Aventuras Mortífagas 12 — Laeanat Muzlima

[Hessenordwood Crouch]

Grelliam - Discípulos de Nosferatu

—Augh-, silencioso cómo siempre, ahogó un quejido de dolor provocado por el ataque del espectro. En algún descuido, con una especie de lamento fantasmal que entumece los sentidos del brujo, la sombra de aquel rey mago ha terminado por acorralarlo de lado opuesto a la entrada de la biblioteca, clavando con fiereza y cólera una estaca sobre el hombro derecho de Grelliam, atravesándolo de extremo a extremo hasta dejarlo casi empotrado sobre el muro. Tenía la atención del fantasma, eso era parte del plan, lo que no lo era tanto era perder de aquella forma contra esa entidad. 

Ahora que la tiene así de cerca puede apreciar mejor que estos fantasmas, cómo se han estado refiriendo a ellos todo este tiempo, no son tal cual cómo los que se conocen, cómo esos que merodean los pasillos de los colegios de magia o las mansiones familiares, sino que más bien, cree que pudieran ser una especie de despliegue mágico que algo o alguien ha dejado regado, pues tienen una fuerza y habilidad que él no se hubiera imaginado capaz en una criatura de esta naturaleza. 

La translucidez del espectro encima suyo le permite tener mejor visión de las circunstancias en las que se encuentra Dumbledore, la veloz muchacha ha sabido escabullirse hasta el otro lado y llegar a la cerradura que hábilmente parte por la mitad gracias a su poderes. Ese es el momento entonces, para salir de aquella casi absurda pelea contra el fantasma e intentar llegar hasta donde ella y dar fin a la búsqueda del ingrediente o reliquia o lo que sea la maldita cosa que tiene a este espectro tan huraño sobre él. Sin embargo, antes de que Grell pueda hacer nada, lo que reconoce a medias cómo un par de entidades adicionales se unen a ellos sobre aquel extenso pasillo.

Por un instante, al igual que la sombra del fantasma del rey mago, Grelliam observa aquel breve intercambio que existe entre estos personajes que parecen haber salido de la nada, intervenir en ese enfrentamiento parece casi mas inutil que benefactor, la magia del Caronte se está expresando ahí, de alguna forma lo siente cómo lo ha hecho tras la presencia de Hysy, pero ante la prisa que hay en la última mirada que Ada le dedica del otro lado del pasillo Grell entiende que deben continuar adelante, de otra forma, si eso que acosa los poderes en la torre negra llega a los ingredientes antes que ellos, ningún esfuerzo o sacrificio habrá valido.

—Tyrannus-, masculla el brujo, algo más cómo un siseo áspero y sordo, a sus pies la forma de su sombra se distorsionó apenas tomando brevemente la apariencia del demonio y en su mano la varita finalmente se manifestó. Y entonces los ojos del licántropo brillaron nuevamente con algo más de vida, esta vez de un azul tan claro apenas perceptible en ellos.  

A pesar de ser él quien ha advertido a Ada no hacerle daño al espectro del rey, es el mismo brujo Ollivander quien apunta la varita contra el espectro e invoca un obsistens que le sirve como barrera para sacarse al fantasma de encima y a su vez capturarlo detrás de la brillante barrera cromada. De a poco la magia guerrera comienza a ser lo suyo y aunque no es tan instantáneo cómo se hubiera imaginado que sería, la magia con la que está fabricada la entidad del rey mago comienza a desvanecerse, atrapada tras el cerco de materia luminosa. Adolorido pero no derrotado Grell saca su cuerpo de la estaca y se acerca con pasos tambaleantes al fantasma que ha comenzado a reducirse en esencia.

—Lasombra…Cassian…-, lamenta en un aullido adolorido el fantasma, de apoco la visión de él se desvanece, Grelliam sospecha que no le queda mucho tiempo para que esta manifestación de magia desaparezca. —Debes guardarlo, protegerlo hasta que el único resurja y ascienda…no dejes mientras tanto que él robe los obsequios del rey-, entre lamentos el fantasma extendió un colgante que atraviesa la barrera mágica que lo consumía. 

—¿Quién?-, cuestionó Ollivander con neutralidad pero insistente.

—M-Mal...-, a media palabra el espectro del fantasma se redujo a cenizas que desaparecieron casi al instante, y el dije cayó al suelo.

