~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)

[Mei Black Delacour]

Puso los ojos en blanco al oírla hablar, ¿de verdad intentaba provocarla tan tontamente? Había lidiado demasiado con mortífagos, sabía perfectamente las cosas que decían y ya estaba inmunizada a ellos. Aquella chiquilla no le llegaba ni a los pies a los que en ocasiones le causaban algún sentimiento o reacción dentro de ella.

 

–Nadie dijo que la investigación sea a ti, pero veo que andas un poco perseguida, – dijo, ladeando la cabeza – si quieres podemos hacerte el interrogatorio, no confío en ningún Malfoy, y menos en las rubias teñidas. Y si te refieres a “ellos”, por tu bien es mejor que no vengan, de otra forma te delatarían tontamente. Créeme que me importa poco lo que piensen de mí, y mejor que no me den importancia, es una forma de deshacerme de ellos de forma más efectiva.

 

Una ancha sonrisa de sarcasmo surcó sus labios, pero rápidamente la deshizo. Inmediatamente levantó la varita, apuntándola directamente al cuello con ella.

 

–Dime, ¿cómo sabes que venimos en busca de “ellos”? solo tú podrías haberte delatado de aquella forma tan tonta, veníamos a investigar a la familia, pero al parecer no hace falta… Y otra cosa, ¿dónde rayos estas viendo una matanza? Creo que has bebido demasiado, o deberías dejar de ingerir cosas que hicieran estragos en tu organismo y tu única neurona.

[Circe Atkins C.]

Cirse Atkins Malfoy.

 

Un tick en la cabeza apareció en la Atkins al escuchar aquello, era cierto que podía estar un poco paranoica pero de ahí a decirle rubia teñida, ¿desde cuándo se teñía? Era rubia natural y tampoco era su culpa ser rubia, ni siquiera entendía el porque del color del cabello considerando que su madre era peliroja y su hermano castaño.

 

Suspiró tirándose al sofá con cansancio mientras tomaba un sorbo del agua.― Ehh... Teñida por ahora no soy y bueno, si lo fuera al menos me enfrento a ti cara a cara, no tengo a perritos detrás de mi como guardianes. ―Se quedó mirando el vaso con agua con cierto aburrimiento bostezando.― Venga, ¿cómo me di cuenta? ¿acaso me crees tan tonta? ¿Por qué unos Odefos vendrían a un lugar donde está llenos de "ellos"? Es obvio cuales son sus verdaderas intensiones. ―Miró a la mujer con el ceño fruncido.

 

―Haz lo que quieras, interrogarme si lo deseas, no creo que saques mucha información, como si fuera a darte los secretos de mi sangre. ―Se encogió de hombros tomando otro sorbo de agua.― ¿y bien? ¿qué harás? ¿huirás como si nunca hubieses pisado el suelo de esta mansión o me matarás? O... también podrías interrogarme y huir como cobarde. ―Desvió su vista a los acompañantes de la chica.― Si decides que sea rápido, la verdad quiero dormir, el viaje me agotó. ―Bostezó nuevamente con cansancio.

[Lisa W Delacour]

Luca Van Halen

- ¿Matanza? Niña tú no estás bien de la cabeza, ¿acaso te hemos atacado, amenazado o hecho algo? Eres tu quien está a la defensiva y evidenciándote con tus comentarios sarcásticos que no tienen nada que ver con nuestras intenciones, además de que apuntarnos con la varita no es una muy buena idea, teniendo en cuenta que nosotros luchamos por el bien de la sociedad y somos más.

El rostro de Luca tras la luz era de sorpresa, ¿de verdad la marca tenebrosa podía destruir la coherencia y la capacidad de raciocinio que un humano tenía por naturaleza? No era posible que la sociedad fuese tan lerda, ¿o sí? Viendo lo visto el Van Halen ya no pondría la mano en el fuego por nada. Aquello era un caos y el, como miembro activo de la orden y luchador incansable por la igualdad y la luz, acataría las ordenes de sus líderes para evitar que la maldad corrompiese a lo que quedaba de bueno en el mundo, que por desgracia era poco.

- Aunque lo intentes, si decides atacarnos, no saldrás viva de aquí y si ellos vienen a defenderte, pues te expondrían más, si cabe, puesto que tu misma y tu actitud desafiante y ridícula ya me vale como para detenerte y encerrarte en la celda más oscura de Azkaban. Deja de hacer el tonto y colabora, es lo más sensato. La cobardia no es parte de nuestra esencia, en cambio... no dire nada de la tuya.

