Familia Granger (MM B: 86794)

[Melrose Moody]

Me acerqué hacia la mansión con cansancio. El trecho que había tenido que recorrer para poder llegar a ella había sido más largo que el de las otras mansiones, al parecer a esas personas les gustaba su privacidad. Me adentré en los jardines y distinguí todo tipo de olores: flores, frutos y algunos desagradables o incluso temibles. Tuve bastante cuidado al pisar, sintiendo casi como si algunas ramas se movieran sinuosamente por ese entramado.

 

A lo lejos podía distinguirse un invernadero y en líneas generales el lugar también lucía limpio. Debían tener unos elfos abnegados, aunque quizá no pudiesen ejecutar del todo sus gustos. Aún el espacio entre la entrada y la puerta principal era grande, pero dado que había pasado ya por tanto aquella porción final era lo menos.

 

Cuatro pilares adornaban la entrada y se entontraban en perfecto estado de conservación y pulcritud. No entendía dle todo la estética dle lugar pero de todas maneras me resultaba agreadable. Tomando uno de los afiches lo enrollé con suavidad y le puse un lazo de color rosa. Estaba segura de que lo recibirían, ya que al igual como había echo con otras mansiones, lo pasaría por debajo de la puerta a modo de mensaje e invitación.

 

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La vuelta fue más difícil que la ida, puesto que esta vez si estaba segura de que algo se movía en ese jardín. Pero me alejé de allí sin mayores inconvenientes.

[Valeskya Granger]

El elfo dejó lo que había llevado a la sala y se retiró, dejando solas a las brujas. Un breve silencio se hizo presente, en lo que la ojivioleta se dedicó a observar a su hermana y ahijada, quienes comenzaban a degustar lo que habían dejado sobre la mesita que estaba en el centro. Su voz entonaba una melodía en voz baja, mientras dejaba que el tiempo transcurría; se sorprendió al ver a su hermana que se disculpaba:

 

- No es necesario que te vayas.- Alcanzó a murmurarle a su hermana, pero la pelirroja ya se había levantado y se había retirado del lugar.

 

La Granger se inclinó de hombros, pues su hermana se mostraba un poco tímida con las personas que no conocía, quizás en eso se parecían [?]. Se preguntó cómo la estaría pasando el resto de la familia en aquel sótano, pues por más que intentara aguzar el oído, no lograba escuchar nada. No pudo evitar sonreír maliciosamente al recordar a su prima Sophie, batida con ese extraño musgo que comenzaba a invadir la mansión. Ginny la sacó de sus pensamientos, al preguntarle sobre una fiesta:

 

- ¿Casa de Hogsmeade? – Preguntó la joven intrigada. - Vaya, no sabía que eran tan unidos.- Murmuró al mismo tiempo que la invadía una sensación de orgullo, pues le hubiera gustado que los de su generación fueran así como sus ex – alumnos. - Con mucho gusto me encantaría asistir, aunque no sé cuándo y a qué horas será.-

 

Sonrió mientras se cruzaba de brazos y piernas: ”Será interesante de ver”, dijo para sus adentros. Se le hacía un buen detalle que, a pesar de haber terminado su periodo de clases con ellos, aún la siguieran tomando en cuenta; acomodó su negra cabellera hacia atrás, sin poder disimular emoción en su rostro. Aguardó unos minutos para que su ahijada pudiera responder y posteriormente le preguntó con tono despreocupado:

 

- Mientras estábamos en clases, no pude dejar de notar que había un chico que te simpatizaba más que el resto.- Dijo mientras entrecerraba los ojos, escudriñando el rostro de la Rambaldi. - ¿Cómo van las cosas con Alex?- Preguntó directamente, pues no le gustaba andarse con rodeos.

