Conmemoración del 232 aniversario de la Revolución Francesa

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

Ashley se encontraba en la oficina del Ministerio italiano cuando de casualidad encontró una invitación para ella, la cual había olvidado por completo, era para aquel día, era un poco ya tarde así que fue muy rápido a la Mansión Malfoy para arreglar y asistir a dicho evento del consulado Frances. Ashley opto por ir con un vestido color negro no muy escotado y unas zapatillas plata con bolsa y accesorios del mismo color, la joven sabia que estaba ya llegando un poco tarde pero esperaba convivir aun en aquella hermosa velada.

- Mejor Tarde que nunca - Se dijo así misma al bajar del choche y dirigirse a al entrada donde se encontraban unas edecanes recibiendo a los invitados - Ashley Emily Black Lestrange Malfoy, del ministerio italiano

Después de presentara la dejaron pasar al salón donde varias parejas ya se encontraban bailando, la ojiverde se acerco y a lo lejos pudo ver a su Padre con Cillian, aquel rubio que le había presentado ya en la Mansión Malfoy, estaba muy contenta verlos juntos, la parecer el romance estaba progresando.

También miro que estaba la Ministra italiana atendiendo a un joven, busco en todo el salón esperando que algún familiar se encontrara por aquel lugar, mientras buscaba un mesero se le acerco ofreciendo bebidas, ella se limito a tomar un copa de vino 
 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ludwig Malfoy]

El tiempo que pasaron en aquella hermosa velada estaba por terminar, Cillian y Ludwig habían podido aprovechar todos y cada uno de los valiosos minutos juntos para conocerse y comprender lo que quería un del otro, se habían sentido en paz y felicidad por poder expresar sus sentimientos de manera sincera, deseaban estar juntos por siempre y que aquellos minutos de felicidad se volvieran eternos. Parecía que pronto acabaría la velada y los tragos también ya estaban escaseando lo cual anunciaba la despedida de ambos. 

-Creo que en definitiva es hora de irnos, podría llevarte a la mansión Malfoy si quieres - dijo rubio susurrándole al oído - o a la Dumbledore, la que más cómoda se te haga.

Nuevamente recordó aquellas horas que habían pasado el día de su llegada y deseaba crear nuevos momentos de aquella misma índole sin embargo no contaba con la llegada de su hija la cual ya se había perdido gran parte de la fiesta. Se trataba de Ashley la cual saludó con énfasis. Después de todo ella había sido de las primeras en emocionarse al enterarse de la relación del Ludwig y Cillian.

-¡Hija! - dijo sorprendiéndola - vaya que llegas tarde casi te has perdido de lo más emocionante de la fiesta pero que bueno que llegas ¿que fue lo que te entretuvo tanto? Espero haya sido algún licántropo - dijo mirándola sospechosamente.

 

@ Cillian Haughton  @ Ashley Emily Black Lestrange M.

Editado 15 de Noviembre del 2021 por Ludwig Malfoy Haughton

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad que la comitiva de Nueva Zelanda llegará era una gran alegría, pues eso ayudaba a que los nexos con ese país fueran más estrechos, algo que siempre había esperado mejorar. A su anterior representante la había visto sólo en una ocasión en Berlín, en una fecha que me recordaba el hecho no muy agradable de haber sido secuestrada por la mafia rusa, pero apenas habíamos cruzado saludos y jamás habíamos entablado una conversación. Al besar mi mano un ligero rubor en mis mejillas afloró.

 

-Disculpe mi atrevimiento Monsieur Macnair, asumí por su apellido y que eran hermanos.

 

 Habia cometido una imprudencias pero el le había quitado importancia y se lo agradecía, tenía entendido que el era si un ser de mano dura y su mandato había sido bastante tajante, su elección de palabras me hizo reír, me lleve la mano a la boca con delicadeza.

 

- Monsieur gobierno con todo el amor y la equidad posible, pero la ventaja es que creen que soy débil y eso no es cierto, hay que encontrar la forma de ganar siempre

 

Solté sonriendo picardía, me había caído en gracias su comentario, se notaba tan seguro de sí y la verdad le daba luz al momento, pues pocos estaban animados para este momento. Los únicos que bailaban eran una pareja que gracias a merlín se habían apropiado del Cóctel.