[Circe Atkins C.]

Cirse Atkins Malfoy.

 

―Ya, ya, no se lo tome tan a pecho. ―Comenzó a reírse mientras daba vueltas en el sofá.― En si no estoy haciendo nada malo, la verdad soy así con todo el mundo así que eso no demuestra nada; como dije, nadie vendrá a defenderme ni nada. ―Suspiró mirando al joven que le estaba hablando, agarró la revista que estaba viendo hacía tan solo un rato y comenzó a leerla de nuevo mientras se encontraba de cabeza.

 

―Ehh... así que luchar por el bien de la sociedad, a mi opinión no me parece eso. Ah, sisi. ―Cambió de página manteniendo aquella sonrisa de diversión, como le encantaba sacar de sus casillas a aquellos seres.― Yo jamás tuve la intención de atacarles, claro, al menos que ustedes lo hicieran pero no tenemos razones ¿verdad? soy una simple bruja que vive en esta mansión y ustedes.... unos intrusos que deberían marcharse. ―Miró desafiante a aquellos dos jóvenes y posó sus orbes azules en la revista.

 

No entendía muy bien el porque habían venido y tampoco entendía para que se quedaban si sus respuestas no iban a ser contestadas, al menos no por la Atkins; prefería estar muerta ante que confesar.

[Lisa W Delacour]

Luca Van Halen

- Los crímenes tarde o temprano se pagan, recuerdalo. La muerte llegara tanto para ti como para mi y ahí es donde se te juzgara, no quedaras impune. Si yo no te detengo en su día, que lo haré, ella se ocupara en el momento oportuno.

El rumano se encogió de hombros, era evidente que por mucho que le dijese o por muchos conjuros que le lanzase no iba a cambiar de opinión, parecía ser un pelee en manos de los altos rangos del clan de la oscuridad. Se encogió de hombros y asintió ante la muda petición de la Delacour; era hora de irse. Alzo la varita y con elegancia y maestría dejo un grabado en la pared de la sala, para que todo el mundo pudiese ver que la orden seguía en activo y con más fuerza que nunca.

http://i.imgur.com/tplmNCN.png

Y sin más, graso sobre sus talones y se encamino hacia la salida. Paso por el hall, por los terrenos de la Malfoy y atravesó la verja, pero esta vez en dirección contraria a hace unos minutos; Ottery era su destino. Su idea era darse una ducha rápida e irse por ahí a tomar algo con su chica, a la cual habia tenido un poco desatendida por los mil y un problemas que se suscitaban a diario en su tierra natal. En fin, pensaba el Dhampir, misión cumplida y envuelto en su túnica negra se camuflo en las sombras y se perdio por las callejuelas de la comunidad mágica.

[Morrighan McKenna]

Luego de un bastante corto intercambio donde Cirse no hacía más de provocarlos había llegado la hora de irse, nada conseguirían de ella. Todo esto se estaba volviendo algo tedioso de hecho. Las palabras de su madrina no parecían tener sentido y realmente a Morrighan le hacía acordar a cuando un insecto despliega un arsenal de estrategias de intimidación y luego no había nada detrás. Sólo apariencias. Se cubrió la boca con la mano intentando tapar un bostezo y giró sobre sus talones, siguiendo a Vrael. Ya todos se estaban retirando y ella no tenía nada más para decir así que se limitó a caminar seguida de su avis y los animales que había invocado su padrino.

 

- Entiendo, ya tendremos otra oportunidad de atraparlos con las manos en la masa. - dijo con una sonrisa. - Eso es increíble, tenés que enseñarme a hacerlo - le dijo al ver la figura que se formaba en el cielo por orden del mago.

 

Caminaron por el sendero hasta la salida de la mansión bajo el recordatorio de que la Orden había pasado por ahí. Si en esa Mansión realmente había magos tenebrosos no lograrían salirse con la suya, la luz siempre vencía. Una vez afuera Morrighan tomó de nuevo a Vrael por el brazo y desaparecieron para reaparecer en Dragonstone, donde continuaron con la charla que habían dejado pendiente.

