Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)

[Tamarindo]

Que le deje alguna galleta, dice? está loca, como voy a dejar alguna galleta sin comer, que se apure ella a comerselas antes que yo, porque ella al menos tiene un elfo que se las hace, yo tengo que aprovechar cada oportunidad de comer galletas de harapos. No siempre puede una disfrutar de tal manjar...

 

--Eeeh, si claro, dejar alguna

 

Dije por lo bajo, obvio que era una distracción para que mi amiga Sugus de mandarina siguiese hablando con Xell mientras yo me las comia todas...

 

--Alucinada estoy --dije con la boca llena de galletas--, que haya huelgas para la red flu. Qué descocados los de portugal, o son los de españa que hacen huelga?? En todo caso, paralizar un pais asi de esa forma no vale mas que para enfadar a los usuarios... que claro, asi consiguen lo que buscan con la huelga, pero el resto del pais tendrá que estar parados... No no, no me gusta nada... que hagan servicios minimos al menos...

 

Y despues de esta opinión que nadie me pidió, volvi a comer galletas y a beber un poco de mi café

 

--No tendrás un poco de hielo, no? prefiero beberlo frio, jeje

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

SJ me tenia en una carrera constante por todo el callejón Diagon, había pasado por la clínica a ponerle sus vacunas, me tenia corriendo por todos buscándole helados, galletas, dulces, pero no quería dejar de llorar, había hecho todo lo posible por calmarlo y ya me empezaran a mirar raro en todos lados, por lo que no me quedo mas que entrar en otro de los negocios de mi madre.

Abrí la puerta con SJ llorando y revolviedose entre mis manos, trate de hacer que se estuviera quieto pero la verdad es que ya mis brazos se estaban cansando, baje a SJ que se replegó en la esquina detrás de una maceta, suspire rogando a que alguien me ayudara, me frote los brazos tratando de aliviar el peso de ellos y que no me dolieran tanto, esperaba que mi madre apareciera por arte de la magia a ver si lograba que mi niño se calmara.

-¡Vamos SJ! - dije tratando de alcanzarlo pero empezó a hacer crecer enredaderas a su alrededor con varias espinas para que no le alcanzara.

[Xell Vladimir Potter Black]

La tía era una perezosa y por ello prefería quedarse en casa. No entendía lo lindo que era viajar, conocer gente, ver sociedades diferentes a la habitual, comer manjares nuevos, dormir en hoteles... Todo eso era una aventura para mí. Por ello, prefería ir a Lisboa antes que mirar un catálogo y quedarme con algún libro sin haberlo ojeado antes, olido sus páginas, pasado los dedos por la tinta seca.

 

- No, tía, yo voy a Portugal aunque si hay una huelga prevista, para volver puedo usar los aviones. El mundo Muggle es muy interesante, a mí me gustan mucho y creo que sería el colofón a una gran aventura el vivir un ratito en uno de los aeropuertos. Cinco horas no me importan si puedo estar en la cafeteria o en el Duty Free.

 

Tamarindo pedía galletas y la tía le dijo donde estaban. Fue divertida la cara que puso cuando le dijo que le dejara alguna. Seguro que no podría. Tama no le gustaba el tema de las huelgas de funcionarios de la Red Flu y yo estaba de acuerdo. Era un medio de transporte esencial para el mundo mágico, no podían hacer lo que quisieran.

 

- Supongo que piden mejoras salariales. ¿Te gusta frío? Sí, hay hielo aquí, espera, que yo te encuentro una cubitera.

 

No había ninguna en el cajón y eso me extrañó porque sabía que había una.

 

- ¡Ah, la veo! ¿Por qué la tienes en el escaparate, tía?

 

Fui hacia allá y, a mitad de camino, se abrió la puerta y se oyó un llanto desesperado y unos pasos rápidos, junto a un grito femenino a su alrededor.

 

- ¿Perenela? ¿Qué le pasa a SJ? Pasa, pasa y siéntate, pareces agotada.

[Sagitas E. Potter Blue]

En cuanto acabé de pedir a Tama que me dejara una galleta supe que había dicho una tontera, sobre todo si trataba con ella. Tama era famosa por comer cualquier dulce que cayera en sus manos sin tener nunca un empacho. Bien saben los Dioses que, después de lo sucedido en la boda de Matt, me creía todo de ella. Y no me refiero a las muertes, el ataque de los mortífagos, el "sí, quiero" en medio de la matanza... Me refiero a que ella solita se comió la tarta de novios para cien personas y ni los novios dejó. Bueno, los novios de chocolate se los había prometido así que eso no importaba, pero vamos, la tarta...