 

-¿Desea usted algo Monsieur Macnair? Vodka, champagne, vino… dígame usted

Con un ligero movimiento de mano llame a una de las meseras para que atendiera al caballero.

@ Juv Macnair

[Kahlan Blackthorn]

 

Observando con atención cada gesto de la fémina, le resultaba extrañamente familiar. La reacción del Senescal, le pareció acertada ante la errada aseveración de la Francesa, porque el único nexo entre Juv y él, era estrictamente negocios. Porque la Nigromante era la Viceministra de Holanda, no recordaba sus encuentros fuera de horas de trabajo, porque aquello llegó a su fin de común acuerdo. Además en la vida de la rubia existía otro hombre y eso le causaba un regocijo especial al caballero.

— Suele ocurrir, pero ambos formamos parte de la misma estirpe. Somos Macnair de diferente madre y padre, no piense mal. Digamos que mi vida no tuvo su verdadero origen dentro de tierras Holandesas, pero amo esa nación tanto o más que a mi pequeño hijo—solía guardar silencio sobre su vida personal. Pero dentro de poco eso cambiaría al hacerse notar dentro de la comunidad mágica— Lamento ser tan directo, pero me siento orgulloso de tener alguien que siga mis pasos dentro de la politica—la sonrisa que apareció en sus labios iluminaba su rostro de una forma peculiar. 

— Agradezco que se haya tomando en cuenta a Nueva Zelanda, pero mi socia y yo hemos decidido, dejar esa nación de momento en un receso. Ahora ella está alistando todo para que yo tome posesión del poder dentro de Holanda, fungiendo como la Viceministra de esa nación y ser una de las más poderosas—afloraba sin remedio su lado arrogante— Cuente con mi apoyo en todo lo que necesite, consideré a mi país un aliado incuestionable y leal a Francia—la solidaridad entre países era una moneda de cambio que pocas veces se usaba tan abiertamente. 

Conduciéndole hacia la pista de baile, esperaba que no le tachará de atrevido o seductor. Pero se sintió tentado a compartir una pieza con la mujer que había sido tan amable en tratarlo de esa forma tan cordial— Puede llamarme Kyle, prefiero que dejemos los títulos rimbombantes de lado de momento, al menos por ahora—le hacía girar con elegancia, bailando con la soltura de un profesional. Todo gracias a las clases que su abuela, le hizo tomar de pequeño y el aceptaba a regañadientes cada tarde dentro del salón donde se comprometiera el que creía su hermano mayor— No deseo de beber nada de momento, solo planeó pasar un rato ameno en su compañía—respondió ante los ofrecimientos de la joven.

@ Ada Camille Dumbledore

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

Ashley había llegado a la fiesta, realizó una pequeña reverencia con la cabeza como saludo al mirar de lejos a la ministra Francesa. Después de encaminó tratando de pasar desapercibida entre los invitados.

 

Era mas que evidente que la ojiverde estaba llegando tarde aquel evento, sentía algo de pena pero la invitación se encontraba perdida entre tantos papeles en el ministerio italiano. Mientras trataba de ponerse cómoda escucho la voz de su padre que se encontraba con Cillian.

 

- La invitación estaba perdida entre tanto papeleo - dijo respondiendo a su pregunta de la demora, ante el comentario seguido sobre si alguien pudo entretenerla ella se sonrojo. - Jaja no para nada Padre, de la oficina me fui a la casa y aquí me tienes.

 

Ashley se sintió curiosa al escuchar las palabras sobre lo. Divertido de aquella fiesta. - ¿Y ustedes, a donde seguirán la fiesta? - dijo dando un pequeño codazo a su Padre para juntarlo más a Cillian. 

