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Mercado Público


Juliens
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Agencia de Servicios Profesionales

Al parecer ubicar a Ludwig era más complicado de lo que esperaba pues la información no llegó antes de que Madeleine en compañía de uno de los gemelos Karkarov llegaran a la reunión, siempre le costaba trabajo reconocerlos, aunque si estaba con la bruja tenía que ser Will. La pareja de magos la observó con desconfianza, Kaori miró con algo de confusión la varita levantada de Madeleine y por un momento sintió el impulso de sacar la suya propia, pero luego recordó que quienes ellos estaban viendo era a Ivanna, entonces simplemente esperó a que la bruja atara cabos y se relajara. 

Cosa que no tardo en suceder, poco a poco fue bajando la varita y finalmente hablo usando un tono que pocas veces había usado con ella. No la culpaba pues con los pocos detalles que había dado sobre el contrato, seguramente estaban pensando que se volvió loca. Desde que asumió el liderazgo del Simposio se había concentrado en no aceptar trabajos que pusieran en peligro a personas que conocía o que sabía que hacían bien a la sociedad, siendo una piedra en el camino de muchos de los integrantes algunos que, como era de esperarse, ya estaban trabajando para quitarla del medio. Apartó ese pensamiento pues de momento estaba bajo control, además de que el asunto de Ludwig era más importante. 

—Bueno no podré las manos al fuego por esa afirmación de que esta de nuestro lado. No confió en él, pero eso no esta en discusión en este momento. —Dijo recordando el comportamiento que había tenido el mago en la ultima reunión en la que habían estado, una que dejo mucho que desear y con las lealtades en duda. —Lo único cierto es que es parte de la Orden y es preferible que el Ministerio permanezca así luego de que Rory se retire... Pero no nos desviemos del tema —Dijo apartando sus opiniones de lo que en verdad importaba.

—No hay error. El objetivo es Ludwig Malfoy. —Dijo la bruja empezando a hablar —Hace una hora más o menos un mago muy peculiar de nombre Derhorm estuvo aquí para hacer el contrato. Según la información que conseguimos también esta dentro de la carrera por obtener el puesto de Ministro, en realidad no tiene posibilidades de ganar, pero si de hacer mucho daño. El contrato no esta vinculado a la sangre al menos no a la mía, pero si a la suya, así que no estamos obligados a cumplirlo —Explico para que se calmara un poco.

—El mago en cuestión tenía una moneda del Simposio, no se de donde la consiguió ni como, pero a juzgar por la forma en que se comporto y la poca experiencia que demostró a la hora de negociar y firmar el contrato, era su primera vez contratando los servicios y desconoce como funcionamos o no hubiera pasado por alto que jamás puse mi sangre en el contrato — hizo una pausa y añadió.

—¿Por qué lo hice creer que si aceptamos su oferta? Creo que nos conviene hacerle creer que al menos intentaremos matar a Ludwig, aunque esto este muy alejado de la realidad. Además de que no podemos confiar en que seamos los únicos a los que ha contratado, lo más probable es que intenten matar a Lud antes o después de las elecciones...—Alguien golpeo la puerta un par de veces y luego abrió, era Mary con la información que le había pedido. Le entregó una nota y salió dejándolos solos nuevamente. 

—Ludwig no esta en Londres, esta justo aquí en el Mercado —Quizá por esa razón se habían tardado tanto en ubicarlo — Espero que la seguridad que puso Hobb sea suficiente para persuadir a cualquiera que intente hacerle algo. ¿Sabes si alguno le aviso que corre peligro? —Le preguntó. —Deberíamos hablar con él... —Añadió finalmente.

@ Ellie Moody  @ Hobb Graves

 

Shadowhunter - Luego de la reunión en la Agencia.

 

Apenas el mago toco el pergamino que le dejó sobre la mesa, Kaori desapareció de la carpa del Simposio, esta vez fue lo suficientemente rápida en cambiar su apariencia y transformar su ropa para que no quedara tan grande, además de que la cambio de color. Fue una suerte que el pequeño Sammael entrara haciendo bastante ruido como para que Aries no le prestara demasiada atención a ella y olvidara, al menos de momento preguntarle a donde había ido. 

