Sangiovese & Merlot (MM B: 113324)

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier.

 

Siguió la mujer por una serie de puertas y salones hasta llegar a una que daba a un patio interno, fuera el frío de la calle no se sentía allí reinaba una agradable temperatura que recordaba la primavera, hasta el aire olía distinto. Tierra, agua, flores, hojas, parecían que se hubieran transportado cientos de kilómetros de la urbe que era Londres a un apacible bosque. 

 

-Esto es hermoso - reconoció Scott admirando los cerezos en flor y la pequeña cañada de aguas transparentes que tranquilamente discurría por el jardín. -Pues tienen un gran talento, me siento como si estuviéramos a miles de kilómetros de Inglaterra, es increíble que un lugar como este exista en pleno Callejón Diagon - dijo el castaño mientras avanzaba un par de pasos hasta la cañada. 

 

Observó cómo algunos pétalos de cerezos eran transportados suavementes junto algunas hojas verdes y se giró hacia la mujer - Nunca he probado ninguno de los dos pero aceptaré el que elijas - contestó haciendo referencia a las opciones de vino que le fueron ofrecidas - Por cierto, no me has dicho tu nombre, no creo que señorita francesa dueña de una bodega sea muy práctico de utilizar todo el tiempo - bromeó el castaño esperando que aquello no incomodara a la bruja. 

 

-Humor americano, o bueno algunos por este lado del Atlántico dirían fastidio americano - sonrió -, es mi primera vez en Londres - reveló Scott - Aunque eso creo es bastante obvio, no creo que muchos dedican beber una copa de vino tan temprano - un ruiseñor lanzó una melodiosa nota y partió veloz como una flecha de su rama cruzando entre el medio de ellos.

 

@ Ada Camille Dumbledore

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

El jardín japonés era para mi un refugio lejos de todo lo malo que podía a ocurrir en el mundo, tal vez por eso de todos los negocios y locales que a mi familia pertenecían este era mi favorito por encima de todos. Además por supuesto de mi amor al vino y los lugares calmados y serenos, en la política siempre había tensión por una u otra razón pero mantener la verdadera tranquilidad era algo que no se obtenía fácilmente.

 

-Si mi madre tiene un gran talento para crear cosas bellas con magia y sin magia… - pensé de inmediato en el talento que tenía con las varitas y como llegaba a personalizarlas. – bueno que tal le parece ese privado tiene una chimenea y los futones son muy cómodos, además de tener una fabulosa vista al jardín…

 

El elfo estaba caminando a los lejos con las dos botellas sin descorchar y un par de copas de cristal en una charola plateada. Las palabras del caballero le hicieron reír, si era extraño decirme así, así que por lo que me decía era de origen norteamericano.

 

- Sabe que cualquier momento del día es ideal para degustar un buen vino no hay hora en el día, al almuerzo a la cena incluso un buen brunch es la excusa perfecta para disfrutarlo. Discúlpeme usted mi nombre es Ada Camille Dumbledore es un placer

 

Le ofrecí la mano para estrecharsela y presentarnos formalmente con el señor Duplantier 

@ Syrius McGonagall

 

Editado 28 de Febrero del 2022 por Ada Camille Dumbledore

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier.

 

Siguió a la bruja por un sendero de piedra que zigzagueaba atravesando el jardín, pasaron junto a árboles de cerezo en flor, olmos, abedules y otras plantas que le fueron imposible de identificar, cruzaron un pequeño puente de madera que salvaba la cañada de aguas cristalinas y llegaron a una edificación.

 

Dentro un acogedor salón era calentado por un fuego que crepitaba en la chimenea de piedra que había en una pared y unos mullidos sofás esperaban por ellos en torno a una mesa de ébano lustrosa.  

 

Scott tomó asiento en uno de ellos y observó fascinado cómo un pequeño elfo doméstico se acercaba cargando con facilidad una bandeja de plata donde llevaba la botella de vino elegida por Ada junto a dos copas. 

 

-Señorita Dumbledore, ¿normalmente se toma esta molestia con los clientes? ¿O solo con los inoportunos que llegamos apenas abren? - bromeó Scott mientras tomaba su copa de vino -Por los dueños de negocios que se preocupan por sus clientes - sonrió mientras proponía el brindis. 

