Calles del Callejón Knockturn

[Leslie Ashryver PB]

La Delacour se sobresalto cuando Eileen menciona su nombre, aquéllo la dejó perpleja un rato hasta que se recuperó y haciendo que se acomodaba la ropa se acercó un poco más a la Moody. No quería que nadie escuchará su charla, la bruja parecía bastante alterada y lamentó ser la causante pero su curiosidad siempre era más fuerte.

 

- Si soy yo- susurró.

 

Alessandra la miró con curiosidad preguntándose si poseía la habilidad de leer mentes, sabía que existían magos asi pero nunca se había topado con alguien hasta ese dia, incluso recordó que hace unos días atrás le había dicho a su madre Perenela que no le llamaba la atención aprender ese tipo de magia. Muchas personas caían en la tentacion de saber todos los problemas ajenos y ella siendo tan curiosa y metida sería bastante problemático.

 

El maullido de un Kneazle la hizo mirar al animal y después a su mano dónde estaba la página que había juntado del suelo.

 

-¿Esto? Es una hoja que junte del suelo- le explico tendiendole la nota -creo que alguien rompio su diario intimo o solo queria liberarse de sus problemas aun asi esta en otro idioma al menos eso que encontre- le explico.

 

-Es tuyo?- le preguntó con curiosidad pasando una rápida mirada al lugar - hay más hojas por la callé- comentó haciendo una señal detrás suyo con su mano izquierda.

 

 

@

[Ellie Moody]

La calle está en silencio, pero todavía puede escuchar el lejano grito de Eileen, en su cabeza. Ya no corre. Camina tranquilamente, con las manos dentro de su abrigo y ligeramente cabizbaja, pero, eso sí, nunca encorvándose. Lo que queda de su diario está en el bolsillo del sobretodo, arrugado y húmedo. A medida que se aleja, la noche es más fría y más solitaria. Es su primer día en Londres y comienza a arrepentirse del viaje. Tiene mucho frío, mucha hambre y las dudas nublan sus pensamientos. ¿Qué pretendía? ¿Encontrar ayuda, así como así? ¿Ser capaz de expresar su problema? Quizás debería olvidarlo todo y volver a casa, aprovechar el tiempo que le queda para estar junto a su padre y su hermano, así como lo hizo su madre.

 

En aquella zona, ya no hay negocios abiertos. Todos están o clausurados, con notificaciones del Ministerio de Magia clavados en la fachada, o cerrados por la hora. No hay nadie más caminando, no hay otro sonido que el del viento de otoño...

 

Rhiannon es apenas consciente del susurro fino que se escapa de sus labios.

 

Rhiannon rings like a bell through the night and

Wouldn't you love to love her?

Takes to the sky like a bird in flight and

Who will be her lover?

Un grito de terror se escucha entonces y la voz comienza a correr: una bestia en el Callejón Knockturn.

─── ･ ｡ﾟ☆: *.☽ .* :☆ﾟ. ───

—Por supuesto... —susurra Ellie, observando, por encima del hombro de la bruja, las páginas que resplandecen tenuemente bajo la pálida luz de luna. La idea que se asoma en su mente es est****a, pero sabe que no tiene otra opción— Déjame ver —murmura, tomando la hoja que Alessandra extiende hacia ella. Sabe de sobra que se trata del diario de Rhiannon. No obstante, aunque no alcanzó a leerlo, no cree que esté escrito en otro idioma; aunque no es una experta en idiomas, reconoció en la joven acento británico.

Le basta una ojeada para darse cuenta de que, en efecto, el diario no está escrito en otro idioma. Con un golpe de su varita, rompe el hechizo.

—Es sólo un maleficio de novatos —murmura, sacudiendo la cabeza—. Seguro uno de esos que salen en las revistas para adolescentes...

