Libro de los Ancestros

[Niko Uzumaki]

- Tiene razón - El Tonks no podía evitar sentirse decepcionado por tener que ocultar su amuleto pero lo tomó con sus manos - Tienes una nueva tarea: evitar que se lo roben - Su elfo era como su mano derecha y sabía que seguramente estaba en su oficina en ese momento y podría escucharlo. Era un gran elfo y siempre estaba pendiente de la salud de Director y de protegerlo ante cualquier peligro, así que solo él podría saber su ubicación: detrás de los libros.

 

- Entiendo - La respuesta a su pregunta no era la que esperaba. No obstante, levantó la cabeza al notar que podía entrar dentro de esa lista de magos que podía utilizar la esencia. No le agradaba el poder pero siempre era bueno aprender cosas nuevas así que le emocionaba mucho comenzar a hacer parte de un grupo selecto de magos más por su conocimiento que por el poder que lograba con ellos - Entonces supongo que debo tener más cuidado - Su cargo lo hacía ser una posible víctima de la esencia y tendría que proteger todo.

 

- Esa me agrada - No le gustaba pelear pero si lo atacaban se defendería y demostraría sus habilidades mágicas. No era el Director de la Universidad y Knight dentro de su bando por suerte, era un puesto más que ganado debido a su experiencia. Además, contaba con haber sido Demon Hunter de la Orden del Fénix durante mucho tiempo en el pasado - Espero que nadie salga herido o algo termine dañado - Estaba seguro de sus capacidades pero era un hechizo nuevo y probarlo le daba un poco de miedo.

 

- Kansho - Pensó e inmediatamente apareció la daga en sus manos para absorber el hechizo enviado por Khufu. Unos segundos después notó como el mismo comenzó a viajar en dirección al guerrero para impactarlo. Era un arma muy poderosa e interesante en especial para aquellos como él que preferían defenderse sin realizar ningún tipo de daño o ataque directo aunque tenía muchos hechizos para generar gran daño.

 

- Al menos todo ha quedado en orden - Suspiró aliviado al notar que nada en su oficina se había roto. Practicar hechizos dentro de la misma no había sido una gran idea pero tenía que continuar con la clase y aprender a dominar todos los poderes del mismo.

[Khufu]

<<Obsistens>> pensé tan pronto como Niko absorbió mi hechizo con su propia daga; creando un cerco de materia luminosa azulada que me protegió del impacto del fugaz rayo que por escasos segundos alcanza mi cuerpo de torso descubierto en plena oficina del director universitario. ~Creo que tienes toda la razón, muchacho. Ya no será necesario conformar el caos en tu propia estancia... especialmente ante la práctica duelística de Kansho, como también de la anhelada Vara de Cristal. Sé que muchos magos y brujas desean con fervor aprender aquel arte, sólo con el propósito de invocar tal cayado sagrado de apariencia similar al cristal más puro del mundo. Pero el conocimiento Uzza no es para todos... sólo los dignos de enseñanza son aquellos que lograrán vincularse~ comenté, tomando un tenue respiro antes de proseguir con un punto importante que tendría que decirle.

~Joven Tonks, es trascendental que sepa que Kansho no regresa todos los hechizos... Hay uno en particular que únicamente lo absorbe; se trata de la temida maldición asesina... Avada Kedavra. También no se puede jugar al tenis, peloteando un único hechizo regresado por un Kansho enemigo... O sea, no podemos detener un ataque devuelto por otro Kansho con nuestra propia daga ¿Se entiende bien?~ consulté con tranquilidad, esperando que el rubio no se confundiera. ~Los ataques físicos de criaturas tampoco son regresados con Kansho... una simple tirada de Semillas de Hielo son suficientes para congelar sus propósitos ofensivos~ añadí, mientras pasaba uno de mis dedos sobre la cubierta del escritorio, buscando una pizca de polvo.

~Ahora bien... Es necesario pasar a la última fase de la clase teórica, Niko. Pero para eso tendrás que seguirme. Nos vamos de regreso al desierto. Fulgura Nox~ susurré la frase final, dejando abierta una brecha témporo-espacial delante del ojiazul; la misma que atravesé a la primera oportunidad que tuve tras un tenue temblor que sacudió mis manos y recorrió la parte baja de mi espalda. Ya la noche caía con majestuosidad, el firmamento estaba estrellado y la luna descansaba quieta en el manto nocturno gélido que calaba los huesos de quienes se atrevían a caminar a través de las dunas de arena a esas altas horas.

