El Hipogrifo Asustado (MM B: 105757)

[Xell Vladimir Potter Black]

En aquel momento no supe si reír o llorar, al ver todo aquellos niños pintados, el suelo de la clase lleno de pinturas, hasta en el techo había barro. Me entraron ganas de reír pero recordé que Sagitas y Reena nos habían dejado al mando para que fuéramos buenos profesores y que, en aquel momento, los niños estaban disfrutando pero no sabía si reñirles o meterme en medio con ellos y disfrutar.

 

Matt también parecía turbado, como si le diera pena lo que se veía a nuestro alrededor. Le sonreí, intentando quitarle importancia.

 

- No pasa nada, primo. Así son los niños, pero cuando regrese Sagitas, que te chille a ti, ¿vale? - le dije, medio en serio medio en broma.

 

Y lo que ahora decía era muy sensato.

 

- Nadar no sé si es bueno enseñarles, pero que necesitan todos una ducha y cambiarles la ropa...

 

Intenté no pisar donde había charcos de pintura. Aquello iba a costar un dineral en material, a ver como lo colábamos a la tía Sagis y a mi madre, que siempre miraban mucho este tema. Entonces algo cayó sobre mí y me tiró al suelo, manchándome.

 

- ¡Eh!- protesté al ver que era un animal colorido y feliz. ¡Qué rayos! Eran niños y tenían que mancharse, jajajaj, así que yo también. - ¡A por Matt, a manchar a Matt! - grité, divertida.

 

Pero me encontré con la mirada de Taga. ¿Cuándo había aparecido? Carraspeé y me puse de pie.

 

- Hola, Taga... Esto... Bien... Bueno... ¿Podemos poner unas duchas en el patio para lavar a los niños? Hace calor, seguro que les viene bien un... lavado...

 

Y estiré mi ropa, ahora de colores también.

[Matt Blackner]

Todo estaba lleno de pintura, el suelo, los niños, las paredes, Fenrir y yo. Sagitas y Reena me iban a matar cuando llegasen, era culpa mia porque yo estaba al mando...aaaaah, porque no podía cuidar de aquellos niños? si con Ithilion y Argi no me iba tan mal...

 

Xell sonreí, quitándole importancia. En realidad quería reírse a carcajadas, pero no lo hizo. Asentí, si, me chillaría a mi porque se daría cuenta enseguida de que era yo quien los había vigilado...

 

Necesitaban cambiarse de ropa, todos. Y un baño.Intentó pasar sin pisar os charcos de pintura, cuando Fenrir le saltó encima, babeándole, buscando que tambi´n jugase. Y en el intentó, la dejo de colorines.

 

Entonces si que me eché a reir. La pobre Xell no sabía como quitarse a Fenrir de encima, y contraatacó diciendo a los niños que me manchasen a mi. Si yo también estaba manchado!

 

Pero antes de poder hacer nada, nos dimos cuenta de que Taga nos miraba, y no terminaba e aprobar lo que sucedía en el interior de la clase. Me puse rojo, o me hubiera puesto de no ser multicolor ahora mismo.

 

Ahora seguro que se enteraban Reena y Sagitas. Segurísimo.

[Xell Vladimir Potter Black]

Era una situación embarazosa. Mejor dicho, una situación coloridamente embarazosa. Pero no esperé respuesta de la elfina, así que sonreí, mostrando cara de niña buena (yo lo soy, mucho) y empecé a palmear.

 

- Niños, niños, en fila, que vamos a ir... ¡A las duchas! ¡¡Bieeeen!!

 

Me era igual que ellos dijeran que sí o que no, pero con el tono que usé, los niños palmearon también y empezaron a alborotar.

 

- No, niños, no. Si queréis jugar con el agua, hay que ser educados, no gritar, no empujar... Todos en hilera, unos detrás de otro, siguiendo al lobo, que va a ir con Matt por delante hasta el patio. Yo iré por detrás y vigilaré. Quien haga ruido, se vuelve a la clase y ayudará a los elfos a recogerla y limpiarla.

 

La amenaza surgió efecto. Los niños se portaron bien y se pusieron en hilera. Sonreí a Matt y le hice un guiño diciéndole con él: "¿Ves qué fácil?".

 

- Matt, hacia el patio. Y sobre todo, que nadie toque las paredes con las manos sucias. Nos lavaremos allá.

 

Me volví a Taga, como si nada.

 

- Dile a los elfos que necesitaremos la ropa de recambio que traen todos, toallas para todos y que mientras estamos en el patio, que aseen la clase para que nadie sepa lo ocurrido. ¿Entiendes? Nadie.

