Elviris Pub (MM B: 103956)

[Gatiux]

A Gatiux no es que le importara mucho quien andara o dejase de hacerlo en el bar mientras no interfiriese con su juego, por eso no le prestó la suficiente atención al hombre que se acercaba a la mesa de billar mientras ella estaba posicionando las bolas y dando el saque inicial con el que rompía el triángulo. No lo hizo hasta que vio que una mano interfería en la mesa y agarraba una de las bolas, impidiendo que esta cayera por la tronera superior izquierda.

 

Fue entonces cuando los ojos amarillos de la banshee se despegaron de la mesa, dispuesta a protestar, o a matar a quien estaba interrumpiendo su forma de jugar, según como terciase la cosa. Molestar a una chica mientras estaba jugando al billar era de mala educación. Se apoyó en el palo de billar como si estuviera sosteniendo una lanza.

 

- ¿No sabías que si la bola 8 se encaja con el tiro de salida pierdes automáticamente el juego?

 

- ¿Y quien te ha dicho a ti que ese no era mi objetivo? -preguntó con seriedad- Tal vez quisiera probar otros movimientos de juego después de tanto tiempo.

 

Rodeó la mesa de billar, por encarar al hombre más que por volver a poner la bola 8 en un lugar más conveniente, aunque fue lo que hizo mientras lo recorría con la mirada. Algo en su mente le dijo que le conocía, pero no lo había hecho de primeras. Se quedó mirándolo con el ceño fruncido, intentando pescar algún recuerdo que combinara con el rostro que tenía delante. La cercanía hizo que las piezas encajasen.

 

- ¿Carlo? -preguntó con incredulidad- No me puedo creer que estés vivo...

 

En el Mundo Mágico era común que la gente desapareciera o se le diera por muerta, más con la guerra mágica en ciernes, los civiles que morían podrían calificarse como meros daños colaterales. Las ausencias se tornaban tan largas que a la gente que se esfumaba se le daba por fallecida sin mucha más vuelta de hoja.

 

No supo como reaccionar al tener a su medio hermano frente a ella, si abrazarle o darle un puñetazo. Ella sabía que había dejado las filas del bando mortífago para ir con el enemigo, aunque no hablaría de ese tema en público, claro. Una parte de ella siempre se preguntó cómo es que uno de los más fieles a la causa acabó cometiendo tal acto de traición.

 

- ¿Qué haces en Inglaterra?

 

@@Carlomagno Malfoy Malfoy

Editado 17 de Marzo del 2017 por Gatiux

[Carlomagno Malfoy]

-Si tú no te lo crees… yo mucho menos. - Repuso el ojiverde cuando la joven se acercó perceptiblemente debatiéndose sobre qué acción decantarse hacia el mago. Era de comprenderse pues lo último que habían sabido de él los miembros de su familia era que había desertado del bando tenebroso para unirse al bando contrario.

 

Podía ver esa desconfianza grabada en el rostro de Gatiux, pero él se limitó a actuar normal y sonreír brevemente.

 

-Viejos demonios luchan contigo internamente para no “matarme” en este momento. Créeme que lo sé, te conozco muy bien. - Continuó el Malfoy rompiendo el silencio, sin embargo, se había acercado demasiado a la pelivioleta tanto así que su frase había sido un mero susurro en su oído y nadie habría podido escucharlo, aunque se lo propusiera.

 

Había arriesgado mucho con la cercanía, pero después de todo la misma sangre corría por sus venas y de alguna manera él se sentía seguro de continuar, se limitó a darle un fugaz beso en la mejilla para después retirarse con elegancia un poco hacia atrás y continuó.

 

-Solo quiero que sepas que todo lo que he hecho tuvo un motivo y no exactamente lo que la gente cuenta y lo que la familia piensa.

 

Lo dijo como quien no quiere la cosa restándole importancia ya que no podía hablar con total libertad en aquel lugar, aunque se moría de ganas de platicar con la joven todo lo que había acontecido en los últimos años.

 

-En fin, veo que al menos sabes acomodar bien las bolas para un tiro de salida, que te parece si yo te enseño a jugar como se debe para que tengas una habilidad completa y no parcial… francamente eso de que querías meter la bola 8 en un principio no me lo creo.

 

El Malfoy se alejó y tomó un taco más para él, esperando que la joven reaccionara o dijera algo, pero se distrajo un momento con la llegada del camarero y su quinta bebida de la noche, tomó el vaso y le dio un profundo sorbo.

