El Hipogrifo Asustado (MM B: 105757)

[Sagitas E. Potter Blue]

Era una situación divertida aquella, la del elfo que murmuraba algo por lo bajo de forma casi imperceptible. Por un momento llegué a pensar que era él quien se oponía a que entrara en la guardería y que ella le refrenaba. Era interesante eso... Me dio que pensar.

 

Ella sin embargo sí estaba dispuesta a traer al niño allá, y no podía menos que aplaudir su decisión.

 

-- Un niño ha de estar con niños, eso es una ley casi. Y si además es ya tan independiente, hará bien en dejarlo aquí y que aprenda a sociabilizar. Los dos primeros años de edad son fundamentales para marcarles las bases de la comunicación y el desarrollo sociológico que más tarde tendrá que aplicar, cuando crezca. Así que no dude, le vendrá bien estar aquí, sin la familia y con los otros niños.

 

Era realmente comprensible lo que ahora debía pasar por su cabeza. Como había pasado por la mía cuando me planteé qué hacer con Ithilion. Así que entendía su semblante preocupado y pensativo.

 

-- Todos los niños son muy traviesos a esta edad, sobre todo los que ya empiezan a mostrar signos mágicos. No podría creerse lo que hace mi hijo. Es por eso muy bueno que esté con niños de su edad y compartan conocimientos y a la vez aprendan entre ellos a dominarse y controlar lo que sienten. Es más angustioso para nosotros como madre que para ellos. Enseguida aprenden a reprimir la magia y direccionarla en positivo y menos peligroso que si fluyera sin control.

 

Removí otra documentación varia en el primero cajón. Algún día debería poner algo de orden por allá. Pero enseguida encontré el documento que buscaba.

 

-- Mire, Srta. Triviani. Este es el formulario de la matrícula. Le dejo que la mire y que se la lleve, si quiere, hasta que se decida. Yo, en la primera etapa, aconsejo que durante la primera semana se haga media jornada, siempre que los padres puedan permitírselo, un turno corto de cuatro horas en vez de las ocho habituales. Y que se traigan un juguete, o una manta o incluso la ropa de cama para que no noten mucha diferencia.

 

Y sin ya poder evitarlo, añadí, mientras le daba el formulario de Matrícula:

 

-- O un elfo guardián para su cuidado, si le es muy difícil separarse del niño. A veces es más traumática esta separación para la familia que para el mismo niño.

 

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Nombre del niño:

 

Datos particulares:

 

Nombre de los Padres:

 

Mansión en la que vive / Familia que se hace cargo:

 

Fecha de Nacimiento:

 

Registro en el MM :

 

Vacunas / Revisiones médicas / Alergias:

 

Mascotas

 

Alimentación

 

Observaciones:

 

 

Datos académicos:

 

Horario dentro de la guardería:

 

Curso:

[Jessie Black Lestrange]

Escuchaba las palabras de mi madre, obvio, no querría preocuparme por lo que negué sabiendo que no diría nada más.

 

-Si mamá, Matt fue a buscarte ¿No le viste?- pregunté, esta vez si asustada, era extraño que mi hermano no volviera.

 

Pero poco después hizo acto de presencia mi hermano, diciendo cosas que nunca creí escuchar de él y más me asuste cuando nos apunto con su varita.

 

-Matt baja esa cosa... me estas asustando- murmure aferrando a Argentus aun más entre mis brazos-y no entiendo por que no crees que somos nosotras... ¿que te paso?

 

Mamá le preguntaba casi lo mismo o ¿fui yo la que lo hizo? No estaba segura, pero la actitud de mi hermano me asustaba un poco. Nunca lo había visto tan serio y a la vez tan amenazante, ahora comprendía por que era bueno en su trabajo.

 

-Mamá tiene razón Matt, pero si quieres una prueba de que somos nosotras... tu me mostraste las marcas significativas de tu piel, no hace mucho, cuando te conté mi historia mi historia en el local de mamá, no se que otra prueba quieras hermano- musite aun aferrando a Argentus entre mis brazos, cubriéndolo de cualquier ataque.

