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~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)


Mael Blackfyre
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— Quiero beber algo más que alcohol—sujetando con firmeza sus muslos llevaba la botella hacia la boca de Mica, vertiendo aquel líquido embriagante en ella lo que escurría fue bebido por el Holandés. El sabor fuerte del licor y la fragancia embriagadora que emanaba del cuerpo de la fémina lo tenían extasiado. Tenerle sobre su regazo empapando su pecho esculpido como si fuera el mismo una estatus que se jactaba de ser admirada y exhibida ante los ojos de su acompañante.

Viéndose demasiado atrevido mordía con pericia cada centímetro de piel que quedaba a la vista de sus labios. Llevando sus manos hacia donde estaba la tela es la bata qué cubría sus atributos más encantadores, no dudo en colmarlos de sensuales roces y caricias que buscaban encender aún más la hoguera que envolvía sus anatomías.

No buscaba una amante que se sometiera por completo a sus deseos, sino una compañera que le deleitará con algo más que una sección de placer interminable bajo sus sábanas— Me fascina como juegas con cada de los impulsos que deseatas con tu sola mirada—confesó tirando un poco de la tela de la bata, anhelante por verla sin nada más que la impoluta piel que cubría su deslumbrante anatomía.

— Hagamos que este momento sea inolvidable para ambos—buscando de nueva cuenta sus labios, acariciaba con cuidado sus brazos, subiendo hasta sus mejillas acunando estas en sus manos depositaba pequeños besos en las comisuras y su barbilla—Olvidémonos de todo, solo seamos tu y yo esta noche—pedía sin darle más vueltas al asunto. Ahora solo la Gryffindor rondaba sus pensamientos, ayudándolo a liberarse de todo lo que pudiera estresarlo o estropear el momento.
@ Mica Gryffindor

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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-Puedes beberme completa- murmuró extraviada, mientras el calor de la piel de él en sus labios la embriagaba. -Por dios, eres perfecto... -murmuró, permitiéndose admirar ese abdomen tallado por los mismos dioses.

Él le devolvía besos y mordidas, al tiempo que se dedicaba a recorrer los tramos de piel que su camisola dejaba descubierta. La ropa sobraba, cada centímetro se tela empezaba a quemarle en la piel, como una molestía, un obstáculo que la separaba de aquel cuerpo.

Se ruborizó ante sus palabras, sintiendo cómo el tiraba de la tela que la cubría, como descubriendo la molestia que la aquejaba. La propuesta de hacer de aquel momento algo inolvidable estaba en marcha, ella no lo olvidaría, lo llevaría en su piel y volvería a repetir aquel majar siempre que él quisiese.

-Nadie más, solo nosotros- susurró en su oído, apartándose para quitarse aquella molesta prenda antes de besarlo nuevamente con ansiedad y deseo, disfrutando el calor de su piel contra la propia. 

@ Kahlan Blackthorn

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— Hermosa—soltó perdidose en medio de esas dos montañas que buscaban ser conquistada. Besando cada centímetro de piel, tirando un poco de esta dejaba una marca rojiza que poco a poco se desvaneció al ser rozada por sus labios. Acariciando su espalda desnuda dejando que sus dedos serpentearan con agilidad por ese manto que era profanado por sus roces.

Mordiendo su labio inferior, devoraba la boca de Mica como si se tratara de un exquisito manjar, atrayendola hacia el sintió como sus pechos se volvían uno mismo. Acompasadose los latidos de sus corazones, cediendo hasta quedar recostado en la cama admiraba la belleza que estaba delante de sus ojos.

De improviso apareció una rosa roja en sus manos, deslizando esta por la parte más sensible de la Gryffindor. Delineando con sus pétalos esas curvas que le sacaban de quicio, llevando ese tacto hacia su abdomen desnudo girando la rosa cerca de su intimidad.

Esperaba no incomodarla, sino todo lo cobtrario— Podría repetirlo mil veces, si lo deseas. No es sólo un encuentro de una sola noche—fraguando en su mente el mundo de vivencias que podría compartir con la jugadora de quidditch.

— Me siento tan distinto contigo, no encuentro palabras que puedan definirlo con claridad —cerrando sus ojos se inclinaba hacia adelante buscando una vez más esos labios que se estaban volviendo una adicción, no tan sana.


@ Mica Gryffindor

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Sonrió y acaricio el cabello de Kyle mientras éste se sumergía en aquella zona que acababa de descubrir para él. Sentía que cada roce de sus labios la estimulaba y hacía más notorias sus partes más sensibles, elevando el deseo a, superando todo límite. Las manos que recorrían su espalda la hacían estremecerse, se sentía tan vulnerable a sus manos fuertes y decididas, eso le encantaba.