 

-Pues digamos que estoy en Inglaterra por azares del destino… no se suponía que regresaría. - lo último lo dijo con la mirada nuevamente perdida en el líquido ambarino, evitando a toda costa mirarla a ella pues lo que había vivido en el extranjero seguía atormentándolo irremediablemente.

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@Gatiux

Editado 17 de Marzo del 2017 por Carlomagno Malfoy

[Gatiux]

Cuando Carlomagno se acercó a Gatiux ésta bufó ante la explicación que éste le daba. O tal vez fue por el atrevimiento que se había tomado de darle un beso en la mejilla, como si el tiempo no hubiera pasado y la complicidad entre ambos siguiera fluyendo entre ambos. Frunció el ceño y lo miró de arriba a abajo, ¿habría perdido la cabeza tras todo el tiempo que llevaba desaparecido? Tal vez quería restarle importancia al asunto, pero a la Malfoy no le valía aquella explicación tan simple. La Malfoy giró el anillo adecuado para proteger la conversación de ambos.

 

- Si crees que todo se va a arreglar con esa explicación es que no me conoces en absoluto. -dijo Gatiux- Ya hablaremos sobre el elefante en la habitación, aunque en un sitio más privado, claro.

 

Las paredes en el mundo mágico tenían oídos, o directamente no existían, cualquiera decía haber escuchado algo (a veces incluso mintiendo) para poder incriminar a otros magos. No era la primera vez que veía algo así. Si Carlomagno había vuelto a la Mansión Malfoy podría pasar por allí una tarde para que le contase con más detalle aunque ella ya no viviera allí siempre sería su casa.

 

- Pasaré por la Malfoy un día de estos y charlaremos allí si es que decides quedarte.

 

Le tendió el palo de billar y comenzó a reacomodar nuevamente las bolas de billar dentro del triángulo de plastico. Giró la bola central y quitó el molde. Finalmente colocó la bola blanca en el punto de salida. Bebió de su Long Island de la pajita, se apoyó en la mesa, cediéndole la tirada inicial al otro Malfoy.

 

- ¿Me puede enseñar como se juega? ¡Oh, gran maestro del billar! -dijo Gatiux con sorna- Saque e indícame como dar con el palito ese sin sacarme un ojo a mi misma.

 

No es como si Gatiux hubiera tenido una mesa de billar en su propia habitación o algo parecido. Algunos hombres insistían en intentar enseñarle cosas a las mujeres como si estas fueran damiselas en apuros que no podían apañarselas a solas sin ayuda de nadie más. Ese tipo de hombres acababan mordiendo el polvo.

[OttoBlack]

Donde andaba el chico ahora ni el mismo sabia solo andaba por ahí donde el destino lo llevo donde el viento lo llevo aunque en este caso, será la transportación lo llevo mientras tanto el chico se sacaba su varita del bolsillo para pasarla por sus dedos como si fueran unas baquetas mágicas mientras notaba el viento desordenando de por si su largo cabello pero para el rockero todo eso lo daba igual solo esperaba pronto divertise con algo o con alguien.

 

 

Mientras caminaba por ahí e sin rumbo fijo llegaba a su vista el letrero un tanto peculiar, un tanto diferente a los demás que llamo su atención., Otto se quedo mirando el cartel por un tiempo Elviris Pud sin tiempo que perder entraba a tienda bien lo lindo del lugar, el black sin tiempo que perder entraba mas al lugar para, saber que de que se trataba todo, mientras sus ojos recorrían el lugar el hombre se adentraba un poco mas al lugar o al sitio.

[Carlomagno Malfoy]

Malfoy no pudo evitar soltar una carcajada ante el último comentario de Gatiux; simplemente era algo increíble que todo se redujera a una disputa de género, no era algo que ella hubiese expresado explícitamente pero su actitud y forma de decirlo era lo dejaba demasiado implícito.

 

-Vamos Gatiux, estoy seguro que eres muy buena jugando al billar, tal vez estés un poco oxidada, pero debes reconocer cuando alguien te está tomando el pelo, te recuerdo más risueña.

 

El ojiverde tomó el taco y se movió hacia el extremo opuesto de la mesa del lugar donde reposaban las bolas formando una pirámide de colores sobre el paño, le dio un trago más a su bebida y dejó el vaso por un lado para inclinarse sobre la mesa y adoptar una típica posición de tiro, con el taco firmemente agarrado por su mano derecha con el brazo ligeramente flexionado por detrás del cuerpo; y el extremo frontal reposado suavemente entre la parte dorsal de sus dedos índice y pulgar.

