Nigromancia

[Axel Rexdemort]

Axel sonrió, claro que era egoísmo, la misma nigromancia era una expresión de egoísmo, o por que otro motivo una persona estaría intentando aprender a revivir a los muertos, era egoísmo puro. Pero en ese momento se puso a pensar seriamente, ¿Perder algo? Axel no era capaz de usar la nigromancia, sabia un poco de artes oscuras, pero nunca indago en grimorios o libros que hablaran detalladamente de la nigromancia, fue cuando uno de sus temores se hizo presente. El danés no sabía nada previo de la materia, pero eso no lo despojaba de lo atractivo del conocimiento.

 

Que preguntas tenia. Acaso un “todo” sería una pregunta adecuada, el hombre mantuvo la boca cerrada, cuando Lyra se atrevió a preguntar, el solo bajo la mirada. ¿De qué demonios hablaban la mujer y el arcano, que se perdía? ¿Magia? ¿Conocimiento? Axel estaba algo confundido, aunque el siguiente acto del arcano fue por lo que había elegido aquella habilidad y prefirió preguntar algo más concreto después.

 

Rexdemort miro de arriba abajo el rostro del joven que descansaba en aquella mesa acercándose pausadamente para mirar con detenimiento su cara, sin dejar de escuchar al anciano mago. Casi inmediatamente que destaparon el cuerpo Axel llevo su mano derecha sobre su rostro, que hedor tan característico, el aroma de la putrefacción era espantoso, pero pudo notar suavemente, mirando por un segundo la otra mesa, el cuerpo del joven no apestaba nada en comparación al que seguía cubierto el cual desprendía un olor más fuerte.

 

El tatuado mago continúo escuchando las instrucciones del arcano, y ahora sus ojos pasaron de su rostro hacia su cuello, su pecho, su abdomen y después al resto. – Sorry bror. – Suspiro en danés, al entender la tarea, y mirar a Lyra a los ojos. Ella debería tener más experiencia en eso. Axel subió un poco más su pantalón a su cadera y se dirigió al arcano.

 

- ¿Podemos?… - Levantando ambas manos y señalando al cadáver. Axel coloco su mano derecha sobre el pecho del joven, la piel tenía una frialdad morbosa y la estructura celular de los tejidos era exageradamente tosca y poco coherente. La putrefacción era evidente, habían pasado días incluso podrían ser semanas desde la fecha de fallecimiento. La mano del Rexdemort palpo lentamente el pecho y bajo poco a poco hacia el abdomen, no era una sensación tan repugnante como había imaginado.

 

Lyra miraba en silencio, hasta que Axel hablo. – Madrina. – Levantando la cara, mientras tocaba su abdomen en el lado izquierdo. – Aquí se siente diferente al resto del cuerpo. – Sería posible que hubiera algo malo, quizá la causa de la muerte se debiera a algo en esa zona del cuerpo. – ¿Aquí está el páncreas? – Pregunto a la mujer, él no era precisamente el mejor conocedor del cuerpo humano.

[Lyra Katara Selwyn]

Me sentí más tranquila al escuchar las palabras del arcano. Sentí que había dejado el hospital justo a tiempo, antes de llegar a perder algo más. Me alegró saber que lo que sospechaba era cierto, que si en verdad esas personas estuvieran muertas, requerirían algo más que pociones o ungüentos.

 

No me molestaba ver los cuerpos estando acostumbrado a ellos, después de todo en los cursos había visto demasiados inferis y eran más tenebros que los cuerpos en si. Me paralice al escuchar la petición de Axel.

 

-Tengo que confesar que no conozco las enfermedades correspondientes a las partes del cuerpo, ahijado lindo. Toda mi formación en primeros estudios fue para enfermedades mágicas, era lo único que necesitaaba en el hospital.- Mencioné, haciendo la aclaración para los dos y sintiéndome apenada por mi falta de conocimientos en esa área.-

 

Sin pedir autorización, saque un libro del monedero de piel de moke, lo había dejado en el piso para poder trabajar en el mismo. Era una enciclopedia mágica de enfermedades muggles. Busque la zona por la que preguntaba Axel y asentí, esperando que al arcano no le molestará que tuviera una ayuda extra con el libro.

