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Crazy Malfoy

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Todo lo publicado por Crazy Malfoy

  1. Crazy Malfoy

    Libro de los Druidas

    ¿Caminata? Crazy observó el volcán que Badru señalaba con cierto escepticismo, preguntándose si el guerrero realmente pensaba llevarlos de excursión y obligarlos a caminar durante varios kilómetros a pesar de que podrían salvar la distancia mágicamente con apenas un chasquido de los dedos. Durante su juventud entre los Uzza había realizado a menudo pruebas de este tipo, esfuerzos físicos y privaciones encaminadas a templar el alma de los jóvenes y medir la firmeza de su resolución, de forma que tenía cierto sentido que el guerrero comenzara su lección con algo así. Al emprender la marcha se alegró de haber elegido ropa cómoda para acudir a la clase, la túnica de viaje de color blanco le ayudaría a repeler los rayos de sol y las botas de siete leguas, si bien no tenía intención alguna de usar su magia, estaban hechas de un cuero flexible que había usado ya las suficientes veces como para saber que no le levantarían ampollas. Cuando abandonaron los extensos terrenos de la universidad y hubieron cruzado el rio que la bordeaba, se encontraron con un extenso mar de arena. Crazy no pudo evitar maravillarse ante el esfuerzo mágico que el ministerio inglés había realizado para recrear con tal exactitud aquel paisaje del medio oriente en plena campiña inglesa. Hurgó unos instantes en su cartera de piel de moke y extrajo un largo pañuelo, que enrolló en torno a su cabeza hasta no dejar al descubierto nada más que sus ojos de color azul grisáceo. Supuso que aquel acto no ofendería al guerrero porque a pesar de haber sido exiliado aún continuaba siendo un ktam, y de todas formas también el propio Badru estaba contraviniendo las costumbres llevando el velo. El camino sobre las traicioneras arenas no fue sencillo, pero sí bastante aburrido. Los tres anduvieron bajo el sol abrasador sin hablar más de lo necesario, y Crazy se esforzó por avanzar sin recurrir a la magia para facilitarle el trabajo. Aquel paisaje yermo le traía extraños recuerdos de una infancia en la que no pensaba muy a menudo y el viento arenoso le transportaba el eco de voces que creía ya olvidadas. El agua de su cantimplora estaba ya próxima a terminarse cuando, tras coronar la cima de una duna especialmente alta, descubrió que estaban a solo unos cientos de metros de la base del volcán. - Nunca me había alegrado tanto de ver un puñetero volcán - murmuró -
  2. Crazy se pasaba tanto tiempo en la Universidad últimamente que a sus más de ochenta años empezaba a sentirse un poco como en su época de Hogwarts, emocionado por aprender algo nuevo sobre la magia cada día. En aquellos últimos meses deambulando por el ateneo en la eterna persecución del conocimiento había llegado a conocerse bien aquellos pasillos, de forma que encontrar el salón de clases no le resultó difícil y estuvo allí a la hora acordada. Le sorprendió encontrarla vacía. - ¿Soy el primero? - reflexionó en voz alta - Nunca he llegado el primero a ningún sitio, creo ¿Se había equivocado de camino? Quizás no conociera la Universidad tan bien como creía. Echó un vistazo a su alrededor, confundido, pero descartó la idea con rapidez. Sabía perfectamente dónde estaba y las instrucciones eran claras. De forma que o se habían ido sin él o aquello era una prueba, como de costumbre. Se acercó al escritorio del profesor y vio un pequeño sobre al lado de una estatuilla con forma de zorro, que no dudó un instante en abrir. - ¿Así que esto va de diferencias? - dijo en voz alta a la sala vacía - Reflexionó la respuesta unos instantes, una de ellas era una pregunta difícil, compleja por sus muchas respuestas posibles. La otra era simplemente difícil de responder con sinceridad. - Bien, la diferencia entre hechizo y maldición es puramente académica - dijo prosiguiendo con su soliloquio - Siete categorías artificiales que los magos hemos creado para organizar la magia que canalizamos de una forma que nos parezca más comprensible y su insondable misterio no termine por abrumarnos. Así que mi respuesta es que no existe ninguna diferencia en su esencia, son diferentes caras de un mismo polígono Observó a su alrededor preguntándose porqué le gustaba tanto hablar solo, quizás fuera cosa de la vejez. O quizás Jock estuviera escondido en uno de los armarios, escuchando su perorata. - Lo que es correcto lo determina el paradigma moral dominante, que es impuesto por la élite que controle la sociedad mágica - los recuerdos acudieron a su mente y sonrió con cierta nostalgia - ¿No es esa la esencia del conflicto mágico? ¿Qué son los mortífagos sino un grupo rebelde que cuestiona la brújula moral imperante y busca sustituirla por la propia? ¿Deben los muggles dominar el mundo como hasta ahora o deben ser los magos? ¿Debe la magia ser secreta? ¿Justifica el fin los medios? El privilegio de responder a esas preguntas corresponde a los ganadores En cuanto hubo pronunciado la última palabra la pequeña estatua se abrió, dejando caer una habichuela que nada más tocarla comenzó a reproducir una especie de proyección astral de un mago haciendo magia. Dedujo que había superado la primera prueba, así que la hipótesis de que el profesor estuviera dentro de uno de los armarios comenzó a cobrar fuerza en su mente. Sin embargo los hechizos que la figura mágica iba lanzando en bucle captaron su atención. - La maldición cruciatus - musitó en voz baja - Vaya, esta clase va a ser interesante... Varias décadas luchando al frente de aquella guerra interminable lo habían obligado a trabajar estrechamente con ese tipo de magia pero no esperaba verla allí, tenía amigos que habían sido encarcelados solo por hablar de ella. - La maldición del fuego demoníaco, la corruptora, la paralizante - enumeró - .... Y, por supuesto, la asesina Al escuchar la última palabra la figura se detuvo, parando en el aire el movimiento ascendente de su varita y quedándose un instante completamente rígida, antes de arrodillarse y cruzar los puños sobre el pecho, dibujando un gesto de invitación al duelo que Crazy estaba seguro que llevaba sin usarse al menos dos siglos. - ¿Quieres pelear? La figura asintió. - ¿Vas a pagar tú los desperfectos? Lo primero que rompo suele ser el techo La figura no respondió, resultando todo lo indecisa que una proyección astral sin rostro definido podía llegar a parecer. - Me lo imaginaba, entonces no hay duelo, dime dónde está Jock