 

Calculó tan solo unos instantes el tiro y realizó un movimiento frontal fuerte para golpear la bola blanca, que salió disparada a toda velocidad e irremediablemente chocó con fuerza con la punta de esa pirámide.

 

Las bolas salieron disparadas en todas las direcciones, había sido una apertura limpia, sin embargo, para su mala suerte ninguna de ellas se había clavado en las troneras.

 

Un análisis rápido de la situación lo hizo comprender que la opción más sencilla para continuar era comenzar por las bolas lisas… ya que sus posiciones dentro del paño eran más cómodas para tener una racha buena de tiros.

 

-Venga que te lo he dejado demasiado sencillo… si es que no te logras sacar un ojo con esto. - le dijo mientras le pasaba el taco y tomaba su bebida. -Podrías ganar en un abrir y cerrar de ojos, pero falla y no tendrás otra oportunidad.

 

Deliberadamente omitió continuar con la conversación anterior, había quedado muy claro el punto de la Malfoy y ya tendrían tiempo de platicar, era la menor de sus preocupaciones y francamente le daba lo mismo si le creía su familia o no… después de todo ya había tenido experiencias demasiado catastróficas y una muerte anunciada no era parte ya de sus temores.

 

@Gatiux

[Gatiux]

- ¿Era más risueña? Bueno, supongo que todos maduramos, y el crecer te da seriedad.

 

Suspiró apoyada sobre el nuevo palo de madera que había descolgado. Ciertamente en ocasiones no podía evitar aquella rectitud tan propia de los Malfoy, andaban por ahí con un palo en el trasero, y esto les agriaba la expresión, como si no pudieran sonreír en absoluto. Gatiux siempre se había burlado de la actitud, pero también sabía que se relajaba con quienes tenía confianza.

 

La actitud recelosa de Gatiux era la normal que tendría cualquiera que no sabe que esperar de su compañía. No supo de Carlomagno por años después de que este decidiera traicionar a los ideales mortífagos y volviéndose su enemigo, alejándose también de la familia. Tampoco conocía las nuevas intenciones de su medio hermano, podría intentar acercarse a ellos para acceder a información.

 

- Espero que por lo menos hayas dejado de frecuentar malas compañías.

 

Y por malas compañías se refería a los que veneraban al fénix, no a los mortífagos claro. Era en parte una advertencia más que una pregunta, no le gustaría enterarse que estaba de charla animada con él mientras tenía deberes por hacer con el enemigo. Apartó esa idea de la mente, no quería estar pensando en una larga partida de ajedrez, un tira y afloja, cuando había acudido al bar a relajarse. Bebió del Long Island.

 

- Es curioso. Desde que regresó Orión al pueblo, he visto a gente gente que creía que no vería nunca más. -dijo Gatiux- Si no lo conociera tan bien diría que ahora se dedica a la Nigromancia. Pero se que no ha ido a estudiar con los Arcanos.

 

Sonrió al pensar en el mortífago de ojos azules.

 

Rodeó la mesa para encarar la bola blanca, las lisas estaban a tiro como para meter un par. Agachandose sobre la mesa enfiló aquel par y empujó con fuerza la bola blanca, haciendo que las dos bolas se metieran en troneras distintas. El segundo tiro que le correspondía no tuvo tanta suerte, la bola lisa que quería meter rebotó de forma diferente a la calculada y dejó la bola en el borde del agujero. Chasqueó la lengua con fastidio, aunque le quedaba el consuelo que las rayadas no quedaban muy a tiro limpio.

 

Esperó al tiro de su contrincante. Se apoyó en la mesa mostrando las muñecas, la Marca Tenebrosa se hallaba oculta en su brazo izquierdo gracias a la magia por supuesto, en la derecha lucía un tatuaje minimalista de un planeta azul con un anillo alrededor, parecido a saturno pero sin tantos anillos.

 

- ¿Has vuelto a vivir en la Malfoy? -preguntó- Ya no vivo allí, así que no tengo ni idea de quien entra o sale. Estoy falta de cotilleos familiares.

 

@@Carlomagno Malfoy Malfoy

[Carlomagno Malfoy]

Y no quitaba el dedo del renglón… parecía que Gatiux estaba decidida a que el ojiverde soltara un poco de lengua, obviamente estaba muy recelosa y no se lo podía recriminar, si él estuviera en su lugar en ese instante probablemente ya estaría muerta.

