Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)

[Leandro Malfoy]

La resaca dela día anterior y la imagen de una niña rubia de ojos azules como cielo no lo dejaban en paz , lo único que sabía era que debía volver a aquel lugar una vez más, no sabía de qué se trataba, no sabía para Qué pero lo intuía, su humanidad y su licantropía por primera vez se ponían de acuerdo.

 

"¿Será Litah?" Se preguntaba constantemente pero aquella niña...esa imagen no tenía nada que ver con la morena de quien se había enamorado durante su anterior estadía en el mundo mágico.

 

Leandro Malfoy pisaba de nuevo las tierras mágicas sin saber el motivo exacto pero estaba seguro de que lo debía hacer.

 

El lycan paseaba por el callejón Diagón buscando algo que no sabía, eso lo recordó a una leyenda de ese mundo, Harry Potter, él buscaba horrocruxes, sin embargo no sabía que forma tenía, supuso entonces que sería algo similar, que su instinto o lo que sea le indicaría eso que buscaba cuando esté lo suficientemente cerca de ello. Así que siguió caminando hasta que se detuvo en seco en frente de una agencia de viajes y sin pensarlo se adentró en el lugar, en ese mismo instante supo que estaba cerca, se paró justo en frente de la puerta ya adentro de la agencia y recorrió el lugar con su mirada, sentía que el corazón le iba a salir del pecho, latía tan fuerte que dolía el pecho, necesitaba una botella ya.

 

-Disculpe...-dijo con la voz grave y ronca pero sensual en cualquier hombre que lo caracterizaba. Tocando el hombro de la mujer que se encontraba a unos cuantos pasos de él. No sabía porqué lo había hecho en realidad pero necesitaba ver su rostro.

 

@@Kutsy Stroud Lenteric

[Leandro Malfoy]

La resaca dela día anterior y la imagen de una niña rubia de ojos azules como cielo no lo dejaban en paz , lo único que sabía era que debía volver a aquel lugar una vez más, no sabía de qué se trataba, no sabía para Qué pero lo intuía, su humanidad y su licantropía por primera vez se ponían de acuerdo.

 

"¿Será Litah?" Se preguntaba constantemente pero aquella niña...esa imagen no tenía nada que ver con la morena de quien se había enamorado durante su anterior estadía en el mundo mágico.

 

Leandro Malfoy pisaba de nuevo las tierras mágicas sin saber el motivo exacto pero estaba seguro de que lo debía hacer.

 

El lycan paseaba por el callejón Diagón buscando algo que no sabía, eso lo recordó a una leyenda de ese mundo, Harry Potter, él buscaba horrocruxes, sin embargo no sabía que forma tenía, supuso entonces que sería algo similar, que su instinto o lo que sea le indicaría eso que buscaba cuando esté lo suficientemente cerca de ello. Así que siguió caminando hasta que se detuvo en seco en frente de una agencia de viajes y sin pensarlo se adentró en el lugar, en ese mismo instante supo que estaba cerca, se paró justo en frente de la puerta ya adentro de la agencia y recorrió el lugar con su mirada, sentía que el corazón le iba a salir del pecho, latía tan fuerte que dolía el pecho, necesitaba una botella ya.

 

-Disculpe...-dijo con la voz grave y ronca pero sensual en cualquier hombre que lo caracterizaba. Tocando el hombro de la mujer que se encontraba a unos cuantos pasos de él. No sabía porqué lo había hecho en realidad pero necesitaba ver su rostro.

 

@@Kutsy Stroud Lenteric

[Kutsy Stroud Lenteric]

Los recuerdos pueden resultar sumamente peligrosos… pensé sin mirar realmente nada en especifico en aquel lugar, no había algo que llamara en concreto mi atención y lo peor... el tiempo no parecía en lo absoluto estar de mi lado que la agonía resultaba tan pesada, pero me concentré en seguir inhalando y exhalando de forma tan regular como mis pulmones me lo permitían y continué absorta en aquella tarea que se había tornado complicada.

 

De pronto el tacto de otra piel me trajo de vuelta de forma precipita que di un respingo delatando mi sorpresa y luego giré el rostro para mirar a quien había hecho tal cosa. Fui incapaz de reconocer al hombre que me miraba como si necesitara una copa de alcohol, su aliento lo delataba, todo él apestaba a esa sustancia que embotaba mis sentidos un poco más y que de alguna manera hacía todo más sencillo, mas llevadero, que con facilidad conseguí esbozar una sonrisa, un patético intento por ocultar que estaba destrozada y no me quedaba nada más que Emma en el mundo.