 

Se llevó la copa a la boca y dejó que el sabor de aquel excelente vino lo inundara, era excelente, de lo mejor que había probado - Esto es exquisito - expresó como felicitación por el trago. 

 

Mientras disfrutaba del vino también aprovechó para entablar una conversación, no conocía a mucha gente en Londres y nunca fue un problema para el castaño romper el hielo. -¿Y hace mucho que vives en Londres? - decidió preguntar - Porque notó cierto acento francés - reconoció - Sabes soy medio francés también, Duplantier - sonrió exagerando la pronunciación de su apellido - Mis abuelos emigraron a América desde Francia en el siglo pasado, eran de la región Alpina - le explicó.

 

-Lamentablemente nunca me esforcé mucho en aprender la lengua pero quizás de ahí saque mi gusto por el vino - expresó jocosamente.

 

@ Ada Camille Dumbledore

 

[Ada Camille Dumbledore]

El paseo por el jardín me relajaba, los embriagantes aromas de las flores y de los árboles de cerezos inundaban todo con una fragancia dulce y amable. La realidad era que estaba muy relajada con la compañía del señor Duplantier, la conversación era tranquila y entretenida. El privado que habíamos escogido por casualidad había sido justo el mío, ese donde la vista del pequeño lago y del puente era la más bonita.

 

El siguió y tomó asiento en uno de los futones, Francoeur llegó al lugar con la botella de Cros-Parantoux 1985, una vino bastante escaso por proceder un viñedo pequeño de excelentes vinos pero bastante exclusivos en la zona de Borgoña en Francia. Había visitado ese viñedo una buena cantidad de veces para probar sus vinos y eran deliciosos. Descorche el vino con calma y serví ambas copas del maravilloso líquido, el color tinto tenía un brillo precioso. Las palabras de Monsieur Duplantier me hicieron reír y me sonroje un poco al escucharlas, con la copa en la mano tome asiento en el cómodo futon.

 

- La verdad Monsieur Duplantier solo con personas que me agradan…

 

Al ofrecer su copa para el brindis lo mire a los ojos, mientras chocaba la copa con la suya, era una costumbre que tenía.

 

- Brindó por quienes no temen tomar una buena copa a cualquier hora del día…

 

Probé el delicioso tinto, solo lo había probado una vez hacia mucho en el viñedo donde lo producían y ese sabor esa textura exquisita que acariciaba la boca estaba aún impregnada en el licor.

 

- No, no vivo en Londres, vivo en Ottery con mi familia materna, pero la mayor parte del tiempo vivo en París… y es cierto aunque me crie con ambos idiomas, mi acento es difícil de disimular.

 

Me sonreí si hubiera sido mi madre quien me hubiera escuchado hablar me hubiera dicho que debía hablar bien o se hubiera molestado conmigo.

 

- Lo pensé al escucharlo, en América tanto en Estados Unidos como en Canadá hay muchas familias con el apellido, en Alaska estuve hace poco… un lugar precioso a decir verdad.

 

El comentario del gusto por el vino no pasó desapercibido, tomé otro sorbo y lo mire con una sonrisa.

 

- El paladar es de cuna Monsieur, la lengua es fácil de aprender con gusto podría ayudarle.

 

Acerque mi mano libre al fuego, aun sentía algo de frío en las manos, el clima de afuera me había afectado.

@ Syrius McGonagall

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier. 

 

Dejó a un lado la copa con el líquido ambarino mientras la bruja le explicaba sus viajes seguidos entre las dos capitales, sabía de la buena conexión entre las distintas ciudades europeas y al ser el continente pequeño en comparación con América no era imposible viajar entre distintos países en un día. Pese a todo le seguía resultando una idea un tanto extraña. 

 

-¿Has estado en América? - preguntó sorprendido - Alaska es preciosa, es “la última frontera” como le decimos, es salvaje, pristina, la visite hace un par de años, un viaje muy largo en clase comercial pero la recompensa de estar allí valió la pena - sonrió recordando aquel viaje. 

