Conmemoración del 232 aniversario de la Revolución Francesa

[Hannity Ollivander Evans]

Hannah Rambaldi 

 

La noche transcurria más lento de lo que esperaba, pero era agradable qué por una vez disfrutara de aquellos momentos en donde se alejaba un poco del ministerio, su trabajo como inefable le consumía el tiempo y no es que tuviera problema alguno con ello, tenía una larga vida por delante y mucho más tiempo del que alguien hubiera pensado jamás.

 

Su compañía se disculpaba por el momento que la dejaría sola, ella había respondido con un -no se preocupe, adelante.. Haciendo una venía con la cabeza, le hubiera gustado decirle que le estaría esperando, pero le parecía demasiado atrevido, así que solo sonrió ante la parsimonia del hombre peliblanco. 

 

Con la mirada buscaba a Ollivander,  pero parecía que había abando ado el comedor, esperaba que se encontrara bien, por lo menos parecía que estaba co  sus acompañantes ya que no había rastro alguno de ninguno de los tres, tanto los Ollivander como el Crouch no estaban a su vista. 

 

No se preocuparía por ella, Hannah solo se preocuparía por disfrutar de la velada y de ser posible, conocer un poco más de él señor Macnair, algo de él le parecía tan... especial.

 

@ Albus Renaldi Macnair

 

 

[Cillian Haughton]

Una sonrisa pícara se dibujo al instante al escuchar la última petición de Ludwig. 

Se reacomodo una vez más en su lado de la banca, no por que no le gustará la posición en la que estaba, si no por que era su hora de hablar. ¿Con qué historia debía comenzar? Lo cierto es que Cillian tenía solo un par de semanas desempeñándose en aquella profesión, pero aún así por su habitación habían pasado ya bastantes hombres. Decidió comenzar por el caso más gracioso de todos ellos.

— Hay un hombrecillo italiano que conocí en un bar —aquello había pasado solo un par de días antes de conocer a Ludwig—. Creo que es agente en el Departamento de Seguridad Mágico de ese país. Es un hombre bastante extraño —Cillian se puso de pie y comenzó a caminar frente al rubio mientras contaba la historia—, aquella noche estaba bastante ebrio como para volver solo a casa así que me pidió que lo ayudara...

Cillian le contó a Ludwig que obviamente no había hecho aquello gratuitamente, en esos días el negocio no había ido bastante bien, y cuando le explicó al hombrecillo italiano quien era en realidad y a lo que se dedicaba aún cuando estaba realmente borracho se había mostrado interesado así que en lugar de llevarlo a un lugar seguro, lo llevo a su habitación en aquel viejo hostal del centro de londres.

— Le gusta disfrazarse de animales —se detuvo por un segundo—. ¿Has estado alguna vez con alguien que le gusta intimar con otra persona disfrazado de hipopótamo? 

[Ludwig Malfoy]

Para Ludwig escuchar aquellas palabras eran como música para sus oídos, por alguna razón se sentía tan necesitado de seguir escuchando que temía que se volviera una adicción. Incluso se haber podido hubiera agarrado a su pareja y ahí mismo le habría hecho sentir tantas cosas. Sabía que era algo complicado pues no quería avergonzar al ministerio Italiano frente a los franceses pero por cada palabra que escuchaba, mas fascinado estaba.

-¿Hipopotamo? – dijo el Malfoy intentando aguantar la risa – no puedes hablar en serio, y ¿que tan real era tu atuendo?, me cuesta trabajo imaginarte vestido en un traje así – luego recordó que a Xeno le gustaba intimar en su forma de licántropo, pero era muy peligroso y en varias ocasiones salió herido – tengo una experiencia similar pero jamás con un hipopotamo.

Tomó un poco de su trago y se levantó también para besarlo, le mordió el labio y lo abrazó de la cintura mientras hacía un movimiento sugiriendo un baile.

 

@ Cillian Ryddleturn

[Cillian Haughton]

Respondió a las acciones de Ludwig de forma automática y momentos como aquellos le hacían pensar que estaban destinados el uno para el otro. Cillian también rodeó a Ludwig con sus brazos y comenzó lo que parecía ser un baile aunque en aquel lugar reinaba el silencio cuando ellos no estaban hablando. Ludwig era un poco más alto que Cillian hacía que este podía arre-pegarse al pecho del otro y escuchar como su corazón se aceleraba un poco al estar junto a él.