La dulce voz de su hijo la hizo sonreír y bajar de inmediato a su encuentro, se agacho para quedar a la altura del niño, darle un fuerte abrazo y llenarlo de besos que lo hicieron reír con fuerza. Lo tomó en brazos justo en el momento en que un mago de cabello negro entraba, claramente buscando a su hijo. 

—Lukyan... que gusto verte —Lo saludo la pelinegra con una sonrisa —Lamento que Aries y yo nuevamente estemos abusando de ti al tener que cuidar a este pequeño terremoto —dijo la bruja a modo de disculpa —¿Puedo compensarte de algún modo? —le preguntó.

—Mami bonita un helado ¿ya? —Dijo Sammael tomando sus mejillas con sus pequeñas manos para obligarla a que lo mirara, reclamando su atención.

—Primero el almuerzo, si comes tus verduras hay helado —respondió.

—No, verduras no, no me gustan los arbolitos —Se quejó Sammael haciendo pucheros, revolviéndose en los brazos de Kaori hasta que finalmente  lo soltó y corrió en busca del apoyo de Aries —Papa ¿helado? —Preguntó. 

@ Ky.

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Madeleine no está segura de cómo reaccionar. Se debate entre gritar histéricamente, reírse como una tonta o estrechar a Kaori entre sus brazos y agarecederle por quitarle del corazón la daga de tener que ejecutar a un miembro de la Orden del Fénix, aunque sea poco más que un desconocido. Esta información que la bruja comparte calmadamente con ellos la obliga a dar un giro de ciento ochenta grados a sus pensamientos y emociones. Desde el momento en que abrió el pergamino y vio la copia del contrato con la firma de sangre —que ahora entiende que únicamente vicula al solicitante con la Agencia, y no viceversa—, su mente de fue directamente al caos, incapaz de pensar las cosas con calma para encontrar una solución coherente. Porque, ahora que Kaori le explica lo que verdaderamente ocurrió, sabe que no tiene motivos para desconfiar de su compañera alguna vez; ahora que pone en palabras claras y concisas la situación en la que están, entiende que eso sí tiene sentido y no lo que había estado pensando desde el stand de Bratvá hasta llegar al stand de la Agencia.

«Que idi*** eres —escucha esa molesta voz interna, susurrarle desde atrás con tono burlón—. ¿Cómo pudiste haber desconfiado de Kaori? Sigues siendo la misma loca paranoica de siempre».

Todavía sintiéndose sin aliento por tanta información nueva que la obliga a replantearse su visión de la realidad, y por pasar entre sentimientos conflictivos tan rápidamente, se sostiene disimuladamente del borde de la mesa de juntas para no caerse en el piso. Con los ojos cerrados, se esfuerza por olvidar sus propios pensamientos y enfocarse en las palabras de Kaori. Esa es la verdad, y es lo único que importa.

Hay un contrato para asesinar a Ludwig Malfoy, pero no hay un vínculo de sangre que los ponga en peligro en caso de que incumplan con este. Esa es una buena noticia, aunque no significa que todo esté bien. Por los momentos, supone, tienen que hacerle creer a ese tal Derhorm que cumplirán con lo "prometido". Madeleine piensa que sería fácil fingir la muerte de una persona normal, podrían fingir un accidente, plantar un cadáver falso y sobornar a algún medimago que trabaje para el Ministerio; luego, solo tendrían que reubicar a esa persona, por lo menos temporalmente, mientras idean un plan mejor. Pero el problema es que el objetivo que les pusieron al frente no es para nada una persona normal, sino uno de los candidatos a Ministro de Magia más querido. Gane o no las elecciones, no pueden simplemente hacerlo desaparecer sin causar una gran conmoción, ni tampoco pueden esconderlo a simple vista pues el cliente sabrá que sigue vivo.