 

-Si, mira, es ese como indica el libro ese es el páncreas. ¿Te fijas cómo esta de delgado? Al parecer acertaste y tuvo una enfermedad relacionada con el mismo, suelen bajar de peso.- Mencioné. -¿Te animas a sanar esa parte?

 

Todavía nos faltaba mucho por revisar, pero al parecer mi ahijado había hecho un buen diagnóstico. Eso era nuevo para mi, suponía que bastaría con un episkey para sanar esa parte y cuando estuviera curado del todo, podríamos revivirlo.

 

El joven era demasiado pálido, pero eso no me preocupaba. Mi color de piel era muy parecido, asi que el color no indicaba nada de ninguna enfermedad al menos por el momento. Deje el libro en un rincón del cuarto igual que el monedero de piel de moke pero sin soltar mi varita.

 

Espere que Axel intentará la curación si lo deseaba, mientras pensaba en lo interesante que sería saber más sobre las almas. Mientras divagaba, me fije en el pecho de joven, ¿podría estar asi de pálido por perder mucha sangre? Era mejor no adelantarse.

[Axel Rexdemort]

Axel sonrió, al ver a Lyra reaccionar buscando una enciclopedia, no era la primera vez que veía que ella cargaba un sinfín de artículos diversos en su monedero, pero jamás se le ocurrió que tuviera un libro así de grueso.

 

Continuo palpando incluso un poco más fuerte, Axel supuso que no le molestaría mucho al joven hombre, de todas formas se encontraba muerto; era una escena un poco desagradable, pero el danés estaba preparado y miro por un momento al arcano, el tuerto solo miraba a sus dos pupilos, y continuaba en silencio. El Rex suspiro, al parecer se estaba acostumbrando al aroma del cuerpo.

 

Levanto un poco la cabeza, sin dejar de tocar al hombre, intentando descifrar aquel dibujo del cuerpo humano, era extraño jamás en su vida se había puesto a pensar en como funcionaban los órganos internos.

 

- Delgado. – Susurró el hombre, cuando Lyra menciono eso y parecía buscar nuevamente algo en su gran libro. Axel miro detenidamente el pecho del hombre

 

Pectorales bien definidos, abdomen trabajado, el joven en vida debió haber sido muy popular entre las mujeres, tenía un cuerpo bien desarrollado para su corta edad. – Lo siento amigo, no soy un pervertido, pero te tengo que tocar un poco más.- Le susurró al cadáver, Axel no perdía el sentido del humor aunque intentaba esconderlo un poco, la figura de Báleyr lo intimidaba un poco.

 

Axel presionó el punto donde él y Lyra descubrieron el páncreas, después el tatuado llevo su mano izquierda sobre el brazo del joven hombre, apretando un poco más fuerte. Axel se quedó en silencio y miro a Lyra, para después bajar la mano un poco, exactamente en sus piernas. Ese hombre se estaba convirtiendo en un enigma.

 

- Mira.- Apretando un poco más la pierna, intentando no lastimar más al cadáver. – Es delgado, pero no es delgado excesivo, en todo caso tiene… tenia buen cuerpo, aun se puede sentir musculo sobre sus brazos y sus piernas. – Axel, cerró la boca e hizo un gesto extraño. – Un episkey no puede curar un cuerpo muerto… ¿o sí? – Pregunto el mago a la mujer, para después apuntar sus ojos hacia el arcano, el cual seguía en completo silencio, el cuerpo estaba un poco hinchado.

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Sin esperar una respuesta del arcano, Axel suspiro y le sonrió con algo de pena a la animaga. – Tengo una idea. – Le susurro a la mujer, levantando la mano izquierda, aquella donde la palabra DEATH se encontraba tatuada, misma en la cual se materializo rápidamente una daga. El color brillante de aquella arma, Lyra también conocía esa arma, la daga del sacrificio.

 

El joven cerró los ojos por casi un segundo, y acto seguido hizo un corte poco profundo sobre su brazo. Lyra solo miraba confundida.

En un instante la habitación se inundó en un terrible hedor, el olor era asqueroso el corte había aparecido en el brazo derecho del cadáver igual que el del mago, donde borbotaba una sustancia negra y viscosa. Sangre putrefacta.

