~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)

[Adryanie]

— ¡ Ah ! que bueno encontrar a tan gentiles personas en esta ocasión.... ya pensaba yo que nadie nos vendría a recibir — Dijo la Gryffindor hacia Juv que les había hablado y ya conjuraba sus Fuegos negros- tan predecible- pensó. Dejo a las chicas con el ángel caído a pesar de que no tenían mucha experiencia en duelo sabía que podrían con ella.

 

Por otro lado dio media vuelta, detectó actividad cercana aparte de la de Juv claro estaba. Parecía que alguien más se quería unir a la fiesta. Dio una última mirada sus compañeras antes de salir de la mansión. Y si evidentemente en las penumbras vio a uno de los mortífagos ¿sería mortífago o era un simple vagabundo? Bueno era evidente que no venía a hacer nada bueno.

 

—Ardius.... Sectusempra— Ah si , había perdido el pocoperfil que tenía, pero simplemente no quería invasores ahí. El rayo rojizo surcó los 6 metros que los separaban para ir a parar al pecho de Liam prouduciendo unos hermosos cortes que refulgían con una sangre color rojo carmesí. Pronto moriría sino se curaba. — Confundus — El efecto fue inmediato. El hombre (Liam) quedaría con una terrible confusión por un buen tiempo — Gladius — Pensó apareciendo su espada legendaria Domivat que se clavó en el suelo, esta haría que Liam perdía su segunda acción en su segundo turno.

 

— Supongo que no vienen para nada bueno ¿no?

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Al parecer no solo tendríamos que investigar, sino que ahora también deberíamos atacar o defendernos de los posibles ataques ya que al parecer un miembro de la familia había aparecido en el Hall de entrada y seguramente no le gustaba la idea de que extraños estuvieran no solo invadiendo su mansión, sino que también estábamos revisando sus cosas.

 

En ese momento me encontraba a unos ocho metros de Juv. A la avispa que seguía revoloteando alrededor mio le ordene que vaya en dirección a la chica (Juv) para que le picara en el rostro y se le hinchara la cara. Acto seguido apunte mi varita hacía ella diciendo --Disparo de flechas-- doce flechas salieron de mi varita dirigidas hacía las piernas de Juv. Estas se incrustarían en su piel.

 

--Sectusempra-- el rayo que salió de la punta de mi varita iba dirigido hacia el pecho de Juv. Si este rayo lograba impactar podría causarle graves heridas que harían que se desangrara hasta llegar a la muerte.

[Kahlan Blackthorn]

La simpatía en los aspirantes a la orden del fénix, no hacía más que causarle una profunda gracia a la Ángel Caído. Era como intentar entender un juego de azar creado para ser un fracaso completo dentro del mundo mágico, no las culpaba por los errores que cometían o dejaban de comerte, ya que eran seres “inocentes” que deseaban demostrar que eran capaces de causar daño a todo aquel ser que se les cruzaba en el camino-

 

-Pero que modales…-ladeando la cabeza le ordeno a su Expectro Interceptar el Desmaius que Jess lanzaba contra la Croft-Admiro tus ganas por sacarme de mis casillas…-sonrió de lado dejándose ese gesto solo para ella-Mal educada y mal portada…-chistó la demonio centrando sus ojos en la joven que les acompañaba-Vaya, vaya mira lo que nos trajo la madrugada…-asintió elevando con altivez su varita importándole poco que le silenciaran su fuego negro-Por cierto aprende un poco de arte de los duelos, no sea que te maten por andar distraída…-dedicándole esas palabras a Jess pensó con malicia y determinación.

 

-Confundus…-sumiendo la mente de Jess en una profunda confusión que la hizo perder el control de sus pensamientos, volcándole a un pozo oscuro de confusiones y divagaciones que hicieron que cada uno de sus movimientos fueran erráticos. Agradecía que su otro fuego negro siguiera creciendo e incrementara su poder, dado que no tardaría en usarlo en contra de alguna de las visitas indeseables.

