Biblioteca de Alejandría

[Luna Gryffindor Delacour]

   

 

Nadie lo sabía pero se estaba gestando algo grande, algo peor de lo que había pasado la ultima vez, pero para ese momento nuestros espías de la Orden del Fénix y los espías de los Mortifagos, ya sabían donde residía el poder que necesitaban obtener, uno que los haría más grandes, poderosos y casi indestructibles, el mismo estaba en la antigua biblioteca de Alejandría, sepultada en las arenas del desierto, debíamos llegar allí antes que el otro equipo para lograr tener el poder que se nos había negado tiempo atrás. 

 

Los trasladadores nos dejaron en el mismísimo desierto, lo primero que la Odefa vio fue arena, más arena de lo que nunca había visto en su vida, además de pirámides diversas que nunca antes había conocido , bajo las arenas residía el saber universal de todo el mundo, debíamos de hacernos con él antes que nuestros némesis lo hicieran, pero como con todo en la vida, nadie me preparo para lo que sucedería de un momento a otro. 

 

Los chispazos empezaron antes incluso que se diera cuenta, varias personas con mascaras diversas la rodearon, pero no estaba sola allí, sus compañeros con una luz blanca también la seguían, no tuvo tiempo de contestarles o decirles nada, ni si quiera se dio cuenta de que el piso bajo sus pies empezaba a tambalear, lo ultimo que vio fue que estaban todos bajo tierra en una biblioteca inmensa, la más grande, de color marrón y con muchos libros alrededor, parecía antiguo e imponente, lo más dorado y blanco que había visto en su larga vida de vampiresa. 

 

La maldición estaba contenida en una vasija de cristal similar a la que usábamos para ver nuestros pensamientos, solo que sellada con letras y números que parecían ser jeroglíficos, me quede tan paralizada que apenas me di cuenta cuando alguien de mi grupo tiraba hechizos contra alguien con una mascara y esta respondía a ello inmediatamente, se me dio por pensar que eran ambos muy diestros en duelo y lamentar no serlo en esos momentos, me dio un escalofrió el pensar que pasaría si seguíamos así, pero alce la varita por si las dudas, tenia que estar preparada para todo, debíamos impedir que ellos se hicieran con la magia universal, pero claro nada me preparo para lo que nos pasaría por ser tan codiciosos y querer tener más poder del que poseíamos hasta entonces. 

 

Una luz brillante nos cegó inmediatamente, un mago y una bruja que parecían ser de otra época vestidos con trajes de reyes prácticamente, nos observaron entristecidos, dijeron algo en un idioma que no entendí y al momento siguiente los que estaban peleando se separaron con una sacudida, el problema es que todo el piso se movió y cada libro del lugar se tambaleo como si de un terremoto se tratara, de repente todo se detuvo y nos miramos entre todos,  al vernos expulsados de la biblioteca más imponente del mundo, estábamos en el desierto, con las varitas en la mano, sintiendo como todo se sacudía y como la arena nos entraba en los ojos sin dejarnos ver para nada, algunos hasta se habían caído y otros intentaban contrarrestarlo con agua, se escucharon muchos Aguamentí por el lugar, pero nada de lo que hiciéramos funcionaba para detener la avalancha de arena que nos estaba sacudiendo en esos momentos. 

 

- Por Merlín y Morgana, ninguno merece tener el saber universal, todos son codiciosos, nadie lo hace por amor  y cariño por el saber, todos quieren tener esta magia para su propio beneficio, hasta los que dicen que la quieren para protegerla del otro grupo, dan asco como magos y brujas, por eso en el nombre de Agripa les desterramos los poderes y saberes que en su momento les dimos dejándolos solo con lo básico, haber que harán para sobrevivir o luchan juntos o perecerán en el intento - Escuché que decían en un idioma que nunca había escuchado en mí vida -

 

De repente los hechizos cesaron por completo, los magos y brujas reunidos seguían agitando las varitas pero de ellas no salía absolutamente nada, no lograban entender que sucedía, apenas si pude lograr lanzar varios "Expelliarmus" pero nada más, parecía que el único poder que teníamos eran los hechizos básicos y para colmo de males, estábamos sin los poderes que habíamos ido a buscar, ¿qué demonios había sucedido? pude escuchar a varios maldecir enojados, algunos hasta tiraban las varitas o las agitaban, pero nada de lo que hicieran funcionaba, no importaba cuantos libros o magia tuvieran, nada acudió a su rescate, estábamos solos y sin la magia que nos hacía despertar cada mañana, alejados de la civilización y sin nadie que nos ayude más que él otro que teníamos al lado.       