  3. Crazy Malfoy

    Libro de los Druidas

    Un portal oscuro como la noche se abrió ante ellos, reconoció al instante la magia pues era idéntico al que unas semanas atrás les había transportado por error a un futuro posible del que por poco no logran escapar con vida. Aquel tipo de magia era poderoso pero también peligroso, pues usaba como medio de transporte los mismos pliegues de la realidad, forzando su paso a través de las barreras que separaban no solo los mundos, sino el propio tejido del tiempo. "Así que este es la magia por la que los Uzza han derramado tanta sangre", reflexionó. Un guerrero cruzó las tinieblas y se plantó orgulloso ante ellos. Le sorprendió la juventud que se adivinaba en las partes de su rostro atezado que no estaban cubiertas, pero la mirada de frío azabache con la que los horadó no le pareció en absoluto juvenil. Había algo familiar en ella que le recordaba a su juventud entre el pueblo Uzza, a todas aquellas miradas de gélido orgullo que acompañaban a los respetuosos "Uleya" que le dirigían a su madre. - Y bien, ¿Qué trae a dos magos tan importantes, a un distante paraje como éste? - les preguntó con voz neutra - Crazy no se dejó engatusar por la aparente adulación, sabía de sobras que todos sus títulos no significaban absolutamente nada para las gentes de aquel pueblo, cuya única jerarquía era la del honor. Los Uzzas servían a reyes y mendigos por igual, siempre que tuvieras la moneda adecuada con la que pagar. Inclinó la cabeza levemente en señal de respeto. - Permite que te responda con otra pregunta, ¿Qué ha llevado al pueblo Uzza a recorrer durante generaciones el mundo segando almas para la cosecha de la Parca? ¿Qué les ha hecho fertilizar con sangre el suelo de los cinco continentes, participando en guerras ajenas cuyo devenir les resultaba indiferente? La búsqueda de conocimiento, que es capaz de impulsar al hombre más allá de la cordura. El guerrero mantuvo silencio, inmóvil como una roca, árido como el desierto que lo había alumbrado. - Por eso estamos nosotros también aquí, al igual que todos aquellos que nos han precedido Badru no respondió y se limitó a mirarlos, de hecho no estaba muy seguro de haberlo visto pestañear una sola vez desde su llegada. Al fin se movió, agitando la varita con un movimiento casual que envió a Demian directo al infierno, literalmente. Crazy sintió al instante la cercanía del mundo de los muertos a través del vínculo que lo unía a la piedra de la resurrección que llevaba encima, aquella extraña reliquia parecía querer impulsarlo a adentrarse en aquel reino vedado a los vivos, a tratar de dominarlo como todos sus portadores habían intentado antes. Por suerte Crazy no era tan necio. La sensación se volatilizó como un suspiro cuando el guerrero cerró el portal, girándose hacia ellos de nuevo. - Aprovechando que estamos en el interrogatorio inicial...¿Qué simboliza el fuego para ustedes? -dijo- El Malfoy reflexionó unos instantes antes de responder. - Muchas cosas - dijo al fin - En primer lugar significa una fuerza transformadora que cambia la realidad y su materia con el mero hecho de existir. También significa inicio, pues fue su conocimiento el que nos separó de los animales y nos ha traído hasta aquí. Desde luego significa poder y traición, desde que Prometeo se lo robó a los dioses para entregárnoslo. Pero todo ello me lleva a su significado más importante, que es el conocimiento. De generación en generación, hasta la invención de la escritura, los hombres han transmitido su conocimiento oral en torno a una fogata que ejercía de testigo. Y tras abandonarlo, no fue casualidad que el mayor centro de conocimiento que haya existido nunca, la biblioteca de Alejandría, pereciera pasto de las llamas. No sabía sería la respuesta que buscaba Badru, pero era la única que había encontrado en su interior.
  4. Una poción que revierta los efectos de la mordedura de un vampiro, esa sí que era buena. Durante siglos los mayores expertos en creación de pociones del mundo mágico habían tratado sin éxito de lograr algo así, y si bien Crazy tenía talento para las pociones, no era lo suficientemente arrogante como para considerarse mejor que sus excelsos predecesores. Y sin embargo... ¿No era un fracaso en sí mismo el no intentarlo? Quizás lo que se requería para lograr hazañas imposibles era no considerarlas imposibles en primer lugar. - Bueno, si lo consigo me haré todavía más rico, si es que eso es posible - dijo divertido - Se recostó en su incómoda silla de madera y dirigió la mirada al techo, zambulléndose en sus pensamientos. ¿Por dónde empezar? Repasó una a una todas las pociones que conocía, sus ingredientes, los venenos y los antídotos... Nada parecía aplicable, nada relacionado. Quizás debería probar otro punto de partida, ¿Qué inoculaban los vampiros en sus víctimas para convertirlos? Sangre, todos los estudios coincidían en que era una maldición sanguínea la que los transformaba, exactamente como le sucedía a... - ¡Los hombres lobo! - dijo triunfante - Ambas maldiciones se transmiten por una mordedura La poción matalobos parecía entonces un buen punto de partida, estaba hecha en su mayor parte a base de acónito. No era un brebaje que consiguiera revertir la maldición, pero sí lograba neutralizarla durante un tiempo, atemperar sus efectos. De forma que con mucho cuidado se puso a machacar acónito en un mortero, hasta que de la pasta resultante logró destilar una pequeña cantidad que vertió en un caldero. Se trataba de un líquido muy venenoso, por lo que lo diluyó en partes iguales de alcohol y agua destilada que puso a hervir a fuego lento en el caldero. - Bien, esto servirá de base y creo que aliviará los malestares de la transformación Sin embargo, necesitaba algo que revirtiera la transformación, algo que ni siquiera Damocles había logrado con su matalobos. Mientras removía el caldero con una cuchara en el sentido contrario de las agujas del reloj, trató de recordar las enseñanzas de su tío Abraxas. ¿Cómo revertir una maldición? No, su tío le hubiera dicho que lo estaba enfocando mal, no se trataba de un embrujo, era alguna clase de fluido en la sangre lo que transformaba a la víctima, por lo que se parecía más a un veneno que a una maldición. ¡La tercera ley de Golpalott! ¿Y qué destruía la sangre de vampiro? - ¡El ajo! - se rió ante lo sencillo de la respuesta - El ajo era capaz matar a un vampiro si lo ingería, de forma que aplicado en el torrente sanguíneo de la víctima debería ser capaz de destruir la sangre vampírica