Y como si fuera poco, está ahí mismo, en el Mercado. Ni siquiera pueden buscarlo directamente y hablar con él, pues Derhorm muy probablemente siga en el lugar. Lo que le da un poco de tranquilidad, es que todo esto reafirma la hipótesis de Kaori de que el mago no es muy peligroso.

—Pues si Malfoy está por acá, ¿no pudo ocuparse él mismo del asesinato? —farfulla Madeleine por lo bajo, sacudiendo la cabeza con reprobación—. Quiero decir... Bien, por lo menos ya lo tenemos ubicado. Yo ni siquiera imaginé que podría estar acá, así que por eso no pensé en buscarlo. Lo molesto es que tendremos que encontrar una forma discreta para reunirnos con él, pues Derhorm debe estar por ahí. Quizás podríamos crear alguna distracción, pero no creo que eso le haga mucha hacia a Slithering ni a Graves.

Sintiendo que su corazón vuelve a latir con normalidad y respirar dejó de ser doloroso, guarda las manos en los bolsillos de sus pantalones y suspira, cansada pero también sumamente aliviada.

—Lo siento —masculla por lo bajo, clavando la mirada en sus botas negras. Ni siquiera se siente avergonzada, sólo decepcionada de sí misma—. Nunca he tenido razones para desconfiar de ti, Kaori, y por el contrario y como bien has dicho, podría desconfiar de Ludwig Malfoy. De hecho, creo que tienes razón. Pero cuando se trata de la Orden del Fénix, yo... no puedo... —aprieta la mandíbula, sabiendo que no hay forma en que pueda articular una idea coherente. Porque, quizás lo que intenta decir no tiene sentido. El hecho es que aunque Kaori tiene razón y quizás ella tampoco debería poner las manos en el fuego por Malfoy, el hecho de que fuese de la Orden del Fénix la obligaba  a hacer todo lo posible para impedir que ese contrato fuera ejecutado. Y todavía no está libre de responsabilidad: tienen que hacer algo, con todo lo demás. Se pregunta si Kaori lo entiende, aunque diga que es "conveniente" que Malfoy sea el Ministro de Magia; aunque, de ser así, no diría que es algo malo. A esas alturas, Madeleine debería aceptar que pertenecer a la Orden no es una señal de inocencia, y que quizás de no haber reconocido el nombre no habría cuestionado la misión.

»Gracias por la explicación —suspira finalmente, resignada—. Creo que fue una estrategia inteligente. Estamos informados de la situación, y Derhorm cree que estamos de su lado. Todo irá bien —susurra, más para sí misma que para los demás.

Editado por Ellie Moody

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sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

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     †˗ˏ✎*ೃ˚  Lukyan M. Volkov.  :;

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Al salir de la cafetería, Sammael soltó la mano de Lukyan, minutos después corrió  por todo el pasillo del mercado público hasta que el pequeño de tres años entró a la carpa donde estaba el local Shadowhunters corriendo hasta dar con sus padres. Lukyan habia perdido de vista al pequeño demonio por lo que empezó a buscarlo carpa por carpa. De haberlo pensado primero, hubiera entrado al local de Aries buscando ahí al pequeño. 

 

Cuando entro al local, su mirada fue directo a la mujer de cabellos negros y ojos azules que cargaba al pequeño demonio que había estado buscando. Se acercó a la mujer, sin notar que tenía una mirada de pocos amigos proveniente de unos ojos verdes provenientes de Aries quien no le caía nada bien la visita del Ruso. 

 

—También me alegra mucho el verte —giro la cabeza para ver al rubio que se acercaba y enseguida se corrigió —verlos, y no se preocupen, Sammael y yo nos divertimos mucho juntos. Pero si me quieres agradecer el gesto, pueden invitarme una copa mientras nos ponemos al día. 

 

Vio como Aries se llevaba a su pequeño hijo fuera de la carpa, seguramente iría a comprarle el helado que minutos antes, su madre le había negado al más joven. Por lo que Lukyan tomó asiento en una silla frente a la de ojos azules.