 

¿Era el fin de la magia? ¿la biblioteca de Alejandría había expulsado a los magos más legendarios del mundo? ¿qué pasaría ahora? estaba claro que algo teníamos que hacer solo que no tenía ni idea del que, mire a mi derecha viendo a alguien con mascara (Ada), me mordí el labio inferior indecisa de que decirle, ¿qué tanto conocía a la bruja? ¿donde estaba mi amiga Darla por allí? por mas que la buscaba no la veía y eso me ponía nerviosa, había venido con mi compañera de trabajo pero no podía encontrarla por allí, cosa que me preocupaba por demás, aparte de todo ¿donde estaba Rory? por un momento me pregunté si mi sobrino, Mael estaría por allí, ¿podría pedirle ayuda o el ser de la Orden me lo impediría? me sentía tan perdida, que aún a riesgo de que me consideraran traidora hice algo que en circunstancias normales no haría por nada del mundo.  

 

- No se quien eres pero ¿tampoco tienes magia? ¿sabes acaso qué sucede? ¿todos los de tu grupo están bien? parece que de los nuestros no sufrimos tanto, ¿fueron ustedes? ¿o quién fue? - Pregunté apuntándola con la varita, aunque intuía que de ella no saldría absolutamente nada - 

 

¿La consideraba culpable? no sabía que decir a ciencia cierta, la realidad era que no teníamos magia, que Merlín y Morgana habían aparecido y que no sabía a quien culpar, así que intuía que era por los mortifagos ¿no? los de las mascaras habían hecho algo de seguro, aunque pensándolo bien, si fuera así, ¿estarían en el medio del desierto casi muertos de sed con nosotros? aunque me pesará lentamente baje la varita que apuntaba a Ada, a la espera de alguna explicación de ella o de alguno de sus compañeros. 

 

La ráfaga de viento me despeino mis cabellos pelirrojos, alrededor veía a más de mis amigos que intentaban lanzar hechizos y libros de magia, nada que fuera de bando salia de las varitas y muy pronto me di cuenta que a los mortifagos tampoco les salía nada, mire a Ada tan solo porque era la que más cerca estaba de mí, ¿acaso estábamos en una realidad alternativa? ¿qué nos había pasado? solo era cuestión de idear un plan, solo que no tenía ni idea de cual sería, estaba perdida y esperaba que a alguien se le ocurriera algo, porque no tener poderes no era lo que en realidad quería que sucediera en esos momentos en donde más lo necesitábamos.  

 

 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Rory Despard  @ Mael Blackfyre  @ Darla Potter Black  @ Sean -Ojo Loco- Linmer   @ Hannity Ollivander Evans   @ Aaron Black Yaxley  @ Sagitas Potter Blue    @ Arcanus   @ Hessenordwood Crouch   @ Syrius McGonagall   (y todos los de los dos bandos que me faltan que son muchos... solo pasen la voz *les hago ojitos de gato con botas* necesitamos más luces y mascaras por aquí...) 

[Ada Camille Dumbledore]

 

La noticia había corrido como la pólvora entre magos y brujas, una vidente había confirmado y avivado una antigua leyenda que había sobre la biblioteca de Alejandría, aquella que los magos antiguos habían ocultado a la humanidad, en especial a los muggles, para evitar que obtuvieran conocimientos sobre el mundo mágico. La vidente hablaba de una maldición que caería sobre los magos, no creía en ninguna de esas cosas, sabía que había muchas profecías ciertas pero esas que hablaban de terminar con la humanidad las típicas recicladas de los libros antiguos de leyendas para dar lecciones y generar terror en los niños no las creía. Se me había encargado por parte de mi líder asistir con un grupo de mortífagos para evitar, que si la leyenda era cierta, los fenixianos se hicieran con los conocimientos que se suponía podría haber allí en la biblioteca.

 

La mascara de Galia cubría mi identidad, con la metamorfomagia había hecho que mis cabellos fueran rojizos oscuros y caían en rulos en mi espalda, era otra forma de proteger mi identidad. El bolso de piel de moke atado a mi cintura con una serie de elementos mágicos y pociones dentro de él. Con ayuda de un traslado salimos con destino al desierto africano, el sol estaba en pleno y el calor era demasiado fuerte, agradecía tener mi máscara, solo veía dunas y dunas de arena y estábamos justo en medio de dos. Uno de los compañeros había indicado que avanzáramos hasta la cresta de la duna y fuimos hasta allí. Fue cuando vimos aparecer a un grupo de personas, la luz en su rostro nos hizo saber que eran fenixianos y sin pensarlo dos veces saque mi varita y apunte directamente hacia ellos. Ellos también nos respondieron el ataque con hechizos. Era de esperarse, pero con el factor sorpresa logramos acercarnos un poco a ellos.

