Jump to content

Videncia


Sajag
 Compartir

Publicaciones recomendadas

La había sentido antes de que hablara. Gracias a mi hermana Annabelle que me había enseñado a diferenciar todo tipo de energías (que no auras) de las diferentes cosas, tanto mágica cómo no mágica. Sonreí de lado y justo me fijé en el cartel que colgaba en la puerta...

 

- pero qué, ¿c***...? - esa había sido mi respuesta. No entendía nada. ¿Cómo que cerrado por descanso? Si ahí estábamos dos alumnas (por el momento) para impartir la cátedra de habilidad...

 

- Pues sí que estamos buenos - di un pisotón en el suelo y escuché la voz de Sagitas...

 

- Yo también te quiero mucho Sagitas - dije, poniendo una mueca burlona al escuchar su frase- yo, no te persigo es más será al revés, acaso, ¿no veniste después de que la arcana de la animagia me diese mi anillo de la habilidad? -seguía sonriendo- así que, estamos a la par... En éste caso he venido a comprobar una cosa pero sin el arcano...

 

- ¿a ti ésto te parece normal? -le dije a Sagitas, señalando el cartel - la cuota de inscripción cuesta un ojo de la cara para que un mal arrastrado nos haga ésto -seguía renegando de él hasta que moví la cabeza y vi algo...

 

- Oye, pero creo que nos ha dejado algo -señalé al interior de la ventana. En la mesa había tres cuencos y una tetera, una bandejita que a saber qué cosas tendría en su interior y unos incensarios... Además de tres catres con unas cartas en cada uno de ellos...

 

- Me temo que tendremos que entrar a mirar. Es raro que dejase todo ésto preparado así sin más. Me da la sensación de que tendremos que usar éstas cosas para encontrarlo. Activar nuestro ojo interior o lo que sea y luego a partir de ahí... - me callé, porque eran cavilaciones que decía en voz alta y no sabría si tendría algún sentido- pero tú eres la especialista Sagitas, ¿qué opinas? ¿Entramos, o no? - yo estaba dispuesta y ya había puesto una mano para acceder al interior de la casa del arcano.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-- Ya, sí... Me quieres mucho... Tanto que vamos a ser unas nuera y suegra muy felices -- le respondí, con sarcasmo. No es que estuviera irritada por la ausencia del Arcano sino que mi sobrina Heliké y yo siempre nos tratábamos así de bien.-- No tengo ninguna necesidad de perseguirte, no sé cómo pero siempre estás en mi camino...

 

Caminé a lo largo de la entrada de la mansión, indecisa. Heliké tenía razón, era raro que se hubiera tomado unas vacaciones al menos que... Sonreí.

 

-- Creo que nuestra fama nos precede. Seguro que se ha visto incapaz de aguantarnos a las dos juntas. -- Ella señalaba la ventana y decía algo de que, tal vez, nos había dejado algo. -- ¿Por qué crees eso? Yo veo tres camas, tres platos... Nosotras somos dos. Creo que te confund...

 

No acabé la frase. La miré de forma muy perspicaz, arrugando el entrecejo. Me crucé de brazos y di unas cuantas pataditas en el suelo, disconforme con el pensamiento que acababa de tener.

 

-- ¡No jorobes...! ¿También va a venir Amya? ¿O Matt? ¿O quién narices es el tercero?

 

Sí, ya me había puesto de mal humor. Si ya era frustrante encontrar a Heliké en MI clase de Videncia, a la que iba sin estar segura, sólo me faltaba tener que reconocer que no me interesaba para nada el echar las cartas del tarot y leer que la Fortuna me iba a sonreír con una tercera persona, también de la familia.

 

-- ¿Quién se ha apuntado también para importunarme? Porque no creo que esto sea pura casualidad. Entraremos, sí, pero cuando me contestes, ¡so bruja!

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Demonios, ya estáis peleándoos? - pregunté. Varios pasos por detrás de Helike y Sagitas las observaba, con los brazos cruzados y la ceja alzada.

 

Qué hacía alli? Si yo no creía en aquellas cosas...para mi no pasaban de ser habladurías y cháchara para burlarse de los crédulos y aprovecharse de ellos...

 

Pero cuando supe que Sagitas iba a cursar aquel conocimiento, tema qeu salió durante nuestra sesión de ahogar las penas con chocolate y whisky de fuego en la trastienda de la Potter Black, tenía el vago recuerdo de haber dado la palabra a mi madre de que me apuntaría con ella, para no dejarla sola ante aquellas coartas y bolitas de cristal.

