๑Moco de Troll๑ (MM B: 104903)

[Vladimir Karkarov]

El lugar estaba completamente listo, el capacious extremis funcionaba de maravilla. Era hora de que Vladimir enviara su noble y fiel lechuza por todos los lugares de Ottery y el Callejón, para dejar su pequeña invitación para el que quisiera asistir a su fiesta de apertura.

La gran Nox emprendió vuelo por entre las nubes, cargando consigo las invitaciones para que todos los brujos y las brujas pudieran saber de tan excelente actividad. Su vuelo era ligero, suave cual viento y sus alas no producían el menor ruido. Así fue, durante todo el día y la noche, solamente reposando para descansar de cuando en cuando.

 

 

[Saori Rambaldi Ragnarok]

Sus ojos miraron de nuevo la tienda de bellos recuerdos que le traía todo esto, pues eran años en los que saori no estaba en este mundo ni el otro solo neutral entre su vida, tal vez comer un dulce le haría recordar mas de las bromas y locuras que se hacían aquí, sao guió sus ojos hacia la su sobrina esas casualidades no se presentan siempre.

 

La frágil voz de su sobrina al verla le regalo una sonrisa y tal vez su cara de impresión pero no sabia por que .- Hola Wen :3 como estas sobrina .- rió un poco - JAJAJ eso si pequeña hace muchos años yo vine aquí y pase unos momentos increíbles con personas increíbles y esas trucos y trampas me lo se de memoria es mas mi padre me enseño a evadiros .- dijo guiñando el ojo - vine a ver el sitio hace mucho que no venia por aquí y los gemelos? - preguntando por los fantasmas de este lugar .- como te has sentido tu al estar aquí. pregunto mientras dejaban una bolsa con dulces.

 

 

@@Wendolyn Maxwell

[Alexander Fox]

Dobló en la esquina para aproximarse a su destino, tenía varios meses que no iba a esa tienda tan particular, por lo que todos sus implementos para sus pequeñas bromas se habían acabado, si no mal recordaba la última vez había estado, fue con su sobrina, pero luego no tuvo más tiempo para regresar, pero ahora que había conseguido escapar de la oficina y necesitando algunas cosas decidió aprovechar a pasar.


Como había salido del ministerio iba con una ropa un poco más casual, una sencilla camisa blanca, con pantalos y zapatos deportivos, tenía que aprender a vestirse mejor, o más que sanador lo iban a tomar por vago, nadie le tendría confianza, mientras pensaba en eso se dio cuenta que ya estaba frente al local para decir las palabras secretas.


"Travesura Realizada"

Apenas dijo eso se le permitió la entrada, con mucha calma fue recorriendo el lugar, seguía tan imaginativo como recordaba, había diversas hadas revoloteando, se intentaban acercar a su cabellera rojiza, que estaba muy larga, y parecía desear fastidiarlo con eso, con algunos movimientos se deshizo de ellas, eran criaturas muy dulces, pero traviesas.

-Buenas tardes – saludó con mucho respeto a los duendes que siempre se encontraba en la recepción, para con plena, el pelirrojo comenzó a subir hacia donde estaban los trucos más interesantes. Encontrándose con las bombas de humo y pintura que siempre usaba, pero que por ahora se habían agotado, se percató entonces que había una pequeña cantidad de personas observando todos los artilugios.


-Miren lo que tenemos aquí – pero apenas dijo eso se le resbaló de las manos una esfera que sin querer fue directo a los pies de una dama que se encontraba al lado suyo y antes que pudiera hacer algo, impactó contra el suelo produciendo un rápido grito de película de terror que lleno todo el segundo piso.

-Lo siento, disculpa señorita, joven dama ¿se encuentra bien? – preguntó preocupado para tomar la esfera, esperaba no a verle asustado, pero con ese imprevisto hasta él hubiera saltado.

@@Wendolyn Maxwell

[justo]

¡Cuantos recuerdos me trae el jardin! Aqui he paseado muchas veces con Yanira, ahora tan ocupada. Se ha convertido en una de mis ayudantes de confianza, ella no era capaz de pensar en que caminos se dirigia su destino.

 

He venido de nuevo aqui para mirar las ultimas novedades. En alguna ocasion he pensado en comprar una participacion de este negocio, pero eso me obligaria a dejar de mirarlo como visitante y mas como propietario.

 

Y entonces perderia el placer de perderme por su jardin y el lanzarme por su tobogan como un niño. Y eso no, mejor seguire como estaba.

[Kahlan Blackthorn]

La cabeza de Malfoy estaba embotada, presionada al máximo con ideas cargadas de odio y profundo resentimiento. ¿Cómo lograría acallar a sus demonios internos?, si el mayor de todos ellos arañaba el interior de la vampira, dejandole marcas que permanecieran eternamente en esa parte de su anatomía. Arya era la persona indicada para tratar temas como esos, ya que desde que le salvo la vida, no dejaba de sentir ese malestar que se adhería a los que le provocaban la cicatriz que tenía sobre su corazón, aquella que escocía con fuerza y le quemaba la piel constantemente. La de Caín era aún más lacerante que la primera, unida a ella desde que tuviera la osadía de privar de la vida a su hermano mayor Ian.

