~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)

[Malum Luxure]

Viendo como alegna iba a la biblioteca camine hacia la chimenea que se encontraba prendida y busque una vez más en mi bolso unos polvos y fuegos artificiales...mordi dedo índice divertida.

-Encontré la hoguera del pollo?-. Reía escandalosa en verdad hacer lo que quisiéramos en aquel lugar era algo para gozar.

Finalmente arroje lo que tenia en mis manos y todo empezó a llenarse de estruendos y chispas de colores...formas aterradoras tomaban vida y subían con el humo manchando las paredes, mis ojos rubí brillaban maravillados aquel arte crudo.

-Yo también quiero un recuerdo....quizá me lleve la estatua del león que esta afuera-.Grite para que las chicas me oyeran.

Podía sentir toda esa adrenalina fluir por mi cuerpo incluso mi hijo no nato disfrutaba de la alegría de su madre...una sonrisa de lado pícara era mi propio estandarte retomando las pinturas hice un hermoso grafitti ["Por aquí pasaron las niñas malas C.A.L y dejan saludos a las aves que diga familia reciente"].

-Miren...miren que bonito!-.Las llame brincando de alegría. Deseaba un trago pero no podía beber por mi embarazo eso no me impediría ir a la cocina y jugar a la chef.

[Oriánthi]

El destello entre tonos amarillos y naranjas de las paredes ardiendo dejaban un brillo en los ojos grises de la bruja, por debajo de su mascara una sonrisa que solo ella podía apreciar. La ilusión de una pequeña niña aun vivía en su interior.

Se encontraba bailando en círculos mientras cantaba, esto le recordaba que podría ser su "abuelo, Elvis" viviera en esta mansión, según sus palabras, "el era Gyffindor". *Bueno, aquí tienes lo que pienso sobre la Gryffindor* - Pensó con una sonrisa.

-Juguemos en la mansión, mientras el posho no esta, el posho esta? ¡NO NO ESTA!- Carcajadas se escucharon por doquier en la habitación.

Las obras de arte de su Lady parecían muy divertidas, una firma especial en la pared de la hoguera en un tamaño prominente para que fuera vista de todas las maneras posibles... Volteo sobre si misma y desplegó una pancarta, un movimiento de su varita hizo desaparecer el fuego que se encontraba sobre aquella mesa. Totalmente carbonizada decidió dejarla sobre ella.

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-Si... Encontramos mucha diversión, creí escuchar ruidos en la parte superior...- Respondió al grito de Alegna. La peliblanca arqueo una ceja y pensó por unos segundos quien podría osar interrumpir su diversión, tenia claro que no era su mansión pero aun así se adueñaba del lugar mientras ella estuviera allí.

Camino hasta lo que parecía ser una cocina, tocando con cautela los aposentos sobre valorados de los poshos que se encontraban en esa habitación.

-Morphos- dos panteras crecieron de los restos de lo que parecía ser una silla. -Chiquitas, busquen a mi prima, destruyan todo a su paso y llévenla con los nuevo invitados...- Les ordeno señalando la salida.

[Alegna Black]

La Black caminaba por la mansion, destrozando cuadros y decoraciones, el mas leve roce de su varita ocacionaba perdidas en los Gryffindor, escucho los gritos de sus primas pero no se inmuto por si corrian peligro, en primera se las sentia alegres, en segunda eran mas desquiciadas que ella misma. Como si ese pensamiento recorriera el terreno dos panteras la interceptaron, una de ellas se empezo a afilar las uñas en el tapiz de la izquierda.

 

Ronronearon al verla como dos gatitos y la empujaron levemente en sentido a las escaleras, entendiendo subio y ahi pudo notar conversaciones en los pisos superiores, era raro que sus monos no le hayan advertido que tenian compania, sonrio mientras se adentraba en el pasillo tratando de deducir en que cuarto estaban, los encontro, se fijo entreabriendo una puerta y la imagen era bastante subida de tono, sonrio antes de entrar y acomodando su mascara irrumpio en la recamara.