 

aunque yo no creyera en ello.

 

Lo que no sabía era qeu también iba a estar la vampiro @ cosa qeu me alegraba...de no ser porqeu al llegar, me las había encontrado peleando.

 

Pero esa mañana al recibir la carta y vestirme con una camisa azul claro, remangada hasta los codos y un pantalón oscuro, me aparecí desde la mansión familiar hasta las cercanías de los terrenos de la academia, caminando hasta encontrarme con el edificio cerrado y la discusión de las, podríamos decir, dos mujeres de mi vida.

 

- A lo mejor no sabe que tiene que darnos clase.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El viento aulló levemente a la espalda de los tres humanos que estaban fuera de la humilde casa. Un ruido de Bestia insana se iba acercando, poco a poco, a ellos. A lo lejos, una tormenta de nubes grisácea avanzaba con ritmo rápido. Si las dos mujeres y el hombre se quedaban fuera, estarían bajo una lluvia torrencial y bajo la mirada de una fiera indescriptible que podría destrozarlos.

 

O no...

 

Todo estaba en su decisión. La casa estaba allá, esperándoles, con las pistas para dar con el Arcano. Tendrían que tomar una decisión u otra pero tendrían que tomarla ya. Sajag, aunque alejado de los tres pupilos que le habían asignado, "veía" a todos, con sus dudas, pensamientos, deseos, miedos... Sobre todo, detectaba en los tres esa prepotencia de quienes no creen y piensan que van a ser engañados. Esos eran los más interesantes, pues eran los que primero caían en manos de los farsantes.

 

A pesar de toda esa aura de negatividad, veía potencial en ellos. En cualquier otro caso, no les hubiera hecho caso, les hubiera mandado a su casa y no les hubiera permitido acercarse al Ateneo. Pero detectaba que podían despertar su Ojo interior si trabajaban en conjunto. Había soñado con ellos, con lo que iban a hacer. A pesar de todo lo que había visto, un atisbo de confianza había crecido en su interior.

 

Pero dependía de ellos. Serían Videntes.

 

O no lo serían...

 

Todo quedaba en sus propias elecciones. Iba a ser interesante ver la pelea entre aquel trío familiar y verles superar sus diferencias para conseguir la Habilidad en la que no creían.

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

MIré a las dos: a la vampiro, qeu refunfuñaba por lo bajo por las pullas de Sagitas, como siempre tan agradables entre las dos, tanto a solas como conmigo presente, y a mi madre, que protestaba de forma parecida a la que Ithilion tenía cuando no conseguía lo que quería.

 

Metí las manos en los bolsillos, ladeando ligeramente la cabeza. A veces tenían su gracia, ya que sospechaba que ni ellas mismas tenían un motivo claro para pelearse.

 

- Anda, dejad de gruñiros, parecéis Fenrir jugando con Bennu. Mejor estudiar videncia en compañía conocida, no?

 

Intentaba destensar el ambiente cuando una brisa se levantó, extraña, repentina, que me dio un escalofrío por la espalda. Giré alzando la vista al cielo, divisando en la lejanía una tormenta de nubes negras que se acercaba más rápido de lo que me gustaba admitir, en contraste con el buen día que en principio, había amanecido.

 

Además, sentía...había algo qeu no me gustaba. Como si nos observaran. Pero tal vez aquello fuera solo mi imaginación.

 

- Creo que esas nubes de ahí no van a esperar para comenzar a soltar agua. Mejor qeu nos movamos, al menos, para refugiarnos en la casita.

 

Y pasando entre ambas, me asomé a la ventana, desde la cual alcancé a distinguir una mesita con lo que parecían, distintas hierbas.

- Creéis que el arcano se ha dejado alguna ventana abierta? - pregunté. No me parecía del todo correcto reventar la puerta del arcano.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

lo cieento, éstos días pocas ganas de rol xD

 

On:

 

- Tampoco dije eso - le murmuré a Sagitas, viendo que hacía una frase con sarcasmo sobre el tema de nuera y suegra - pues en ésta ocasión has sido tú la que te has puesto en mi camino - no pude evitar rezongar. Si es que a veces me sacaba de quicio, esa mujer.

 

- ¿Eso piensas? - no pude evitarlo y estallé a carcajadas - lo único sería si realmente fuésemos a reparar algo. Cosa que dudo... No sé, seguramente fuese su ojo interior que ha detectado cosas y nuestros nombres pues, lo han digamos... asustado -divagaciones las mías, desde luego, pero no tenía ni idea el motivo de la huída del arcano. Tendríamos que averiguarlo por nosotr@s mism@s.

