~ Ink Master ~ (MM B: 104529)

[Juliene Black Lestrange]

― Absor… oh, se murieron todos…― no pudo evitar poner un puchero infantil y entonces vio pasar a un pequeño elfo por allí (¿?) ni idea de dónde había salido, pero esa sería su víctima, pero no hizo mucha falta pues una nueva fenixiana hacía acto de aparición― Pensé que la fiesta había acabado… Silencius― proclamó apuntando en dirección a Catherine (Pandora) para silenciar cualquier futuro hechizo que deseara invocar.

Volvió a evaluar la situación del local, cuerpos por doquier, era una lástima que ya no se pudieran revivir y llevárselos consigo a Nurmeng, triste, tendría una linda entrevista que hacerle a cierto fenixiano, sobre el mechón de cabello que le había arrancado semanas atrás, ni modos, asi sucedían las cosas por el mundo mágico.

Afianzandose en la primera planta, miró de nuevo a la Stark, le gustaba que las personas se mantuvieran calladas, así que lo mejor era actuar dos veces para lograrlo― Silencius― volvió a recitar apuntando a Catherine (Pandora) para lograr que ninguna palabra u hechizo saliera de sus labios.

[Hades Ragnarok]

Tras aquella mascara mortifaga blanca con dibujos negros se ocultaba una mueca de sonrisa. Los orbes del Ángel Caído brillaron con furia sabiendo lo que sucedería a continuación. Simplemente dejaría su tarjeta de presentación. Aquella destrucción sin sentido. Se acerco hasta donde se encontraban sus compañeros

 

No perdió tiempo, rápidamente movió la varita.

 

-¡Celerus Expectro Protego! –dijo el Ragnarok. Gracias a esa invocación de la punta de la varita comenzó a formarse una figura oscura la cual segundos después tomo la forma de una criatura Femenina que se colocó frente a él. Una Furia.

 

Aquel ser oscuro tenía la complexión de una mujer musculosa adulta de 1,90 metros de alto. Sus 2 brazos como piernas eran musculosos. Tanto los dedos de sus fuertes manos como los de sus 2 pies terminaban en unas filosas uñas como garras de gárgolas que podrían desgarrar con facilidad todo aquello que agarraran. A demás de aquellos anillos de bronce. En su mano derecha aquel látigo. Su cabeza tenia la forma de un perro, los dientes de su hocico eran afilados y mortíferos. Sus 2 orejas puntiagudas le permitían escuchar todo lo que sucedía a su alrededor. En vez de cabellos tenia serpientes en su cabeza.

 

En su espalda descubierta poseía 2 grandes y fuertes alas como la de los murciélagos las cuales le permiten flotar y volar a su antojo, dependiendo de las órdenes que recibiera de su creador.

 

-Hora de Jugar Alecto –susurro.

 

Sin perder mucho tiempo el Cainita volvió a mover la varita colocándose a 10 metros de cualquier enemigo odefo que pudiera atacarle y a 4 metros de cualquier cosa que pudieran transformar

 

-¡Fuego Negro! -Espetó arrogante, invocando en el acto una bola que levito a tres metros de altura, esperaría que la mima creciera, para lanzarla contra algún posible enemigo que osara aparecer o atacarle.

 

Aquello estaba divertido para el Ragnarok y seguiría moviendo la varita atacando o defendiéndose dependiendo el caso.

 

-¡Fuego Negro! -Dijo divertido, invocando una segunda bola que levito a la misma altura que la primera. Ambas tendrían el mismo fin, acabar con quien osara presentarse a darles batalla.

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

 

-Fuego Maldito Mortis…-sentencio de nueva cuenta la Malfoy, invocando tres halcones envueltos en llamas. Estos brotaron de la punta de su varita como tres lenguas de fuego que abrazaron el firmamento con sus alas endemoniadas, dando fuertes aletazos que provocaron que el ambiente subiera de tono. Entornando sus orbes lapislázulis hacia sus tres hermosos halcones, ordeno al primero de ellos impactar por la espalda en Catherine, provocándole severas quemaduras que se hicieron presentes en su cuerpo.

 

El segundo halcón le impacto por el flanco derecho, golpeando con fuerza esa zona de su cuerpo, provocándole también severas quemaduras. El tercero hizo lo propio atacándole por el flanco izquierdo, añadiendo más daño al cuerpo de la Demon Hunter tras golpearle con su cuerpo envuelto en llamas.

 

-Bueno, pues acabemos con los que aún se mantienen o cree mantenerse “en pie”…-musitò volviendo a sentir esa sensación infectar todo su ser. Era lo que deseaba y anhelaba con todo su ser, acabar con ellos costara lo que costara y o estaban consiguiendo sin lugar a dudas.