inoculada en su organismo. Machacó dos dientes de ajo y una vez convertidos en una pulpa blanquecina los agregó al caldero, que al cabo de unos instantes alcanzó un color purpúreo. Consideró que la mezcla necesitaba hervir al menos media hora a fuego lento, de forma que se dispuso a esperar. Sin embargo todavía le seguía faltando algo. Golpalott establecía claramente que todos los efectos debían de ser contrarrestados, ¿Además de la conversión, qué efecto producía la sangre de vampiro? El letargo, todas las personas afectadas se sumían poco a poco en un sueño que se tornaba cada vez más profundo, ralentizando los latidos de la víctima hasta que finalmente se le paraba el corazón y renacía como un vástago de la noche. ¿Y qué contrarresta los efectos del sueño profundo? La respuesta acudió rápidamente a su encuentro, de forma que recopiló los ingredientes de la poción herbovitalizante y vertió en el caldero sangre de salamandra, cinco espinas de pez león, moco de gusarajo y jugo de bayaboom. Le pareció que la mezcla era muy espesa, así que la diluyó con un chorro de hidromiel. - Y sin embargo falta algo todavía... Observó el líquido mientras lo removía, se había tornado de un color azulado que de alguna forma no le parecía apropiado. Contenía todos los ingredientes necesarios para contrarrestar el veneno, pero quizás faltaba el método. No se trataba únicamente de destruir la sangre corrupta, eso curaría el vampirismo matando a la víctima, si quería sanar de verdad tenía que sustituir la sangre. ¿Y cuales eran los ingredientes de la poción reabastecedora de sangre? Los repasó mentalmente y abrió los ojos con una súbita expresión de sorpresa, ya que todos le resultaban muy familiares. - Diablos, son muy similares a los de la poción herbovitalizante - esbozó una sonrisa irónica - ¿Hemos tenido la respuesta delante de nuestras narices todo este tiempo? Y sin embargo ambas pociones diferían en tres ingredientes que, o eso esperaba, serían los responsables de lograr la sustitución de la sangre. Uno era el acónito, lo cual ya constituía la base de la poción y le indicó que iba por buen camino. Los otros dos eran el polvo de pulpo y el cuerno de unicornio. - ¿Los dos o solo uno? ¿Y en ese caso, cual? Supo que casi había terminado, la poción borboteaba con un oscuro color granate, tenía la textura idónea y no parecía admitir muchos más ingredientes antes de cortarse. Lo que decidiera ahora determinaría el éxito o fracaso de su empeño. El polvo de pulpo se agregaba a las pociones para potenciar su fuerza, probablemente era lo que lograba que la poción reabastecedora desplazara la sangre original, lo que la impulsaba con ese afán renovador. El cuerno de unicornio era un antídoto contra venenos muy fuerte, probablemente incluído en la poción como antídoto universal contra el veneno en la sangre que pretendía renovar. Y sin embargo, en este caso, no necesitaba más antídoto que el ajo. - Maldita sea, ya lo tengo - dijo, y agregó una medida de polvo de pulpo - La poción cesó su borboteo al instante, aclarándose poco a poco hasta adoptar el tono rojizo de la sangre y manteniéndose en una humeante calma, transmitiéndole con su serenidad que era momento de apagar el fuego. Lo hizo y suspiró, repentinamente cansado, habían pasado dos intensas horas y a su alrededor se acumulaban una veintena de frascos, algunos todavía sin abrir. Se puso a recogerlos mientras una pregunta le martilleaba incesante en la cabeza. ¿Funcionará?
  5. Crazy Malfoy

    Libro de los Druidas

    Crazy llegó temprano ese día a la academia, se sentía inquieto, sabedor de que por primera vez en muchos años iba a enfrentarse con un enemigo al que no podía vencer, el pasado. Se vistió con una túnica blanca, color que no acostumbraba a utilizar pero que le parecía extrañamente apropiado. Las mangas de la túnica estaban grabadas con antiguas runas mágicas de color negro que dibujaban una espiral que conformaban su único adorno, en cierta medida sacrílego dados sus orígenes. Llevaba el largo cabello gris, que otrora había tenido tonos cobrizos, suelto sobre los hombros. Era un hombre alto y espigado, con un rostro curtido que aparentaba la treintena a pesar de superar ampliamente los ochenta años de edad. Sólo sus ojos grises, sabios y cansados, denotaban su vejez. Sin prisa por acudir a la cita, se dedicó a pasear por los preciosos jardines de la universidad mientras reflexionaba. Los Uzza llevaban muchos años enseñando en el mundo mágico, pero él había procurado evitarlos todo lo posible. Su madre era una Ktam, y él había pasado su infancia con aquel extraño pueblo, considerándolos sus hermanos, pero demasiadas cosas habían sucedido desde entonces. - Demasiados secretos -susurró- El pueblo Uzza era magnífico, quizás el pueblo vivo con mayor conocimiento de la magia. Y sin embargo vivían constreñidos por un código de honor brutal que los obligaba a sacrificarse en el vano intento de complacer a una diosa sedienta de sangre. Habían forjado su civilización en torno al engaño y las mentiras, ocultándose unos a otros tanto su verdadero pasado como su futuro. Los Ktam conocían ambos gracias a sus poderes de videncia, y sin embargo callaban por miedo, fingiendo aceptar aquel reino del terror. Crazy se había rebelado contra él, y su recompensa había sido su nuevo nombre entre los Uzza: "El exiliado" - Que así sea Había caminado varias horas sin rumbo fijo, pero de alguna forma sus pasos le habían llevado de un jardín a otro hasta llegar al punto de reunión. Contempló maravillado el árbol de fuego, recordando todas las veces que había visto el sol ponerse en aquel desierto brutal, incendiando con mágica belleza todas sus hojas. Agradeció que el sol estuviera todavía lejos de su ocaso, pues no estaba seguro de poder soportar los recuerdos que traería el fuego. - Hola Dijo a modo de saludo a un mago, que sin lugar a dudas era su compañero, y a un niño Uzza que parecía ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor. Su tez oscura le indicó que era un orgulloso nefir, pero guardó silencio sabedor de que a pesar de parecerlo, aquel niño no estaría solo. ¿Sería acaso el hijo de Badru? ¿Qué sabía de aquel guerrero? Poco, no lo había conocido en sus viajes a la tierra Uzza y todo lo que recordaba eran habladurías. Que era un nefir, como aquel niño, y que vivía en el Oasis Uzza, receloso de los magos. Al parecer era un poco rebelde a los estrictos códigos de honor, lo cual los hacía tener algo en común. La decisión no estaba en sus manos, así que esperó.
