Abadía de Erast

[Ellie Moody]

Los miembros de la Orden del Fénix han incursionado en el interior del monasterio abandonado, buscando el origen del grito que (presumen) vino de la torre central de la abadía. La información que tienen hasta los momentos es poca, pero alarmante. Saben que los constructores que intentaron ejecutar sus obras en la edificación, fueron espantados hasta ser obligados a abandonar el lugar y poco tiempo después fallecieron, aparentemente por causas naturales. También saben que todo intento de limpiar el lugar ha sido un fracaso. Y desde que la aparente paz de la abadía se perturbó, el pueblo vecino de Erast también ha sido víctima de situaciones extrañas, entre los que cabe destacar "sucesos paranormales" y comportamientos extraños en sus habitantes. Sin ninguna pista más concreta que aquella, no tienen otra alternativa más que investigar de la forma más directa posible.

Al entrar en la edificación, de inmediato perciben la atmósfera fría y tenebrosa. Se supone que el lugar está abandonado y ninguna persona es capaz de permanecer allí mucho tiempo, pero pueden oír pasos, ruidos de puertas y crujidos de escaleras. Antes de que puedan investigar demasiado, una perturbación violenta los obliga a ponerse alertas. En la oscuridad, algo desconocido ataca al grupo; los muebles olvidados de la habitación se mueven gracias a una fuerza invisible, y son arrojados hacia ellos, lastimándolos y distrayéndolos. Pero ése no es el verdadero problema.

Cuando la situación se calma, se dan cuenta de que...

1. Uno de los integrantes del grupo ha desaparecido. Al buscar pistas en la habitación, descubren un rastro de sangre que desaparece abruptamente contra una pared sin ninguna puerta ni ventana. 
2. La puerta y las ventanas se han cerrado abruptamente, la temperatura desciende todavía más y cualquier intento de invocar alguna fuente de luz o calor termina en fracaso. Sin embargo, en aquella oscuridad distinguen un fenómeno similar a un fuego fatuo.
3. Comienzan a escuchar a alguien pidiendo ayuda, pero la voz no viene de las torres al igual que el grito de hace unos momentos, sino de abajo de ellos. Hay un pasadizo que puede llevarlos al sótano. 

 

Spoiler

Para animar las cosas, haremos una dinámica de decisión

El siguiente usuario en postear (que esté optando por obtener un conocimiento o habilidad, es decir, que no sea un oyente) podrá elegir una de las opciones para desarrollar la trama y el resto del grupo debe apegarse a su elección. A partir de una de estas las breves premisas, deben rolear lo que sigue a continuación. Recuerden que pueden incorporar cualquier elemento, pero deben respetar la mecánica. Y por supuesto, recuerden que además de cumplir la misión, deben esforzarse en ahondar en el perfil de su personaje e involucrarlo con la magia que está desarrollando.

 

@ Illidan Black Lestrange  @ Cillian  @ Lord Cubias  @ Rory Despard  @ Scavenger Weatherwax  @ Ludwig Malfoy  @ Mica Gryffindor  @ Ela Karoline

Editado 10 de Octubre del 2021 por Ellie Moody

[Ludwig Malfoy]

El Malfoy cada vez tenía más dudas que respuestas ¿de que manera conectaría con su energía interna? ¿Cuál era el propósito de aquella expedición? ¿Por qué Nathan era tan guapo? Entre otras, afortunadamente aquel mago le había ayudado con algunas dudas e inquietudes. Por alguna razón se podía notar la manera en la que menospreciaban a la orden oscura y sin embargo el rubio sabía de su importancia y utilizad. Madeleine a su vez hizo también aportaciones ante la duda y logró defender con orgullo el clan al que representaban.

Ahora con más razón estaba listo para iniciar su preparación y provechar la estructura en la que se encontraban, parecía que Agnes también estaba en el mismo canal, la miró y le sonrió al menos no estarían solos para aprender las técnicas de la orden oscura, de igual manera Lord Cubias había llegado y entre los tres podrían practicar el desprendimiento de sombra.