[Ginny Rambaldi Weasley]

Después la hermana de mi madrina: Annick se fué de allí para darnos más intimidad y Luna quiso detenerla pero no le hizo caso.Luna se encogió de hombros y contestó a mi proposición:

- ¿Casa de Hogsmeade? – Me preguntó extrañada - Vaya, no sabía que eran tan unidos.- Murmuró sonriendo un poco - Con mucho gusto me encantaría asistir, aunque no sé cuándo y a qué hora será.-

 

Sonrió mientras se cruzaba de brazos y piernas, tomé un sorbo de agua pensando "Creo que será mejor el Lunes... a las 8... para que sea divertido" sonreí un poco y prosegí con la invitación:

 

-Claro... tenemos una casa en Hogsmeade, en realidad es de Alejo7 otro de mis compañeros, pero él decidió darle el uso de Casa de Reunión de los Ex-Generales 48-Dije animadamente mirando la expresión de su rostro.-El día de la fiesta será este Lunes desde las 8 me parece...de todos modos te mandaré la invitación más tarde.

 

Después de decirle todo esto suspiré un poco, observando como la luz de la gran ventana se iba tornando un poco más naranja; señal de que estaba atardeciendo:

- Mientras estábamos en clases, no pude dejar de notar que había un chico que te simpatizaba más que el resto.- Comentó mirandome con los ojos entrecerrados mientras noté que mi rostro enrojecía excesivamente confundiendose un poco con mi cabello- ¿Cómo van las cosas con Alex?- Preguntó directamente.

 

-Pues la verdad... no lo sé-dije tapandome la cara-Alex me trata de forma especial, pero... bueno en pocas palabras seguimos igual; sin avances ni retrocesos.

 

Mientras mi madrina me decía que pensaba de todos esto; tomé uno de los bocadillos de jamón y lo comí lentamente. Mi rostro enrojeció más aún cuando recordé que pronto sería el Baile de Inauguración y que yo asistiría con Alex. Aún Tenía que comprar mi vestido de gala.

[Valeskya Granger]

La ojivioleta, sin mucho éxito, trataba de no mostrar demasiada emoción al escuchar que su ahijada le hablaba sobre la casa de Hogsmeade. Le daba mucho gusto saber que fuera un grupo unido, pues era algo que pocas veces se podía notar; ”por lo menos con clases anteriores no era tan notorio”, dijo para sus adentros. Se sorprendió mucho al ver que la fiesta sería más pronto de lo que esperaba:

 

- Bueno, si a ustedes no les molesta, pueden contar conmigo para esa ocasión.- Habló tranquilamente mientras sonreía. - Y eso me hace pensar que…- Dejó el final de la frase en el aire.

 

Se acercaba el primer aniversario desde que se habían ido a mudar a la mansión; muchos cambios se habían suscitado desde que habían llegado: desde la partida de Robin, hasta la llegada de Annick, muchos que habían estado allí de paso, otros para quedarse de forma definitiva. Suspiró de manera inconsciente, olvidando por un instante que se encontraba acompañada. Su ahijada la sacó de su ensimismamiento, al responder la pregunta que le había hecho acerca de Alex.

 

- ¡Vamos, vamos! No te pongas así, no es un pecado mortal que alguien pueda gustarte.- Sonrió la joven, en un intento de hacer que Ginny no se avergonzara. - Además, si te interesa mi opinión, debo decir que veo al chico bastante interesado en ti. ¿Te ha invitado a la gala que se llevará a cabo en el mundial de Quidditch? Si es así, puede que haya una probabilidad de que nos encontremos.-

 

En ese momento agradeció el hecho de no poder sonrojarse, solo se removió un poco incómoda de su lugar y sonrió misteriosamente. ”Definitivamente será un mes muy movido” pensó alegremente la fenixiana, mientras acariciaba distraídamente su cabello. Ahora le tocaba el turno a ella de hacerle una pequeña invitación; el sonido del reloj de la sala la sobresaltó y en ese momento entró su elfina Breena, con un vaso de té helado. La Granger le dio las gracias y mirando fijamente a su ahijada, le preguntó:

 

- Todavía no hay nada seguro, pero quizás vayamos a hacer una pequeña cena familiar en estos días, así que será un placer verte por aquí.- Dijo con aire resuelto y continuó. - Yo te avisaré cuando será y está de más que te diga que puedes traer a cuanta gente quieras.- Sonrió.

[Pakami Gryffindor]

Y habían pasado unos días desde la visita de la señorita a mi casa. Aprovechando el par de días libres de ministerio que me habían sido dados, decidí que era mi turno de visitarla. Me vestí como acostumbraba hacer cuando salía, ni muy formal ni demasiado simple. Una remera blanca bajo una camisa de botones gris, abierta; unos jeans no tan gastados y listo. Mi reflejo me sonrió mientras se acomodaba el cabello y se dirigía a la puerta principal de la mansión Gryffindor.

