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Nördlingen || Clase de conocimientos Febrero 2022


Ludwig Malfoy
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Aritmancia

 

Al parecer, todo el grupo se reunió en el mismo lugar de un momento a otro solo un par de segundos después de que Cillian le dirigió la palabra por última vez a los representantes del Ministerio Alemán, cumpliendo así con la asignación que su prometido le había dado para cumplir con su cuota en el aprendizaje de los idiomas.

Y justo en ese momento es que también las cosas comenzaron a ponerse un poco más interesantes, ya que se encontraban bajo ataque. Mientras Azrael, que por fin tenía algo realmente útil por hacer, se encargaba de mantenerlos a salvo con ayuda de un par de más del grupo, Cillian se acercó lo más que pudo a Kyle.

- Se que no tiene nada que ver con los números, pero… ¿Aporta algo a ese puzzle del que lo he escuchado hablar hace un momento el saber que ese misterioso mago que es el culpable de todo esto haya nacido en este pueblo?

Guardó silencio durante un par de segundos más, intentando recordar un poco más de lo que el lugareño le había contado. Le costaba dar con información necesaria ya que este había hablado mucho más rápido de lo que él hubiera gustado.

- Espera… Había algo más. El lugareño también ha mencionado que su nacimiento tuvo lugar hace 45 años.

@ Kahlan Macnair  @ Ludwig Malfoy Haughton

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KJ0

Master de Transformaciones, Aritmancia, Astronomía & Cuidado de Criaturas Mágicas

— Agradezco su aporte en verdad, no hay duda de que nos será de suma utilidad a la hora de transformar lo que consideremos nos puede servir como un arma—comentó el Ángel Caído, asombrado por la forma tan certera en que Azrael realizó aquel análisis sin mayor esfuerzo. El era bueno con las matemáticas, adicto a perderse entre números y diversos signos que le ayudaban a encontrar más de una respuesta a ese dilema que le solía aquejar de cuando en cuando.

Desviando su vista hacia Cillian, escuchaba con atención lo revelado por el caballero. No le extraño que le echará una mano con respecto al tema de la fecha de nacimiento del causante de todo aquel desaguisado— Claro que es útil, justo esa es una de las piezas que nos ayudarán a darle forma a todo este inmenso puzzle—sintió una punzada en su costado derecho. Ahí donde descansaba aquel grabado que le conectaba con las estrellas, deslizando su mano por el punto donde debía cruzar la inicial que ardía en su piel— Así que 45 años, no es demasiado viejo—rascaba su mandíbula con parsimonia.

— Dice que habló demasiado rápido el aldeano, pero no dio otra clase de dato o pista—le encaró sin ser demasiado invasivo. Poco o nada sabía de la relación que existía entre Ludwig y Cillian, pero no dudaba que tener al par de jóvenes ahí sería un arma secreta que podría usar en el momento justo. Las estrellas seguían moviéndose tal y como lo hacía el avance de las criaturas que iban y venían atacando todo lo que se cruzaba en su camino. Trozos de carne fueron lanzados por el Vidente, alimentaría algunos de ellos con carne seca buscando alejarlos de la zona habitada por los alemanes.

— Años y fechas que al final del día pueden ser una trampa—poniendo los ojos en blanco sujetaba con firmeza su varita—Fulgura Nox—pensó abriendo un portal. Iría al pasado para ver como vivía aquel mago “tenebroso”, no estaba del todo convencido de que un mortifago estuviera detrás de todo ese caos. Quizás un desertor de las filas de la Orden del Fénix, decidió jugar al villano metiendo las narices dentro de documentos antiguos que daban señales de que si se usaban ciertos hechizos o números podría agitar las aguas desencadenando un maremoto.

Aquella comparación no le resulto del todo descabellada, no teniendo en sus manos aquella arma que le cimbraba con fuerza contra la palma de su mano.

@ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Mael Blackfyre @todos

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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Noeline Malfoy McFarlan 

Cuidado de Criaturas Mágicas.

 

Apenas había llegado a Alemania, al lugar acordado según convocatoria del Ministerio. Ahí pudo distinguir algunos rostros conocidos cuando Kyle Macnair la abordó, parecía que estaba destinada a encontrárselo a cada paso, en cada uno de los conocimientos que había tomado se había cruzado con él. Sólo le tocaba a esperar que no sucediera la polémica de la última vez. No era partidaria de esas situaciones y menos aún en el contexto que se daban. 

