Jump to content

《 Confederación Internacional de Magos 》


 Compartir

Publicaciones recomendadas

Aaron Augustine Black Yaxley

 

Sin duda alguna, ambos ya no éramos los mismos. El joven Elvis que conocí en los pasillos alfombrados del Ministerio de Magia inglés- con tapices relucientes y oficinas tan pulcras como ordenadas-, ya no era más el mismo mago; su afable sonrisa se había borrado del rostro y las sienes se manchaban de un color ceniza. De seguro, los años le otorgaron mucho más que sabiduría. Las arrugas en su mirada o las facciones caídas denotaban una vida de esfuerzos y valores que, de forma indudable, implementó a diario por su gente, por el mítico cuartel de aurores, por su familia. La tenue luz del lugar sombreaba nuestros rostros. Pero Gryffindor se notaba fractalizado, podía sentirlo a través de un vínculo de almas que quizás solo él pudo percatarse, de hecho, estaba seguro que sabría que la oclumancia no le serviría de nada, como así mismo, era imposible para mí encontrar el punto de quiebre en él, ya que el nexo que había aprendido como aprendiz de Asra Boswell solo me permitía sentir o hacer sentir, más no conocer lo esencial.

 

Por mi parte, también reconocía un cambio en mí. Ya no era el chico sencillo y amable de aquellos años, ni el innato meritorio servicial que aquél valiente mago pudo conocer; la vida misma me había cambiado y la casta tenebrosa había sido un soporte ¡un escape!, un camino que me guio hasta lo que era hoy en día. Mi semblante, mi apariencia, ya no eran de un carácter indulgente- una fina cicatriz bordeaba la base de uno de mis ojos y otra se escondía en el cuello prusiano de la túnica. Ambas producto de la guerra mágica-, sino más bien parco, ¡indiferente!, pero con un carisma bastante particular.

 

"Y por la misma razón que lo instruí, también estoy seguro que su mayor logro será llevar a toda la comunidad mágica a la ruina"

 

Una docena de filamentos de intermitentes colores anaranjados, amarillos y rojizos, se elevaron como un arco por lo alto de la estancia hacia donde yo me posicionaba. Iluminaron las milenarias vigas y cadenas estructurales, como también e incluyéndonos, las coronillas de los presentes; fue el momento en que unos cuantos seguidores de Von Alexandros elevaron sus varitas hacia el legandario auror, mientras yo elevaba el rostro hacia las flechas de fuego, concentrándome seria y serenamente en un salvaguarda mágica para volverme intangible. Cerré la gris mirada con plena armonía cuando los filamentos atravesaron mi cuerpo sin ocasionar daño alguno, entonces abrí ambos brazos e inspiré el poder que me rodeaba.

 

-¡No se entrometan!...- advertí a los magos y brujas que Elvis había logrado desarmar con facilidad, escena que se reflejó en el gris y frío iris que me caracterizaba- ... El Auror está errando y desconoce la finalidad de éste quorum. ¡Como he sido quien ha tomado el control de Reino Unido, seré yo quien haga un juicio de esto!...- comenté mientras empuñaba una mano y la soltaba violentamente frente a mí, expandiendo rápidamente un polvillo espeso, que de seguro cegaría al viejo Gryffindor tras haber canalizado unas arenas del hechicero que concentré en el ingenio de mis conocimientos mágicos

 

>>Esto es entre él... y yo; mentor...- murmuré vagamente, en un hilillo sentimental que acababa de cortar.

 

@

 

OFF: KEMOZIÓN! :3

ISh3z7l.gif

1yVXGup.png
xV0xd.gifmdbNxIw.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

cbfLfe0.jpg Elvis F. Gryffindor.~

 

Suiza.~

Sede de la Asamblea de la CMI

 

Mi respiración se había mantenido estable. Durante muchísimos años había tenido aquella experiencia de los distintos enfrentamientos con personas aún más desagradables. La diferencia se encontraba que siendo un miembro de la Orden del Fénix, podíamos ser mucho más concisos con aquellos daños, básicamente, consistía en provocar más daño. Ahora no solo tenía que neutralizar a Aaron Yaxley, sino demostrar a todo el entorno con la grandeza que podía concluir todo aquello.