Finalmente el hechizo de protección desapareció y el licántropo pudo tomar el colgante del suelo. 

—Le daré el mensaje al maestro-, 

Se encuentra mareado cuando redirecciona sus pasos hacia Ada, que lo espera del otro lado del pasillo, muy seguramente, ya dentro de la biblioteca. La herida sobre su hombro aun sigue palpitando con viveza, pero no sabe si tiene la resistencia física para recurrir de nuevo a la magia con varita para sanar el resto de sus heridas, pues aun con la ayuda de Hess, al deteriorado brujo Ollivander le pesa incluso levantar el arma que empuña apenas en su mano. 

Eran motivos cómo este por el que Grelliam ha despertado un gran interes en la magia de Nosferatu, lo suficiente incluso cómo para dejarse tatuar las runas sonbre su cuerpo, mismas que se removieron en el antebrazo dañado del mago y que cambiaron de color a un rojo pálido cuando recurrió a Sangre de Caín para sanar su hombro.

—No creo que esto sea el ingrediente que buscamos-, le extendió el colgante a la bruja una vez que logró también ingresar a la biblioteca ya recuperado. —Pero tenía mucha insistencia en que Cassian lo recuperara. Deberíamos ir ahí adentro de una vez-, sugirió retomando la caminata por los extensos y enredosos pasillos de la biblioteca.
 

[Ada Camille Dumbledore]

 

 

En la torre negra en la puerta de ingreso de la biblioteca de la noche nos encontrábamos con Monsieur Grelliam, quien también era un discípulo de Nosferatus y estábamos tratando de ingresar al recinto del saber para encontrar algo que nos llevara a las respuesta para evitar que destruyeran la marca, pero en medio del camino un espectro nos había evitado la entrada, ambos habíamos ideado un plan para lograr abrirla. Finalmente la sangre corrupta había sido usada para sacra la maldición de la puerta y está se había abierto, pero mientras hacía aquello un ser con una espada se enfrentó al espectro del rey, pero tras unos momentos el rey le había hecho caer la espada y el ser había desaparecido. Ingrese sin pensar mucho a la biblioteca y enarbole la varita para hacer un Lumus, la luz tenue del recinto hacia la vista más tenebrosa que de costumbre. Había estado en aquella biblioteca alguna vez, no solía ser muy asidua pero era uno de los lugares donde aprendia magia oscura de mucha complejidad que eran fundamentales para hacerme una bruja poderosa.

Observe el lugar y no note nada extraño, me dedique a observar con atención que podría haber cambiado en ella, los estantes, la posición de los libros, la s mesas donde los consultábamos y algunos otra estantes de las paredes. Sentí una presencia y me voltee con rapidez susurrando “nox”, las palabras del hombre me hicieron saltar y apuntarle con la varita, la baje al reconocer a mi compañero. Y observe que no se veía muy bien, mire el colgante con detenimiento.

- Es verdad debemos buscar algo que nos dé una pista de cómo hacerlo y ¿quien es Cassian?

Pregunté mientras los seguía para buscar algo que nos ayudara dentro de la biblioteca.

@ Hessenordwood Crouch

 

[Hessenordwood Crouch]

Grelliam - Discípulos de Nosferatu

El colgante tiene la forma física de un reloj de arena pequeño, aunque al brujo le parecía más bien que hay mas parecido en él con uno de esos artefactos muggles que sirven para filtrar los líquidos, pues los granos de arena de su interior, que eran entonces de un blanco muy perlado, similar a la sal, eran demasiado grandes para bajar por el estrecho cuello en medio de la cápsula cristalina. No tenía más gracia que la de una bonita apariencia, Grell difícilmente podría ver la utilidad del artefacto, podría tratarse solo de un amuleto o un souvenir, pues no hay nada en las últimas palabras del espectro que lo haga encontrar una relación entre una cosa y otra. 

Por otro lado, esto era lo único que tenían ahora, el espectro del rey mago se había reducido solo a este objeto. Grell está por pensar que pueden usarlo quizá como retribución o solo ofrecerlo a Cassian para que acceda a ayudarlos a buscar o darles algo de información sobre el ingrediente que les falta, pero una vez dentro de la biblioteca, el dije como colgante comenzó a hacer un ruido zumbante, casi como el de un chivatoscopio, aunque sofocado, como si enfrascado no hubiera posibilidad de dejar escapar el ruido.