Sus labios se vieron nuevamente apresados por los del holandés, su respiración se agitaba, llevando el mismo ritmo que la del caballero. 

De pronto, calma, al menos a su alrededor, pues si interior estaba encendido. Un muy suave roce empezó a recorrerla, al observar notó a Kyle deslizando una rosa por su piel, jugando con las sensaciones que despertaba segundo a segundo. Notó el recorrido que bajaba por su abdomen, acercándose peligrosamente hacia su parte más sensible, no pudo evitar mover su cadera, ansiosa.

-Puedo ser tu amante las noches que desees, podemos estar juntos cuántas veces deseemos, sin reclamos, sin compromisos...-susurró, antes de perderse nuevamente en sus labios, la adicción a ese hombre empezaba a volverse una realidad. Ella también se sentía en sus brazos tan plena que le costaba ponerlo en palabras. 

Una mano se aventuró hacia la cintura del pantalón de él, intentando desabrocharlo, descubrirlo...

@ Kahlan Blackthorn

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Se sentía pleno al tener cerca a Mica, transformando ese momento en algo más intimo y pasional. Olvidándose por completo de las ataduras emocionales que le impedían vivir cada situación como si fuera al ultima, tomándole por la cintura la hizo ponerse de pie buscando liberarse de una buena vez del molesto pantalón que le limitaba en parte— Unas noches de copas, no estarían mal—susurraba sobre los labios de la Gryffindor. Admirando la belleza de su cuerpo, tirando del pantalón provocó que el botón saliera despedida por los aires y la tela se deslizó como lo hace la mantequilla sobre un pan caliente.

Sintiendo nuevamente la cercanía del cuerpo de la fémina, delineaba con la rosa cada una de las curvas de sus caderas. Subiendo por su espalda, estimulando cada uno de los poros de su piel, ansioso por hacerla sentir deseada y amada, aunque fuera solo por una noche. Su abdomen subía y bajaba preso de la respiración acelerada, llevando su mano hacia la zona más prohibida en apariencia, dejaba unas cuantas caricias sobre ese manto que dentro de pocos minutos se volvería uno con el.

— Me apetece que no existan compromisos, no suelo estar atado a los sentimientos por demasiado tiempo—admitía con sinceridad. Olvidando por completo los amores del pasado, para el enamorarse ya no era algo que le generará ninguna clase de conflicto o quebradero de cabeza— Puede ser una adicción que no busque superar—decía al llevarla consigo sobre la cama, dejando que sus cuerpos se fundieran en un abrazo que poco a poco los juntaba hasta no poder distinguir donde iniciaba uno y terminaba el otro.

Besando con pasión el cuello de la mujer, revolvía las sabanas al llevarla sobre su cuerpo. Solo una prenda quedaba sobre el cuerpo del Holandés, le otorgaba el honor de deshacerse de ella y hacerle lo que deseará.

@ Mica Gryffindor

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La voz de él era un cálido arrullo, la vibración que producía al hablar tan cerca de sus labios era casi hipnótica. No dejaba de perderse en esos intensos ojos azules que guardaban tanto misterio, parecían desvestirle el alma más allá del cuerpo, como si supiesen todo de ella sin necesidad de preguntar. Tal vez sí sabían todo, al menos lo que necesitaba para deleitarla esa noche y volverla única. 

El pantalón cayó fácilmente tras deshacerse del botón que lo retenía en su sitio, dejando al descubierto las perfectas piernas del caballero. De pie frente a él, cerró los ojos mientras los pétalos de esa rosa continuaban su recorrido, sintiendo la piel erizarse a su paso. Cerró los ojos sintiendo esa mano que se atrevía a más, acariciándola, provocándola... no pudo evitar emitir un suave gemido ante esas caricias, abriendo los ojos para encontrar nuevamente los suyos. 

Se dejó llevar a la cama y se abrazó sin dudar a su cuerpo, él también buscaba solo aventuras por la noche, coincidiendo en sus intereses. Los sentimientos quedaban fuera, solo dejando lugar al deseo y la necesidad de complacer al otro. Los besos en su cuello la enloquecían, al tiempo que él la llevaba encima de su cuerpo. Sintió aquella molesta prenda interponiéndose entre ambos y decidió hacerse caro de las circunstancias. 

Se incorporó poco a poco, arrodillándose a un lado. Sus manos se encargaron de retirar un poco la tela que aún lo cubría, dejando al descubierto lo que allí ocultaba. Se ruborizó un poco antes de acercar su boca y besarlo, la humedad era necesaria para lo que estaba por hacer. Se entretuvo un rato allí, buscando generar en él nuevas sensaciones, tomándolo cuanto su gran tamaño le permitía pero no permitiendo que el momento termine allí. En medio de todo, buscaba su mirada, intentando saber si era de su agrado.