 

Escuché a Sagitas y tenía razón aparte de sus cosas tenía otras más, camastros y varias cartas. Eso me hizo fruncir el ceño. Mi tía no sé qué debió de pensar, ¿otra persona más? ¿Quién sería? Ciertamente la curiosidad me pudo. Había sido la segunda en anotarme y no lo había visto en el "tablón".

 

- ¡Yo que sé, Ericen! - exclamé yo, cansada.

 

Y sentí la presencia de otra persona más. Más bien, lo noté por su aroma, era un licántropo y con una característica más. Me giré y abrí los ojos como platos, asombrada.

 

- ¡Matt! - exclamé contenta al verla - vaya... Ésto sí que es alucinante - sonreía con ganas...

 

- Oye, no nos estábamos peleando, digamos que sólo intercambiando opiniones -seguía riéndome. Sabía que no se creería que estuviésemos charlando animadamente, ya que estábamos casi siempre a la gresca.

 

- Te digo yo que sí, que tiene que darnos clase - asentí ante su pregunta.

 

Noté algo más. Algo malo, demasiado. Alcé la vista y vi el cielo. Se había puesto lo que parecía, rápidamente en modo tormenta y parecía de las gordas. Eso me hizo fruncir el ceño, pensativa. ¿Sería eso lo que había detectado el arcano? Bueno, suponía que era un hombre pero también suponía que podría ser una mujer...

 

- A mi hermana Annabelle le encantaría estar aquí - comenté con una sonrisa ladeada- siempre le gustaron éstas cosas - comenté sin mayor importancia -encogiéndome de hombros.

 

- ¿Sabéis qué me recuerda a ésto? - no pude evitar temblar tanto de nervios como algo de miedo al recordarlo - cuando nos quedamos atrapados en 'Mega Ayudas' o en la 'Discoteca Nefertiti' esa cosa, parece que vuelve a nosotros y no en forma de niebla. ¿Tendrá algo que ver todo ésto con esa... cosa? -pregunté en voz alta a los presentes.

 

- Bien, será mejor entrar... Creo que podremos investigar dentro de la casa y yo tengo varios útiles que quizás nos ayuden...

 

Y escuché a Matt...

 

- Si tienes razón - asentí con la cabeza- es mejor con gente conocida, desde luego. Es la primera vez que hago una habilidad en familia - sonreí a mi pareja y a mi tía.

 

- Sí vamos... - y empezaron a caer unas cuántas gotas. Aún tenía la mano en la puerta dispuesta a empujarla y eso me dio motivo suficiente para entrar.

 

Dejé el acceso abierto y me adentré en el interior. Era cómo había dicho Sagitas. Había tres camas, encima de ellos lo que parecía esas típicas cartas del tarot, y luego encima de la mesa, varias hierbas con una tetera, vasos y parecía que incienso.

 

Saqué mi monedero y empecé a rebuscar.

 

- Yo tengo algo mejor. Es cierto que eso nos ayudará, pero siento cierta energía que quizás sea de ayuda -revolví en el interior de mi morral de cuero y saqué un baúl. Era de nueva adquisición con objetos de mi familia. Con un toque de mi varita, hice que abriese el primer nivel, empecé a rebuscar y encontré un péndulo de cuarzo enganchado a una cadena de plata y un mapa.

 

- Un buscador mágico - sonreí - con ésto y con lo que tenemos aquí bien podremos hacer algo. El primer trueno sonó retumbando en el interior de la casa del arcano. Empezó a caer una lluvia bastante fuerte.

 

- Mirad si están las ventanas cerradas porque con el ruido que hace... Será imposible concentrarse - le pedí a los presentes. Seguro que me mandaban a la mi... conchinina.

 

- Éstas cosas eran de mi madre - y saqué también una daga de plata de doble hoja - podremos usarlos - y le pasé el cuchillo a Sagitas- podrás mezclar los ingredientes y no sé, veremos lo que nos dicen las tazas de té... Me da la sensación de que el arcano no hace mucho que estuvo aquí. Siento su energía bastante fuerte. Eso nos ayudará.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No me hizo falta más. Enseguida supe quién era la tercera persona, en cuanto sentí la voz de mi hijo. Me puse contenta al verle y, a la vez, le lancé una mirada asesina a mi sobrina. ¡Así que se juntaban los dos contra mí, hum...!