—Cassian Lasombra, el bibliotecario, uno de los tres maestres de clan-, respondió la pregunta de la muchacha. Grelliam, que está concentrado en el objeto mágico, detiene sus pensamientos para recordar que Ada está ahí haciéndole una pregunta extraña. —Creo que encontramos la pista que querías-, levantó el colgante a la altura de la vista y luego se lo extendió a ella para que lo tomara desde la cadena y pudiera sentir lo mismo que él.

El objeto parecía de pronto funcionar como un péndulo, pues ahora tenía un ligero empuje dentro de la biblioteca. Esto bien podría guiarlos al ingrediente que buscan y que había sido custodiado por el fantasma del rey mago o llevarlos a más problemas con esta magia antigua y corrompida. Así que Grell recurre nuevamente a los poderes de amo de la noche, para utilizar ojos nocturnos y que se le permitiese ver en la oscuridad del interior de la silenciosa biblioteca y vigilar cautelosamente el entorno. Era mejor moverse en las silenciosas sombras para evitar llamar la atención de cualquiera, pues más allá del brujo de Caronte que había desaparecido; aún no tienen más noticias de los otros grupos, ni de Blackfire quien se había encomendado entonces a detener la entidad que merodeaba los terrenos cercanos a la Torre Negra. 

Con un gesto de silencio, el brujo despejó el camino para que Ada pueda guiarlos a través de la magia del colgante ahora en sus manos.

@ Ada Camille Dumbledore

[Darla G Dumbledore]

En el tenso silencio que se hizo entre ella y el Alpha podía notar el viento que los había recibido y ni que decir del sonido de las olas que en la rompiente aún eran audibles. A la Potter Black aquello poco le importaba, aunque sus oídos habían estado tan afinados gracias a los Sentidos Agudizados y era consciente de la tensión de sus músculos por la Potencia felina.

Aunque fue la voz cortante del último arribado a aquella aventura la que la detuvo, sus ojos se clavaron en su figura, interponiéndose entre ella y el Alpha. Abrió sus labios e iba a decir algo pero aceptó, de mala gana, retroceder un paso y dejarle negociar. Para ser la primera vez que estaba junto al Lawless su reacción fue más salvaje de lo que esperaba. Con gesto distraído pasó la mano por su Coraza.  

Las palabras de Kártajan fueron más amables, pero a él no le había cortado el paso como a ella, sin embargo el líder del clan pareció meditar en lo que su compañero le decía. Entonces no debía estar tan ajeno a lo que en realidad ocurría. Sin embargo sus palabras la sorprendieron un poco, no pensaba que pudiera ser algo tan lejano en el tiempo pero a la vez tan cercano en la historia ocurrida y el lugar. Debían hacer un pago, ello le recordó en cierta forma a la naturaleza del libro de la sangre, que te exigía en cierta forma hacer correr la tuya para que dañaras o salvaras a alguien más. La magia siempre exigía un pago aunque algunos no se dieran cuenta.

Darla lanzó un rugido furioso al momento de que, tras la historia, cuando el Alpha parecía listo para dejarles ir tras unas palabras y guía final, frente a ellos.  La pelirroja se movió rápido poniéndose a la par de Flagelo y apuntó su vara de cristal hacia la misma figura a la que apuntaba con su colmillo Lawless. Pero la orden fue demasiado clara y la vampiresa solo bufó, haciendo un gesto a Flagelo de que la siguiera, de mala gana fue tras Kártajan.

—Lo más seguro deber haber marcas de garras, la mayoría de las bestias lo tienen pero también podía ser el ouroboro del clan. Lo sabremos al llegar allá, nuestro instinto nos lo dirá —comentó aún agudizando su oído para escuchar los sonidos de la batalla que dejaban atrás.

A su alrededor el desconocido Kártajan parecía mostrar que tenía más antigüedad y conocimientos del clan que ella. Esperó observando con atención a su alrededor, buscando algo que pudiera indicarles que había allí o cómo podrían encontrar lo que buscaban.  El mago pasó un tiempo concentrado antes de que se escuchara a lo lejos una voz que procedió a indicarles que lo sigan. Y hacia aquella cueva que podía ser que estaba explorando.