 

Scott se sorprendió con el ofrecimiento de enseñarle el idioma, era una muestra hospitalidad que jamás hubiera esperado de alguien que acaba de conocer pero aún así se apresuró en responder - Sería un placer - reconoció encantado.  

 

-Ojala pudiera enseñarte un idioma a cambio pero solo se ingles pero bueno gente cercana,... esta bien, mi madre sobretodo dice que preparó una excelente barbacoa - le guiñó un ojo a la francesa - Quizás pueda intercambiarte algunos secretos - se llevó nuevamente la copa a la boca y degustó un largo trago de la bebida.

 

@ Ada Camille Dumbledore

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

El momento era muy singular la situación, apenas nos conocíamos, pero sentía una confianza singular con el mago. Era una de esas personas con las que es fácil poder comunicarse y no preocuparse por lo que decir.

 

-Claro que he estado en América, también en Hawaii y en New York City, aunque fue una visita rápida… me enamore de las playas de Honolulu… y es cierto Alaska es muy bella, además estuve pasando tiempo en un lugar bellísimo.

 

Reí de escuchar lo del vuelo comercial, no era posible que estuviera tanto tiempo en un avión, recordé el tiempo en el que el inquisidor había estado y había tenido que usar un avión.

 

-Bueno jamás he estado en un vuelo comercial, pero no deben ser tan malos, solo que el equipo de seguridad jamás me han permitido usar uno. 

 

El idioma Francés era algo tan dulce y no era difícil, no más que el inglés o cualquier otra lengua derivada del latín, por lo que no veía porque sería más difícil.

 

- Varias veces hemos pensando poner una sede para enseñar aquí en Londres, pero es un sueño que no he logrado hacer realidad, es solo un proyecto por ahora.

 

El ofrecimiento a cambio del idioma me dio gusto, jamás había cocinado nada que no fueran postres y cosas sencillas.

 

- Claro que si Monsieur, pero poder probar la barbacoa sería un honor y si me comparte sus secretos me agrada aun mas… ¿Es un trato?

 

Levante la copa ofreciéndole un brindis para cerrar el trato.

@ Syrius McGonagall

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier.

 

Al parecer la castaña visitó varias veces los Estados Unidos por lo que escuchó de su relato, lamentablemente él no podía decir lo mismo sobre Francia, sin ser por programas de viajes o películas jamás puso un pie en aquel país, siendo justo nunca había salido de norteamérica antes, aquel era su primer visita al viejo continente. 

 

-Parece conocer los Estados Unidos, me gustaría poder decir lo mismo de Francia pero quizás en una próxima visita pueda saltar el canal y visitar la tierra que produce estos vinos exquisitos - expresó mientras levantaba la copa en señal de alabanza. 

 

Se sorprendió cuando Ada le habló de su seguridad ¿Acaso debía tener guardaespaldas? Y si era así ¿Por qué no veía a ninguno? ¿O era que estaban escondidos? Listos para atacar en caso de que fuera necesario, instintivamente Scott miró por la ventana que daba al pequeño puente de madera pero no pudo ver a nadie más en el jardín.

 

-Disculpa pero ¿has dicho seguridad? ¿Tienes guardaespaldas? No sabía que estaba frente a alguien importante - cuestionó incapaz de contener la curiosidad - Tu no solo eres la dueña de este local ¿cierto? -observó.

 

@ Ada Camille Dumbledore  

 

[Ada Camille Dumbledore]

La conversación estaba llevando a conocernos más, al comentarme que jamás había ido a Francia me lleve la a la boca con preocupación y abrí los ojos de más, dejé la copa en la mesita y me voltee casi para verlo de frente.

 

- Debe ir a Francia, es bellísima, no sólo París y su atmósfera romántica y etérea. Los viñedos alrededor, los alpes, la campiña francesa, si viajas por sus playas al sur…. Es preciosa en muchas y diversas formas. Si alguna vez necesita hospedarse para este viaje no dude en buscarme, con gusto le daré alojamiento en las propiedades de la familia y en las mias propias y si necesita una guía turística le ayudaré con gusto.