 

-Proyectar Corte de Katana…-pensó la demonio lanzando un profundo corte contra el pecho de Catherine, haciendo que del mismo saliera expulsado violentamente un chorro de sangre que empapo el suelo del lugar.

 

-Levicorpus…-penso finalmente la Haughton, dejando colgada sobre el aire a Catherine, impidiéndole poder atacar con la libertad que esta deseaba.

[Radamantys]

Radamantys sonrio al ver entra a otra odefa Catherine asi que sin mas elevola varitya en su direccion y susurro con una voz calmada y fria :

 

-Anular Ardius-

 

Con aquello la odefa se veria limitada de aquel hechizo en lo que restaba el combate habilmente Mayz le habia silenciado por lo que nio podria defenderse de una manera optima, asi Rada una vez mas apunto a Catherine y esta vez susurro:

 

-Anular Strellatus.

 

Con aquello se aseguraban que no pudiera usar aquellas molestas lucecitas que tanto les incomodaban a los mortifagos por ultimo el dmeonio susurro de mabnera suave:

 

-Fuego Malditio-

 

Una vez mas aquellos cuervos brotaron de la varita del nigromanrte, uno de ellos por cada lado dispuestos a calcinar a Catherine que recin era atacada por Juve no habia mucho mas que hacer de un momento a otro la bruja caeria y aun faltaban los ataques de el Angel Caido que acababa de llegar , Rada bostezo ante aquello, que habia sido un exito.

[Valky]

En abrir y cerrar de ojos todas las fenixianas habían muerto a causa de los hechizos enviados, era solo cuestión de que llegaran y murieran, era algo increíble de ver como los cuerpos sin vida de los poshitos se iban acumulando o siendo usados para atacar a sus propios compañeros de bando, un espectáculo sin duda único de ver por lo que la castaña sin mucho animo ya solo se apoyo en una pared cercana a observar.

 

 

—Silencius —dijo apuntando hacia la recien llegada Catherine para evitar que pusiera decir uno de los hechizos si es que le quedaba alguno.

 

 

—Expelliarmus — dijo apuntando hacia la misma bruja Catherine para que así el rayo que salia de su varita hiciera que la varita de la joven saliera volando por los aires alejándose de ella unos cuantos metros.

 

 

Suspiró y fue entonces que su mirada se percato de una de los suyos muerta seguramente por un sectusempra, se hacercó hacia ella con la intención de abandonar el lugar y llevarla a que sea atendida en san mungo.

 

 

 

 

[Juliene Black Lestrange]

Y fue el momento de usar lo que más deseaba.

― Fortificum― siseó haciendo piruetas con su varita de nogal negro.

El hechizo fue instantáneo: una muralla hecha de diamante puro de cuatro metros de alto y diez de largo apareció ante sus ojos, sonrió, durante muchos meses estuvo soñando en el día que pudiera hacer tal muestra de magia y, por fin, se veía recompensada por su constancia. Eso la protegería de cualquier ataque del enemigo, bueno, al menos que se trataran de rayos.

Casi inició una pequeña danza detrás de tan fabulosa muralla, pero se contuvo, ya tendría el tiempo para dar esas muestras de alegría, en las infinitas prácticas que debía realizar en la Fortaleza Tenebrosa, por el momento, tenía que concentrarse en la batalla y salir completamente ilesa, o por lo menos, no morir.

― Y es hora de bailar tango… Absorvere― siseó apuntando la muñeca de Catherine (Pandora) eso provocaría que la fenixiana experimentara una de las peores torturas: la quebradura de su muñeca y soltara la varita en pleno.― Te sacrificaste por el elfo, eso es… est****ez.

[Melrose Moody]

-Proyección mágica

 

Necesitó concentrar realmente su energía mágica para poder ejecutar el hechizo. Cuando lo consiguió, las puertas del establecimiento se cerraron ante ella como lo habrían hecho de aun estar en sus goznes. Apoyadas en las paredes, resultarían una defensa útil, aun sabiéndose silenciada por alguna de las brujas allí presentes. Lo último que vio, fue una visión vívida de los mortífagos dentro del local. Era una suerte que hubiera permanecido en el umbral.

 

Con asco, cambio de mano al maniobrar y darse cuenta de que había recibido un absorvere. Su varita no podría realizar además, tampoco tres hechizos a la vez...

 

-Corpus patronus

 

La estela se difuminó en medio del espacio. El animal que se formó de todo aquel conjunto, fue un fénix. El animal la ayudaría a sanarse de las cosas que tenía encima, que para el caso eran varias. En aquellos instantes, la criatura la sanó de las heridas provocadas por el corte de katana de Juve y su respectivo fuego maldito mortis. De no ser por aquella bruja, aun seguiría ilesa, ya que el fuego maldito del otro mortífago (Radamantys) había impacto en las puertas, así como también un rayo (expelliarmus). Sólo un ataque más y aquello volaría en pedazos...