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad la conversación con el. Señor Macnair fue graciosa, era una persona muy auténtica y era totalmente agradable hablar con él, las aclaraciones sobre su familiaridad con Madamme Juv me hacía entender su cercanía. Me agradaban sus ojos del caballero… bueno era adicta a mirar los ojos de la gente, costumbre mía fijarme en ellos. La ternura con la que hablo de su hijo me conmovió pero no se había algo que me intrigaba, solamente esperaba que me disculpara mi imprudencia. Sonreí delante de su afirmación era muy atrayente y tenía un encanto bastante singular, me agradaba.

 

Mire a la joven @ Ashley Emily Black Lestrange M. que paso por mi lado y le regale una sonrisa con un asentimiento de cabeza. Volví a los ojos del joven Macnair, no parecía ser mucho mayor que yo y ya estaba en el mundo de la política, parecía ser alguien muy capaz y eso me agradaba, cuando menciono que estaban en la vida de tomar el poder de Holanda de inmediato mi cabeza fue a los campos de mi flor predilecta. Ver su decisivo al decirme ser leal a Francia me hizo emocionar

 

- Y no dude un segundo de que Francia y Mónaco prestarán lealtad a Holanda y a su ministro

 

Mi voz hacia salido casi un susurro en la frase final y de pronto me vi llevada suavemente al centro de la pista, casi sumergida en su mirada, con gran desenvoltura bailo y yo me deje guiar por la pista casi levita do entre sus brazos.

- Es usted un gran bailarín, casi diría que es todo un profesional Monsieur… Kyle…

La verdad es que por primera vez en la noche bailaba, la calidez su mano en mi cintura y mi mano izquierda en su mano al cadencioso ritmo del vals.

@ Juv Macnair

 

 

[Kahlan Blackthorn]

 

Le resultaba bastante agradable la cercanía con Ada, parecía que existía una conexión instantánea entre la Francesa y el Holandés. El recordar a su pequeño hijo, siempre le sacaba la sonrisa más sincera de los labios, aunque solía ser un hombre frío y despiadado la mayor parte del tiempo. Los ojos de André eran similares a los del Senescal de Caronte, expresando lo que no era capaz de decir con palabras, dejando que fluyera de forma natural el relacionarse con sus homólogos de otras naciones. Recorriendo con movimientos elegantes la pista, le daba de cuando en cuando una vuelta, para que pudieran apreciar lo hermosa que era la dama que se encontraba entre sus brazos.

— Años de tomar clases impuestas por la que creía que era mi abuela materna. Pero no deseo ahondar demasiado en ese tema, digamos que se lo contaré en otro momento y lugar—dejando un delicado roce sobre la mano de la fémina recorría con las yemas de los dedos el dorso de esta. Esperaba no estarse viendo demasiado atrevido, pero no podía negar su debilidad por las mujeres. Pocas entraron en su vida y solo dos supieron como mantenerse dentro de ella. La primera su amada Selene madre de su pequeño y la otra Juv su fiel compañera de andanzas y mejor amiga.

— Agradezco la lealtad ofrendada a mi nación. Estoy seguro de que nos vamos a llevar de lo mejor, aunque no descartó implementar algunas condiciones dentro del tratado que están redactando mis colaboradores—la franqueza en sus palabras era como una loza que se dejaba sentir con todo su peso sobre la pareja. Era calculador en extremo, no le gustaba dejar un solo cabo suelto, no cuando se trataba del país que amaba más que a su propia existencia. Holanda le había dado más de lo que pudo pedir y no solo en el ámbito económico, sino también en el personal y profesional. 

— Me recuerda a una hermosa dama que conocí hace tiempo, justo era también una Dumbledore—susurró juntando un poco mas su cuerpo con el de la dama. Balando con candencia y elegancia, le llevaba como si logrará que flotarán por encima de las nubes, disfrutando de esa sensación que le quitaba todo el estrés o tensión contenido en su cuerpo. Posiblemente era el aura tan especial que poseía la princesa, porque eso de decía de ellas que eran capaces de desaparecer todos los males, al poseer una magia única en su especie— Nuevamente agradezco cada una de sus atenciones, para mi es un placer que me permita disfrutar de su compañía—sonrió dedicándole una mirada cargada de misterio.

