Mega Ayudas Sagitas (MM B: 89081)

[Ashley Peverell]

Se vió una gran explosión al lado de donde la bruja se había recargado y es que la jóven Ashley sin dudarlo al siguiente momento se había guardado la pokebola y con gran agilidad ahora enarbolaba la varita rosa que con tanto cariño le habían fabricado. Una varita que refulgía en oro y que dejaba escapar el dulce aroma de las flores pero que era capaz de ser letal si así lo proponía su feroz dueña, que lo que tenía de amable y bella también lo tenía de peligrosa.

 

Los ojos miel castaño de la jóven parecían brillar con gran poder conforme el humo se levantaba desde el mostrador que se reducía a astillas y cenizas.

 

-Me disculparé con la dueña cuando termine con esto

 

Aseguró con un tono enojado pero que al mismo tiempo pretendía ser educado.

 

-Ahora dime ¿quién está jugando?

 

Retó con firmeza.

[Hayame Snape Potter Black]

No se lo podia creer

 

-Pedazo de... tarada, pero qué te pasa!!? -chilló con rabia para despues comenzar a toser por todo el polvo y humo que se habian levantado

 

Sacudió la cabeza

 

-Se puede saber pero qué c**** estas pensando!? -recriminó rabiosa -olvídalo, tú no piensas!!- gritó

 

Al siguiente momento ella tambien había sacado la varita y apuntaba directo al pecho de su hermana menor

 

Gracioso que los colores negro y plata chocasen con el brillo y la luz del arma magica de la rubia, reflejando la naturaleza tan contraria de ambas; pero Hayame sabia que era mucho mas poderosa y con mucha mayor experiencia.

 

No por nada ya tenía tantos años consigo

 

-Como Sagitas vea lo que has hecho, nos va a matar a ambas

 

Amenazo

 

-Y yo no pienso pagar nuestros ataudes, tú tienes galeones, tu los vas a pagar -añadio aunque con un escalofrio porque sabia que la rabia de su hermana Potter Blue seria tan legendaria como su ceño fruncido

[Ashley Peverell]

-¿Ataúdes?

La Ketchum se veía alarmada ahora por las palabras de su hermana mayor que parecía bastante seria con las palabras con las que acababa casi de ajusticiarla como resultado de su ataque. Sin pensar en que todavía sostenía su varita simplemente cerró los puños y los colocó debajo de su barbilla con cara de miedo por la posibilidad de morir.

-No estarás hablando en serio ¿verdad?

Preguntó antes de comenzar a ver a los alrededores como si pensara que en cualquier momento la tan famosa Sagitas aparecería para asesinarlas. ¿Qué utilizaría, quizás ese hechizo de muerte que solo los magos oscuros utilizaban?

Sabía que la pelirroja había sido un mago oscuro en su pasado y comenzaba a preguntarse si con ello había regresado a sus mañas pero también recordaba que le había contado que la otra hechicera había sido una bruja oscura también por lo que las posibilidades de morir solamente crecían.

Y era muy joven y bella para ser asesinada de forma tan cruel y despiadada.

[Hayame Snape Potter Black]

-Tampoco estaba siendo tan literal....

Musitó la Snape con una gota de sudor en la nuca al ver el escándalo que ahora se montaba la rubia tan solo porque había comentado que como Sagitas viese como habían estallado la parte frontal de su tienda, se iba a trinar de tanta cólera que como salieran con las piezas corporales en su lugar iba a ser un auténtico milagro de todos los dioses; y aún así de forma discreta mientras su hermana se distraía pensando en todas las cosas mortales que podían hacerles, ella misma preparó su varita aguantándose la sonrisa que amenazaba con salir de entre sus labios, puesto que no quería advertirla.

-Yo tampoco quiero morir... así que entretente en algo mientras tanto!

Exclamó con animo mientras que con un giro de la varita, hacía aparecer un pequeño viento que hizo alzarle las faldas y las interiores a su hermanita terminando esta cubierta de tal manera que quedaban a la vista sus enaguas, tan largas y blancas que juraba que podían pertenecer a la abuela de ambas.

Ohhh aquello iba a ser tan divertido...