 

Unos toquidos de la puerta llamo nuestra atención. Mamá como siempre, con una sonrisa en el rostro se libero de mi agarre y diciéndonos a los dos que fuéramos con los niños y dándole otras instrucciones a mi hermano, salio del salón de juegos donde estábamos.

 

-¿Que te paso para que dudaras de nosotras?- pregunte acercándome a mi hermano, con la pequeña detrás de mi-vamos, no le diré a mamá, dime que paso

 

Escuchaba como mamá y alguien más hablaban fuera, en la recepción y luego como iba a otro lado. De seguro un nuevo niño se unía a la guardería.

[Mentita]

- Oh sí, casi lo olvido -dijo Candela al tiempo que recibía el formulario e ignoraba al elfo que tiraba de su pantalón para quejarse una vez más- él tiene un muñequito, es un bicho bastante feo... pero a él le encanta. Es una mandrágora de peluche, se la quitó a... un pariente mío -no recordaba a quién se lo había quitado el niño.

 

Lo que sí sabía era que había sido a una mujer, en algún lado llegó de visita, o fue la Triviani de visita. No estaba muy segura. Así que se apresuró a escribir en la ficha de inscripción para despejarse un poco, no le gustaba sentirse tan vacía de memorias.

 

- Lo llenaré ahora mismo. Ya le dije que me gusta el lugar, no tengo duda alguna en que lo cuidarán como si estuviera yo. Quizás mejor, yo lo mimo mucho, debo admitirlo. -esbozó una media sonrisa y siguió escribiendo.

 

Nombre del niño: Byron W. Triviani

 

Datos particulares:

 

Nombre de los Padres: Candela Triviani - Jocker Black Lestrange

 

Mansión en la que vive / Familia que se hace cargo: Castillo Triviani / Triviani

 

Fecha de Nacimiento: 02 - 04 - 2011

 

Registro en el MM : Registro

 

Vacunas / Revisiones médicas / Alergias: No posee.

 

Mascotas: Lobezna "Kalí".

 

Alimentación: No le gusta la leche, prefiere el yogurt frutal tibio. En cuanto a comidas, come de todo, bajo en grasas y sal. Y los spaguettis los detesta.

 

Observaciones: Le gusta simular el llanto de la mandrágora en su peluche. No le gusta ser observado mientras almuerza. Come dos gomitas dulces después de la comida. Le gusta la compañía en el desayuno. Las únicas palabras que dice son: "mam" (mamá) y "efa" (supongo que es "elfo"). Sólo llora cuando necesita que lo cambien.

 

 

Datos académicos:

 

Horario dentro de la guardería: Media jornada (mañana)

 

Curso: Sala de Micropuffs

 

Había tenido unas cuantas dudas al llenar. Por ejemplo, no estaba segura de si poner el nombre de su padre. Tampoco si sería conveniente poner de mascotas a Green y Pyro (basilisco y dragón, respectivamente). Y en "curso" supuso que estaba bien de ese modo.

 

- Quizás me faltó poner algunas cosas en "Observaciones", pero creo que eso es lo principal. El resto son detalles, no menores, pero tal vez se entere mientras convivan con él -sonrió una vez más y esperó la aprobación de la Potter Blue.

[Sagitas E. Potter Blue]

Estuve a punto de ponerme a reír. Pero era una directora y se supone que debía de ser seria, con lo que sólo me permití una ligera sonrisa al sentirle hablar de aquel peluche.

 

-- No se preocupe. Los niños le toman cariño a sus juguetes y ante los cambios, es bueno tener algo suyo a lo que aferrarse. Puede traerlo cuando quiera. Mi hijo Ithilion también tiene una mandrágora. Se la compré yo en el pasado Mundial de Quidditch. Lo que no recuerdo en qué ciudad fue...

