Sangiovese & Merlot (MM B: 113324)

[Fokker]

—¡Yesss!— grito mientras agitaba el puño en el aire en señal de victoria. Lo había vivido con tanto fervor desde el momento que un golpe de suerte parecía cambiar el destino resuelto, que le hizo recordar con claridad aquella frase que decía esto no se resuelve hasta que se llega al final. Y asi fue, en el ultimo minuto todo cambio y el salto de su butaca para vitorear aquella gran final por segunda vez.

Con las pulsaciones a mil, se unió a la fiesta y salto con ellos, gritó con ellos, bebió con ellos y así con las revoluciones a mil simplemente se dejo llevar. En la fiesta perdedores y vencidos se unieron por igual, y juntos maldijeron, desfogaron y cantaron tan fuerte que todo fue olvidado. El pelinegro termino finalmente en la inconciencia que despertó en una de esa lujosa playas sin recordar nada, ni como es que termino nadando en esas aguas cristalinas, pero todo valió la pena.

Lo bueno es que no parecía ser el único que le paso, pero ya era hora de volver a buscar un sitio donde cortarla, y pues decidió buscar un buen lugar y termino dentro de un local no muy de su gusto pero anunciaba tener un buen vino. 

—A continuarla— se dijo y solicitó una buena botella de vino.

No había notado que llamaba la atención con su atuendo veraniego, lentes oscuros, polo naranja, shorts y zapatillas que llevaba puesto, con un toque de arena de mar en todo el cuerpo, incluido el cabello para un clima invernal de Londres.

 

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

A veces odiaba estar encerrada en mi oficina del Ministerio, quisiera estar en Montecarlo en el Palacio del principado burlándome de mi hermano viéndolo trabajar mientras yo disfruto bebiendo y visitando la ciudad. La verdad me gustaba mucho, sentía que me quitaba un peso de encima pero estaba fuera de todo para el. Ministerio de Magia Francés a esta ciudad porque era un Gobierno aparte del mío, bueno cosas dela Burocracia.

 

El hastío me llenaba por completo, necesitaba liberarme de mis obligaciones, de mi malgenio, de mi identidad de todo… así que tome el primer traslador a Londres y llegue al callejón directo a buscar un buen vino a mi negocio y a distraerme y a comerme unas tapas madrileña que extrañaba probar desde hacía ya un tiempo. Camine por adoquinado callejón hasta llegar a aquella fachada de madera, ingrese al local en donde se sentía un aroma a madera, podría creer que a cedro.

Algunos clientes estaban allí, ya disfrutando de la maravilla de un buen vino y yo saludaba alegremente a los asiduos al local. Llegué hasta la barra, mirando mi reflejo ante los espejos del lugar gabán y pantalón de cuero negro junto a una blusa color beige ajustada, el cabello suelto y una gran sonrisa. Tome una copa y una botella de Chateau Petrus y me dirigí a la mesa que estaba cerca a la ventana que mostraba el jardín japonés cubierto de la luz de la luna creciente. Solo eso era ya un motivo para tomarme un buen trago.

@ Juv Macnair @ Malum Luxure

@ Fokker

[Kahlan Blackthorn]

 

Se estaba tomando demasiado en serio sus deberes como Viceministra de Holanda, encargándose de planear la toma de protesta de Kyle. El Holandés se había mantenido apartado del ojo público, dedicándose por completo a sus labores como Primer Ministro, refugiándose por completo dentro de su mansión en Ámsterdam— Vaya que somos celosos de nuestros deberes—relamio sus labios, recordando vagamente la despedida que le diera el Nigromante. 

Aunque extrañamente, sentía que algo le faltaba. Añorando los momentos de ocio que tenía solo para ella, alojada cómodamente en un mullido sillón dentro de la Fortaleza Oscura— Pensamientos inconclusos—susurro deslizando con parsimonia sus dedos por su dorada cabellera. Pendientes le aguardaban dentro de tierras Londinenses, pero de momento solo le aparecía beberse unas buenas copas en compañia de dos muy buenas amigas. 

