~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)

[Vrael Myrddin]

El salón del castillo era un muy buen lugar para mantener conversaciones con los miembros de su familia, en este caso estaba teniendo una amena conversación con morrighan, su ahijada dentro de la orden. El lugar estaba cerrado y los cuadros apostados en las paredes roncaban, otro simulaban roncar y dormir, lo bueno que Vrael había tomado precauciones y el hechizo muffliato servía para mantener oculta la conversación entre ellos de oídos inescrupulosos.

La conversación había tomado un rumbo que ninguno de los dos imaginó, puesto que un patronus irrumpió en la habitación entregando las nuevas órdenes para Vrael, el muchacho se volteó hacia Morrighan diciendo – Toma bebe esto, es poción multijugos – en el acto su ahijada le hizo caso y se transformó, en otra persona, además de eso había calzado en su rostro un antifaz, todo con la finalidad de ocultar su identidad.

Vrael hizo lo propio cubriendo su rostro con una luz mientas cambiaba su atuendo por jeans negros, remera negra y zapatillas de lona lo suficientemente cómodas. – Ahora nos vamos rumbo a la mansión Malfoy – dijo el muchacho al tiempo que su ahijada tomaba su brazo y desaparecían del castillo para llegar a la mansión en cuestión.

Padrino e ahijada aparecieron fuera de los límites del hechizo antiaparición.

 

[Morrighan McKenna]

Los habitantes de Dragonstone cumplían con sus rutinas diarias y la bruja se encontraba en la sala con Vrael conversando tranquilamente cuando un patronus llegó iluminando la habitación. Morrighan no llegó a escuchar el mensaje que traía, pero al parecer su padrino sí. Obedientemente siguió las órdenes que le daban: bebió su poción multijugos y se colocó un antifaz, sellándolo con un hechizo de presencia permanente. Presentía qué es lo que pasaría a continuación, así que dejó su saquito sobre el sofá, llevando encima lo único que necesitaría: su varita. Su jean algo desgastado y su musculosa negra que la habían acompañado en innumerables aventuras hoy podrían agregar una más a su historial. Se acercó a su padrino y tomándolo del brazo, ambos desaparecieron rumbo a la Mansión Malfoy. Lllegaron en los límites del hechizo anti-aparición de la imponente mansión y una vez allí miró a sus compañeros, esperando órdenes.

[Circe Atkins C.]

Cirse Atkins Malfoy.

 

Alzó una ceja ante las ocurrencias de su hermana, ¿padrastro? imposible, si ni siquiera la Atkins sabía de eso, negó con la cabeza mientras se acostaba en el sofá y veía como se presentaban.― Hermana... Estás siendo mala con mi hija, que ella tampoco sabía que tenía tías... Hasta ahora. ―Se encogió de hombros mientras que se ponía a leer una revista, en realidad no le interesaba mucho pero mientras esperaba una respuesta de su madre Mónica debía sacarse el aburrimiento.

 

―Ahora que lo pienso, hoy es el día de volver por la Mansión. ―Acotó viendo a las mujeres presentes.― Tengo la sensación de que hoy será un día bastante largo.― Suspiró levantándose y yendo hasta la cocina a servirse un vaso con agua, la verdad es que estaba cansada y necesitaba recostarse en su habitación pero con la llegada de su hermana y de su hija no podía darse aquel luego. Al menos se quedaría un rato más y luego tal vez iría a dormir un poco.

 

―Bueno, verás hija, ella es Galery una de tus tantas tías, estuvo bastante tiempo alejada como tú. ―Apareció nuevamente en la sala explicándole a su hija el porque de sus presentaciones.― Y sobre ti, haz cambiado tanto que te pareces hasta tu abuela. ―Enarcó una ceja viendo a su madre y luego a su hija, realmente se parecía tanto que no podía diferenciar.

[Lisa W Delacour]

Luca Van Halen

Luca ladeo la cabeza al ver aparecer al joven Delacour, no es que le hiciese mucha gracia por sus bromas frecuentes a la relación que poseía con Mei, pero ¿Qué iba a hacer? Era tan solo un muchachito con ganas de molestar como el mismo habia sido en su época. También lo saludo como este merecía, a fin de cuentas poseía un rango mayor al suyo dentro de la organización secreta.

Después de que la líder de la orden destruyese con eficacia la parlanchina verja, el, como sus otros compañeros de cateo, entraron a los terrenos de la familia Malfoy, allí donde sabia las defensas cobrarían un papel importante en el juego. Se mordió el labio y se centró en crear alguna que otra, ante todo estaba su seguridad y la de su chica.