 

Y me puse pensativa unos instantes, ya que era curioso como la mente me jugaba un mal trago con aquella época. Era como si no hubiera existido, o como si hubiera existido a trozos inconexos. Parpadeé y volví a fijarme en el elfo; estaba enfurruñado. Esperaba que no pusiera nerviosa a su ama, se le notaba que era de ideas firmes.

 

-- Si le sirve como referencia, aquí no mimamos a los niños, les ayudamos a afrontar los pequeños detalles de la vida que le afectan, siendo tan pequeños; aquí han de sentirse grandes y adquirir seguridad en ellos mismos. Siempre aconsejamos mimar muchísimo a los niños cuando lleguen a casa, para que puedan sentirse queridos y felices con la familia. Y entre usted y yo, yo mimo muchísimo a Ithilion y aquí no me dejan ni acercarme.

 

Tomé el formulario y lo leí. Lo primero que noté fue la filiación. No dije nada y esperaba que no notara la sorpresa en mi rostro. Un hijo de un juez en mi guardería...

 

-- Veo que no tiene las vacunas puestas. Aquí no son necesarias, pero yo siempre aconsejo que al menos cumplan las visitas periódicas con su pediatra.

 

No quise insistir más ni aconsejarle el servicio de mi Clínica en el Callejón Diagon, para que no pensara que intentaba hacer negocio con ella. Pero la verdad es que teníamos un acuerdo con ella por si hubiera alguna vez una urgencia médica con los niños. Estaba apenas a unos metros de allá y si hiciera falta, se harían cargo de los problemas médicos que surgieran.

 

Pero no se lo dije; los padres no querían saber de problemas y ya presuponían que la Ley obligaba un servicio médico de urgencia para imprevistos.

 

-- Media Jornada en la Sala Micropuff. No habrá ningún problema.

 

Me guardé el formulario en el cajón y entonces vi otro pergamino . Miré a la Srta. Triviani y después volví la vista a ese papel. Tal vez...

 

-- Perdone. Me voy a atrever a algo. Y usted es libre o no de aceptarlo. Y por supuesto no lo hago por el regalo.

 

Sonreí, intentando ser precisa. Le di un pergamino para que lo leyera.

 

http://i711.photobucket.com/albums/ww117/Periodicomortis/SAGITAS/pergaminovioleta21-1.png

 

-- En unos días celebro mi fiesta de cumpleaños en el pueblo. Cinco años aquí ya... Será una fiesta muy agradable. Tendremos Circo y una guardería para los niños, en los que podrán disfrutar de un día en contacto con criaturas fantásticas que por regla general sólo podrían contactar en la Reserva. Y los padres pueden dejarlos allá mientras los niños son cuidados y disfrutan de esta excursión. Si quiere... Sin ningún compromiso... Puede acercarse y acudir a ella. Será un día diferente para Byron en compañía de otros niños.

[Mentita]

- Bueno... -dudó un momento, no estaba segura de cuánto podría decirle sin que se escandalizara. No quería provocar un trato diferente con su hijo debido a las cosas que ya hacía y que, se suponía, aún no estaba en edad para hacerlo.- No sé si deba decirle ésto...

 

Candela miró a ambos lados y se encontró únicamente con el rostro de alerta de su elfo. Chuck consideraba a Byron un niño precoz y excepcional, dotado de una magia antigua muy poderosa que hacía que mostrara sus habilidades aún sin saber de qué se trataba. La Triviani entendía aquel temor que el elfo sentía al tener que dejar al pequeño en manos de desconocidos, sin saber la reacción que tendrían los demás.

 

Por otro lado, ya le habían advertido que, si Byron no interactuaba con sus congéneres no tendría posibilidad alguna a llegar a dominar ese "extraordinario poder que poseía". Aquellas habían sido las palabras de Trivet, quien se había tomado la molestia de averiguar un poco más de los antepasados del niño, y llegó a la única fuente: Aland Black Triviani, cuya maldición había alcanzado a la única hija biólogica (de dos) que tenía viva.