Caminando con elegancia por las adoquinadas calles, perdía sus ojos azules en los escaparates de los locales. Algunos de ellos engalanados con focos de colores y mamparas que invitaban a pasar una noche de desenfreno y desetonxicacion entre pistas de baile, música estridente y copas desbordantes de alcohol. 

Divisando un sitio que tenia buena pinta, extrañamente le resultaba familiar— Ahora entiendo, porque le tomaste tanto justo a los buenos vinos—ladeando la cabeza se adentro cruzando el umbral. Quitando una pelusa inexistente de su corsé negro azabache, aliso su pantalón de vestir, buscando con la mirada a Ada y Malum. 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Malum Luxure

Editado 17 de Diciembre del 2021 por Juv Macnair

[Ada Camille Dumbledore]

El invierno ciertamente no era mi estación favorita, aunque la nieve era preciosa y los paisajes eran como de cuento, el frío le quitaba la belleza en mucho realmente. Estaba con muchísimo frío y sentía que no caminaba lo suficientemente rápido hasta el local, cuando llegara me tomaría una gran copa de vino para entrar en calor y me iría directo a unos de los privados del salón, necesitaba una chimenea urgentemente.

La verdad se me congelaba las Oreja, pues el viento frío me daba de frente por el corredor entre los locales, usaba un pantalón beige, un abrigo gris y botas beige, sobre todo un chal para el frío, pero había olvidado ponerme un gorro o tal vez unas suaves orejeras para contrarrestar el frío.

Llegué al local y entre deprisa, dejé a un lado el ramo de rosas que llevaba y fui hasta la barra, dejé a un lado el abrigo y el chal y me quede en una blusa blanca. Camine directo a la cava de vinos tomé dos copas y una botella de vino tinto, subí de nuevo para dirigirme al fondo de local a uno de los privados, quería justo calentarme y evitar la hipotermia. Me detuve frente a la puerta del local un momento mirando la adoquinada calle del Diagon

 

 

 

[Albus Renaldi Macnair]

El tiempo, cómo siempre, había sido sumamente gentil conmigo, pues no me afectaba en lo más mínimo. El aire topaba en mi cara alborotando mi cabello mientras me dirigía a aquél lugar dónde sabía que podría encontrar a mi tan querida Ada.

 

Llegué a la puerta del local y la empujé, pero no encontré a Ada oara recibirme. 

 

Me sacudí un poco el abrigo y me lo quité para colgarlo en el perchero que se encontraba junto a la puerta. Mi traje habitual de color negro contrastaba con mi piel blanca cómo hoja de papel. Los tacones de mis zapatos atacaban en suelo del lugar mientras me adentraba poco a poco.

 

— Hola... ¿Hay alguien aquí? — Creí haber hablado lo suficientemente alto para que alguien pudiera escucharme. 

 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

Deje de mirar la profundidad del callejón y fui directo a la barra, dejé las copas y la botella de Riesling sobre la barra y me hinque para buscar algún bandeja de pasantes que seguro tenían preparada para mi, pero los elfos estaban atendiendo las mesas, se acercaba San Valentín y el local solía llenarse de parejas que preferían los privados distribuidos alrededor del jardín japonés para ponerse románticos, yo la verdad solo quería una chimenea mi botella de vino y mis tapas españolas para deleitarme en una buena noche.  Encontré mi bandeja preparada y puse todo sobre la charola, en la puerta de entrada un hombre al que conocía a la perfección había arribado lo observe un momento antes de emprender camino hacia la puerta en donde se encontraba.

 

-    Monsieur Macnair un placer verlo, la verdad es toda una sorpresa verte por aquí, no sabía que volverías a Londres

Lo mire un poco seria, esperaba no se notará mi entusiasmo al verlo de nuevo, no espere mucho más y mire a la dirección donde quería dirigirme

 

-    Acompáñame, me diría a tomarme una copa y a buscar el calor de la chimenea, este invierno está matándose y lo único que quiero es un buen fuego y mi copa.