 

El hablar de Francia siempre me emocionaba de más, me sonroje un poco de haber divagando tanto, pero mi pasión se encendía en cuanto mi país estaba en mi cabeza y en mis labios. Vi que se tensiono un poco cuando había dicho lo de mi seguridad, blanquee los ojos por mi falta de delicadeza. Y sus palabras solo me había hecho pensar que el obviamente había pensado en lo lógico.

 

- Se podría decir que tengo seguridad si, pero tengo cierta privacidad en cuanto a estar en lugares considerados seguros como mis locales y propiedades. Tengo un cargo en Francia al cual no le faltan enemigos, pero se cuidarme bien sola.

 

Volví a tomar la copa de la mesita y tome un sorbo largo, probando toda la exquisitez del tonto que tenía enfrente.

 

- Si es su primer viaje, déjeme guiarle por Londres, el callejón es un lugar mágico y precioso, de seguro quiere ver lugares interesantes… le recomiendo la tienda de varitas Ollivanders, es un antiquísimo lugar y si quiere mantenimiento para su varita o personalizarla más a su estilo, ese es el lugar.

 

Pensé en mi querida madre, la mujer que amaba su oficio por encima de todos los lujos a los que había podido tener había renunciado a ellos por la vocación que tenía con las varitas.

@ Syrius McGonagall

 

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier.

 

Sonrió ante el ofrecimiento de un tour por Francia, nada le gustaría más y no se podían dejar pasar oportunidades como aquella, inclinó la cabeza en un gesto que denotaba asentimiento. 

 

La castaña prefiero jugar con el misterio no revelando cuál era su profesión en Francia, solo dejando saber que era uno “muy importante”, a lo que Scott respondió aumentando su sonrisa mientras que la acompañaba con un brillo travieso en la mirada, si la mujer quería jugar él también podía hacerlo. 

 

 -Sabes - comenzó diciendo Scott mientras se incorporaba y caminaba hacia una de las ventanas del salón - Puede sonar extraño, pero no tengo varita - confesó mientras observaba las aguas de la cañada correr por debajo del puente de madera -Lo cierto es que no sabía que era un mago hasta hacía un mes - se giró para observar la reacción de su interlocutora. 

 

-Todo esto de la magia es completamente nuevo para mi… solo soy un policía en Massachusetts, nadie en mi familia es mago o bruja - relató el hombre de ojos café - Se que uno debería enterarse de este mundo cuando es un niño pero conmigo no fue así, algo salio mal, quien sabe… - suspiró - No se porque te estoy contando todo esto a ti, pero me siento cómodo haciéndolo - le sonrió a la bruja mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza en un gesto muy típico de él.

 

@ Ada Camille Dumbledore

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba disfrutando mucho la charla y el momento con el señor Duplantier era una situación singular, dos extraños que habíamos congeniado y ahora hablábamos de manera amena. Esas casualidades me causaban curiosidad, porque eran encuentros lindos que siempre dejaban buenos recuerdos. Me agrado la idea que ayudarle en su recorrido por Francia le agradara, razón por la que sonreí, la verdad tenía la seguridad que el día que hiciera ese viaje por mi país de origen se enamoraría de todo lo que era la región gala.

Sonroje un poco ante su mirada por no decir cual era mi cargo en el ministerio de asuntos mágicos de Francia, pero me parecía que era un acto muy antipatía de mi parte presentarme como tal todavía. Pero aún tenía algo más para sorprenderme, él no tenía varita por causa que hace relativamente poco se había enterado que era un mago, lo cual era una excelente noticia.

 

- La compra de una varita es una experiencia muy agradable, con gusto le acompañaré a hacerlo y siéntase afortunado, la magia solo florece en seres excepcionales…

 

Seguí su recorrido con la mirada y reí con gracias cuando me confesó que se sentía cómodo diciéndolo.

 

- Siempre he creído que hay que hacer lo que se sienta, el corazón es un sabio consejero y en muchas ocasiones más que la mente… será que percibe que de mi parte puede tener una persona en la cual confiar y no dude en pedirme ayuda con gusto lo conduciré en el mundo de la Magia, es algo maravilloso y se que su talento será bien aprovechado…

 

Comente con una gran sonrisa mientras que escuchaba el crepitar del fuego de la chimenea

@ Syrius McGonagall