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La compañía con la belga se estaba volviendo de un modo interesante y cautivadora, al rubio le agradaba la idea de poder ir entablando relaciones con nuevas personas y sin duda aquella mujer era bastante agradable. Pese a sus serias facciones, se veía que por dentro era una persona de un buen corazón y con sentimientos lindos, al menos Ludwig se sentía en confianza como para poder decirle que su vida estaba en peligro e invitarla a la misión de descubrir al responsable de poner precio a su cabeza. Se mordió los labios y sonrió al ver que su acompañante también se veía emocionada.

-Te agradezco la posibilidad de llamar a Darla, pero en primer lugar no me gustaría verla implicada en éste tipo de actividades extra curriculares y en segundo lugar me encantaría conocerte un poco más – volteó hacia donde estaba Yuriko e hizo una mueca, aunque agradecía la presencia de la oriental, deseaba que se fuera ya que en caso de saber sobre la amenaza de muerte posiblemente haría un escándalo y terminaría por llevarse al Malfoy a un lugar seguro. Fue por eso que decidió hacer un movimiento poco ético pero bastante efectivo.

En silencio, concentró toda su energía oscura y miró hacia la mujer que estaba en la puerta para usar el poder de ilusionismo en ella. Como su mente estaba bastante entrenada para todo tipo de engaños, el efecto tardó mucho más tiempo de lo esperando hasta que finalmente se hizo realidad la visión que esperaba proyectar en ella: a fuera de la librería se habían presentado dos magos vestidos de negro y portando máscaras de mortífagos. Yuriko no podía creerlo pero al verlos lanzar rayos hacia el local salió disparada para hacerles frente.

-Esa es nuestra señal – le dijo a Tess – debemos irnos antes de que se de cuenta de que todo es una farsa – la tomó por la cintura y la abrazó fuertemente, claramente ese gesto no era necesario y Ludwig lo sabía pero de todos modos lo hizo. Juntos se desaparecieron hacia dos bloques atrás, habían llegado a una especie de canta bar el cual ya tenía bastante gente. El Malfoy miró a su acompañante sin soltarla, le sonrió y dijo - ¿bailamos?

 

 

@ Darla Potter Black

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Shadowhunter - Luego de la reunión en la Agencia.

Aries no dijo palabra alguna, era demasiado obvio que el pelinegro no le caía nada bien ¿Pero entonces porque le seguía permitiendo que cuidara a su hijo cada vez que había oportunidad? Había algo que se le estaba escapando, algo que su esposo no le estaba diciendo. Suspiró derrotada al ver como la poca autoridad que tenía con Sammael era pisoteada, ella había dicho claramente que no habría helado si no comía las verduras, pero su esposo que estaba más entretenido en un concurso de miradas de odio con Lukyan, que no la había escuchado o eso quiso creer al verlo salir con su hijo en busca de helado.

—Si claro, que deseas beber ¿Un vodka? —Preguntó la bruja tomando asiento y señalando la silla de enfrente para que el mago se pusiera cómodo —Aunque imagino que debes estar aburrido del vodka, te puedo ofrecer otra bebida, tú solo dime que deseas —Añadió la ojiazul con una sonrisa en los labios.

Levantó la mano para que uno de los jóvenes que estaban ayudando con la atención de la carpa estuviera pendiente del pedido del mago, ella por su parte no bebería nada más que agua o quizá un jugo de alguna fruta o terminaría ebria antes de llegar a la tarde.

—Cuéntame cómo has estado ¿Qué te trae por aquí? ¿Negocios? ¿Aún tienes poción?  —le preguntó y luego recordó que hace tiempo quería hacer algo, pero aún no se había presentado la oportunidad  —Estaba pensando escribirte para ver si podía pasar unos días contigo —Apenas lo dijo sus mejillas se tiñeron de un tono rosa pues sus palabras tal como las dijo  podrían mal interpretarse, así que de inmediato se explicó.

— Estaba trabajando en una nueva fórmula para la poción, pero necesitaría quedarme un tiempo contigo para analizar algunos factores de tu día a día —le dijo esperando que el mago no pusiera objeciones.