- Morphos – Apunto a una piedra del camino y esta al segundo muto, transformándose en una bufa negra, araña con un veneno mortal capaz de matar a cualquier que se pusiese en su camino. Estaba a las órdenes del Van Halen y como este le ordeno, se perdió por entre la maleza que rodeaba el edificio.

Su túnica se movía al compás de sus movimientos. Su posición una premeditada, gracias a los entrenamientos; a diez metros de cualquiera que lo atacase, a cinco de todo objeto, estatua o muro o cosa que se pudiese morphear y a tres de Mei, siempre alzaría su varita para cuidar de su familia y ahora ella era parte fundamental en su vida.

[Mei Black Delacour]

–Bueno, no sería realmente sincera si no dijera que no haré daño a nada, desde ahora – agregó, sonriendo y viendo cómo había quedado destrozada la verja.

 

Justo por detrás de ella sintió las energías de quienes habían respondido a su llamado, sorprendiéndole todas ellas: Vrael, su nieto que andaba más perdido que esquimal en el desierto, una muchacha que reconoció vagamente de su clase de la Academia y, ni más ni menos que su propio novio. Inmediatamente se giró para quedar frente a ellos.

 

–Siempre tengo cuidado – le respondió con una sonrisa de suficiencia que lamentablemente no podría ver, pero que identificaría gracias al tono que había empleado – entremos a la mansión – les dijo ahora a todos, encaminando sus pasos hacia el jardín y más allá.

 

Siguió caminando rápidamente, dirigiéndose cada vez de forma más decidida hacia la mansión, sintiendo la presencia de alguien en la sala, pero repentinamente se detuvo en seco, apuntando a cada uno de los suyos.

 

–Ardius Morphos – dijo, apuntando primeramente a Morrighan, haciendo que su vestimenta cambiara y se convirtiera en piel de dragón, aquella que era prácticamente impenetrable y que repelía los rayos – Morphos – volvió a decir, esta vez dirigiendo el hechizo a la vestimenta de Vrael, haciendo que mutara por piel de dragón también.

 

–Tú también deberías tener cuidado – le dijo esta vez a Luca, apuntándolo con su varita y susurrando un Morphos, hizo que su túnica mutara y se transformara en piel de dragón también.

 

Sin más, volvió a avanzar, abriendo la puerta de entrada sin problema alguno y dirigiéndose hacia la sala donde Cirse se hallaba, interrumpiendo lo que parecía una charla familiar.

 

–Buenas – saludó, dirigiéndose a la bruja que reconoció inmediatamente – venimos a hacerles algunas preguntas e investigaciones.

[Morrighan McKenna]

Siguió a sus compañeros mientras comenzaban a adentrarse en los terrenos de la Mansión. La bruja jugueteaba con los dedos sobre su varita, lista para sacarla en cualquier momento que fuera necesario. Las hojas se movían cuando las gotas de lluvia impactaban en ellas y la oscuridad de la noche podría ocultar cualquier cosa, por lo que Morrighan se mantenía alerta a cada movimiento y cada sonido.

 

- Avis - pronunció y un grupo de 12 gorriones se formaron alrededor de la bruja con la orden de seguirla y protegerla de cualquier hechizo que quisiera impactarle.

 

Mei ya se había encargado de darle protección extra convirtiendo su ropa en piel de dragón pero más defensas nunca venían mal. Bastante más segura ingresó a la mansión donde se encontraba su madrina manteniendo una conversación familiar con otros miembros de la familia. Realmente esperaba que no causara problemas porque no tenía deseos de dañarla, pero producto de la poción y del antifaz, Cirse no podría reconocerla y eso podría las cosas más complicadas.

[Circe Atkins C.]

Cirse Atkins Malfoy.

 

Cierto ruidos molestos llegaban desde afuera de la mansión; algo que obviamente no era para el agrado de la Atkins, chasqueó la lengua al ver como varios odefos aparecían en la sala, ¿acaso no iban a dejarles en paz un día por lo menos? negó con la cabeza sacando esa idea y se levantó con la varita en mano para protegerse; si bien sabía que apenas era una mera novata al menos podía defenderse un poco, venga, tonta no era.

 

―Parece que tenemos visitas no gratas; ¿investigación? no recuerdo haber hecho algo en contra de ustedes... por ahora. ―dijo lo último casi en un susurro rodando los ojos. Un día que necesitaba descansar y venían a matarla como un perro de la calle.― En fin, ¿qué necesitan de mi? ¿o acaso buscan a otra persona? ―Enarcó una ceja mirando a aquellos que odiaba con todo su ser, de seguro cuando tuviera la fuerza necesaria los mataría uno por uno.

