.:: Castillo Black ::. (MM B: 97834)

[Mahia Black]

Hasta ella misma llegaba a hartarse de los Black a veces. Tal vez por el cambio de temperamento al ir acumulando edad se había vuelto algo odiosa y poco jovial. Los dramas eran buenos hasta cierto punto y su hija se estaba portando como una niña consentida. Y la educación que le habían dado no era para nada algo cercano a malcriar a un hijo. Frunció el ceño y dejó hablar a los demás, exigiendo su paciencia. Gabrielle sabía tratar más estos temas que ella, era más dada con el resto de la gente que Mahia.

 

Lo peor de todo era que la charla se centraba en su hijo. El único descendiente biológico con el que realmente tenía alguna especie de lazo, por muy pequeño que fuese. Conocía su unión con Maida, y nunca le había molestado. E incluso si fuese algo más ¿Quién era ella para juzgarles?

 

Miró su mano sintiendo la caricia de su mujer y endureció más el semblante al mirar a los demás. Martín desapareció primero, luego Jessie siguió sus pasos y Maida sólo se limitaba a seguir con la guerra. Otto, por supuesto, ni siquiera se inmutaba. Gruño y besó la cabeza de su hermana mientras se levantaba.

 

– No pienso juzgar, sabes que por mi estaría más que bien que tú y Aaron estén juntos me agrada verlos... –

 

Alzó los dos brazos con las palmas hacia arriba, dando a entender que le daba igual. Dejó que Gabrielle terminara de hablar y se acercó a Maida, poniendo una mano sobre su hombro.

 

– No soy quién para juzgar con quién sale mi hijo. Pero dudo que él se dignara a presentarme a alguien, asique me vendría fabuloso que fuese una persona que ya conozco. –

 

Sonrió hacia la otra matriarca y prosiguió.

 

– Mejor si queda en familia… -

 

Bajó la mirada hacia la de la muchacha. Le recordaba a su hermana perdida. Pero aunque la consideraba buena candidato para su hijo y le generaba algo de nostalgia sobre Luisitha, debía hacer cumplir su rol como matriarca. Apretó un poco el agarre y luego le soltó.

 

– No obstante, voy a decirte algo que le diré a Martín después, y sólo para que les quede claro. Como dijo tu tía, siempre vamos a estar para vos. Más ante la falta de… Pero espero que entiendas que el castillo no es un hotel al que puedas venir una semana y volverte a ir, como si de vacaciones se tratasen. –

 

Sintió un frío extraño en la espalda y tembló para tratar de quitarlo. Casi podía notar la mirada de Gabrielle sobre ella y la forma en la que sus labios se debieron haber torcido al escucharla decir eso. Y sí, sí, lo sabía. ¡Tenía razón en mirarla así! Pero el caso era diferente. Mahia desaparecía por largos periodos de tiempo, pero se quedaba en el castillo por otros largos periodos y este último, en particular, había sido el más largo para ella. Por fin tenía alguien por qué quedarse y darle significado de hogar al lugar.

 

La ojiazul siempre había regresado al castillo. Nunca había migrado a otra familia. En cambio, Maida tenía otra familia, otro lugar al cual volver. Su presencia, su aporte y enriquecimiento familiar eran para otra casa, y estaba usando la Black como un simple escape.

 

– De hecho, me gustaría comenzar a levantar esta familia. Me gusta la gente como vos. Deberías quedarte un poco más. De paso invitamos a Aaron y te hacemos de celestinas si de verdad no está pasando nada. Si el chico es como yo realmente, por muy frío que sea, va a ceder ante el encanto de una Black –

 

Miró por el rabillo del ojo hacia la puerta. Alguien se encontraba del otro lado. Sangre fresca de hecho. No tuvo tiempo a separarse de las presentes para ir a abrir, puesto que Jessie había vuelto a bajar para atender al recién llegado.

Editado 22 de Marzo del 2018 por Mahia Black

[Matthew Black Triviani]

Las cosas en el castillo podían notarse algo tensas, quizás el momento en el cual Matthew se hizo presente no era el mas adecuado pero aun así, ya estaba en el lugar. Retroceder no era opción, nunca.