[Vrael Myrddin]

-- A mi me parece que la señorita tiene mucho que explicar -- dijo mirando a Circe -- Más ahora yo debo retirarme, lo que no significa que no esté al pendiente de lo que hagas, te mantendré vigilada -- Vrael tomó temerariamente la varita y apuntó a Circe más volteó a donde estaba su ahijada, Morrighan y dijo -- Creo que nuestra visita aquí a terminado -- con un gesto el muchacho le indicó que le siguiera, así como también indicó a los animales bajo su mando que le siguieran camino a la salida de la mansión.

-- Esto es parte a lo que nos dedicamos, debemos recabar información sobre magos tenebrosos. En esta mansión siempre pasan cosas muy extrañas que debemos investigarlas por le bien de la comunidad -- cruzando por los jardines de la mansión Vrael le explicaba a Morrighan cual era la labor que les correspondía y la importancia de esta en el mundo mágico.


-- Ahora te mostraré un truco -- alzando la varita y apuntando al cielo solamente se dedicó a sonreír mientras las imagen se materializaba sobre la mansión Malfoy, era un mensaje que les daría a entender a los mortifagos que aun estábamos tras ellos. Vrael se fue por el sendero y al salir de los terrenos de la mansión de la familia Malfoy, caminó charlando amenamente con su ahijada y ambos desaparecieron rumbo al castillo Dragonstone. Si de lago servía ser patriarca en ese castillo es que podías aparecer en cualquier lugar.


http://i.imgur.com/Yz6f2SS.png

[Mei Black Delacour]

Lanzó una risita por lo bajo, al parecer el comentario le había molestado. Soltó un largo suspiro y sin más, observó al resto, que se hallaban tranquilos. Puso nuevamente los ojos en blanco y, girándose lentamente para darle la espalda a la Malfoy, comenzó a dirigirse rumbo a la salida.

 

–Sí, te creo tonta, lo dejé bastante claro antes, – le habló sin dejar de caminar y apenas girando la cabeza para que pudiese escucharla – no hemos venido a matar a nadie, no nos confundas con los mortífagos, nosotros no matamos porque sí o por creer en alguna “raza superior”. Y no, ya veo que no perteneces al bando, a lo más serás un simple peón que usan cuando quieren y tienen ganas, pero no tienes nada que puedas brindarme de real importancia.

 

En cuanto llegó a la puerta de salida de la sala, se detuvo un momento.

 

–Mentes limitadas y estrechas, ven lo que quieren ver, creen lo que quieren creer. Si los atacas, eres un asesino, si no lo haces, un cobarde. Existen otras cosas fuera de eso. En lo personal, no quiero llenar mis manos de sangre de alguien sin importancia. Espero por tu bien que no estés estancada en ello por siempre, eso arruinaría la única neurona que aún tienes con vida.

 

En cuanto dejó de hablar, la muchacha alzó la varita, grabando a fuego en la pared de la sala un emblema que, estaba segura, molestaría a más de uno.

 

http://i.imgur.com/pADtxVG.png

 

Sin más, salió de la mansión, cerrando las puertas tras de sí con un movimiento de varita. Iba de última, observando el andar de los que iban por delante de ella, en un modo protector, aquel que su vieja maestra le había inculcado y logrado hacer propia aquella enseñanza. En cuanto estuvieron ya todos fuera de los terrenos y libres de alguna clase de ataque, la castaña se decidió por irse para cuando estuvo lo bastante alejada de los hechizos anti aparición que podrían estar activados.

 

Giró sobre sí y sin más, desapareció.

[Circe Atkins C.]

Cirse Atkins Malfoy.

 

Suspiró con pesar al escuchar aquellas advertencias, ¿acaso eran lo único que sabían hacer? aunque bueno, era de esperarse. Se paró de aquel sofá agarrando su vaso de agua y despeinándose un poco el cabello en medio de un bostezo; se notaba a legua que su ahijada se encontraba ahí pues aquel olor que ella desprendía no era olvidado por la vampireza.

 

Miró a todos desaparecer, ni siquiera se gastó en contestar aquellas tontas palabras de todos, eran solo el viento que entraba por un oído y salía por el otro; miró los carteles que habían dejado y suspiró de nuevo.― Genial, ahora tendré que quitar esa asquerosidad. ―Murmuró para si misma mientras avanzaba hasta la cocina a buscar algo más para beber, necesitaba algo fuerte ante el dolor de jaqueca que le causaron aquellos individuos.