 

¿Qué sucedía si lo aprisionaba? ¿Por qué no había pensado eso antes?

 

Claramente que en otro tiempo había pensado en una salida. Pero ahora si capturaba al orador de aquel grupo, tenía que ver como hacía con el resto.

 

“Algo se me va a ocurrir”

 

Pensé, notando como el ex ministro se desmaterializaba para que mi ataque no lo dañara. No necesitaba hacer una reverencia porque había perdido todo tipo de respeto una vez que en mi cabeza, creía que se trataba del Inquisidor. El joven estaba levantando su varita, lo veía, lo notaba. Giré mi varita entre mis dedos y apoyé ambos pies firmes al suelo.

 

Me cegó.

 

Sin poder evitarlo llevé una mano a mis ojos. Era diferente que el Strellatus, porque éste no ardía. No podía rendirme.

 

Lo que si, en aquel momento, me di cuenta de algo. Aaron Yaxley estaba siendo cauteloso. A mi parecer, estaba queriendo dar un show a todo el resto más que llevar aquel duelo. ¿Mi rival tenía miedo? Todo mago o bruja tenía un punto débil y tenía que descubrirlo. Mantuve mi mano sobre mis ojos. Necesitaba demostrar otra imagen de mí, si, aquella sería mi ventaja sobre el ex ministro. Y tenía que tocar algún punto que le provocara furia.

 

(Aunque era otra cosa que no estaba pensando en ése momento, y podía atraer algunas otras consecuencias)

 

— ¡Corpus Patronus!

 

Exclamé con una voz firme. Miles de hilos plateados estallaron de la punta de mi varita y se unificaron justo enfrente de mi para formar la figura adulta de un hipogrifo. Tan negro como la noche, con sus dos patas delanteras levantándose ante una postura ofensiva. Que claramente aceptó al recibir mi orden de atacar a mi oponente. Estiró sus alas y se lanzó contra él, emitiendo un chillido.

 

Movi mi varitas con unas florituras para quitar aquel efecto. Empecé a ver borroso para luego dar paso a la vista normal.

 

 

@

Editado por Elvis F. Gryffindor

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Shelle Katherine Gryffindor

 

Escocia finalmente había roto lazos con Gran Bretaña, Alessandra Delacour había tenido el coraje para pararse frente a todos y decirles que los hijos de muggles no serían admitidos en la institución mágica y con ello declaraba la guerra a la llamada Orden del Fénix quienes, bien sabía, no darían el brazo a torcer ante tal noticia que le daba de lleno en las narices.

 

La periodista se limitó a opinar sobre aquel discurso y se ocultó en las sombras de la sala, buscaba una imagen neutral debido a su arduo trabajo en el periódico y no quería perder aliados políticos ni lectores, pese a que la pelirroja exponía parte de su pensamiento en las hojas del Magisk Politike, debía ser políticamente correcta ante un tema tan sensible como aquel. Sin embargo Shiva la mantenía en la línea de una guerra donde portaba, con orgullo, la bandera de sus ideales.

 

Sin embargo sabía que la reina necesitaría ayuda al ver que su hermana, Luna Gryffindor, defendía los valores que Elvis le había enseñado a ambas pese que Shelle decidió seguir un camino muy diferente al de su familia. Y por ellos, por el amor que les tenía, prefería mantenerse oculta bajo la máscara de hueso y no romper así el corazón de su padre. El Gryffindor le había dado una nueva vida a su lado y apreciaba que así lo fuera, su honor al bando se encontraba a la par de su honor a su familia aunque aquella dicotomía a veces estallaba en la cabeza de la pelirroja a la hora de tomar decisiones. La presencia del cuerpo alemán tranquilizó a la pelirroja, Kraven tendría la situación bajo control.

 

Y allí, en medio de aquél caos, el ex ministro de Inglaterra presentó una verdadera solución a la situación de estado, tomando por la fuerza el poder que Sagitas Potter Blue no supo manejar.

 

Fue cuando su padre apareció frente al Black y un encarnecido duelo empezó a desatarse entre los poderosos hechiceros. Un sin fin de emociones cruzaron el pecho de la bruja como si una flecha le arrebatara la vida. Poco se detuvo a pensar que aquél duelo formaría parte de una hoja en la historia de la magia, así como el duelo que antaño se había llevado a cabo entre Dumbledore y Grindelwald, así como la batalla final en Hogwarts cuando Voldemort enfrentó a Potter y al Ejército de Dumbledore. Las palabras del Black fueron claras: no entrometerse. ¿Acaso podría? ¿Dejaría que los magos llevaran a cabo un duelo que arrebataría la vida de su padre, de su líder o de ambos?