 

Una mujer se presento a abrir la puerta donde el muchacho estaba esperando ser atendido, -Buenas tardes, mi nombre es Matthew, en efecto, busco a alguien con tu mismo nombre.- Una sonrisa casi invisible se dibujo en su rostro en respuesta a la desconocida.

 

-Podria pasar?- Inquirió mirando los ojos de la supuesta Black.

 

Esperar no era uno de los dotes del peli negro, las cosas las deseaba en el momento que las pedía, de lo contrario algo acabaría de mala manera y no buscaba llegar a eso, si no respuestas en cuanto a su madre y poder tener alguien con quien salir al mundo sin problemas o simplemente sin ocultar su verdadera identidad.

 

@@Jessie Black Lestrange

[Martin N Roses]

Por un instante, Black llegó a sentirse culpable. Sin embargo, fue consciente de que acababa de decir lo que pensaba y necesitaba hacerlo, puesto que siendo sincero podría conocer un poco más a su familia. Y Jessie, así fuera adoptada, lo era.

 

—No los vas a perder, debes calmarte en ese sentido —habló con seriedad pero también creyendo cada una de sus palabras.

 

De todos modos, podía llegar a entender sus preocupaciones. ¿Cuántas veces pensaba en los familiares de aquel castillo que pasaban meses y años sin ver? Sin ir más lejos, ¿dónde estaría Kya en aquel instante? «Tomando fotos», se respondió en su mente, y sonrió internamente.

 

—Puedes contarme lo que desees, ya sabes dónde encontrarme. —Su mirada perla se elevó hacia el final del pasillo, clavándose en la penúltima puerta: su dormitorio. Allí pasaría las próximas horas ordenando, pensando y resolviendo cosas que aún tenía pendientes.

 

Amagó con tomar la mano de la pelirroja pero se detuvo a la mitad; las puertas del castillo se habían abierto y en ese instante, Jessie se fue.

 

Con mil pensamientos en su mente, el mago de cabellos negros rehízo su camino, dirigiéndose a sus aposentos. Cuando abrió la pesada puerta, que un tiempo atrás había hechizado para que el sonido del interior no se escapara, se sumergió en un oasis del mundo: su mundo. Bastaron unos pocos segundos moviendo su varita mágica para reorganizar todo aquel caos y la mugre acumulada por tanto tiempo sin limpieza.

 

Martin había vuelto a casa.

[Jessie Black Lestrange]

Las palabras de Martín aún resonaban en su cabeza así como todo lo que ha usado pasado. Suspiró al llegar a la planta baja, ansiosa por salir de aquel lugar y tal vez perderse en lo terrenos.

 

Pero sus planes se fueron a la borda cuando se topó con alguien en la entrada. Se presentó ante el muchacho y sonrió al escuchar su nombre.

 

-Asi que Matthew y buscas a alguien con mi nombre en este castillo... Podría ayudarte pero, creo que soy la única con ese nombre en este castillo

 

Se encogió de hombros cediendo el paso al chico sintiéndose por demás extraña tras la pregunta que este realizara. Tal vez lo mejor que podía hacer era presentarlo con todos pero aún estaba muy reciente su rabieta y sentía la presencia de Maida en el lugar.

 

-Veamos, si ya quedamos claros que soy la única con ese nombre en este castillo... ¿a qué debo el placer que me busques?

 

Se le hacía extrañamente familiar, incluso se sentía cómoda a su lado, la razón, aún era desconocida para la joven de cabellos rojos pero lo averiguaría.

 

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[Matthew Black Triviani]

-Gracias.- Sonrió levemente mientras adentraba al Castillo.

 

La muchacha no tenia idea de quien era Matthew ni porque conocía su nombre, quizás la carta que había recibido no era de la misma persona, simplemente podría desconocer el destinatario. Aun así estaba en la residencia Black, solo quedaba presentarse y esperar que lo peor sucediera. Si, Matthew siempre pesaba lo peor de las personas, hasta de el mismo.