~¡Vara de Cristal!~ exclamé sonriendo; lo que hizo que mi varita, de madera del mismísimo Árbol de Fuego, se mimetizara con el tatuaje de mi brazo, enroscándose sobre sí misma y dando paso a un bastón de material mágico irrompible de tonalidad zafírea tan mística como el mar. ~He aquí el poder más incomparable del Arte de Los Ancestros. La fabulosa Vara de Cristal, Niko. Ten la confianza de ser capaz de transformar tu propia varita en esta arma que hace de un efecto a un simple rayo. Vamos... ¡Inténtalo! Es hora de que canalices toda tu energía... Hazla fluir desde cada rincón de tu cuerpo hasta tu mano portadora de fe; no vaciles... no dudes... ¡Sólo hazlo!~ grité en un alarido de batalla, tal como se incentiva a un verdadero guerrero de valor y convicción.

Editado 22 de Marzo del 2018 por Khufu

[Niko Uzumaki]

- Entiendo - Las palabras de Khufu quedaron en la mente del Tonks. No sabía si le estaba dando a conocer que era digno para aprender la magia Uzza y por eso le daría a conocer la forma de invocar la vara de cristal. Aunque también le podía estar diciendo todo lo contrario y él no se daría cuenta porque siempre pensaba lo mejor de las personas. Khufu había resultado ser muy diferente a los Uzzas anteriores en especial a Badru que era muy odioso.

 

- Menos mal es un hechizo que no deseo usar nunca - Las maldiciones prohibidas no eran de su agrado y nunca se atrevería a utilizar una pero tampoco deseaba ser víctima de una de ellas. Por eso prefería estar en espacios académicos seguro y lejos de los problemas que se presentaba entre los miembros de su bando y los mortifagos. Llevaba mucho tiempo sin participar en batallas y no lo haría dado que muchos años atrás había tomado la decisión de ayudar de otra manera.

 

- ¿Al desierto? Bueno, supongo que será interesante - Niko siguió a Khufu no sin antes revisar que todo estuviera en orden en su oficina y que su elfo hubiese escuchado las palabras del guerrero. No le agradaban las clases nocturnas pero eso solo significaba una cosa: Su aprendizaje estaba a punto de finalizar y de paso sería la hora de dormir nuevamente. Le agradaba tomar sus horas adecuadas de descanso y por ninguna razón las perdería.

 

- Vara de Cristal - Las indicaciones del guerrero habían sido tan claras como las palabras que Niko acababa de pronunciar. El Knight estaba muy seguro de lo que había aprendido junto con Khufu y esa seguridad fue la que le hizo pronunciar las palabras de esa forma. Su varita comenzó a cambiar de forma rápidamente para aumentar en tamaño y cambiar su material. Era la primera vez que invocaba su Vara de Cristal y no podía evitar su cara de sorpresa.

 

- Es impresionante lo que se puede hacer con un solo hechizo - La magia de los Uzza le parecía demasiado interesante y en ese momento lo estaba demostrando una vez más. El conocimiento que adquiría después de cada curso con los guerreros era demasiado impresionante como para ser verdadero pero se estaba comenzando a acostumbrar.

[Khufu]

~Perfecto~ susurré por lo bajo (casi exclamándolo con el pensamiento) con júbilo al ver que Niko había logrado hacer propia y única su Vara de Cristal; la misma que lucía maravillosa y brillaba con tanto fulgor como la mía, pese a la distancia que las separaba en pleno desierto Uzza. ~Para mí... el Arte de Los Ancestros es el gran paso que hay entre un mago ordinario y uno excepcionalmente poderoso. Tiene conocimientos muy profundos que no pueden ser revelados a simples mortales ni adquiridos por cualquiera. Es un afortunado, joven Tonks. No esperaba menos de quién es la cabecera actual de la famosa Universidad londinense~ felicité, alzando mi cayado al firmamento estrellado; lo que provocó que decenas de chispas azuladas iluminaran todo, incluso los orbes asombrados del rubio.

~Ya estás a un único paso de completar tu entrenamiento... y créeme que me siento honrado de haber sido tu maestro. Ahora bien... quiero que pruebes y corrobores el poder de tu bastón mágico contra un enemigo~ agregué sonriendo; gesto que se opacó a los segundos, en mi rostro envejecido, al ver que Sely se aproximaba al área con un pergamino en su mano.