 

La bruja tenía la varita sostenida en su temblorosa mano, sentía que el corazón se le iba a escapar del pecho ¿qué corazón? Si acaso tuviera alguno éste ya la hubiera matado por tanta angustia.

 

¿Por quién doblarían las campanas?

 

Las palabras del Black fueron claras, no debían entrometerse. Pero en un impulso la pelirroja apareció detrás de su padre quien había invocado un patronus con forma de hipogrifo, la magnifica criatura compuesta por hilos plateados embistió contra Aaron Black.

 

-¡Detén esto!- gritó a unos pasos del Gryffindor -¡Sabes que esta no es la solución, morirán!

 

¿Qué debía hacer? El mayor miedo de la bruja se figuraba ante sus ojos que implacables posaron sobre su Líder.

 

 

@

@

Editado por Shelle Dumbledore B.L

672440170_firmadana.png.e290dcafe4b6fce4606f7d9799883adb.png

 

7hdosh8.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luna Gryffindor Delacour- Empleada del Departamento Auror de Gran Bretaña.

 

Si bien Sean me había llevado lejos de ahí, mi instinto Gryffindor había hecho que volviera sobre mis pasos para enfrentar a Aarón, tuve un presentimiento, algo que me decía que nada estaba bien, me sentía preocupada y no sabía el porque de esto, así que volví sobre mis pasos al ministerio sin saber con qué me encontraría allí.

 

Mentalmente le pedí perdón a Sean por haberme salvado en vano y corrí lo más rápido que pude, hasta llegar a la misma reunión de antes, algo me decía que me necesitaban allí, solo que no tenía idea de dónde provenia aquel pinchazo en mi corazón y porque estaba tan preocupada, algo ilógico para la vampireza.

 

 

Mi primera impresión era de que había llegado a una batalla campal, no tuve mucho tiempo de pensar ni nada, papá se bahía a duelo con el señor al que había insultado antes y una mezcla de dezason y tristeza me envolvió mientras caminaba situandome al lado de Elvis lo mejor que pudiera, no lo dejaría solo, aunque no sabía muy bien que haría ni que podía hacer para ayudarle.

 

 

- Hola pa, si me dices cuál es tu idea, puedo ayudarte,tu solo dime y yo ayudo - le dije sin quitarle el ojo a Aarón, con quién me había peleado momentos antes, al menos verbalmente -

 

Tenía mi varita mágica por cualquier cosa y esperaba no tener que utilizarla, me pregunté que pasaría con papá y Aarón y lo que es peor, todo esto me dio mala espina y me hizo acordar a Jasper y aquella batalla que me dejó huérfana, al menos, hasta llegar a mi familia la Gryffindor.

 

- Papá, sólo ten mucho cuidado, te adoro no lo olvides nunca, eres el mejor papá, lo sabes? No? - le dije con más emoción de la necesaria y sin saber de donde había salido todo eso en aquel momento -

 

Suspiré manteniéndome cerca, no sabía si entrometerme o solo mirar, así que alce la varita por si las dudas, pensando en un: "protego" sin saber si aquello funcionaria o no, solo esperaba que nada malo pasará y que pudiera regresar a casa con papá, sano y salvo y comieramos pastel de calabaza con zumo de naranja.

Luna-Gryffindor-Delacour.png.2b76e3b40e3

LGDdef.gifLEdef.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

House of Books

 

La pelirroja devenida en castaña estaba enfadada, tener una discusión consigo misma, en aquellas circunstancias no era lo que más deseaba. Pero algo más que no ponerse de acuerdo con ella misma, sino que era discutir con Darla, quien parecía no querer irse del todo a pesar de la promesa dos meses antes de morir junto a su amado. Scarlet acababa de descubrir, que a pesar del dolor, la Potter Black podía ser muy molesta e insistente y parecía no poder o no querer morir.