 

-Bueno, recibí una carta en mi corta estadía en Inglaterra, sobre una joven llamada Jessie que decía ser mi posible madre.- Poso sus ojos en la Black aguardando una respuesta.

 

Aun que el Licántropo tenia una historia totalmente diferente en sus recuerdos sobre sus difuntos padres, podría caber la posibilidad que su madre no hubiera sufrido daño alguno y el se largara sin mas ni mirar atrás. Su pasado lo agobiaba y necesitaba seriamente cambiar eso. -Culpa? quizás- Murmuro observando su alrededor.

 

@@Jessie Black Lestrange

[Maida Black Yaxley]

Maida dejó que su tía zanjara el tema, sobretodo porque ya la otra parte no se encontraba en la habitación y hablar con el aire ya no era divertido. Lo que no esperó fue lo que Gabrielle preguntó fingiendo que lo guardaba en secreto para Mahía. Sus ojos se abrieron como platos sorprendidas, era cierto que ella y Aaron eran bastante unidos, pero ¿tanto como para que las Black insinuaran aquello? Lo peor vino luego, antes de siquiera darle tiempo a responder, Mahía ponía un poco de su propio chocolate, no solo avalando la unión sino que ¿impulsándola? La sorpresa de la ojiazul dio pasó a la verguenza, sus mejillas se encendieron en cuestión de segundos y si hubiera continuado oyendo todo aquello capaz hasta se habría atragantado con su propia saliva. A esa reunión le falta el contrato pre-compromiso. ¿Es que no la habían escuchado?

 

— No, tías, completa y cien por ciento segura que entre su hijo —señaló a Mahía y luego a sí misma— y yo, no hay nada. Somos primos hermanos que se llevan muy bien y respetan su propio espacio, es todo. Por otro lado, ¿es que les caigo tan mal que me quieren ver con un amargado como él?

 

Lo último lo dijo en broma, para ver si así los tiros de la conversación dejaban de ir por el lado de los primos, lo de la versión Celestina de las Black, la había descolocado por completo y no sabía como responder a ello. Por el contrario, si entendió perfectamente lo que dijo su tía Mahía con respecto a las dos familias. Miró a su tía Gabrielle, sabía que ella era a que se había visto más afectada emocionalmente con el desprendimiento de los hermanos Black, lo que dio origen a su mudanza a la Manor Yaxley. Y ella, Maida, era ambas, tanto si le gustaba a Orión o a Gabrielle.

 

— Sé perfectamente que esto no es un hotel, tía —apretó sus labios tratando de ordenar un poco las cosas y confiar plenamente algo que quizá sólo unos cuantos sabían de su propia boca—. También sé perfectamente como responder por los apellidos que cargo y como representarlos, jamás los he manchado con ninguna conducta inapropiada y no pienso hacerlo ahora. Es sólo que...

 

Carraspeó interrumpiendo su propio devenir de emociones.

 

—...aquí no hay nada que me recuerde a él. Por eso vuelvo, por hacerme la valiente —volvió a apretarse los labios—, por fingir que si había alguien sin esa persona. Para recuperar la valentía de ser simplemente yo, Maida Yaxley Black, la Jefa de Oficina del Departamento de Cooperación Mágica Internacional, la profesional, la independiente. Y lo soy —dijo sonriendo débilmente—, sólo que tuve la terrible idea de enamorarme, una estupidez realmente, no me dejen volver a hacerlo. ¡Poción de Odio apenas me vean con sonrisa idi*** por alguien!

 

Se rió de su propia idea y aplaudió una vez, como para cerrar ella misma su Caja de Pandora.

 

— Y bueno, dime, ¿qué ayuda necesita el Castillo?