Sin dejar que pasara más tiempo, pues deseaba que mi aprendiz pronto pusiera a prueba sus habilidades, abrí un portal tridimensional que se conectaba directamente con la montaña más alta de Estados Unidos de América; dejando que un majestuoso Snallygaster batiera sus alas con furia conformando corrientes eólicas que remecieron grandes masas de arena por doquier. ~Te presento a tu oponente... Mi hermoso amigo "Charlie". Usa el poder de tu Vara de Cristal para hacerle frente... eso sí... no puedes matarle. Sólo usa el arte Uzza... Y Niko... Ten cuidado con sus colmillos de acero cerrado. Que comience el juego~ vociferé la última frase; incentivando a que la criatura mágica se lanzara en contra de Tonks con tal de desgarrar y desmembrar su cuerpo a través de varios mordiscos.

Editado 29 de Marzo del 2018 por Khufu

[Niko Uzumaki]

- Muchas gracias - Las palabras del guerrero lo hicieron sonrojarse un poco. No estaba acostumbrado a recibir elogios o palabras agradables de parte de los uzza, así que no podía evitar sentirse un poco extraño en dicha situación. El aprendizaje de los conocimientos del Libro de los Ancestros había resultado muy interesante y quizás Khufu no era como todos los otros guerreros. El Tonks podría incluso volver para pedirle ayuda en caso de ser necesario algo que nunca sucedería con Badru o Bakari.

 

Su Vara de Cristal seguía siendo de Cedro como la original pero mucho más robusta y gruesa. Además, la longitud era claramente mayor que antes de invocarla y podía sentir recorrer la fuerza y magia del pelo de unicornio en su interior. El efecto del mismo se había potenciado y podía notar el brillo generado por el mismo. Sabía que su varita siempre cambiaría al invocar la de Cristal y le encantaba la forma que había tomado porque representaba justo lo que era. Al final habían aparecido 3 garras representado su capacidad de transformarse en un puma pero solo él podría entenderlo.

 

Khufu utilizó su magia para darle a conocer la criatura a la que tendría que enfrentarse pero no podía hacerle daño - Solo debo evitar que me ataque - Pensó, sabía que dentro de la magia uzza había muchos hechizos que podría utilizar pero no podía hacer un ataque muy fuerte como para generar daños - Creo que lo tengo - Había uno en particular capaz de inmovilizar a la criatura por un buen tiempo pero sin generarle heridas preocupantes o que pudieran llevarlo a la muerta.

 

- Semillas de Hielo - La Vara de Cristal inmediatamente hizo que el hechizo se convirtiera en un efecto y la criatura quedara congelada inmediatamente. Ahora estaba totalmente cubierta de hielo y no podría seguir moviéndose para ejecutar su tarea y luchar con el Tonks - Creo que eso es todo - Miró al guerrero para saber si había completado su aprendizaje o no pero pensaba que esa era su última tarea. El Knight estaba listo para la siguiente fase del proceso o eso quería creer.

[Mia.]

La carta de aceptación para cursar la clase del Libro de los Ancestros, había llegado hasta sus manos. Considerando la posibilidad de aplazar un poco más el inicio, se regaño mentalmente y negó con un movimiento lento de su cabeza. No podía hacerlo, deseaba seguir descubriendo todos aquellos poderes ocultos que los Uzza durante años habían guardado, pero que actualmente afortunadamente después de la coacción del Ministerio de Magia, los magos residentes de Londres, podían adquirirlos.

 

—Aquí tiene ama. —le entregó una bolsa con la copia del libro que pertenecía a la matriarca Black Lestrange y los demás aditamentos que complementaban al libro, como un par de anillos, la arena y algunas cosas más, que la criatura se había encargado de ordenar según las órdenes recibidas.

 

Dando una vuelta delante del espejo de cuerpo completo que tenía en su habitación, comprobó que el atuendo elegido era el correcto. Una simple túnica de color negro a juego con unas botas, y una fina capa de viaje que cubría sus hombros del poco aire frío que el invierno se empeñaba en dejar caer sobre territorio londinense. Sin pensarlo más, tomó su arma mágica y dio un medio giro, desapareciendo envuelta en una voluta de humo negro, que no tardo más que un par de segundos en disiparse.