 

—¿Qué más quieres que haga con él? No soy su niñera —la cosa ya iba en voz alta, los elfos habían optado por huír discretamente del departamento de la bruja al notar como su ama se debatía entre dos almas.

 

Elegiste trabajar para él, él confía en ti, no puedes fallarle. Scarlet maldecía el día en que había querido obtener un ingreso y había elegido el Departamento de Seguridad tras la invitación de Elvis Gryffindor. Quizás lo que más detestaba era haberse tenido que involucrar con aquel damphir.

 

—Él cree que eres tú, solo por eso me dio acceso directo a la Gryffindor.

 

¡Solo por eso debes ayudarlo! Confía en mí, confía en ti, no lo voy a abandonar Scarlet.

 

La bruja tomó asiento en el sillón del living e inclinándose puso la cabeza entre sus manos. Estaba volviéndose loca, le dolía la cabeza y podía sentir como la voluntad de Darla se volvía más y más férrea a cada instante. Aquel trato parecía estar yéndose al garete y como si aquello no fuera suficiente un destello plateado inundó el lugar, obligándola a levantar la vista.

 

Un gato estaba frente a ella y todo su ser se estremeció. Darla no podía invocar su ragdoll desde la muerte de Seba y Scarlet no había sido capaz de invocar un patronus corpóreo desde la traición de Aidan hacía siglos atrás, pero ver aquel gato fue una revolución mental para ambas brujas.

 

“Necesitamos ayuda en la sede de la Confederación en Suiza”

 

Si ella no recordaba de quién era el patronus la voz que surgió de él no cabía ninguna duda de a quién pertenecía.

 

Nos vamos ya, dijo la Potter Black en su mente y fue como si hubiera recobrado el control de su cuerpo porque se puso de pie y se dirigió a la habitación en busca de sus cosas mientras que su cabello se tornaba rojo una vez más y las dos brujas continuaban discutiendo y gritándose insultos en su propia mente.

 

 

kuifFRh.png
Suiza.~
Sede de la Asamblea de la CMI

La bruja que se desapareció de House of Books y puso todo su ímpetu en llegar a Suiza no era la misma con la que Elvis y Lucas había hablado días antes. La mujer había atado rápidamente sus cabellos rojos, vestido un pantalón de cuero negro con un cinturón de cadena del cual colgaban la funda de su varita y un bolso de piel de moke con algunas pociones y otros objetos que pudieran resultar útil para la ocasión, quedaban ambos ocultos bajo la chamarra también de cuero que cubría su torso junto a la ajustada remera blanca que traslucía las puntillas del corset.

 

Sus borcegos acordonados hasta la rodilla sonaron en aquel camino mientras atravesaba el punto en que la magia permitía dejar de ver las ruinas y ver el lugar en que se llevaba a cabo la reunión de la confederación mágica. Solo esperaba llegar a tiempo. El portal que acababa de crear con fulgura nox se cerró tras ella mientras la bruja apresuraba su paso, esperaba llegar a tiempo.

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El lugar estaba siendo un total desastre, los mandatarios discutían unos con otros, la seguridad de muchos estaba alterada esperando que todos estemos bien y yo sol estaba con expresión de aburrimiento en mi lugar. ¿Que les pasaba a todos? ¿Acaso no era lógico para todos que no éramos enemigos entre nosotros, sino que el enemigo era el inquisidor que quería acabar con toda la raza mágica?, blanquee los ojos tratando de asimilar la situación. Pero todo iba a cambiar cuando veo entrando a @ con una patrulla de aurores del ministerio Inglés creería yo, tratando de poner en orden todo, eso era emocionante... Mire a muchos otros discutiendo y a otros adoctrinando.

 

 

La situación empezó a ponerse seria cuando @ y el Gryffindor sacaron sus varitas y han intercambiado hechizos, me alerte al ver que ya no era solo una situación en que se usaba la palabra y una mirada del Black me hizo casi levantar de mi asiento y sacar mi varita bajo la falda del vestido, voltee a @@Albus Renaldi Macnair.

 

-Macnair tenemos que ponernos alerta, esto pinta algo difícil, tu misión es proteger a la señorita Maida y ser su segundo para lo que ella necesite. Maida querida creo que ya no podemos ser solo observadoras...

