Douce Tentation & Straripante Passione (MM B: 90090)

[Cillian Haughton]

— ¡QUE HACES BESANDO AL VAMPIRO!

Apenas habían pasado un par de segundos desde que el chico dejará a Mía de nuevo sobre la arena y Cillian había visto ya suficiente como para continuar callado. ¿Qué demonios?¿Qué demonios estaba viendo? Aquello era algo que sabía bien que podía esperar de Mía, pero nunca pensó que lo verían sus ojos.

— ¿ASÍ QUE ERA DE ESTÉ DE QUIÉN ESTABAS ENAMORADA? —Se dirigía a Mía, al chico no lo conocía pero no podía negar que era lindo—. DE MI VAMPIRO.

No sabía dónde era que había quedado toda esa cohibición que le causaba el acercarse a un chico, pero en aquel momento no le importa. Lo único que necesitaba era besar a ese desconocido, sentir su cuerpo junto al suyo y fundirse en una llamara de placer. Oh, sí, sí. Comenzó a acercarse a ellos lentamente mientras dejaba salir todos sus sentimientos como si fuera una avalancha.

— TE ADVERTÍ QUE NO SÉ TE OCURRIERA PONER LOS OJOS EN NINGUNO DE MIS CHICOS... —¿Cómo se había atrevido?— ¡Y LOS PUSISTE! DEMONIO MALDITA, TE ATREVISTE, PERO TE VA A PESAR —Estaba histérico, verdaderamente loco.

Ya estaba sólo a un par de pasos de ambos y extendió sus manos para separarlos, ¿cómo se atrevían? No quería decir lo que estaba diciendo, obviamente no. Sentía admiración por Mía y todo aquello estaba saliendo quién sabía de dónde así que seguramente nunca cumpliría sus promesas. Un paso más y logró llegar hasta ellos, sólo para empujar a Mía y separarla del vampiro.

— TE VOY A DAR UNA PALIZA QUE NO VOY A OLVIDAR EN TU VIDA, BRUJA DEL DEMONIO —advirtió a quién alguna vez fuera su madre adoptiva.

Y acto seguido rodeó a Marco con sus brazos, volviéndole imposible que hiciera cualquier movimiento. Y entonces, sólo entonces, le plantó un beso que estaba seguro que no olvidaría nunca en su vida y si aquello no lograba que se fijara en él y dejará de interesarse por las chicas, no sabía que más podía hacer.

 

— Eres mío —fue su último comentario y no estaba dirigido a Mía si no a Marco.

Editado 10 de Enero del 2017 por Cillian

[Mia.]

La excitación era palpable en el cuerpo del vampiro, por lo que no dudó ni un segundo en volver a besarlo, y disfrutar el momento, puesto que era todo lo que podía hacer por el momento. Mirándolo a los ojos, esbozó una media sonrisa al escuchar como sucumbía ante su pedido, y aceptaba lo único que le ofrecía; placer, meditando un segundo sobre cuál sería el lugar adecuado, se le vino a la mente una de las habitaciones del hotel, que tenía un jacuzzi.

 

—Vamos, tengo el lugar adecua...—fue lo único que alcanzó a decir porque en ese momento la voz de Cillian se escuchó por toda la playa.

 

No podía creer las palabras que estaban saliendo de la boca del demonio, ¿su vampiro? ¿estaba enamorada? Eran cosas totalmente estú.pidas, por lo que simplemente soltó una risotada, mientras seguía escuchando lo que tenía por decir el que en otros tiempos había sido su hijo. Considerando que se había vuelto loco, se alejó un poco de Marco para ver bien al que seguía gritando como loco.

 

Pensando en sus palabras, sintió como la empujaba para alejarla del vampiro, algo que en obviamente le molestó, por lo que únicamente soltó una respiración profunda, mientras pensaba tranquilamente sus palabras, porque no quería decir algo que después afectará la amistad con él.

 

— ¿Una paliza? Intentalo, estoy segura que no podrías aunque quisieras cariño, el poder es ganary lamento decirte que tengo más que tú. —sentenció como una verdad absoluta, logrando que en sus labios apareciera una media sonris— Y me atrevo a meterme con quien quiera, Londres es estado libre y soberano... así que te diría, que mejor no te metas con mis chicos.

 

Sus palabras fueron acompañadas de un pequeño empujón, para colocarse nuevamente a lado del vampiro y dedicarle una media sonrisa, esperando a ver su reacción ante los hechos que recientemente habían acontecido. Podía entender que se hubiese quedado mudo momentáneamente, pero tendría que reaccionar.

