La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Eterno Black Triviani]

Ayudándose de la vara para entrar caminando sin mucha dificultad al entrar en el recinto, dicho lugar  le pareció más cómodo de lo normal  ni bien la atmósfera que le rodeaba se llenó de una vibra diferente como si lo estuviera esperando y sentía en el lugar que le correspondía al corazón como si lo tuviera una seudo sentimiento de palpitar lo cual le pareció un tanto extraño aunque agradable. Miró a los lados ni bien circulaba por los pasadizos como buscando alguien que no sea elfo, ya que no se sentía agusto con ellos aún así al ver unos tantos acercarse no le prestó atención alguna a lo que le ofrecían así que siguiendo de largo se entró en los pasadizos sin fin que alumbrados lúgubremente hacían que las sombras se movieran reflejo de la luz de los candiles imperecederos que alumbraban sin sesar su pisadas, aunque su mirada desarrollada no les eran necesario pero era un buen acompañamiento al lado de esos cuadros en movimiento ahí en lo alto quienes le observaban con cierto perjuicio queriendo ver el interior de sus pensamientos. 
Para su tranquilidad todo se encontraba en el lugar que debería encontrarse aunque eso no era lo que había venido a buscar, notando aquella cerradura que en anterioridad ya había encontrado en una de sus tantas visitas del pasado y queriendo forzarla físicamente para con ello ingresar en aquel lugar que no se podía usar la magia o eso era lo que había leído en aquel tomo de dicho libro que no recordaba el nombre, una que otra cuchara modificada se rompía en la mano deshaciéndose por la fricción constante que este le ofrecía a la misma hasta que cedió y jalando la perilla la puerta se entreabrió dejándole pensativo si ingresaba o no(?) Pero si ya estaba aquí ¿que más podría perder?.

[Anthony R. Dracony M.]

En auto reflejo me envolví con la capa, no porque sufriera del frío, más bien la ansiedad me mueve a hacer algunas cosas que son innecesarias. Admire el congelado lugar, ya los elfos terminaban de preparar mesas con distintos aperitivos como platillos suculentos, los aromas invitan a probarlos. También las bebidas que se disponían sobre mantelería albeada en definitiva augura una grata velada. Una enorme fuente de cristal, es la ponchera que no debe faltar. Con la gran cantidad de frutas con la que se prepara, es una delicia que no puedo perderme.

Tomo un vaso largo y ancho, con el cucharón me sirvo evitando que algún trozo de caña se agregue, compruebo que mi socio Alejandro, utilizo flor de jamaica para que el ponche se volviera rojo, es costumbre en el país de mi socio Ángel, colocarle ese ingrediente el cual me agrada más que el betabel, también utilizado para "colorear el ponche" sea dicho de paso, pero a mi parecer es mucho más rojo si utilizan la flor de jamaica. Muchos no gustan del ponche por su dulce sabor pero se de muchos otros que le agregan licor y lo beben como si fuese agua, un agua que los alegra mucho a decir verdad y con tantas botellas a elegir, seguro no habrá problema para elegir alguna de su preferencia.

Doy un sorbo, el sabor es estupendo, disfruto de un trozo de manzana, la fruta en el ponche que de mi preferencia, la guayaba no esta mal o de las ciruelas pasa. Con mi vaso en mi mano, avanzo por el salón, el silencio tiene ese toque especial... y me pienso si debo romper el silencio...

[Lisa Weasley Delacour]

Luca

 

Llevaba apenas quince minutos tumbado en aquel cómodo sofá, cuando un enorme ejemplar de lobo albino hizo acto de presencia. El bello animal le regalo una ligera reverencia, para segundos después mostrar su verdadera forma. Era uno de sus guardias de confianza. El Van Halen arrugo el ceño, esperando un mensaje aciago, pero en cuanto el muchacho le mostró lo que sostenía en la mano, el medio vampiro no pudo mas que sonreír. Lisa lo llamaba, mas bien reclamaba su presencia en Hunyad inmediatamente. Como sabia que no la iba a escuchar en modo normal, creyó propicio hacer una entrada triunfal para calentar el ambiente y mostrar que, en el fondo, seguía siendo una dramática.

- Estaré ahí en una hora, antes tengo algo que hacer.