She is like a cat in the dark and then she is the darkness

Cuando sucede, recuerdo esa estrofa de la canción. Es lo último en lo que pienso. Sí, lo último. No sé cómo explicarlo... pero luego, no pienso. O por lo menos no de la misma forma. A veces estoy a punto de decirlo en voz alta, frente a mi padre o a mi hermano, pero me quedo callada. No quiero asustarlos más. Ya, de por sí, deben pensar que soy un monstruo. ¿Pensarían lo mismo de mi madre? ¿Ella pensaría lo mismo de sí misma... así como yo comienzo a pensar de mi misma?

Ellie observa la página durante un largo rato. Por supuesto, piensa en Mel y en la bestia. ¿Acaso tendrán algo en común?

 

—Uhm, gracias —murmura, tras guardar la hoja en el bolsillo de su túnica. Repentinamente, es consciente de que Alessandra es prácticamente una desconocida para ella ¿por qué se habría acercado así? Es una sensación un poco incómoda y no está segura de qué hacer. Luego de unos momentos, suelta un cansado suspiro. Quizás lo mejor sea "avisarle" que no tiene de qué preocuparse; ella misma se metió en ese problema, después de todo, y debe solucionarlo—. Bueno... supongo que seguiré con esto.

[justo]

- Bueno, no creo que hayas venido a contarme tus azares matrimoniales ¿Qué se te ofrece?

 

- Las cojes al vuelo, pues resulta que vamos a tener una reunión de antiguos y nuevos profesores de Hogwarts. Solo asistiremos los que participamos en la guerra ¿que? ¿te apuntas?

 

- Pues mira, si. Asi podre ver a algunos compadres. ¿Dónde y cuando?

 

- En el Callejon Diagon, en nuestra sala de reunión.

 

- Perfecto ¿y las bebidas?

 

- De eso se encarga Neville, las sacara de tapadillo de la bodega de su mujer.

 

- Lo que no le hara gracia.

 

- Por eso las saca asi.

 

- Vale. Alli nos vemos.

[Tauro M.]

Ciertamente no esperaba que sus disculpas fueran aceptadas, pero la reacción de la mujer la desconcertó. Sin bajar la guarda, Tauro se sintió cada vez más apretada contra la pared, en una posición que no le permitía usar cómodamente su varita, sin entender realmente de lo que se le acusaba. Aquello no era más que una confusión por parte de ambas. Algo tuvo que habérsle cruzado a su víctima ahora victimaria por la mente, porque dejó a medias el discurso acusativo. Abrió la boca para decir algo, pero una discusión acalorada cerca de donde estaban llamó su atención.

Le bastó con escuchar la palabra Mortífago para sentir el escozor en la piel del antebrazo izquierdo y no era la única. Intercambió una mirada con la mujer que debido a la distracción había aflojado su agarre y con la mirada señaló su propia marca, dándole a entender que estaban del mismo lado, aunque no todos respetaban el significado del tatuaje.

— Creo que me has confundido con alguien, lo mismo me pasó a mí. Estoy buscan... persiguiendo a alguien —se corrigió, no había necesidad de mentir —Su hedor me guió hasta aquí y realmente necesito encontrarlo. No vine aquí a hacerte daño, puedes creerme, mira mi marca —insistió. Cuando por fin pudo librarse apuntó sin vacilar la varita en dirección al lugar donde los tres hombres se encontraban, mientras avanzaba en sus pasos. ¿De quién se trataba?

—¡Crucio! —apuntó al más alto. El hombre cayó al suelo, retorciéndose, mientras que el otro lo relevó en la tarea de amenazar al Mortífago —¿Qué quieren? Y tú, más vale que lo sueltes —en su voz se denotaba la furia y no porque conociera a alguno de ellos, pero su interrupción la habían alejado significativamente del demonio al que había estado persiguiendo. Cada segundo era valiosísimo y sabía que no volvería a tener una oportunidad como esa. Una cosa era segura, tan malherido como estaba, el demonio no iba a ser capaz de poseer a alguien y mucho menos desaparecer, así que debía estar merodeando en algún callejón de mala muerte, quizás buscando a algún pordiosero del cual pudiera servirse.