 

Axel intento no vomitar cuando su dago calló al suelo y desaparecio segundos después, el cuerpo se encontraba ya empezando el estado de putrefacción, la respuesta de la pregunta que había hecho, el solo ya la había respondido, era imposible que un solo episkey pudiera con eso. – Lo siento.- Se disculpó rápidamente el hombre, con su madrina y después con el arcano; cuando miro el rostro del cadáver, un líquido escurría lentamente desde la nariz, los oídos y la boca. Acaso Axel había pinchado sobre aquella burbuja de restos humanos.

 

- Lort. – Maldijo en danés, el cuerpo llevaba días muerto y ahora Axel lo había comprobado de primera mano, su cara mostraba preocupación y continuaba con asco. El rostro del hombre ahora lucia peor con aquellos líquidos oscuros chorreando.

[Lyra Katara Selwyn]

Observe todo lo que hacia Axel en silencio, sin saber bien que quería hacer con la daga del sacrificio. En el momento en que la sangre putrefacta salía del antebrazo del joven, sentí ganas de desmayarme o inclusive vomitar. No recordaba un olor así. Sin embargo, me sobrepuse al ver que Axel seguia sangrando.

-No te curaste, ahijado lindo. Recuerda que cada que uses la daga debes hacerlo.- Le recordé, mientras apuntaba su antebrazo con mi varita y pensaba.-episkey.

Mi ahijado ya estaba curado y no me afectaba tanto el aroma, volviendo a lo acostumbrado. Aunque lo que veía no era nada agradable, sin embargo, debía superarlo.

-Tendrás que limpiar su cuerpo antes de que lo revivamos. No, ni loca hago yo eso.- Le dije bromeando a Axel.-Respecto al episkey, es lo que se hacia en San Mungo, les aplicabamos primero un episkey, limpiabamos su cuerpo y entonces los revivíamos, de otra forma volverían a morir. A lo mejor funcionaba por lo que dijo el arcano Báyler, que no estaban realmente muertos, pero nada perdemos con probar.

Me alegraba llevar conmigo varias de mis pociones que podrían ayudarlo, en ese momento recordé la otra solución que teníamos.

-La otra opción es utilizar pociones y podamas, eso serviría hasta con un muerto.- Comenté.-Afortunadamente siempre vengo preparada con pociones, me gusta hacerlas, así que tenemos material para trabajar. Podríamos intentar las dos cosas. Tu aplicas el episkey y yo pongo las pociones.

Miré al arcano, esperando su aprobación.Eso era una situación a la que no estaba acostumbrada y a lo mejor estaba complicando muchos las cosas, no creía que el arcano Báyler nos fuera a enseñar como curarlo antes de revvirlo sin que hubiéramos sufrido un poco. O a lo mejor se apiadaba y nos enseñaba como hacerlo correctamente.

-Mientras no nos saque a patadas del lugar después del desastre hecho por Axel, todo estará bien.- Pensé.

Recordaba las otras habilidades, si bien en ambas no podía usar la magia con toda libetad, nunca había viisto nada como eso. Tenía que hacer algo para detenerlo. Sin dudarlo, fui de nuevo por mi monedero de piel de moke y lo traje de nuevo acercándome al cadáver.

-Voy a empezar a probar, no creo poder ver más esto.- Suspire, mientras señalaba el brazo con mi varita y pensaba en un curación

La herida del joven se cerro también, pero no estaba sanada por completo. Le quite la sangre con un sencillo aguamenti. y empecé a ponerle esencia de díctamo, para curar la herida. Para completar, le puse un poco de escencia de Murtlap. Estaba funcionando, la herida estaba sanando, con ello la sangre.

-Creo que tendremos que hacer eso en todo el cuerpo. Sacar la ponzoña de la sangre y después curarlo.- Estaba segura de que habría una mejor forma de hacerlo, pero no se me ocurría nada, excepto que aquel sitio terminaría hecho un batidillo si seguíamos con esa estrategia.

[Axel Rexdemort]

- ¿Qué demonios? – Suspiró el mago al escuchar a Lyra, la bruja podía bromear en un momento así, la idea de ella era realmente útil, pero aún faltaba descubrir que había ocurrido con aquel hombre.