 

Terminó de servirse vodka y se encaminó hasta su habitación, ahí se acostó en la cama bostezando; ¿y qué si era un simple peón? mucho no le importaba mientras eso le sirviera en su venganza y además, si eso era suficiente para proteger a sus aliados entonces sería el peón más confiable de la existencia mágica, algo así.

 

 

 

Off:

Todo bien con ustedes chicos, es que Cirse es media gruñona (? pero yo los amodoro a todos xDD

[Felicity]

Saber que su padre había muerto, le causó un nudo en el estómago. No lo había conocido, ni siquiera le ponía rostro, pero por un momento se había imaginado reencontrándose con él y alimentado las esperanzas de fugaces imágenes familiares de las que había carecido todos aquellos años de vida. Bajó la mirada, centrándola en una de las tantas baldosas del suelo uniforme y negó con la cabeza. Las manos, finas y pálidas le temblaban, y las entrelazó sobre su abdomen.

 

-A pesar de que haya sido borrado, conservaréis fotos de él ¿no? en algún lugar. Incluso quizás conservéis la que debió ser su habitación - o no, añadió para sus adentros titubeante; entendía que los traidores a la sangre fueran borrados del árbol genealógico pero no que todo vestigio fuera eliminado. Volvió a tomar asiento, con una expresión adusta en su rostro - curiosamente no me siento culpable, siempre imaginé que mi padre pasó por la vida de mi madre una sola noche y me conforta saber que, al menos, durante un tiempo, se amaron.

 

De nuevo notó los dedos de Alexander sobre su piel, esta vez en su rodilla, y poco a poco a medida que los segundos pasaban, el gesto sobrío de su rostro dio paso a una pequeña sonrisa ladina. Lo miró a los ojos y notó la fuerte tensión del ambiente. Las mejillas le ardían y el pecho le subía y bajaba de manera exagerada, sintiendo un fuerte bochorno cuando un frío viento de otoño golpeaba contras las paredes de la edificación.

 

-Te enseñaré todo lo que quieras saber.

 

Susurró Alexander, apenas a escasos centímetros de su rostro. Felicity tomó la mano que se deslizaba sobre una de sus piernas totalmente abrumada y paró el recorrido. Quería, y a la vez el rostro de un mago de oscuros cabellos no dejaba de aparecer en su mente, como tantas otras veces en los últimas día ¿Podría ser que...? Sacudió la cabeza, contrariada, negando para sus adentros. No, no estaba enamorándose, no de nuevo y menos de quel Crowley y, si así era, ¿por qué no se dejaba llevar en aquel instante?

 

Carraspeó.

 

Gyvraine Malfoy se había desvelado (si es que había llegado a acostarse) y se dirigía hacia uno de los mullidos sillones de la enorme estancia, ajena a lo que acontecía en un rincón de esta, o simulando estarlo. Alexander la saludó pero ella permaneció callada. La última vez que vio a Gyvraine fue en el "Caldero Chorreante", un concurrido local de mala muerte donde los rumores estaban a la orden del día. Aun recordaba la fina mano de la recién llegada hacia ella, ofreciéndole un nuevo camino que ella misma había decidido buscar y que, actualmente, ya seguía. Pero si la miró y asintió con la cabeza.

 

De pronto, empezaron a llamar a la puerta de entrada. Picaron una vez, dos e incluso tres veces seguidas.

 

-¿Los Malfoy no dormís nunca? - preguntó a Alex, divertida, y aprovechó el ruido del timbre para romper la tensión del ambiente - enséñame esto, aunque antes quería pedirte un favor - apretó la mano del joven entre la suya, implorante - déjame el cuaderno, quisiera leerlo, al menos lo que a mí me concierne.

 

Unos pasos en el pasillo, captó la atención de los presentes y una bruja ataviada en una larga túnica con el rostro cubierto por un pañuelo. Si no fuera por la diferencia de color del ojo derecho del izquierdo, uno azul y otro marrón, no la hubiera reconocio.

 

-¿Laurinda? - dudó, alzándose de la silla - ¿Leíste mi nota?

 

Antes de abandonar la mansión Weasley dejó una nota a todos sus seres más queridos, y aquello incluía a todo y cada uno de sus hijos. Notó la mirada extrañada de Alexander y simplemente se encogió de hombros.

Editado 21 de Octubre del 2014 por Felicity Malfoy