Luego de largos minutos, dejó la acción para buscar nuevamente su lugar sobre el caballero. Sin dudarlo, lo guio hasta que fueron uno. Ahora lo sentía, se sentía completa, plena. Su cadera empezó a moverse con suavidad, quería que ese caballero nunca pudiese olvidar sea primera noche juntos.

@ Kahlan Blackthorn

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Estaba sumido en el estupor que le provocaban las acciones de la Gryffindor, pocas veces se sentía tan expuesto ante los placeres de la carne. Se consideraba un excelente amante, experto en el arte de saber como complacer a una dama y aquella ocasión no sería la excepción mientras tanto se dejaba consentir por esa boca que era demasiado traviesa y marcaba con movimientos sugerentes un terreno que pocas veces fue usurpado de manera tan descarada. Su cuerpo ardía con cada roce que se plasmaba en esa parte tan privada y al mismo tiempo disfrutaba como nunca de las sensaciones que experimentaba— Cara...—se mordió el labio inferior con fuerza, sintiendo como un poco de sangre se mezclaba con su aliento.

Arqueando un poco la cadera, dejaba que su placer aumentará al llegar al fin de ese túnel que se ilumino al final del camino. Tomándola por la cintura la cómodo sobre su regazo, subiendo con fuerza su cadera cada vez que ella descendía como lo hace un sube y baja, aumentando la presión con cada uno de los movimientos. Atrayéndole hacia el besaba sus labios con pasión y desesperación, buscando saciar con su aliento esa sed que desde hace tiempo sentía al no tener con quien compartir un momento tan candente e intimo. Aferrándose con las yemas de los dedos a la piel de su pecho, arañaba con cuidado ese sitio donde quedaron algunas marcas rojizas— Si eres vampira desaparecerán, sino considéralas un obsequio de todo lo que mes has hecho sentir—susurro cerca de sus labios.

Dándole un giro inesperado a sus cuerpo, ahora el dominaba a la fémina dejando un camino de besos por su pecho, abdomen y muy cerca de una zona prohibida. Jugando un poco con las emociones, cubrió su cabeza con una sabana devorando la intimida de Mica, somo si se tratará de una fruta prohibida, dando pequeños mordiscos a esa manzana jugosa que se deshacía al tener contacto con su lengua. Volviéndose un torbellino incandescente, subía y bajaba como lo hace un pincel sobre un oleo blanco, delineando cada trazo de placer que quedaría plasmado en la memoria de ambos.

Subiendo poco a poco, se perdía en la inmensidad de su ser. Tal y como lo hace un barco que ese aventura a conquistar aguas desconocidas, meciéndose como lo hacen las olas del mar rompiendo contra el malecón que eran las curvas provocativas que poseía la dama, el tenerle solo para el desataba sus más oscuros y pecaminosos deseos.

@ Mica Gryffindor

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No supo en qué momento se había autoimpuesto el desafío de lograr no salir de la mente de aquel caballero, llevándolo a experimentar tanto placer como le fuese posible hacer sentir a alguien… incluso más aún. Su boca y su lengua jugaron largo rato, hasta que decidió que era tiempo de hacerlo suyo, subiendo sobre su fisionomía y generando por primera vez esa fusión tan deseada.

Él pareció desearlo tanto como ella, la aferró por la cadera y se movió al compás de cada uno de sus movimientos, haciendo cada choque de sus cuerpos más intenso, más profundo. La presión que él ejercía dentro suyo le daba una mezcla de satisfacción con dolor que, extrañamente, se complementaban de maravilla, haciéndola desear más a cada instante.

Sus besos eran intensos, sedientos el uno del otro, como si la necesidad se cruzara con el deseo, generando el reclamo del uno al otro. Las manos que se aferraban a su pecho lo marcaban y estimulaban, su piel empezaba a sufrir las consecuencias y él lo notó. Sonrió ante su comentario, era claro que no era una vampira ni nada parecido - ¿Intentas que quien me vea pueda notar que llegaste primero? -murmuró divertida, sin dejar de moverse, nada de lo que él pudiese hacerle le disgustaría.

Estaba a punto de llegar al sitio más deseado, a esa descarga de placer infinito, cuando él decidió cambiar el rumbo para ambos. Su espalda aterrizó de golpe sobre el colchón, al tiempo que los cálidos labios de él abandonaban sus labios para descender por su cuerpo, desde su pecho hasta su abdomen y más allá. Entonces empezó a devolverle la cortesía previa, ahora era él quien ponía las reglas del juego.