 

Porque como las directoras se enterasen...

[Matt Blackner]

Como demonios les paraba para meterlos en una ducha? porque con Ithilion y Argi tenía la confianza par obligarlos, pero claro, al resto ni sabía quienes eran.

 

Xell les llamó la atención, con su forma de hablar incluso yo miré. DIjo que irían a las duchas como si eso fuera ´lo más maravilloso del universo, y los niños comenzaron a aplaudir, montando el mismo jaleo solo que sin tirarse pintura.

 

D nuevo la prima les regañó, esta vez con ayudar a recoger la clase. Ahora si callaron, y reí levemente por la mirada que Xell me ehcaba.

 

- Bien, vamos niños. Al patio!

 

Y comencé a aminar, seguido de Fenrir, que trotaba dejando huellitas de colores con sus patas, como si estuviera dibujando algún tipo de camino. Abri la puerta y la sujté para que salieran, mientras Fenrir vigilaba que ninguno se escapase, ya que lo alcanzariaen un momento, y los obligaba a ponerse en fila por el patio, donde unas duchas ya estaban preparadas.

[Reena Vladimir]

Elfina Taga:

 

Puse los brazos en jarras, la niña no podía estar diciendome lo que debía hacer, no, no podría. Debia de estar olvidando a quién servía. ¿quien creía que era yo? ¿Su elfo veloz?

 

-Niña.

 

Mi voz fue un aviso, uno de los que solía usar la ama Reena con Akira cuando hacía algo inadecuado. Esperaba que ella entendiera el mensaje porque no estaba dispuesta a seguir sus ordenes sin mas y encima guardar silencio. Y ya estaba organizando a los niños como si no esperase oposición alguna.

 

-No, no voy a hacer lo que pide niña, tendrá que esperar a que regresen las amas.

 

Miré a los niños y sentí asco de las madres que tenían que mandar a los niños a un lugar en el que terminaba por comerse la pintura, porque al menos dos de los infantes estaban lamiéndose las manos rojas porque decían que sabía a fresa. Luego me di cuenta de que tal vez eso les viniera bien porque al menos comprobarían que tenían el estomago a prueba de bomba.

 

Chasqué los dedos y toda la pintura desapareció. No estaba dispuesta a limpiar ni una sola huella de las paredes ya bastante me agotaba limpiar a los niños. Resople y me froté las orejas en busca de un poco de relajación.

 

-Traía ordenes de su madre, pero esperaremos a que venga para ver que piensa de bañar a los niños en el jardín.

Y ya vería que hacía con las masas de azúcar que me había mandado traer, por lo pronto y si los otros elfos las había recuperado las metería en la nevera en espera de solución.

[Matt Blackner]

La pintura desapareció en cuanto Taga chasqueó los dedos. Pero no era feliz.

 

Oh, no lo era. Se veía en kilómetros a la redonda, no le gustaba que e diéramos órdenes, estaba disgutada y nos dijo que no pondría duchas fuera ni nada.

 

Me sentí mal por Xell, ella no había tenido la culpa de aquello.

 

- Xell, ve con Taga a ver que pasa. Yo...intentaré quitar este estropicio antes de que lleguen Reena y Sagis. - le dije.

 

Con ayuda de Fenrir, reuní a los niños fuera, en el jardín. Hice aparecer un gran barreo lleno de agua fresquita y un poco de jabón. No le iba a hacer un fregotego a los niños, no me parecía bien.

 

- Vale chicos, nos vamos a lavar, a ver is podemos quitarnos la pinteura de encima...

 

y llamé al primero, mientras aun pensaba en como iba a terminar de quitar las huellas de pintura de las paredes.

[Reena Vladimir]

Elfina Taga:

 

El niño de la pelivioleta me había escuchado perfectamente y continuaba con su idea de hacer que los niños se bañasen en el jardín ¿Es que aquello se trataba de un amotinamiento? ¿Una insubordinación? Crucé mis esqueléticos y pellelludos brazos sobre el cuerpo y los miré desafiante. Respiré profundamente y entré en acción.

 

Chasqué los dedos y desapareció hasta la ultima gota de pintura de la guardería, no había quedado ni siquiera en otras clases, plastidecors, rotuladores, ceras, temperas... incluso la tinta de los tinteros para escribir había desaparecido.

 

Chasqué nuevamente los dedos y todos los niños estuvieron limpios y con sus pijamas puestos.

 

Un nuevo chasquido hizo que aparecieran las camas de la siesta y cada niño en la suya, profundamente dormidos...