  6. Nick: Crazy Malfoy ID: 19379 Conocimiento: Conocimiento de Maldiciones Nivel de Magia: 32 Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha
  7. Nick: Crazy Malfoy ID: 19379 Libro de Hechizos: Libro del Druida Justificante de compra del Libro: Trastero Rango Social: Orden del Caduceo Nivel de Magia: 32 Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): Anterior a la creación de la Academia Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha
  8. Maida hizo un comentario jocoso acerca de los cuidados que se aplicaba en la piel y Crazy sonrió. Entendía de dónde provenía el humor en aquella afirmación, una sociedad tan tradicional como la mágica tenía muy apegados los prejuicios de género, considerando que ciertas tareas o actitudes le correspondían solo a las brujas o a los magos en función de la tradición cultural. Él nunca se había preocupado de aquellas distinciones, había criado a todos sus hijos en igualdad y procurando que fueran felices, y cada vez que alguno de los varones le había preguntado cómo se realizaba una poción embellecedora, se lo había explicado sin tratar de ridiculizarlos. ¡Y al diablo lo que pensaran los demás! La aparición de un nuevo alumno apenas lo distrajo, pues ya la profesora les encomendaba su siguiente tarea. No podía negarse que Maida conocía y amaba las pociones, se le notaba en la forma en que hablaba sobre ellas y también en las altas expectativas que parecía estar depositando en sus alumnos. Sin embargo la siguiente tarea le decepcionó un poco, al tratarse de un pequeño cuestionario escrito. Se había pasado sus años en Hogwarts rellenando pergaminos con datos y fechas previamente memorizados y, quizás ilusamente, creyó que en el ateneo de la universidad las cosas serían diferentes, más... emocionantes. Dispuesto a dar lo mejor de sí mismo invocó su vuelapluma con un chasquido de los dedos y se repantigó en la silla, tratando de hallar la respuesta a las preguntas en su difusa memoria. Para su deleite, la mayoría de las respuestas acudieron ágiles a su llamada, finalmente la vuelapluma terminó de escribir el último de los veinte nombres y Crazy pudo comprobar que la lista estaba completa. Satisfecho le entregó el pergamino a la profesora. - Aquí tiene, respecto a las explicaciones, los griegos acostumbraban a emplear la cicuta para ejecutar las sentencias de muerte, no pocos intelectos privilegiados se han apagado por efecto de esta bella planta florida. De hecho, el estado griego también la repartía de forma libre entre la población con objeto de facilitar la eutanasia a aquellos que se hubieran cansado de la vida. La poción embellecedora se la debemos a una gran bruja de la familia Tugwood, Sacharissa, que se hizo inmensamente rica con su descubrimiento, facilitando que sus descendientes hayan podido vivir de rentas desde entonces. Un caso similar al de Rubens Winikus que con su crecehuesos logró levantar su compañía, aunque a mí siempre me ha parecido una poción muy deficiente, ¿Con todas las maravillas mágicas que realizamos a diario y para regenerar un par de huesos debemos pasarnos ocho horas en la más absoluta agonía? Y todo esto me recuerda una anécdota, cuando aposté con un primo mío a que se bebiera una poción crecehuesos a pesar de que tenía todo su esqueleto perfectamente sano, tendríais que ver cómo quedó... Bueno, da igual, la enfermedad mágica es evidentemente la viruela de dragón, otra de esas victorias de la naturaleza mágica sobre nuestra endeble civilización que todos los años se cobra alguna víctima, y que provocó un cambio de patriarcado en la familia Malfoy allá por el año mil ochocientos.... Otra vez estoy divagando, por último prefiero terminar con una de nuestras mayores victorias como sociedad, la poción matalobos, un brebaje hecho a base de acónito que ha hecho posible que los hombres lobo se integren en nuestra sociedad en paz y no nos veamos obligados a sacrificarlos por el bien común Hubiera seguido hablando, pues tampoco era que le disgustara el sonido de su propia voz, pero después de semejante perorata se había quedado sin aire. Carraspeando ostensiblemente, prosiguió: - Acerca del filtro de los muertos... Es una buena pregunta, nunca me la había planteado porque considero que un mago tiene que ser realmente idi*** para no llevar un bezoar consigo a todos lados, pero... ¿Quizás la poción de los despertares? Recuerdo que el tabernero del Puercoespín Volador siempre nos ofrecía un frasquito cuando alguno se pasaba con la bebida y se desmayaba, aunque él la llamaba poción ojoabierto. No es que fuéramos tan pardillos como para beber una poción hecha por ese timador de tres al cuarto, pero quizás una confeccionada por manos expertas podría servir
  9. ID: 19379 Nick: Crazy Malfoy Link a la Bóveda Trastero: Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 32 Fecha: 2019-05-08 Nombre del producto: Libro del Druida Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 15 Precio: 15.000 Precio total: 15.000