—No me arrepiento de nada—terciando una media sonrisa en sus labios, deslizaba las yemas de sus dedos sobre el lomo oscuro de un libro con grabados en plata. Era otro de los grimorios que se empeñó en conseguir a toda costa, porque le fascinaba la idea de controlar todo lo que residía dentro del Inframundo. Eso si, evitando pasar por alto el limite que le marcará el Arcano Báleyr. El viejo tuerto que le enseñará la forma más sensata de sobrevivir dentro del mundo de los muertos y pasar bien airada cada una de las pruebas que ese mundo colocaba en el camino de los que osaban visitarlo. Su cuerpo se tensó como una tabla, percibiendo una energía desconocida que emanaba del tomo que momentos antes captará por momentos su atención.

Muy a su pesar, el pequeño que crecía dentro de ella era el causante de todo aquello. Lamentaba sobremanera, no poder mantenerlo a su lado luego de darlo a luz, pero necesitaba mantenerlo a toda costa lejos de Londres. El padre de este experimentaría el peor de los dolores, ya que no le vería nacer y mucho menos tendría conocimiento de donde residiría el pequeño Kali. Ese nombre se lo había uno de sus mejores amigos y confidentes, el querido Aryma. El joven que se empeñaba en mantener a Malfoy tranquila y lejos del estrés, pero la personalidad gélida y arrogante de la vampira, impedía que su tarea fuera del todo sencilla.

Desviando sus ojos hacia la ventana, poco a poco la noche cubría el cielo con su manto oscuro. Era la hora ideal para ir en busca de la demonio, enfrascarse con ella en una charla amena, que les daría la oportunidad de poner los puntos sobre las íes y las cartas sobre la mesa, evitando dejarse algunos secretos para ellas. Levantándose de la cama, le costaba un poco despegarse de su recinto personal, desde siempre la torre negra era un santuario de confort y comodidad indescriptible para la Nigromante. Cubriendo sus hombros con una túnica verde esmeralda, deslizaba sus manos sobre la esmeralda que colgaba cerca de su pecho, siendo sujetada por una cadena de plata que le brindaba una protección especial. Su vestimenta era cómoda sin lugar a dudas, yendo ataviada con unos jeans negros y un corsé azul oscuro, rematando todo su outfit con unas botas de piel de dragón. Su cabello descansaba sobre su hombro izquierdo, dejando descubierto en su totalidad su marmóreo y angelical rostro, aquel que escondía una frialdad que dejaría petrificado a cualquiera.

Dispuesta a desaparecer de su habitación, sintió como varias lenguas de fuego oscuro rodeaban su estilizada y sensual anatomía. Siendo engullida por esa misteriosa oscuridad, se desvaneció iniciando de ese modo su viaje al Callejón Diagón. La sensación de verse cobijada de ese modo era abrumadora, agradeciendo de nueva cuenta al inframundo el obsequió tan especial que le estaba legando por el resto de su eternidad. Cayendo sobre sus pies con firmeza echaba una mirada al local, sorprendida por los artículos que se vendían dentro de esta. Tal vez no eta el sitio ideal para charla con Arya, pero ya estaba ahí y no daría la vuelta en busca de otro lugar. Pensando momentos después la palabra clave que le permitiría adentrarse en esa tienda, siseó la misma con una sonrisa ácida en sus labios

 

"Travesura Realizada"

 

 

 

@@Arya Macnair

Editado 12 de Octubre del 2018 por Juv Malfoy Croft

[justo]

He vuelto a este jardín con Yanira, estamos pensando en la posibilidad de abrir un negocio en el Callejon y este es un buen lugar para hablar sin agobios.

 

- ¿Has pensado a que vas a dedicarlo?

 

- Pues ese es el problema. No quiero que sea un bar o un restaurante, hay demasiados. Tampoco quiero que sea un albergue, ni que se dedique a las cosas trilladas como el Quidditch o las varitas.

 

- ¿Y entonces...?

 

- Pues...supongo que será una mezcla de todo. Lo que mas se asemeja es a una gestoría, pero no exactamente eso. Mas bien a un lugar donde todo se puede encontrar.

 

- El negocio donde nos conocimos cerro y aun no se la causa.

 

​- Digamos que tu jefe no calibro bien que las actividades que se realizaban en su interior rozaban peligrosamente la ilegalidad y creo que el Ministerio no capto la sutilidad.

 

- Hemos de procurar no hacer lo mismo.

 

- Se intentara.

[Arya Macnair]

―Travesura realizada.

 

La pelirroja ingresó sin rodeos. Aquel negocio había sido compartido para con ella en sociedad hacía algunos años así que conocía hasta la última de las bromas, las maderas huecas del suelo y dónde no había que pisar exactamente. Lo que le resultaba extraño, puesto que se trataba de una tienda de aquella índole, era que su compañera de trabajo la hubiese citado allí mismo para tener algún tipo de conversación seria; demasiadas eran las cosas que habían vivido juntas en aquellos dos cortos meses que llevaban hombro con hombro sacando adelante el Laboratorio de Análisis Clandestino pero si se lo quería poner de un modo diferente y quizás comprensible, nadie sospecharía el motivo del encuentro y le restaría importancia.