 

En cuanto se encontró a las a fueras de la Universidad, soltó un suspiro. Había olvidado que Khufu era el extraño guerrero que odiaba pernotar en las viviendas designadas para ellos, él prefería vivir al aire libre y de la misma manera trasmitir sus conocimientos. Su primera misión, aunque le desagradará sería encontrarlo, porque el tiempo corría rápidamente y dentro de poco tendría que regresar a sus labores como directora del Banco Mágico de Gringotts, las cuales lamentablemente, consumían gran parte de su día a día.

 

—Ivashkov. —saludó al castaño en cuanto sintió la presencia del mago a sus espaldas— Llegas temprano, pensé que me tocaría buscarlo solo.

 

Comenzando su caminar por los al rededores de los terrenos referidos a los Guerreros, esbozó una media sonrisa en sus labios al saber que compartiría clase con uno de sus mejores amigos dentro del mundo mágico y con el que más que amistad había compartido para procrear a sus hijos. Negando lentamente, continuó con su andar hasta toparse con la figura de dos hombres que se encontraban concentrados en la elaboración de complicados hechizos. Al reconocer al director de la Universidad, supo que había llegado al lugar adecuado.

 

—Buenas tardes guerrero Khufu. —sus palabras fueron acompañadas con una media sonrisa en sus labios— Soy Mia Black Lestrange, una de sus nuevas pupilas. —completó sin mencionar su cargo ministerial, porque no consideraba importante mencionarlo a menos que fuese imperante.

 

@@Zack Ivashkov

[Zack Ivashkov]

Los últimos rayos del sol de la tarde se colaban por su ventana siendo apenas detenidos por sus ondeantes cortinas gracias a la ligera brisa que en sintonía con los mechones del castaño danzaban incesantes. Como soporte, utilizaba la baranda de su balcón mientras observaba a la nada, a la espera de todo. Había tenido días lo suficientemente aburridos como para desear ocuparse con grandes y muchas cosas. Y en aquella ocasión estaba en la puerta de lo que podía ser una aventura inolvidable de la mano de un guerrero Uzza.

 

No tardó mucho en recibir lo que tanto ansiaba, la confirmación de su inscripción al curso del libro de los Ancestros, ejemplar que ya descansaba sobre su mesita de noche junto con el resto de los objetos que traía. Todos ellos sin poder utilizar. El libro con muchas escrituras que su nivel mágico no le ayudaba a comprender y lo demás inútil, como si la magia hubiese sido absorbida. Entendía que eran medidas de seguridad, pues de lo contrario cualquiera podría usarlos sin siquiera atravesar el emocionante encuentro con su especialista, Khufu.

 

La percepción de Zack respecto a los Uzza no era tan buena. Cuando sus poderes llegaron a Londres, él fue uno de los elegidos para enseñar los primeros libros. Y para ello pasó por pruebas tan fuertes que recordarlas le hacían doler las extremidades y más allá. Deformó su rostro con una expresión de sufrimiento y agitó su cabeza para borrar las imágenes. Necesitaba la mejor actitud para su asistencia al curso, así como también la mejor disposición para aprender y dejarse llevar por aquél anciano que sin dudas, sabía lo que hacía. Todos eran demasiados sabios para siquiera comprenderlo.

 

La lechuza que traía el mensaje salió volando y él de la emoción ni siquiera le otorgó recompensa o la vio partir. Tomó todo lo que necesitaba y pudo guardarlos gracias a un hechizo en los bolsillos de la túnica gris que ya vestía. Lo único que dejó visible fue la impecable daga Kansho, en la cintura junto a su varita. Eran treinta centímetros de poder oscuro junto a una nueva arma que sin dudas utilizaría a menudo. Giró sobre sus talones y desapareció rumbo a La Academia.

 

Los terrenos de la institución siempre estaban abarrotados de estudiantes, gente ya experta en ciertas materias, como él. Pero muy pocos tan avanzados como para encontrarse con aquél anciano. Mientras buscaba el lugar que se le había indicado en la lechuza, se topó con Mía. Juntos caminaron hacia los terrenos deslumbrantes del verde pasto hasta coincidir con su objetivo. Esa vez estaba acompañado por Niko, el Director de ambos establecimientos de aprendizaje. La unión de magos distinguidos debió captar la atención de otros pupilos que pasaban a un costado, pues la presencia del Warlock y semejante compañía podría significar algo muy importante. O no. Como era el caso.