El frío parecía aumentar a medida que se aproximaban al lugar en que la sucia entrada se encontraba. Darla movió su vara de cristal, ayudándose a desaparecer algunas de las ramas podridas y telas de arañas. Sus ojos tras las máscara se volvieron una vez más similares a los de un felino mientras descendía hacia el ingreso de aquella cueva del conejo, como le daba la sensación era aquello.

—Specialis Revelio —pronunció y el rayo dio contra de una de las paredes, no había grandes maldiciones allí, pero si el rastro de una magia antigua que parecía llevar hasta el centro mismo de la cueva ya que los destellos se iban intensificando a medida que avanzaban. Pequeñas runas había dibujadas en las paredes, cada tanto, advirtiendo a los que se adentraban al lugar que era un lugar sagrado y que el que no respetase las leyes de los antiguos y del clan pagaría las consecuencias por su osadía.

—Hay más advertencias que en prospectos muggles —comentó en un tono algo irónico para romper la tensión mientras señalaba las runas que estaban talladas en la roca junto a una pequeña serpiente cuya pintura se veía gastada pero que era notoria era similar a la que ella había recibido como tatuaje al ingresar a los Walpurgis. Y a medida que avanzaban las runas aumentaban el tono de las advertencias así como las serpiente iba creciendo pero a un ritmo menor que las runas, ya que cada tres mensajes variaba su tamaño y forma. Debían estar acercándose al centro del lugar, aunque las ramas y hojas entre vivas y secas entorpecían cada vez más su paso.

@ Anthony Ryvak Dracony

@ Eterno Black Triviani

@ Mael Blackfyre

[Sagitas E. Potter Blue]

No quise comprometerme con el Demonio Mayor. Si algo he aprendido a lo largo de esta vida, incluso antes de entrar en el bando y comenzar mis estudios en el Clan de los Senescales, es que son traidores, tramposos y sádicos. Se agarran a una palabra más dicha para destrozar tu alma. No estaba dispuesta a eso, así que tenía que mantener el control todo el tiempo sobre su conciencia o acabaríamos en pedacitos, estaba segura.

-- Ya veremos. No puedo afirmar que te puedas quedar nada. Al fin y al cabo, dicen que ya eres el dueño de las riquezas del Averno. Llévanos a lo alto de la Torre, a ver qué encontramos. Me gustaría saber con quién nos enfrentamos.

Noté el odio del Demonio. Mammón era un claro especímen de Demonio al que no le gustaba obedecer a un humano, sino más bien desgarrarlo. Su mirada me produjo un escalofrío que oculté lo mejor que pude ante Mael. No quería que creyera que era una pusilánime. Era un lugarteniente, como yo, alguien a quien ayudar y en quien respaldarse. Entonces, ¿cómo iba a mostrarle que aquel abyecto ser me producía un respeto y que, a pesar de poder dominarlo con los poderes de mi clan, sabía el peligro que todos corríamos con él en este mundo.

-- Venga, llévanos.

¡Maldita sea la lingüística, como la odio! La literalidad con la que el demonio se hizo cargo de mi orden produjo un torbellino de viento y polvo que raspaba contra la piel como si fuera una lija, obligándome a usar un hechizo de protección para evitar que acabáramos desollados mientras éramos trasladados a la parte superior de la Torre.

-- ¡Con guiarnos era más que suficiente, maldito Demonio! -- le grité, con las manos en la cara, sintiendo que el mundo giraba y giraba en movimientos de rotación y traslación que mareaba sólo de pensarlo, imaginar de sufrirlo en nuestros cuerpos.

Aunque fue efectivo. Llegamos a la zona más alta de la Torre Oscura en menos de un segundo. ¡Menudo varapalo nos había dado aquel demonio! Sentí que todos mis huesos crujían bajo el efecto de movimiento. En serio, con que nos hubiera guiado a la Torre de forma verbal, acompañándonos, hubiera sido mucho más que suficiente.

Hacía frío de nuevo. Gruñí.

-- Vale, bien -- estiré los brazos y apreté la mandíbula para no mostrar que todos los músculos se quejaban por dentro. -- ¿Dónde está esa maldita sombra y por qué tenemos que detenerla?

Esperaba que todo aquel sufrimiento tuviera una explicación bien sensata o me volvería loca, más de lo que ya estaba.