  10. Crazy se encontraba en los jardines de la mansión Malfoy recolectando hierbas en compañía del trol Grogat. Aquella curiosa y dócil criatura se había empeñado en acompañarlo en su paseo bajo el sol vespertino, e imitaba los movimientos de su patriarca tratando de cortar pequeñas ramas y hierbas, pero arrancando de raíz algún árbol de vez en cuando. Pensó en decirle que parara o les iba a dejar sin jardín, pero la cara de pura felicidad del pobre trol lo disuadió. Una sobra voló fugaz por el suelo de la arboleda dibujando su forma alada bajo los primeros rayos de sol del verano, haciendo que Crazy levantara la vista justo a tiempo para ver cómo una lechuza de plumaje ceniciento aterrizaba pesadamente un paquete y una carta. El animal levantó el vuelo tan pronto el Malfoy leyó su contenido. - Vaya, ¡La clase! Observó su atuendo, una túnica verde oscuro con el escudo de armas familiar repleta de bolsillos ceñida con un ajado cinto de cuero del que colgaban numerosos utensilios. Decidió que no podía ser más apropiado, así que sin molestarse en limpiarse la tierra de las manos giró sobre si mismo y desapareció en un estallido de tinieblas. ** No le sorprendió comprobar que no era el primero en llegar a la clase, sin embargo sus compañeros parecían tan ensimismados en su tarea que decidió no interrumpirlos. Para su sorpresa, ninguno de ellos portaba un paquete tan grande como el suyo, de forma que dedujo que cada uno había recibido una tarea diferente. Decidido a recuperar el tiempo perdido, se sentó sobre un pupitre y tiró del lazo que tenía su paquete, dejando al descubierto un flamante y maloliente bubotubérculo. Al observarlo detenidamente sonrió recordando la primera vez que había visto uno. Tenía seis años y su tío Abraxas, que era también su tutor, se lo había traído a una de sus clases de elaboración de pociones. Le había dejado tocarlo con la mano, por supuesto, sin advertirle de que se le infectarían de forúnculos durante varios días. - Esta es una lección más importante que la receta de cualquier poción - le había dicho - Usa el sentido común antes de lanzarte a la acción, los idi***s temerarios no conservan sus extremidades mucho tiempo Nunca había olvidado aquella lección, por lo que sacó sus guantes de piel de dragón y rellenó lentamente un pequeño frasco de cristal con el pus que exudaba aquella planta mágica. Acto seguido colocó un pequeño caldero sobre una rejilla de hierro, y susurrando unas palabras colocó su varita debajo para que sirviera de improvisado fogón. Al cabo de unos minutos el contenido líquido del recipiente, una solución de agua, vinagre y alcohol, comenzó a borbotear suavemente. Sabiendo que era el momento indicado, agregó el pus y al cabo de unos pocos minutos la mezcla se había diluido y espesado lo suficiente. La profesora había impartido nuevas instrucciones hacía un largo rato, que Crazy había escuchado todo lo atentamente que le permitía el trabajo que tenía entre manos, por lo que una vez finalizada la poción se apresuró a llevársela para estar preparado a tiempo para el inicio de la siguiente fase de la clase. - Unguento de bubotubérculo - le dijo, sonriente - Mi fiel compañero de adolescencia y responsable directo de mi ausencia de acné Gracias tío Abraxas, dijo para sus adentros.
  11. Anoto la sugerencia Demian, nuestra intención es incluir personalizaciones al juego del foro basadas en las nuevas escuelas y en las películas. Estamos trabajando en una reforma que incluirá cierta personalización en este sentido, aunque solo sea inicial... A ver que tal funciona y si os gusta, pero desde luego vuestras sugerencias y aportes serán muy necesarios. Lo dejamos en un punto y aparte.
  12. Off: Eso es lo que pasa por rolear borracho como una auténtica cuba xD. Hoy lo intento de nuevo en idénticas condiciones, a ver si la suerte me sonríe. El Cynaede como hechizo quizá merece una revisión, echarle un vistazo entre todos para buscar el espíritu del hechizo original. Buen turno por cierto xD *** A Crazy le agradó ver a su hijo reponerse y responder como la persona que conocía. Lo había visto dar sus primeros pasos y demostrar su carácter ante las imposiciones paternas lo suficiente para darse cuenta de que formaba parte de ese tipo de Malfoys destinados a cuestionar el poder establecido y reclamar su lugar en el mundo mágico con la absoluta convicción de merecerse el privilegio de haber nacido mago en un mundo difuminado en el que la magia se encontraba al borde de la extinción. No pudo menos que sonreír complacido, puesto que pocas cosas lo agradaban más que ver a sus hijos desarrollarse y triunfar. Crazy repleto de instinto paternal, vaya ironías que deparaba el destino. Jock le lanzó una nube de veneno encima, esta vez invocada de forma correcta. Crazy aprovechó para lanzarle uno de esos hechizos que tan esmeradamente le habían enseñado sus profesores en Hogwarts, siempre tan pacíficos: - Sectumsempra El hechizo impactó al instante sobre el cuerpo de Jock, ya que el efecto cegador de la arena del hechicero había llegado a su límite. Con las heridas sangrantes abriéndose sobre su cuerpo, su hijo aprovechó para abrirse las vías respiratorias con un anapeo, al borde de la asfixia, recordándole a Crazy que debería hacer lo propio ante la nube venenosa que lo rodeaba, por lo que invocó rápidamente un: - Anapneo
  13. Jock no parecía estar respondiendo correctamente a los retos. Crazy acostumbraba a entrenar a sus vástagos con cierta dureza, intentando prepararlos para un mundo mágico repleto de peligros. A lo largo de los años había llegado a conocerlos, a todos y cada uno, y a entender sus virtudes y defectos y hasta qué punto eran capaces de llegar. De entre todos ellos, Jock siempre había sido uno de los aventajados, aquel que abría el camino y demostraba cómo se deberían de hacer las cosas. Por eso mismo verlo paralizado, incapaz de reaccionar, fue especialmente doloroso. Sin embargo se obligó a continuar, decidido a ayudar a sus hijos a superar sus retos hasta las últimas consecuencias, pronunció nuevamente: - Cinaede Acto seguido y sin perder tiempo le lanzó una ardiente andanada de flechas de fuego, sabiendo que siendo timorato no le iba a hacer ningún favor a su hijo, porque solo desde el respeto y la exigencia sabría exponer todo su potencial. Una lluvia de flechas de fuego no era nada que Jock no fuera capaz de neutralizar.
