Mansión "Ojo Loco" Potter Blue (MM B: 78439)

[Lucrezia Di Medici]

Passepartout, elfo doméstico.

 

- Puedo venir aquí cuando quiera, mi amo era patriarca ¡Trozo de ¡%"$·$·&!- lanzó en élfico con ímpetu, con un grito que se unió al que retumbó en todas las casas.

 

¡Cómo le gustaba lanzar improperios! Passepartout encontraba en ello un escape liberador a la presión que estar bajo el mandato de una joven y petulante aristócrata. Además encontraba en su viejo rival del servicio de la “Potter Blue”, Harpo, un perfecto sujeto al que redireccionar su profunda frustración. Sus insultos eran claramente para aquel elfo doméstico que cuestionaba su repentina presencia en la mansión, pero ocultaba detrás furia contenida.

 

Bastaron unos segundos más para que los ojos de Passepartout se encontraran con la característica cabellera violeta de la matriarca Potter Blue. Decidió recibirla con una impostada expresión de desprecio, sabiéndola exigida por Lucrezia. El elfo doméstico sabía de las viejas discusiones entre ambas mujeres por el matriarcado de la familia, con la italiana reivindicando sus derechos como heredera de los bienes de Thiago y Sagitas alegando su más que legítima posición como única matriarca de la familia.

 

- Ama Sagitas…- susurró, reparando en los restos de pastel que se deslizaban por sus ropas.

 

Passepartout no estaba sometido a las órdenes de la bruja, pues no era oficialmente un sirviente de la familia, pero muy en el fondo de su subconsciente le guardaba cierto aprecio. Si, por más que confundiera o mal pronunciara su nombre en reiteradas oportunidades. A pesar de no haber interactuado con ella más allá de su época junto a Thiago, siempre había mirado con buenos ojos el trato de la payasa con los de su clase. Los modos de Lucrezia frente a los elfos domésticos eran, en contraposición, cuanto menos cuestionables…

 

- No, el ama Lucrezia no ha muerto. La situación de los países y el negocio familiar la ha traído de vuelta a Ottery y, mientras remodela su propiedad, ha decido pasar por aquí. Verá usted…El ama Lucrezia tiene noticias. Espera que pueda hacerse un tiempo para hablar con ella. Es lo que querría Thi…- frenó en seco, recordando vívidamente la voz de Médici enseñándole como referirse a sus propietarios.- Es lo que querría el amo Thiago.

 

Fue entonces que una voz interrumpió el intercambio. Los redondos ojos café del siervo se fijaron con un dejo de molestia en una mujer, que parecía divertirse con la escena desde la comodidad de un sillón. No recordaba haberla cruzado en sus días lustrando hasta el último centímetro de los suelos de la mansión "Ojo Loco" Potter Blue, ni tenía presente el conocerla de algún lado. Sin embargo, aquella acusación no era algo que pudiera permitir. Elevó un dedo acusatorio, adelantándose unos pasos hacia Tamarindo.

 

- El ama Sagitas se equivoca. Lucrezia Di Médici no necesita robar nada, pues posee más propiedades que las que usted soñará con tener en su vida.- exclamó con un tono altanero, imitando a la aristócrata.

[Lisette Ryddleturn]

La chica estaba sentada con las demás, solamente mirando todo el escenario de cómo se iban dando las cosas y al final había decidido mejor no meterse en aquellos asuntos

Había hecho aparecer un pequeño libro para leer, la comodidad de sencillamente estar con la familia era lo que la hacía feliz y eso le bastaba para estar tranquila, solo escuchando sus discusiones

Y si acaso riendo un poco de vez en cuando, al ver las travesuras que creaban entre la pelirroja y la otra chica, pensando que en verdad los Potter eran una familia de lo más peculiar

Desde que había llegado al pueblo no había podido hacer menos que amarlos y amar su peculiar manera de ser y de vivir, siempre tan energéticos y entusiastas que lo contagiaban todo

Pero el que de repente no solamente apareciese una jovencita muy borracha diciéndole de cosas al muchacho que también era ladrón y que vivía en aquella casa sino la llegada del elfo la habían sorprendido