No le quedaba la menor duda de que entre ellos nacería algo más que una simple relación bilateral entre sus naciones. Macnair nunca se quedaba con las ganas de obtener lo que deseaba y Ada no era la excepción a esa regla.

@ Ada Camille Dumbledore

 

Editado 23 de Noviembre del 2021 por Juv Macnair

[Thoth]

Lycan se acerco @ Ada Camille Dumbledore  y simplemente empleo el ataque psíquico contra ella, para así establecer una comunicación telepáticamente. Esta ella podría hablar por medio de su mente, así nadie a no ser que ser legeremante podría saber de que se encontraba hablando, por esa razón, se encontraba empleado ese arte tenebroso, quizás tenías algunos principios y era posible de realizar, pero no era algo que le gusta emplear con mucha frecuencia, pero dada las circunstancias considero que era la mejor forma para ello.

 

"Ada, es Azrael." Expreso a la Ministra Frances. "Estoy indagando sobre los rumores de algunas traiciones, creo que me pudieras ayudar en ello, ya que reconozco que existe una amenaza en mí pais, algo que me vino de dudosa fuente, pero que eso me bastará para iniciar una guerra, sabes que no soy un hombre que perdone a sus enemigos, y a esos seres lo considero más que una escoria, entonces te pregunto ¿Sabes algo de una supuesta y auto proclamada princesa Fida o Frida?" Asevero mentalmente el mago, este canal de comunicación era propio de los Senecales de Caronte, era de un recibir y enviar, pero algo de sutileza, además de ser más invasivo que la misma legeremancia, pero con menos posibilidades de explorar la mente, solo era un medio de comunicación mental y nada más.

 

Este espero ansioso por la respuesta que le daría la francesa, en caso descubrir un acto de traición por parte de ella, a él no le temblaría la mano para desvincularse de todo afecto por ella, igual ya en su fallido intento de la prueba de videncia, le fue suficiente para ser más inhumano, y eso era algo que ni los arcanos ahora podían cambiar en el mago.

[Kahlan Blackthorn]

 

Le habían llegado noticias de que Kyle, se instaló como todo un rey dentro de Londres. Vaya la buena suerte que rodeaba al Primer Ministro de Holanda, ya que no solo gozaba de una fortuna incalculable, sino que además tenía una pareja que le llenaba de alegrías cada que estaba cerca de el. Le agradaba ver que al menos uno de los dos, gozaba de los placeres que les brindaba la inmortalidad, quedándose de una pieza al verlo bailando con Ada Camille Dumbledore. Quien lo diría una buena amiga de la Senescal de Caronte, conocía al mejor amigo y cómplice de la Nigromante.

— El mundo es un pañuelo—tomando una copa de bourbon la bebió de golpe. Volvía de una larga estancia dentro de tierras Holandesas, para pillarse con una sorpresa de ese calibre. Aún recordaba bien lo que le dijera el Vidente, donde pone el dedo, pone la bala y lo cumplía con sus acciones desmedidas. Ella fue afortunada al tenerlo, aunque muy a su pesar era un mero recuerdo que con el tiempo solamente quedaría tatuado en las pieles de ambos. Ya se daría el tiempo de robarle eso que tanto le costaba negarle, recordando que era un caballero con pareja.

— Ojos que no ven...—se mordía el interior del labio, deslizando su surda por el tatuaje de quimera que llevaba en el pecho. El mismo que le obsequiará al Macnair, justo antes de despedirse aquella noche en medio de una ola cargada de placer, deseo, amor y calor que les devorará cada uno de los sentidos. Beberse esa clase de licores, embriagaba más que tomarse todas las reservas de la mansión que pertenecía a su familia. El volvió a tomar lo que le robaron, ella solamente deseaba encontrar al hombre que le invitará a perderse en el misterio de sus ojos azules. ¿Dónde diablos se metió aquel enigma con pinta de caballero de armadura resplandeciente'. 