  14. Crazy se sorprendió de la rapidez con la que se precipitaron los acontecimientos. Tras bastante tiempo esperando indicaciones, la profesora los lanzó a un enfrentamiento con unas exigencias verdaderamente estrictas. Tampoco dejó que aquello le desanimara, pues estaba acostumbrado a que no se lo pusieran fácil. "La vida es una selva, o comes o te comen", le habría dicho su padre. Con rapidez y decidido a sacar toda la ventaja posible de la situación, Jock lo atacó con cierta saña reflejada en el rostro, al tiempo que gritaba: - Cineade Crazy enarcó una ceja, divertido por el hecho de que su hijo hubiera pronunciado mal el hechizo. Al parecer no se había estudiado demasiado bien el libro, aunque le extrañaba verlo cometiendo un error tan infantil. Furioso por el gatillazo mágico, Jock volvió a la carga invocando una lluvia de flechas de fuego, pero Crazy lanzó mentalmente una salvaguarda mágica que lo transformó en intangible al momento e hizo que las flechas traspasaran su cuerpo sin causarle daño alguno. Sin cejar en su empeño de cobrar ventaja de la situación, Jock le lanzó encima la arena del hechicero, pero Crazy comprendió al instante que estaba sucediendo y a pesar de la ceguera contraatacó al instante pronunciando: - Cinaede - invocando al instante un gas venenoso en torno a Jock -
  15. Muy buen apunte, tenía la intención de hacerlo pero se me olvidó. Ya he editado el primer tópico para recoger los cambios, tanto la nueva tabla como la recompensa de 100 puntos por posteo. Gracias
  16. Nick: Crazy Malfoy ID: 19379 Conocimiento: Pociones Nivel de Magia: 31 Link a la Bóveda: Bóveda Link a la Ficha: Ficha
  17. ID: 19379 Nick: Crazy Malfoy Link a la Bóveda Trastero: Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 31 Fecha: 2019-04-26 Nombre del producto: Libro del Druida Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Nivel (del libro): 15 Precio: 15.000 Precio total: 15.000
  18. Crazy se alegró de que hubieran aterrizado en una cálida zona de praderas de hierba verde que se agitaba suavemente al compás de la brisa, y no en la insoportable zona húmeda de los kelpies o los áridos desiertos en los que solo había arena y cosas venenosas. No es que desconfiara del fénix que los había traído, pero nunca le había gustado usar animales como medio de transporte. El profesor les regaló un bocadillo, lo cual supuso un agradable cambio respecto a otras clases donde los profesores solían agasajarlos con hostilidad, peroratas y diversas posibilidades de morir. Se disponía a comérselo cuando un ejambre de Doxys surgió de la nada llenando el aire con un zumbido atronador y logrando tirarle al suelo su apetitoso bocadillo a base de mordiscos y arañazos. ¿Quién diablos era el idi*** que había decidido guardar Doxys en la reserva? Harto de aquella molesta plaga se abalanzó hacia delante transformándose en águila a través de su animagia, batiendo sus alas rápidamente hasta lograr elevarse a una altura donde no pudieron seguirlo. Disfrutando de la tranquilidad de los cielos planeó trazando un amplio círculo mientras observaba la reserva que se extendía bajo él. Veía más criaturas de las que hubiera creído, y se preguntó cómo lograban los cuidadores mantener una mínima armonía entre tantas... Sus pensamientos se detuvieron abruptamente al divisar un enorme basilisco de escamas color parduzco deslizándose a gran velocidad sobre la hierba, provocando que el resto de animales huyeran despavoridas a su paso. - ¡Ares! - pensó al reconocerlo - Aquel basilisco lo había acompañado desde su infancia, en la que había sido una especie de protector para él, de forma que supo de inmediato por su forma de moverse que algo no estaba bien. Temeroso de que terminara por provocar una estampida en el resto de criaturas, se lanzó en picado para transformarse de nuevo en mago una vez estuvo a un par de metros del suelo. Ares se giró amenazadoramente al detectar el movimiento mediante un sinuoso y rapidísimo giro, pero se detuvo al reconocer a su dueño. - Joven colmillo - siseó la criatura a modo de saludo, sonando lo más cercano a la alegría que era capaz de entonar aquella voz gutural - Crazy sonrió divertido ante la idea de que alguien lo considerara joven, a pesar de todas sus arrugas y canas. - Aresss viejo amigo - le respondió en pársel con cuidado de no mirarlo a los ojos - ¿Qué te ocurre? - Shhhhh - siseó con furia la criatura - Cazadoresss... Asesinosss que bussscan magia y obtendrán muerte en su lugar ¿Cazadores furtivos? Si bien era cierto que en la reserva estaba repleta de criaturas cuya sangre, pelaje o diversas partes del cuerpo alcanzaban un gran valor en el mercado negro, resultaba sorprendente que nadie fuera tan osado de intentarlo en un lugar tan altamente vigilado. Sin embargo conocía a Ares lo suficiente para saber que sus enfados nunca eran injustificados y que los siglos de vida le habían dado una inteligencia fuera de lo común en una criatura. - Cálmate y deja de correr, vasss a aplasstar a alguien Preocupado, se giró hacia donde había dejado a sus compañeros de clase. Tenía que avisarlos.
  19. Crazy se dispuso a cruzar el pasadizo, sabía que el fuego no le haría daño tras beberse la poción, y tampoco estaba preocupado por sus hijos en lo más mínimo, los conocía lo suficiente para saber que un muro de fuego era un reto muy pequeño para sus sobresalientes habilidades. Echó un último vistazo atrás para guiñarles el ojo pero vio algo que lo hizo detenerse en seco, a apenas un metro de la barrera. Jock sonreía y se había llevado la mano al frasco de semillas de hielo, pero Juve se estaba comportando de forma muy extraña. Su hija estaba en medio de la sala con la mirada teñida de un extraño velo gris, respirando agitadamente y realizando furiosos aspavientos al aire con la varita en la mano. - ¡Jock, espera! - gritó - Su hijo se giró en la dirección que le indicaba, para quedarse petrificado observando a Juv. La vampiro gritaba incoherencias mientras blandía la varita, agitando el pelo a un lado y a otro en un furioso frenesí, como si hubiera entrado en trance. Creyó entenderle algunas palabras, que recordaban bastante a los hechizos del libro, pero su voz sonaba tan agitada y constreñida por la furia que no terminaba de pronunciarlos bien. Parecía estar inmersa en alguna clase de embrujo ilusorio, quizás una maldición que se encontraba imbuida en alguno de los ojetos del aula. Observó a su alrededor, tratando de encontrar el objeto causante del embrujo sabiendo que destruirlo podría traer a su hija a la normalidad, pero había demasiados objetos anodinos. - ¡No hay tiempo! - respondió Jock, comprendiendo lo que buscaba - Crazy asintió y asestó un latigazo horizontal con la varita, lanzando una andanada de flechas de fuego que se clavaron con fuerza en las