~ Ink Master ~ (MM B: 104529)

[Emmet Haughton Gaunt]

Emmet Haughton Gaunt - Rol de Salida

No se podía pedir más nada que salir de allí porque ya no iban a entrar al lugar. Los miembros de la Orden no se habían animado a enfrentar a los mortífagos cuando éstos habían ingresado al local, seguramente y más adelante, lo irían a buscar cuando se encontrara sólo pero siempre serían bien recibidos por parte del irlandés ... los que quedaban mal eran ellos - Vamos pequeño - el león desapareció con un ademán de la varita del vampiro y su muralla también tuvo el mismo fin.

 

Con una hermosa y delicada floritura de su varita La Marca comenzó a trazarse en todas las paredes de la primera planta mostrando quienes eran los que realmente mandaban en las calles del lugar - Hermosa y resplandeciente cómo siempre - sonrió mirando la decoración nueva del lugar y, además, vio el escritorio reducido a cenizas - Que bella que ha quedado la decoración ... espero que les guste - rió saliendo por la puerta del local.

 

 

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El cuerpo del mortífago fue consumido por una espesa neblina oscura sacándolo del lugar y llevándolo a dónde iba a descansar. Sólo esperaba que la próxima vez pudiera beber la sangre de algún muerto en la batalla.

[Helike R V PB]

-¡por favor! –estallé enfadada, aburrida, y con ganas de marcha… bueno, hasta el oso parecía que se aburría también porque daba la sensación de que bostezaba… empecé a cantar una canción un tanto rara, y tan estridente, que o me mandaban callar, pero es que necesitaba descargar mi mala leche como fuese…

Así que, le ordené al oso, mentalmente que atacase a Seba, mientras tanto, mis palomas seguían a mi alrededor, y con mi varita de álamo temblón susurré:

-incendio –invoqué una llamarada que prendió fuego en la zona en dónde estaban las agujas y los tintes y éstos explotaron rápidamente.

Moví la varita de nuevo hacia la otra zona en dónde había unos cuadros horrorosos y la agité de nuevo gritando:

-¡incendio! –otra llamarada, tan fuerte como la anterior y los cuadros enseguida se incendiaron…

-Al menos sabrán que estaremos aquí –comenté, sin dirigirme a nadie en particular.

https://www.youtube.com/watch?v=YNwjkEdBpOk

y después de destruir la primera planta en la que estábamos, bajé las escaleras contenta. Un poco de movimiento y de destrucción siempre venía bien, y me puse en el hall de la primera planta, vigilando a que todos hubiesen salido con seguridad.

[Near]

Al parecer ningún fenixiano ayudaría al pobre diablo que había sido cruelmente masacrado por mis compañeros. Sin dudas todos estaban adoptando la postura de aquella fenixiana que los habia abandonado hacía poco en la Croft, ahora cada uno cuidada sus propias espaldas y si ninguna de las cabezas de la orden aparecía, nadie salvaría a nadie.

 

Los tripio-dependientes brillaron por su ausencia mientras nuestras filas se retiraban, pensé en tomar prestada una de las maquinas con agujas para llevarlas a mi laboratorio y llenar los cartuchos con distintas pociones que ansiaba probar en mis victimas, pero no era un ladrón, era un mercenario que trabajaba por la pureza de sangre.

 

- Muy bien, creo que ya no hay nada que hacer por aquí... mejor será retirarse chicos - Levanté mi varita al decirlo y exclamé - Expectro protego! - una gran calavera con una serpiente que salia de su boca se materializó arriba de nuestras cabezas, con la capacidad de volar como ente gaseoso, aun visible por su color negro, se proyectó sobre el lugar como un morsmordre viviente e invulnerable.

[Hades Ragnarok]

El vampiro dibujo una mueca de decepción tras la máscara blanca con dibujos negros que le caracterizaba. ¿Dónde estaban aquellos asquerosos sangre sucias y traidores a la sangre?, ¿será que habían tenido miedo? O simplemente se llenaban la boca diciendo cosas para luego demostrar cómo se les caían las plumas cuando llegaba el momento de la verdad. Suspiro, tan “buena” publicidad que se hacia la orden del fénix y ahora ni siquiera se dignaban a ir hasta allí.