 

Desaparecí de los jardines para aparecer en otros, levemente diferentes. Sin perder un segundo, fui rumbo a la puerta principal. La lluvia caía imperiosamente creando grandes charcos aleotarios por doquier. A pesar de que aún era temprano y el sol debería estar resplandeciendo con fuerza, las nubes lo tapaban, haciendo que pareciera que el manto nocturno ya había caído.

 

No podía negar que días como aquellos me agradaban mucho, pero no era para apreciar el clima que me había aparecido allí, así que continué el corto recorrido hasta la puerta. Cuando golpeé, me atendió una elfina que sonrío al verme y me permitió pasar sin pronunciar palabra, aquello me pareció un poco extraño, pero le devolví la sonrisa y entré. Me sacudí el pelo mojado por la lluvia con ambas manos, salpicando un poco la alfombra de la entrada (xD).

 

Continué y fui hacia la sala, donde esperaría a que la elfina avisara a Luna que había llegado. Pero al cruzar el umbral me encontré justo con la persona que buscaba. Estaba sentada justo a frente a otra persona que yo no conocía. Me acerqué lentamente y me incliné para besar en la mejilla a Luna a modo de saludo.

 

-Hola chicas- dije y en seguida incliné la cabeza en reverencia a la chica que aún no conocía-. Soy Pakami, un placer.

Editado 5 de Julio del 2011 por Pakami Gryffindor

[Ginny Rambaldi Weasley]

Mi madrina sonrió y me contestó a la invitación:

- Bueno, si a ustedes no les molesta, pueden contar conmigo para esa ocasión.- Habló tranquilamente mientras sonreía. - Y eso me hace pensar que…

 

- ¡Vamos, vamos! No te pongas así, no es un pecado mortal que alguien pueda gustarte.- Sonrió mirándome- Además, si te interesa mi opinión, debo decir que veo al chico bastante interesado en ti. ¿Te ha invitado a la gala que se llevará a cabo en el mundial de Quidditch? Si es así, puede que haya una probabilidad de que nos encontremos.-

 

-Pues... si me invitó-dije sonriendo enormemente-espero verte por allí.

 

Luna acarició su cabello un poco y se sobresaltó al escuchar el sonido del relij, reí para mis adentros y coloqué un mechón de mi cabello tras mi oreja. Entró una elfina con un vaso de té helado que ofreció a su ama, ella agradeció y me miró fijamente:

 

- Todavía no hay nada seguro, pero quizás vayamos a hacer una pequeña cena familiar en estos días, así que será un placer verte por aquí.- Dijo sonriendo para después agragar. - Yo te avisaré cuando será y está de más que te diga que puedes traer a cuanta gente quieras.-

 

-Me encantaría enormemente asistir gracias-Respondí alegrandome.-Las fiestas y reuniones me agradan, pero... habrá música ¿verdad?

 

Me alegré y reí para mis adentros pensando en bailar mucho, conocer a más personas... y sobretodo... invitar a Alex a la reunión... Era una enorme dicha el estar a su lado. Mientras todos estos pensamientos se revolvían en mi cabeza, pude sentir un rubor en mis mejillas, aclaré mi mente y volteé a ver a mi madrina examinando mis reacciones, desvié la mirada hacia la ventana y noté que la luz que antes entraba por entre las cortinas estaba desaparecida, había anochecid y yo ni enterada, de tan agradable conversación.

 

-Madrina... por lo visto ya anocheció...-Dije algo entristecida-Me encantaría seguir conversando contigo pero bueno...-suspiré sin querer irme.

[Sophie Elizabeth Granger]

Hbia terminado toda llena de aquel moho extraño que ademas la dejo oliendo asquerosamente. Todos los demas estaban dedicados a atender a los visitantes de la Granger por lo que dejando a los demas en sus asuntos subio a su habitacion donde despues de horas bajo la regadera por fin logro quitarse todo aquel coso verde. Una vez que quedo decente se recosto en su cama por un momento pensando en salir o en quedarse en casa. Salir no le apetecia mucho pues aun no se sentia bien para recorrer las calles.