[OttoBlack]

El base ahora andaba en la cocina tomando un vaso de toda su bebida de chocolate favorito cuando su elfo aparecía diciendo que la jefa de inquisidores andaba afuera. El Black se terminaba la bebida chocolatosa dejando el vaso el fregadero para caminar hacia la enormes puertas de la familia, sin tiempo que perder las abría y ahí andaba ella, su esposa con su madre-Buenas –dijo amable acercándose hacia ellas-Está todo bien?-preguntaba curioso mirando a Gaby para luego mirar a Jessie algo en si decía que pasaba algo acercando mas a las mortifagas.

 

En eso cuando iban a darle una repuesta aparece Martin-Martin bienvenido-dijo volteándose a ver a su amigo de la academia-Estas igual-dijo molestándolo un poco al gales mientras luego, volteo de nuevo donde estaba la bruja que le había robado el corazón, acercándose a ella tomándose su tiempo iba lento pero seguro. Él demonio le roba un beso en sus labios mientras rápidamente agarraba la mano de su chica, indicándole que todo andaba bien, que podía confiar en el que el Black siempre iba estar para ella cuando lo necesite. A veces los gestos eran más que las palabras notando como su mujer se sonrojaba lo que hacía verla mucho más adorable de lo que era de por sí.

 

En eso apareció Mahida que saludaba los presentes primero a su hija para luego saludar a su pareja hermana, luego saludaba a Otto y después Martin, pero no respondía el recién llegado cuando otra voz sonaba. Esto ya parece una reunión familiar, sin más sin menos otra bruja hacia acto de presencia que era nada más e nada menos que Maida. Luego una charla entre Martin y Mahida que le sacaba una sonrisa junto a Gaby que intervenía de vez en cuando le alegraba mucho ver su familia tan unida o por lo menos hablando como gente normal, si matarse entre sí como otras épocas. El comentario de su esposa de que tenían el castillo para ellos solo porque los demás no estaban lo hacia reír a carcajada por el doble sentido la Lestrange poco a poco andaba agarrando confianza y eso era bueno.

 

Y así como la paz comenzó todo se iba al infierno Jess peleo con Maida y se iba escuchaba lo que tenía que decir Gaby-Si tienes razón-dijo levantando levemente sus hombros-Maida fue un placer verte de nuevo y que regreses-comento amable-Nos vemos tengo una esposa que calmar-comentaba de forma graciosa mientras se iba detrás de la bruja que compartía habitación. En eso veo que cuando andaba por la sala ella se ponía a saludar a un mago nuevo que buscaba alguien el patriarca se acerca rodeándolo con sus brazos.-Estas bien amor?-dijo-Puedo ayudarte que andes mejor?-terminaba de preguntarle besándole el cuello y mordiendo su oreja.

Editado 25 de Marzo del 2018 por OttoBlack

[Jessie Black Lestrange]

Sonrió en dirección de Matthew caminando a un lado de él al interior del castillo, escuchaba su historia con atención pero se paró abruptamente; al escuchar una de sus frases.

 

- Tú... Madre. Susan me va a matar

 

Lo observó con curiosidad buscando algo que la relacionara con ella; el olor la marea a, no era un aroma al que estuviera acostumbrada pero le gustaba.

 

Se sobresalto al sentir unos brazos rodeando la y al reconocer el aroma de su ahora esposo sonrió.

 

-Hola cariño... Estoy bien, solo... Otto te presento a Matthew, él es... Mi hijo

 

Sonrió el dirección del chico sin saber que más hacer salvo...

 

-Ven... Debes conocer a mi madre... Madres, deben seguir en el salón

 

Tomó a Matthew por una mano y a Otto por la otra caminando acelerada hasta el salón y entrando con una sonrisa perversa.

 

-Gabrielle... Te presento a tu nieto Black, Matthew Black

 

Su madre la había regañado y dejado en ridículo, ahora le estaba diciendo que era abuela en un mismo día.

 

@ @@OttoBlack @@Gabrielle Delacoure

[Gabrielle Delacour]

– Somos primos hermanos que se llevan muy bien y respetan su propio espacio, es todo. Por otro lado, ¿es que les caigo tan mal que me quieren ver con un amargado como él?

 

– Yo estoy con Mahia, tarde o temprano se ablandan.- se encogió de hombros y sonrió rápidamente a su hermana.– Es buen...