 

Fue entonces, cuando casi los teníamos rodeados que sucedió lo inesperado, la tierra empezó a temblar y puse observar como se hacía una especie de remolino en la arena que nos hizo caer varios metros. Tras caer de espaldas logré ver que estábamos dentro del edificio: pasillo largos y varios pisos de estantes de madera con libros y pergaminos enfila dos que parecían interminables. Me levante del frío suelo, el cambio de temperatura era impresionante, se notaba que el lugar estaba hechizado y era totalmente refrescante.

 

Vi un rayo deslumbrante pasar por delante de mi, algunos de mis acompañantes más recuperado había logrado reiniciar el ataque y era justo repelido, tuve la fortuna de lanzar un protegió a tiempo para defenderme. Me levante con dificultad mientras mantenía la guardia para no ser víctima de otro ataque. Me resguarde detrás de un estante de madera y pude respirar mejor tras el golpe, al parecer me había golpeado en la reja costal y eso había dificultado mi respiración inicial. Ya recuperada respire mejor y me lance al duelo, solo lance un hechizo cuando logre escuchar una estruendosa voz. Mis cabeza no retenía las palabras enteras entendía que era Merlín y Morgana, acaso me habían lanzado un confundus, sentía impotencia al no poder sacarlos de mi mente fue entonces cuando sentí como la biblioteca nos escupia, literalmente, a las Arenas de nuevo. Caí lejana de mi grupo, una joven de rostro iluminado estaba cerca de mí, lograba verla entre mi cabello que estaba frente a mi… rubio, me incorpore y tomé mis mechones de cabello liso, había usado Metamorfomagía para transformar mi aspecto y ahora había cambiado. Intenté cambiar y nada pasaba mire a la joven que estaba allí.

 

-¡Pero que demonios!

 

La joven allí me observo y la mire con desconfianza tome mi varita en la mano y trate de enviar una maldición asesina pero la varita no se inmutó, mire mi querida Ma’at con impotencia y rabia, escuche sus palabras y solo me llene más de ira me lance a ella (Luna Gryffindor) lanzando la de espaldas hacia la arena y le inmovilice los brazos contra el suelo y usando el peso de mi cuerpo para no dejarla mover

 

-Habla ahora y dime tu que han hecho, no dudo que los de tu clase hayan hecho alguna tontería que nos afectará a todos…. ¡¡¡Habla de una vez!!!

 

Hable casi escupiendo las palabras con rabia

@ Luna Gryffindor Delacour

@ Dana Gryffindor

@ Darla Potter Black

@ Leslie Ashryver PB

@ Hannity Ollivander Evans

@todos (?) 

 

 

 

 

 

 

[Luna Gryffindor Delacour]

Apenas si tuve tiempo de saber que sucedía, de repente la bruja con la máscara me había inmovilizado en el suelo de espaldas, escupí arena que había comido y me pregunte en que clase de hechizo habíamos caído, porque algo muy malo había pasado ahí, sólo que no tenía ni idea de que era y tener a la bruja que me tenía prisionera tampoco me ayudaba a pensar como solucionaríamos las cosas y es más lo consideraba una perdida de tiempo total el que estábamos perdiendo. 

 

- No fuimos nosotros, así que asumí que habían sido ustedes y no grites, no eres la única preocupada, nunca me pasó que mi varita no funcionará, pero si quieres pelea la tendrás, aunque deberíamos de pensar cómo salir de aquí o no? Además de que no entiendo nada de lo que pasó, tu sabes que sucede? - Le pregunté intentando sonar razonable aunque por dentro estaba pensando alguna manera de sacarme la de encima y rápido - 

 

Intenté forcejear pero estaba en el piso tirada, gruñí por lo bajo e intente darle patadas, pensando en que eso la podría lastimar un poco al menos para sacármela de encima. 

 

- Fue alguien más, quizás alguien de tu grupo sepa algo no? Ustedes son los que suelen lastimar inocentes y nosotros los salvamos lo recuerdas? Así que si estoy segura que fueron ustedes de alguna manera o quizás a alguien se le escapó algún hechizo, tienes idea de que podría ser? - Le pregunté gruñendo e intentando que vea que debíamos de hacer algo pronto - 

 

Por segunda vez intente sacármela de encima pero sin lograrlo, apenas si me podía mover pero eso no me detendría, si tenía que luchar lo haría a como diera lugar. 