Algunas criaturas se habían descontrolado y eran un peligro potencial para los muggles, un mago cualificado o no, podría controlarlos, pero para el desconocimiento de los muggles resultaba muy distinto. Un cangrejo de fuego se les cruzó al paso, el Macnair que les daba indicaciones lo controló con un hechizo suficiente para dominar a uno de ellos, pero si surgían más, aquello no resultaría tan eficiente. Pero tampoco podían hacerle daño hasta donde sabía estas criaturas se encontraban en peligro de extinción y hasta resultaba raro encontrarse con alguno en plena Europa. 

—Sería mejor capturarlos y enviarlos a una reserva. Tal vez a la de Fiji, allá es su lugar— se quedó atenta al comentario del profesor, de quien hasta el momento bo se había percatado llevaba un huevo en las manos, por el tamaño, cabía la posibilidad de que fuera de una dragón. A pesar de sus fascinación por estas criaturas aún no sabía como distinguirlos desde el cáscara. 

El lugar estaba plagado de magos y brujas, cada uno centrado en su actividad, unos tantos que había visto en las canchas de quidditch, conoce sus nombres, sus récords, pero su vida fuera del mundo del deporte es un misterio y con quienes nunca ha compartido una palabra. Es lo que sucede cuando vuelas a alta velocidad persiguiendo pelotas, la concentración se va en ellas y no exactamente exactamente las personas. 

—¿Cómo procedemos?— le consultó al tutor, retomando el objetivo que la había traído y a la espera de más información.

Draco&Draco
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Nördlingen
Adivinación.

Caminé lentamente, depositándome sobre el borde de aquella parte del terreno. A unos centímetros comenzaba el borde del cráter donde había caído el meteorito hacía unos cuántos años atrás. Giré la cabeza al ver que el resto de mis compañeros no habían llegado hasta donde estaba yo, ninguno de los 3, aun habiendo sido una orden de parte del profesor. ¿Y el profesor? Miré un poco más atrás y noté que estaba absorto en sus pensamientos.

Levanté una ceja. ¿Qué clase de guía teníamos si no iba justamente a guiarnos?

Avancé a ir más allá. La adivinación era muy inestable, eso lo sabía, era diferente a la videncia. Aún asi, mantuve un paso seguro pero lento, caminando acercándome a aquella mesa de piedra que había visto en la bola de cristal como frente de mi. Pero ni bien empecé a adentrarme en ése sitio, el suelo empezó a vibrar. Y allí me di cuenta de lo que las pronosticaciones de un futuro podían fallar con aquel conocimiento. Tal vez lo que habíamos visto no era un volcán estallando en miles de pedazos, sino lo que estaba ocurriendo en ése momento:

¡Un dragón! ¡ES UN MALDITO DRAGÓOON! —en tan solo un segundo llené mis pulmones con la mayor cantidad de aire que pude, dando zancadas para regresar por mis pasos. Allí pude reemplazar al volcán como la figura del dragón y a la lava como las llamaradas que éste podía escupir desde su boca. Corrí dando zancadas enormes, pero mi voz se esparció por todo el lugar. La mesa de piedra que había visto no era más que un nido con posibles huevos de dragón. Eran negros, lo único que había llegado a ver, cuando emergió de la tierra esa trompa con dientes afilados y las escamas de la cabeza con unos grandes cuernos. Ni siquiera me detuve a ver el color de sus ojos, no quería morir. Era una sola persona, jamás iba a poder enfrentarme.

Corrí hacia las personas que había caminando a la par del profesor. Un profesor que si no despertaba se lo comerían vivo. ¿Mica? Había perdido de vista a Mica. Si había caído un cráter y ahora había un dragón, había que descubrir qué había pasado en todo ése tiempo justo en el medio. Tenía sentido que aquellas criaturas habitaran lugares calientes, incluso dentro de volcanes. Tal vez la adivinación me servía para descifrar metáforas pero esperaba que la próxima ésas metáforas fueran menos letales.

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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Transformaciones.

 

El Hielo del Averno había funcionado como barrera, quizás no resistiría mucho, pero le daría algo de tiempo, además ese saber no era algo ordinario, por lo que no sería capaz de ser destruido fácilmente. Sin embargo, tampoco era un material eterno y por ende debería saber cómo lidiar con esas criaturas. Aunque, su mente también debería prestar atención a lo que expresaba el otro mentor.

 

“¿Qué expreso el Gryffindor?”

 

Pensó, y suspiro. Este ya no estaba seguro si se encontraba escuchando por medio de sus objetos Uzzas, o bien se encontraba cercano, lo que si estaba seguro era la palabra que escucho “Dragón”, supuso que ello se lidiaría las personas encargadas de criaturas ¿Acaso no había dos o tres equipos? Este ya hasta dudaba de las personas que tenía cerca, solo estando seguro que se encontraba cercano de CIlliam y Ludwing. Además, que quizás del otro profesor, pero este ya lo dudaba.