 

 

[Valky]

Y bueno con todos los fenixianos muertos y una huyendo por su vida como pájaro asustado había terminado aquella masacre, sonrió con satisfacción al ver a todos muertos como debía de ser, ahora tendrían que esconderse porque aquella escena se repetiría en incontables ocasiones. Guardó su varita en su túnica que estaba ilesa y se agacho hacia el cuerpo de Nats y la cargo con delicadeza, no podía ir a dejarla ella misma en San Mungo y arriesgarse a que alguien la viera entrar como mortifaga lo mejor seria ir a la fortaleza y ahí pedirle a uno de sus elfos que la lleven al hospital, seguramente hasta ese entonces ya recuperaría su aspecto normal y podría inventar alguna escusa para su muerte.

 

 

—A sido divertido... nos vemos en una nueva oportunidad — dijo despidiéndose de sus compañeros. Pasó por encima de los poshitos muertos y una vez que estuvo fuera del lugar giro sobre si misma dejándose envolver por una ligera capa de humo gris, así Valky y Nats desaparecieron del local que había quedado en ruinas, aunque ya no se veía aquel horrible color en las paredes lo que era algo bueno.

[Hades Ragnarok]

Al parecer el angel caido habia llegado a hacer bulto o aquellos sangre sucias y traidores a la sangre cuando sintieropn la oscuridad de su presencia terminaron huyendo despavoridos por las calles de Ottery, suspiro, ni garras de fuego, ni alecto ni aquellos fuegos negros habian podido causar el daño que el cainita deseaba, sin embargo habia dejado muestras de que habia estado alli, quizas pronto crearia un cancerbero que le defendiera y asi acabar de una vez con leafa, su enemiga quien no habia ido alli a jugar.

 

-Vaya, y despues se dice que el cobarde soy yo -susurro divertido sabiendo que leafa y él pronto se encontrarian... quizas debia dejar escrito con fueo maldito... "Cerbero estuvo aqui" pero no seria neceario, ella de una u otra forma lo sabria.

 

Sin mas suspiro, no habia nada que hacer, los cuerpos de los sangre sucias y traidores a la sangre estaban en el suelo, se imagino algunos cuantos inferis a su servicio y rio divertido tras la mascara mortifaga blanca con dibujos negros. se encogio de hombros y simplemente salio del locar, giro sobre sus talones y desaparecio de alli sin rumbo fijo.

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

 

Era tiempo de marcharse de ese local, ya no quedaba nada más que destrozar o arrasar dentro del mismo. La misión de los magos tenebrosos había sido cumplida con un éxito aplastante y avasallador contra los miembros de la Orden del Fénix. Tres Demon Hunters habían caído sin dar mucha batalla dentro de la contienda, cosa que no le extraño en lo más mínimo a la demonio.

 

-Lo dicho, solo dolor y desolación les depara su nefasto destino…-alcanzando con esa lóbrega sonrisa sus orbes lapislázulis. Percibió que todo estaba resultando según lo planeado, ya no faltaba mucho para volver a verlos caer una y otra vez, presos de los acosos y ataques que serian lanzados por los magos tenebrosos contra ellos-Como sea, ya no les queda mucho tiempo de vida y me encargare personalmente que así sea…-asintió displicente-Ahora a celebrar que lo merecemos…-entornando sus ojos hacia sus camaradas, no le quedo más que agradecerles la respuesta obtenida al llamado realizado por Radamantys-Vayamos a la taberna, no saben las ganas que tengo de beberme unas cuantas botellas de vodka…-agregó enfilando sus pasos hacia donde estaba Radamantys-Volvemos a las andadas…-dedicándole esas palabras al Slytherin, sabía que el mismo comprendería el significado de estas.

 

-Ha sido un placer-encaminándose hacia la salida del local, no perdió de vista la postal que le obsequiaban los cuerpos desperdigados por todo el suelo del lugar. Ella solo se limito a saborear el olor a sangre que inundaba el sitio, continuando con su elegante andar hacia la salida, cruzando la puerta tocando el suelo fuera del local, dejo detrás de ella una oleada de muerte que perdularia por mucho tiempo. Sintiendo como la brisa agitaba sus ropajes, entornando sus ojos hacia el cielo, desapareció envuelta en medio de una estela verdosa que le llevo hacia la fortaleza oscura.

 

No había quedado un solo rastro de la presencia de la Ángel Caído dentro de ese local…