@@Evedhiel Editado 6 de Agosto del 2019 por Taurogirl Lavigne

[justo]

La reunion, o mas bien la francachela, fue aquella misma noche. Yo asisti como antiguo profesor de Estudios Muggles, mi amigo es, actualmente, profesor de Pociones y Neville....bueno, no necesito explicar de que es profesor Neville, pero lo cierto es que los tres somos inseparables.

 

Y empezaron a llegar compadres, Hagrid, con unas botellas de Hidromiel, Flitwick con su acostumbrada flema, y seguido de las chicas, Hooch con sus enormes gafas, McGonagall que me abrazo efusivamente, Vector con su eterno aire despistado y Trelawney empeñada en mostrarme lo que, segun ella, me deparaba el futuro, una copita de su jerez preferido le hizo concentrarse en otra cosa.

 

Y empezamos a charlar sobre las ultimas novedades, los dos ultimos que aparecieron fueron Darko y Malcoln con aire sediento, un poco de vino de sauco les calmo la sed.

 

A ultima hora, un nuevo visitante hizo sonreir de oreja a oreja a Minerva, Harry.

Editado 22 de Diciembre del 2019 por justo

[Thoth]

No evocaba si era de día o de noche, solo se que había citado a @@Sombok en este lugar, era bueno pasear con alguien conocido, no estaba del todo seguro porque me agrada su compañía y el hecho que lo veía como alguien qun pudiera tener confianza. Sin embargo, caminaba sólo arrastrando mi capa con capucha que cubría por completo mi rostro, por delante se dejaba ver mi pecho al descubierto, mi patalón negro rasgado y que no portaba calzado alguno.

 

A cada paso observe en las paredes un aviso que se busca y este poseía mi bella cara, era una lastima que mi cabeza valga tan poco. No obstante, ni aurores o inquisidores se atrevía pisar este callejón, solo el rumor que la Marca Tenebrosa este suelta por las calles basta para que no pisen este sitio.

 

En mi mano derecha portaba con las yemas de mis dedos mi varita, pero con la izquierda mi daga, me pareció divertido moverme entre dimensiones, igual a mi orden no le importaría si me mantengo en sigilo, además así podía asechar y matar a quien se me cruce por el camino.

[justo]

Y la reunion seguia, Neville, Theo y yo empezamos a contar anecdotas de clase, algunas implicaban a alumnos muy conocidos y a algunos de los actuales profesores. Yo empece a contar chistes increiblemente malos que arrancaron grandes risotadas, no se si eran diplomaticas o porque creian que debia callarme.

 

Hagrid y Trelawney, algo achispados, empezaron a cantar una de esas cancioncillas que solo se cantan cuando se ha bebido mas de la cuenta. Mynerva les miraba con desaprobacion, pero un comentario, a su oido, de Harry le arranco una sonrisa, a saber que es lo que le dijo.

 

Harry se saco una coleccion de fotografias familiares y empezaron los comentarios, yo mostre las de mis hijos que arrancaron comentarios de sorpresa, no los esperaban tan crecidos. Mynerva y yo hablamos del tema y me pregunto si irian a Hogwarts, fui franco y le dije que no, que ya tenia reservados los estudios para ellos.

 

La reunion se animaba, asi que saque una botellita de mi hidromiel, el que hago artesanalmente, y todos lo probaron, hasta Mynerva.

[Sombok]

@ Había seguido a Demian que salió repentinamente de la oscura taberna "El basilisco ahorcado", no entendía por que pero sentía que necesitaba mi respaldo.

Al ver los carteles con su rostro por todo el callejón me dí cuenta de que mi presentimiento era real.

Ahora me encuentro detrás de él, quien estaba encapuchado como yo, y le toco el hombro pronunciando mi nombre, con el fin de que no se sobresaltara. Percibo en su rostro una mueca asesina.