[Mael Blackfyre]

— Porque es quien nos llevará a la ruina, Sagitas. ¿Lo recuerdas? Las visiones de Arya y la caída de la Torre Negra. Los espíritus que aparecieron para guiar a algunos mortífagos a encontrar objetos. SI los encontramos, protegeremos a la Torre. Pero ésta cosa quiere llevarse todo —expliqué a la otra lugarteniente que había logrado aparecerse por allí. Le comente que había estado bien, que solamente había estado allí para intentar desconcentrar a la figura que amenazaba a la Marca Tenebrosa. No quería ni decir en voz alta que si se daba cuenta, podría ir a atacar a Darla y a quienes habían estado en Bastión Salvaje—. ¡De los dos es quien tú puedes hacerlo, Sagitas! ¡Destiérralo de la Fortaleza Oscura! A él y a todos los demonios que estén aquí.

Comenté, haciéndole señas de que el tiempo transcurría y que quedaban tan solo quince minutos para que marcara la hora que habíamos arreglado entre todos. Habíamos dicho que teníamos una hora, para separarnos en clanes y lograr hacernos con el objeto. Asi que era hora de regresar y prepara el sitio donde habíamos organizado en juntar los objetos. Además con la complicada tarea que debía Sagitas quitarse de encima al demonio que había aparecido a llevarse con absolutamente todo.

Bajé hacia el sitio donde nos habíamos reunido y me dispuse a terminar de preparar con todo. ¿Podrían mis compañeros Nosferatu en hacerse con el de la biblioteca? Sagitas estaba a punto de vencer al demonio que merodeaba con tal de que no fuera a Bastión Salvaje donde Darla con los otros dos jóvenes intentaban hacer entrar en razón a Alpha de que los ayudaran. Ni hablar de la suerte en los puertos ¿Había podido Azrael?

Llamé a casi todo el grupo para que supieran que teníamos que juntarnos al igual que los objetos encontrados. Era la única manera de lanzar la maldición y protegernos como bando.

@ Sagitas E. Potter Blue

[Darla G Dumbledore]

Le sorprendió que Kártajan entendiera las runas cuando comenzó a mencionar lo que ellas decían, sus ojos se cruzaron con los de Flagelo y le hizo un gesto de asentimiento. El mago tenía razón las nuevas runas que habían hallado al encontrar por fin la “copa” del árbol sagrado hablaba de que debían ir al mundo espiritual para obtener lo que buscaban. Darla aún no podía entender cómo era posible que lo que habían atravesado hasta ahora fueran las raíces de aquel árbol. Aunque sí entendía lo del mundo espiritual, ¿acaso no era en el mundo de los sueños donde su madre había conocido a su padre y ella había sido concebida?

Bueno, era hora de volver allí, algún día tendría que moverse entre esas esferas pero por ahora estaba en este mundo, era miembro de un clan de la Marca Tenebrosa y su deber era ayudar a que no les destruyeran. Tocó con su izquierda su brazo y pecho y sintió cómo la segunda piel reemplazaba la coraza, después de todo, iban a dormir para llegar a destino.

—Cúbrenos las espaldas —suplicó a Flagelo mientras buscaba en su bolso de piel de moke una poción que les ayudara a dormir y poder conectarse con el otro lado.

—Pócima para dormir —dijo mostrando una botella cuyo contenido rojizo les ayudaría a dormir de inmediato, sin pesadillas, claro que lo que encontraran no podían saber si era o no una pesadilla o una realidad terrible o fácil, cosa que jamás pasaba en ninguna parte, sencillo no era nada en ese planeta.

La pelirroja se tendió suavemente en una de las ramas que había en uno de los recovecos de la cueva en la que se habían internado, preguntándose si al pasar al otro lado como habían sugerido las runas y Kártajan, en verdad podrían utilizar sus poderes. Quizás tenía toda la razón porque cuando su conciencia pasó al otro plano se encontró recostada en las raíces de un árbol, era como si fuera el reflejo total del mundo del que provenían.

Sin saber cómo, pudo sentir en su anillo detector de enemigos las vibraciones habituales, utilizó entonces la piel de camaleón para disimular su figura entre las raíces del gigante árbol que escondía la tercera pieza de la “armadura” o “defensa” que debían encontrar para defender su mundo y su bando. Pero antes de que pudiera darse cuenta, se encontró con que un ser, espiritual o no, la atacara con una lanza similar a una vara de cristal. La Potter Black utilizó la potencia de su clan para con una fuerza sobrehumana, evitar el ataque y adquiriendo velocidad para esquivar los ataques del ser.