 

Axel miro los ojos de su víctima y frunció el entrecejo con algo de frustración, que tipo de destino le habría ocurrido un hombre tan joven para estar ese día en la mesa de una mazmorra con dos magos trasgrediendo su cuerpo. Axel intento no pensar más en el pasado de aquel hombre y puso atención a los comentarios de su madrina, ella tenía razón lo mejor sería restaurar el cuerpo por completo, sin embargo sus ojos se posaron en el brazo del veinteañero, cuando Lyra no pudo cerrarla bien la herida que ambos tenían a causa de la daga. – Madrina, no podemos curarlo si no acabamos con el problema primero. – Susurró el mago intentando no ser oído por el arcano, al ver que la poción de díctamo curaba las zonas del cuerpo, pero no terminaban de cerrar.

 

La atención del danés se enfocó ahora en su mismo brazo, el corte había sido detenido y la sangre desaparecido, pero la del cadáver era totalmente diferente. – Madrina.- Apuntando con la mirada al brazo para que ella lo viera primero, cuando hablo de sacar la ponzoña.

 

- Pienso que todavía el usar hechizos curativos y las pociones de curación es muy anticipado. – Una pequeña gota de sangre negra caí lentamente de la nariz del cadáver. – Este cuerpo tiene ya un par de días muerto, si la sangre es negra porque se está pudriendo dentro de el mismo ¿No? ¿Necesitaríamos detener la putrefacción? – Preguntó el tatuado levantando un poco los hombros.

 

Buscando los ojos de la bruja, parecía que el hombre tenía otra fantástica idea, pero necesitaba contar con el apoyo de su madrina por si algo no salía como lo esperaba.

 

Lyra se quedó en silencio, parecía pensar en las palabras del Rexdemort, y no hizo nada cuando el mago volvió a invocar su daga del sacrificio. Axel le sonrió un poco nervioso, esperaba no cometer otro garrafal error, al final de cuentas solo deseaba aprender más de la muerte y el primer paso era ganarle a la naturaleza.

 

Axel giro la daga entre sus dedos y bajo un poco la cara para centrarse en el abdomen del cadáver. Pudo observar que Lyra no lo detendría de su pequeño experimento, así que sin pensarlo clavo lentamente el filo de su daga.

 

- Lurt. – Maldijo por segunda ocasión, el corte fue profundo de derecha a izquierda sobre el abdomen del hombre, la sangre negra volvió a escurrir desde la herida y el hedor era más prominente, pero ni eso detuvo al Warlock para terminar el corte presionando mas fuerte su daga contra su víctima, como si se tratase de una fruta.

 

La matriarca Selwyn miro la escena con asco y Axel casi juro que la escucho tragando saliva, cuando por fin había terminado la inserción mostrando a todos los presentes las viseras del hombre.

 

Axel no sabía nada del cuerpo humano, pero pensó que quizá esa masa amorfa y asquerosa de color negruzco debió haber sido el estómago. Intentando no vomitar al identificar los intestinos del muerto. Envidiaba un poco el temple de su madrina y del arcano Báyler, ellos parecían estar más acostumbrados a ese tipo de cosas, cuando ella apunto con la varita a algo que se movia debajo de aquella masa.

 

- ¿Qué demonios? – Axel observo sus dedos, se encontraban llenos de sangre después de haber efectuado el corte, pero su sorpresa no termino allí. Lyra había encontrado dentro del estómago un nido de larvas las cuales sobrevivían alimentándose a costa del hombre muerto.

 

Axel no resistiría más al ver a los gusanos blanquecinos. Pero solo intento mantener la calma, no podía darse el lujo de vomitar su desayuno sobre un cadáver abierto en dos, de seguro Báyler le prohibiría incluso el acceso a la Universidad si hiciera eso.

 

- Saquemos esas cosas, y busquemos la causa de la muerte. – Cerrando un poco los ojos y dirigiéndose hacia Lyra, la cual parecía conocer el siguiente paso en esa autopsia.

 

Si ambos podían detener la descomposición sería mucho más fácil sanarlo usando la magia o las pociones de Lyra. Axel solo pensaba en las palabras del Arcano en ese momento, a ninguna alma le gustaría regresar a un cuerpo infestado de gusanos y podrido por dentro.

[Lyra Katara Selwyn]

Al parecer su ahijado sabia más de curación que ella, sobre todo porque se la pasaba diciendo que lo que ella hacia estaba mal y eso la estaba comenzando a hartar. Pareció no haber aceptado la curación que hice primero en su brazo, con la curación que hice después en el cuerpo del joven, cosa que me frustro, porque nada tenia que ver una con la otra.