 

- Haber algo o alguien fue, así que debíamos de investigarlo, no crees? Tenemos que saber qué pasó y quién fue - le dije forcejeando de vuelta e intentando patearla haber si eso la sacaba de encima mío - 

 

¿Por qué no teníamos poderes? ¿Qué sucedía con los hechizos? Estaba asustada porque nunca había pasado algo así e imaginé que estábamos en un serio aprieto, no me importaba si Galia me lastimaba de alguna manera, sólo quería saber porque no teníamos poderes y que cosa mala había sucedido y lo más importante quién había sido él que nos hiciera esto. 

 

 

 

 

Editado 2 de Agosto del 2021 por Luna Gryffindor Delacour

[Hannity Ollivander Evans]

Hannah Rambaldi 

 

La biblioteca de Alejandría, una de los más exponentes lugares sagrados de la sabiduría, aquel que hubiera querido recorrer hasta poder terminar cada libro de aquel lugar, además ¿para que servía la vida inmortal si no era para aprender cosas nuevas? Pero aquella visita era por una misión  del bando y a pesar de que ya había ayudado en varías misiones, pero esta era una especie de reto, sabían que con lo que se prometía acerca de los poderes,  el otro grupo haría hasta lo imposible por llegar primero a ellos, pero la Orden del Fénix no se los dejaría nada fácil. 

Al llegar al desierto Egipcio por medio de trasladores lo único  que se veía cerca y lejos era arena, arena y más arena, de repente el suelo comenzó a moverse, Hannah hacía todo lo que podía para mantener el equilibrio, pero era inútil. Momentos después caían, todos los miembros de la orden cayeron a un lugar hermoso, con enormes estantes llenos de libros, era como un sueño, pero parecía volverse pesadilla, el grupo OdF no era el único que había ingresado a la biblioteca.

Hechizos y maldiciones volaban a diestra y siniestra, de  la nada se escuchó un par de voces, la rubia, al igual que otros, por momento dejaron de lanzar hechizos, las voces con una clase de idioma o lengua que ella no conocía ni entendía pertenecían a Merlín y Morgana, al poco tiempo fueron lanzados de la biblioteca, estaban de nueva cuenta en el desierto, trató de lanzar un hechizo a la mortífaga que había acorralado a Luna Gryffindor de espaldas en la arena, pero era imposible. 

¿Qué era lo que estaba pasando? 

No sabía, pero como siempre Hannah llevaba su adorada catana en la espalda, la desenvainó, en caso de ser necesario la vampira no dudaría en usarla.

-Parece que esto no es culpa de nadie señoritas, así  que le aconsejo que suelte a mi compañera…

 

De todo lo que había dicho Luna, en una cosa estaba de acuerdo, teníamos que saber quien había sido el reponsable de aquel suveso
 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Luna Gryffindor Delacour

[Luna Gryffindor Delacour]

Escuché a Hanna e incluso sonreí por su ayuda, aún así y con todo intenté forcejear de nuevo para sacármela de encima, ¿qué no entendía que esto no era culpa mía? ojala supiera porque razón nos sacaron los poderes y cuanto más tardará en darse cuenta que pelearnos entre nosotros no llegaría a nada, más tardaríamos en averiguar que pasaba en realidad, parecía una maldición antigua o al menos, el que Merlín y Morgana aparecieran enojados a hablarnos me dio una pauta de que algo malo había sucedido, sin contar que no teníamos hechizos, había intentado lanzar un simple "Disparo de Flechas" para alejarla de mí que no salio de mi varita para nada ¿qué estaba sucediendo? ¿por qué no me salían hechizos de bando? ¿me habían expulsado de la Orden y no lo sabía? todo eso me preocupaba por demás mientras intentaba sacármela de encima a como diera lugar. 

 

- Debes hacerle caso a Hanna, por Merlín santo, no tengo la culpa de lo que sucede y si ella tiene razón ninguna hizo nada, así que ¿por qué no tenemos una tregua? recién intente lanzar un disparo de flechas que no salio, osea deberías de haber tenido muchas flechas impactadas en tus manos pero eso no paso, así que creo que algo raro esta pasando y lo que dijeron en un idioma que no entendí tendrá que ver con esto ¿no? la pregunta ahora es que haremos para solucionarlo pero teniéndote arriba mío no lo lograremos ¿no te parece? - Dije intentando razonar y sonando más angustiada de lo que en realidad estaba en esos momentos -

 

Escupí arena por segunda vez intentando sacármela de encima empleando toda mi fuerza ¿qué me pasaba? ¿por qué mis fuerzas ahora no funcionaban? sabía que no tener hechizos de bando era malo, pero aún así y con todo nunca pensé en pelearme enserio entre nosotros, había sido un error haber ido a pedirle ayuda pero no me arrepentía de nada, porque estábamos en el desierto e intentaba decirle que realmente necesitábamos cooperar entre todos para salir de está, o al menos intentar averiguar que cosa mala habíamos hecho para que los hechizos de bando no nos funcionarán para nada. 