 

El Ángel Caído negó con la cabeza aburrido mientras observaba como aquellos fuegos negros crecían cada vez más dispuestos a hacer daño, pero algo el decía que desaparecerían sin ni siquiera moverse del lugar donde estaban. Allí en lo alto flotando morirían sin causar daño, al igual que aquel hipogrifo que lo estaba protegiendo, una vez que el cainita saliera del local este desaparecería.

 

-<<Bueno, no hay mucho que hacer por aquí, pensé que Leafa aparecería esta vez, nos debemos una buena lucha pero quizás hoy sabia que moriría y por eso no acudió a la cita>> -pensó el Ragnarok mientras caminaba saliendo por aquella puerta.

 

Sin más se alejo caminando por la calle esperando que apareciera alguien para torturar pero aquel parecía no ser el día. Suspiro y girando los talones desapareció sin rumbo fijo.

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

Sus fuegos negros estaban al punto, no le extrañaba en lo más mínimo la ausencia de los fenixianos dentro de ese local. Ordenándole al primero de ellos impactar en el cuerpo inerte de Seba, sabía que era un golpe de gracia y no desperdiciaría la oportunidad de dárselo con muchísimo gusto. Desviando su vista hacia Radamantys, encaminando sus pasos hacia donde estaba el Nigromante, deslizo sus manos por las de este dejando que sus brazos rodearan su cuerpo desnudo e impoluto-Nos vamos…-ambos caminaron hacia la salida del lugar, dejándoles como recuerdo a los fenixianos los dos fuegos negros restantes.

 

Había sido una matanza divertida, lástima que sus rivales no se dignaron a darles la cara y mucho menos se atrevieron a enfrascarse en una batalla que sin lugar a dudas hubiera perdido contra los mortifagos.

 

-Fue divertido, no puedo negar que la pase de lo mejor…-sonrió girando su cabeza para dejar un beso imperceptible en los labios de Radamantys, sabía que con eso la deuda iría aumentando pero eso poco le importaba a la demonio. Ordenándole a sus otros dos fuegos impactar contra el suelo del local, aquel estallo en mil pedazos elevando varios escombros que danzaron en el aire, dejándoles en claro a los miembros de la orden que la marca estaba más viva que nunca. Cruzando la puerta del local, acompañada en todo momento por Radamantys, ambos mortifagos desaparecieron tras tocar el suelo fuera del lugar envueltos en una estela verdosa que les llevaría hasta la fortaleza oscura.

 

 

No había quedado un solo rastro de su presencia en el lugar, sabía que pasarían una noche muy animada celebrando aquella matanza.

[Helike R V PB]

-¡y aquí está la gran Orden del Fénix! –estallé en una carcajada desquiciada, al ver que ni siquiera se habían molestado en aparecer por ahí.

Vi a una joven que estaba por allá Agatha M. Gryffindor y le dije:

-Venga vamos, te invito a tomar unas copas y así nos relajamos, pero antes –con un movimiento de mi varita, hice aparecer una capa negra, al menos que los demás no se escandalizasen al verme desnuda.

Pero no iba a dejar las cosas tal y como estaban…

Con otro movimiento de mi varita apuntándola al cielo, grité:

-¡Morsmordre! –un rayo verde partió de mi varita mágica y en el cielo se vio dibujada encima del negocio una calavera verde con una serpiente, brillante y reluciente.

-Precioso –murmuré para mí. Agarrando del brazo, pero con delicadeza Ágatha estando las dos en la calle nos giramos sobre mis talones y nos desaparecimos de allí, dejando nada más una estela de humo negro.

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[Near]

Sin pensarlo dos veces, me uní a la salida de mis compañeros caminando despacio entre los destrozos y las murallas aun invocadas. Mi calavera de materia oscura se fue agrandando (ya que era gaseosa) y se mostró hacia todo el callejon como una sombra tenebrosa sobre el local. Evitando tentaciones, pasé junto a las maquinas con agujas y negué con la cabeza.

 

 

Ya fuera del lugar, lancé una última mirada a mi invocación la cual dejé desvanecerse mientras mi cuerpo la imitaba. Envuelto en un humo negro desaparecí directo hacia el castillo Croft, donde me esperaba Brardolla y probablemente mis hijos: Mathias y Cissy

 

Lo último que se pudo ver de mi cuerpo fue un destello violaceo saliendo de la última voluta de humo negro. Nadie se habría imaginado que aquel color era parte de uno de mis ojos al esfumarse.