 

—Buenas tardes... casi noches — saludó con tono alegre esperando no interrumpir el adiestramiento de Niko —. Mi nombre es Zack Ivashkov, un honor — al igual que Mia, él tampoco presentó un cargo Ministerial o algo por el estilo, como era de costumbre. No era momentos para sacar a relucir su soberbia en presencia de un guerrero tan sabio. Al menos no todavía.

[Khufu]

~Excelente, joven Tonks... No tengo nada más que decir~ exclamé asombrado al ver que el snallygaster lucía tal como una estatua de hielo; haciendo uso del poder de la Vara de Cristal de una forma noble y limpia contra una criatura mágica tan bella como aquélla. Fue por eso que no tardé en conformar otro portal con ayuda de mi magia Uzza, aunque en esta oportunidad lo que sucedió fue que el ser alado fue absorbido por la brecha y trasladado inmediatamente de regreso a sus terrenos salvajes en Norteamérica. ~Ha sido un honor compartir mi sabiduría con un hechicero de buen corazón. Sé que utilizarás todo esto que has aprendido para el bien de la comunidad mágica, y no por tu ego. Eres un tipo fuera de mis prejuicios. Ahora bien... Ya es tiempo de que vayas a descansar, Niko. Sely te conducirá a una carpa donde puedes dormir. Te sugiero que tomes un baño en el río y comas un poco para recuperar energías. Mañana, cuando el sol salga... iniciaremos tu prueba de vinculación final ¿Estás de acuerdo?~ le pregunté con asiedad, lo que se notó al mover mis manos con mayor aceleración que la de costumbre por mis involuntarias contracciones musculares que se acentuaban cada vez más con el pasar de los años.

-Señor... Yo puedo dar de comer al joven. Tenemos unos víveres en casa. Como usted no acostumbra a alojar en su carpa... se han acumulado algunas cosas, es obvio- me dijo mi leal amigo; a lo que yo respondí con un gesto de aprobación con el reclinar de mi cabeza en señal de venia. Pero justo cuando estaba dispuesto a darme la media vuelta para ir a reposar a los pies de algún árbol; la presencia de dos individuos, en las proximidades, alertó todos mis sentidos; haciendo que desviara mi mirada rumbo al norte donde se proyectaban dos figuras en medio de la noche desértica. ~Yo diría buenas noches... jóvenes. Señorita Black Lestrange... chico Ivashkov... Yo soy Khufu, el Guerrero Uzza del Libro de Los Ancestros. ¿Qué es lo que les trae por acá? Siento que ya tienen en su poder el conocimiento del Caos... así que supongo que han venido con intenciones de ser mis aprendices ¿No es así?... Y de ser su respuesta un rotundo sí... ¿Qué les motiva a aprender mi arte? ¿Les agrada explorar lo desconocido? ¿A actuar sin mirar en las consecuencias de sus actos irresponsables al no poder controlar tamaña magnificencia? ¿Se consideran dignos de mi misericordia?~ consulté frunciendo el ceño, pues aquellos dos no me daban muy buena espina.

Editado 5 de Abril del 2018 por Khufu

[Zack Ivashkov]

Bastó llegar juntos para despertar las sospechas del guerrero. Además de corregirles el saludo aprovechó para bombardearlos de las típicas preguntas profundas que hacían todos. Lo mismo pasaba con los Arcanos. Eran magos y brujas con tanto conocimiento que no confiaban en mostrarlos a cualquiera. Ellos como Mortífagos se podrían considerar "cualquiera", pues no es que utilizaran su poder para implantar la paz en Ottery. Sin embargo, Zack y Mía tendrían que mostrar sus mejores dotes de actuación para lograr recibir la clase y obtener más conocimiento del libro que ya tenían en su poder.

 

— Por supuesto que sí — esbozó una sonrisa afable para Khufu antes de retomar la palabra. Había que ser muy cuidadoso al tratar con ellos —. Entiendo que antiguos guerreros han plasmado sus amplios conocimientos en este libro en forma de diferentes hechizos y objetos de alto poder. Esto, como miembro activo de la comunidad mágica de Londres me llama la atención pues entenderá que están siendo tiempos difíciles respecto a la delincuencia organizada de esos enmascarados que todos conocemos — intercambio miradas con Mia con un rostro lo suficientemente serio como para resultar creíble —. Y ahora que el único grupo que les hacía frente está más ausente que nunca, como Warlock, me es necesario tener un nivel mágico adecuado para responder ante cualquier imprevisto en el Ministerio o en Ottery en general.