 

Dije de manera jocosa y pensando en que la mirada de nuestro lider nos había dirigido le significará algo en particular. Sonrei y tome del hombro a @@taison logan greyback para guiarlo al bajar de nuestros lugares en los estrados.

 

-Taison debemos buscar a Lady y asegurarnos que Datura y ella estén bien, por el momento esa es nuestra prioridad los miembros del Ministerio Francés

 

Al bajar note que @@Lady Luxure Grindelwald y @@Datura estaban cerca a una columna, tenía información importante que transmitirles, fui hasta ellos y abrace a mi hermana. Con mi dedo active el anillo para oídos insdiscretos

 

- Deberías sacar tu varita y estar lista para salir de aquí, Viena esta casi en la bandeja. -voltee al Dumbledore y lo mire - Primo tu misión será acompañar a Lady todo el tiempo los aurores atacara a todos los que estamos de acuerdo con pelear contra el inquisidor, cuídense por favor

 

Al ver que las luces de los rayos de los hechizos lanzados volaban por el aire, Vi a @ tras Elvis Gryffindor, era peligroso que estuviera hay pero no podía entrometerme, estaba cerca de donde estaban pero me encargaría de dejar que mi abuelo se encargará de hacerlo entender que todo eso era equivocado.

 

-Es increíble que el inquisidor logrará su objetivo poniéndonos magos contra magos y no acabando con él que es nuestro verdadero enemigo, deberíamos unirnos en vez de pelear entre nosotros

 

Mis palabras eran ciertas y dolían pues ahora todos estábamos contra todos en ese recinto.

IMG-20220208-WA0203.jpg

Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El Rubio siguió a @@Ada Camille Dumbledore, ya que pensaba hora de que se fueran de ahí mientras que en silencio le ponía hechizos protectores a la ministra.

 

Cuando llegaron con @@Lady Luxure Grindelwald y @Datura , la ministra activo el poder de su anillo escucho lo que la rubia dijo dándoles la espalda para vigilar la situación - en eso está equivocada ministra -contestó - el solo reveló lo que eran en su interior - remato.

 

Estaba vigilando su entorno cuando un aroma conocido para el lo hizo retroceder y sin darse cuenta tomó la mano de la ministra -no no no , nono puede ser que el este aquí -rugio Buscando con la mirada a los aurores que había traído sin éxito.

 

 

--------------------------------------------------------------------

 

MICKHAIL SERGEI GREYBACK -PRIMER MINISTRO RUSO

 

El licántropo entró al reciento negando con la cabeza al ver a @ y @@elvis Griffyndor peleaban con dos estudiantes tontos.

 

Cada paso que daba hacia el atrio le daba la certeza de que había llegado en el momento justo, solo sonrió al sentir el aroma de la ministra francesa y de su hijo taison.

2j7M9VB.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

kuifFRh.png
Suiza.~
Sede de la Asamblea de la CMI

Alguna vez había leído que El Guernica representaba el caos y la destrucción del mundo de los muggles, o al menos de una de sus ciudades en la guerra. Estaba segura que aquella sala en Suiza representaba el caos en el mundo mágico. No la destrucción, que si la había gracias a los hechizos que iban y venían. Todo era caos para ella, desde hacía dos meses era como si el mundo se hubiera puesto un sonorus y para la Potter Black todo se sentía fríamente amplificado.

Sus ojos recorrieron la sala, encontrando la ubicación del Gryffindor junto a una pelirroja y a la joven Luna. A través de los recuerdos de Scarlet le había visto avejentado pero aquello era algo que no esperaba en realidad, lo podía sentir, caótico, adolorido, ¿había sangre en el aire? Darla volvió a buscar quién estaba allí. A lo lejos vio a la hija de su sobrina, la que hubiera sido su cuñada, estaba acompañada de otra pelirroja, un rubio y, frunció el ceño, Datura, no esperaba encontrarlo tan pronto y menos en aquellas circunstancias.

Volvió a centrar su atención en el centro del caos, en el camino sintió la presencia de un lycan, era el hombre que estaba unos metros frente a ella y quien tal cual la pelirroja parecía recién haber llegado al caos, la bruja hizo crujir sus vértebras del cuello. Si aquella presencia la había alterado, el descubrir contra quien peleaba Elvis la dejó helada. Aaron. Debió saberlo, todo era política y caos en el mundo mágico que ella había conocido. Un año habían permanecido junto a Seba alejados de aquella guerra, de aquella lúgubre muestra de poder. Cuando él había intentado buscarles un mundo mejor todo había acabado. La sensibilidad de la Potter Black estaba a flor de piel, pero también su determinación.