La Delacour era tan o mas impaciente que el mismo y sabia que si no cumplía con su palabra, iba a tener que aguantar su mal humor en lo que restaba de fiestas. El Dhampir había estado en Londres por un tiempo, cumpliendo su promesa de proteger al pueblo que tan gustoso lo recibió hacia ya sus buenos ocho años. Con la desaparición de Mei del campo de batalla, la sombra de la oscuridad avanzaba demasiado rápido y no podía permitirlo. Seguía luchando por la luz y aunque cada día le costaba mas estar alejado de su mujer, hijos y familia, su deber para con el fénix estaba fuertemente arraigado en su naturaleza.

Suspirando, cerro los ojos unos segundos. Tenia que ponerse en marcha.

Envuelto en una capa azul con el blasón de lugarteniente de aquella asociación absurda y altamente criticable fue como ingreso el Van Halen en lo que se podría llamar el cuartel general de la marca tenebrosa. Portaba su mascara, aquella que le cubría media cara y reflejaba el color rojizo de su verdadera naturaleza. La velada parecía estar a punto de empezar. Desde que asumió el cargo la nueva líder, lo de sentarse a festejar era algo común y natural. Era como si prefiriese recrearse en sus masoquistas cuerpos que destruir al resto de la humanidad. Y a decir verdad, lo prefería. Que desgastasen sus cuerpos con mujeres y tragos y se olvidasen de sus repugnantes pensamientos. Al menos lo dejaba a el con mas libertad para moverse como quería y hacer de las suyas.

Elimino la distancia que lo separaba del gran árbol de navidad y con una floritura lo decoro muy a su estilo. En lo alto del mismo apareció una estrella de cinco puntas, mas brillante que cualquier cosa que hubiese en la habitación. También varias bolas rojas se desperdigaron por aquel gran abeto, ya tembloroso de tantos adornos que había. Se dejaría ver unos momentos. Como en todo cargo, a veces, los subordinados deberían tener la suerte de poder tenerlo cerca. Aunque lo odiaba, porque el no era para nada así. En aquellos momentos y en especial aquel inmundo sitio tenia que mostrarse como letal, inalcanzable, soberbio y sobre todo poderoso. Que le temiesen. Su sola voz de mando debía ser registrada como la mas poderoso, por encima incluso de su “líder”

[Sagitas E. Potter Blue]

El silencio era total en la puerta de la Mansión Potter Black. Bueno, no del todo; la fuerza de la ventisca que asolaba las calles de Ottery parecía lanzar gemidos y susurros a su paso, mientras arremolinaba los mechones de pelo que surgían bajo la capucha de la capa verde que llevaba encima. Con las manos escondidas en un manguito de zorro gris falso (estoy en contra de matar animales o criaturas mágicas; de los humanos que lo hacen, estoy a favor de extinguirlos de la misma forma, pero eso es otra historia), observé a mi alrededor. A lo lejos, fuera de los dominios de la mansión, había luces y celebraciones, supongo que la víspera de Navidad era una celebración demasiado notoria para dejarla de lado, a pesar de los tiempos que corrían. Siempre habrá corazones alegres que disfruten de las fiestas a pesar de los pesares. Pero no en mi casa. No en la Potter Black. Desde el secuestro de los niños, no teníamos nada que celebrar, ni lo tendríamos, hasta que regresaran. Hasta ese día, no había fiesta ni dejábamos que nuestros corazones fueran felices.

Así, en aquella oscuridad, la mansión blanca apenas lucía, sin luces de colores ni adornos superficiales sobre árboles nevados. La mansión blanca, nuestro hogar, permanecía callada. No hacía nada allá, excepto pensar y pensar, hasta atormentarme más de lo que estaba. Por ello, decidí que ya era hora de regresar a la Mansión Riddle, rodeada de compañeros con los que planear ideas ajenas y dejar de pensar en las mías propias.

Para mi sorpresa, cuando me aparecí en el interior de la mansión, propiedad que sólo podíamos hacer los líderes y los lugartenientes del bando, me quedé helada. Literalmente. Bajo mi capa verde llevaba un vestido sencillo sin mangas con el que festejar las fiestas navideñas y había entrado de lleno en una sala congelada, llena de hielo y escarcha.

-- ¿Pero qué demonios...?

Me abracé a mi capa de lana y maldije llevar zapatitos de tacón, casi descalzos. Muy elegante, sí, pero muerta de frío.

-- ¿Quién se dejó las ventanas abiertas? -- grité, aún viendo que éstas estaban cerradas. Allá sólo estaba @ Anthony R. Dracony M. , con un vaso en la mano. Zapateé levemente porque se me estaban helando los dedos y le miré fijamente. -- ¿Has sido tú?