sillas y mesas del aula, incendiándolas casi al instante en una explosión de luz. Jock lo imitó, apuntando a los demás muebles y pronto todo a su alrrededor fue una gran bola de fuego. Ansioso, se giró para comprobar el estado de Juv. Lanzó un gran grito de alivio al ver que el tono grisáceo de sus pupilas parecía atenuarse, aunque sin desaparecer del todo, y comenzaba a observar a su alrededor con expresión confundida. - ¡Rápido, ayúdala a salir mientras nos abro un camino! Jadeando a causa del sofocante calor y tosiendo por el humo que inundaba poco a poco sus pulmones, agarró su frasco de semillas de hielo y roció con fuerza la barrera de fuego que les impedía atravesar la salida. Al instante las llamas desaparecieron mientras la pared y el suelo se llenaban de una gruesa capa de hielo. Sabiendo que no le quedaba mucho para desmayarse por la falta de aire se lanzó corriendo hacia delante, resbaló en el hielo y se cayó de culo. La inercia lo hizo deslizarse hacia delante, sacándolo por fin de aquella endemoniada estancia, aunque fuera patinando sobre su propio trasero. Sin embargo al otro lado de la puerta no había un pasadizo como había creído, sino un gran armario de madera oscura abierto de par en par. - Oh, oh... Intentó frenarse en el hielo pero era ya demasiado tarde, entró de cabeza en el armario y todo a su alrededor se iluminó con un resplandor cegador. Cuando recuperó poco a poco la vista descubrió que se encontraba de nuevo en los terrenos de la universidad muggle, con el armario a su lado tumbado en la hierba. - ¿Un armario evanescente? - dijo en voz alta confundido mientras unos estudiantes lo observaban estupefactos al pasar - No... un traslador Se puso en pie tosiendo, con la ayuda de un muggle que parecía preocupado. - Señor... Ha aparecido usted de la nada, brillando... ¿Qué...? - Obliviate - susurró, provocando al instante que el chico esbozara una expresión ausente - Vete a estudiar anda Crazy observó confuso a su alrededor, preguntándose si habría otro traslador en el aula para Jock y Juve, pero su mirada se detuvo de pronto en una especie de puesto ambulante, al darse cuenta de que junto al mismo se encontraban su hija Mackenzie y Eobard. - ¿¡Mack!? - gritó -
  20. Crazy sonrió socarronamente al escuchar las palabras de la profesora acerca del equilibrio. No iba a negar que había verdad en ellas, pero no podía abstraerse del hecho de que toda aquella magia provenía de los Uzza y por tanto estaba necesariamente impregnada de su filosofía. Había pasado su infancia con aquel pueblo que construía su identidad en torno al secreto y la búsqueda, y sabía perfectamente que una de las formas que los Uzza tenían de mantener el equilibrio consistía en equilibrar el cuello de los más débiles con sus propios hombros, empleando para ello un hacha muy afilada. Como todo en la vida, incluso el equilibrio era un concepto subjetivo. Sacudió la cabeza levemente, tratando de expulsar los dolorosos recuerdos sobre el pueblo de su madre que siempre asaltaban su mente cuando caía entre sus manos uno de aquellos libros. Nunca había sido muy bueno con la oclumancia, de forma que se concentró en colgarse el frasco de semillas de hielo al cuello y en colocarse el anillo antiveneno, mientras seguía a Jock y Juve en dirección a una de esas horrorosas construcciones muggles. Entraron en un anodino salón repleto de sillas y mesas que se distribuían con grisácea geometría hasta lograr un efecto deprimente que transmitía no poco acerca de la forma que tenía aquella plaga de entender la transmisión del conocimiento. Jocker se puso a elaborar una poción con pétalos del pensamiento y Crazy lo observó divertido, sabiendo que en función de la dosis podría volverse muy inteligente o más tonto que una doxy. Mientras su hijo elaboraba el brevaje, se percató de que al fondo del aula había siete pociones sobre un pequeño pupitre, y en cuanto lo hizo se abrió tras ellas un pasadizo en el muro que fue inmediatamente bloqueado por una pared de llamas. Escuchó un resoplido de sorpresa tras él y se giró para comprobar que la puerta por la que habían entrado también se había incendiado. La varita saltó a su mano como llevada por una ráfaga de viento, pero la voz de su profesora resonó en la habitación recitando cadenciosamente: El peligro yace ante ti, mientras la seguridad está detrás, Dos queremos ayudarte, cualquiera que encuentres, Una entre nosotras siete te dejara adelantarte, Otra llevará al que lo beba para atrás, Dos contienen solo vino de ortiga, Tres son mortales, esperando escondidas en la fila. Elige, a menos que prefieras quedarte para siempre, Para ayudarte en tu elección, te damos cuatro claves: Primera, por más astucia que tenga el veneno para ocultarse siempre Encontrarás alguno al lado izquierdo del vino de ortiga; Segunda, son diferentes las que están en los extremos, pero si quieres Moverte hacia delante, ninguna es tu amiga; Tercera, como claramente ves, todas tenemos tamaños diferentes: Ni el Enano ni el gigante guardan la muerte en su interior; Cuarta, la segunda a la izquierda y la segunda a la derecha son gemelas Una vez que las pruebes aunque a primera vista sean diferentes. Aquel acertijo le sonaba de algo, aunque por más que se estrujaba la memoria no conseguía recordar de qué. Esperó unos instantes a ver si la voz le mandaba alguna pista más, pero la habitación prosiguió sumida en el silencio. - Vamos a ver - dijo mientras contaba los frascos para asegurarse de que realmente fueran siete - A la izquierda está el vino... y el enano y el gigante son gemelos... - ¡Yo sé cual es! - exclamó de pronto Jock con entusiasmo - ¡Tenemos que bebernos la... ! Lo hizo callar con aspavientos, irritado por la interrupción. - Shhh, has hecho trampa con los pétalos esos - agitó la mano de nuevo para que se callara - Y yo también sé cual es la poción, ¿O qué te crees? Jock lo miró incrédulo y Juv enarcó una ceja, divertida. Crazy se giró y avanzó lentamente hacia la mesa, caminando todo lo lentamente que era capaz sin llegar a detenerse mientras le daba vueltas al acertijo en su cabeza. La interrupción lo había hecho olvidarse de parte del contenido, así que ya no estaba seguro ni de la cantidad de venenos que había. Al llegar al pupitre tomó una rápida decisión y se zampó, una a una, las siete pociones. Se giró hacia sus acompañantes con una sonrisa ufana, los cuales lo miraban boquiabiertos. Comenzó a sentir un doloroso ardor en el estómago pero se atenuó cuando el anillo antiveneno comenzó a vibrar ligeramente en su mano. - La parte buena es que me he bebido la poción correcta... - ¡Y las incorrectas! - saltó Juv - - Era la pequeña, por si te interesa - dijo Jock visiblemente molesto - - ... la parte mala es que me la he bebido toda y no queda para vosotros - prosiguió Crazy esbozando una sonrisa de disculpa - Tendréis que encontrar otra forma de cruzar el fuego