 

-Escucha, lo voy a poner muy simple sin entrar en detalles. - Repuso el ojiverde mientras se terminaba la bebida de su vaso y cerraba los ojos tranquilamente saboreando un poco el líquido antes de pasarlo y continuar.

 

-Conozco las identidades exactas de todos y cada uno de los miembros de la marca desde hacía mucho tiempo, tal vez no conozco a los más nuevos… pero mira, aquí estás dando la cara en un lugar público completamente expuesta y no veo a ningún miembro de la orden molestándote, cierto que hay quienes sospechan; pero eso es porque eres una Malfoy, no porque yo los haya traicionado… demonios, son mi familia.- concluyó por el momento mientras le hacía señas nuevamente al camarero, solo que ahora la bebida tendría que ser doble.

 

Esperó unos minutos antes de seguir hablando, sabía que la joven no le quitaba los ojos de encima, no quería voltear a verla pues no quería intentar descifrarla, prefería totalmente escuchar lo que sea que le fuera a decir.

 

Analizó un poco la posición de las bolas y se percató que una de las rayadas estaba en camino recto hacia una de las troneras de abajo, sin embargo, a unos palmos de la bola blanca se atravesaba la bola 6.

 

Era una buena distancia para intentarlo… se movió a una posición más cómoda e hizo una inclinación con el taco semi-vertical para dar un golpe que hiciera brincar la bola blanca para pasar el obstáculo; el golpe fue seco y el objetivo se cumplió, la blanca libró a la verde y golpeó a su objetivo que entró limpiamente en la tronera.

 

-Pues es curioso que menciones a Orión… precisamente gracias a él es que estamos hablado tu y yo aquí en este momento, bueno también es gracias a tus pociones herbovitalizantes y tu cama, sin ambas cosas no me habría podido recuperar lo suficiente. Si, regresé a la Malfoy ahora que lo mencionas y a decir verdad no he visto a nadie ahí, fue una suerte (o no) la visita de Orión.

 

El Malfoy observó sus posibilidades, todas las demás bolas estaban demasiado cubiertas y no podría hacer mucho, tiró simplemente para rozar una de ellas y que se interpusiera un poco entre la misma y la lisa que estaba por meterse.

 

 

@Gatiux

[Gatiux]

Bufó. Por suerte, Gatiux era de las que protegían cuidadosamente las conversaciones desde que obtuvo el anillo. Carlomagno no se había aguantado para referirse al tema directamente y sin ningún rodeo, algo que en los tiempos que corrían podía traer más de un par de problemas. El que hubiera desconectado del mundo durante tanto tiempo lo hacía inconsciente a la cantidad de líos que originaba una simple frase aunque no tuviese que ver con el bando tenebroso.

 

La banshee miró alrededor con cierto nerviosismo, aunque hubieran querido escucharlos no podrían, ni con el anillo adecuado para ello. Los hombres en ocasiones eran demasiado brutos. Demasiado evidentes. Suspiró y negó con la cabeza. Aprovechó para terminar su bebida, y le tendió el vaso al camarero cuando éste se acercó para llevarle a Carlomagno la segunda.

 

- ¿Y por qué iban a molestarme? Soy una ciudadana ejemplar. -sonrió- Las sospechas sobre la Malfoy son todo un cliché. Hasta los Arcanos de la Universidad nos tratan mal por el apellido.

 

Aquellos poderosos magos, que se suponían que habían vivido en muchas culturas y visto tanto mundo trataban a sus alumnos según las habladurías por las que se dejaban llevar. No eran tan diferentes a aquella masa de gente que se dedicaba al chismorreo. Fue una total decepción cuando Gatiux se percató de aquel hecho.

 

- Qué fanfarrón.

 

Se le escapó una risita entre dientes, mezcla de incredulidad y sorpresa. El Malfoy había hecho un movimiento bastante complicado, con salto de una bola sobre otra, seguramente para presumir delante de la mujer de ojos amarillos de su habilidad en el billar. Carlomagno mientras tanto le contó que Orión había estado en la Malfoy y le había ayudado.

 

(Qué raro.)

 

¿Orión? ¿En la Malfoy? Era como si una pieza del puzzle se le hubiera perdido por el camino. Normalmente el mortífago no pisaría por su propio pie la Mansión. Sólo aquella vez cuando volvió el verano anterior, dando un susto de muerte a Gatiux, se le vio por allí. Debía de haber tenido una de esas predicciones extrañas que leía en el fondo de una taza. Donde los demás veían un poso con un montón de café, él veía algo que podría suceder.