Camine con prisa atravesando un largo pasillo hasta un privado que tenía vista al lago del Jardín Japonés, la habitación era una sala con divanes, una mesa ratona y en la esquina una chimenea. Dejé la charola sobre la mesa y saqué la varita encendí el fuego y tomé asiento en uno de los divanes. Con la mano me indique a @ Albus Renaldi Macnair que tomara asiento.

 

-Cuéntame que te trae por mi local

Lo mire sin expresión alguna trataba de evaluar si venía por el trabajo o por una razón personal, igual nos unían muchos hilos todavía. 
 

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier

 

Un lugar que no podía perderse de Londres era el aclamado Callejón Diagon, el centro neurálgico de la vida mágica en la capital inglesa. Y como buen visitante que era el castaño a los pocos días de su llegada ya se encontraba recorriendo el mismo. 

 

Inesperadamente durante aquella fría mañana de invierno el sol brillaba enmarcado en un cielo completamente despejado color celeste pálido. Scott se desprendió la chaqueta que llevaba y miró su reloj en la muñeca, aún quedaban un par de horas para el mediodía pero el hambre ya lo estaba acosando. 

 

Algo que notó desde que llegó a Inglaterra era tener todos sus relojes internos desorganizados, podía sentir un hambre atroz en plena madrugada o caerse del sueño durante la hora del almuerzo, pensaba que ya a casi una semana de arribado aquello se hubiera reestructurado pero al parecer su organismo se negaba a adoptar el nuevo huso horario.  

 

Apuró el paso negándose a luchar contra lo que sentía y para su suerte a su izquierda una rústica pero elegante bodega destacaba por sobre los colindantes negocios. Scott se detuvo frente a la entrada y leyó el nombre que aparecía escrito en el cartel colgante que coronaba la puerta doble de madera. <<Sangiovese & Merlot>>

 

Aprendió a valorar el vino en una visita a Nappa hacía un par de años y desde aquel momento siempre que tenía la oportunidad llevaba una buena botella de vino a casa para degustar. No es que fuera ningún sommelier pero últimamente prefería llevarse a casa algún vino extranjero, más específicamente aquellos franceses o italianos. 

 

No creía que aquel momento fuera mejor que ningún otro para probar una copa por lo que sin pensarlo más ingresó al local. Si el exterior llamó su atención el interior lo maravilló, la elegancia y el buen gusto de los dueños de aquel negocio se dejaba sentir en cada rincón del mismo, disfrutó las pinturas renacentistas que decoraban el espacio mientras se encaminaba hacia la barra. 

 

Tomó asiento en un cómodo taburete y esperó ser atendido.

 

 

@ Ada Camille Dumbledore  

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

El invierno no era mi estación favorita, el frio no era mi temperatura predilecta pero no tenía opciones porque no podía simplemente sacar mi espada en medio d e Londres y convocar clima de primavera o me saltaría tantas normal del Ministerio de magia Británico que quería en Azkaban por una muy larga temporada, por lo que optaba por usar abrigos muy suaves y calientes que me permitieran guardarme del frio. Además de todo esto que me negaba rotundamente a usar gorros, por lo que usando mi varita había invocado varios hechizos en mi cabello que hacían que estuviera perfecto y sin despeinarse. Que tuviera que aguantar frío no significaba que fuera por el mundo como una cavernícola con el cabello hecho un desastre.

La adoquinada calle del callejón Diagon estaba un poco resbaloso por la nieve que había caído, por lo que caminaba despacio y con calma hasta llegar a mi local de vinos para distraerme un rato con la cava y disfrutando de algún buen merlot que había reservado para un día frío como este. De seguro podría también sentarme un largo rato en mi privado frente a la chimenea con un vino y mi violin para disfrutar justamente de la música y de un buen trago… a veces no sabia si disfrutaba mas del local yo que los mismos clientes que llegaban a él.