Un pequeño rugido se oía en el exterior de la sala, allá donde un árbol de navidad luchaba por el sobre peso de decoración. Cerca, aquel ser llamado Luca, el que venía de parte de la pesadilla de @ Lisa Weasley Delacour , tan aturdidor como él. Me pincé la nariz y cerré los ojos.

-- Si lo sé, me quedo en la Potter Black -- susurré. -- No pienso sentarme con este vestidito en el hielo. Ahí sólo se sentaría un oso. -- Con un leve movimiento de varita, me cambié mi vestido Dior por un disfraz de oso en el que estuviera más calentito. -- Esto era una fiesta de disfraces, ¿verdad? -- Le dije a Anthony. 

No, no lo era, pero yo no iba a pasar frío.

[Anthony R. Dracony M.]

Mis dedos tamborea liaron sobre el vaso que sostengo en la mano diestra sin que cayera de mi agarre, pensando la manera en que podía "romper el silencio" solo que era algo intenso y agudo, seguramente también se desquebrajaría el hielo... tiene su atractivo esa idea, como tocar mi guitarra con algunas excelentes piezas...

Pero alguien más se adelanto, un grito resonó en la sala, por lo que me obligo a girar el rostro hacia aquella persona que para variar, mucho dista de estar contenta...

-- ¿Pero que demonios...? -- Al menos podía alegrarme de que no utilice a ninguno de los subalternos del demonio líder de mi padre adoptivo... pero si que estuve tentado... --¿Quién se dejo las ventanas abiertas?-- Pregunto con esa lógica que suele venirnos al enfrentar una circunstancia familiar y común... pero tal vez solo era sarcasmo pues por muy frío que es el clima, era complicado que el hielo cubriese una superficie interior sin ayuda... así que siento que la líder, me arroja la posibilidad de reconocer mi fechoría...

-- ¿Has sido tú?-- Me cuestiono mirándome fijamente a los ojos... tardé unos segundos en responder, no puede hacer el loco... ¿O, si? mentir puede ser una estrategia posible, como miento continuamente ocultando mi actuar o mis sentimientos, pero ahora estoy lleno de euforia por mi idea de una fiesta helada -Si, ¡a que seguro es una idea única! no me pareció que seguir las costumbres sosas de los muggles fuese genial... nosotros somos quienes poseemos "recursos mágicos" para revertir lo que sea o demostrar nuestra superioridad. -- Dije envalentonado, aunque hay en mi persona fibras que tiemblan de ser la primera vez que hablo con semejante descaro.

Y Sagitas me dio muestra de esa sagacidad usando su varita para cambiar su indumentaria a algo más confortable. Su ingenio me hizo sonreír por lo que solo afirme: -- Esta fiesta puede ser como queramos que sea, ¡no hay que contenernos! ¿Gustas ponche caliente? le pregunte a @ Sagitas E. Potter Blue  

Más animado, le hable de una de las actividades que tengo en mente...

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Conduje a la líder mortífaga hasta una mesa donde filas de regalos se ven distribuidos en la superficie, el papel metálico hace que brillen a la más leve luz. -- Bien, he aquí un juego para hacer más adelante, cada asistente puede tomar uno de los regalos. Al azar he colocado obsequios en su interior, así que será divertido comprobar que les deparo la suerte y su buena fortuna, ¿Qué opinas? no te preocupes, el tuyo es una criatura mágica bastante maja! 😄             

[Eterno Black Triviani]

Al pasar hacia el otro lado después de torcer la manija empezó a sentir frío donde su cuerpo trato de ambientarse notando siluetas que lentamente se iban formando frente a sus ojos, se encontraba en una reunión o más específico una fiesta al parecer de disfraces, ya que una de ellos parecía un oso cariñoso aunque de por suerte él llevaba un par de vestimentas bajo su capa las cuales podría darse el gusto de vestirse con las mismas para de una manera pasar acordé con la situación. Y así lo hizo mientras avanzaba y aprovecho en cambiarse de ropa a su vez seguía tras la pareja que iba delante de ellos hasta una mesa donde se encontraban muchos regalos ordenados en fila uno sobre otro para que estos sean destinados a sus respectivos dueños llegado el momento, buscó algún lugar donde tomar ponche o alguna bebida que contenga alcohol mientras caminaba el ambiente de la mansión se tornó divertido bajo aquella música que sonaba un tanto bajito pero temas divertidos y lo bastante movidos para comenzar la rumba. Sus pies empezaron a moverse mientras bebia de su copa tratando de continuar el ritmo mientras a lo lejos un mago se encontraba por otro lado mirando. Imaginó que los demás iban a llegar en cualquier momento para continuar con la labor , para ello siguiendo su camino busco dónde sentarse un momento para tararear el tema que andaba entonando en la estancia.