 

—Pero mejor que él decida, ¿quién te gusta más? —preguntó a Marco, para después girarse a Cillian y aclarar un punto— Y es bueno decirte que no estoy enamorada de nadie... no ha llegado aún esa persona que merezca mi corazón.

 

Fueron todas palabras por el momento.

 

@@Marco Alcott @Cillian

[Marco Alcott]

Los besos que recibía lo condenaban mas al placer que le ofrecía le bella bruja estaba bajo su magia, bojo el mismo deseo que el sentía pero su momento había sido interrumpido por un histérico que llegaba gritando declarando que el vampiro era suyo algo que realmente lo sorprendía, no interpretaba que el pasaba al loco.

Mas el cruce de palabras con Mía y con el sujeto acompañado de empujones, estaba decidido a intervenir, además del fastidio que había ganado por que interrumpieran el momento agradable con la bruja.

 

-No se quien rayos eres aléjate de mi porque no te conviene mi enojo, dejarnos en paz que con esta bella mujer estábamos pasando un muy buen momento juntos así que entenderás que tu aquí sobras, vete por donde viniste.-

 

Trataba ser lo mas correcto posible mientras de golpe decide abrazar a la hermosa dama y besarla con mas pasión mostrando por quien iba su interese ignorando aquel que había llegado a estorbar. Mientras dirigiendo palabras hacia ella con una calida sonrisa.

 

-Deberíamos marcharnos de aquí no quiero que nos vuelvan a interrumpir.-

 

@@Mia Black Lestrange @Cillian

[Kahlan Blackthorn]

¿Qué cambios se encontraría dentro de su hotel?, ¿Seria capaz de reconocerlo a simple vista?.

 

Esas interrogantes rondaban su cabeza, el alejarse del mundo mágico, no siempre era la mejor elección. Aunque en su caso, quizás la más acertada, dados los acontecimientos ocurridos en el mundo muggle, despegarse del sitio que la vio nacer y crecer, no era grato para Malfoy y volver al mismo le daba la oportunidad de retomar todo lo que sin querer dejo a medio terminar.

 

－Proyectos, ambiciones e infinidad de cosas por venir－ terciando una media sonrisa en sus carnosos labios sintió la brisa agitar su dorada cabellera. El volver a toparse con su socia y compañera de bando, casi siempre le arrancaba un gesto afable aunque poco expresivo, justo eso era lo que más le fascinaba de su sombría personalidad. Mostrarse vagamente emocionada, pero nunca sinceramente expresiva ante lo que deseaba comunicar a los que le rodeaban.

 

Un par de elfos aparecieron delante de la ojiazul oscuro, obsequiándole una exagerada reverencia tomaron la pequeña maleta. Era de esperarse esa mueca de sorpresa, inquietud y desconcierto, tras saber que la rubia volvió al mundo mágico y quizás anhelaba retomar todo lo que una vez le perteneció sin lugar a dudas －Nada de fiestas o celebraciones fuera de lugar－ les reprendió en el acto －¿Dónde está Mía?－ preguntó endureciendo su marmórea faz. Si que tenían mucho que charlar y varias cosas que poner en su sitio, ya le pedirla algo más que una buena tanda de explicaciones a la Black Lestrange.

 

@Mía Black Lestrange

[Mia.]

Disfrutar de un momento a la orilla del mar, era una de los placeres poco culposos de la Black Lestrange, así que abrazó con una sonrisa la posibilidad de pasarse por el complejo hotelero que compartía con Juve. Considerando su plan como una opción factible, se colocó un bikini que poco cubría su cuerpo y como accesorio, un sencillo pareo que a penas cubría más que el traje de baño adornó su cintura. Meditando un par de segundos, considero la posibilidad de que su apariencia no fuese la adecuada para una socia, pero poco le importó, necesitaba disfrutar del lugar en total calma.

 

Y eso estaba haciendo, tirada en un camastro bajo la sombra de una palmera cuando un elfo apareció a su lado, informándole con apuro que la Malfoy había vuelvo a Londres. ¿Sorpresa? Podía decirse sí, esa emoción pasó por su rostro un segundo, pero de inmediato fue ocultada y transformada en una mueca de disgusto para la criatura que había interrumpido su descansó, con un movimiento de su mano lo despidió, dejando en claro que no quería verlo más.