Sus manos se agarraron a las sábanas, mientras intentaba seguir respirando a pesar de su jugueteo. Movió una de ellas hasta el cabello de Kyle, revolviéndolo y empujando inconscientemente más cerca de la zona que estimulaba. El calor la recorría, desde los labios de él y a través de todo su cuerpo.

No supo cuánto él estuvo allí, la llevó hasta casi perder la consciencia, temblando, presa de sus acciones. Cuando sintió nuevamente la piel de él contra su cuerpo, no dudó en buscar sus labios y besarlo con ansiedad, al tiempo que acomodaba ambas piernas a ambos lados de su anatomía para abrirle paso.

Sus movimientos se volvieron perfectos, pausados, rítmicos, los de un profesional en lo que hacía. Se entregó por completo a sus deseos, recorriéndole la espalda con sus uñas, moviéndose para provocarlo a ir cada vez más allá…

@ Kahlan Blackthorn

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Las unas de la dama provocaron que un gemido se desprendiera de los labios del Holandés, sintiendo como la piel de su espalda sangraba y se sanaba con facilidad gracias a su condición de vampiro— No deseo dejarle nada en claro a nadie, vos misma lo dijiste. Sin compromisos o ataduras de ninguna clase, solamente placer carnal cada que lo necesitemos—volvía a besarla presionando sus caderas con sus manos haciendo que el placer aumentará con cada nueva embestida. Marcando el inicio de una danza que parecía no tener fin, perdiéndose más profundo en ese mar cálido que era el interior de la Gryffindor, experimentando un placer que jamás se imagino que podría proporcionarle de una manera tan intensa y candente.

Sus cuerpos eran uno mismo, ya no se sabia donde iniciaba uno y terminaba el otro. Deslizando una de sus manos por el abdomen de Mica, dibujaba un camino de caricias que zigzaguearon por esas montañas que eran un deleite para los ojos del caballero, viéndose un poco atrevido llenaba de besos cada una de ellas intercalando esa acción con sus movimientos. Su cadera era una maquina que se impulsaba al sentir el calor que abrazaba cada uno de los engranes, la fuerza era cada vez más grande y violenta— Solo placer—sonreía abrazándose a los costados de su amante, jugando un poco con los deseos de ambos.

Cerrando por un breve instante sintió que levitaba, ya era tan ligero que solo las caderas de la fémina lo mantenían atado a la tierra. Su piel unida a la de ella, aquellos roces inconscientes de sus partes más sensibles y el poder que imprimía en una nueva embestida, sediento de ese néctar que dejaría una marca que le haría recordar lo que esa noche significo para ambos. Era una pena que solo pasar el tiempo les jugará a favor, besando su cuello repartía un mundo de besos que bajaron hacia su pecho, moldeando con su lengua la perfección que le acunaba como si fuera un niño pequeño. 

Cediendo un poco dejaría que ella dominará el momento, buscando otras partes de su cuerpo para darle placer y que ella sintiera lo mismo que experimentaba el con cada nueva embestida que le devolvía la mujer.

@ Mica Gryffindor

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Rio con tranquilidad ante el comentario del caballero. -Sin compromisos ni ataduras, claro está. Pero eso no quiere decir que sea un secreto o que no puedas querer regocijarte de hacerme tuya esta noche -su voz se entrecortaba, presa del cuerpo de él, sumisa de cada uno de sus movimientos que la hacían suya. Sus labios eran un manjar exquisito, contribuían al momento tan perfectamente que parecía todo parte de un sueño. 

El tiempo pareció detenerse o perder toda importancia. Solo ellos lo marcaban, cada caricia, cada cambio sutil de posición, cada rasguño en la piel del otro, era lo único que podía tener sentido en ese momento... eso y el placer, el intenso y brutal placer que se apoderaba por completo de la razón, que callaba por completo cualquier sentimiento de culpa o vergüenza. 

"Solo placer" lo escuchó de sus labios, como respuesta a sus únicos pensamientos, fue consciente del recorrido de sus manos y el posterior camino de sus besos por su cuello y pecho. Cada zona que besaba o acariciaba reaccionaba a él como si lo conociera de toda la vida, como si ese estímulo hubiese sido esperado desde siempre. Tal vez así era, tal vez así debía ser.

Otro cambio de postura le dio el mando, quedando nuevamente sobre el musculoso y perfecto cuerpo de su buscador. Movió la cadera para sentirlo por completo en ella, con las rodillas a ambos lados de su cadera, lista para iniciar un movimiento intenso y rítmico. Desde su lugar, podía verle el rostro e ir evaluando la intensidad necesaria a cada segundo, basándose en las expresiones que él no reprimía. 

-Me encantas -murmuró extasiada, estaba muy cerca del momento más pleno...

@ Kahlan Blackthorn

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