-Me preocupa hasta preguntarte el motivo por el cuál tienes tan blanca la ropa -se puso unos dedos en la barbilla y ladeó la cabeza pensativa, esperando la tormenta que se desataría de un momento a otro por su pequeña travesura- creo que comenzare a pedirte que laves mi ropa, pero recuerda hacerlo con shampoo negro, no quiero nada... como lo llams? luminoso entre mis cosas -empezó a reír

[Ashley Peverell]

La chiquilla permaneció congelada en el mismo sitio durante varios segundos en un cuenta atrás del que intentaba por todos los medios controlarse pero que sentía que fallaba miserablemente al sentir como la temperatura de su rostro subía, poniéndole de un rojo tan intenso que podría competir con una manzana gorda y madura.

Una cosa era que se metieran con ella y otra distinta que la avergonzasen de tal manera que terminara enseñando los calzones como una señorita maleducada. ¿Y si pasaba algún caballero por el lugar?.

Aquello era imperdonable en toda regla por lo que bajó los brazos pero apretó los puños hacia los lados, aún siendo incapaz de tomar el vestido y acomodarlo en su lugar puesto que temblaba violentamente de ira y le estaba costando trabajo centrarse. Ella era una señorita muy bien educada y bella pero también sabía poner en su lugar a las personas que no tuviesen la politica y la educación para tratar al resto de personas como seres civilizados.

-¡Ha...ya...me!

[Hayame Snape Potter Black]

La aludida al ver como la bomba de tiempo que era su hermana menor comenzaba a acumularse en cuanto presión (lo cuál no le convenía, pequeña menuda boba que se iba a llenar de arrugas!... y eso que hasta donde conocía a la rubia las odiaba, jojo) salió corriendo en dirección de lo que sobrevivía del mostrador de la tienda y dió un salto grande para deslizarse hasta caer en el suelo del otro lado, ya cubierto de escombro por el anterior estallido de la menor.

Sabía que se las estaba jugando, pero... es que hacía tanto tiempo que no tenía ni un poco de acción que el simple hecho de sentirla le hacía hervir la sangre de emoción y alegría!! Era como refrescarse la cara una mañana calurosa

-Siii?

Inquirió la bruja asomando el rostro del borde de la mesita con los dedos puestos en la orilla y a los lados de su cara, con el gesto más inocente del que disponía y que solía utilizar para engatusar a Sagitas cuando quería sacarle algo

Que era cosa buena el saber hacer ojitos de cachorro apaleado para estirar del brazo a su hermana de cabellos morados para convencerla de comprarle cuanto bicho nuevo viese en todo mostrador y sabía que podía convencerla; aunque dudaba que esa misma técnica funcionase en aquella bruja rubia que tenía de bonita lo mismo que de enojona. Al parecer y si existía una chica que podía superarla en cuanto a rabiosidad

Ahora se preguntaba... ya estaría vacunada contra la rabia?

[Ashley Peverell]

-¡BOMBARDA!

Estaba bastante harta con lo que había hecho su hermana y no le iba a dar la oportunidad de seguirse burlando de ella justo cuando se había tomado la enorme molestia de saludarla al verla en aquel sitio que tenía que admitirlo, ahora era un enorme desastre por su culpa por no añadir que había hecho saltar el muro detrás de la hechicera de cabello rojo a la que le caerían unos muy buenos pedazos.

Pero se lo merecía.

Comenzó a acomodarse el vestido para que tapase bien sus piernas, farfullando lo ofendida que se sentía por haber acabado enseñando las enaguas y aliviada al mismo tiempo de saber que se encontraban a solas, dejando de lado el hecho de que le había dado frío y vergüenza. Respiró profundo y limpió un poco su varita amada para volver a apuntar en la dirección donde se encontraba su hermana mayor entre el polvo que se había levantado por los destrozos.

Cómo en las películas de muggles alzó ambos brazos por delante suyo para sostener la varita con las dos manos y componer un gesto similar al de la policía, acercandose paso a paso y dejándo que el sonido de sus zapatos fuese lo único que le dijera a la mayor que caminaba en su dirección.

-¡Sal ya Hayame!

Ordenó con firmeza

[Hayame Snape Potter Black]

La Snape apenas y tuvo tiempo de poner los ojos como platos antes de tirarse a piso y agitar su varita con la prisa y la agilidad que tantos años de batallas y de bandos le habían dejado adquirir

-Protego!