La marea de sentimientos encontrados no le impidió utilizar su phantom para ubicarse en nada junto al Gryffindor.

—Aquí estoy —le murmuró sin saber si él era consciente que su llamado la había atraído a aquel lugar, su mirada buscó a Luna y luego movió a Edelweiss, si pudiera los protegería a ambos, no sabía quién era la otra mujer, apenas había alcanzado a oír sus gritos antes de entrar donde pedía que aquello se detuviera.

Si podía protegerlos pensó en ese momento, logrando salir de su propio caos mental mientras sus ojos seguían clavados en el mago al que Elvis atacaba. Un flash vino a su mente de él más joven, con una herida mágica en su hombro, no, no era el mismo joven que ella había ayudado a sanar. Criaturas de las sombras, susurró apenas y de las sombras que proyectaba en el lugar se formaron dos grandes lobos que se ubicaron uno junto a Luna y el otro junto a Elvis respectivamente, las criaturas tenían la orden de protegerles, aunque Darla era consciente que su prioridad sería ella pero sabía que obedecerían ciegamente sus órdenes cuando las criaturas se ofuscaron junto a sus protegidos.

—Ésto debe acabar —murmuró alejándose un paso de Elvis aún varita en mano apuntando hacia donde él lo hacía, cociente de que solo podría defenderle si él lo dejaba. La respuesta que no obtenía en el Gryffindor la buscó en el Yaxley, un escalofrío recorrió todo su cuerpo cuando se topó con aquellos ojos grises.

¿Cuánto tiempo había pasado de la última vez que se habían visto? Sentía que había sido ayer, por algún motivo vinieron a su mente recuerdos que no tenían sentido, trató de recordar cuándo había sido la última vez que había utilizado su máscara mortífaga junto al mago y de pronto fue consciente que debía cerrar su mente con oclumancia y se apresuró a hacerlo. Podía verlo, podía sentirlo pero nada tenía sentido en realidad. Respiró profundo.

—Elvis, nuestro objetivo debe ser la paz, unidos, no debes perder el centro —la reunión en la Gryffindor llegando allí gracias al traslador junto al Van Halen, fue un nuevo flash en su mente, recuerdos de Scarlet y Darla se entremezclaban buscando formar todas las piezas de un rompecabezas que la vampiresa no lograba visualizar, se sentía como frente a un tablero de ajedrez sin piezas, en blanco, sin poder ver aún la jugada. ¿No lo ves? ¿De verdad no lo puedes ver? No, no le veía, su mente había estado en un letargo total desde la muerte del hombre que amaba y ahora estaba allí, envuelta en El Guernica, quebrada, entera, formada para la guerra pero ablandada por el amor.

Editado por Scarlet Akane
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

cbfLfe0.jpg Elvis F. Gryffindor.~

 

Suiza.~

Sede de la Asamblea de la CMI

 

Parecía como si los segundos se hubieran vuelto horas. Aquella presión en el pecho no disminuía y me empezaba a doler la cabeza. Siempre había actuado de una manera rápida y eficaz, con un plan de base. No entendía porqué aquella situación se estaba estirando más de la cuenta. Inclusive alrededor, que todos preferían observar más que actuar.

 

Por detrás pude sentir unos gritos. No me encargué de girar el cuello porque reconocí a Shelle inmediatamente. ¿Por qué me gritaba? No entendía. Era mi hija, tenía que enarbolar su varita contra mis enemigos sin dudarlo. ¿Cuál era la solución sino? Tal vez la bruja no entendía que había cosas que no tenían una pausa. Y que todo eso había llevado a sufrir aquellos ataques, el secuestro de los bebes ¿Acaso eso no era motivo suficiente?

 

Para sumar a la situación, mi hija Lunática apareció también. Era mucho más pacífica que su hermana y su melena rojiza contrastaba contra todo el ambiente. Pero no me gustaba para nada su intención. Ella había vivido cada uno de los malos momentos, inclusive todo lo sucedido en Polonia. ¿Quería también detenerme?