Al que probablemente no le haría gracia la idea sería a Aries, aunque últimamente andaba distante así que quien sabe, en todo caso ya lidiaría con eso llegado el momento.

@ Ky.

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     †˗ˏ✎*ೃ˚  Lukyan M. Volkov.  :;

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—Que te parece si me sorprendes con el mejor vino de casa. 

Lukyan sonrió al joven que le atendia, asintiendo para buscar lo que Aries había llamado el mejor vino que tenían en la carpa y servían en el local, en lo que le traían su bebida se dedico a escuchar a la de cabellos negros, y conforme iba realizando sus preguntas se fue acomodando en la silla para ponerse cómodo y responder cada una de las preguntas. 

—He estado muy bien, Sammael es un niño encantador, nos divertimos mucho cuando estamos en –se detuvo al hablar y se corrigió de inmediato. —juntos, vine a este lugar por que soy socio de tu esposo, yo le dije que vinieras con su local al mercado público. 

Uno de los dependientes llegó con un vaso con un líquido rosa en su interior, junto con una advertencia escrita sobre ir dando pequeñas probadas al contenido del líquido y dejarlo encuanto se empezara a sentir de cierta manera extraño. Lukyan no pregunto de que se trataba la bebida solo le metió el dedo y la probó. 

—¿Alguna ves has probado la sangre de tu esposo? –le preguntó mientras sonreía y seguía degustando la gotita de la bebida que le habían traído. —Sobre la poción, si aún tengo poción, solo tengo algo que comentarte. –le iba a decir que últimamente gracias a la presencia del pequeño demonio en su vida había dejado de tomar la poción, pero no quería sonar como irresponsable, así que dejó que ella terminase de hablar. 

—Esas palabras no son propias de una mujer casada. –se burlo por el tono carmín que estaban tomando sus mejillas —aún así, a mi no me preocupa si tus palabras se mal interpretan, tu y yo sabemos que solo somos una excelente elaboradora de pociones y su comprador.

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Encontraba paseando por cercanías de este lugar en un viaje de turismo de los Estados Unidos queriéndome relajar un poco mientras buscaba algunas alternativas para los cambios que pensamos hacer en la casa aprovechando que habíamos escuchado que se rendía una feria un tanto distinta hicimos ir a observar qué beneficios nos podía dar esta.


Mientras agarraba la mano a mi esposa observábamos los distintos stands mientras buscábamos algo que nos pudiese llamar la atención, sabía bien que lo que se ofreciera variado así que tenemos que caminar bastante, eso me preocupa un poco puesto que sabía que mi esposa está embarazada y no quería forzar la mucho, mi intención era preguntar dónde estaba lo que corresponde a los objetos de la casa.


Una Librería  me llamó la atención ya que hace tiempo no leía unos tantos puesto que ninguno me ha llamado tanto la atención, imaginé que podría encontrar uno que otro para poder matar el tiempo en mi momento de descanso.

Notaba que la vigilancia será muy alturada a la situación puesto que había cámaras pero casi todos lados como personas que transitaban observando todo lo que sucedía a nuestro rededor eso me parecía excelente y así podría estar más tranquilo con nuestra seguridad.

@ Malum Luxure

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Nuestra luna de miel había continuado de Brasil a Estados Unidos y con eso decidimos adentrarnos en una enorme feria, donde a simple vista se veía gran variedad de cosas y servicios,  me encantaba la idea de comprar, a que mujer no le gusta gastar efectivo en darse gustos.

Habíamos pensando en renovar parte de nuestras casas, pues no vivíamos en un lugar fijo, era más cómodo tener arreglados espacios por cualquier inconveniente, a veces nuestros trabajos no nos permitían detenernos por mucho tiempo, así que tratábamos de pasar la mayor cantidad de tiempo libre juntos.