 

-- ¡No me lo puedo creer, Matt! ¿En serio me hiciste caso cuando te reté a que intentaras comprobar si tenías un Ojo por ahí, dormidito? ¡¡Si estabas como una cuba!! -- Estallé en risas, al comprobar que mi hijo se había apuntado a aquella Habilidad sólo para demostrarme que era todo una patraña. -- Bueno, dudo que no sepa que nos tiene que dar clase. Todos los Arcanos son avisados por la Dirección, así que más bien creo que nuestra fama nos precede y ha huido. Seguro que hizo las maletas y se fue a su país. ¿Qué es, africano, australiano...?

 

Por un momento, un ruido extraño interrumpió mi parrafada. Era un trueno lejano. Las nubes parecían acercarse con demasiada rapidez. No les hice caso.

 

-- Por supuesto, Matt, siempre es mejor estudiar en compañía y burlarnos en grupo. ¡Dios, la familia que se burla unida permanece unida! -- No sabía que pronto me iba a arrepentir de mis palabras. -- ¿Vosotros creéis que es aconsejable entrar en la mansión de un Arcano en su ausencia? Si fuera de un Uzza, no entraría ni loca, aunque un Arcano también impone... hum... ¿respeto?

 

Respeto que iba a perder con mi sobrina como volviera a llamarme por mi segundo nombre.

 

-- ¡Qué no me llames Ericen, leñes! -- ¿Intercambiar opiniones? Un zape le iba a dar como volviera a repetirlo. -- Tu hermana Annabelle siempre ha sido más interesante que tú. Ella sí que sabe hacer las cosas.

 

¡Pero si no la conocía apenas! ¿Cómo es que decía eso? Fácil, por meterme con Heliké, la vida no es tan divertida si no puedo meterme con ella al menos una vez al día. Pero recordar aquellos hechos que ella mencionaba empezó a ponerme nerviosa. Volví la mirada hacia atrás y, juraría, la niebla y el mal tiempo había volado hasta nosotros como si alguien los hubiera empujado. Las gotas gordas comenzaron a caer por lo que no protesté cuando Heliké abrió la puerta y se metió en el interior de la vivienda del Arcano. Por encima de mi hombro me pareció ver unos ojos rojos y una lengua que se relamía y... Temblé un momento, no porque tuviera miedo de que hubiera algo así sino porque, de repente, me pareció que eso era un recuerdo de algo pasado y... no había nunca pasado algo así... ¿O sí? A ver si la atmósfera me estaba haciendo ver cosas que no existían y pensar cosas que habían sucedido que no habían sucedido nunca... O tal vez no las recordara...

 

Lo primero que noté al entrar es que Heliké es una bruta. Bueno, eso ya lo sabía. A lo que me refiero fue que el olor era muy fuerte. Fue cuando noté que había barritas de incienso en aquella habitación. Porque sólo había un cuarto, enorme, con un montón de libros y con el resto de cosas que había hecho notar Heliké.

 

-- ¡Qué sencilla para ser de un gran Maestro!, ¿no creéis lo mismo?

 

Mi sobrina estaba haciendo cosas raras por lo que no le hacía caso ya que se comportaba como siempre. Sin embargo, me pasó una daga y le sonreí. La cogí e hizo ademán teatral de acuchillarla, con una gran sonrisa en la cara.

 

-- ¿No crees que es peligroso darle esto a tu suegra, por si...?

 

Aspiré aire con fuerza. El olor al incienso me mareó o tal vez fuera la visión de lo que veía enfrente mío: No estaba Heliké pero yo sostenía esa daga, esa misma daga y, llorando, se la clavaba a Ithilion en el pecho. Solté un grito y tiré el arma de doble filo al suelo.

 

-- ¡Está maldita! ¿Por qué demonios me has dado eso? -- increpé, asustada, a mi sobrina.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Alcé una ceja al escuchar el nombre de mi hermana...

 

- ¿que sabe hacer las cosas? - negué con la cabeza y mascullé alguna que otra maldición- entiendo que te caiga mejor que yo, pero apenas la conoces -le solté, medio refunfuñando.

 

- ¿Gran Maestro? -no pude evitar mostrar una mueca burlona - bueno, si tú lo dices- solté una sonrisilla- pues según para quién... Yo la verdad es que me esperaba algo más ostentoso, sinceramente, al ser un arcano. Pero si él lo ha decidido así, nosotros no somos nadie para cuestionar sus gustos a la hora de decorar éste lugar - le dije, encogiéndome de hombros...