El grupo continuó caminando mientras se desarrollaba la investigación, algunos trataban de conversar, sin embargo Ludwig se mantenía serio y expectante, seguía tenso y preocupado pues sabía que no estaban solos. Era evidente que alguien o algo estaba siguiendo su rastro y todos deberían ser lo suficientemente cautelosos para evitar tener el mismo destino que los constructores. Finalmente ingresaron a uno de los salones más grandes de la abadía lugar en el que el grupo decidió permanecer para establecer un plan.

El lugar era amplio, parecía que el tiempo lo había preservado e incluso la luz de la luna se filtraba por una de las ventanas permitiendo identificar que ahí se había ubicado un gran comedor, en las paredes se encontraban lienzos y retratos pintados a mano los cuales el tiempo ya se había encargado de deteriorar, al centro había una mesa de madera larga y unas cuantas sillas cuyo material se encontraba tan desgastado que en cualquier momento se podría romper, una chimenea donde todavía quedaban restos de carbón se hallaba en una de las paredes centrales, por lo demás el lugar se veía realmente tétrico.

-Entiendo que es necesario conectarnos con nuestra energía interna pero lo veo difícil estando en un lugar tan hostil – dijo mientras se ponía las manos en los brazos y comenzaba a tiritar – además que en éste lugar cada vez hace más frio – en todo el lugar se sentía un ambiente templado pero en aquel salón en específico parecía que la temperatura había bajado a menos de cero grados centígrados e incluso los magos comenzaban a sacar vapor de agua en sus respiraciones. Sin embargo lo que terminó por alarmar a los intrusos fue el viento que comenzó a soplar dentro del lugar incrementando el frio y cerrando de golpe las puertas y ventanas.

De momento todo se llenó de oscuridad, la luz de luna dejó de pasar y las ventanas se oscurecieron por completo, el rubio intentó buscar la puerta por la que habían entrado y después de mucho forcejear pudo admitir que estaban encerrados, habían caído en una trampa que podría costarles la vida.

[Illidan Burke]

- Fortress - Imitaría a Mica, siendo esta la primera vez que el iniciado Paladín, hacía uso de aquellas habilidades, su piel tomo un tono azul oscuro, aquella protección era magnífica, y la sensación agradable. Sonrió para sí mismo, mientras avanzaban hacia la estructura de viejos bloques de piedra. A paso lento, atentos a cualquier problema que pudiera surgir. Ellos encabezando por petición de Grave.

Saludo a los últimos en llegar, solo asintiendo con la cabeza, entre ellos Cubias y el Despard. Se mantuvo en silencio, intentando no formar parte de aquella conversación que se desarrollaba, no quería distraerse, mucho menos distraer a los demás, se limitaba a observar expectante el entorno, y la seriedad crecía con la proximidad con el edificio. 

El lugar mostraba un deterioro importante, el abandono había dado lugar al polvo, la humedad había invadido los retratos y lienzos de los muros, y la luna era la única que intentaba hacer algo para combatir aquella oscuridad, permitiéndoles ver un poco más allá de lo que podrían. - Te inicias en la Orden Oscura, deberías sentirte como en casa... - Soltaría Illidan a Ludwig, en respuesta a su comentario. 

De pronto todo se volvió triste y frío, un halo salió de su boca cuando exhalaba, ahora era como si la luna dejara de favorecerlos, todo se volvió oscuridad, cuando una extraña tormenta se desataba en el interior de aquella sala, cerrando puertas y ventanas. - Lumos - Susurró adelantando su varita, pero el hechizo no funcionó, se recordó en la sala de los cerebros semanas atrás, despojado de su magia por alguna fuerza mayor. - Esto se va a poner feo... - Soltó intentando ver más allá de lo que el entorno le permitía. 