 

Lo mejor seria quedarse en casa y refugiarse en el cariño de sus pequeños que siempre le hacian olvidar sus pesares con sus tiernas risas y caricias. En el cuarto de a lado podia oir a Ariana intentando bajar los objetos que los pequeños demonios que eran sus bebes levitaban por diversion.

 

-Ariana!! Trae a esos traviezos para aca, es tiempo de que te tomes un descanso. Ya me hago cargp el resto de la tarde-dijo mientras la elfina transportaba a los pequeños y se los dejaba en la cama a la rubia.

 

La elfina desaparecio hacia las cocinas o eso se imagino la vampira asi que Sophie se puso a jugar con sus pequeños. En cuanto la mano vigilante de la elfina se perdio de vista ambos gemelos decidieron investigar la cama de su madre. Oscurus decidio que las almohadas de mama no quedaban con la cama asi que las avento fuera de ahi mientras que Mithdraug decidio que lo del tocador si quedaba muy bien alrededor de ellos.

 

Viendo como el caos comenzaba a reinar la bruja decidio poner algunas rejas alrededor de su cama mientras los pequeños hacian su desastre. Cuando menos acordaron los tres estaban cubiertos de polvo y riendo tranquilamente como solo los bebes sabian hacerlo. Despues de eso y con un movimiento rapido de su varita todo regreso a su lugar y bajo a los pequeños a la alfombra para que gatearan a sus anchas mientras ella vigilaba que no se echararan algo encima. La tarde transcurrio entre las travesuras que la muy permisiva vampura les dejo realizar.

 

Una vez cambiados y alimentados los pequeños Granger cayeron rendidos en sus brazos asi que los deposito tiernamente en sus cunitas y se sento un momento en la mecedora. Vigilando su sueño Sophie se quedo dormida con una sonrisa en la boca. Por lo menos aquella noche dormiria tranquila, ya tendria mas noches para volver a su realidad.

 

off: xD

[Valeskya Granger]

Había comenzado a llover y gruesas gotas de lluvia golpeaban los cristales de la ventana de la sala. La mirada violácea de la Granger se mantenía perdida hacia algún punto del jardín, preguntándose cómo era posible que hubieran transcurrido tantas horas desde la llegada de su ahijada. Volvió a concentrar su atención en la chica, mientras ésta le preguntaba acerca de la invitación que le acababa de hacer.

 

- A decir verdad, es algo que aún no tenemos previamente planeado… Pero si, supongo que habrá música.-

 

Eso le hizo pensar en cuántos más asistirían a aquella reunión, aunque supuso que Ginny invitaría a Alex o quizás a algunas personas más. ”Hay que comenzar a planear todo”, dijo para sí misma la fenixiana; sin saber porqué, recordó a Silverlyn. Tenía mucho tiempo sin saber nada de ella y eso le hizo preocuparse un poco; se dio cuenta que la pelirroja también se encontraba un poco ausente y no era para menos, pues el comentario que hizo a continuación, hizo suponer a la joven que su ahijada estaba a punto de irse.

 

- Deberías esperar a que cese un poco la lluvia.- Murmuró la ojivioleta distraídamente.- ¿No querrás mojarte verdad? –

 

No había terminado de pronunciar esas palabras, cuando una figura apareció en la sala; el rostro de Luna pasó del desconcierto a la sorpresa. ¿Qué hace aquí? Se preguntó bastante avergonzada, recordando la última vez que lo había visto y cuál había sido el desenlace de aquella visita. Desvió la vista hacia otro lado de manera discreta, aunque no sabía lo que iba a lograr con eso; saludó al Gryffindor con la mayor tranquilidad que pudo y le sonrió:

 

- Veo que las visitas bajo la lluvia comienzan a ponerse de moda.- Bromeó la ojivioleta mientras le acariciaba el cabello mojado. - Te puedes resfriar ¿quieres una toalla? – Le preguntó mientras lo invitaba a sentarse y le decía a Ginny. - Amm… esto… es un amigo de la familia. Ginny, te presento a Pakami y viceversa.- Sacó la lengua y sonrió.