—Solo necesitamos el cristal, déjanos de atacar es por el bien mayor… —gruñó molesta mientras sus garras aparecían en sus manos, para defenderse del ser que la atacaba.

Mientras tanto esperaba que Kártajan y Flagelo pudieran obtener la pieza ya que se encontraba ella intentando detener al ser que por momentos cobraba la forma de la persona que ella amaba, obligándola a detener sus ataques, hasta que lograba discernir los engaños que a su mente provocaba aquel lugar. Para cuando acabó la batalla abrió los ojos y lo supo, habían conseguido atravesar las barreras que los separaba del árbol y en manos de sus compañeros estaba la tercer pieza que llevarían a Mael para construír la defensa y lograr encontrar a Arya. El ardor en su brazo le indicaba que tenían que regresar .

@ Eterno Black Triviani

@ Anthony Ryvak Dracony

@ Mael Blackfyre

[Ada Camille Dumbledore]

 

Grelliam había llegado a mi lado dentro de la biblioteca y ahora mirábamos el extraño colgante que el espectro le hacía entregado al mortífago, la verdad que no tenía idea que era, pero tenía un aspecto parecido a un reloj de arena. Pues dentro de él habían pequeños objetos de apariencia brillante, suspiré y pensé en que podía ser.  El caballero me. Contesto mi pregunta sobre quien era Cassian y me sentí una tonta. 

-    Aaa ese Cassian, maravilloso, busquémoslo.. 

La realidad era que yo nunca había visto al bibliotecario y apenas conocía la fortaleza oscura, mi tiempo estaba entre el ministerio los negocios y la familia y aún me hacia falta para lo demás. Por lo que pensé en que debía comprar un gira tiempo con prontitud. Mientras yo di vagaba en mis pensamientos sobre el aprovechamiento del tiempo la distribución de este, Grelliam descifraba para que era el amuleto. Recibí el amuleto que mi compañero me ofrecía, había sido muy amable en permitírmelo y yo le sonreí al poder tomar el objeto no se sentía diferente ni extraño, jugué un poco con la cadena soltando la y fue cuando note lo diferente.  

Se movia como percibiendo una magia dentro del recinto que nosotros no podía percibir. Camine con calma, con la varita en la otra mano pues no sabíamos a que realmente nos guiaba.

 Con cuidado y a la expectativa seguimos la pista a donde nos llevaba el péndulo. Nos llevó hasta una pared detrás de uno estantes, tras ella algo parecía sonar por la vibración del colgante. Me apresure y levante la varita invocando bombardea los fragmentos de pared salieron despedidos hacia nosotros uno de esos me dio en la frente y me causó un corte. Me lleve la mano al rostros y sin pensarlo dos veces use sangre de Caín para curar mi herida, mi propia sangre había curado la herida que la roca me había  producido, observe ahora la pared que estaba allí y vi un libro de brillante de oro frente a nosotros, en la tapa una forma extraña como de una llave. 

-    Creo que el colgante es la llave… 

Se lo entregue a Grelliam para que el pudiera abrirlo, con una gran sonrisa de agradecimiento. 

@ Hessenordwood Crouch

[Thoth]

Egipto

 

"Algo debo hacer para recuperar esa espada." Pensaba Lycan, mientras que se encontraba reposando y sanando sus heridas. "Algo me dice que no puedo regresar la misma como uno de los tres objetos, sin embargo, algo debo hacer." Suspiro y su cuerpo le dolía, el empleo de esa magia conocida como: "Heraldo del Infierno" era algo para lo cual necesitaba un enorme sacrifico, en ese punto, el egipcio reconocía que no ello había consumido gran parte de su Heka, sino que al tocar ese objeto algo de ello lo poseyó. Por consiguiente, no se atrevía a volver a empuñarla. 