 

-Quizás si transforme esos objetos, en criaturas, pueda brindar algo defensa. O bien, usar algo más.-

 

Y fue así que le clavo la mirada, a los objetos.

 

-Morphos.-

 

Sentencio, y los convirtió en dos panteras negras con órdenes defender y atacar a los Inferí, las mismas no serían rivales, pero si defensa. De igual forma, volvió a usar ese Hielo del Averno para reforzar el muro que había creado, el cual se encontraba en ataque. Sin embargo, la magia del mismo se encontraba debilitándose en cada ocasión que empleaba ese poder oscuro, se debilitaba a fragmentar su alma.

 

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Aritmancia

 

- ¿Un dragón? ¿Un maldito dragón?

Cillian ya no entendía que era lo que pasaba en aquel pueblo y aunque estaba seguro de que aquel mago al que buscaban no era el causante de ese tipo de ataques, no podía decir lo mismo de los representantes del Ministerio Alemán. Todo sucedía demasiado rápido, pero al parecer la información que tenía sobre la edad del misterioso mago.

Lo cierto era que poco o nada sabía él sobre la Artimancia así que estaba del todo dependiente de lo que Kyle pudiera explicar. Sabía para que la podía utilizar y que los números eran importantes en la misma, pero con todo aquel caos sería difícil el solo intentar pensar sobre ello así que cuando observó que el profesor abrió un portal pensó que quizá debía acompañarlo.

- ¿Un portal al pasado? ¿Debo ir contigo o qué es lo que debo hacer? -Inquirió a su profesor.

Sabía que quizá en aquel momento el equipo necesitaba de todas las manos posibles para lograr hacer frente a todos los problemas presentados, pero de momento él no estaba ahí para practicar algún conocimiento como Defensa de las Artes Oscuras o Cuidado de Criaturas Mágicas, por lo cual esperaba una instrucción clara del Mcnair, para saber como proceder ante aquella situación.

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Transformaciones 

 

La pregunta de Haughton, Cillian hizo que el regente la volviera hacer, sin embargo, en caso de ser positiva ¿cómo rendiría en su otra clase? Este esperaba que fuera una negativa, pero en caso contrario ya se las ingeniaria para rendir en ambas por eso mismo volvió a formular la misma pregunta que aquel mago. En esta ocasión se dirigió al instructor de su clase de transformaciones por medio de un pergamino. 

 

"¿Acaso debo acompañarle? Quizás le sea más útil defendiendo de la infinidad de peligros existente, pero también me encuentro a lo que su merced disponga o al señor Malfoy." 

 

Lycan no estaba seguro de lo que debería hacer, en parte porque entre los inferis y dragones, algo indicaba que no estaba bien del todo ¿que clase mago pudiera crear tanto caos tan rápido? ¿Acaso era cosa del ministerio de magia y hechiceria alemán? El mago se cuestionaba, pero aún así buscaba la forma de solucionar lo que pasaba, al menos si se acerca el dragón o era un símbolo o una visión, sería cuestión de tiempo a ver que sucesos podían ahora ocurrir. Esto parecía más que una serie de eventos desafortunados en donde exigían algo de sangre o muerte de los intrusos, o bien eran mecanismos defensa. 

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Leyes Mágicas.

Ya estado en el lugar recordó porque es que no había hecho una carrera que tuviera que ver con las Leyes Mágicas, dejaba mucho a la interpretación, muchos vacíos que podían ser aprovechados y lo más importante, había demasiado papeleo que hacer. Si, era entretenido, hasta cierto punto, el desmorizar gente, pero toda la diversión se acababa al momento de llenar el papeleo. 

Observa a su alrededor y prácticamente tendrían que desmorizar a todo el pueblo o al menos los que quedaban con vida, ya que todo era un desastre. Suspira sintiéndose un poco inútil, su instinto le pedía salir a proteger a esa gente, eliminar las amenazas, pero no, estaba ahí para impartir "justicia", para buscar al terrorista y ¿dictar sentencia? ¿acaso ellos podían hacer eso? No, estaba segura de que eso se tendría que hacer en un juicio, ya sea ahí en Alemania o en Inglaterra, pero con jueces de verdad, con un jurado.