 

―Ya les aviso, nadie vendrá; verán, ellos no desean perder fuerzas con alguien... que no vale la pena, así que les recomiendo que se vayan. ―Era mentira claro, pero.. ¿por qué no hacer rabiar un poco a una de las lideres? total, si iba a morir ahí prefería llevarse un poco de odio de aquella mujer.

[Vrael Myrddin]

La noche estaba bulliciosa producto de la lluvia, la sombra de los esqueleticos árboles daba realmente miedo cuando se es poco asiduo a la osuridad de la noche, suerte que Vrael no temía a nada ni nadie, por lo que un par de arbolitos. Mientras avanzaban en dirección hacia la mansión malfoy adentrandose en ella Vrael recitaba -- Corpus Patronus -- dijo el muchacho haciendo que miles de hilos que parecían ser de plata liquida se unieran conformando un oso polar adulto, con fieras garras y dentadura temible, capaz de desgarrar la piel de un zarpazo o en su defecto de un bocado, el cual podría dejar mutilado a su victima. El enorme animal se puso a las ordenes de Vrael en seguida y el mago le ordenó cuidarle a él y a Morrighan de cualquier ataque hostil que pudieran recibir en aquella mansión. -- Morphos -- dijo ahora el mago, haciendo que una estatua del jardín de la mansión Malfoy se tambaleara violentamente antes de cambiar de forma a un lobo siberiano adulto, la estatua de antiguos personajes de la historia de los cuales plagaban el jardín tenían la masa suficiente como para poder hacer grandes animales con el. un ojo celeste y el otro ojo color negro como la noche, el siberiano blanco caminaba junto a su creador con las ordenes de seguir las mismas instrucciones que el oso.


Se adentraron en la mansión Malfoy hasta llegar a la sala, donde de pronto estaba entrando Circe quien parecía venir de la cocina dado que venía con un vaso de agua en la mano.

[Lisa W Delacour]

Luca Van Halen

Era increíble como Mei lograba calmarlo ante la situación más complicada como lo era aquella; nada más y nada menos que un cateo de la orden. Vale, el no pertenecía como tal al bando pero siempre que este habia necesitado de su ayuda, siempre habia reaccionado con una afirmación por su parte y puesto toda su astucia, ingenio y fuerza a las ordenes de dicho clan. A fin de cuentas poseía los mismos principios que abanderaban ellos.

Se incursiono, como todos los presentes, por el césped de los terrenos hasta llegar a la entrada de la mansión y de ahí directo al salón, donde se hallaba una jovencita con cara de susto. Sonrió, ¨Cómo es posible que se hagan los indefensos cuando todos saben cuáles son sus metas en la vida¨ El pensamiento del rumano era compartido también por la Delacour, que como si no sucediese nada, saludo a la mujer con esa alegría que la caracterizaba.

Con la piel de dragón en la cual se habia convertido su túnica y la araña viuda negra a sus ordene estaba más que seguro, asique imitando a su líder, hablo, saludando así a la fémina – ¿Tiene algún problema señorita en que hagamos un ligero cateo en la mansión? Es por su bienestar y el de toda la comunidad mágica. Le aseguro que no tardaremos mucho – Su voz salió tranquila, pero con ese deje de frialdad que tanto podía llegar a molestar a sus más cercanos.

[Circe Atkins C.]

Cirse Atkins Malfoy.

 

Soltó una carcajada al escuchar las palabras de aquel individuo que se encontraba cerca de la líder, ¿acaso la trataban como tonta? ¿realmente pensaban que iban a creer tal cosa? Negó con la cabeza limpiándose las lagrimas de la risa, de verdad esos emplumados le hacía reír hasta más no poder.

 

―Ahora le llaman cateos a la matanza de personas que no han hecho nada. En fin, ¿no creen que es un poco injusto? digo, hacer un cateo con... mmm veamos. ―Comenzó a señalar a cada uno con su varita Astria.― Un chico y tres chicas... ¿o acaso eres chico niño? Quien sabe.. De seguro ahora me dirán: "no haremos nada si cooperas" ¿verdad? ―Sonrió con diversión mirando a cada uno de los presentes.

 

Comenzó a caminar hasta ponerse a unos 5 metros de distancia entre ellos. No importaba, entendía a la perfección en la situación que se encontraba pero de algo tenían que estar seguro... Iba a dar batalla hasta el final.