 

¿Quien había sido el responsable? ¿qué cosas raras habían dicho los magos ancestrales? ¿por que no entendía que si nos uníamos podíamos solucionarlo más rápido? todas eran preguntas que no tenían una respuesta valida y sabía que me ponía nerviosa el que los hechizos no nos funcionarán, algo raro estaba pasando, algo que nunca nos había pasado antes y que necesitábamos ver como solucionar todos juntos y no por separado o al menos, eso era la idea que tenía en mente, aunque si quería luchar lo haría aunque no fuera lo que quisiera hacer en realidad. 

 

- Mira todos estamos mal, a mi no me funciona un hechizo de la Orden que acabo de mandarte, intenté lanzarte algo y nada sucedió, de haber salido tendrías que haber tenido unas cuantas flechas encima tuyo y mírate aun sigues arriba mío e ilesa, así que algo está sucediendo aquí, solo que no tengo idea del que pasa, así que sugiero que dejemos de pelear y pues pensemos alguna solución, porque sin hechizos no podemos hacer mucho ¿no? - Le dije intentando sonar razonable aunque en realidad estaba muerta de miedo -

 

Tener a Hanna allí me tranquilizaba bastante, el no estar sola en medio del desierto y sin poderes era algo que me preocupaba demasiado, me hacía sentir una simple muggle, aunque me figuraba que algún hechizo si teníamos hacía años que no me sentía una simple mortal, despojada de todo lo que hacía que me levantará cada mañana, estaba orgullosa de portar el fénix en mi pecho y el que no me salieran hechizos de la Orden me ponía inquieta y preocupada por demás, algo muy malo estaba sucediendo solo que no podía imaginarme aún el que de esto, ni porque pasaba en esos momentos, quizás fuera parte de la misión de buscar más poderes, tal vez fuera solo una prueba más de todas las que deberíamos de pasar para poder seguir creciendo en mi querido mundo mágico o eso es lo que pensaba mientras aún continuaba en la arena y casi sin poder ver por la misma que me entraba en los ojos una y otra vez.    

[Sophie Elizabeth Granger]

Como había ido a parar a aquel lugar, aun no estaba segura, solo le habían informado que un grupo se encaminaba en una misión y que debía protegerlo desde atrás, sin llamar mucho la atención y eso había hecho hasta el momento. Una sombra aquí, una criatura de sombras por allá. Todo ello había permitido que no hubiese bajas cuando los mortifagos habían atacado al grupo. Pero nada eso la previno para lo que estaba ocurriendo ahora, solo sabía que estaba llena de arena y tirada en el suelo y no solo eso, sentía que algo le faltaba. Se levanto y sacudió su ropa mientras escupía la mitad del desierto de su boca. 

 

Busco al resto de sus compañeros y poco a poco los fue viendo haciendo lo mismo que ella o acercándose a donde su sobrina Luna estaba siendo atacada por otra mujer que no reconocía del todo pero que estaba segura se había topado ya con ella en alguna ocasión. Corrió hacia ellas y tomo a la bruja que estaba encima de la Gryffindor y la empujo fuera de su sobrina para luego darle una mano para levantarla del suelo. En seguida se dio la vuelta hacia donde había lanzado a la bruja en posición de guardia y con la varita levantada mientras intentaba recordar los hechizos básicos.

 

Por lo poco que había escuchado de las dos mujeres solo esos funcionaban y ella no los usaba desde hace siglos, teniendo los hechizos del clan y los libros, y  no siendo una duelista ni siquiera promedio, se dedico a especializarse y abusar de su poder con hechizos poderosos. Solo dominaba el expelliarmus, el protego, el sectusempra y el episkey. Claro que eso solo lo sabia ella, por lo que podía pretender por ahora.

 

- ya lo escuchaste, mi sobrina no tiene idea ni hizo nada, así que déjala tranquila - le gruño a la bruja mientras apuntaba con su varita a cualquiera que intentara acercarse a Luna. Ya había fallado en proteger a su padre, no iba a permitir que nadie tocara a su familia de nuevo, primero tendrian que pasar por ella.

 

 

 

[Rory Despard]

***En el pasado***

Rory no se caracterizaba por extrañar. Confiado en el plan que Dios tenía trazado para cada persona, a menudo si le atacaba alguna repentina nostalgia, aplacaba el sentimiento con la idea de que cada encuentro y cada relación tenía una razón de ser y estaba destinada a durar lo que el todopoderoso designase. Sin embargo, las noticias que los espías del bando le habían hecho llegar, combinados con las visiones en sus sueños a las que no hallaba explicación, lo habían hecho extrañar enormemente a Scavenger.