 

La Triviani largó un suspiro, decidida sólo a decir lo que menos daño causaría. No se iba a poner a contar los pormenores de su vida y lo que había heredado de su madre y que, seguramente, también había heredado el niño.

 

- Si no tiene vacunas, no es porque no hayamos intentado aplicárselas. En la familia tengo una pariente que atendió a mi hijo en su nacimiento, lo ha estado observando desde entonces. Podría decir que es su pediatra... el hecho es, -se inclinó un poco sobre la mesa.- que no deja que las se le acerquen con agujas, las rechaza. Es decir, no sé si lo hace él o es de forma incosciente, pero su piel no lo permite. -se sintió tonta por tal confesión.

 

Miró a su elfo y éste le devolvió la mirada con reproche. Tal vez ella llegara a pensar que estaba loca, y lo estaba, pero no era el caso.

 

- Es muy amable, -dijo cuando recibió el pergamino de invitación.- Byron adora los animales, le hará muy bien un poco de distracción. -medio sonrió, preocupada.- Nos encantará ir -añadió un poco más convencida.

Editado 10 de Noviembre del 2011 por Candela Triviani

[Sagitas E. Potter Blue]

Aunque pareció dudar un poco ante la idea de la excursión, después asintió ante la idea de ir a la fiesta. Aprobé con un leve movimiento de cabeza.

 

-- Los padres podremos estar en el Hotel. Tendrá equipamiento para relajación en una zona aparte de la de la fiesta. Hay quien preferirá usar el balneario y las aguas templadas. Por otro lado también habrá juegos y por tanto, todo lo contrario a la paz y el descanso. Y los niños cuidados y disfrutando. Yo creo que se lo puede pasar bien, tanto usted como el niño. De eso seguro.

 

Aún así mi mente le daba vueltas a lo que había dicho sobre la piel. Eso era un problema.

 

-- Mire, sobre las vacunas. Si no pueden ponérselas porque no admite las inyecciones, a la vez tiene la certeza de que tampoco tendrá un accidente en el que se le clavará nada y por tanto siempre saldrá ileso. De todas maneras, eso lo pondré en observaciones, por si en algún momento necesitáramos tener ese dato a mano.

 

Saqué la matrícula y la rellené, añadiendo con mi letra algo angulosa la observación bajo todo lo escrito por ella. Después dejé mi pluma sobre la mesa y le interpelé.

 

-- Bueno, ¿cuándo se incorpora el niño a nuestras clases?

 

Y noté como el elfo se ponía de nuevo nervioso y estiraba de la ropa a la madre.

[Mentita]

Por un lado se alegró al ver que la bruja no ponía objeciones respecto a aquel detalle y, más segura de sí misma, le dirigió una mirada amenazante a Chuck cuando éste intentaba captar su atención.

 

- ¿Mañana? -respondió a la pregunta un poco dudosa.

 

Estaba segura de que caería mal a Trivet y a Chuck, no darles mucho tiempo para despedirse; pero tampoco podía tener tantas consideraciones, de otro modo se creerían que tenían derecho sobre su hijo, cosa que no era así. Muy a pesar de que hayan contribuido a la crianza de Byron, la madre seguía siendo ella y tomaría las decisiones que creía convenientes aún si a ninguna de las niñeras les gustaba.

 

- Si no tiene problema lo enviaré mañana. Trivet y Chuck, los elfos que lo cuidan, lo traerán con todo lo necesario, un poco de ropa, algo de comida y el jueguete del que le hablé. De todos modos, y por una cuestión de seguridad, Chuck estará velando de cerca. No aquí, en la guardería, pero estará al pendiente por si lo necesitan.

 

Todavía no podía confiar en que no lo buscarían. Así que debía asegurar el lugar todo lo que le fuese posible.

 

- Yo me tengo que ir ahora -anunció consultando su reloj de pulsera.- Pero le agradecería que me enviara con mi elfo cualquier pedido de información que le hiciera falta. ¡Cómo los pagos por ejemplo! -se había olvidado de las cuotas. ¿Pagaban allí?.- Muchas gracias por atenderme -se puso de pie y abrió la puerta del despacho, suspiró, tenía que irse, ¿no?.- Vendré periodicamente, si no le molesta. Hasta pronto.