 

–¿Quién es usted? –Inquirí parpadeando un par de vez, la vista se me nubló y la realidad se desdibujó con tal rapidez que fui incapaz de saber con exactitud si aquella sensación de vacío representaba mi rendición. –Emma… –fueron mis últimas palabras antes de que mi conciencia me abandonara y me entregara a la negrura que me trago por completo.

 

@@Leandro Malfoy

[Sagitas E. Potter Blue]

Antony me había pedido un té y había tardado mucho en hacerlo. En mi defensa, no quería un té cualquier y fui a adquirir el mejor té para mi sobrino [justificando dos meses de ausencia]. Entré en la Agencia con una sonrisa de oreja a oreja con un aromático té de hierbas en un termo.

 

-- ¡Lo siento, no había café! -- dije a mi sobrina Helike, con una sonrisa de oreja a oreja. Pero la sorpresa me la llevé yo. No estaban, o se habían ido por mi tardanza o se habían escondido.

 

Quien sí estaba era @Tamarindo, creando un escándalo como siempre ella solita armaba. Dejé el termo encima del mostrador y me acerqué a ella.

 

-- ¿Qué quieres, Tama? ¿Un café? ¿Por qué no vas a un bar? Aquí te puedo vender un café en un país extranjero pero estoy segura que te costará muy caro.

 

Le sonreí a sabiendas que su economía no estaba muy a flote en aquellos momentos, aunque seguro que pronto cobraría las ganancias de su negocio de arte y se podría permitir un viaje bien lejos.

 

Ella no era un buen negocio por mi parte porque, al ser amiga, no le iba a cobrar e invitarla a un café me saldría carísimo.

 

-- ¿Y no puede ser a un té? En el termo tengo uno calentito...

 

En ese instante entraron dos personas a la Agencia. Les contemplé, intentando comprender si necesitaban de mi ayuda en algo o sólo venían a mirar folletos o... a saber. Parecían desconocidos entre sí pero...

 

-- Bueno, Tama, ¿te decides o no? ¿Té o café?

 

Juro que sólo dejé de mirar dos segundos pero algo ocurrió puesto que la muchacha cayó redonda al suelo.

 

-- ¡¡Demonios desdentados!! -- perjuré, aunque me había prohibido miles de veces el hacerlo. No debía mencionar a los demonios. LLegué hasta ella y le puse un cojín de raso rojo bajo la cabeza. -- ¿Qué le hiciste, muchacho?

 

Estaba algo asustada porque le pasara algo en mi negocio y tuviera problemas con el Ministerio.

 

-- ¿Se puede saber qué le ha pasado? ¿Se llama Emma? Porque usted seguro que no se llama Emma... ¿Quiénes sois? ¿LLamo a San Mungo? Tama, di algo...

 

Esperaba que ahora no fuera algo parecido a "quiero té" porque le tiraba el termo a la cabeza.

[Tamarindo]

--Pues si tienes té... me vendría estupendo. No es café pero por algo se empieza...

 

Creo que despues de la mirada que me echó Sagitas al decir eso... me quedó claro que no era lo que esperaba que dijese.

 

--¿Qué? Es que me preguntaste, y despues de pensarlo... pues me conformo con un poco de té.

 

Me da que seguía sin ser lo que tenía que contestar, que estaba con un cuerpo en el suelo y algo intentaba decirme. ¿Qué la atienda? Si yo no sé nada.

 

--Oye, dale del té del termo ese que tienes, a ver si asi revive. Quien sabe si con eso vuelve en si la chica esta. La verdad es que ni sé que ha pasado. Yo solo queria cafe, y vine aqui a aprovecharme de que siempre me invitas a un poco de todo.

 

me encojí de hombros y esperé a mi té. Aunque por la situación, creo que iba a tardar un poquito de tiempo...

[Leandro Malfoy]

La bruja se asustó pero logró su cometido, pudo ver su rostro y quedó helado por unos segundos, sintió el impulso de abrazarla y llevarla con él para siempre mientras miraba sus ojos bicolores que llamaron tanto su atención, era ella, era aquella mujer quien lo había traído de vuelta, lo sentía, Leandro sintió que era esa bruja porque su corazón saltó fuerte en su pecho. Aunque todavía no se explicaba porqué no tenía el pelo rubio y los ojos azules, tal vez fue así de niña y ahora se tiñó el pelo y se cambió el color de un solo ojo, no lo entendía del todo pero sabía que era ella y eso bastaba.

 

-Soy Le...¿Emma?

 

El castaño quedó atónito, justo antes de que el cuerpo de kutsy tocará el suelo, Ele la sostuvo en sus brazos y entonces ocurrió lo inevitable, se acercaron dos personas, primero una, alterada y asustada y luego otra, a quien al parecer no le importaba mucho la salud de Kutsy.