 

Guardó silencio unos minutos mientras negaba con su cabeza en señal de desaprobación. Para cualquiera podría resultar aterrador que los Mortífagos dirigieran un pueblo entero mientras la Orden del Fénix se mantenía oculta cual cobarde en su madriguera. Y justo eso era lo que trataba de exteriorizar. Como personas influyentes en Londres debían estar capacitados con las habilidades y conocimientos necesarios para frenar cualquier acto que perturbara la paz de la comunidad.

 

— Es admirable su arte y lo mucho que puede hacer con tan poco, señor — soltó elevando las cejas en señal de asombro, recordando las anécdotas de los amigos que ya habían superado sus clases —. Espero que me dé la oportunidad de familiarizarme con este poder y contagiarme de su ingenio para utilizarlo sabiamente — asintió en señal de reverencia guardando silencio. Si bien admiraba a todos los Guerreros por igual que a los Arcanos, no quería llenarlo de adulaciones innecesarias. Sólo esperaba tener su aprobación para iniciar el curso, su destreza se encargaría de finalizarlo satisfactoriamente.

[Mia.]

Le pareció totalmente ridículo qué por el simple hecho de haber llegado Zack y Mia juntos, hubiesen despertado las dudas del guerrero, ¿Qué nunca dos de sus pupilos se habían encontrado? ¿Qué acaso en la comunidad de los Uzzas no existía la amistad? Negando lentamente, miró al Ivashkov y entendió lo que intentó trasmitirle, actuar. Eso era algo de todos los días para ellos, así que no les costaría gran trabajo hacerlo y estaba dispuesta a mostrar lo mejor de su personalidad sí, a menos que la hicieran desesperar y molestarse. Por lo que permitió que su compañero hablara primero y ella complementaría sus respuestas.

 

—Cierto, son noches —aceptó de buen grado la corrección del guerrero—. Con el árbol del fuego tan cerca es difícil no pensar que aún faltan algunas horas para anochecer. —finalizó con una sonrisa en los labios, mientras analizaba sus respuestas.

 

La motivación a aprender era bastante sencilla, tener más conocimientos dentro de una sociedad, que comenzaba a podrirse tanto, que estaba segura de que tarde que temprano se reformaría gracias a las buenas acciones y planes que habían desarrollado los mortífagos.

 

—Sí, estoy ansiosa por aprender todo lo que el libro de los ancestros esconde en su interior —comenzó con su explicación—. La principal motivación, es estar preparada para cuando se requiera usar el poder de los libros para ayudar a la comunidad mágica, como se lo ha dicho Zack, vivimos tiempos difíciles, que requieren que personas de la sociedad civil se preparen para combatir aquellas fuerzas oscuras que amenazan cada día nuestra paz.

 

Intentando mantener su voz tranquila y firme, continuó expresando parte de lo que muchas veces había ensayado, y dicho anteriormente a los Uzzas, lo cual en parte era cierto, porque sí deseaba seguir preparándose como bruja y adquiriendo más conocimientos. Con la Orden del Fénix, escondida era mejor aprovechar el momento y prepararse tranquilamente.

 

—Créame guerrero, que me gusta explotar lo descocido y debo admitir que nunca he podido darme el lujo de no afrontar las consecuencias de mis actos —admitió con un suspiro— Como directora de Gringotts, la economía de la comunidad mágica de Inglaterra esta en mis manos, medito y asimilo cada una de mis decisiones y por lo tanto, aceptó la responsabilidad de cada uno de mis actos, ¿usted podría vivir con la responsabilidad de saber que si uno de los grupos de criminales ingresa al banco y no los detine habrá quebrado al país? —preguntó al Uzza, considerando segundos atrás, que quizás se había pasado.

 

Respirando profundamente, medito un poco sus palabras, justo antes de continuar.

 

— No es necesario que me responda, porque igual, uno de poder mágico y otro es solamente la responsabilidad moral que he asumido y aquello que permite a las personas vivir dignamente, pero mi ejemplo es claro… y si, digo que soy digna de ser su pupila y aprender de usted, la manera correcta de usar los poderes y con ellos, continuar salvaguardando el Banco Mágico. —finalizó con una sonrisa tranquila en los labios.