Sobre todo cuando empezó a hablarle de esa manera tan fea a la chica que se sentaba al lado de Hayame y que jugaba con ella, como si hubiera dicho muchas maldiciones a un solo tiempo

Que raro, los elfos era muy raro que fueran tan agresivos y no se imaginaba cómo iba a reaccionar ahora la familia en general, puesto que dudaba que fueran a dejar que nadie le hablase de esa manera a una amiga de la familia

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Si el olor a licor era de ella. En serio Alessandra bebiendo??. La parte iracunda y enojona la conocia y no parecia haber mejorado ni un poco, pues al parecer tenia el gen heredado de Sagitas de querer lincharme. Pero que se diera a la bebida...pues no. Y eso que conocia mucho de los bares de Diagon como consimidor y suministrador y no la habia visto en trotes como para dejarla de esta forma. En fin ya que se habia iniciado esta conversacion mejor continuarla aunque mejor sin SJ a la vista.

 

-Bien creo que esta es conversacion para mayores...aunque dudo ahora mismo que tengas las facultades de uno- dije algo molesto mientras tomaba asiento...oye podria ser contrabandista y ladron pero no mentiroso..o bueno no tanto- mejor deja a SJ con Harpo u otro elfo asi tendremos menos incovenientes a la hora de lanzar insultos.- si era evidente que con el enojo reflejado en su rosotro no faltaria mucho para que apareciesen.

 

Ahora bien sobre la pregunta que habia lanzado a continuacion....

 

-Bueno pues pretendo sentar cabeza y hacer feliz a tu madre y Sj- para algo me casaba no??....- y de paso tentar al suerte y ver si me hago de la fortuna de Sagitas.

 

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[Leslie Ashryver PB]

Apreto a SJ mas a su pecho cuando Sean volvio a hablar sobre dejar al niño bajo el cuidado de los elfos, no lo soltaba porque no le apetecia ser arrestada por asesinato pero su enojo iba en aumento por lo que esta vez le consedio la razon a mago

 

-¡Mar!- llamo a su elfina que aparecio frente ambos con la curiosidad escrita en sus grandes ojos negros -lleva a SJ a mi cuarto para que pase un rato con Richard y Pete- le explico a la criatura entregandole el niño.

 

Dejo que ambos se marcharan dejandola sola con Sean que estaba sumante relajado hablando. Su rostro a caus del alcohol y su enojo tenia las mejillas de un rojo furioso.

 

-Si quieres hacer Feliz a mi madre vete- gruño -solo le traes dolor de cabeza y tener el corazon roto todo el tiempo- lo fulmino con la mirada recordando a Luna y a su pequeño nieto.

 

Bufo exasperada.

 

-Trabaja si quieres dinero- puso los ojos en blanco ante aquella estupidez.

 

-A todo esto mi abuela sabe de tu "boda" con mi madre?- le pregunto ansiosa esperando que su abuela se pusiera de su lado para hecharlo o espantarlo.

 

 

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[Sagitas E. Potter Blue]

Mi mirada se dirigía de forma casi única hacia el elfo Passtutti. Bueno, el nombre siempre se me había atragantado, algo que siempre le había dicho a mi hermano, que lo rebautizara. ¿O no se lo había llegado a decir? Pues pensar, lo había pensado, y eso que creía firmemente en que los elfos deben llevar los nombres que ellos quieran, no cambiarlos a cada dueño nuevo que tuvieran, que no eran esclavos.

 

Pues eso, que ese elfo se llevaba toda mi atención porque su presencia despertaba mil alertas en mi interior.

 

-- ¿Qué...? -- Era una pregunta dirigida hacia mi hermana Hayame; no acababa de entender aquello de casarse y descasarse. El elfo y sus palabras me mantenían tan absorta, que no veía los demás presentes, ni sentí los gritos de una mujer que entraba gritando a la casa; si hubiera prestado atención, hubiera reconocido a mi nieta Alessandra y le hubiera dado muchos abrazos por la alegría de verla en la mansión. A quien sí sentí fue a Tama, diciendo que alguien me quería robar la mansión.