 

Leandro sólo negó con la cabeza mientras le preguntaban Qué había pasado, y la verdad era que él no sabía porqué la Stroud se descompensó. Entonces se irritó conda tantas preguntas y decidió llevar a kutsy de ahí donde solo él pudiese cuidar de ella.

 

-No llame a nadie, no sea escandolosa, es mi mujer y sólo to puedo curarla.

 

Se puso la capucha negra por la cabeza, la levantó en sus grandes brazos y miró a las dos mujeres en frente de ellos -ni una sola palabra de esto a nadie...entendido?- dijo alzando la voz y mirando con severidad a Sagitas y Tamarindo.

 

@@Kutsy Stroud Lenteric @ @@Tamarindo

[Leandro Malfoy]

La bruja se asustó pero logró su cometido, pudo ver su rostro y quedó helado por unos segundos, sintió el impulso de abrazarla y llevarla con él para siempre mientras miraba sus ojos bicolores que llamaron tanto su atención, era ella, era aquella mujer quien lo había traído de vuelta, lo sentía, Leandro sintió que era esa bruja porque su corazón saltó fuerte en su pecho. Aunque todavía no se explicaba porqué no tenía el pelo rubio y los ojos azules, tal vez fue así de niña y ahora se tiñó el pelo y se cambió el color de un solo ojo, no lo entendía del todo pero sabía que era ella y eso bastaba.

 

-Soy Le...¿Emma?

 

El castaño quedó atónito, justo antes de que el cuerpo de kutsy tocará el suelo, Ele la sostuvo en sus brazos y entonces ocurrió lo inevitable, se acercaron dos personas, primero una, alterada y asustada y luego otra, a quien al parecer no le importaba mucho la salud de Kutsy.

 

Leandro sólo negó con la cabeza mientras le preguntaban Qué había pasado, y la verdad era que él no sabía porqué la Stroud se descompensó. Entonces se irritó conda tantas preguntas y decidió llevar a kutsy de ahí donde solo él pudiese cuidar de ella.

 

-No llame a nadie, no sea escandolosa, es mi mujer y sólo to puedo curarla.

 

Se puso la capucha negra por la cabeza, la levantó en sus grandes brazos y miró a las dos mujeres en frente de ellos -ni una sola palabra de esto a nadie...entendido?- dijo alzando la voz y mirando con severidad a Sagitas y Tamarindo.

 

@@Kutsy Stroud Lenteric @ @@Tamarindo

[Kutsy Stroud Lenteric]

La oscuridad resultaba tan apacible que en realidad desistía de la idea de volver, de regresar a esa realidad que me dolía llevar. De algún modo sabía que estaba siendo cobarde de una forma vil, pero no quería sentir como el aire luchaba por entrar a mis pulmones, de cómo cada día que pasaba la tristeza aumentaba en vez de aminorar, de cómo las horas pasaban tan lentas y mis pensamientos evitaban a costa una sola palabra.

 

Mas de entre todo mi desanimo pude contemplar el tierno rostro de Emma. De ese pequeño ser que me anclaba a ese sitio donde las emociones resultan por demás abrumadoras y donde persistían mis ganas de desaparecer, de correr tan lejos… Sin embargo, eso ya lo había hecho muchas veces y en esta ocasión no me permitiría tal osadía.

 

Jamás se huye aun cuando todo parezca adverso, ese era el pensamiento con el que cada mañana despertaba, con llanto en los ojos y una pesada carga en el corazón. Era fuerte eso siempre lo había demostrado que aunque no lo anhelaba abrí mis pupilas justo en el momento que aquel mago que desconocía me tomaba en brazos y hablaba con una mujer que no conseguía ver.

 

Sentía que todo me daba vueltas, tenía nauseas pero lo que alejo esos malestares fue la declaración del hombre que me cargaba –suéltame…–exclamé con voz pastosa que realmente me escuche patética –ahora – comencé a removerme hasta que conseguí precariamente sostenerme por mi misma –¡yo no soy tu mujer! –Exclamé ahora más compuesta, quizás para las dos mujeres que miraba la escena, entre él y yo, pensarían que se trataba de una pelea entre dos amantes que han tenido un mal momento.

 

@@Leandro Malfoy

[Sagitas E. Potter Blue]

Erre que erre, mi amiga Tamarindo insistía en el té. Le sonreí desde el suelo, donde contemplaba el cuerpo de la muchacha, con la mirada de "Te voy a dar a ti té, ya verás como le pongo un laxante para hipopótamos..." Pero en ese momento, el muchacho me contesto en un tono tan brusco que volví la mirada hacia él, confusa.