 

No miré a ninguna de las dos

 

Ni hablar que la Auror Darla. Que priorizaba la paz ¿Acaso no sabía que hacía décadas que la paz no existía en la comunidad mágica? Aunque sea apuntaba con su varita a Aaron y eso me hacía sentir bien. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Y mis palabras se escaparon de mi boca, como si no las estuviera pensando. Tenía que impactar sobre el ex ministro como lo estaba por hacer aquel Patronus.

 

No dejaré que se haga más daño. ¡Ni uno más! La Orden del Fénix iremos contra cualquier persona que quiera atacar o herir a cualquier inocente. Y los mortífagos saben sobre ello. Aprovechan cada tiempo, cada momento para meterse en su cabeza. ¡Y tú, Aaron Yaxley eres el primero!

 

Me aferré a mi varita e hice oídos sordos ante mi alrededor.

 

@ @ @ @

Editado por Elvis F. Gryffindor

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aaron Augustine Black Yaxley

 

-Buenos días, ¿A quién busca?...

 

Un joven Aaron de aproximadamente dieciséis años acababa de pisar el mítico Cuartel General de Aurores. Algunas papeletas con diversas formas de animales sobrevolaban desde un lugar a otro, ¡entre oficinas!. Un pequeño pichón de papel se había posado en mi hombro algo desorientado, por lo que le invité a posarse en mi dedo para que emprendiese nuevamente el vuelo; ¡observaba todo como un verdadero muggle!. En las paredes, se apreciaban algunas fotografías de los Aurores más destacados, de hecho y con un marco de oro al final, el legendario Harry Potter se cruzaba de brazos y te sonreía amablemente varita en mano.

 

-Joven, ¿a quién busca?...- volvió a repetir la secretaria del lugar. Sus cabellos lilas contrastaban armónicamente con la pared blanquecina del fondo. ¡Me dieron ganas de tomar un helado de crema frambuesa! de seguro le pediría a mi hermana Evarela o al tío Orión que soltasen un galeón.

 

-Disculpe...- le dije, mientras terminaba de observar a un grupito de brujas y magos con elegantes túnicas de tonos pasteles, salir desde un pasillo aledaño-... mi nombre es Aaron, Aaron Augustine Black Yaxley. Me he ganado una pasantía de verano en el cuartel y querría saber desde cuándo podría comenzar...

 

-¡Desde hoy mismo!- exclamó una agradable voz.

 

Volteándome algo torpe hacia la dirección en que provenía tal exclamación, sonreí algo tímido a dos magos que se acercaban hasta el mesón de secretaría. Gryffindor y Granger se presentaban con el mejor de los ánimos, extendiendo sus manos para un apretón amigable y ameno para luego atender a un certificado que validaba mi presencia allí; algo así como una beca de estudios. Seba duplicó su cámara fotográfica y mientras Elvis dejaba caer su mano en mi hombro, un vínculo de satisfacción me hizo sentir más cómodo que en mi propio hogar.

 

****

 

Observando los filamentos plateados que expedía la varita del auror, me concentré rápidamente en una cúpula astral , creando así un pequeño círculo a mi alrededor donde el espacio tiempo sería controlado a mi antojo. Los pliegues de mi túnica parecieron elevarse lentamente pero no era más que un manejo para limitar la velocidad en un pequeño diámetro a mi alrededor. Algunos magos y brujas lograron aflojar sus detenciones y optaron por esfumarse tras elevar la vista al techo de la estancia, mientras que algunos duelos aislados comenzaban a propagarse con diversos destellos luminosos.

 

Con las manos puestas en frente, en una posición que esperaba detener la embestida del azabache animal, no logré definir la presencia de Shiva, como tampoco la de Luna quien había regresado en defensa de su padre. Yo estaba solo, lo había pedido así. En eso ¡el hipogrifo arremetió con todo la barrera mágica!, pero ya dentro del círculo astral su aleteo fue lento y pesado, momento que aproveché para correr hacia el y enrollarme en su cuello, montándolo. Fue también, el segundo en que crucé mi gris mirada con la de Darla, sopesando la actitud que tomaba al posicionarse junto a Elvis.