Cuando llegan a una casa usada como base, descubren que el supuesto terrorista estaba siendo interrogado o más bien torturado. Observa a los aurores Alemanes y no los culpa en lo absoluto por estar tan enojados, pero si se les iba la mano toda la información que pudieran obtener de aquel desdichado, se perdería. 

—Creo que lo principal es mantenerlo con vida hasta su juicio.—Dice. Podría ponerse a enumerar el sin fin de leyes que ha incumplido, los crímenes de los que se le podía acusar, pero si no logran llevarlo con vida, todo sería inútil. 

Entonces la risa loca de aquel sujeto seguidas de las palabras que dice la hacen asustar y bueno, si estaba en lo correcto no tenían mucho tiempo antes de que lo peor  sucediera. Actuó sin pensar, necesitaba saber a que se estaban enfrentando así que hizo uso de la legeremancia, tomando con la guardia baja al sujeto. Su mente era un caos, había mucha información que no le interesaba, se adentró más acercándose a algo que el sujeto intentaba proteger de ella y entonces lo vio. Dragones, huevos y... ¿Qué era eso? se parecía a un huevo pero se veía diferente...

—Sumemos el trafico de criaturas a su larga lista de crímenes —Dice luego de un rato y luego mira a Ludwing —en el volcán, hay dragones...huevos y entre ellos un objeto que puso ahí para proteger. Quizá sea el origen de todo lo que pasa — se aventura a decir. 

Evita mirar a los inferis y desea con todas sus fuerzas no tener que lidiar con ellos, les tiene fobia, de momento la controla, pero no sabe cuanto podrá aguantar. Mira a los presentes y suspira, extraña a Hobb, el sabe de su miedo y sabe como ayudarla a mantenerlo a raya. 

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Master de Leyes Mágicas, Defensa contra las Artes Oscuras, Idiomas y Adivinación

Beatrix Pinzón necesitaba conocer a fondo lo que ocurría, fue por eso que se concentró en su bola de cristal y usando su conocimiento de adivinación pudo ver un poco del pasado de aquel mago tenebroso:

böser Herr era el nombre de aquel mago que había logrado escapar de Azkaban tan solo unos meses atrás, los cargos por los que había sido acusado en aquel momento eran tortura y experimentación en humanos para finalmente transformarlos en zombies. La tarde en que el Wizangamont lo enjuició en verdad había sido su día de suerte pues se salvó del beso del dementor con el 51% de los votos a su favor desde entonces había permanecido 15 años encerrado sin tener posibilidad es escapar.

La manera en la cual había logrado escapar era tan impresionante que nadie podía creerla, un dragón se había encargado de destruir su celda para después llevárselo y es que entre sus múltiples criaturas poseía a un dragón el cual había cuidado desde que era una cría y lo veía como una figura paterna. Todos esos años la bestia había permanecido oculta hasta que había recibido la orden de su amo para ir en su encuentro.

Tenían trabajo que hacer y para finalizarlo era necesario volver al lugar donde nació Nördlingen, al llegar se encontró en la parte más profunda del cráter, el lugar que el dragón había resguardado durante mucho tiempo. Ahí se encontraba un huevo que había sido puesto tan solo unos días antes, Herr sonreía, finalmente tenía lo necesario para crear su obra de arte, un huevo de dragón.

Dedicó varios días para aplicar sus hechizos en aquel cascarón, mientras lo hacía se daba cuenta que la magia del lugar se volvía cada vez más oscura, tanto que los efectos de esta comenzaban a afectar a los alrededores. El bosque se marchitaba y las criaturas morían por lo que comenzaron a escapar. Fue gracias a esos cambios que finalmente las autoridades dieron con el mago quien se entregó sin oponer resistencia pues su misión estaba cumplida.

Fue así como de vuelta en la cabaña el mago confesó su delito – no tienen salvación, el dragón zombie ha nacido e infectado a su madre, ni sus mejores adivinadores encontrarán el arma necesaria para destruirlo, pueden darme el beso del dementor si quieren mi misión se ha cumplido.

Sus palabras como profecía hicieron efecto, el suelo en todo el lugar retumbó, en el cielo se escucharon dos alaridos, mientras que a lo lejos se levantaban dos dragones en descomposición uno adulto y otro bebé, ambos comenzaron a destruir todo a su paso con su fuego de color verde, tenían que destruirlo cuanto antes o todos morirían.

-Kyle, Matt – dijo el rubio saliendo de la vivienda para encontrarlos – necesitamos de toda la ayuda posible, que los adivinadores y los aritmánticos con ayuda de los astrónomos deduzcan la localización del arma, mientras tanto los cuidadores de criaturas con ayuda de los estudiantes de DCAO y transformaciones intenten manejar la situación, los de leyes e idiomas podrán intentar calmar a la gente y comenzar a desmemorizarlos.

