Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)

[Sagitas E. Potter Blue]

En cuanto solté la tontería que dije, me arrepentí. Vamos, no me malinterpretéis. No me arrepentí de meterme con Heliké. Eso nunca, era mi diversión hacerlo, así que no podía dejar de hacerlo. Lo que me avergonzó era que la rubita que había entrado en la Agencia se hubiera asustado de la agresividad que había encerrado mi amenaza. Era una desconocida, por supuesto, no sabía de nuestra forma de ser y de tratarnos y, supongo, que juzgaba por lo que veía, no por lo que el resto sabía de nosotros y nuestra relación muy anormal, o tal vez no tan anormal, de suegra y de nuera.

 

Pero eso no era una excusa. Ante los de fuera, hay que disimular. Y yo había perdido el oremus con mi comentario. Por eso, me mordí con rabia el interior de la mejilla y después decidí hacer algo correcto (¿por primera vez?)

 

-- Lamento mucho que, con mi actuación, haya pensado que soy peligrosa. Mi sobrina y yo nos queremos aunque lo disimulamos en querellas sin sentido. Es todo algo que empezó sin querer con una broma, un malentendido y que hemos ido prolongando tanto que se nos fue de las manos. Yo...

 

Ahora llegaba lo difícil, pero ya que había empezado, era mejor continuar que callarse.

 

-- Yo quiero pedirte disculpas, @, me he pasado contigo mucho y no es digno de mí maltratarte con mis insultos y amenazas sin sentido. -- Tragué saliva. -- ¿Me perdonas?

[Ashley Peverell]

-¡Awwwwww!

La niña no pudo evitar emitir un gritito y sus ojos brillaron tanto que podrían haber iluminado la habitación entera mientras que apretaba los puños cerca de su cara y sus ojos se hacían enormes enormes ante las palabras emitidas por Sagitas que eran como un delicioso trago de chocolate caliente para cualquier persona que estuviera cerca de ese momento de calidez.

Era sencillamente hermoso y eran ese tipo de cosas las que hacían sentir a la pequeña Peverell que todo valía la pena solo por poder presenciar algo tan maravilloso como aquello.

-¡Eres tan grande Sagitas!

Dijo Ashley mirando a las dos hechiceras que parecía que no iban a estar de acuerdo por aquellos momentos pero ahora la sencillez de su hermana mayor la hacía dar unos pequeños brinquitos emocionados, eso era lo que quería que sus otras hermanas aprendieran y estaban llevándose el mejor de los ejemplos.

-Esas son el tipo de cosas que las señoritas como yo debemos de ver en los demás, los buenos ejemplos de las hermanas mayores son la guía para los que venimos por detrás en el camino.

Recitó movindo la punta de uno de sus dedos de manera muy animada porque sentía que hacer ademanes enfatizaba las comunicaciones y ayudaba al entendimiento en general.

[Tamarindo]

Hacía algo mas de un año que no pisaba este sitio, pero creo que ya era momento de volver y comentarle a su amiga Sagitas que estaba bien con la doble nacionalidad viviendo en inglaterra... que la conversación se habia quedado a medias de como ella había llegado, pero es que había visto la tienda taaaan abarrotada ese día que se fue escabullendo y se largó lejos para no volver...

 

hasta ahora

 

Habia gente de nuevo en la tienda... si es que esta Sugus siempre con trabajo... normal que siempre estuviera ocupada y no tuviera tiempo de hacerme casito (?) (claro, porque los meses que lleva en la galería no cuentan, no tama? ¬¬que mala amiga eres)

 

--Dónde estás Sugus, que quiero galletas de Harapos. Vengo de conseguir café y ahora quiero galletas... sal aqui y dame un poco...

 

Grité un poco para hacerme oir, creo que estabamos en "familia" como para poder hacer esos gritos y espavientos por la tienda de viajes. Aunque... no sé yo si es buen lugar este para conseguir lo que quería...

 

Qué mas da, la cosa es probar suerte y visitar a los amigos, aunque sea por interés XD

[Sagitas E. Potter Blue]

La verdad es que no suelo pedir perdón, es algo que me cuesta mucho, así que esperaba que Heliké valorara mi esfuerzo por hacer las cosas correctas. Era algo que debíamos parar sí o sí, por el bien de Matt y por el bien de la familia. Pero claro, una cosa es decirlo y otra hacerlo. Por eso, el gritito de alegría de ( @ ) mi hermana Ash me hizo sentir mejor y decidida a comportarme bien a partir de ahora. Aunque sólo fuera por ella, ya que Heliké ni me contestaba de momento, tendría que hacer el esfuerzo.

 

Se la veía tan feliz, tan emocionada por mis (certeras) palabras que me prometí hacerlo más a menudo.

 

-- Ay, hermana, no sé si soy un ejemplo a seguir o no, la verdad... Casi siempre meto la pata en alguna cosa. No soy grande, sólo soy... humana.

 

Reflexioné en eso. ¡Qué difícil era sentir que le fallaba a la familia. A veces se me olvidaba que no era yo sola la que dirigía la mansión, sino que también contaba con mucho apoyo de la familia y que pocas veces le daba las gracias.