La hábil bruja historiadora, había sido de las pocas personas que había conocido en Ottery, con la capacidad de afrontar en calma hasta los más temibles sucesos. Por  desconocer su paradero actual, no tenía forma de comunicarse con ella, pero en las semanas previas a la difícil misión que tendrían en Alejandría, Rory comenzó a poner en práctica el consejo que ella le había dado tiempo atrás: Documentar todo lo que considerase importante.

Y sus visiones lo eran. Había fallado en su primer intento con Sajag,  pues no había conseguido la fuerza suficiente para no dejar que las imágenes le apabullasen la razón y la voluntad, pero eso no significaba que estas hubieran desaparecido. Era por eso que, en la quietud de su pequeña habitación, el predicador se esforzaba por dibujar con esmerado detalle, una vasija de cristal, adornada de runas, flotando en lo alto de un cielo azul despejado, cuyo color contrastaba con las amarillentas arenas de un desierto que parecía no tener fin.

Al término de la semana, había completado una docena de pergaminos, cuidadosamente enrollados, que mostraban cada uno una escena diferente. Rory estaba seguro que alguna clase de conexión existía entre todos, pero salvo las enormes estanterías de una biblioteca repleta en el tercero de ellos, que suponía hacía alusión a la Biblioteca de Alejandría que visitarían, ninguna otra tenía hacía sentido para él. Así que exhausto, observó por última vez aquellos documentos, no demasiado seguro de lo que debería hacer con ellos.

¿Dejarlos ahí? ¿Dejarlos al cuidado de alguien más o en la Residencia Potter? Tenía entendido que ya todas las previsiones  habían sido cuidadosamente tomadas, e incluso con apoyo de Mica, se las habían arreglado para habilitar trasladores que los llevasen fuera del país, evadiendo el último edicto dado por la Ministra; pero, con toda la discreción de la operación, resultaba imposible que los mortífagos no se hubiesen enterado también de aquel misterioso poder que se decía podía dar una solución definitiva a la guerra.

No quería tener miedo, pero al levantarse de la silla, sintió un escalofrío recorrer su espalda. El conjunto de las visiones no era nada alentador, y era eso lo que empujaba a su instinto a tomar medidas, por si las cosas no salían de la forma en que el bando las había planificado. Segundos después, un toque en la puerta por parte de la recepcionista del Pink Palace, lo sacó de sus cavilaciones.

En una bandeja, la mujer le había traído una taza de té y el periódico del día. Rory no había tenido mucho ánimo de ojearlo, pues la foto de la portada mostraba a una vidente de Ottery, más conocida por sus errores que por sus aciertos; sin embargo, al leer las declaraciones de la mujer, abriendo los ojos enormemente, tomó una decisión de improviso, y apurando a sorbos el té, sujetó la docena de pergaminos y salió raudo de la habitación.

Lo que no esperaba era cruzarse, justo en la puerta de la residencia, con otra de las personas que también vivía en la curiosa edificación.

***En el presente

Despertó, con un leve mareo y salpicado por completo de arena. Todavía sujetaba su varita con fuerza, pero ya no se encontraban más en aquella magnífica biblioteca, a la que habían ido a parar tras un sacudón de la mismísima tierra en medio del enfrentamiento con los mortífagos, con quienes la batalla se había prolongado incluso en el subsuelo, en la carrera por obtener la preciosa vasija que Rory había distinguido en la primera de sus visiones.

Si de arranque, las cosas no habían salido de acuerdo a lo esperado, con la aparición de aquellos seres ataviados de las más lujosas prendas que él había visto en su vida, todo fue a peor. En lo profundo de su corazón, a pesar de que sabía que estaban allí por razones nobles, no podía evitar sentir culpa pues habían quebrado una serie de normas para llegar, activando trasladores ilegales e incluso, mintiendo a otros en un afán de protegerlos. Ciertamente, tampoco podía saber si en las mentes de sus demás compañeros, se albergaban razones más egoístas para hacerse con aquel poder, pero lo que era indudable es que a ojos de Morgana y Merlín, que ante ellos se habían mostrado, todos eran culpables.

Por eso, expulsados de aquel paraíso, ahora vagaban en la arena, desprotegidos, pues la magia les había abandonado. Lo había comprobado cuando un mortífago había intentado quebrar su muñeca con un absorvere, y cuando él mismo había querido convocar un corpus patronus infructuosamente. El sol en lo alto del un cielo de vivos colores azules, solo conseguía que el suelo bajo sus pies se sintiera como un auténtico infierno.