Si el Nigromante supiera, no le causaría la menor gracia el tener que compartir la atención de la rubia. Desde siempre se entregaron la frase que les colmaba de secretos y misterios, siempre la misma faceta detrás de la máscara que portaban delante del resto de la sociedad. Ella era el rojo y el negro el, compartiendo las aleaciones que la componían como dos partes de un mismo ser, almas gemelas, adheridas por algo más que la mera casualidad— Diré el pecado más no el pecador—cerrando sus ojos aspiraba el aroma que había quedado impreso en sus sensuales labios. El carmesí natural que los engalanaban con un brillo y sedosidad que invitaba a besarlos.

— Es una pieza muy larga, no bailaría tanto. No si mi inmortalidad dependiera de ello, pero otra clase de baile si me tienta y de que forma—deslizando la copa por su labio inferior, recordaba ese néctar que le obsequiará aquel castaño de cabellos color caramelo.

[Valeskya Granger]

La Granger siempre se preguntaba qué era lo que en realidad la motivaba a ir a fiestas donde pocas veces se encontraba a alguien conocido, sin embargo, en el fondo había descubierto que eso no le desagradaba del todo. Ese tipo de invitaciones de cierta manera la obligaban a salir de su rutina que muchas veces le resultaba aburrida, así que acudir a un cóctel siempre era un motivo para distraerse y en esta ocasión serviría para ver si podía encontrarse a algún rostro que le resultara familiar. La mirada violácea de la bruja miraba con detenimiento la invitación mientras se encontraba en lo que era su negocio.

 

Debido a que la mansión Granger había sufrido daños importantes y que éstos todavía no lograban ser reparados, había elegido como hogar temporal su negocio, Catemaco’s Magic, lo cual no era algo que le disgustaba. Llevaba unos cuantos días solamente que había vuelto y sin saber cómo, la invitación había llegado a ella. Textualmente iba dirigido a la familia, y en vista de que había llegado a ella, había deducido que nadie más estaba presente para poder recibir dicha invitación.

 

Cuando Valeskya había leído el contenido, no pudo evitar hacer un gesto extraño en su rostro. Nunca había sido particularmente asidua a los eventos que tenían un tinte político, se le hacían bastante sofisticados, aburridos, y de cosas con las que la mayor parte de las veces no estaba de acuerdo. “Tal vez esté equivocada y quiero ver cualquier festividad del Ministerio como algo mal, además de que algún Granger tiene que dar la cara por el resto” [?]; esa había sido la frase que había terminado de convencerla para ir, aunque estaba segura de que su hermano Joaquín seguramente disfrutaría de ese evento mucho más que ella.

 

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- Está bien, está bien… ¿Qué haría mi hermano en estos casos? -  Habló la bruja en voz alta, mientras caminaba lo más rápido posible, dirigiéndose hacia la entrada al salón. Alguien de seguridad le había dicho que la cena había transcurrido y ahora toda la gente se encontraba en el salón, disfrutando de la fiesta. – ¿En qué momento se me hizo tan tarde? ¿Será prudente entrar ahora mismo? Bueno, solo haré acto de presencia, portarme como si tuviera mucho dinero, sonreír a la gente que no conozco y triunfaré.- Se dijo a sí misma.

 

Antes de abrir la puerta, se detuvo en seco; a su mente llegó una posibilidad acerca de la invitación que había llegado a sus manos. ¿Y si en realidad era por el puesto que ostentaba desde hacer mucho tiempo? Recordó que era la asistente de la Líder del Congreso de Adivinación y esto le hizo sentir una pequeña punzada de remordimiento, ya que casi nunca hacía cosas relacionadas con su puesto, a pesar de que la adivinación era de las cosas que más disfrutaba de su vida . Al final la ojivioleta concluyó que era por el trabajo que tenía con Sophie el motivo por el cual tendría que asistir a aquella reunión.

 

Ajustó su vestido y suspirando, entró al salón y al ver que no había tanta gente como ella hubiera esperado, le hizo pensar que en verdad había llegado demasiado tarde. Estiró una de sus pálidas manos para sostener una copa que uno de los meseros le estaba ofreciendo, mientras su mirada recorría los rostros, tratando de encontrar a alguien conocido.