 

​Pensando en la posibilidad de no acudir al llamado de la bruja, se quedó en su sitio durante aproximadamente diez minutos, hasta que descartó la posibilidad y se pusó en pie, para encaminarse hasta el lugar donde tenía por seguro estaba. Pasando por el bar, tomó una copa entre sus manos, bebiendo un sorbo y sin dejarla, continuó con su andar, hasta que la encontró, fijando su vista en ella, negó con lentitud, parecía que el tiempo lejos le había sentado bien, porque se le veía un tanto relajada.

 

—Juve, que gusto verte de nuevo... pensé que jamás volverías. —expresó en voz alta sus pensamientos y levantó su copa para brindar por su regreso, un gesto que no estaba segura que la mortífaga tomara de buena manera—, ¿para qué querías verme? —añadió con un poco de fastidió tomando asiento, demostrando su comodidad en el lugar.

 

@

Editado 6 de Julio del 2017 por Mia Black Lestrange

[Kahlan Blackthorn]

－Detestó las bienvenidas y lo sabes. －terciando una media sonrisa en sus labios ordenaba una copa de bourbon. Tumbándose en un sillón, no le sacaba los ojos de encima a su socia －Parece que todo se mantiene en su sitio o eso deseo creer. －agregó dándole un largo sorbo a su bebida. El alejarse del mundo mágico, no era más que un pretexto ideado por Malfoy, justo lo que necesitaba para sacarse de encima cierto asuntito que no la dejaba, ni a sol, ni a sombra.

 

Sus pensamientos estaban dispersos sin duda alguna, jamás se imagino recuperar el control del emporio hotelero que poseía. Tenia grandes planes para el mismo y sin lugar a dudas Mía formaba parte de ellos en su totalidad －Volví por diversos motivos, ya me conoces suelo ser demasiado hermética a la hora de tomar decisiones. －soltó endureciendo sus orbes lapislázulis, recordaba las andanzas de ambas féminas y eso no podía ser pasado completamente por la Nigromante.

 

－Deseo que retomemos el control que ambas poseíamos y no me refiero a este sitio. －meciendo la copa de su diestra termino el contenido de esta. Un vago recuerdo se proyectó velozmente en su memoria, justo el momento en que Mía se convirtió en algo más que una simple compañera de bando y amiga de parrandas. Era su cómplice en cada uno de sus crímenes, justo eso era el principal motivo del retorno de la rubia a Londres.

 

El matar era un lujo que nunca saciaba del todo y ya que los Odefos se empecinaban en mantenerse encerrados a piedra y lodo en sus mansiones. Ella se plantearía fastidiarlos por todos los medios habidos y por haber, oh si que lamentarían haber iniciado esa enfermiza huelga y colocar el dedo en la llaga, aquel acto no seria ignorado por la mortifaga bajo ningún concepto.

@@Mia Black Lestrange

[Mia.]

Las palabras dichas por la rubia, lograron arrancar de sus labios una carcajada. Sabía que existían muchas cosas que la molestaban, sin embargo, era parte de uno de sus hobbies el molestar a sus amigos y ponerlos en situaciones un tanto incómodas, por lo que simplemente le restó importancia con un movimiento de su diestra, dejando claro que poco le importaba si le agradaba o no la bienvenida que le estaba dando.

 

— ¿Qué tipo de planes son esos? —tenía curiosidad y deseaba conocer lo que tenía en mente, por lo que no dudó si quiera un segundo en expresarlo— Si son interesantes, sabes que cuentas conmigo, así que vamos cuéntame y con relación al negocio, sí todo esta en su lugar, me he encargado un poco de eso, no deseaba perder nada.

 

Levantando su copa, volvió a beber un sorbo considerable. Disfrutaba del sabor de vodka mezclado con soda de limón, aunque pensándolo mejor, bien podría tomarse un par de shots y comenzar a disfrutar el efecto del alcohol en sus venas, pero no, no era el momento adecuado, debía mantenerse alerta ante la propuesta que podría llegar a hacerle la Malfoy, y que sin duda podría beneficiarla en cientos de maneras.

 

— ¿Qué es lo que exactamente extrañas de Londres? ¿Qué te ha hecho volver? Y lo más importante, ¿qué ocurrió para que de su mirada desapareciera ese brillo que tenías la última vez que nos vimos? —cuestionó a su amiga y socia, sabiendo que quizá eso le costaría alguna que otra agresión, pero no le importó, necesitaba saberlo.

