Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)

[Tamarindo]

Yo... que tan tranquila había entrado aqui a pedirle a mi Sugus (sagitas) que me diera un café o un té... y ahora heme aqui, en el suelo petrificada. ¿Qué habia hecho yo para merecer estoe ataque tan gratuito? Si apenas me había movido del sitio porque yo no queria meterme en medio de ese lio.

 

Yo solo quería té o café.

 

Que ni siquiera tengo varita encima porque no la suelo llevar cuando salgo a por café o té. T_T

 

Me eché a llorar por dentro, porque obvio, petrificada creo que por fuera no podía llorar, (?)

Ya la liaste Tama. Por qué tuviste que meternos en este lio?

Narradora mia, ahora mismo no estoy yo para estas broncas

Pues te la mereces, por meterte en todos lados y ponerte como loca a pedir café... ¿En una tienda deviajes?

Pero es una tienda de Sugus, seguro que me invitaba a algo

Claro, tu mientras te inviten, lo que sea, no?

Oye, no te pases... estoy aqui petrificada y llorosa y tu te metes conmigo. Mala narradora!

Mejor te dejo sola... a ver cómo te las arreglas para salir de esta

Pues como no me saque otro... yo aqui me quedo hasta morirme, no?

 

Después de hablar con la narradora, estaba agotada, y no sabía qué hacer... Si al menos hubiese caido en una postura cómoda para echarme una siestecita... Pero ni asi. No había forma. Y menos con el señor ese loco haciendo tanto ruido intentando raptar a la chica esta que estaba medio despejada. ¡La queria secuestrar! ¡Será malvado el señor ese! v_v

[Kutsy Stroud Lenteric]

Tras finalmente recuperar la conciencia descubrí que la mujer que alegaba con aquel mago desconnocido, era Saguitas… Aun recordaba mi primer encuentro con ella en el ministerio, sin embargo el más significativo había sido cuando ingrese por segunda vez a la orden. Por lo que comprendí el pequeño silencio que acompaño el comentario que dejo inconcluso mas la calma duro demasiado poco porque aunque el estruendo que causó el que ella cerrara el local con magia le dio tiempo suficiente a él para que hechizara a la mujer, Tamarindo, que intentaba alcanzar.

 

Aún estaba confusa y no tenía idea de donde se encontraba mi varita que cerré los ojos con fuerza poco antes de que su hechizo impactará de lleno contra mí, sólo alcancé a pronunciar un nombre que sobre todo pronostico vendría en mi auxilio aun eso significaba poner su propia vida en peligro –Dunkel… –mis labios se cerraron una vez más y todo se volvió oscuro dejando que todo a mi alrededor perdiera importancia.

 

Tras un parpadeó un elfo apareció en medio de todo ese caos, los segundos parecían transcurrir con una lentitud casi desquiciante por lo que la pequeña criatura solo alcanzo a tomar de la ropa a aquel hombre que llevaba entre sus brazos el cuerpo laxo de la matriarca Lenteric y desaparecer con ambos magos fuera de lo que le pareció la mujer que apuntaba con una varita a Leandro era el verdadero peligro, así que traslado a Kutsy y Leandro fuera del local llevándoles a la cabaña de la mujer de cabellos negros.

[Sagitas E. Potter Blue]

¿Pero tan vieja patosa debo parecer para que el muchacho lanzara un Silencius y pretendiera que me quedara callada igualmente? Aquel muchacho se había pasado de listo. Por algo no me callo ni bajo el agua, así que en cuanto sentí que me mandaba callar mediante aquel efecto, pensé en una Maldición.

 

Sí, así como suena. Ya... Ya sé... Soy de la Orden del Fénix, soy buena, pienso en el Bien mayor y tal... ¡Y un carajillo! Aquel muchacho había tenido el valor de hacerme callar, brevemente, por supuesto, puesto que su efecto apenas duraría un minuto, pero sí duraba mucho más del tiempo que me gusta a mí estar callada. Además, nadie entra en un negocio mío, agrede a una fémina (a quién, por cierto, me parecía conocer de algún sitio. ¿Sería en la Orden?), agrede a una amiga (bueno, Tama es casi amiga, porque me roba los dulces, así que baja un poquito el escalafón, pero para esta historia, digamos que es una amiga con pleno derecho) y pretende escaparse...

 

Por eso, entré en furia y le lancé la Maldición que había aprendido en el Libro de la Sangre. Sí, bueno, tal vez un poco abusica pero es que cuando me enfado no soy yo... O tal vez soy más yo de lo que me gustaría... Era un Efecto No Verbal, imposible librarse de él, como a mí me había sido imposible librarme de su Silencius.

 

Es por eso que intentó petrificar a Tamarindo y no lo consiguió. Su rayo maleficio alcanzó a mi amiga pero tan mal pronunciado que no tuvo ningún efecto sobre ella. Pero lo que hace la sugestión... Tama estaba en el suelo, quieta, sólo moviendo los ojos y pensando feo. Bueno, eso me lo imagino, pero es que la conozco bien y seguro que estaba mentando algún familiar directo del muchacho o, peor, de la mía...