 

-- Lo que he dicho es sincero, Ash. Pero también sé que será difícil de conseguir. Me gustaría pedirme que me llamaras la atención cuando no me dé cuenta que estoy siendo insoportable, para que vea que vuelvo a fallar. Yo quiero dejar de meterme con ella pero a veces es tan... -- ¿ya iba a meterme con ella de nuevo, ni cinco minutos de descanso? -- ... tan fácil no ser fuerte y caigo de nuevo...

 

Suspiré, esperaba que mi hermana me entendiera. Era mejor dejar de hablar o me pondría a llorar de la emoción que me causaba aquella charla.

 

La puerta se abrió y una voz femenina preguntaba por mí. Me puse de puntillas y pude ver a Tamarindo. ¡Gracias a los dioses podría cambiar de tema!

 

-- Mirar, es Tama... Voy a recibirla.

 

Así que salí a la tienda (pues estábamos en la parte de la cafetera y los sofacitos) y la vi. Enarqué una ceja, divertida.

 

-- ¿Sólo vienes a por café y galletas? Pues estás de suerte, Tama. Dentro tenemos. Está mi hermana Ash y Heliké. Pasa, comeremos juntas y hablaremos todas mientras tú te comes todo y sólo nos dejas las migajas.

 

Jajaja, me encantaba que mi amiga se pasara a saludarnos.

[Xell Vladimir Potter Black]

A pesar de haber vuelto hacía poco al pueblo de nuevo, se acercaban las vacaciones de verano y me apetecía un viaje de fin de semana a un país europeo, Portugal. me habían informado de una hermosa biblioteca en la capital de aquel hermoso país en el que encontraría ejemplares mágicos únicos. Por supuesto, aquello me atraía para comprar libros que pudiera poner en la biblioteca de la Librería la Quisquillosa.

 

La mejor manera de ir a un país internacional era hacer un montón de trámites burocráticos o... Ir a la tienda de mi tía Sagitas. Pôr supuesto, opté por ésto último, nadie como ella para conseguir transportes y buenos hoteles cerca del lugar que quería visitar y a precios excepcionales. Por tanto, hoy que ya había hecho mi trabajo en el Ministerio, decidí pasarme por su negocio y preguntarle a ella. Aún tenía tiempo, así que le daría tiempo a buscar las mejores opciones. No tardé en encontrar el escaparate, adornado con detalles de la temporada veraniega.

 

Entré.

 

Sentí palabras y supe que ella estaba allá, aunque no sola. Así que di unos pasitos en el interior y comprobé que estaba con Tamarindo.

 

- ¿Molesto, tía? Si quieres vuelvo en otro momento. Era una consulta sobre un viaje a Lisboa. Si estás ocupada...

[Tamarindo]

--¡Oh!, estupendo. Me encanta que pueda pasar a tomarme un café y unas galletas.

 

No creía en mi suerte, hacia años que pasaba por los negocios pidiendo café y en muchos de ellos siempre me decían que no habia café en ese sitio, que me fuera a una cafetería y me trataban de loca. Pero en esta ocasión había surtido efecto, y aunque a lo mejor no era mi mejr forma de entrar a un local a pedir cosas... creo que mi amiga me entendía y no me judgaría feo... Además, una visita como la mia no era para desperdiciarse. No suelo visitar a la gente por ahi... que me muevo menos que una tortuga en un tiesto (?)

 

Cuando me invitó a pasar dentro a comerme todas las galletas que habia (espero que de Harapos, porfa) llegó Xell a la tienda, ella si sabia ir a un sitio concreto a pedir lo que habia en ese sitio, y queria un viaje. No como yo, que voy a una tienda de viajes a por café y galletas.

 

--Hola Xell... pasa dentro con nosotras, seguro que alli puedes hablar de tu viaje con un café y galletas, (si es que dejo alguna) y se hace mas ameno.

 

Yo invitando a la gente a sitios donde ni pincho ni corto y donde no mando para nada, que soy invitada y me pongo a invitar a mas gente. Si es que yo soy asi de rara XD

[Sagitas E. Potter Blue]

Por supuesto, Tama no tardó nada en aceptar la invitación. Cuando se trata de comida, el resto no tiene importancia. Es por eso que sabía que reaccionaría así, con alegría. Sé que a Tamarindo, la vida no le ha sido fácil y que la ausencia de Amya le ha afectado, pues la ha dejado a solitas en casa sin mucho en la nevera. La verdad, ni sé si tiene nevera en la mansión Adler...

 

Nos interrumpió la llegada de Xell diciendo algo de Portugal. Arrugué el ceño, ¿irse a Portugal, ahora? Pero... Tama decidió contestar antes que yo y sonreí por su solución que, por supuesto, pasaba por estar junto a las galletas.

 

-- Sí, claro, ¿por qué no, Xell? Pasa y nos cuentas por qué irse ahora a Portugal, mientras tomamos café con galletas.