[Xell Vladimir Potter Black]

Me quedé a lo lejos, mirando como aquel mago hacía movimientos ágiles al árbol de Navidad que había en la mansión Riddle, decorándolo. Extradecorándolo. Yo sentí que era demasiado adorno, muchas bolas y guirnaldas, pero no soy quién para entrometerme entre un hombre y sus bolas de Navidad, o de  un árbol, así que parpadeé varias veces, para alejar el frío de mis ojos claros, casi helados en aquella zona de entrada a nuestro refugio. Sólo a mí se me ocurría pararme en la interperie, con el frío que hacía. Menos mal que en la mansión estarían encendidas todas las chimeneas y eso haría que entrara en calor.

Apreté el paso para cruzar el arco con las dos serpientes y, en un breve instante, esperé que Mael o que Sagitas hubieran puesto alguna trampa, como la última vez, en la que tuve que luchar contra varias serpientes y beber un antídoto después. No fue así, lo que provocó una sonrisa divertida en mi rostro. Menos mal que creían en la Navidad. O tal vez Mica les hubiera convencido de que no era necesario hacer este tipo de pruebas. No sé porqué no pensé en ella como malvada, creo que la veía menos peligrosa que el hombre de aquella Tríada que nos dirigía. Sí, Sagitas podía ser impaciente y a veces no sentía piedad por nadie, su corazón parecía endurecido por varias batallas que la vida le había hecho soportar, pero la conocía lo suficiente como para no tenerle miedo ( o casi no). Pero Mael... Él era implacable.

Saludé a varios mortífagos que estaban de guardia antes de entrar en la Sala de Reuniones, donde nos reuníamos siempre para las celebraciones. Me sentí muy extrañada al ver aquel manto blanco sobre el suelo, como si alguien hubiera puesto una sábana de hielo sobre todo. Estaban Sagitas, Anthony y Eterno. A los tres  les conocía. Fruncí el ceño al ver a mi tía vestida de osito rosa.

- ¿Había que venir con disfraz? - pregunté a @ Eterno Black Triviani , pues yo lucía un vestido negro largo hasta los pies y con un chal de pelo de oveja del mismo color, cubriendo desde el cuello hasta el pecho, protegiéndome del frío del mes de diciembre.

Después vi la mesa con los regalos y sonreí a @ Anthony R. Dracony M. .

- ¿Los vais a repartir entre los presentes? Si no vienen más, tocamos a muchos regalos por persona.

Reí, feliz de encontrarme en la mansión Riddle, viendo como la tía, a pesar de ser líder, no le iimportaba seguir demostrando su peculiar forma de ser.

[Eterno Black Triviani]

Hace rato tenía  ganas de bailar en esta amena reunión que se estaba dando para lo cual dejo a un lado su copa la cual se encontraba vacía y con mucha gracia la misma desaparece de su palma para aparecer sobre la mesa que tenía al lado suyo, con una sonrisa un tanto divertida tarareaba la canción gesticulando sus labios mientras apareció en el lugar a una mujer agradable que vestida de negro pasaba con una sonrisa aparente que se acercaba dónde nos encontramos nosotros, levanté la cabeza para observarle mejor a tan distinguida dama y está cortésmente le saluda lo cual hace responderle el saludo. @ Xell Vladimir Potter Black
- Esa es buena pregunta - comentó brevemente a la buenamosa quien quería quitarse la interrogante, para lo cual agregó: - Pues digamos que eso parece, aunque la que inició la idea de hacerlo es la líder... Así que si tú deseas, podríamos ponernos algún disfraz acordé al tema tal como la jefa -  sonrió con gentileza ante la propuesta, aunque la veía bien abrigada ante el frío que se daba en esta temporada del año, movió los dedos de su mano ofreciéndole algo de tomar a la agradable joven que le hablaba al ayudante del alto mando quien terminando de decorar acompañaba a su jefa.

Notaba como el decorado del lugar se encontraba bellamente predispuesto para ser apreciado y que con los mismos nos daban el ambiente navideño necesario para poder congregar estás fiestas.

Esperaba que los demás se presenten para así esto se vuelva así más divertido de lo que se sería, y para cerrar con broche de oro con la entrega de regalos. 