Ambas curaciones habían sido independientes, pero al parecer era inmune a los efectos de la daga y que no tenía que curarse. Todo este tiempo estuve engañada por lo que veía en mi ahijado.

Me mordí los labos, parecía querer corregirme a cada rato a pesar de la demostración dada. Y no iba a entender razones.

-Hazlo tu, Axel, ya que al parecer tu sabes más en esto que yo, que además no me doy cuenta de mis errores. Hubiera jurado que lo que hice en el brazo de nuestra víctima funcionó y por lo visto no fue así, que tonto fue pensar que lo aprendido en San Mungo serviría.- Comenté.- Pero como tu eres el experto, te cedo el honor, hazlo con tus recursos y tus métodos.

Había guardado mientras tanto mis pociones en el monedero de piel de moke y me hice a un lado para que el hiciera su parte. Si, habia visto un nido de larvas, pero no haría nada.

-En San Mungo no practique autopsias, asi que como dije, tu saca esas larvas de ahi, mas ayuda el que no estorba, ¿no crees?- Sonreí al decir eso.

Quizás en esa experiencia me tocaba aprender a mi, pero solo en esos momentos ya sentia que la nigromancia no era lo mio, más esa primera parte. En todo lo que había hecho me había equivocado como bien lo resalto Axel, que parecía disfrutarlo.

Deje que Axel hiciera lo suyo en la mesa de autopsias, lo peor seria que el Arcano Báyler me dijera también que no servía para la nigromancia si no era capaz de detectar las enfermedades que habían ocasionado su muerte. Era mejor no insistir y dedicarme a observar.

No me paso inadvertido el suspiro de mi ahijado cuando había intentado bromear, pero era cierto, no limpiaría nada de aquello . Tampoco bromearia más. Intente no mostrar el enojo y la desilución que sentía en esos instantes, más conmigo misma que con otra persona.

Editado 29 de Mayo del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Báleyr]

Si hubiera podido soltar una carcajada, lo hubiera hecho, pero prefirió la frialdad de su mirada a la sonrisa desagradable de sus dientes, que prácticamente nadie había visto desde hacía tiempo, escondidos detrás de sus finos labios, ocultos por su incipiente bigote y barba. Axel era un chico interesante, de pocas palabras y armas tomar. Algo le decía al Arcano que el chico iba a ser un excelente alumno. Por otro lado, Lyra parecía seguirlo y, al mismo tiempo, aconsejarlo. Eran familia, lo había notado antes. Los dos parecían complementarse como había visto hacer a Bastian y Valkyria. ¿Estarían dispuestos luego a separarse para enfrentar otros retos?

 

—Está muerto, no puedes hacerle mucho más mal— dijo el Arcano, cuando vio que Axel sacaba la Daga del Sacrificio. Pero eso no era del todo cierto.—Si sigues haciendo daño al cadáver, no nos servirá para el resto de la clase— le advirtió.

 

Luego suspiró con satisfacción, aunque a sus alumnos podría parecerles que suspiraba por cansancio o aburrimiento. Lyra sí que era alguien de armas tomar, como bien había descifrado al principio. En seguida decidió tomar la iniciativa de curar el cuerpo con ungüentos y pociones, algo muy común en la medicina mágica y, además, el cuerpo respondía como debía; curándose. Claro que todavía tenían que buscar la causa de su muerte y, ahora, de su estado de descomposición.

 

—Muy bien, joven Rexdemort— dijo con voz vacía cuando cortó el abdomen del cadáver y comenzó a hurgar en el mar de sangre negra, encontrando allí un nido de larvas—. ¿Creyeron que la Nigromancia era algo limpio y bonito? ¿Que traer a alguien de la muerte era conjurar unos lindos hechizos, palabras rimbombantes y el alma regresaría gustosa a este mundo? Lamento decirles que no, jóvenes aprendices. La muerte es horrorosa, nauseabunda, desagradable y normalmente no hay retorno una vez que te encuentra. Intenten no lastimar demasiado ese cuerpo—.

 

Báleyr se movió hacia el lado de Axel y le tendió un plato hondo metálico con con una serie de herramientas médicas de cirugía, como las que usaban los forenses muggles. Hizo una seña a Lyra para indicarle que había otro grupo de herramientas junto a ella.