 

Y yo le pedía que me dejara alguna galleta...

 

Reprimí una risita en un leve ataque de tos. No me creí lo que dijo que me guardaría alguna galleta. Era imposible, conociéndola... Continué la conversación sobre el viaje de Xell.

 

-- La huelga la hacen los funcionarios de la Red Flu Lusa, afecta a todos los de toda Europa y en los de destino, si están fuera. Si desplazamiento sale de Portugal y tendría que llegar a Honolulu, ese punto de encuento, por supuesto, tendrá afectaciones en las llegadas y en la logística alterada por la no llegada de esos pasajeros y por la no funcionabilidad de los instrumentos usados para la traslación. No sé si me explico. Por eso, aconsejo que use un avión. Los aeropuertos muggles son bastante divertidos si vas con tiempo.

 

Menos mal que Xell pensaba lo mismo que yo. Decidió que era mejor usar el avión al volver y que no le importaría estar con los muggles.

 

-- Mejoras salariales siempre, con lo que cobran. Son unos protestones. Si vas al Duty Free, compra de esas chocolatinas en bolita que tienen un cacahuete dentro. ¡Me encantan y no los encuentro en ningún lugar de Ottery!

 

Miraba de reojo a Tamarindo. Xell había ido a buscar la cubitera pero yo no la miraba, Tama comía una galleta tras otras. Si no metía la mano pronto, me quedaría sin ninguna. Un gritito y unos lloros me interrumpieron cuando iba a robarle una. Era mi nieto.

 

-- ¡SJ, cielo...! ¿Qué te pasa?

 

Corrí literalmente hacia mi niñito lindo y lo besuqueé. Lo cogí en brazos y me lo llevé hacia el sofacito, le limpié la cara con una servilleta y después le robé una galleta a Tamarindo.

 

-- ¡Mira lo que te da esta chica tan simpática! ¡Una galleta de chocolate!

[Tamarindo]

me puse de morros al ver que me quitaban una de mis galletas y refunfuñé, pero no dije nada, aun me quedaban unas cuantas galletas por comer y una menos pues lo podía soportar... pero es que son tan ricas esas galletas, seguro que son de las de harapos, que tiene manos mágicas para hacer estas galletas (ahora quiero galletas de verdad jaja)

 

--no entendi nada de lo que dijiste de ejemplos de la huelga, pero te creo...

 

y dejé de hacerle caso, habia entrado alguien llorando y creo que no era muy asunto mio meterme en medio si no conocia a la persona... asi que cogí las galletas que quedaban, mi café y me quedé mirando qué pasaba, quería enterarme, pero a la vez estaba un poco distraida esperando a que Xell volviera con el hielo...

 

--A donde se fue esta mujer a por el hielo??

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

En cuanto SJ sintió a su abuela dejo de llorar, replegó las plantas y no dudo un solo segundo en dejarse coger de ella y dejar que lo sobornaran con galletas, xell también estaba allí auxiliadome a mi y la verdad quien dijera que tener hijos era fácil es porque nunca había tenido uno, lo cual me acordaba que debía de buscar a Sean para que me ayudara que yo no había hecho a SJ sola como para cargar yo sola con toda la responsabilidad.

 

-Estoy agotada Xellita, no he podido dormir y SJ me tiene al trote, hoy tenían que ponerle las dos ultimas vacunas contra el sarampion y contra la viruela de dragón y desde que salimos de la clínica no ha habido poder humano que le calmara, le compre helado, galletas, dulces y todos los tiraba, los rompía y ya no he sabido que mas hacer.

 

Me senté sintiendo que los brazos se me iban a caer, vi a SJ acurrucándose bajo el cuello de mi madre, sabia que estaba molesto por el ligero brillo que aun tenia en la mano pero ya no estaba a punto de incinerar una casa o de enterrarse en una zarza para que o le volviera a alcanzar, siempre había sido lo mismo cuando tocaba ponerle sus vacunas, me agarre los brazos tratando de aliviar el dolor:

 

-¿Como le haces mami? lo haces ver tan fácil, pudiste con Matt, con Ithilion e incluso conmigo y eso que yo era bien difícil... SJ es un amor pero tiene un genio que no se a quien se lo habrá heredado

[Matt Blackner]

Iba de camino a la agencia, para saber como iba todo. Era de los negocios que menos visitaba, y sabía que en estos días se producían los cambios, cuando los escaparates variaban para mostrar las ofertas de la nueva temporada, y suponía que un par de manos extra no le vendrían mal a mi madre. Asi que tras dejar a Helike en casa, me marché al callejón diagón.