 

Gatiux se negaba a creerse todas aquellas patrañas, si bien era cierto que a veces parecía estar en el lugar adecuado en el momento justo por algo más que mera casualidad. Tal vez visualizó a Carlomagno, o una visita inesperada, y sus pasos le llevaron hasta aquel encuentro.

 

- ¿Estuvisteis en mi cama y no me invitasteis? ¡Qué desconsiderados! -hizo un mohín triste nada creíble- Me alegro de que lograse reaccionar a tiempo y pudiera ayudarte. Igual aparecer en la puerta de casa medio muerto es un poco cliché, que lo sepas.

 

Esperó a que Carlomagno hiciese su tiro.

 

- Vivir en la Malfoy es solitario, yo me cansé de estar con los fantasmas. Nuestros hermanos desaparecieron, y de los demás ni se sabe. -se encogió de hombros- Si pasas un tiempo ahí te darás cuenta de eso y buscarás otro sitio más animado donde vivir.

Editado 20 de Marzo del 2017 por Gatiux

[Carlomagno Malfoy]

-Bueno la realidad no estaba lo suficientemente entero para invitarte a decir verdad de hecho solo recuerdo que llegué a la puerta y cuando desperté él me había dado una poción… eso es todo. - Comentó el hombre de los ojos verdes y suspiró mientras observaba nuevamente el paño para ver sus opciones ya que al parecer Gatiux comenzaba a desesperarse.

 

Tal vez era el alcohol o la distracción con la pequeña charla, pero el joven casi volvía a tirar, cuando se percató que no era su turno y no pudo evitar soltar una carcajada… después del tiro espectacular que había logrado, claro está con un poco de suerte; había lanzado un tiro defensivo, aunque muy pobre porque solo estorbaba una de las bolas lisas.

 

-Pues bien, cliché o no, así fue como llegué, no se me ocurrió nada más… no es que tuviera muchas opciones no sé en qué estado se encuentre San Mungo, podría haber sido demasiado arriesgado aparecer por ahí, además no quería muchas preguntas… tuve suficiente con lo que viví para encima tener que estar inventando cuentos para que me atiendan.

 

Afortunadamente el tono de la conversación iba cambiando un poco, aunque él sabía que aún no gozaba de la confianza de la Malfoy, al menos ya no se sentía tan atacado como en un principio lo cual era mucha ventaja… aunque podría cambiar en cualquier momento.

 

-Pues puede que tengas razón, es cierto que nadie se pasa ya por ahí´, pero es un patrón algo generalizado. - Mencionó el ojiverde dando una vuelta al local con sus ojos, en otros tiempos el callejón estaba atestado de gente y ni la temible e interminable guerra entre magos tenebrosos y magos “buenos” alejaba a las personas, al menos no como ahora.

 

-Creo que lo que hace falta más bien es que permanezca la gente, no sé qué se vaya si no será un círculo vicioso… siempre puedo visitar conocidos por otras partes, pero de mi hogar no me salgo, eso te lo aseguro. A propósito, creo que es tu turno y con una buena racha puedes hasta conseguir la victoria sin que yo vuelva a tirar.

 

El Malfoy le dedicó una última sonrisa a la joven y le dio un trago generoso a su bebida que por fin comenzaba a hacer efecto, al menos se sentía un poco más animado.

[Veronica Prince Rambaldi]

http://i.imgur.com/nCSKGQV.png

 

Continuaba tomando notas en mi libreta mientras bebía un trago pero seguía sin tener noticias de @. El lugar parecía poblarse un poco, lo cual había hecho que la pareja que comenzara a jugar al billar se hubiera puesto por demás de discreta. Maldije por dentro mío tantos amuletos y anillos, no creía que algo por demás de interesante fuera a salir con ellos, pero si habían insonorizado la charla quizás me había equivocado, era una pena que ni las orejas extensibles pudieran servir para algo.

 

Dejé de prestarles atención ya que no tenía ganas de jugar al oficio mudo ni leer labios, continué revisando mis notas, definitivamente tendría que ir a otro de los locales de la Gaunt. Me pregunté a cuál de ellos convendría, levanté la vista y mi atención quedó en el silencioso joven de cabellos azulados que se había quedado como perdido en si mismo. Aquello era extraño, aunque quizás esperase a alguien, como yo.

 

Guardé mi libreta y me decidí a terminar el bendito trago, las bolas del billar seguían corriendo sobre el paño y aunque no los escuchaba se notaba que se divertían, el alcohol corría y por lo visto la vieja amistad.