Sonriendo a lo último ya que tenia ganas de abrir alguna de las cajas que se encontraban sobre aquella mesa. Ya imaginaba estar entregando una por una a los que les correspondía.

Editado 13 de Enero del 2023 por Eterno Black Triviani

[Anthony R. Dracony M.]

Ladeo la cabeza, luego les miro fijamente. Él si que se siente feliz, la celebración tuvo respuesta. Sagitas le provocaba reir con su disfraz de oso y ¡buena la que hizo él al congelar la habitación! Xell también reía, sus ojos azules están pendientes de los regalos en la mesa, como era de esperar, deseaba no solo tener uno de ellos, si no llegaban más compañeros, quizás nos repartiéramos el resto de regalos entre nosotros cuatro.

Quien me sorprendió un poco fue Eterno, que bailo al ritmo de rumba que interpretaban los instrumentos musicales encantados. Después hablamos animadamente, beber ponche y hacer comentarios alegres fue lo que creo un ambiente jovial y bastante festivo.

Como ya era muy entrada la noche, les entregue un paquete a cada uno haciendo un guiño cómplice -- Gracias, aquí tienen su recompensa.

🎁 @ Xell Vladimir Potter Black   🎁@ Eterno Black Triviani   🎁  @ Sagitas E. Potter Blue

 

Un mes después...   

Me apresure enarbolando la varita, dispuse sillas pensando que los sofás y sillones pudiesen no ser suficientes. Aunque bien podía equivocarme...

Me di unas palmadas en la frente... era la primera vez que apoyaba a encargarme de tener lista la sala para aquella importante junta. Mire a ambos lados del salón, con voz autoritaria llame a los elfos, les ordene que dispusieran de botellas de licor así de copas para que cada mortífago pidiera le sirvieran la de su agrado. Un montón de boletas se apiñaban en un extremo de la mesa. 

No parecía faltar nada, salvo que la Líder @ Sagitas E. Potter Blue  o los lugartenientes tuviesen alguna otra idea en mente. Me gustaría poder consultarlo pero la llegada de los miembros del Alto Mando, se estaba llevando a cabo. Entre ellos vi a un mago que no conozco de antemano, pero su gélida mirada te petrifica al instante, creo que es @ Matthew Black Triviani  siento alivio de traer puesta mi máscara de bronce con aleación de cobre sobre mi rostro, justo el modo de ocultar mi expresión.

Lo que me viene a la mente, es el motivo porque se ha convocado a los miembros de la Marca Tenebrosa: elegir la familia o el local donde se ayudará a tener vigilancia y actividad con respecto al Bando. Por eso me acerco y le aseguro al mago y al resto de miembros del Alto Mando, que ya se notifico a los integrantes del Bando, que deben asistir representando a sus familias y locales.

@ Mael Blackfyre   @ Mica Gryffindor  @ Ada Camille Dumbledore  @ Malum Luxure  @ Juliette Macnair  @ Eobard Thawne  @ Eterno Black Triviani  @ Ernest Dumbledore Prior  @ toji  @ Kahlan Blackthorn  @ Lucrecia Blackthorn  @ Datura  @ Hades Ragnarok   

 

[Eterno Black Triviani]

El lugar había cambiado un poco drásticamente aunque eso no le impedía remembrar por dónde el mismo había venido, entre sus brazos llevaba una de las cajas que poseía una cinta en la copa pero decorado alegremente, de un siguiente salto se alejo un poco más hasta mezclarse con la luz del alba que tornaba su silueta, cubriendo por completo su imagen para dejarle retratado en el suelo como una sombra digna de un muñeco de llavero de bolsillo.

Su mirada fija a la distancia entre cerrando sus ojos para divisar mejor el horizonte dónde esperaba ver algún conocido y con ello manifestar todo lo visto en este breve instante pero no hubo nada, pasó sin mucho interés su mano sobre su frente para así aliviar dicho resplandor que le había sedado momentáneamente.

Suspiró quedando por un momento sin aire y después agitado inhaló en desesperación ya que al verse solo en este lugar desolado no era nada agradable y nada menos prometedor sin tanto que hacer cuan proteger este lugar de algún incauto que quisiera aproximar su esencia y con ello dejarse ver por un breve momento y desaparecer en su intento.

La magia habitaba en este lugar y la tenía totalmente llena, eso para uno de nosotros no era nada significativo pero si esperanzador, ya que la forma constructiva de ello nos conllevaba a dar más y entregar aún más lo que uno podía enseñar.