 

El Desmaius (eso intuí que decía con su lengua de trapo) tampoco funcionó. El muchacho pretendía escapar pero no sabe que, si yo quiero, mi negocio está cerrado a cal y canto.

 

-- Lo siento, tú de aquí no te vas; suelta a ... -- ¡ahora recordaba su nombre...! -- a @@Kutsy Stroud Lenteric, ¡ay de ti como le toques un pelo o le hagas daño!

 

¿He dicho que mi negocio está cerrado a cal y canto? Pues sí pero siempre se me olvidan que los elfos domésticos entran en todas partes. Esa criatura, llamada por mi compañera de bando, entró y se llevó a los dos antes de que yo pudiera decir "¡Leñes!". Lo dije, pero después que todos hubieran desaparecido.

 

-- ¡Leñes! ¿Has visto eso, Tama? Tengo que aprender a blindar las puertas contra elfos y amigas devora donuts... ¿Aún sigues en el suelo...? Vamos, mujer, levanta, que no te dio el hechizo... Aunque si tanto te lo crees, te preparo una poción de mandrágora para tu afectación psicológica porque no estás petrificada. Sabe horrible, Tama, así que tú decides si quieres Mandrágora o un café.

[Tamarindo]

Ahora que ya no estaban esos dos.. sobre todoel niño malo ese... como que mi cuerpo se relajó y ya me movi... Anda, pues si que no me habia dado, XD será que me dio miedo y me quedé rigida o algo, no sé, en fin...

 

--No no, a mi dame el café, que a eso vine.

 

Anda que me iba a dar brebajes extraños y de sabores malos. Iba a ser yo tonta de aceptarlos sin necesidad, faltaría mas.

 

--Pues, no sé si vi bien, pero parece ser que el niño es malo y se le da muy mal la magia. Creo que ... creo que no sabe muy bien como funcionan. O puede que ni tenga estudios, como yo... pero al menos no voy lanzando tonterías con la varita... mejor pido café en los locales, es mas eficaz (?)

 

Me levanté del suelo, porque creo que ya me miraba feo de estar ahi tirada comodamente... me sacudí la ropa, el suelo estaba muy sicio... desde cuando no limpiaban por aqui?

 

--Oye, deberían tus elfos limpiar por aqui mas, que mira como me puse la ropa. Toda sucia. A todo esto... ¿Y el café? Tambien me vale el té si prefieres...

[Anthony R. Dracony M.]

El peliverde regreso de nuevo al local, esto de que Shena Cindy también tenía sus ocupaciones personales, les obligaba a esperar cuando era necesario actuar como pareja y él había tenído que ir a su encuentro para luego llevarla a la agencia que pertenece a su tía @

 

Suele cumplir sus promesas y él había asegurado a su novia y ahora esposa, un viaje singular aún más extraordinario que su boda y el crucero que con ayuda de su tía organizó. Este era el conocidísimo viaje de Luna de miel y si el nombre definitivamente no le gustaba, lo que si desea es estar con la bella Cindy en un viaje por el mundo. (Algo parecido al viaje alrededor del mundo en 80 dias!! )

 

Y al parecer también era idea de Shena Cindy, proponer una especie de alianza entre ambos propietarios, esperaba que su tía, no montará en cólera y les mandara alguna maldición...

 

--Tía! tiiiiaaa ¿ya esta mi té? --Pregunto con una sonrisa y del brazo se encontraba con él Shena Cindy, sonriente y muy hermosa, lo cual lo ponía muy orgulloso a él. --¡Hola @Tamarindo! ¿qué tal? que gusto verte

[Shena Cindy de Ryvak M.]

No, no, no...a pesar de contar con la elfina Tami, los empleados del hotel y buenos compañeros en el Ministerio, aún así, se llenaba su agenda de actividades que era un horror.

 

Por eso se sentía aliviada cuando podía salir de la rutina y hacer diferentes actividades con su amado novio y esposo, era sin duda alguna, de las alegrías enormes que la hacía sonreír amoliamente.

 

Sabía por los tramites realizados de su pasada boda, que la tía Sagitas era dueña de una agencia de viajes y como aún estaba pendiente el anhelado viaje de luna de miel, acepto gustosa acudir a ese local.

 

Se encontró con Antoni y colgada de su brazo, fueron juntos a la agencia.

 

Llego Antoni pidiendo un té y le dio a ella gracia, así que río divertida.

 

--Hola tía Sagitas!♡--le dió un abrazo cariñoso--hola Tamarindo!que tal?

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Menos mal! Tamarindo prefería el café al zumo de mandrágora. No es que sea tacaña pero el zumo de esa planta me había costado muchos galeones mientras que el café era casi gratis así que podría darle todo el que quisiera. Le ayudé a levantarse del suelo.

 

-- Por supuesto, Tama, tú eres más prácticas y no chuleas de magia con nadie. Estoy segura que en una pelea entre tú y yo, tú ganarías porque tienes... improvisación.