 

Liam apareció para echarle una mano, no le extrañaba que se uniera a al escaza diversión que les estaban brindando esas jovencitas. Un segundo rayo venia contra ella con la intensión de causarle diversas heridas a la demonio de cabellos dorados y orbes lapislázulis para mala suerte de Mía el Expectro Protego de la demonio intercepto el Sectusempra que tan osadamente lanzaba contra ella la jovencita librándole de aquel ataque.

 

-Confundus…-pensó la demonio volcando la mente de Mía a un pozo profundo y oscuro que la sumió en una confusión que le impidió atacarle con un Expelliarmus, ya que al estar confundida no podría ejecutar aquella acción quedándose con las ganas de desarmar a la Ángel Caído.

 

Su Expectro le protegió e las flechas que venían contra ella, interceptando las doce que deseaban pegar en sus piernas. Romina era tan osada como sus amiguitas pero para su mala suerte, no podrían dañar a la demonio sin antes ganarse una buena paliza por parte de la Malfoy.

 

-Como se ve que los quemados mueren de ardidos…-sonrio detrás de su mascara pensando con fuerza-Necrohands…-invocando un par de manos que recibieron el Sectusempra que romina deseaba lanzar contra la demonio parecía que las cosas les jugaban en contra y eso le sacaba le buen humor a la Angel Caido. Se habia librado de todo sin problema alguno quedando ilesa al 100%

[Adryanie]

Y ya que al parecer el mago se había dormido o algo similar ella no quería desaprovechar la oportunidad para protegerse, puede que el ángel caído que se encontraba dentro se volviera loca y la quisiera atacar a ella. Enarbolando su varita nuevamente apuntó al frente y pronunció.

 

—Corpus Patronus — Un enorme hipogrifo se fue formando ahasta materializarse por completo y así defenderla como s debido. Era una adulto que la tapaba casí por completo. — Morphos — Dijo hacía una de las rocas cerca de ella no era muy grande pero si con la suficiente masa para hacer un perro labrador adulto que saltaría si fuera necesario para protegerla.

 

Odiaba aquellos hechizos pero era lo único con lo que ella disponía. ¿se atrevería a hacer un avis? Se rascó la barbilla hacía muchísimo no lo usaba tal vez era hora de volver a las viejas costumbres, ella siempre había creído queloshechizos más poderoso aveces resultaban ser los de os neutrales.

 

—Avis— Y doce aves pequeñas sobrevolaron el lugar para colocarse a todo su alrededor. La defenderían o atacarían según quisiera ella.

[Mia Zoeh]

La demonio había parado todos nuestros ataques sin problemas. Seguía ilesa, y yo ahora estaba bajo los efectos de un Confundus que no podría detener. Me resigné, sintiendo cómo mi mente se sumía en un pozo de oscuridad y confusión. No había podido conjurar un hechizo; ni siquiera podía recordar cuál era. Me sentía perdida, vacía por dentro.

 

Podía ver a la rubia parar más y más ataques; supuse que eran los de Romina, quien era la otra allí. No podía verla ni a ella ni a Jess, pero estaba segura de que seguían por allí... ¿verdad? No quise imaginarme en una situación de duelo a solas con esa mujer. Podía matarme simplemente enarcando una ceja; mejor no arriesgarse.

 

Cuando sentí que mis ideas volvían a acomodarse y lograba pensar con claridad, fue cuando reafirmé la guardia. Apreté con fuerza la empuñadura de mi varita para asegurarme de que no se me resbalase. Me sudaban las palmas de las manos; podía sentirlo claramente. Tragué saliva, me concentré en lo que haría... y lo hice.