 

—¿Teme ensuciarse las manos, Selwyn?— preguntó, mofándose de cómo la bruja le decía al otro mago que se hiciera cargo de la situación.—No aprenderá de esto simplemente mirando como alguien más hace el trabajo sucio. Si quiere ser una Nigromante, deberá ensuciarse las manos. Si no conoce aquel material con el que trabaja, ¿cómo espera emplearlo para sus propósitos?— agregó luego, alejándose para tomar asiento en su sillón.

 

Aquello iba a tomar tiempo.

[Lyra Katara Selwyn]

¿En verdad estaba pasando eso? Primero el arcano nos había advertido que el cuerpo debía estar lo menos dañado posible, cosa que estaba haciendo, al contrario de Axel quien para mi gusto lo estaba dañando más. Todo porque sino le sería difícil al alma retornar e iba a sufrir un intenso dolor.

Esas palabras se me quedaron grabadas, por lo que había tratado al cuerpo con respeto hasta ese momento.

-Piensen bien cuando esten trabajando en un cuerpo.- Había dicho el arcano Báyler.

Sin embargo, en ese momento había aplaudido las acciones de Axel, mientras qie yo era regañada, principalmente, porque consideraba que mi ahijado no había ningún trabajo con el cuerpo como nos pidió primero. El arcano había interpretado mal los motivos por los que no quería hacer nada, pero ¿de que serviría explicar que era cansado trabajar con alguien que invalidaba todo lo que hacias?

No era ninguna experta, pero estaba segura de haber hecho bien las cosas, hasta que se demostró lo contrario. Ninguno de ellos entendería eso, lo verían como algo infantil y quizás impropio de una aspirante a la nigromante, dirían que no tenía nada de malo que se me dijera que lo que hacia estaba mal, que era por mi bien.

-Como diga, pero desde mi punto de vista, Axel no hizo tampoco ningún intento de hacer el trabajo sucio. El solamente abrió el cuerpo nuevamente y no lo vi tratar de sacar ninguna larva, ¿o usted si arcano Báyler?- Pregunté.-Se ensució las manos, pero nada más. Tampoco intentó curar la herida del brazo, cosa que al menos yo si hice. Si para usted lo que hizo mi ahijado es trabajo, bien podría también dedicarme a abrir heridas en todo el cuerpo sin tratar sanarlas después. Axel solamente espero que yo diera el primer paso, por lo que exclamé esa frase que usted tomo a mal.

 

 

Hice una pausa antes de seguir hablando.

 

 

- Supongo que no puede ver todo con el único ojo que le queda, pero debería fijarse bien en todas las acciones, no solo en unas. Lo siento Axel, pero tus quejas me cansaron. He trabajado con cuerpos antes, y asdemás, si el arcano nos dijo que curáramos los cuerpos es que se puede hacer aún estando muertos. ¿O quieres que nos esperemos a revivirlo y curarlo? ¿Sabes lo que sufrirá si lo dejamos revivir asi? Piensa bien antes de criticar e invalidar a cada rato el trabajo de los demás, por lo pronto, ya tus protestas me cansaron, pero es lindo que te aplaudan cuando tu solamente dejas que los demás empiecen a limpiar y si uno protesta porque le dejan el trabajo sucio, esta mal. No se dio cuenta el Arcano de eso, pero yo si. la próxima no seas caballeroso y da tu el primer paso.Que f´ácil dejar que otro se ensucie, seguro que el Arcano te apoyará.

 

No había dicho ninguna mentira. Con esas palabras demostraba lo injusto del regaño, al fin y al cabo, mi ahijado solamente había visto con asco sus dedos llenos de sangre, pero sin intentar sacar ninguno de esos animales, o intentar hacer una curación. El Arcano antes de regañar a uno se debería fijar bien en lo que los dos hacíamos.

 

Me fije en las herramientas, tenía un plato hondo para poner ahi a nuestras pequeñas amigas, un enterótomo – principalmente para manejar los intestinos -, un cincel de cráneo, agujas, cortadores de costilla, un bisturí , tijeras, sierra para huesos, martillos con gancho, cuchillos largos y una sierra vibradora.