 

-Y vosotros tres, vais a ir a sentaros a la cocina de inmediato hasta que lleguen las dueñas si no quereis iros a dormir como ellos.

 

Primero señalé a Xell, a Matt y a Fenrir, el lobo tampoco se libraba, si podía manejar humanos un cuadrúpedo no me supondría mucha complicación; luego señalé a los niños que acababa de poner mágicamente a dormir, aquello era una amenaza en toda regla y volviendo a cruzarme de brazos esperé a que hiciera efecto mientras me colocaba frente a la puerta de a guardería para que no pensasen en huir y solo pudiera hacerme caso.

 

A ver quién podía mas si un elfo domestico que les triplicaba la edad o ellos que eran todos unos mocosos y unos desobedientes mal educados.

[Matt Blackner]

Un chasquido y la pintura desapareció.

 

Otro chasquido, y los niños estaban perfectamente limpios.

 

Un tercer chasquido, y esta vez los niños dormían como los angelitos que en realidad no eran.

 

Me volví despacio al notar una mirada clavada en mi. Taga me apuntaba con el dedo, nos amenazó a los tres, incluso a Fenrir, con sentarnos en la cocina hasta que Sagis y Reena llegaran, o nos mandaría a dormir como había hecho con los niños.

 

Tragué, notando que me ponía más y más rojo, y caminé despacio hasta la cocina, donde me senté con Xell. Taga se había puesto de brazos cruzados ante la puerta de la guardería para que no pudiéramos salir, y desde allí la veía.

 

pero Fenrir no fue tan obediente. Se acercó a ella con curiosidad. El no conocía a Taga, y comenzó a mirarla con curiosidad, se acercaba cada vez más, poniéndole ojitos. Se sentó a su lado, pegado a ella acercándose cada vez más, pegándose a la elfina mientras le miraba poniendo ojitos, lengua fuera sonriente, esperando que la elfina jugase con el.

[Xell Vladimir Potter Black]

La sonrisa de mi rostro desapareció de golpe. Pero... ¿Qué estaba haciendo Taga? Esa elfina se había... ¡Se había rebelado a mis órdenes! No estaba acostumbrada a eso. Normalmente decía algo y al instante estaba todo hecho, ningún elfo me llevaba la contraria. Sólo Montmeló a veces se atrevía a puntualizarme cositas, pero siempre me obedecía.

 

Pero Taga no. Se había rebelado. Y no sabía si ponerme fuerte o reñirle. Pero su "niña" sonó tanto a mami que me intimidó.

 

- Pero Taga, bañar a los niños en el jardín era una buena idea. - ¿Lo era? Ya no estaba tan segura.

 

Ni Taga lo estaba. Ella hizo algo impensable para mí. Nos obligó a obedecerle, a ella. Niños vestidos y durmiendo, nosotros tres castigados a la cocina. Era un momento difícil, porque no podíamos dejar que nos mandara, o tomaría las riendas de la guardería. ¿O las había tomado ya?

 

- Taga... Yo...

 

¿Qué le iba a decir? ¿Qué era una elfina y que nos debía respeto? Me enfurruñé.

 

- Te has pasado, me duele que me trates de esa manera. - Me crucé de brazos y me dirigí hacia la cocina, obedeciéndola. - No eres más que la elfina de mi madre. No puedes dar órdenes. Te has sobrepasado.

 

Aún así la obedecí, medio llorando. Ni las monerías de Fenrir me hacían soltar una sonrisa.

[Aysha Potter Black T.]

Yo no tenía hijos por que la vida no me había dado esa oportunidad pero podía ir al local de mi hermana que era una guardería y ayudarla con tanto niños que iban allí a hacer cuidados y atendidos por los empleados de Sagitas, con una sonrisa entre con un poco de miedo ya que solo un niño tenía yo la costumbre de cuidar que era mi sobrino el cual era el mas pequeño que había tenido en mis brazos.

 

--Quisiera algún día un bebe para poder decir que es mio... pero nunca tengo esa oportunidad... solo si Ueki regresara pero nunca lo hará nunca...--

 

Con lagrimas en los ojos entre al local para darme cuenta que habían varios niños jugando con sus juguetes hermosos y brillantes como le gustaban a esos pequeños, suspirando por la carencia de no tener algo que quería mas que cualquier cosa. Me senté un momento para jugar con un niño que estaba mas pendiente de como su juguete caminaba que lo que estaba a su alrededor, ese niño se parecía tanto a Ueki cabello verde, blanco y con caracter hermoso.

 

--Ueki te extraño...--