 

Les indiqué a las dos que pasaran y me paré un momento a reflexionar. Era mejor que cerrara la puerta porque ya no era hora de visitas ni podría atender a nadie desde dentro. Mejor que los clientes volvieran al día siguiente. Así, moví la varita y coloqué el letrero de "Cerrado" para cerrar la puerta desde dentro. Después apagué la luz y entré tras ellas a la trastienda, para disfrutar de un vaso de café, no creía llegar a rozar una galleta estando Tama por allá dentro.

 

-- Bueno, contarme... ¿Qué tal la vida? -- pregunté, mientras me acercaba a ellas.

 

No vi, por eso, el pequeñísimo foco de luz que había tras el mostrador. Como si alguien estuviera ahí detrás, esperando a que me fuera.

[Xell Vladimir Potter Black]

Tamarindo fue quien me contestó primero, invitándome a ir con ellas al interior, para hablar y tomar café y galletas. Eso me apetecía así que avancé un par de pasitos a la espera que Sagitas estuviera de acuerdo. Lo estuvo y accedió a que pasáramos al interior de la trastienda. La tía se paró un momento a cerrar la agencia. Supongo que quería evitar interrupciones en el ratito de asueto. Me senté en uno de los sofacitos. Había estado allá alguna vez así que me sentía cómoda.

 

- Pues quiero ir a buscar material para la librería y me han dicho que hay una hermosísima biblioteca mágica en Lisboa. Quería aprovechar la semana del 15, que hay puentes, para acomodar mis tiempo y pasar unos días por allá. ¿Sería posible, tía, tú que conoces tantos sitios y tienes tanta mano con los medios de transporte, que puedas ayudarme?

 

Esperaba que así fuera porque me apetecía un hotel tranquilo y cercano a es lugar.

 

- No sé donde queda la Librería pero seguro que sabes donde está, ¿verdad, tía? Un hotelito céntrico, cerca del lugar, por el que pueda pasear por allá. No quiero muchos días, supongo que con tres o cuatro sería suficiente, ¿verdad? No sé, tú me aconsejas, tía, que eres más sabía en estas cosas. No pienso estar mucho más tiempo para no dejar a solas la librería.

 

Ahora guardé silencio y no supe si levantarme a por el café o esperar a que me lo ofrecieran.

[Tamarindo]

Pasé a la trastienda con energía y ganas de esas galletas y me senté en una silla que habia con mesa, supuse que ahi nos ibamos a sentar a tomar algo y hablar del viaje a Portugal de Xell...

 

--Bueno, donde viene ese café y esas galletas?

 

Me estaba impacientando por la merienda que iba a comerme en esa tienda de viajes... será que tambien deba pedir yo un viaje?? aunque no tengo mucho dinero ni puedo dejar la galería sola mientras me tomo unas vacaciones... ademas, no puedo irme y dejar la mansion adler sola con esa oveja lanuda que seguro la destroza, como si yo sola no destrozaria esa casa...

 

en fin, que tenia tiempo para pensarmelo, un viaje o al menos alguna escapadita... y si la Sugus me llevaba de la mano aun mejor... seguro que era buena guía por ahi, tiene una agencia de viajes, debe saber mucho de los destinos que oferta. no?

 

--Que vengan esas galletas, porfa!!

[Sagitas E. Potter Blue]

Era curiosa la idea de ir a Portugal. Xell había tenido vacaciones hacía nada, ¿es qué no tenía bastante con eso? ¿Por qué ir hasta la capital de la ciudad? Yo suelo ver cosas raras y la excusa de comprar un libro me pareció irrisoria cuando podía pedirlo por lechuza y recibirlo al día siguiente en la mansión, en servicio lechuza-express... Era extraño que sintiera que no nos decía la verdad. La miré brevemente.

 

-- Hay una hermosísima librería mágica en Lisboa, sí -- repetí sus palabras. -- Pero no entiendo porqué has de ir personalmente. A mí no me gusta viajar, prefiero que me lo traigan todo a casa, ¿sabes?

 

Magnífica forma de autopromocionar una Agencia de Viajes.

 

-- Claro que puedo ayudarte, chiquilla. Me molesta que dudes de mi profesionalidad. Y tengo medios para el transporte pero... ¿Prefieres usar métodos mágicos? Yo te aconsejaría que al volver usaras un avión muggles. Por lo extraño que te parezca, los enlaces serían más rápidos con un puente aéreo de Portugal a España que usando medios mágicos porque hay una huelga lusa prevista de red flu y apariciones en esa semana. Si tomas un avion de Lisboa a Madrid, te garantizo una vuelta mágica desde España, con lo que llegarás enseguida. Y sólo supone una demora de 5 horas por usar los aeropuertos. De la otra manera, estarás dos días más en Lisboa esperando que acaben su maldita huelga ministerial.

 

Tomé la taza de café y sorbí un poquito. Estaba caliente y a mí me gustaba un poco más templado, así que lo mantuve sujeto entre las manos, mirando a mis dos compañeras. Tama, como siempre, buscando las galletas.

 

-- Detrás de ti, Tama. En ese cajoncito con flores dibujadas. Harpo siempre me deja galletas diarias de las que saben a canela y chocolate. Pero déjame alguna, ¿vale?