 

-Cronos.-

 

Ordeno, y su elfo se acerco. En ello en su mente ya se creaba algunas ideas para dar pista a los demás, encargado en en cierta manera a otro de su clan ( @ Sagitas E. Potter Blue ) para que tome dicho objeto, ella pudiera ser quien la tomará y pagara lo que se ameritaba, así el nigromante pudiera recuperar sus energias y más aún no arriesgar su vida. Sin embargo, ambos no se conocían o reconocían al otro parte de su clan, solo eran rumores, algunos nombres o suposiciones de la existencia del otro, y más aún ambos seguían diferentes nortes. En consecuencia, era importante crear algo coherente e ingenioso para conducir las piezas a sitios claves, además que para todos serían demasiado obvió que ese objeto no era tan común.

 

-Localiza al demonio que invoque de mayor rango, ya que he quebrantado el lapso con los de menor rango.- 

 

Sus palabras al momento de ser pronunciado fueron obedecidas, por lo que elfo domestico se marcha a buscar a ese ser en la biblioteca o cercano a ello, ese hogar donde muchos desearían ingresar. A pesar, que no todos pudieran alcanzar ese objetivo, ya que el mismo lugar se encontraba protegido, pero en la mente del mismo se encontraba la idea de que su hija ( @ Ada Camille Dumbledore ) era alguien capaz de ingresar al mismo, quizás existieran otros, pero por el momento era ella. Por tal motivo, la idea del mismo era inducir a ella que fuera de conducto para llegar a otro integrante de los Senecales de Caronte ¿Pero quien pudiera ser? Era lo que se cuestionaba, por lo que al regreso del sirviente sin exito, este le ordena a su criatura.

 

-Llévale este recado a Ada.-

 

El mensaje era sencillo, pero preciso. Este se encontraba dirigido a su hija, por lo que sus palabras solo ella pudiera leer, dando así a comprender que uno de los tres objetos pudo ser recuperado.

 

Cita

La reliquia perdida de los Senecales de Caronte se encuentra cercano a la puerta, clavada en la roca. Aunque, solo un corsario de los mares será capaz de empuñar su poder y regresar así el mar a la tierra arida que son ahora los puertos, el caos que ocasione por atreverme de empuñarla, solo trajo devastación, por lo que no todos pueden contener esa reliquia, aquel objeto que tanto buscan los fantasma. Por ello, reconozco que la espada no solo tiene el dominio del mar y los vientos, sino que alguna vez fue propiedad de uno de los antiguos piratas, el Capitán Jack el Sanguinario. Este navegaba el "Queen Anne’s Revenger", quien alguna vez fue del capitán barba negra. 

Atentamente, tu padre, Demian Luxure

 

[Eterno Black Triviani]

El animal salvaje entró con ellos al recinto de esta cueva despertando del trance en que se encontraba en el mismo instante cuando el mago rompió su enlace, quien elegante se dió la vuelta pasando por entre todos como si no pasará absolutamente nada y paso a paso se oculto en los arbustos a las afueras perdiéndose a la vista del Walpurgis  invocador.

Avanzando a poco metros adentro de dicho lugar nos resultó más fácil observar una serie de runas que inscritas en las paredes rocosa de la caverna se encendieron después de un hechizo hecho por Darla, algunas de ellas nos indicaban por dónde seguir otras mientras tanto nos contaban algo así como una leyenda, no me pareció nada raro que utilicen las leyendas en este lugar pues las creencias antiguas todas se forjaron de una base la cuál se dan nuestras leyes de nuestro clan, pero eso no era todo lo que decían pues otras hablaban de normas y advertencias si seguíamos avanzando que debíamos cumplir, el mago miró a su compañero Anthony en la interpretación de las mismas y ambos debatían el significado del que posiblemente estás se refieren pues era un tanto ambiguas ya que hablaban en simbolismos .
Una de las inscripciones talladas ya al final de la cueva detallaba la presencia de un árbol que crecía y como este daba vida en un ciclo renovado cada cierto tiempo, dándole entender que este árbol debía morir y volver a renacer para que su energía llene nuevamente el valle, ya que el el símbolo de oroburos superpuesto de una manera específica unida a otros símbolos inteligibles con el tiempo los había borrado, pero vagamente se podría interpretar como el corazón de todo estaba ahí adentro, una energía protectora y un guardián espiritual. 
Esto sonaba cada vez más raro pero indicó a Flagelo y Darla que debíamos dormir para ir al campo espiritual, de esta manera podríamos conseguir lo que buscabamos, era la única manera y tendríamos que conseguir ese sueño. 