Había visto adornos de todas clases, pinturas, alfombras y simplemente lo quería todo, mi adorado esposo me consentía todos los caprichos, aunque no soy una mujer de comprar cosas inútiles realmente, también sentí el olor agradable de comida y eso me abrió el apetito, desde que Eterno me dijo que estoy embarazada, era como si todos los síntomas despertaran, había empezado con los antojos, las náuseas, los mareos y hasta los cambios de humor.

Cuando mi rey se dirigió a un stand de librería automáticamente sonreí, pues los dos amábamos leer y aprender sobre cualquier cosa, caminamos tranquilos tomados de la mano, agradecía llevar un Vestido cómodo y zapatillas para poder pasear a gusto y caminar largo rato.

-Gracias mi amor por traerme aquí...- Le miré feliz y en ese momento se me prendió una idea. -No sería genial averiguar si podemos poner un stand de Hell y de Cajita...sería grandioso poder expandirnos.- Le propuse sin detener nuestra marcha.

---------------- ❤️

@ Eterno Black Triviani

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Es mucha información la que comparte con Madeleine, quien esta visiblemente aliviada de no tener que cumplir con el contrato. Si las cosas hubieran sido diferentes, si fuera vinculante, jamás le pondría una carga tan pesada a la bruja, sabía a la perfección lo que le hacía a la conciencia, al alma ese tipo de actos. Desde que había asumido el mando en el Simposio evitaba a toda costa acabar con la vida de alguien, pero si no le quedaba más remedio de ser posible prefería que esa carga cayera sobre ella.   

—No creo que sepa que esta aquí. —respondió la bruja —Estoy desde temprano y no lo he visto, pero me atrevo a apostar que esta en el local de Darla… en aquella reunión parecía que tenían confianza entre ellos—comentó recordando la forma en la que se hablaban, como si entre ellos hubiera una clase de entendimiento que el resto del bando no entendía.

—De todas formas no creo que Derhorm se atreva a hacerlo el mismo, no me dio esa impresión —si tenía que usar una palabra para describir el mago sin duda sería ¿peculiar? ¿Extraño? Quizá.

—Lo se, lo se… Cuando es alguien del bando nos segamos un poco. Creo que yo hubiera pensado igual que tú si me llega un contrato de ese tipo, así que la disculpa esta de más, lo entiendo a la perfección —Dijo la bruja ante la atropelladas palabras de Madeleine.

Con el pasar del tiempo, sin darse cuenta había ido formando lazos de amistad con varios miembros del bando, lazos que eran fuertes y brindaban la confianza suficiente como para pedir explicaciones cuando se siente que algo no esta bien, dar un consejo o un regaño cuando es necesario. Y era precisamente en esa clase lazo que tenía a Madeleine, Ellie, Hobb, Emily, incluso al huraño de Goderic.

—Haría alguna distracción tan solo para molestar a Hobb—Dijo la bruja sin poder evitar contener una risa solo de imaginar el cabreo del mago al descubrirla, se sintió como una niña pequeña con ganas de hacerle una travesura al hermano mayor —Últimamente anda estresado y más cascarrabias de lo normal, creo que Goderic le está pasando su mal genio —Bromeo, luego se quedó en silencio un rato — ¿Unos juegos artificiales no programados? —Sugirió —O quizá algún bichito suelto que arme desorden un rato —añadió, pero se estaba desviando del tema.

—Aunque, no es más fácil mandarle un Patronus para pedirle hablar con él, que nos mande su ubicación o irlo a buscar en la carpa del local de Darla. —La distracción le gustaba, pero porque molestaría a Hobb, se estaban complicando mucho tan solo para hablar con Ludwig.

@ Ellie Moody  @ Hobb Graves

Shadowhunter - Luego de la reunión en la Agencia.

Si, definitivamente se estaba perdiendo de algunas cosas ¿Desde cuando eran socios? Hasta donde ella sabía Aries figuraba como el único dueño del bar ¿Cuándo había cambiado eso? Tan concentrada había estado en asuntos del Simposo y de la Orden que había descuidado otras cosas. Quizá era hora de tomarse unas vacaciones, al menos de una de las dos organizaciones, definitivamente la que le consumía más tiempo.