 

Entonces aferré ambas manos al plumaje oscuro de la creación del auror y salimos sobrevolando todo el lugar. Por supuesto que la bestia querría botarme, más yo me apegué con gran fuerza, apretando las piernas y tomando mis muñecas sin soltar aún mi varita, momento en que y tras golpear un ala en uno de los gruesos pilares de la estancia, me concentré en un Obsistens...

 

El contorno de mis manos se iluminó en un tono lila que sombreó algunos rincones del lugar, proyectando un cerco mágico que fue enredando a la criatura, ¡aprisionándole!, hasta que cayó arremetiendo contra algunos puestos, implosionando en un punto ciego que terminaría por consumir al hipogrifo sin dejar rastro alguno. Por mi parte, ¡había caído!, rodando un par de veces, por lo que me levanté sujetando mi varita mientras sacudía mis prendas del polvillo que ambientaba la escena.

 

****

 

Es muy fácil, al menos así lo había hecho saber el director del cuartel. Mi trabajo constaba en tomar algunas fotografías de las escenas donde los bandos rebeldes habían perpetrado los crímenes. Elvis siempre me había invitado a una taza de café o chocolate caliente con galletas o grajeas luego de la jornada, jamás me había hecho sentir distinto, diferente al resto por pertenecer a una familia que hasta esos momentos era de una dudosa reputación social, al voz populi. ¡Los Black! ¡el Toujours Pur!... Sin duda alguna, comenzaba a ver a Gryffindor como un mentor, una opinión que claramente escondía de mis pares, de mi círculo, de un bando que me había rodeado toda la vida pero que en ese momento desconocía en plenitud; al menos la participación de mi propia familia. Hasta esa etapa de mi vida, por mis años en Hogwarts, había creído que solo formábamos parte de una familia elitista más no tan oscura, no después de la caída de Lord Voldemort. A veces no dejaban que me juntase con quienes ostentaban apellidos traidores al culto mágico, como los Weasley o los Rambaldi, más ¿qué sabría un chico en plena adolescencia?, yo no era Tom Riddle y mis particulares ideales no eran más que semillas que se desarrollarían con el pasar de los años.

 

Le tenia un gran aprecio a Elvis, a Annick, a sus hijos o los que pude conocer, a su círculo. Nunca supe, nunca se me cruzó por la mente pues la ingenuidad de los sentimientos me habían cegado en poder dudar de él y sus principios. Siempre pensé que había sido más listo al irme infiltrando con el paso de los años, a creer que la seguridad mágica iba contra ambos bandos, ¡pero no!, ¡los principios fenxianos siempre habrían de velar e ir en contra de cualquier legado que Voldemort pudiese haber instaurado en algún momento!... Cómo fui tan tonto...

 

****

 

La Orden del Fénix iremos contra cualquier persona que quiera atacar o herir a cualquier inocente...¡Y tú, Aaron Yaxley eres el primero!...

 

Aferraba mi varita en su contra, con algún dejo de compasión cuando le vi allí, pudiendo sentir aún esa nostalgia tras el vínculo de almas que había logrado. Sin embargo, su postura me daba la razón una vez más... ¡los sentimientos te volvían débil!... tensé la mandíbula y escupí algo de sangre. Mi mejilla ardía y cosquilleaba, seguramente algún rasmillón habría de tener y a pesar de la sacudida en mis prendas, aún estaba manchado con polvo.

 

-¡Absorvere!- dicté con mi arma mágica en dirección a Elvis, el auror. La determinación, la intención en la magia oscura con la que acababa de atacarle sostenía una decisión tan crucial, que casi pude oír, cómo los huesos de su tobillo se quebraban cuan ramillas del Otoño.

 

Antes... quizás antes de apegarme a la norma del culto tenebroso que hoy por hoy me entregaba todo lo que necesitaba, tal vez, Elvis podría haber guiado de mejor manera mis principios, más hoy no había nada que nos atara. Él era un fenixiano ¡un traidor más! y pagaría por ello. En algún momento de mi vida podría haberle visto como un hijo a un padre- siendo yo un crío de padre ausente- pero con lo que acababa de oír, estaba seguro de que jamás podría haberme formado bajo las alas del fénix. ¡Quería verlo de rodillas!

 

@

ISh3z7l.gif

1yVXGup.png
xV0xd.gifmdbNxIw.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.