 

********

 

Off: Re flashera la salida

 

Eeeeeeeeen fin:

 

Asalto culminado, sin presencia fenixiana comprobada ni contacto cercano establecido, de ninguno de los 3 tipos (nunca supe cuales eran los primeros dos)

 

Saldo: Insuficiente para realizar una llamada.

 

Veredicto: Seba Granger Monpé muerto a causa de... emm muchos ataques de todos los presentes salvo yo, que fui ahi a hacer rol.

 

Todos los personajes, excepto demi lovato, son ficticios y cualquier concidencia con la realidad es falta de imaginacion.

 

• Ninguna Roca gigante fue herida, ni transformada en este asalto.
• Ningun Tornado de 3 metros fue avistado rondando las inmediaciones, asi que no habrá veredictos pendientes por hoy.

 

Saludos.

[Nicole Evans Crowley]

Me encontraba en el Callejón Diagon vagando sin rumbo observando todos los puestos que ahí se encontraban y deteniéndome de vez en cuando para observar a través de los enormes ventanales que daban hacia el interior de los establecimientos. Continué caminando y cuando estaba cerca de Gringotts un puesto llamo mi atención, era muy sencillo y pasaba casi desapercibido, pero lo que me llamo la atención que colgaba fuera y en el cual se podía leer "Ink Master".

Me dirigí al lugar, pues la curiosidad de conocer que guardaba en su interior llenaba mi interior. Cuando cruce la puerta me lleve una sorpresa y una sonrisa cruzo mi rostro, una tienda de tatuajes, genial; así que me acerque al mostrador y llame, pues parecía que no había nadie

 

-Hola, ¿Hay alguien?

[Arya Macnair]

—La campanilla— pensó en voz alta levantándose de su escritorio y golpeándose la rodilla raspada semanas atrás con la punta del mismo, se la frotó y con una pluma a tinta en la boca corrió escaleras abajo, aquel Negocio se estaba cayendo a pedazos debía hacer algo para ayudarlo a avanzar puesto que su socio, el mismísimo Hank nunca se dignó siquiera a mencionarlo, nunca se había pasado, y bien gracias que las cosas rotas habían sido reparadas a tiempo para que los empleados pudieran trabajar luego de dos ataques Mortífagos, todo obviamente salido del bolsillo de la pelirroja que ya estaba hasta la coronilla de la actitud de su compañero de Bando, acabaría por echarlo de la Sociedad y ocuparse de todo sola, al fin y al cabo siempre le pasaba lo mismo.

 

Saltó el último escalón y apareció junto a la caja registradora de la planta baja, —¿Hola?— preguntó ya que desde ese punto de vista no lograba ver a nadie, pero dando dos pasos hacia su izquierda pudo dar con la grácil figura de una dulce bruja, —!Hola, Sí!, yo soy alguien— bromeó auto señalándose y con una sonrisa de oreja a oreja, —Pasa, pasa— le invitó con un nuevo ademán y luego la miró más de cerca, —¿Nos conocemos de algún lado?— cuestionó algo curiosa, últimamente estaba teniendo mucha mala memoria.

[Nicole Evans Crowley]

Seguía esperando cuando una bruja me recibió y vaya sorpresa que me lleve -¿Nos conocemos de algún lado?- me pregunto con una sonrisa en el rostro. Sacudí mi cabeza para salir de la pequeña sorpresa y sonreí acercándome a la bruja con las manos dentro de la sudadera.

 

-Si nos conocemos- le respondí -Es la profesora Arya, me dio clase de Generales, fue una visita a Azkaban- el recuerdo de aquella primera clase hizo que se me erizaran los vellos de la nuca y un escalofrió me recorriera de pies a cabeza. -No sabia que era dueña de este lugar- de verdad jamas se me paso por la cabeza que una bruja como la maestra fuera propietaria de un establecimiento de tatuajes. -Es un gusto volver a verla- dije. Mientras la bruja me guiaba por el lugar observe todo el lugar, era algo fuera de lo común, botes con diferentes colores de tinta e imágenes de algunos tatuajes que se habían hecho en el lugar. Quede fascinada