Al poco rato llegó la bebida del mago, una copa de un vino color rosa al cual ella no se había animado a probar, una bebida que tenía indicaciones para beberla no estaba en su lista. Lo observó sumergir el dedo en el liquido y luego llevárselo a la boca para probarlo, algo sabio dadas las instrucciones que tenía.


—Perdona ¿Qué? ¿La sangre? —dijo claramente confundida por su pregunta —Yo, no, jamás —Respondió a pesar de lo rara de la pregunta. El dependiente coloco frente a ella una limonada helada y los dejo solos nuevamente.


—Y yo que pensé que era tu amiga, vaya decepción —dijo la pelinegra bebiendo un poco del liquido de su vaso —Tantos años de conocernos, cuidas de mi hijo, eres socio de mi esposo… entonces, ¿debo asumir que todo eso son simples negocios? Lo que no entiendo es como llegamos a este punto ¿de donde conoces a Aries? Aparte del bar ¿En que más son socios? —preguntó.

@ Ky.

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Tessa-Brower.pngTess notó el suave gesto del mago y su sonrisa, podía notar como de todo su ser emanaba un aura muy particular, la adrenalina parecía estar corriendo veloz por sus venas. Se daba cuenta de que no había temor en él, para nada, al contrario y sus palabras reflejaban esa emoción que le embargaba.

Entendió perfectamente que no quisiera involucrar a la Potter Black, sabía que ella ocupaba un cargo en el Ministerio inglés y en ese momento él era el más viable candidato a Ministro, pero aún no ocupaba ese cargo, además que estaban en territorio extranjero, claro, para ella Inglaterra también lo era. Abrió los labios para responder pero su último comentario la sorprendió un poco, y siguió su mirada hacia la puerta del stand en donde estaba su guardaespaldas.

Pudo notar la concentración en el rostro del rubio, algo había hecho para que la mujer de la puerta se tensara, notó los cambios de expresión, parecía que veía algo. Tess se preguntó qué es lo que había realizado el mago, Kim le había contado de los poderes de un clan oscuro que Darla había cultivado durante años y que había vuelto a despertar en los últimos años. 

En ese momento la mujer en la puerta pareció salir corriendo para perseguir a alguien y Ludwig indicó que esa era la señal para ellos. La rubia asintió a sus palabras e iba a buscar una capa de invisibilidad para llevar cuando él la tomó por la cintura, sorprendiéndola al quedar pegada a su cuerpo.

—Espera… —pero ya era tarde, ambos se habían desaparecido del stand, a la pobre Lualú le tocaría ocuparse de todo, con suerte llegaría la americana que habían contratado y la elfina podría enseñarle, ahora ella tenía otra preocupación.

El lugar en que aparecieron estaba lleno de gente, una música agradable se escuchaba de fondo, risas y cantos intentando seguir el ritmo a lo que parecía ser un karaoke, las luces eran tenues pero suficientes para poder notar todo a su alrededor. Además podía notar las vidrieras cubiertas con un film que permitía pasar algo de la luz natural exterior y que se notaba eran las siluetas de cantantes y bailarines. Aparentemente se trataba de un canto bar o algo similar, aunque no tenía la más pálida idea de en dónde estaban exactamente. 

—Si es lo que gustas —susurró sorprendida con la pregunta, sosteniendo la mirada del mago, consciente de que ahora era el corazón de ella el que estaba acelerado, estaba segura de que estaría sonrojada si no fuera vampiro, la sonrisa del mago la había derretido haciéndole aflojar su habitual frialdad y lo cálido de sus brazos aún alrededor de su cuerpo provocaban una serie de sensaciones que la joven belga no sentía hacía mucho tiempo. Era demasiado agradable la situación, ¿sería producto del peligro? Como fuere, había guardado su varita en un bolsillo seguro y pasó sus brazos alrededor del cuello de Ludwig, con cierta timidez. No tenía idea de dónde estaban, pero los que lo buscaban a él tampoco, así que por ahora estaban seguros y podía distenderse ¿no?

@ Ludwig Malfoy

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