 

Lo dudaba, pocas veces había cruzado palabras con su sobrino y si de algo estaba segura es que él y su madre comartían la misma mirada fría, la misma soberbia, ego... Blacks.

 

– ... chico.

 

No había mucho que decir a su favor. Sabía que era buen elemento en el cuartel de su hija pero hasta ahí. Mahia le había tomado por sorpresa y la Delacour solo logró girar la mirada tratando de no formar parte del regaño, no la entendía del todo pero cerró los ojos tratando de ocultar sus ganas de corregirla ¿Hotel?

 

La Black miró con reproche a su hermana, cínica sería añadida a la lista que definía a su novia, no era quién para decirle eso a su sobrina, por más cierto que fuera. Soltó un suspiro y carraspeó haciéndose notar. Era demasiado pero le dejaría seguir... Les dejaría seguir.

 

– ¿Quién?- no se arrepentía a pesar que el tema había sido cambiado.– ¿Pasó algo con Nath?

 

Su hija menor había entrado a la habitación dejando las preguntas en el aire, su curiosidad tendría que esperar para otro momento. La atención recayó en Jess y lo imaginó de inmediato al notar su sonrisa.

 

-Gabrielle... Te presento a tu nieto Black, Matthew Black

 

Soltó un suspiro y se tapó la cara con ambas manos, era demasiado. Puso los ojos en blanco y volvió a su hija, dramas. Más dramas y Gabrielle no estaba para seguir el juego de su hija adolescente.

 

– Mucho gusto Matthew y bienvenido... Si me disculpan fue demasiado drama por un día, a veces me pregunto si de verdad estoy en la casa correcta.

 

Dicho esto se dirigió a su hermana, beso rápidamente sus labios y se dirigió a su cuarto a buscar el posible desastre que su hija canina le hubiera dejado en el pasillo. Sonrió al verla esperando tranquila en la puerta de su habitación y le tomó en brazos al entrar.

 

Estaba cansada y algo más, había bajado buscando comida y solo había logrado encontrar a su hija y su carácter adolescente; quitó la ropa que cubría su cuerpo y se metió a bañar dejando que el agua fuera quien borrara lo amargo de sus pensamientos, cerró los ojos y se dedicó escuchar el agua, a sentir la humedad que el vapor dejaba en el baño.

 

Al salir tomó una de las toallas y se envolvió en ella, sintió su varita materializarse y con un leve movimiento su ropa junto con cualquier cosa desacomodada ahora estaba en su lugar. Amaba la magia.

 

– Psicosis... Tengo una encomienda para ti.- dijo al tirarse a la cama aún en toalla.- Es tiempo de olvidar.

Editado 27 de Marzo del 2018 por Gabrielle Delacour

[Matthew Black Triviani]

Giro sobre si para responder ante las palabras de su madre Jessie, -Bueno, no creo que sea tanto problema el que ella te haga nada, sabrá entender.- Regalo una sonrisa leve para la Black. -Supongo...-

 

<< ¿Madres? escuche bien, o quizás sea solo mi mente jugando malos pases >> No tenia problema alguno con ello, al contrario, le fascinaba la idea de tener doble diversión al momento de poder compartir osadías con su estancia en Inglaterra, era algo realmente intrigante, si es que ellas quieran compartir un tiempo con el.

 

La muchacha tomo por la mano al Lycan y por la otra a un completo desconocido, al que parecer ante los ojos de Matthew era su... ¿esposo? tal vez. Acento su cabeza en forma de saludo al nombrado Otto y siguió los pasos de su madre. Algunas cosas se aclaraban dentro de su cabeza, lo cual no quería decir que su sed de preguntas estuviera totalmente saciada, aun tenia mucho por descubrir.

 

Una ves frente a la señora, dueña del castillo Black, Gabrielle. -Buenas tardes, abuela.- Comento estrechando su mano a la misma. -Comprendo, los dramas solo enferman la mente... y no dan satisfacción... Gracias por la bienvenida.-

 

@@Jessie Black Lestrange