Las enormes piedras y trozos de la pared detrás suyo se sostenían por arte mágico sobre su cabeza y de poco a poco se asentaban entre ellas para producir un hueco donde la chica podía estarse a salvo sin ser aplastada; un movimiento de varita nuevo y todo aquello salió disparado en todas direcciones de forma que ya no pudiesen caerle encima pero terminó tosiendo con fuerza al sentir como el polvillo ingresaba en su nariz y boca.

Definitivamente sabía horrible

-Estás loca, qué te sucede!!? -gritó ante un mostrador que ya no existía y del que solo quedaban piezas tiradas aquí y allá; se puso de un horrendo color azul, en verdad que iba a quedarse totalmente pobre en cuanto Sagitas descubriese lo que aquellas dos habían hecho con su amada tienda.

Mas que un negocio ahora parecía zona de guerra y un ligero dolor en la garganta era casi presagio de que sería asesinada de una manera muy poco agradable

Se hizo el cabello hacia atrás y se movió a gatas hasta quedar detrás de otra roca enorme donde podía protegerse

-En verdad... tú serás la que le explique a Sagitas porque su hermoso sitio ahora parece que lo hubieran visitado los trolls! -agitó una mano asomándola solo un instante por detrás de su protección para esconderla de regreso al siguiente momento

Ambas estaban bien, bien muertas

[Ashley Peverell]

La educada y hermosa jovencita de rizos de oro se sacudió las faldas y empezó a limpiar su preciosa y amada varita rosada y dorada con un pequeño pañuelo blanco como su alma, esperando que las motas de polvo que le habían quedado por los derrumbes pudiesen desaparecer rápido.

Definitivamente no le gustaban las cosas sucias y con cada momento que seguía a la mayor de su hermanas reafirmaba el hecho de que parecía que la mugre y el lodo perseguían a Hayame por donde fuese que anduviera con esas enormes botas negras.

Ahora que lo pensaba ¿porqué era que le gustaba tanto el color negro? habiendo otros tonos tan bonitos y que seguramente resaltarían con su color de piel y cabello, algo así como un verde pasto o quizás el dorado de Gryffindor que a ella le gustaba tanto. Sonrió observando la tienda, tal vez le darían un toque más cálido y de mayor prestigio si se pusieran a reconstruir los destrozos y pintasen todo de rojo y dorado de manera que cuando la dueña fuese a verlas se encontrase con que le habían hecho un favor al reconstruirle todo y dejarlo todavía más bonito que antes.

Sonrió una sola vez pero al percibir como su otra hermana se asomaba volvió a sacudir la varita en su dirección con que el resto de rocas grandes y pesadas que se sostenían precariamente sobre la vampiro terminaron por encimársele.

-Nadie te dijo que podías salir todavía.

[Hayame Snape Potter Black]

-Si, obvio que no puedo salir todavía

Gruñó la Snape recargada en una de sus manos mientras sentía el peso de otras nuevas piedras que la aprisionaban contra el piso ya que se había olvidado que protego era para hechizos y no cosas más duras aunque sabía de Potter que había usado ese hechizo para separar a dos personas, pero bueno...

Quién era ella para cuestionar la sabiduría de magos más grandes que ella y que en esos momentos no estaban siendo aplastados como ranas en laboratorio por un montón de rocas de escombro sacadas de unas horrendas explosiones provocadas por la chiquilla de caracter pesado y explosivo de la Ketchum?

Aunque seguía insistiéndo e imaginandose a una Sagitas potter Blue totalmente mosqueada al ver que su amado Mega Ayudas en la parte interna ahora parecía estar a punto de ser remodelado y del cuál probablemente no iba a tardar demasiado en ser demolido

Pero no podía ser demolido, aún le quedaban unos meses más de actividad antes de que tuviera que meterle las reformas y su hermana no iba a agradecer que se las adelantaran!!!

-Ashhhh!! -llamó la mujer sin querer moverse de donde se había supuestamente ocultado- en verdad, no podemos parar de una vez y arreglarlo todo?

Inquirió

-Sacaré la banderita blanca si quieres!!