 

-¡Incárcerus!- tres gruesas cuerdas salieron de la punta de mi varita y recorrieron sin problemas los cinco metros que me separaban de la demonio (Juv). La primera cuerda impactó en su boca, sirviendo como mordaza e impidiéndole hablar. La segunda fue directo hacia el torso de la rubia (Juv), atando sus brazos a los lados de su cuerpo. Una tercera cuerda hizo su camino hacia los tobillos de Juv, atándolos juntos y haciendo que perdiese el equilibrio.

 

Me permití sonreír satisfecha por un minuto; eso sin dudas nos daría algo de ventaja sobre ella.

[Kahlan Blackthorn]

-Detritus…-sentenció la ojiazul oscuro invocando una densa capa gaseosa que le rodeo por completo cubriendo su cuerpo de pies a cabeza. La fina capa impediría que cualquier rayo le impactara pero no poda decir lo mismo de los efectos, aunque aquello poco le importaba a la Ángel Caído. Ella no usaría artimañas baratas para hacerse notar dentro del mundo mágico o intentaría parecer una princesa en apuros que necesita ser salvada dentro de una batalla que podría costarle la vida misma. Justo eso paso con las cuerdas que Mia lanzaba contra ella estas pegaron en su detritus librandola de ese ataque.

 

-¿Debería tenerles miedo?...-les pregunto manteniendo su Necrohands delante de ella, al igual que si Fénix. Ambas protecciones de mantendrían cerca de la demonio, ya que no les haría la cosa sencilla a esas jovencitas que se estaban pasando de vivas con la Croft. No entendía porque el odio o recelo, ya que ella no le había robado nada a ninguna de ellas y si lo pensaban poco le importaba a la vampiro/demonio.

 

-Fuego Negro…-invoco una esfera oscura que levito a tres metros en el aire ordenándole acrecentar su poder devastados y nocivo-Esquiva todo lo que te venga en contra, no permitas que nada te dañe, ningún hechizo, invocación, efecto o criatura…-mirándolo fijamente espero usarlo dentro de poco tiempo. Ya su segundo fuego negro estaba al punto y no tardaría en usarlo contra la persona que se ganara el honor a ser calcinada por el mismo.

 

-Morirán de una forma digna…-desenfundando su katana elevo la misma con determinación-Proyectar Corte de Katana…-pensó la rubia Croft lanzando un profundo corte contra el pecho de Mía abriendo una herida profunda que sangro a borbotones arrancándole varios litros de liquido vita debilitándole poco a poco, si no se curaba moriría de forma irremediable ante los ojos complacidos de Juv. Enviando su fuego negro contra mia la quemo gracias al poder devastador de esta causandole quemaduras graves que debia sanar.

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Era evidente que las cosas no iban a salir como todos queríamos, Juv se defendía muy bien y en cualquier momento todas terminaríamos heridas o en el peor de los casos muertas --Silencius-- dije entes de que Juv pudiera terminar de decir su fuego negro, lo único que se escuchó fue <<fuego ne..>> y nada más. Ahora lo que hubiera querido hacer con ese hechizo no funcionaria.

 

<<Episkey>> pensé después de ver como Juv le provocaba una profunda herida a una de mis compañeras (Mia). El efecto fue de inmediato y ya había dejado de sangrar, lo único que debería hacer era curarse por completo para que la herida no se volviera a abrir.

 

Al parecer la idea que mi madre había tenido de investigar la mansión no había funcionado del todo bien, ahora nos estaban atacando y estaba segura que esto no terminaría bien.

[Mia Zoeh]

Las palabras de la Croft entraban y salían de mis oídos sin dejar huellas. La veía mover la boca, pero no prestaba verdadera atención a lo que la demonio tuviese que decir. No me importaba; seguro era una sarta de frases provocativas y cargadas de odio. Estaba seria; la sonrisa que minutos antes se había dibujado en mi rostro se desvaneció al ver caer mis cuerdas como si fuese invencible. Y es que lo parecía; yo ya estaba comenzando a agotarme y fastidiarme mientras que ella no tenía ni siquiera un rasguño.