 

-- ¿Me acabas de llamar escandalosa? ¡¡Será posible!! La última persona que me insultó en mi negocio se encontró dentro del estómago de mi basilisco sin saber cómo había llegado allá -- le amenacé, aunque los que me conocían, en ese caso sólo Tamarindo, sabría que era en balde. En el fondo soy buena, muy en el fondo por cierto... -- Ni se te ocurra llamarme escandalosa. Seré todo lo escandalosa que quiera en mi propio negocio.

 

 

El muchacho se levantó con ella en brazos y utilizó un tono de amenaza para hablarnos a Tama y a mí. Abrí la boca, toda ofendida, sin salirme ni una palabra del disgusto que me causaba su actitud

 

-- ¡Eh, tú, muchacho! Dudo que puedas hacerme callar. Diez años en este pueblo y todo el vecindario entero no lo han conseguido. A ver si te crees que un desconocido me va a hacer callar. No dudo de tu maestría como sanador, pero deja a esa muchacha en este sofá antes de que te haga bailar un tarantellegra.

 

En la mano derecha lucía mi arma mágica, en apoyo de mis palabras... Mi varita había aparecido en ella como por arte de magia. Nunca (o casi nunca) salía de casa sin ella. Para más desconcierto, la mujer se despertaba y dijo, gritó en realidad, que no era su esposa, como él había afirmado antes. Hice un movimiento de la varita y las puertas se cerraron, las persianas se bajaron y dejaron un cierto ambiente de penumbra en el local. Estaba bien segura que aquel chico era demasiado joven para Aparecerse así que tendría que utilizar la magia para traspasar la puerta y mi magia era muy poderosa. Había utilizado magia muy avanzada para que un simple Alohomora la burlara...

 

-- Muchacho... Estás en un lío. Nadie se aprovecha de una chica delante de mi persona. Las mujeres nos debemos un respeto y nos cuidamos entre nosotras. Y más si... -- iba a decir "si es de mi bando" pero eso hubiera sido un error. -- Si es dentro de mi negocio. Tú, chica, aléjate de él. @@Tamarindo , ¿puedes ayudarla, por favor?

 

La muchacha se había logrado incorporar aunque se la veía algo mareada.

 

-- Espero que no seas el causante de su estado, muchacho, porque lo lamentarás. -- Mi mirada era dura; no era la Sagitas sacerdotisa en ese momento sino la sombra oscura que a veces me atenazaba, cuando me enfadaba.

[Leandro Malfoy]

Era más que obvio cómo reaccionaría Sagitas, era mujer y un desconocido estaba siendo descortés con ella, obviamente tenía que reaccionar de manera escandalosa. Lesndro trató de mantenerse calmado y aguantar el gran escándalo de aquella mujer. Rodó los ojos mientras escuchaba su amenaza con un basilisco, aunque Sagitas no podía ver las expresiones de Ele con claridad por la capucha que con su sombrazo cubría la mayor parte de su rostro. La bruja seguía hablando y despacienciando al lycan, quien apretaba cada vez más fuerte a la mujer que tenia en brazos por su cuerpo.

 

Kutsy empezó a moverse y entonces Leandro supo que todo iba de mal a peor así que se apresuró a dar unos pasos hacía atrás cuando escuchó el grito de "su mujer" y esta pudo sostenerse de pie. Leandro la miró por un instante, ela mismo en que el lugar se quedo en penumbras, eso hizo que tomara su varita del bolsillo derecho de sus pantalones sin pensarlo dos veces.

 

Sagitas pidió que Tamarindo cuidará de Kutsy y en ese momento Leandro volvió en sí pero con los ojos más oscuros que nunca por toda esa mezcla de sentimientos que invadían su mente y su cuerpo.

 

-Nadie, la toca...-respondió con el tono severo de siempre y pausadamente, apuntó a Sagitas con su varita - Silencius- vociferó y la mujer quedó callada al fin- no te conviene seguir hablando. Luego apuntó a Tamarindo, quien Hasta entonces no reaccionaba aún, Leandro suponía que estaba asustada y decidió inmovilizarla antes de que pueda ser un problema -Petrificus totalus- pronunció y de su varita salió disparada un rayo que impactó a la bruja inmovilizandola.

 

-Escúchame, tenemos que salir de aquí, quiero hablar contigo, y sé que no vas a cooperar, no quiero hacerte daño y no voy a hacer nada que no quieras pero tengo que sacarte de aquí...-suspiró y apuntó a kutsy- Desmaius - kutsy cayó en sus brazos y Leandro corrió Hasta la puerta que estaba cerrada -Alojomora- intentó abrirla pero no funcionaba, pateó la puerta pero seguía sin abrirse, Ele tenía que salir del lugar o tendiría que recurrir a hechizos más fuertes y acciones más inhumanas.