— Bastante más realista de lo que me gustaría aceptar —y aquel no era el único disfraz que había tenido que usar durante sus encuentros con el agente Sanchez, que si bien habían sido pocos, habían sido bastante intensos a pesar de las particularidades—. ¿Vas a contarme sobre ello o prefieras que siga hablando yo?

Cillian y Ludwig se movían de un lado a otro, simulando un baile y aunque ambos podían perfectamente haber usado un poco de magia para hacer sonar música en el lugar, ninguno de los dos se había querido separarse del otro para solucionar aquel pequeño detalle.

@ Ludwig Malfoy Triviani

[Ludwig Malfoy]

Simplemente deseaba que aquel momento nunca acabara, el movimiento, la música tenue, la luz de la luna iluminando a los dos enamorados. Era como un cuento de hadas en el que no deseaba terminar. Lo volvió a besar y posteriormente decidió contar un poco de su historia con su difunto exesposo.

-Bueno, Xeno era un poco… violento – murmuró intentando recordar su antigua relación – estuvimos juntos poco tiempo antes de que desapareciera, pero su licantropía aunque estaba controlada, se volvía como una loba en celo.

Contó sobre como casi una vez lo mata debido a los rasguños y a las mordidas, afortunadamente al ser vampiro, era imposible que Ludwig tuviera esa condición, incluso mostro una de sus cicatrices en su pecho.

-Pese a todo, yo también lleguen a disfrutar de ese dolor, supongo que por eso no me alejaba de el, sin embargo desapareció y nunca más se volvió a saber de el – finalizó e hizo una pausa – pero bueno, ahora tu también tendrás contarme de algún viejo amor, si así quieres tu.

[Luna Gryffindor Delacour]

Me había quedado tan pensativa que no había escuchado a mi amiga Ada en un buen rato y eso era porque se me había dado por pensar en que el lugar podría ser peligroso, tantas personas reunidas para la conmemoración ¿no era un peligro? ¿o era mi paranoia de siempre? últimamente solía pensar que podríamos estar en peligro, era una cosa que me pasaba bastante más seguido de lo que debería de pasarme, suspiré diciéndome que al menos podría seguir charlando y seguir el hilo de las conversaciones o intentarlo al menos un poco. 

 

- Me sigo preguntando como hicieron para hacer una conmemoración tan linda, la comida fue deliciosa también, de veras creo que fue muy buena idea, pero iré a revisar todo para que nada salga mal, tu sabes que con estos tiempos que corren mejor es prevenir que curar, así que mejor ver que todo siga así de bien, es una hermosa velada y además podemos tener relaciones internacionales, es como matar a dos pájaros de un tiro ¿no? - Le dije a Ada preguntándome si no se habrá asustado de mi mutismo repentino -  

 

Eso me pasaba porque estaba distraída como siempre, me dije que mejor que prestaba atención y dejaba de volar con los pajaritos, a menudo me quedaba pensando en lo que había pasado en el lugar o también en lo que pasaría y me perdía lo que pasaba alrededor mio, suspire diciéndome que realmente era una hermosa cena y que esperaba poder seguir pasándola así de bien, al fin y al cabo, no se iba a una conmemoración como esta todos los días y máxime si es que quería tener alianzas con los Franceses mejor era prestar atención y no perderme de nada, no fuera cosa que me perdiera algo importante y también podría vigilar las entradas y salidas de todos para cuidar y proteger a los invitados al lugar. 

 

 

[Sagitas E. Potter Blue]

Aunque pareciera que estaba perdida en algún otro sitio (pues no dejaba de perseguir a los fantasmas invitados en aquella fiesta; tal vez debería dejar libre a Jack para que paseara por aquellos jardines con sus semejantes, si me fiara de MariaAntonieta...No, mejor no), pero seguía las conversaciones que se movían a mi alrededor sin perderme detalle. Tengo muy buena retentiva.