 

Asentí, esa era la idea que tenía yo. Si era cierto lo que decía Passtutti, La Doña Lucrecia había aparecido de nuevo por la mansión. Bufé. Y me encogí. Por unos instantes, muy breves, tuve la sensación que el elfo iba a darme una bofetada por hablar así de su ama y desearle la muerte. Después, cuando noté que su gesto se acercaba más a un acto amoroso (bueno, tal vez no tanto pero sí cordial) y que me quitaba otro resto del pastel que alguien (espera... ¿no había dicho Tama que había sido Hayame? Mirada breve pero intensa a la pelirroja) me había lanzado a la cabeza, me hizo sentirme irreal.

 

Y ya cuando mencionó a mi hermano Thiago, se me fueron las fuerzas de las piernas. Su mención trajo tan buenos recuerdos vividos con él y tan amargos cuando se fue que casi me caigo al suelo. Digo casi porque Harpo gruñó al elfo sobre su falta de tacto y puso una silla bajo mi, con lo que impidió que mis posaderas llegaran a tocar el suelo.

 

-- ¿Có...? ¿Cómo sabes que... Thiago... querría que habláramos? Está... -- cruel, eso no lo diré nunca. --... Ausente.

 

Me chafé más contra la silla de madera. Menos mal que era incómoda; si llega a ser un sofá con un cojín mullido, me hundo en él.

 

-- Bueno... Hum... Sí, supongo que podría dedicarle unos minutos de mi tiempo. No tengo mucho. Hay gente que se casa en esta casa.

 

Hum... ¿La sorpresa había sido tan grande que no recordaba que yo no estaba invitada?

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ahi con ese tono rosa en las mejillas debido a una mezcla de alcohol y la rabia que la invadia Alessandra se parecia mucho a su madre en similares condiciones. Aun me acordaba de su expresion cuando la habia tenido que subir al cuarto cuando la mansion habia sido atacada en todo este embrollo de las elecciones. Respire profundo y espere a que mis palabras surtieran efecto y al parecer la borrachera no era tanta ya que Alessandra dejo a SJ a resguardo de su elfina para asi de seguro ponerse los guantes y atacarme por mis puntos bajos. Y asi hizo.

 

-Sabes..hace mas de dos años hice caso de tu consejo y me fui y tanto Penerela como yo cointinuamos siendo infelices- dije rascandome la cabeza mientras miraba a la bruja que tenia en frente. -asi que por falta de intentarlo no fue...al parecer tenemos una conexion que va mas alla de todo entendimiento...y mas alla de todos mis vicios.-podia hacer ahora mismo una catarsis de mea culpa, pero no...tenia flojera.- Se que he cometido muchos errores pero estoy tratando de enmendarlos....TODOS.

 

Y cuando decia todos era todos. Trabajar el doble para pagar manutenciones, al parecer Alessandra no habia entendido la broma sobre robarle a Sagitas. Hacerme responsable por mis irresponsabilidades, vaya trabalenguas. En fin...que tenia un largo viaje de expiacion por delante.

 

-Sagitas???..Pues claro que lo sabe y apoya a su manera- si, negar que aun conservaba ese instinto de querer asesinarme cada dos por tres, seria un error ya que en cuanto al tema boda ya habiamos tenido mas de un rifirafe.

 

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[Lucrezia Di Medici]

Passepartout, elfo doméstico.

 

Passepartout no cayó en la crudeza y la frialdad de sus palabras hasta advertir la reacción de Sagitas; fue tal la sorpresa de que de su boca saliera una declaración tan inconsciente que obvió el gruñido de Harpo, que de haberlo escuchado habría respondido. Cuando se percató que la Matriarca perdía el equilibrio atinó a contenerla en sus brazos, pero su rival élfico fue mucho más rápido- tal vez por la experiencia de tantas situaciones similares en la “Ojo Loco”- y colocó una silla a sus espaldas. El sonido del impacto fue seco.

 

El elfo doméstico, que ahora se encontraba bajo el duro mandato de Lucrezia Di Médici, se abstrajo un momento de toda la situación para recordar a su antiguo amo. En su fuero interno se materializó el jovial rostro de Thiago, donde siempre se podía admirar una sonrisa amable, de esas que contagian por su honestidad. Su mente se remitió a la madrugada que, aprovechando con tino que los prefectos dormían plácidamente luego de sofocar su último intento de atacar a la casa rival, Thiago había requerido que lo asistiera con las bombas fétidas que había elaborado para despertar a la Academia entera. O esa otra vez que dejó plantada a su antigua pareja Ariane Dumblendore...