[Pakami Gryffindor]

El delicioso sonido de la lluvia golpeaba incesamente los cristales de las ventanas y las tejas que cubrían el techo de la mansión, provocando una orquesta que instaba a un buen descanso en una cama suave. Sacudí levemente la cabeza para volver al lugar donde estaba y encontrarme con que la chica que hacía un momento había estado hablando con Luna ahora se iba.

 

-Adiós- dije casi inaudiblemente y volví la mirada para sonreír a la otra hermosa señorita en la sala-. Claro, la lluvia es mi incentivo para salir, de hecho.

 

Aunque bien se sabía que aquella no era buena idea. La lluvia normalmente iba acompañada por nubes que oscurecían el día, la oscuridad traía consigo cosas que uno normalmente no quería encontrarse. Pero ese no era el tema del que quería hablar hoy, ya demasiada tensión había provocado su pequeño descubrimiento en los jardines de la Gryffindor y no quería que aquello se repita.

 

Con un movimiento rápido saqué la varita del bolsillo de mi pantalón y apunté a la chimenea cerca de nosotros. A un simple gesto, un buen fuego comenzó a crepitar. De esa forma me secaría rápidamente, al igual que las alfombras (?). Solo un par de minutos y el delicioso calor inundó mi cuerpo por completo, haciéndome sentir tibio y cómodo.

 

Agité la varita una vez más para convocar dos tazas de rebosante café negro con una deliciosa y corta barra de chocolate amargo dentro. Entregué una a Luna y bebí a pequeños sorbos de la mía.

 

-Espero no haber interrumpido nada- dije con mis ojos desviándose hacia donde acababa de irse la extraña chica a la que no conocía-. Solo no tenía ganas de estar en casa.

[Valeskya Granger]

La Granger se quedó preocupada al ver partir a su ahijada, pues la lluvia incesante y las nubes grisáceas ocasionaban que el cielo se tornara aún más oscuro; todo eso provocaba que sus pensamientos comenzaran a dispararse en todas las cosas que podían ocurrirle en el camino hacia su casa. ”Mortífagos…. No, no, no, ni siquiera lo pienses Luna” , se reprendió a sí misma sin poder evitar levantarse y asomarse por la ventana para intentar distinguir su figura que se perdía en el jardín.

 

Su aspecto no era el que hubiera deseado para recibir al Gryffindor: aún continuaba con aquel vestido de tirantes negro y su cabello lucía semi despeinado. Disimuladamente, trató de acomodarlo sin obtener mucho éxito; ”¡Por Merlín! ¿Tanto tiempo ha pasado ya?” dijo la ojivioleta para sus adentros, mientras veía con rapidez la hora en el reloj de la sala. Observó al joven mago que encendía la chimenea y decidió sentarse en el mueble más cercano a aquellas llamas.

 

La mirada de la fenixiana se mantuvo perdida por unos instantes, hasta que el inconfundible aroma del café la trajo de vuelta a la realidad. Sonrió y le agradeció a Pakami por la taza, aunque solo se limitó a tomar la barra de chocolate para mordisquearlo mientras dejaba la bebida sobre la mesa. Se quedó en silencio mientras escuchaba el motivo que había llevado al mago a visitarla; ”¿dónde habré escuchado eso?” pensó mientras dibujaba una leve sonrisa en sus labios.

 

- Me da gusto que hayas pensado en mí como primera opción de escape.- Bromeó al mismo tiempo que agitaba la barra de chocolate en el aire. - Y no, no interrumpías nada. Ginny ya se iba justo cuando apareciste. ¿Las casualidades existen? No lo sé.- Se inclinó de hombros, mientras sus ojos veían aquel pañuelo que ocultaba el secreto mejor guardado del Gryffindor [?]. Se mordió los labios, sabiendo que no era el mejor momento para sacar el tema nuevamente.

 

- Sigues siendo todo un misterio para mí… Cada vez que veo tu rostro, no puedo evitar preguntarme en qué estarás pensando.- Lo miró fijamente y mordió un poco de chocolate. - La última vez que te fui a visitar me llevé una sorpresa ¿cuántos secretos más estarás guardando? – Trató que el tono de su voz sonara indiferente, aunque no se quedó muy convencida, aguardó pacientemente la respuesta de su visitante.