 

-Ups pense que era mi cuarto - sonrio pero antes de decir otra palabra su estomago que estaba rebozante de alegria, euforia y otras sustancias quizo deshacerse de esta ultima regandolo ppr la entrada de la habitacion.

 

¿Cuanto duro la limpieza estomacal? Unos segundos, unos minutos no supo pero todo el contenido se encontraba en el suelo. Lo poco que el elfo lograba que comiera se encontraba alli. Carcajeo ante semejante escena y salio disparada a la salida vociferando "PROFANACION EN LA GRYFFINDOR"

 

Busco a sus primas y las tomo del brazo jalandolas hacia la salida antes de desaparecer agito su varita en el cielo carcajenado dejando que salieran unas chispas oscuras de la punta, lo ultimo que vio al girar fue la sonrisa de complicidad de sus parientes.

[Malum Luxure]

Caminaba por la cocina como ama y señora, de mi sombra habían salido

Mout y Court incluso el micropuf que aún no tenia nombre...la enorme pantera había acorralado a los elfos que habían leído perfectamente en sus ojos jade lo infernal de esta, mientras el cuervo revoloteaba destrozando todo a su paso.

 

-Vamos bebés esto es muy divertido-.con un movimiento ágil de varita pegue las ollas al techo junto con enormes manchas chorreantes y desagradables.

 

Había dejado la cocina familiar echa una pocilga totalmente irreconocible, mis mascotas me seguían el paso mientas yo parecía flotar con las puntas de los pies...había extrañado ser una niña mala, sabia que la memoria guarda sensaciones en el cuerpo y esta era una que ya había vivido, terminando de estallar los vidrios de los lugares por donde pasaba, destrozaba muebles dejándolos en astillas.-"Ups pequeñas reliquias familiares que no se podrán recuperar jamás-.Pensé haciendo un suave puchero para luego estallar en una carcajada maligna y satisfactoria.

 

-Mi trabajo esta echo...has visto Alex a mamá también le gusta jugar-.Llegue dónde mi hermana y mi prima mirando en un plano general nuestra obra.

 

El orgullo lleno el pecho de la demonio era sabido que las consecuencias serian próximas pero lo mas seguro es que alegara demencia hormonal por culpa de su estado casi a término de embarazo.

 

-Bueno niñas tengo hambre así que mejor nos vamos-.Sentí como cada una me tomaba del brazo para hacer la despedida e irnos finalmente.

[Oriánthi]

Mientras los felinos se alejaban en busca de su prima echo un vistazo nuevamente a la cocina unos elfos asustados se escondían por detras de las alacenas.

-Flipendo- apunto contra las repisas dejando que todo cayera y los elfos corrieran asustados. Una carcajada emano de la mortifaga como si de nada se tratase...

Estaba pasando un buen rato aun que no pudiera notarse en su rostro por estar oculto tras una mascara, giro su cuello unas varias veces para hacer sonar sus vertebras. Tomo con firmesa nuevamente su varita y con un rápido movimiento

-Flagrate- Dibujando la figura de un siervo en el techo de donde se encontraba.

-Creo que es hora de irnos...- Comento a si misma.

Busco a su hermana y a su prima, se detuvieron unos segundos frente a la obra maestra, que Lady había dibujado... al menos eso creían. Salieron por la puerta trasera las 3 juntas tomadas de la mano y cantando sin importarles nada.

Antes de desparecer agito su varita apuntando al cielo -Morsmorde- una gran serpiente verde ilumino toda la mansión Gryffindor... con una sonrisa bajo su mascara dio vuelta sobre si misma para desaparecer con sus compañeras.

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[Mael Blackfyre]

— Si, cariño. Kassandra y Groter. —le explique tomando a Elros entre mis brazos y dándole algunos besos en su cabeza. Su cabello rubio era claro como el sol. Apoyé mi mejilla en la cabeza de Annick, momento que parecieron horas. Luego decidimos irnos de allí—. Voy a pedirle que preparen algo a los Elfos. ¿Qué te parece? Tal vez donde dos Gryffindor se junten aparezca el resto.