El filo de la katana desenvainada por Hannah destellaba en medio del desierto y eso le guió hasta ella. A diferencia suya, él no portaba ningún arma, y en la mochila, aparte de la cantimplora, todo lo que traía consigo era el Cántico de las criaturas de San Francisco de Asís. Pero no estaba tan seguro, después de lo que habían pasado ahí abajo, que continuar con la pelea fuera lo mejor. 

— ¡Basta! ¿Qué espera conseguir atacando a Luna, cuando es evidente que ambos bandos hemos sido afectados por esto?— había dirigido mis palabras hacia la mortífaga presente, como una advertencia también de que con Zahil y la propia Hannah allí, ella llevaba las de perder de seguir en esa actitud— Necesitamos establecer una tregua ¿no le parece?— ayudando a Lunita a ponerse en pie Rory se volvió hacia los otros mortífagos presentes— ¿alguno más no cree que es lo más sensato?

[Ada Camille Dumbledore]

Escuche a las mujeres hasta que disminuir la fuerza y me deje ir con la fuerza de alguien más, me quedé por un momento analizando la situación mientras que aquellas personas seguían hablando sobre lo que estaba sucediendo. No entendía muy bien lo que pasaba: ¿acaso era cierto que aquellos que hablaron en aquel idioma antigua habían causado que nuestra magia se hubiera esfumado?

La idea no me agradaba en absoluto, era como perder una parte de mi, de mi esencia, de algo que amaba y había nacido conmigo. No logré ver cerca a ningún otro de mis compañeros de equipo y estaba en desventaja con respecto a mis rivales que estaban a mi alrededor. Tome a mi varita Ma’at y la amarre a mi cabello haciendo que el largo cabello se enredar a en el artefacto mágico. El calor era terrible e insoportable, deje a un lado la capa de camaleón y amarte la blusa de seda negra a la cintura para estar más cómoda a mi espalda había quedado un poco descubierto el tatuaje de la marca tenebrosa que lo usaba en la región lumbar.

Camine hasta lo más alto de la duna para ver si lograba ver a alguno de mi equipo, nadie parecía haber quedado cerca de mí, lo más posible es que alguno estuviera adentro de la biblioteca o quedado muy lejos del lugar donde yo me encontraba. Debía pensar bien mis posibilidades para decidir que debía hacer por mi bien.

@ Luna Gryffindor Delacour

@ Rory Despard

@ Sophia Elvira Mackenzie

@ Hannity Ollivander Evans

[Luna Gryffindor Delacour]

Nada sucedía como quería que pasará y eso me preocupaba pero aún teniendo a la mujer encima y escupiendo más arena de la que alguna vez tendría, suspiré pensando en una salida, pero fue el "suelta a mi sobrina" lo que me hizo sonreír, que Shopie aún me considerara su sobrina aún seguía poniéndome féliz y sentimental a partes iguales. 

 

- Podrías hacerle caso a mí tía, no tengo nada que ver con lo que sucede y no sé porque los hechizos no funcionan, trabajemos juntos y veremos qué podemos hacer al respecto -  Le pedí aún preguntándome como había terminado tirada en la arena - 

 

Pero no fue hasta que Rory apareció que realmente se sintió tranquila, sonreí cuando me ayudó a ponerme en pie y se enfrentó a los demás Mortifagos, era evidente que algo muy malo había pasado y debíamos de averiguar el que era y porque, estaba tentada de explicar que luchando quizás no fuera la mejor manera de solucionar todo y por un segundo se preguntó si por eso Merlín y Morgana les habían quitado los poderes,porque eran codiciosos y no sabían compartir con el otro lo que habían encontrado. 

 

Cuando la vi irse a buscar a los de su grupo me pregunté porque había pensado que podría llevarnos bien, en el fondo siempre había sido pacifista y de querer unir a todos,no había tenido éxito en la Gryffindor, qué me había hecho creer que en una batalla si podría hacerlo? Era una ilusa y una sentimental de cuidado y los años no habían cambiado eso para nada,no importaba que pasaba siempre querría unión entre todos, algo que esperaba que de un momento otro si pasara, aunque me pregunté si eso no fuera muy utópico por demás. 