Recibió la pócima de la misma que los labios de la pelirroja había tocado, bebió también, se acostó dejando el líquido rojo sobrante en su frasco a un lado, en dicho instante sus ojos le pesaron y sin tris ni bis ya dormía. De su cuerpo relajado dejó que su esencia apareciera en el otro lado, en aquel sueño profundo despertando como si en verdad hubiera abierto sus ojos aunque lo que observo era  el reflejo totalmente parecido al que vivían y si compañera ya había despertado dejandolo atrás, su cuerpo se protegió de su coraza nuevamente y su cuerpo a la vez se mimetizó con el ambiente, debería mantenerse alerta a cualquier situación y seguir con el plan.

Era algo inexplicable pero este lugar tenía una energía demasiado fuerte, de a ratos un palpitar sonaba a los adentros de mi cabeza tan fuerte que le hacía tomarse la cabeza pero no era nada doloroso más bien era como si quisiera comunicarse con él.
Sentí la presencia de la pelirroja cerca aunque no sentía la de Flagelo, nuevamente cada vez que me acercaba a mi destino incrementaba el ritmo del latir y esto me indicaba que iba por buen camino.

 El aroma cambio drásticamente de manera inexplicable notando a corta distancia que Flagelo estaba ahí ayudando a la pelirroja contra algo que llevaba un lanza, no quería llamar la atención así que se metió entre los arbustos y las rocas ágilmente en dicho instante un chirrido hizo doler los oídos del Walpurgis quien observando a su alrededor provenía el mismo de la roca. Sacó su varita en medio de eso para volarla en pedazos y observando al otro lado un amplio paraje dónde estaba un gran árbol o lo que se veía era el tronco del mismo.

Según las runas decía que un miembro del clan era el que debía indiscutiblemente hacer contacto con la fuente de energía, ese Cristal que me se necesitaba y que era pieza del artefacto, coraza o arma que se debía formar. 
Le estaba resultando muy fácil todo esto eso era innegable y sabía que sus compañeros pasaban la peor parte del plan pero era nuestra misión. 
Dió unos tantos pasos más adelante y sintió el cambio de zona, como si entraba en un círculo de poder, su cuerpo se le escarapeló dentro de una especie de escaneo completo, dónde la luz clara se convirtió en una luz azulada que recorrido su cuerpo por completo hizo que entrara a un ambiente donde todo era azul.

Ya no podía distinguir bien aún con sus sentidos mejorados la definición de las cosas, era como encontrarse en una ceguera llena de algo que no se necesitaba ver solo el mismo amor al clan de un verdadero Walpurgis de corazón puro podía tomar la roca cristal.

"Eso era lo que no se podía leer en la inscripción..." 

Se dijo el mismo con una sonrisa en su rostro, pero ese latir sincronizaba con mi latir, sin deseo de gloria o de supremacía o de adquirir un beneficio propio en todo esto simplemente era un bien necesario para poder volver a vivir, y dejar que el ciclo cumpla su curso nuevamente. 
La mano de Kártajan quien extendida y abierta en ella apareció después de haber sido atraída por el amor sincero al clan. 
El Cristal de energía se materializó en la mano y instintivamente está cerró, sujetándole al objeto que era algo grande.

Su cuerpo fue desplazado hacia atrás como si el árbol quisiera volver a reiniciarse o si supiera realmente que necesitamos de su ayuda.
 Pero todo cambio necesitaba un fuente de intercambio, algo del mago que era valioso para el quedó en reemplazo  del Cristal, sus ojos brillaron más al contacto con la piedra y quedando envuelto de esa energía por todo su cuerpo. Esto hizo que le hizo despertar del sueño. Regresando por sus pasos después de haber realizado el pago.
Al verles ya despiertos notó que la Pelirroja Kila y Flagelo   que ellos se habían se habían dado por entero en el combate con aquella criatura que no sabían que pudo haber sido. 
Quizás un prueba para ellos (?) 

- Bueno, tarea cumplida, ya nos falta menos de 20 minutos para que de la hora así que debemos regresar.-

Llevando la piedra en mano la cuál brillaba debes en cuando la oculto en su alforja pequeña  y emprendiendo el viaje de retorno. 
Estando con Mael y unos tantos más del clan, llego sigilosamente en el lugar pactado.  No fue mucho que este hablo y esperamos por los restantes.

@ Mael Blackfyre

@ Darla Potter Black

@ Anthony Ryvak Dracony