Le comenté a mi esposa mientras me levantaba y tomaba a Elros en mis brazos. Luego con mi mano libre tomé la de Annick y ambos salimos de la habitación. Teniamos que bajar unos tramos de escalera y varias habitaciones, pero aprovechábamos aquellos minutos para ponernos al dia.

— Ni siquiera yo estoy tanto tiempo. No es muy bueno solamente vernos cuando nos acostamos, ¿No crees? —era cierto, la mansión estaba bastante tranquila, a diferencia de otros ratos—. ¿Qué te parece si una noche de éstas vamos a algún lugar nosotros dos? Elros se queda aquí y nosotros disfrutamos un rato

Le guiñe un ojo a Annick mientras llegábamos a los últimos escalones. Pude escuchar el poco movimiento. Los elfos estaban enloquecidos, yendo de un lado hacia el otro. No entendía cómo podían seguir haciendo tanto, a pesar de que faltaban las dos tercios de los Gryffindor. Le señalé a Annick con la cabeza los sillones, allí estaban Groter y Kass.

[Marabella Rambaldi G.]

Regresar a la lugar donde todo comenzó era para Marabella un poco doloroso , pero si algo sabia ella era fingir y disimular todo aquello que le hiciera daño, sabia perfectamente hace años atrás que al poseer el cuerpo de una Gryffindor Rambaldi estaría condenada a los recuerdos de siglos pasados .

 

" Te duele ¿verdad? aun no olvidas tu pasado" comento la Gryffindor en la mente de la demonio mientras esta caminaba por los jardines en dirección al invernadero - ¿Recuerdas lo que paso en ese invernadero?- dijo fríamente la pelirroja mientra entraba al cálido invernadero " Como no recordarlo, fue la primera vez que me deje dominar por ti y mi instinto vampirico " la demonio sonrió- Fue la primera vez que te mostraste quien eres de verdad, disfrutaste todo aquello , pero como siempre había algo mas fuerte y te controlaste - comento Marabella mientras tomaba asiento en uno de los bancos.

 

- Sabes , desde que estuviste la ultima vez en la Mansión tuve esa sensación de consuelo , sabiendo que jamas regresarías , si me duele recordar lo que paso hace siglos pasados , pero mas que nada me dolía ver como un ser como tu era tan querido y amado- Comento algo sombrío.

 

"¿Que quieres decir?" pregunto Kyttara mientras intentaba comprender por que de la nada la fría y dura demonio se veía tan frágil en ese momento.

[Annick McKinnon]

De pronto la pelirroja comenzó a sentir una paz y tranquilidad que sólo Elvis era capaz de transmitirle. Había transcurrido mucho tiempo desde la última vez que tuvieron la oportunidad de compartir aunque fuese un breve momento a solas; pero toda la larga espera pasó desapercibida durante aquel encuentro en el que Annick percibió el calor corporal del castaño.

 

―¿Acaso está proponiendo que tengamos una cita, señor Gryffindor? –preguntó con una sonrisa pícara–. Por supuesto que me encantaría que vayamos solos a algún lugar.

 

Continuaron conversando mientras bajaban las escaleras tomados de la mano con rumbo a la sala, donde, según Elvis, se encontraban Kassandra y Groter. Al ingresar, la ojiverde los saludó con cariño como solía hacer siempre con la familia y amigos.

 

―Me alegra ver a alguien en casa –comentó mientras tomaba asiento junto a su esposo, quien aún cargaba en brazos a Elros–, aunque me preocupa seguir sin saber nada del resto de la familia. Quizá estén muy ocupados. Espero que se encuentren bien… –comentó pensativa.

 

Elros miraba fijamente a Kassandra y Groter, y de repente les sonreía abiertamente antes de volver a observarlos con detenimientos, como si le provocaran curiosidad.