 

No era cierto, seguro, pero por si acaso, no me pelearía con ella. Era lo suficientemente asocial como para buscar soluciones anormales e ilógicas y que, además, le funcionaran. Así que decidí seguir siendo su amiga, aunque se tomara mi café y se comiera mis donuts. Ahora, que insulte a mis elfos, no. Por ahí no paso. Fruncí el ceño.

 

-- No mientas... Estoy segura que venías sucia de fuera, tengo el suelo limpìo como la patena. -- ¡Demonios! ¿Qué era la patena? No lo sabía pero así era el dicho muggle.-- Nada de té. Café, que a mí también me apetece y no voy a hacer dos cosas.

 

Pero cuando parece que el café iba a ser la bebida del día en la Agencia de Viajes, llegaron mis dos sobrinos preferidos y me pidieron té. Enarqué la ceja, decidiendo si enfadarme por tener que preparar té ahora para todos o si ponerme feliz por verles a los dos, sanos y salvos, de vuelta del viaje de boda. Decidí que cuesta menos ser feliz que enfadarse, así que sonreí a los tres.

 

-- ¡Vale, té para todos! Acomodaros en los sillones que enseguida vuelvo.

 

Les dejé acomodarse y después volví, con una enorme bandeja de té con pastas. Ofrecí primero a mis dos sobrinos porque sabía que, en cuanto le diera a Tamarindo, desaparecerían todas. Me senté en una silla al lado de Tama, frente a los dos recién casados.

 

-- Bueno, decirme... ¿Qué tal el viaje de novios? ¿Quedasteis satisfechos?

[Anthony R. Dracony M.]

Cuan feliz me hace escuchar la afirmación de mi tía para servirnos té, nos dice que nos sentemos y muy gustosos nos acomodamos en esos sillones que estan de lujo.

 

Me parece que el día de mi tía, también tiene sus problemitas, porque le pareció ver a tribulación en su rostro, lo mejor fue que ahora luce contenta y eso es algo que le calma.

--Y dime Tamarindo, que tan aficionada eres a los viajes, ¿has visitado el extranjero?--Pregunto a la joven, que me es muy simpática.

 

Llega mi tía y me pongo contento al tomar la taza de porcelana con un aromático té rojo...también Shena toma la suya y es cuando su tía Sagitas, se sienta junto a Tama y nos hace su pregunta.

--Gracias tía me gusta mucho el té, pues ¡fue genial! Estuvo de lo mejor, aunque creo que por ahí hubo un pequeño problema con unos caballos que abordaron al yate, nuestros elfos dieron una buena limpieza a todos los camarotes que se usaron y también a la cubierta, así que yo estoy más que satisfecho ¡Estoy contentísimo! ¡Muchas gracias tía! te luciste! hasta hubo edecanes de ambos sexos y muy elegantes sus uniformes, le dieron realce al servicio y al crucero en si.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Sujeto su brazo y me siento soñada...con lo que me encanta ir con él y mejor si puedo mostrarme como chica enamorada que desea gritar a los cuatro vientos que este chico me gusta, que es muy guapo y que es mio!^^♡

 

Ver la cara sonriente de tía Sagitas, me anima a mostrar lo feliz que estoy. Agradezco a Antoni, que sostiene mi mano y se sienta al lado mio, muy juntitos a pesar que es un sillón bastante ancho.

 

Vuelvo a tomar su brazo de él, por el simple placer de que me vean encaramelada. Creo que para los demás es normal vernos de la misma forma y veo que Antoni inicia conversación con Tamarindo.

 

Con alivio veo que Sagitas no solo trae té, también me acerca una charola con ricas pastas que tomo con alegría, hasta hora ya siento que mi estomago tiene hambre...será mejor ir a un restaurante, pero primero sanjear los asuntos que nos han traido aquí.

 

Con mordiditas pequeñas a las pastas, para que me duren más y no se den cuenta de mi hambre (? Voy disfrutando de ellas mientras Antoni habla...aunque lo que dice, es también mi sentir y opinión.

[Tamarindo]

Menos mal que La Sugus hacia caso a los nuevos clientes de traernos té, porque era l que queria desde un principio... y mientras esperábamos el té, Antoni me hizo una buena pregunta.

 

--Pues resulta que soy de Canadá, y que me vine a este pais hace años por un amor queme ha dejado tirada en la miseria... aunque sigo viviendo con mi suegra, Cosas de la vida... Mas allá de eso no, no he viajad omucho... es que me muevo menos que un caracol en una maceta.

 

llegó el té y me quedé mirando con carita de perrito bonito y tierno porque las galletas no llegaron a mi primero... esta señora me conoce bien v_v

 

Cuando al fin pude coger pastas, me llené lasmanos para dejarlas en el regazo y luego pillé mi taza de té y me puse a beberlo.

 

--Mmm, delicioso... mira que te costó hacerlo desde un principio... v_v''

 

Y me quedé mirando como charlabanm... si yo solo había entrado a este sitio a por un poco de té...