 

Expandí el mapa encima de la mesa, apartando con cuidado los utensilios que había encima de la mesa. Volví a gruñir por lo bajo al notar el aroma de la barra de incienso...

 

- asqueroso - rezongué de nuevo. No sabía porqué, pero me estaba poniendo de bastante mal humor. Parecía que el mismo arcano estaba deseando probar nuestras habilidades mágicas y para ver si ¿despertábamos nuestro ojo interior?

 

- No creo... - recogí el péndulo que me pertiría buscar al arcano. Sentía que había mucha energía reciente y eso siempre ayudaría. Coloqué la cadena en el dedo corazón, haciéndola caer ligeramente hacia el suelo, con suavidad tal, y cómo me había enseñado mi hermana.

 

Pero no había podido siquiera empezar a buscar al dichoso Vidente, cuando un grito me alarmó. Miré a Sagitas y su cara de susto era demasiado. No entendía porqué se había puesto así y además, decía que estaba maldita.

 

- ¿Perdona? - no pude evitar preguntar escandalizada- es la primera vez que sale del Castillo Rambaldi, perteneció a mi madre, que era también, una sacerdotisa cómo tú. Así que, imposible que esté maldita -protesté yo, ahora. Aún así, no pude evitar mostrar cierta curiosidad. ¿Qué fue lo que le pasaría por la cabeza?

 

- Además, te la di para que fueras picando los ingredientes esos... Si queremos usar la tetera es mejor que esté todo bien picado si no queremos atragantarnos a las primeras de cambio, si queremos usar las hojas del té, para su lectura...

 

Recogí la daga que estaba tirada en el suelo. Otro rayo más y el lugar se iluminó a consecuencia de ese poder natural. Temblé, no sabía si era del propio miedo contagiado por mi tía Sagitas o de lo que notaba...

 

- Oíd... ¿No habéis presentido algo maligno antes de entrar aquí? - pregunté un poco temorosa. Recogí la tetera y susurré un 'aguamenti' su interior se llenó de agua líquida cristalina. Sentí otro ligero temblor y enseguida mi cabeza se llenó de una imagen bastante aterradora. Unos ojos amarillos cómo si fuesen los ojos de un gato, pero mucho más siniestro.

 

- Ésto, ésto es una trampa - susurré... No sabía porqué lo había dicho pero esa era la sensación que tenía.

 

Con la daga aún en la mano y a pesar de la concentración, empecé a picar todos los ingredientes antes de integrarlos dentro de la tetera. Rebusqué dentro del baúl y encontré un fuego portátil que encendí enseguida, con la varita. Puse la tetera encima para que el agua se fuese calentando...

 

Otro rayo más y noté cómo la cabeza me daba vueltas. ¿Sería por ese maldito incienso que invadía nuestras fosas nasales?

 

Dejé caer el péndulo y llevé mis manos a la cabeza. Fruncí el ceño y cerré los ojos a causa de la intensidad de los aromas de la habitación. Un flash, cómo si fuese algo pasado... De una montaña nacía un pequeño riachuelo pero éste tenía el color de la sangre. Grité asustada...

 

- ¿Has tenido la sensación de que te envían imágenes de advertencia? - pregunté, mirándola con miedo. Ahora sólo faltaba Matt para que también percibiese algo más. ¿Sería una confabulación del arcano, para que nos saliésemos de ese lugar?

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El Arcano no estaba lejos pero tampoco estaba cerca. Por supuesto, ninguna magia artificial con objetos burdos como una peonza o un cristal de cuarzo o un mapa en el que él sería inmarcable, porque así lo había dispuesto. A Sajag sólo se le encontraría mediante la Videncia, así que los tres tendrían que esforzarse por "ver" o no le verían nunca.

 

Además, estaba todo dispuesto para que consiguieran encontrar el camino para abrir su Ojo Interior. Sólo tenían que entenderlo: las camas, las cartas de tarot, las infusiones, las tazas para el té... ¿Es qué realmente estaban tan apegados a la vida mundana que no se daban cuenta de lo que el Arcano esperaba de ellos?

 

Sajag les contempló con los ojos cerrados. No necesitaba verles físicamente para notar que, al menos uno de ellos, acababa de tener un atisbo de Visión. ¿Sabría interpretarlo o se cerraría en el miedo y la incoherencia de sus pensamientos de engañifa? El Arcano no sonrió. Lo que acababa de ver era una situación terrible para una madre. ¿Sería capaz de seguir el Destino y matar a su propio hijo? ¿Se atrevería a romper con el Futuro y cambiar la acción con aquella daga de la vampiro? Era imprescindible que ella descubriera su Habilidad para la Videncia y corrigiera, si esa era su voluntad, lo que había sucedido en el tiempo futuro que sería su tiempo presente en algún momento.