-"Que es eso de los carteles Sr Luxure? La marca apenas se esta organizando y ya te andan buscando?". Le pregunté a Demian con el propósito de que sea honesto conmigo y para ver si podía confiar en el.

[Thoth]

Era verdad lo que expresaba @@Sombok y aun así varios de nosotros éramos criminales buscando por el ministerio de Magia y Hechicería por diferentes crímenes, otros en cambio eran más cautos y sigilo en cubrir su apariencia, entre ellos se encontraba nuestra líder y el actual ministro de Magia. Aunque, para todos era un secreto mi vinculación con la Marca Tenebrosa, a pesar de mis actos viles era considerado como un mago tenebroso.

 

-No todos.- Le comenzaba a responder. -actuamos igual, cada uno marca su camino, puedes ser el hombre más respetable y ser uno de nosotros.- Observe y cerré nuestra conversación por los objetos de los Guerreros Uzza, igual el de miradas indiscretas. -O bien, ser como algunos que pensamos que es mejor desligarnos en cometer nuestros actos y ser también parte.- Baje la mirada. -O tan radical que siempre te identificas como alguien bajo nuestros ideales. El camino que te forja solos vos lo decides, tenemos estrategas, dementes y todos ellos son diferentes ¿que me hace único? Que no temo ir Azkaban o cometer mis placeres, estoy dispuesto a todo.- Me detuve. -Y vos ¿como actuaras? Pero no es necesario que me respondas. - Seguí caminando.

 

Esperaba que él comprendiera el motivo de la platica, no se el motivo pero me agradaba estar cercano a él, me recordaba alguien de mi pasado y eso me gustaba. Sin embargo, era cauto con lo que le decía.

[justo]

- ¿Sabes una cosa Manuel? Theo sabe todo de tu vida pero circulan leyendas sobre tu origen y tus aventuras ¿que hay de cierto en ello?

 

- ¿Quereis que os cuente mi historia? ¿SI? Pues escuchad.

 

Todos se sentaron y me miraron con atencion.

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Yo naci en un lugar que ya no existe, naci en el viejo Reino de Castilla. Durante el reinado de Fernando I. Mi padre era conde, el conde de Peña Grande, un titulo extinto.

Tenia dos hermanos mas, mi hermano mayor que heredo el titulo, castillo, tierras...en fin, todo. Mi hermana que se caso a los 15 años con el hijo de otro conde y murio de parto y yo, que fui destinado a un convento.

Mi primer convento fue San Pedro de Cardeña, alli conoci a otro novicio que, segun nuestro Abad, no tenia vocacion. Se llamaba Rodrigo, Rodrigo Diaz de Vivar. Efectivamente no valia para monje y acabo siendo un gran militar conocido ahora como El Cid.

El Abad me dijo que yo no tenia mucha vocacion y me envio al Monasterio de Yuso haber si alli mejoraba.

Tampoco mejore mucho alli pero tuve suerte me destinaron al herbolario y alli conoci a un gran hombre Iñigo de Leon.

Iñigo de Leon era el herbolario, con el aprendi Pociones y tambien me inicie en la Alkimia. Notareis que la nombro con K y no con Q, entre los iniciados es con K puesto que es el "Lenguaje de los Sabios".

Pero me desvio un poco de mi historia, Iñigo tenia algo mas que me pillo de sorpresa, para hacer mejor sus Pociones usaba una varita de avellano y, ante mi sorpresa, me revelo la verdad, era mago.

El tambien descubrio que yo tenia facultades y me insto a desarrollarlas. Juntos estudiamos en la muy nutrida biblioteca del Monasterio. Alli aprendi muchas cosas hasta que, un buen dia, Iñigo me dijo que no podia enseñarme mas y me recomendo que fuese a estudiar a Paris, me entrego una carta de presentacion y me despedi de el con lagrimas en los ojos. La excusa fue una peregrinacion a un santuario frances, era el primer paso para un destino sin par...