 

Llegué hasta el local, vestido con un pantalón vaquero y una camiseta, deportivas, despeinado y sin afeitar, desde luego, se notaba que aun estaba en mis días libres, algo que iba a terminarse pronto.

 

Cuando abrí la puerta, enseguida noté que alli había mucha más gente de la que pensaba, entre ellos, además de Sagitas, Tamarindo, Xell y Perenela con mi pequeño sobrino SJ.

 

-Eh, bueno...si te digo la verdad, Pere, Sagitas no...no tuvo qeu hacerse cargo de mi. - contesté por detrás de ella. Parecía cansada mientras hablaba con la prima Xell.

 

- Está mamá por ahi?

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

-Oh Matt no tuvo que lidiar contigo de pequeño pero si que ha tenido que aguantarte de grande- le dije a mi hermano con dulzura mientras trataba de no sentirme como un guiñapo, le hice una mueca sacándole la lengua y le señale en la estantería donde mi madre estaba con Tamarindo y SJ - Está de aquel lado, calmando a SJ. Hoy tuvieron que ponerle sus ultimas vacunas y está incontrolable.

 

Traté de hacer un poco de estiramiento para mis brazos que estaban entumidos, miré mi ropa manchada por la comida que SJ me lanzo encima, traté de limpiar un poco con mis manos las migas de las galletas pero estaba embadurnada de helado en algunas zonas, no pude mas que suspirar y cerrar los ojos, de seguro iba a matar a Sean o como mínimo...

 

-...como minimo voy a demandarlo por abandono - terminé la frase en voz alta.

[Matt Blackner]

- Eh! - exclamé, haciéndome el ofendido, sacándole la lengua a @@Perenela Arya Grindewald Potter Blue.

 

Me crucé de brazos y me apoyé en la pared. Sagitas estaba en la habitación contigua con mi pequeño sobrino, que aun lloraba, intranquilo porque le habían puesto las vacunas...supongo que eso era lo normal en un niño pequeño. Observé a Perenela en silencio, mientras murmuraba algo de un abandono. Me sentía mal por ella...parecía muy cansada.

 

Me froté el brazo y suspiré.

- Creo que te vendría bien descansar un poco - le dije. - Por qué no...por qué no te vas unos días? podrías ir a descansar, tu sola...por el trabajo no tienes que preocuparte, y SJ....bueno, somos suficientes en casa, no tiene nada malo si te vas unos días fuera.

 

Sonreí a mi hermana, sabía que desde que había vuelto intentaba llevar todo adelante, muchas cosas, y aunque quisiera, necesitaba relajarse un poco para adaptarse al ajetreo que asumía desde su vuelta a Ottery

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Le sonreí a mi hermano con su mueca, me gustaba chincharle era mas que una diversión para mi, pero la realidad de mi vida actual me cayó de golpe con lo que me dijo mi hermano:

 

-Me encantaría quedarme una semana durmiendo en una isla paradisíaca Matt pero de seguro que SJ se resentiría si me voy sin él y Sean aprovecharía mi ausencia para desaparecer y olvidarse que tiene un hijo por el que responder y hacer parte de su vida- me agarré la cabeza sintiendo como si el cansancio que cargaba constantemente me fuera a hacer implosionar, estaba a punto de echarme a llorar pero reprimí todas mis emociones, tomé un par de respiraciones profundas:

 

-Es muy difícil hacerle ver a un cabezota como Sean que hacer parte de la vida de SJ no es un privilegio sino una responsabilidad, él cree que desde que yo pueda suplir y solucionar todo lo que necesita el niño, entonces él no es necesario y me da mucha ira porque no se a que se debe ese cambio tan drástico... Cuando estaba embarazada no sabia donde ponerme, decía que quería darle a SJ el mundo entero y ahora. Ni para la caja de pañales.

 

Y a la final terminé vomitando todo, a la vista de toda la familia que podía escucharme.