-- Tus pechos son deliciosos, @ Perenela Arya Grindewald Potter Blue . No hay nada tan bonito como los pechos de una madre. Es símbolo de vida. Nada de fiestas, ¿vale? Que me estoy jugando la reelección en unos días. ¿Ludwing? ¿Quién es ese? ¿San Mungo? Lo siento, cielo, yo sólo me fío de la privada, por eso sólo uso la Clínica de los Santos Mangos.

Tomé un par de bocados de aquel exquisito plato, aunque estaba llena. Por lo que sabía, los franceses consideraban una falta de respeto dejar un plato sin probar. En eso, eran como los italianos.

-- Apruebo que Artagracia vea a sus primos. No podemos dejarla tanto tiempo a solas con Ithilion. Aprenderá a ser una gamberrilla sin control. La compañía con lobos no es lo que más le conviene. Es bueno que vea a otros niños. Y este año deberíamos entrarla en la guardería.

Sabía que era un tema que le molestaba muchísimo a @ Matt Blackner , pero la educación mágica de la niña iba por delante a sus preferencias como padre consentidor. Cuando trajeron el cordero, cerré ligeramente los ojos. ¿Es que no se cansaban de traer platos? Me dediqué a comer un poquito y a hacer que comía más de lo que lo hacía. Pero noté la sorpresa de Xell en cuanto a los niños que había en la "Ojo Loco" ahora mismo. Esta chiquilla... Siempre tan perdida.

-- Tú también deberías salir más e ir a la guardería. Como directora, no como niñita, quiero decir. Tu negocio da pena. ¿Entendido? -- Era una orden nada disimulada. Que estuviéramos de vacaciones no implicaba que no acudiera a su negocio para ver qué había sucedido en los tres meses cerrado.

Pasé por alto el monólogo de Perenela sobre su último embarazo puesto que ya lo sabía, había estado con ella. Me dediqué a devorar unas patatas hervidas con unos aderezos que estaban de muerte, no literalmente, claro, pero casi. Me encantaron tanto que le robé a Jack las de su plato y...

-- ¡Hey! ¿Dónde está Jack?

Mi mirada se endureció y volví a buscar a las fantasmas. Unas de peinados altísimos y demasiado escotadas para mi gusto, me miraban de reojo y se tapaban con los abanicos para reírse. Gruñí claramente disgustada. Perenela se había ido hacia otro lado de la mesa para hablar con dos muchachos y Xell decía algo de irse. Empecé a tamborilear con los dedos encima de la servilleta.

-- De aquí no aparece nadie hasta que aparezca mi marido -- musité en un gruñido seco y muy bajo, sólo audible a mis acompañantes.

El problema era levantarme ahora sin llamar mucho la atención. El ser la Ministra de Inglaterra no ayuda mucho para pasar desapercibida. Dirigí una mirada enfadada a @ Ada Camille Dumbledore . Se lo había dicho, no me gustaba mucho que hubiera fantasmas coquetas en Inglaterra, pero como aquel lugar, aún en mi país, se consideraba territorio francés al formar parte de la embajada, había tenido que claudicar. No soy la soberana de ningún territorio galo, sino hubiera ordenado a Robespierre que la tuviera mucho más sujeta.

-- Venga, a buscarlo -- les dije a Matt y a @ Xell Vladimir Potter Black . -- Y espero que no esté con ninguna señoritinga francesa porque...

¿Desde cuándo era tan celosa?

[Ludwig Malfoy]

Parecía que Cillian había quedado mudo con lo que el Malfoy le había contado, por un momento se sintió avergonzado y nuevamente su pálida piel comenzó a teñirse de todos los tonos de rojo posibles. No era común que hablara de su pasado pero ahora lo estaba haciendo y esperaba que en algún momento Cillian tuviera una respuesta de todo lo que estaba pasando por su mente.

El rubio recordó que el dolor que le causaron las heridas físicas, fueron nada, comparadas con las heridas del corazón y el alma que la separación con el licántropo le había causado. Recordar todo le hizo sentir un sabor amargo de boca el cual se intentó quitar tomando un trago más de su bebida.

-En fin, eso fue lo que ocurrió, ya tiene bastantes años y pues de ahí no tuve más relaciones, hasta ahora – no sabía que eran aún pero sin duda alguna deseaba tener una bonita relación con Cillian y daría lo mejor de el para ser una pareja ejemplar.