En la puerta principal deje mi abrigo y quedé cómoda con el calor del lugar, que justo había aclimatado desde siempre a que la temperatura fuera ideal para estar cómodo. Me mire frente al espejo de la entrada y observe mi atuendo: una blusa ajustada de impresiones de la bóveda celeste de color naranja claro, minifalda de cuero negra y botas negras. Mi cabello perfecto y peinado cayendo libre por mis hombros, sonreí a mi reflejo al verme por fin cómoda. Me acerque a la barra y allí me encontré con un caballero, que estaba esperando por ser atendido, obviamente con una gran sonrisa me acerque a él.

 

- Bonne nuit Monsieur, ¿ desea usted una mesa para disfrutar nuestra selección de vinos? o ¿prefiere un privado con la vista de nuestro hermoso jardín japonés? Mi nombre es Ada y le servirle con gusto

 

Le mire con una gran sonrisa e indicándole el paso hacia el local.

@ Syrius McGonagall

 

 

[Syrius McGonagall]

Scott Duplantier.

 

Una voz femenina a su espalda lo hizo voltearse. Detrás de él una bruja de cabello castaño, brillantes ojos azules y una cálida sonrisa lo saludaba. - Buenos días - replicó a su turno mientras se incorporaba de su taburete y estrechaba la mano de la mujer. - Scott Duplantier - se presentó mientras calibraba la identidad de la ojiazul.

 

No tenía pinta de ser simplemente una empleada de aquel lugar, sin duda no trabaja para aquel negocio. Su vestimenta decía todo lo contrario, muy elegante y con un sutil toque sensual, aquella mujer debía ser la dueña de la bodega. 

 

-Me encantaría conocer ese jardín japonés - contestó Scott antes de atreverse a expresar en voz alta la certeza que creía tener sobre la verdadera identidad de la mujer -Es usted la dueña de este negocio ¿No es así? Pues, es un establecimiento precioso, no conozco mucho el Callejón Diagon pero es sin duda el lugar con mejor gusto de los que he estado - reconoció. 

 

-¿Qué vino recomienda en una fría mañana de invierno londinense? - sonrió acompañado la sonrisa con sus ojos café mientras señalaba los barriles que se apilaban tras la barra. 

@ Ada Camille Dumbledore

 

[Ada Camille Dumbledore]

Amaba la calidez de mi local, definitivamente era como un gato, no soportaba las temperaturas frías y necesitaba la tibieza para sentirme cómoda en algún lado. Era una pura casualidad que el Lince Ibérico fuera mi animal pero si muchas veces podría sentirme como ese gran gato en cuanto al clima, el frío no era mi preferido.

 

El caballero tenía un acento diferente, sus palabras de un correcto inglés sonaban con acento extranjero, claramente no era inglés. Su amabilidad y cortesía me hizo sentir muy cómoda.

 

-Monsieur Duplantier es un gusto conocerlo, tiene usted razón, soy una de las dueñas del local y será un placer llevarlo a conocer el jardín japonés. Pará este clima podría ser un Côtes-de-Nuits o tal vez un Cros-Parantoux 1985 casualmente los dos son vinos franceses de la región de Borgoña y tienen excelente sabor.

 

Mire al elfo para que trajera las botellas mientras con la mano le mostraba el paso hacia el jardín japonés, por supuesto el jardín estaba con el clima de la primavera, lujos que me podía dar gracias a poseer la espada de la primavera. Los maravillosos colores con los cerezos en flor y las plantas con un verde vibrante como en el cenit de la primavera.

 

-Este jardín fue diseñado por mi madre, ella y mi bisabuela tienen gran afición por las flores y los jardines.

 

Indique con una gran sonrisa a Monsieur Duplantier, mientras caminábamos, le llevaría a uno de los privados para que se acomodar a  degustar el vino. 

@ Syrius McGonagall