 

Chuck le dedicó una mirada de suficiencia a Sagitas y salió detrás de su ama, casi corriendo para no quedarse muy atrás. Ama y sirviente salieron del local y, cuando estuvieron lo suficientemente a salvo (mirando alrededor para cerciorarse de que estaba todo tranquilo), desaparecieron.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Mañana estará bien, Señorita Triviani. Perfecto, diría yo, para que no les cueste tanto traerlo, cuanto antes mejor.

 

Pude observar cómo el elfo no parecía satisfecho de esa decisión, pero la madre estaba decidida y eso siempre era buena señal. Había que pensar en los niños, que necesitaban estar con otros niños.

 

-- No me opongo a lo que dice de su elfo... Chuck. Puede entrar si lo cree necesario. Pero ya verá como queda satisfecha y no necesitará de nadie enseguida.

 

Y sin embargo... La forma en que lo había dicho me había hecho levantar una ligera sospecha. ¿Tal vez por ser hijo de quien era podían intentar secuestrarlo? ¿Era eso lo que se temía? La verdad es que no habían hablado de eso. Pero si ella no lo mencionaba era porque lo tenía todo calculado. Aún así se prometió mejorar las defensas de la Guardería y tener todo preparado para una posible evacuación urgente si llegara el caso.

 

-- Los pagos se hacen del día 1 al 5 de cada mes de forma automática, no debería preocuparse por ello. Y le prometo que le haré llegar cualquier duda o incidencia o incluso pregunta que necesitara en beneficio del niño. Cuando vengan a recogerlo les daremos una nota si hay algo a destacar sobre él y su comportamiento o cualquier dato a remarcar. Vaya tranquila, el niño quedará en buenas manos. Venga cuando precise, no hay problema porque nos visite.

 

La vi irse, a los dos en realidad. Sonreí. Se le notaba una persona de carácter y que sabía lo que quería. Después fui a buscar a mis dos hijos.

 

-- ¡Jesse, Matt! Mañana tendremos un niño nuevo que cuidar. El negocio funciona...

[Jessie Black Lestrange]

Matt no respondía mis dudas y mamá no regresaba, los peques ya estaban más tranquilos y Matt... bueno, esperaba que ya no dudara de nosotras.

 

-Mira, sea como sea hermano, tienes que saber que siempre contaras conmigo- sonreí a mi hermano mientras pasaba a su lado y le desordenaba el cabello.

 

Estaba preocupada, no me gustaba que en estos momentos nos separáramos, pero trabajo era trabajo y las cosas que habían pasado era mejor dejarlas atrás, ya encontraríamos el momento de hablarlo y ver que todo estuviera bien.

 

Mamá volvió al poco rato diciendo que teníamos a un nuevo miembro en el local. Eso me animo un poco, al menos ya tendríamos algo con que distraernos.

 

-¡Que bueno mamá!- exclame emocionada al escuchar la noticia-y si, una guardería, ¿crees que no le iría bien?

[Sunar PBT]

¡Por Merlín! - exclamó la joven.

 

La chica le había pedido la hora a un transéunte del callejón. Estaba retrasada para buscar a Argentus, pero lo que más le entristecía es que tnría que dejarlo más tiempo en la guardería. si lograba safarse de una inspección podría llevarselo a casa.

 

Caminó tan rapio qu ni timpo de darse cuenta que llevaba la vuelapluma siguiándola y a punto de caer. La ojimarrón la observó unos segundos, asombrada, antes de tomarla y guardarla en su bolso.

 

Entró a la guardería, pensaba en preguntar porque no veía a nadie por los alrededores cuando visualizó a sus tías. Fue hasta ella y las saludó con un beso a cada una.

 

- Debo darle pecho al niño y volar al trabajo. - dijo mirando a Jesse.

 

Su tía le entregó a Argentus para que se lo alimentara.