Suponía que no me quedaba de otra más que hacerlo con las manos, con las pizas seria demasiado tardado. No me gustaba nada de eso, pero no tenía otra opción más que perder la habilidad, cosa que no deseaba. En fin, a veces no había otra cosa que hacer actividades obligadas. Ya no me preocuparía tener cuidado con el cadáver. Imaginaba que no importaba el daño que hiciéramos mientras al final nos preocuparámos por dejar las cosas en buen estado.

Sin embargo, saque del monedero de piel de moke mis guantes de piel de dragón, usados en la protección general y que con ellos podía usar lo que quisiera. El arcano no me lo podría negar, ya que hasta los muggles usaban protección cuando hacian las autopsias, ¿porqué yo no podía protegerme? Saque también un cubrebocas y una bata completamente muggles y que no tenía ya que tener su registro en ningún lado.

-Si vamos a actuar como muggles, eso haré, pero hasta ellos son precavidos al trabajar en su ciencia forense, ¿porqué yo no habría de hacerlo? - Comenté.

No estaba convencida de usar las pinzas para sacar a las larvas, pero empecé a hacer mi trabajo, sin hablar. Aquella situación era incómoda para mi, igual sentia que era todo demasiado forzado, obligarnos a actuar como muggles en vez de usar la magia para solucionar ese tipo de problemas. Me enocgé de hombros, mientras el plato hondo que tenía se iba llenando poco a poco.

 

Mientras trabajaba en silencio, miré de nuevo el brazo en el que había hecho la curación desaprobada por mi ahijado, pero al parecer, esta estaba funcionando haciendo que el brazo se empezará a curar. Sonreí con sastifacción y recogi mis cosas y sali de la clase sin decir una palabra. La habilidad ya no tenía interés para mi.

Editado 30 de Mayo del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Axel Rexdemort]

Axel trago saliva, el solo observar a los insectos le había revuelto más el estómago intentaba no mirar directamente el cadáver, pero era imposible. El danés levanto la mirada sobre la mujer, porque estaba tan molesta de un momento a otro, era acaso que se había molestado porque prácticamente él había apuñalado al cadáver. Axel suspiro.

 

- Podemos “arreglar” – Haciendo una seña de comillas con las manos. – El cadáver antes de curarlo, de nada nos servirá un cadáver en buen estado cuando el interior está podrido. – Susurró el tatuado, pero al parecer la matriarca Selwyn no lo escucho, pues solo le dio la espalda después de dar media vuelta. – ¿Eh? – El hombre bacilo por un segundo. No entendía nada de lo que ocurría en ese lugar en aquel instante, Lyra lucia bastante molesta.

 

El mago no sabía exactamente que hacer, miro a los lados buscando ayuda, pero los comentarios del Arcano le cayeron como balde de agua fría, al escuchar la respuesta de Lyra, se estaba enfrentando al tuerto.

 

Axel continuaba en silencio, observaba a su madrina discutir con el anciano, sin hacer nada para intervenir, fue cuando la mujer se desato en contra de él. Axel estaba confundido al escuchar las palabras de la mujer. – Yo no estoy criticando. – Alcanzo a decir en aquella avalancha de comentarios que cada vez eran más mordaces.

 

El muchacho solo intentaba buscar alguna palabra para tranquilizar a su madrina, pero no sabía por donde empezar, no le molestaba que ella intentara curar el cuerpo, pero no sería más importante encontrar la causa de la muerte y sacar aquel nido de gusanos que lo carcomían por dentro, Axel no sabía como continuar en aquel momento que se puso cada vez más incómodo.

 

-Siempre podemos curarlo al final, una abertura como esta puede ser fácilmente cerrada con algún hechizo o poción, tal como ocurrió en el brazo. – Alego en su defensa, pero Lyra parecía demasiado molesta como para escucharlo, era acaso que realmente estaba criticándola, la ambición de conocimiento de Axel había lo había cegado.

 

-Pero…- El mago volvió a quedarse en silencio, cuando ella empezó a terminar el trabajo sucio, metiendo las manos dentro de las vísceras del cadáver para colocar los insectos en un plato donde Axel pudo ver su reflejo por un segundo.

 

El danés miro para todos lados, la mujer se quitó los guantes y salió en silencio de la mazmorra, dejando el plato con aquel asqueroso nido sobre la mesa y a él con una mueca de desconcierto en la cara.