 

- Bueno hasta que vuelva Ada, tenemos que pensar un plan, la biblioteca de Alejandría nos expulsó como podrán notar, Merlín y Morgana aparecieron, dijeron algo que no sé que sea y ahora estamos sin poderes de bando, no sabemos por qué sucede esto ni por qué lo hicieron, quizás quieran enseñarnos algo, tal vez se dieron cuenta el desastre que hicimos con el mundo mágico y se enojaron, ya saben los editos de Sagitas, el virus mágico que hubo, las demás prohibiciones que siguen poniendo, la vacuna letal que están por armar, todo está del revés y nada está como debería, así que debemos pensar cómo solucionarlo y no pelearnos entre nosotros, necesitamos de los Mortifagos también, se que solemos pelearnos con ellos, pero ahora quiero unión entre todos, ya saben que soy mansita o al menos lo intento, necesito que todos estemos unidos para pensar como arreglarlo, quiero unión no peleas entre bandos, creen que podemos hacerlo? Creo que por eso se enojaron o al menos, es lo primero que intuí cuando pasó lo de los poderes, cosa que debemos de investigar por supuesto, pero quiero que lo hagamos todos juntos - Dije hablando de corrido y sin parar un instante, pensando en que de nuevo mis pensamientos iban más rápido que mis palabras - 

 

Era cierto que todo estaba del revés, era posible que por eso nos quitarán los poderes? Los antiguos magos se habrán dado cuenta del lío que habíamos ocasionado teniendo poder y lo peligrosos que éramos? Éramos nosotros mismos peleando siempre por querer más y más poder, de hecho muchos habíamos ido a buscar los poderes de bando sin considerar al otro, sólo por tener más poder que el bando contrario, pero pensándolo bien, éramos tan distintos?.

 

Ambos grupos queríamos ser mejores y tener el poder que Merlín y Morgana nos habían negado, habíamos luchado por eso, pero por ser codiciosos nos habían dejado sin poderes y solos a la deriva en un desierto y me pregunté si el famoso Dios de Rory, no nos estaría castigando de alguna manera, era eso posible? O era tan solo un misterio que debíamos de descubrir? Sea como sea debíamos de salir ilesos de alguna manera o al menos, esa era la idea que tenía en mente, pero era evidente que alguna pelea tendríamos entre nosotros y me pregunté si unirnos nos costaría la vida o por el contraria podríamos lograrlo, al menos por el bien común de todos. 

 

- Alguien tiene idea de por qué pasa esto? Tienen alguna explicación, una profecía o alguna razón por la que podría habernos pasado? Creo que fueron Merlín y Morgana pero realmente no estoy cien por ciento segura, así que me gustaría que lo investigaramos qué dicen? - Les pregunté a Rory, Shopie y Hannity, esperando que Ada también lo escuchara desde donde se había ido a buscar a sus amigos - 

 

Sin poderes de bando y con hechizos básicos, se nos dificultaba todo, máxime si estábamos en el desierto y desprovistos de todo lo que habíamos aprendió a lo largo de los años,era como volver a ser muggles y si bien yo vivía a veces con muggles, ya que mis amigos lo eran, no sabía si todos estarían acostumbrados a no usar la varita y mucho menos a co-operar entre nosotros, pero debíamos hacerlo si realmente queríamos salir ilesos de ese inmenso y solitario lugar. 

 

@ Ada Camille Dumbledore   @ Rory Despard . @ Sophia Elvira Mackenzie . @ Hannity Ollivander Evans

 

 

[Ashley Emily Black Lestrange M.]

La pequeña de los Black Lestrange realizaba sus labores encomendados por el jefe de comunicación y propaganda del ministerio italiano. Las indicaciones que la ojiverde recibió fueron muy claras, debía dejar aquellos carteles en todo negocio o en su caso de familias donde viviera algún bien¡miro con la nacionalidad Italiana.

La joven se detuvo en la entrada de la biblioteca Alejandrina donde seria su primera parada para entregar dichos carteles, saco dos carteles y los coloco con un pequeño moviendo en la mano los coloco cerca de la entrada.

Continuo su camino para solicitarle permiso a la propietaria de aquel lugar y dejar algunos carteles dentro de él. Fue mágicamente lo que la bruja acaba de sentir, vivir en el mundo mágico la había aturdido ella al ver biblioteca se imagina un espacio lleno de libro más no lo que estaba pasando.

Al cruzar la puerta un mareo inmenso y vueltas y mas vueltas, hasta llegar a un lugar arenoso, sin duda alguna era un lugar desconocido para ella. Giro por todos lados algo aturdida por aquella experiencia - Rayos - dijo quitándose un poco de área del rostro.- es un translador.

Alzo la mirada para buscar alguna salida, fue cuando vio ahí a 3 mujeres atacando a una mujer con mascara, la chica de aterrorizo al ver tan dicho, aquella pelea era injusto, pero ella era demasiado inexperta para poder apoyar. 

-Disculpen que las interrumpa, pero creo que es algo injusto 3 encontrarte de una, no seria una victoria justa - dijo mientras mirada a todas las chicas que estaba ahí.- Bueno Yo solo pasaba a dejar carteles y creo por accidente llegue a este lugar - Añadio.

 - También no se si me dejaran poner más carteles - Dijo tratando de llamar la atención