 

@ Kahlan Macnair  @ Matt Blackner  @todos 

Editado por Ludwig Malfoy Haughton
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Master de Transformaciones, Aritmancia, Astronomía & Cuidado de Criaturas Mágicas

 

La voz de Cillian sonaba distante como a kilómetros de distancia, perdido en esa visión que le otorgará la habilidad de Videncia. Comprendió la motivación de aquel mago tenebroso, no le importaba perder la vida en el proceso de concretar sus planes con éxito. El era un ser puramente oscuro capaz de vender a su propia madre al mejor postor y lo había hecho de ese modo hace 20 años. Macnair observaba con lujo de detalles como las estrellas se alineaban, tal y como lo hacían las fechas dentro del almanaque que estaba sobre el escritorio roído por el polvo y el pasar del tiempo.

Azkaban era conocida por encarcelar a seres de alta peligrosidad, pocos eran tan osados como para intentar escapar de ese sitio plagado de terror que ascendía desde los cimientos, recorriendo las paredes que eran arañadas por los gritos ahogados de los que perderían sumergidos entre sombras que no se comparaban con la oscuridad que habitaban en lo más profundo de sus corazones. El ser malvado no era algo que le resultará del todo desconocido e indiferente, pero si le colocaba un paso adelante de los que eran defensores de la luz a capa y espada.

— Estoy de acuerdo, no el viaje ya no será necesario. Pero agradezco la oferta, Señor Haughton. Ahora tenemos otros asuntos que solucionar trabajando en equipo y codo a codo—respondió mecánicamente. Perdido en ese hilo de imágenes que comenzaron a confeccionar cada uno de los pasos dados por ese criminal. No le sentaba bien referirse de ese modo a un ser que era de la misma elite a la que pertenecía el Holandés. Pero debía conservar las apariencias porque por nadie era conocido que el formaba parte de las filas oscuras— La fecha es la menos importante ahora, porque ya está muerto—desviaba la mirada hacia su espada del invierno. Aquel objeto que podía poblar con un blanquecino vestido todo lo que les rodeaba e intentar entorpecer un poco el andar del par de bestias. 

Las llamas verdes brotaban de sus fauces eran como relámpagos que alumbran el oscuro cielo y desatan toda su furia, sobre la tierra que consideran la enemiga natural de las criaturas que dominan los cielos. Ladeando la cabeza con fuerza recuperaba el control de sus pensamientos, parpadeando un par de veces con rapidez se centraba en el huevo de dragón que el mismo llevaba— Podemos intentar dominar al pequeño, quizás de ese modo la madre se sienta amenazada y no se atreva atacarnos de lleno—entornaba sus ojos azules hacia la daga que tenía escondida dentro de la bolsa de su pantalón, transformar la misma en un objeto que captará la atención de la cría era una tarea sencilla. 

Un destello brillante como el mismo sol, aquel astro que daba vida, pero era capaz de quitarla del mismo modo. Carburando a mil por hora, no tardó en dar con el objeto ideal para concretar esa tarea— Solem Vitae Morte Destructo—aquel conjuro surcó sus pensamientos como una ráfaga de viento invernal. Estaba recurriendo a emplear conocimiento milenario, pero que no sería trasmitido a ninguno de sus alumnos— Los que estén cursando Aritmancia presten atención a cualquier número o fecha que escuchen entre los pobladores que corren por sus vidas—les indicaba de forma certera. 

Debian ser sumamente cuidadoso con los cálculos, tal vez dentro de ellos estaba otra forma de frenar el ataque—Los de cuidado de criaturas mágicas, estarán concentrados en intentar frenar al resto de las criaturas que no han sido más que un mero distractor y nos  robaron tiempo valioso—apretando su zurda con fuerza desmesurada pudo sentir como la piel de sus nudillos se abría como surcos en la tierra que ha sido dispuesta para la siembra. El arma que buscaban era una similar a la que el Ángel Caído transformará hace unos instantes en ese pequeño artefacto luminoso—Puede que nos sirva de referencia, no está demás echar mano de todos los recursos con los que contamos—asintió sin perder una sola milésima de segundo. Era momento de tomar el toro por las astas y demostrar que lo enseñado por ellos a cada uno de los alumnos daría frutos que les serían útiles en un futuro no muy lejano.

@ Ludwig Malfoy Haughton @ Cillian Haughton @ Mael Blackfyre @ Kaori Moody  @ Azrael Lycan @todos

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