[Ley Gryffindor Rosier]

Abrí los ojos bruscamente con la respiración entre cortada sin saber qué hacía con mi vida en ese momento. Me tomé unos segundos para darme cuenta de que estaba en mi habitación y la luz entraba tenuemente por la ventana, lo que significaba que estaba amaneciendo ya. El reloj del buró, viejo y con la aguja del segundero chueca decía que eran las 8:04am... dicho en otras palabras hora de levantarse. El ventilador giraba lentamente arriba de mi cabeza y noté una ligera sudoración en la frente. Mientras me ponía uno de los zapatos recordaba que había tenido el mismo sueño que hacía varios días tenía. La mansión Gryffindor, la magia y la familia reunida. Si tanto los extrañaba ¿porqué no volver?

 

Tomé el reloj de pulcera y me lo puse mientras tomaba el cepillo y le daba un pequeño arreglo a mi cabello. Era domingo y no había que ir a trabajar a la oficina muggle en la que estaba laborando frente a una computadora viendo redes ocho horas al día. Me acerqué a la puerta de al lado de mi habitación y toqué dos veces.

 

―Hija, ¿ya estás despierta? Iremos a casa... ya es hora de volver―. Mi hija de 5 años dio un grito de alegría y salió abrazándome muy emocionada. ―¿Te refieres al mundo mágico mamá?― Y yo le asentí. La última vez que estuve ahí había sido hace 4 años, cuando mi hija era todavía una bebé. Tomé mi bolsa y la colgué de mi hombro mientras a la niña la tomé de la mano mirándola a los ojos con una sonrisa.

 

―¿Estás lista? Haremos una aparición―. La niña asintió entusiasmada. Siempre le había contado todo lo que necesitaba saber del mundo mágico. Visualicé en mi mente la mansión y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos afuera. Siendo matriarca podría simplemente aparecer adentro de la mansión, pero me pareció una total descortesía luego de haberme desaparecido por tanto tiempo así que decidí a entrar por la puerta principal como cualquier visitante. Las estatuas guardián me observaron dudosas pero luego me reconocieron. Les sonreí y seguí mi camino.

 

―Mamá, la casa es enorme―, dijo mi hija dando saltitos de alegría. Luego de caminar un momento llegamos a la casa, con un suspiro y mientras la mano me temblaba abrí la puerta: ―¿Me recuerdan familia? Siento mucho venir hasta ahora...―.

 

Off: Holiis volví xD roleemos (?

[Annick McKinnon]

Kassandra y Groter llevaban rato sin mediar palabra. Elros parecía bastante entretenido intentando alcanzar un cromo de rana de chocolate que estaba a poca distancia de él, entre el sitio donde Annick y Elvis estaban sentados. Probablemente alguien había estado comiendo golosinas en la sala y había olvidado el cromo sobre el sillón.

 

―Mira –dijo con su tierna voz intentando llamar la atención de sus padres.

 

La pelirroja vio lo que señalaba y tomó el cromo, pero antes de dárselo al niño, leyó:

 

Alberta Toothill

1391 - 1483

Ganadora de la competición de duelos de 1430.

Fácilmente venció al favorito, Samson Wiblin,

con el encantamiento volador.

 

Annick sonrió antes de darle el objeto a Elros. Conocía bien a Alberta Toothill, o al menos el recuerdo que quedaba de ella, pues se trataba de uno de los fantasmas que habitaba el castillo Transylvania que la pelirroja y su amiga Elizabeth Tonks habían adquirido hacía poco tiempo.

 

―¿Les apetece algo para beber o prefieren salir a dar un paseo por los terrenos de la mansión? –preguntó a sus acompañantes.

 

En ese momento se escucharon voces amortiguadas cerca de la entrada. La fenixiana no logró captar bien lo que decían, pues había un pasillo entre el recibidor y la sala donde ellos se encontraban.

 

―¿Quién será? –preguntó sin dirigirse a nadie en particular. Estaba segura de que se trataba de algún familiar o amigo, de lo contrario no habrían logrado llegar tan cerca sin que ellos se percataran–. ¡Estamos en la sala! –elevó la voz para que se escuchara hasta la entrada.