 

- No ama Sagitas, no quise que interpretara eso.- dijo con un tono complaciente, colocando instintivamente su mano sobre la rodilla de la mujer para ¿calmarla?.- Thiago sigue vivo o al menos lo estaba hasta la semana pasada. Aunque ya sabe como es de habilidoso, sobrevive a todo ¿Recuerda esa vez que los mortífagos atacaron la mansión por primera vez?

 

La ilusión nostálgica que brotaba de sus palabras se correspondía también con sus acciones. Inconscientemente comenzó a acariciar la rodilla de Sagitas con la ternura con la que ella dejaba fluir entre sus dedos el negro cabello de Thiago cuando este, muy asiduamente, se pasaba de copas. Aquella atmósfera cálidamente familiar plagada de recuerdos había embriagado a Passepartout, llevándolo a contrariar el mandato de Lucrezia de destratar a Sagistas. Él era más fuerte que eso.

 

- ¿Recuerda hace unos años, cuando el amo Gryffindor apareció herido por los terrenos de la mansión? De un instante para otro se desvaneció y tuve que llevarlo a cursas. San Mungo estaba cerrado y él no confiaba mucho, por así decirle, en el personal de Santos Mangos. Así que lo lleve a Villa Médici, una de las propiedades del ama Lucrezia.

 

El elfo doméstico podía percibir aun los rastros de preocupación en la expresión de Sagitas, a la que solía relacionar con un espíritu revolucionariamente alegre en el contexto por siempre belicoso de Ottery St Catchpole. Atento a atender a la mujer y a no permitir que Harpo volviera a adelantársele decidió tomar cartas en el asunto. Un chasquido de sus esqueléticos dedos bastó para que se invocara una tetera, cuyo vaporoso contenido era parte de la más selecta reserva de la Casa de Té propiedad de los Médici. Aquella infusión, tratada y cosechada por experimentados herbólogos, traería tranquilidad a la Matriarca.

 

- Lucrezia trató de detenerlo, indicando que apenas terminaran de curarlo lo retuvieran en la habitación. Uno de los días posteriores su cama amaneció vacía y hecha: confundió al personal con algún hechizo de su elección y desapareció nuevamente.- Passepartout interrumpió unos segundos su explicación, mientras inclinaba la tetera para dejar caer el té dentro de una taza de porcelana recién materializada- Desde ese día el amo Thiago ha enviado periódicamente postales imposibles de rastrear, pues usó correspondencia muggle y no lechuzas.

 

Passepartout le alcanzó con sus trémulas manos la bebida a la Matriarca y retrocedió un paso. El elfo no era tonto y percibía con el rabillo del ojo la expresión acusatoria en el rostro de Harpo, quien extrañamente observaba la delicada situación sin emitir palabra. Instó con un gesto de su mano a Sagitas para que bebiera la dulce infusión de mágicas propiedades sedantes y continuó con su historia, no sin antes volver a desvanecer la tetera que levitaba a su lado.

 

- Es muy esquivo. La última vez ha enviado una postal de Grecia, pero la pequeña mancha de cerveza en una de las esquinas nos llevó a La Taberna del Loro Tartamudo en la antigua Academia, donde Thiago había cursado sus estudios.- la ayudo a rememorar, mientras la observaba con sus esféricos ojos café.- La realidad es que desapareció para protegerla, ama Sagitas. A sus oídos habían llegado los rumores de que su pertenencia a esa organización, ya sabe, la Orden del Fénix había sido descubierta por La Marca.

[Leslie Ashryver PB]

La mandivula de Alessandra quedo colgando varios minutos porque no recordaba como cerrarla, ¿¿¡Sagitas los apoyaba!?? Pero que caraj.

 

<<Pero a su manera>> le hablo una voz interna.

 

<<Largate>> se quejo.

 

No importaba a que manera, se sentia traicionada por su abuela, contaba con ella como mejor apoyo para oponerse pero ahora esa boda seguia su curso hasta que Sean pasara a ser parte de su familia.