 

-Arcano. – Pregunto el joven hombre, al darse cuenta que ella había salido y los había dejado solos. Observando el cadáver aun abierto, suponía que ahora debería ponerse a curarlo, justo lo que Lyra había empezado, pero aun no sabía que más hacer, ir tras ella, o esperar a que regresara. - For fanden!- Balbuceo en danés el escandinavo.

[Báleyr]

El Tuerto dirigió sus ojos a Lyra cuando ésta habló con enojo, denotándose en cada una de sus palabras que desaprobaba el modo de trabajo de su ahijado y, más aún, las correcciones que el Arcano había hecho para con ella. Báleyr frunció el ceño, pero no hizo más movimiento que aquel mientras volvía a posar su ojos celeste sobre el rostro de Selwyn. Era una muchacha brava, se notaba, pero aún le faltaban aprender algunas cosas y si ella no quería aprenderlas de él, bien podía decidir tomar otro camino. Más aún, el Arcano notaba con facilidad cuando alguien tenía potencial, así que tampoco la dejaría ir tan rápido.

 

—No me malinterprete, señorita Selwyn. Yo no he alabado el trabajo de Axel ni he rechazado el de usted. Ha utilizado el método que le pareció mejor para seguir mis instrucciones pero no funcionó. Axel tomó otro camino que ha dañado más el cuerpo con el que está trabajando y dio con algo interesante, más no he dicho que así deba llevarse a cabo. Les he dado herramientas y esperaba que ambos las utilizaran a su favor. ¿Acaso no ha visto el otro cadáver que está junto a usted?— dije, señalando el cuerpo de una mujer que había estado allí todo el rato, desde que ambos aprendices entraran en la habitación-. Usted ha decidido tomar el trabajo junto a él. Pero aquí tiene su propio cuerpo para utilizar sus propios métodos.

 

De nuevo le señaló la fuente metálica que antes le había tendido y donde aún estaban los instrumentos quirúrgicos, esperando para ser utilizados. Que Axel hubiera decidido tomar las acciones de Lyra como no válidas no hacía que el Arcano pensara lo mismo, sólo que se divertía viendo cómo a los aprendices les gustaba tirarse cosas los unos a los otros. La afronta de Lyra sólo le sirvió para darse cuenta de lo mucho que les faltaba madurar a los magos londinenses. Hubiera utilizado su magia para sacarla del recinto pero, ¿dónde estaría la diversión con la escena que estaba montando la bruja? Ella tenía su punto de vista, creía que el Arcano tenía favoritos y estaba muy lejos de ello.

 

—La mayor parte de los magos menosprecian a los muggles, pero su ciencia es avanzada y han descubierto cosas de medicina muggle con las que muchos magos desearían haber tenido antes. Trabaje como más cómoda se sienta, señorita Selwyn— gruñó, ahora pensando en lo descarada que era la bruja con sus palabras.— No con el cuerpo que está manipulando Rexdemort, con el otro— hizo una seña con la mano, por si aún no lo había comprendido del todo.

 

Se puso de pie para observarla mientras, testarudamente, la bruja seguía trabajando con el cuerpo mutilado de Axel. Finalmente, la joven tomó sus cosas y se marchó sin mediar palabras. Báleyr hubiera suspirado de frustración si no sintiera que aquello no valía la pena. No todos sus alumnos estaban preparados para enfrentar aquello y Lyra parecía no ser una de ellas. Era una pena, porque la bruja lo había dejado intrigado con sus primeras palabras, pero luego se había dado cuenta que ella quería sobresalir, no aprender. Dirigió su único ojo hacia Axel que parecía más desconcertado de lo que él había estado en principio y caminó despacio hacia él. Finalmente negó con la cabeza.

 

—Tendrás que curar ese cuerpo si queremos poder poner un alma dentro. Sino no resistirá que vuelva— dio la vuelta para mirar los instrumentos usados por Lyra y, con un movimiento de su bastón, los hizo desaparecer.—Vanidad, celos, arrogancia. Tres temibles defectos que he visto mucho últimamente— le dio la espalda al mago y, acto seguido, movió de nuevo su bastón para hacer desaparecer los cadáveres; uno que había quedado intacto.— Volverás mañana a practicar con otro cuerpo al que le hagas menos daño y te explicaré todo sobre las almas. Has trabajado bien, Rexdemort.

 

Y con eso, la puerta de la mazmorra se abrió para despedir al mago.