 

Ataviada en un enterizo de gruesa tela y unas botas de montaña buscó a la rubia entre las góndolas repletas de chucherías y objetos curiosos que no se atrevería a tocar hasta que la encontró. En silencio y confiando en que ya hubiese percibido su esencia colocó una mano sobre su hombro izquierdo y le regaló una sonrisa en cuando ésta se volteó. Juv era una mujer hermosa en sobremasía, le quitaba el aliento a uno con solo fijar aquel par de ojos verdes tan similares a los suyos, había que admitirlo.

 

―¿Todo está bien?― Cuestionó enarcando una ceja, tenía el cabello recogido en una coleta, ―Me extrañó tu llamado.

 

Fuera la noche caía profunda como el sueño de un bebé o un edifico en demolición. Pronto cerraría en negocio pero quizás conociendo a la dueña le permitiese quedarse un rato más y sino pues buscarían otro sitio.

 

@

[justo]

Yanira se ha ido al valle. Hoy nos hemos despedido en el Caldero Chorreante. Esta embarazada y tiene que cuidarse. La voy a echar de menos. Por eso he vuelto a este jardín. Aquí es donde ella y yo estuvimos la ultima vez y todo lo que veo me la recuerda.

 

Si algo tiene este jardín es que siempre hay que estar muy atento. Algunas flores tienen la desagradable costumbre de intentar enroscarse en tu cuello cuando te descuidas. Pero lo bueno es que hay otras que emiten una música, mas bien un canto que te hace quedar distraído.

 

Le tengo que pedir a mi jardinero que cuide de averiguar todas las especies de este lugar, quisiera tener un jardín botánico en el valle.

[heberth portillo]

El día había comenzado de la mejor manera, y como llevaba mucho tiempo de no pasar por el negocio que mi madre me dejo a mi y ami hermana decidí ir a revisar cómo estaba funcionando, salí de la mansión temprano y aproveche para pasar a revisar, llevaba unos jean negros una camisa blanca y una chaqueta de jean como casi siempre solía vestir; al salir de la mansión decidí hacer la aparición en el callejón para llegar más rápido.

 

Al ingresar puede ver que todo estaba en perfecto estado, salude a algunos duendes que nos ayudaban a mantener el lugar de la mejor manera y comencé a revisar la primera planta, revise algunas máscaras y demás objetos que allí se encontraban, mire a los duendes quienes comenzarona a atender a los clientes que iban entrando en su mayoria jovenes aun en busca de objetos para realizar travesuras pequeñas a sus amigos y en busca de juegos divertidos para ellos mismos.

 

Me acerque a los duendes - Buenos días - dije amablemente a lo que ellos respondieron de igual forma - podría bajar a la bodega por favor - dije mientras uno de los duendes se comenzaba a levantar para guiarme allí.

 

Al llegar comencé a revisar las cajas y los productos que allí se encontraban, me llamó la atención una caja abierta que tenía unos cuantos productos que decía imperfectos. revise los productos y lo único malo que tenía eran detalles que de cierta manera pasaban desapercibidos. mire al duende y amablemente le dije - Debemos subir esto y ponerlo en remate, mas ahora que ya casi salen de clases los chicos - dije mientras organizaba de nuevo todo en la caja, el duende acepto y subio todo hasta la primera planta.

 

Subí a la segunda planta y encontré mucha más variedad de productos, pense en que era momento de hacerle una reorganización, así que pensé en llamar a mi tia @@Dennis Delacour para que me ayudara a realizar una reestructuración de la segunda planta, tome un pergamino y le envié una nota.

 

 

Mi querida Tía.

Espero que estés bien, podrías venir a el moco de troll para que me ayudes con algo por favor, necesito de tu buen sentido de organización.

 

hice un avión con el pergamino y se lo envié a mi tía que de seguro aun estaba en la mansión organizado todo con mucha cautela.

[justo]

Hoy estoy melancolico, es la primera vez, en mucho tiempo, que estoy sin mis chicas. La verdad, no hace ni quince dias que se han ido y ya las hecho de menos. He pasado muchos años solo, he tenido amigos, claro, pero ya había olvidado la alegría de la paternidad y de la familia. La gran diferencia es que mi primera familia fue solo una relación, no estábamos casados y la verdad, yo habría dado un mundo por haberme casado con mi amada Helga, fue el gran amor de mi vida. Pero entonces, quizás, no estaría donde estoy y quizás hoy reposaría a su lado, en la lejana Hogsmeade.

 

No me quejo, mi vida ha sido maravillosa, y aun lo es. Pero siempre me encuentro nostálgico por el camino que habría tomado mi existencia si hubiese seguido otra senda. Pero no cambiaria el camino que he elegido, conscientemente, nadie me obligo. Yo lo elegi sabiendo el precio que tendría que pagar y que sigo pagando.

Editado 1 de Noviembre del 2018 por justo