 

<<Pero tu madre sera feliz>> le recordo.

 

El alcohol se habia disipado de su mente y la pena le embargaba hasta hacerse notar en su rostro. No podia culpar a su madre de querer tener a alguien en su vida, aunque dentro suyo se sintiera herida por el hecho de que el recuerdo de su padre se esfumaria, queria la felicidad de la morena pero dudaba que Sean le diera el cariño que su madre buscaba y necesitaba.

 

-Conexion que va mas alla de todo entendimiento- repitio bufando con burla a aquellas palabras.

 

No confiaba en hombres como Sean, ella habia cometido el estupido error que su madre, varias veces, y termino con el corazon destrozado que solo el tiempo y sus hijos de habian encargado de curarlo hasta la aparicion de su esposa Kamra.

 

Miro su alianza de boda para despues ver a Sean -¿que planeas hacer para que mi madre sea feliz?-

 

 

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[Sagitas E. Potter Blue]

A pesar de sentir las voces de Sean y de Alessandra fuera de la sala, ni tenía fuerzas de llamarles, de hacer de buena anfitriona (espera, ¿buena anfitriona con Sean? Me estaba afectando oír hablar de Thiago). El elfo de mi fallecido hermano me puso la mano en la rodilla mientras intentaba explicar sus palabras. El gruñido de Harpo me hubiera arrancado una sonrisa en otra ocasión pero ahora no pude ni mover los labios para decir que no pasaba nada. Lo que acababa de decir el elfo me había desconcertado.

 

-- ¿Có...? ¿Cómo...? ¿Qué...? ¿Qué Thiago estaba vivo la semana pasada? ¿Puede seguir vivo ahora...?

 

La sorpresa ahogó el grito que iba a lanzar, que seguramente hubiera sido de rabia. ¿Thiago vivo? ¿VIVO...? Intenté mirar a Passaportutto para que me explicara eso pero las piernas ya dejaron de funcionar, como si tuviera una parálisis total. Menos mal de la silla...

 

-- Estoy segura que... ella... me dijo que... -- ¿Estaba segura? ¿Lucrezia, hacía años, le había dicho que estaba muerto o desaparecido? Tantas cosas habían pasado desde entonces que ya ni recordaba aquella conversación, excepto la furia que le entró cuando ella reclamó la parte de mi hermano. -- ¿Cómo que lo hizo para salvarme?

 

Levanté la mano inerte y la posé en mis labios, intentando reprimir las consecuencias de haber dicho eso en voz alta en medio de la sala. Después conseguí preguntar algo más.

 

-- ¿Cómo es que él sabía eso, que La Marca conocía mi secreto? -- Me levanté de un salto, recuperando la fiereza que me surge cuando me enfado. -- ¡Me importa un pimiento que esos malditos mortífagos conozcan que soy miembro activo de la Orden. ¡¡Yo quiero a mi hermano de vuelta a su casa!!

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Al menos habia logrado cierta discusion interna. El hecho de que Sagitas al menos de palabra habia estado de acuerdo la habia sacado de paso o eso pensaba. A fin de cuentas ya no gritaba como posesa eso de Sean malo, Sean te odio....etc. Claro sabia que no se estaria tranquila con eso y que la paz no duraria mucho. Me prepare para el contrataque y la serie de argumentaciones que tendria que dar que de seguro, segun sus espectativas, tendrian que ser como en unos 5 pergaminos por delante y por detras. Apenas segundos y ya venia la primera pregunta.

 

-Alessandra, se que te procupas por tu madre..pero no crees que esa pregunta es los suficiente intima- dije mientras me frotaba los dedos para entrar en calor las manos- a fin de cuentas somos adultos por lo que podemos resolver esos detalles entre nosotros.

 

Algo muy cierto. Sabia lo sobreprotectores que eran los hijos pero ya Perenala no era una adolescente asi que podria tomar sus decisiones y de hecho ya habiamos conversado los que queriamos del otro y lo que esperabamos. De ahi salio un compromiso mutuo para que la felicidad fuera cultivada por ambos. Por su bien mejor no entrar en detalles.

 

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