 

 

@ Cillian Ryddleturn

[Hannity Ollivander Evans]

Lo contiene aquel recipiente, aquel cuerpo, no es algo que se note a simple vista. Actúa, camina, hace movimientos tan exactos a los que hace la persona, el recipiente en el que esta, pero su forma de hablar es diferente,  no es melodiosa, con esa armonía y el toque dulce y tierno de la Ollivander, su aura es un poco más oscura de lo que en realidad es, aunque algún experto en el área lo podría deducir, aquella oscuridad no es natural.

 

La rubia camina hasta donde los dos hombres se encuentran, algo referente al hombre musculoso y de buen porte le repele, es como aquel dolor de cabeza ligero, que no se va, siente como si él le hubiera arrancado algo y ahora esta atrapada en aquel recipiente en el que su propietaria lucha constantemente por salir, por librarse de ella y ella, esa pobre alma tiene que dejar de insistir por un tiempo, pero hay algo en el espíritu de aquella niña, tan férreo que a veces la deja sin fuerza, sin poder actuar. No sabe si es para protegerse del mal que ella le causa o para proteger a otros de ella, de lo que es, de lo que infecta y contamina a su alrededor. 

Ladea la cabeza por segundos al mirarle, al hombre atractivo, como si quisiera entender su naturaleza, la cual no es del todo humana, ella lo sabe.

 

 El otro hombre le parece más familiar, como si ya hubiera tenido contacto con él antes. Pero es un alma vieja, sin recuerdos de sus estancias pasadas, de los lugares que habitó, que contaminó y que en algunos casos daño hasta que tuvo que cambiar de recipiente por que lo había consumido.

 

No puede saber lo que con esas miradas cómplices se comunican, pero el hombre de ojos heterocromos le ha pedido al otro que se retire, ella lo ve irse, es bueno por que no siente más aquella punzada incomoda que causa su presencia,  pero al estar solos, la niña, la propietaria del recipiente intenta despertar, salir y por más que ella intenta mantenerle quieta es imposible, a la sola mención de Grelliam de acompañarlos a casa, el cuerpo de Hannity se tambalea, la rubia se siente cansada, ha sido una noche de muchas emociones y cosas tan extrañas, había perdido su blanquizco color, parecía enferma, pero la simple mención de volver a su hogar parecía ser la cura a sus males.

-¡Claro que me gustaría!- su voz es apagada, pero es por el cansancio qué le provoca luchar por salir, regresar, ser ella de nuevo, pero sabe que sólo él puede percibir la emoción en su voz -Creo que fue una larga y difícil noche para los dos. ¿Quieres que pasemos por algo para cenar? ¡Yo invito!

Por primera vez en mucho tiempo vuelve a sentirse segura con la compañía del Ollivander, como antes, pero con el plus de que ahora es su padre.
 

 

@ Hessenordwood Crouch

Editado 4 de Septiembre del 2021 por Hannity Ollivander Evans

[Cillian Haughton]

Cillian se había quedado un poco sorprendido con la historia que Ludwig le había contado sobre su anterior relación. No podía juzgarlo ya que él por su parte también había tenido sus relaciones un tanto raras aunque ninguna ellas había sido algo oficial.

— Disculpa, sé que no soy la persona indicada, pero he quedado un poco sorprendido sobre tu relación con Xeno —para ese momento habían detenido ya su baile y solo se encontraban hablando—. ¿Y desapareció así sin más? 

Suspiró, que pregunta más tonta acaba de hacer. Que las personas desaparecieran en aquel lugar era lo más común, siempre había algún caso similar cada cierto tiempo. Si bien se había detenido el baile, Cillian apretó un poco más el cuerpo de Ludwig con sus brazos.

— Solo ha habido una persona a la que pude considerar oficialmente mi pareja. Su nombre era Carlos... —¿Debía contarle también sobre Juliene? Sí, ya era momento de que lo hiciera—. Carlos es el esclavo de Juliene, mi esposa.

¿Cómo reaccionaria Ludwig a aquello? Habían hablado ya sobre varias cosas de su vida anterior pero había estado olvidando ese pequeño detalle sobre la suya. Si bien hacia bastantes años que ambos habían desaparezco, legalmente Cillian seguía casado de aquella est****a vampiro.

 

@ Ludwig Malfoy Triviani