 

@

[Marabella Rambaldi G.]

http://i.imgur.com/x58GSrw.png

Camine por las calles del callejón intentando encontrar aquel hotel lujoso que tenia Mía, realmente se me hizo un poco difícil encontrarlo pero logre dar con aquella lujosa edificación la cual estaba bastante alejada del callejón, en la parte parceladas que solo estaban los spas y negocios mas lujosos y de bastante lujo. <<Al fin>> dijo Marabella en mi mente - ¿Enserio andarás rondando en mi cabeza?- le dije mientras caminaba hacia la entrada para ingresar al lobby << no perderé oportunidad de ver aquella mujer que es tu prima>> trate de no enojarme con los pensamientos de la demonio, sabia bien lo que tramaba y no se lo permitiría.

 

-Buenas tardes - dije al acercarme a la Recepción -¿Podría llamar a Mía Black Lestrange?- le dije a la recepcionista mientras miraba a mi alrededor . La mujer asintió y camino hacia el interior mientras yo me acomodaba en unos sillones que estaban al frente del mesón . Me acomode mi Vestido rojo de encaje y me senté cruzando las piernas mientras sacaba de mi bolso una pluma y abria la carpeta que tenia los papeles que debía llenar .

 

<< ¿Segura que no te pasara nada al ver a esa mujer?>> me preguntaba Marabella en mi cabeza mientras yo sonreía cortesmente a los pasajeros que pasaban a mi lado << Deja de hablarme y insinuar tonterías , es mi prima y vengo como empleada de Control de Comercio Universal , no es una visita de cortesía , así que te sugiero que te mantengas al margen demonio , no quiero trampas>> le advertí mientras revisaba los papeles a la espera de mi Prima.

 

@@Mia Black Lestrange

[Mia.]

La silueta de una bruja de cabellos rubios se podía notar a la distancia, gracias a los rayos del sol que bañaban su piel. Disfrutando del momento, cerró los ojos y se relajó, hasta que la voz de uno de sus elfos domésticos la interrumpió, informándole que tenía visitas y la esperaban en el hall, ¿quién podría ser? No estaba del todo segura, puesto que no esperaba a nadie ciertamente, así que tendría que averiguarlo dentro, por lo que se puso de pie.

 

Ataviada con un cortísimo y revelador bikini color blanco, que dejaba al descubierto gran parte de su anatomía, algo que para cualquiera podría llegar a causar un poco de escándalo, pero para ella era de lo más normal, porque disfrutaba de estar así en su establecimiento. Por lo que caminó hasta la posición en la que se encontraba Kyttara, una bruja que conocía de hacía algunos años, la cual se encontraba sentada, leyendo algunos papeles.

 

—Bienvenida, ¿en qué puedo ayudarte? —preguntó con voz coqueta y una sonrisa en los labios.

 

Sentándose en el sofá delante de la Gryffindor, la miró directamente a los ojos y cruzó sus piernas, para después llamar a su elfina doméstica, a la que le pidió que trajera dos naranjadas, una con alcohol, para ella y la otra sin. Recordando que a la rubia, no le gustaba beber, y que no manejaba muy bien ese tipo de bebidas, así que tendría un poco de consideración, a menos de momento y hasta que averiguara el motivo de su visita.

 

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[Marabella Rambaldi G.]

La espera bo fue tanta,ya que rn pocos minutos la silueta de una mujer rubia se encaminaba hacia mu destino, como era de esperarse ella lucia espectacular en aquel diminuto pero elegante bikini que dejana ver gran parte de su anatomia.

 

-Gracias, disculpa el molestar tu descanso Mía, vengo aburrite ciertamente - dije miebtras acomodaba mi piocha en la cual mostraba mi nombre y cargo en el local - como podras ver ando fiscalizando algunos negocios del callejón y me tome la molestia de venir a verte a ti,aprovechando que hacia muchos meses que no nos veíamos- dije mientras tomaba aquella naranjada que el elfo me ofrecia.

 

<< bastante provicativa y tentadora se ve la primita>> me decia Mara en mi cabeza << contrilate demonio, esta vez no me ganaras>> le respondía mientras mi prima no dejaba de mirarme coquetamente saboreando su brebaje sin dejar de sonreir.

 

- es un hermoso lugar, tienes un excelente gusto Mía, espero venir en otra ocasión ya de forma mas informal- comente mientras tomaba los papeles y los dejaba en la mesa a su alcance, sabia bien que estaba en la boca del lobo y que Mía lograba a ser bastante convinsente cuando se lo proponía y con Marabella al acecho corria peligro de la tentacion, debia concentrarme en lo laborar o quizas me arrepentiria de aver venido justamente donde ella.

 

@@Mia Black Lestrange