicole, y por un momento pensó que lo mejor sería salir de allí, si su madre era la dueña de aquel local no sería buena idea que se la encontraran, y mucho menos con Diego. —Creo que lo mejor será que vayamos a otro local…— aunque, probablemente, no se irían y seguirían pensando que ella tenía miedo.

 

—Lo dices por tu madre, ¿verdad?— preguntó, al parecer el chico le leía los pensamientos —Algún día lo superara, por lo pronto esperemos un poco más a ver si alguien aparece— al terminar de decir aquello le dirigió una mirada a Nicole —Si en los próximos minutos nadie aparece, buscamos a alguien por el local y listo— finalizó para después dirigirse nuevamente a Nicole —¿Tienes alguna idea del tipo de tatuaje que quieres?.

 

@@Nicole Evans Crowley @

[Arya Macnair]

¿Sería algo indebido lo que hacía?, llevaba tiempo sin pasar por aquel lugar y sospechaba que los gnomos se lo estaban comiendo todo a su paso, por no decir la mugre y las pulgas también, es decir, ¿Alguna vez Hank se había hecho cargo de aquel Negocio por el que tanto berreó?, la respuesta estaba a simple vista, observaba su oficina completamente revuelta, deshecha, ¿Qué habría estado buscando el Demon Hunter allí?, o mejor dijo ¿Por qué diablos no había limpiado luego de marcharse?, en ocasiones tenía ganas de darle un golpe en esa cabeza suya, luego recordaba lo que significaba para ella y se le pasaba.

 

Oyó la campanilla de la puerta tintinear y asombrada dejó de recoger todas sus cosas, hizo a un lado la enorme caja donde las estaba guardando y se encaminó hacia la puerta para abrirla y agudizar el oído un poco mejor, ¿Clientes?, estaban locos si entraban así como así a aquel lugar de mala muerte, ni siquiera tenían empleados, todos se hubieron marchado luego de que su socio no les pagara el sueldo.

 

Por lo que no pudo más que sorprenderse cuando, luego de bajar las escaleras, se encontró con Romina, Nicole y Diego. Bufó un poco al ver al muchacho, pero poco a poco comenzaba a resignarse, aunque nunca descartaría la posibilidad de llevarlo a pasear a la cueva de Balerion y que éste se lo desayunara por accidente. Muy por el contrario a lo que quizás ambas Evans pensaban que ella haría, sonrió y se acercó para dar un beso en la mejilla de cada uno, incluyendo al mocoso.

 

—¡Que alegría verlos por aquí!— Exclamó limpiando sus manos, las cuales tenían un poco de polvo, —¿A qué debo el honor, se harán un tatuaje?— cuestionó casi de inmediato, arqueando una ceja, ¡14 años! rugió su voz interna, mordió su labio inferior y e mantuvo callada, no la dejaría en ridículo delante de sus amigos, pero tampoco le permitiría marcarse el cuerpo, por lo que pensando en ellos, debería ocultar sus propios tatuajes.

 

@ @@Nicole Evans Crowley siento la demora, chicas.

[Romina Black Lestrange]

Romina y Diego

 

Se escucharon pasos que provenían de las escaleras; al parecer alguien se había dignado a recibirlos en caso contrario, a echarlos del lugar. No pudo evitar poner cara de asombro al ver la sonrisa que se formaba en el rostro de su madre, y no solo eso, sino que también saludaba a Diego en vez de ignorarlo como normalmente hacía. La joven escuchó nuevamente la palabra “tatuaje”, no sabía si hacerse o no uno, aunque lo más probable era que n se atreviera.

 

—Nicole y Diego vienen por un tatuaje— fue la primera de los tres que respondió la pregunta; en realidad quería adelantarse para que ninguno de los dos dijera que ella se haría un tatuaje.

 

—Todos nos haremos un tatuaje— comentó Diego segundos después de que Romina hablara, quería convencer a la bruja de que se hiciera uno, siempre lograba convencerla y esta vez no sería la excepción. En ese momento sacó uno de los cigarrillos que él mismo armaba y lo encendió con su varita, se notaba que estaba aburrido, ya que siempre se ponía a fumar cuando lo estaba. —Nicole, creo que deberías comenzar tú, así Romi ve cómo te hacen el tatuaje, va a ver que no duele y querrá hacerse uno— comentó.

 

—¿Puedes decirle a Nicole y Diego que ya no insistan?— preguntó acercándose hasta su madre observando como Diego se ponía a fumar en frente de todos —Además tu no quieres que me tatúe, ¿o si?— al decir aquello espero una respuesta por parte de su madre, sinceramente esta vez esperaba que actuara como toda madre y que no dejara que se tatuara. O al menos esperaba que le dijera algo a Diego, para que este no siguiera molestando.

 

@@Nicole Evans Crowley @

[Nicole Evans Crowley]

La Crowley seguía parada dispuesta a inspeccionar el lugar cuando unos pasos a sus espaldas hicieron que girara sobre sus talones para ver quien era la persona que los atendería en aquella ocasión.

 

La chica no pudo evitar sonreír cuando Arya se acerco a ellos saludándolos con su característico entusiasmo; la Evans recordó la primera vez que habia estado en aquel establecimiento y, al igual que ahora, habia sido Arya quien la atendió aunque claro la primera vez solo habia asistido para observar el lugar, ahora tenia otras intenciones.

 

-Yo concuerdo con Diego, creo que Romina tiene algo de miedo- dirigió a Romina una sonrisa burlona -Esta bien si quieren yo voy primero- dijo acercándose a Arya -Quiero un tatuaje en el antebrazo, que diga "En nuestro corazones la justicia" en cursiva- pronuncio mientras señalaba el lugar exacto en el que quería el tatuaje; una frase simple pero que significaba hacer lo que te dictaba tu corazón, siempre seguir tus ideales y nunca dejar de pelar por aquello por lo que creías.

 

-Arya ¿es cierto que puedes hacer que los tatuajes cambien de color?- pregunto a la Macnair con una sonrisa, si los tatuajes en si le parecían geniales tener un tatuaje que cambiara de color resultaba cien veces mejor.

 

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