 

El Arcano ayudaría a quien quisiera ser ayudado. Así que sólo esperaba allá, sentado en un lugar cercano, no muy cercano, lejano, aunque no tan lejano, para contemplar el siguiente paso que darían sus tres pupilos. Chasqueó los dedos y el incienso se quemó con más fuerza, dejando en el aire un olor más pegajoso y soporífero. ¿Dormirían o lucharían por mantenerse despiertos? Allá había una gran lección por aprender, si es que eran capaces de verla.

m1Q3ONE.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No quería discutir ahora sobre si la daga de la madre de Helike estaba maldita o no. Sólo quería que la alejara de mis manos. Estaba asustada porque... porque no entendía lo que había pasado. Tenía que ser...

 

-- ¡Hipnosis, eso es!

 

Aunque para eso, creo que el Arcano debería estar cerca, ¿no? ¿Y si nos estaba vigilando? Miré a los lados para ver si podía estar en algún lugar de la habitación, escondido, pero al menos que estuviera bajo aquellos camastros... Ladeé un poco la cabeza hacia el fondo de la más cercana pero no conseguí ver nada. Suspiré y volví a prestar atención a mi sobrina.

 

-- No. No he visto imágenes de advertencia sino... más bien... de... No quiero hablar de ello.

 

¿Cómo le iba a contar que acababa de ver que yo, yo misma, su madre, mataba a mi pequeñín Ithilion? Seguro que aquello había sido... sido... un... no sé lo que había sido. Sentía que mi corazón latía con violencia y seguro que ambos, mi hijo y mi sobrina, serían capaces de sentirlo y notar el miedo que tenía en aquel momento.

 

-- Creo que... Tal vez... -- No sabía cómo explicar lo que sentía dentro de mí, como un martillazo continuo de algo que quería salir y que yo me esforzaba por esconder. -- Necesito... Necesitamos al Arcano, aunque cualquiera sale con la violencia del tiempo que ha estallado en el exterior.

 

Tragué saliva y volví a hacerme la fuerte. No soporto sentirme vulnerable delante de nadie, aunque sea familia, puesto que yo siempre he sido la matriarca en la que se apoya el resto. Así que suspiré y empecé a moverme alrededor de los objetos que allá estaban expuestos. "No creo en las bolas de Adivinación", me dije para mis adentros pero aún así tenía que reconocer que yo tenía una que solía exponer en la agencia para que los incautos que querían un viaje pudieran "ver" si haría buen tiempo durante el mismo. Reconocía que me burlaba bastante de ellos pero no podía dejar pasar que yo había visto algo hoy, que tal vez la Videncia existía.

 

-- Pero eso significa que... ¿qué mataré a Ithi..? -- me di cuenta que hablaba en voz alta y me puse la mano en la boca mientras toqueteaba el montón de cartas que había encima de una especie de mesilla, junto a una de las camas. Había tres camas, con lo que el Arcano había adivinado que seríamos tres alumnos. -- ¡Boba! Se lo dirían los directores del Ateneo.

 

Estaba dispuesta a no creer pero, a la vez, me sentía muy insegura con la visión que acababa de tener. ¿Y si era cierto que...? Negué con la cabeza de forma violenta. Imposible, yo sería incapaz de eso. La cabeza me pesaba un poco, supongo que por la impresión de la sangre de mi niño en aquello "no-visión-porque-no-creo" que había aparecido al tocar la daga. Me mordí los labios con fuerza, pensativa, sin hacer caso a las palabras de Heliké pues no las oía apenas. Era como un zumbido. Enseguida me di cuenta que era el olor. Aquel incienso tenía algo que adormilaba.

 

Sonreí. Estaba sentada en una cama que, aunque no era tan cómoda como la mía, invitaba a tumbarse. El incienso que había dejado encendido el Arcano tenía un aroma a Adormidera... ¿Y si quería que nos durmiéramos? Bostecé un poco. Tal vez él se nos apareciera así, en sueños...

 

-- No lo creo -- dije, tozuda yo. Pero me tumbé y me tapé con una sencilla manta oscura. Cerré los ojos y me di cuenta que ya casi estaba dormida. Entonces soñé con...

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.