  21. Para nada, tu respuesta está perfecta y es incluso más clara de la que yo podría haber dado. Nada que agregar xD Solo por si alguien lee esto y le surge la misma duda, como se explica en el link que acaba de dejar Mia, las ganancias obtenidas en el mes de febrero se pagan en base al sistema viejo, aunque ese ingreso se haya realizado en marzo, ya que los pagos se realizan a mes vencido. PD: Demian, guarda mi post para la eternidad también xD
  22. Sí que hemos tenido en cuenta lo de aumentar el sueldo ministerial. Ya lo he avisado un par de veces en mis respuestas anteriores pero también vamos a subir los sueldos ministeriales. No sabría decirte exactamente en qué cantidad, ni de qué forma, porque todavía estamos trabajando en ello, pero estamos de acuerdo contigo en que es una buena idea y lo haremos. En cuanto esté lista os presentaremos la propuesta y escucharemos todas las sugerencias y aportaciones que queráis hacernos. Gracias por las sugerencias Helike, un saludo
  23. Crazy se había levantado con ganas de salir al exterior y dar un paseo mañanero, así que decidió viajar en su forma animaga de águila real. Cuando se transformaba no lograba evitar recibir cierta influencia del animal, de forma que sus pequeños ojos oscuros oteaban de forma constante el firmamento en busca de alguna presa. Había visto unas cuantas en el trayecto, pero se forzó a ignorarlas para no llegar tarde y con un conejo entre los dientes a la clase. Al fin divisó los magníficos edificios blancos de la universidad mágica en medio de una campiña verde, por lo que aleteó una última vez y se lanzó en picado, aterrizando suamente en uno de los múltiples jardines a la vez que recuperaba su forma humana. Le habían especificado que llevara ropa cómoda, de forma que portaba una sencilla túnica de viaje de color gris con runas mágicas grabadas a lo largo de las mangas y unas botas altas de cuero marrón. El sol proyectaba su resplandor radiante sobre los jardines floridos como si se esforzara por dar la bienvenida a la primavera, dibujando una estampa bucólica y llena de colorido que Crazy no podía menos que disfrutar tras tantos meses de frío, viento y lluvia. La universidad también estaba llena de vida. Aquí y allá había magos y brujas apresurándose para llegar a sus respectivas clases con expresiones de expectación ante el mes de aventuras y descubrimientos que tenían ante sí. Un par de ellos lo saludaron al pasar y se apresuraron a estrecharle la mano antes de proseguir su camino. Tras una breve caminata llegó al ateneo de conocimientos, un edificio bajo, alargado y repleto de ventanales cuya fachada de color blanco azulado se caracterizababa por estar adornada por gárgolas de piedra exquisitamente talladas. El buen humor que le había provocado aquel espléndido tiempo se veía acrecentado por la perspectiva de profundizar sus conocimientos sobre criaturas mágicas, su tío Abraxas le había enseñado a criar basiliscos con cinco años insistiendo en que su vínculo sería más fuerte si ambos crecían juntos. De aquellos experimentos surgió su basilisco Ares, al cual siguieron otros muchos animales fantásticos que endulzaron su infancia y lo habían acompañado desde entonces. - Hola, soy Crazy -dijo entrando en el aula- ¿Hace un día maravilloso, verdad?
  24. Llegó a los terrenos de la universidad justo cuando los últimos participantes se disponían a cruzar el portal. Hubiera llegado más rápido desapareciéndose pero por algún motivo hoy le había apetecido hacer el trayecto en su vieja saeta de fuego. Siempre se había sentido cómodo en las alturas, ya fuera en escoba o en su forma animaga, volar le ayudaba a concentrarse y tomar perspectiva. Se había vestido con una cómoda túnica de color azul oscuro con runas mágicas bordadas en espiral a lo largo de sus mangas. Llevaba los objetos mágicos requeridos en un maletín de piel de moke, y la varita escondida en un pequeño bolsillo del interior de su manga. Observó el fulgura nox con desconfianza antes de cruzarlo, recordando lo inestable que podía llegar a ser aquella magia. Confiaba en que no muriera nadie esta vez. No reconoció el lugar al que lo transportó. Parecía uno de esos centros de estudios en los que los muggles se esforzaban denodadamente en abandonar el estado de ignorancia perpetua al que estaba condenada su civilización. Se percató de que muchos de ellos se quedaban mirando sus ropas, extrañas para ellos, con una expresión de burla. Empuñó la varita con la intención de aplicar un hechizo desilusionador que lo convirtiera en un muggle más, pero se detuvo. ¿Qué importaba? No se avergonzaría de sí mismo ante los necios. Observó el extraño lugar largamente, fijándose especialmente en una horrenda construcción vertical y acristalada que denominaban rascacielos. Se habían reproducido a tal ritmo y de manera tan voraz, que los muggles se habían convertido en una auténtica plaga y por lo tanto se veían obligados a apilarse los unos sobre los otros para dar un sostén arquitectónico al paradigma cultural de reproducción y consumo que caracterizaba su decadente sociedad. Sintió, y no por primera vez, lástima por ellos. Agradeció la pregunta de su anfitriona y las respuestas de sus compañeros, aunque solo fuera por la oportunidad de abstraerse durante un instante de su entorno. - El equilibrio es la consecuencia del caos -dijo cuando finalmente le llegó su turno- Las piedras de hielo en una bebida parten de un estado de sólido equilibrio y se inicia en ellas un proceso de entropía que deriva en su liquidificación, culminando en un nuevo estado de equilibrio que logra una armonización no solo del estado líquido de todo el contenido del vaso sino también su temperatura uniforme Mientras decía esto, no pudo evitar mirar de reojo al rascacielos y a la riada de muggles que entraban y salían de él como una marabunta. - Hay belleza en el equilibrio, desde luego, pero también un peligro de decadencia, pues la vida requiere evoluciones y transformaciones que no serían posibles en un estado de equilibrio inmutable. Comprender, por tanto, el equilibrio como una parte de un todo, ayuda también a comprender el funcionamiento mismo de la magia.
  25. Anoto la sugerencia Orión. Intentamos siempre que los procesos sean lo más automáticos posibles para ahorrar burocracia y trabajo, pero hay ciertas cosas que deben hacerse a mano y por lo tanto a veces requieren tiempo. La automatización tiene ciertos límites. De todas formas esta reforma es un primer paso en un camino que intenta que el foro funcione de forma más automática y simple. Xell, si en un negocio se hicieran 20 roles, todos se pagarían a 150 cada uno.

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