 

No tenía idea del verdadero poder de la demonio. Sentí cómo la piel de mi pecho se abría de par en par, formando un corte profundo que comenzó a sangrar en seguida. Caí de rodillas, debilitada por la pérdida de sangre. Sin embargo, el Episkey de emergencia que una de mis compañeras (Romina) realizó en mí, impidió que perdiera la conciencia del todo.

 

Sin embargo, al intentar incorporarme, sentí el Fuego Negro que la rubia había enviado hacia mí abrasarme la piel. Odiaba esa sensación; era inaguantable. Me apunté a mí misma con mi varita sin saber qué más hacer; no me quedaba más que intentar no morir. No iba a ser esa mi última noche.

 

-¡Episkey!- el efecto fue instantáneo, pero aún no estaba bien del todo. Aunque el que Romina había conjurado antes había cerrado el corte en mi pecho, éste iba dirigido a las quemaduras por el Fuego Negro de la Malfoy.

 

Clavé mis ojos castaños en los suyos, esperando a que el efecto de su hechizo cesara por completo.

[Kahlan Blackthorn]

-Fuego Maldito Mortis…-bramó encolerizada la demonio de cabellos dorados dando un fuerte latigazo con la varita invocó tres águilas reales que surcaron el firmamento envueltas en llamas que quemarían la piel de los objetivos que les delegara la Croft. La primera de ellas impacto en Mía por la espalda provocándole severas quemaduras que escocerían su piel en el acto causándole un dolor profundo que la hizo retorcerse de pies a cabeza.

 

La segunda águila real fue en busca de Romina impactándole también por la zona de la espalda quemando esa zona con sus abrazadoras llamas provocándole quemaduras que necesitaría sanar o moriría en el acto.

 

La tercera águila fue hacia donde estaba a Adryanie justo cerca de donde Liam había parecido ante los ataques de la Gryffindor. No le molestaba atacarles toda la noche, ya que tenía el sartén por el mango y lo había demostrado con creces contra esas jovencitas tan osadas y descabezadas.

 

-Confundus…-pensó Juv volcando la mente de Mía a un pozo oscuro nuevamente sumía la mente de la joven en una profunda confusión que la hizo divagar sin poder evitarlo.

 

-Levicorpus…-pensó Juv dejando colgada a dos metros del suelo a Mía impidiéndole de ese modo moverse con libertad dentro del terreno. El que la joven le ignorara poco le importaba a la demonio, dado que ella tenía cosas mucho más importantes que prestarle atención a una jovencita como ella. Poco le importaba que Romina anulara su fuego negro, ya que aun contaba con hechizos sumamente poderosos que no dudaria en usar.

[Mia Zoeh]

Me sentía débil,y que la demonio siguiera enviando ataques contra mí no lo mejoraba en lo absoluto. Nos lo estaba poniendo difícil; yo no estaba segura de cuánto tiempo más podría aguantar. Un águila real negra de fuego volvió a darme esa sensación abrasadora, pero esta vez en la espalda. Resiste, me dije a mí misma. Me volví a apuntar con mi varita; parecía que lo único que hacía era curarme de las heridas.

 

-¡Episkey!- sabía que no estaba bien del todo, pero no me quedaba más que esperar. El efecto fue inmediato; la piel quemada comenzó a sanar aunque sólo fuese un poco. Ardía; ardía demasiado. Intenté concentrarme en algo más, como en mi siguiente ataque.

 

Sin embargo, no pude avanzar mucho más ya que mi mente volvió a sumirse en aquél vacío que ya había experimentado una vez. Me sentía hundida, como si estuviese en el fondo de un pozo. ¿Qué estaba pasando? Me froté las sienes, sin resultado alguno. No podía hacer nada en ese estado, y tras darme cuenta de aquello, un nuevo hechizo me golpeó, esta vez elevándome en el aire, inmóvil.