 

[Ellie Moody]

 

 

 

 

Y las puertas y las ventanas se cierran de golpe. La maldición que suelta Madeleine desde lo más profundo de su corazón, se confunde con el murmullo general que se eleva en el grupo. La llama de fuego demoníaco que ardía en su mano se extinguió en el momento exacto en que quedaron encerrados; inútilmente, flexiona los dedos varias veces intentando volver a conjurarlo, pero lo único que logra es casi provocarse un calambre en todo el brazo. Como lo mencionó Malfoy, la temperatura comienza a bajar todavía más; normalmente tiene cierta resistencia al frío, quizás por su dominio de la Magia Elemental Oscura, pero se da cuenta de que está temblando cuando separa los labios para hablar y lo único que sale de sus labios es un balbuceo tirante. Es tan típico, que casi tuvo que haberlo visto venir. Sin embargo, a veces la mejor forma de solucionar un problema es yendo directamente hacia él y pateándolo en la entrepierna. «Les guste o no, es hora de espabilar», piensa, visualizando mentalmente los rostros de los presentes, la mayoría relativamente nuevos en aquellos asuntos.

Madeleine se pregunta si podría manipular la oscuridad, pero no tiene energía de sobra y la manipulación de los elementos oscuros tiene un gran coste energético. Y, por otro lado... Aquello puede ser una oportunidad.

—Y ahora, nuestras opciones son han reducido por los menos en dos tercios —susurra Madeleine, confiando en que Malfoy, Cubias y Agnes, que estaban cerca de ella y de Nathan justo al momento en que todo quedó a oscuras, podrían escucharla con facilidad—. Pero esta es la oportunidad perfecta para que pongan en práctica su control de energía. Recuerden que deberían ser capaces de manipular la energía de su entorno para desplazarse, esa es la técnica Phantom. Quizás si prestaran suficiente atención podrían moverse sin chocar con nada... y eso podría venirnos bien, ¿no creen?

Decide dejar que ellos lidien con ese tema. Sabe que la situación es estresante y no es un entrenamiento, es una misión real, ¿pero si no lo logran ahora, cuándo? Madeleine sabe que no es de mucha utilidad, así que no le queda otra opción más que cerrar los ojos —aunque no hace mucha diferencia, pues ya todo está totalmente oscuro— y poner a funcionar su cerebro de una maldita vez. Ella no es precisamente una genio... A decir verdad, está segura de que es una est****a, por eso tiene tantas cicatrices y un muy grueso expediente criminal. Madeleine es más de actuar, que de pensar. Pero aún así, tiene una experiencia en misiones y enfrentamientos que a veces viene bien para deducir ciertas cosas.

Aunque, por supuesto, sabe que terminará necesitando de la ayuda de los paladines para resolver el embrollo. Está convencida de que ellos usan alguna droga mágica para disparar su potencia mental.

—Esto no tiene sentido —habla en dirección a donde deben estar los paladines y el sacerdote—. Los reportes que recibimos decían que las personas eran espantadas, no encerradas. ¿Qué se supone que está sucediendo? ¿No somos intrusos a los que no quieren acá dentro?

Y una vez más, no puede evitar presionar a Rory. Necesita las respuestas que un sacerdote puede brindar.

—Por favor, Despard, apiádate de mi. ¿Qué es lo que percibes?

@ Mica Gryffindor  @ Juliens  @ Rory Despard  @ Illidan Black Lestrange  @ Lord Cubias  @ Scavenger Weatherwax  @ Cillian  @ Ludwig Malfoy  @ Nate Weasley

[Rory Despard]

Rory corresponde los saludos en silencio, mientras el grupo se arma de acuerdo a la indicaciones dadas por Madeleine. Aunque tenía entendido que Ella también acudiría, lo cierto es que es por el momento,  el único sacerdote en el grupo, y eso conlleva una enorme responsabilidad, más teniendo en cuenta la clase de misión que están enfrentando, así que tiene que estar concentrado y evitar lo más posible que cualquier clase de pensamientos o conversaciones lo distraigan. 

La incursión en el ministerio de hace unos días, que compartieron muchos de los que hoy están también allí reunidos, aún permanece fresca en su memoria. Había arriesgado demasiado, más allá de sus propias fuerzas, para ayudar a resolver el misterio de la fuerza de la inquisidora, y aunque no lo había comentado con nadie más por una suerte de orgullo (que sabía iba contra los mandatos de humildad de Dios), que por otra cosa, la verdad era que la energía oscura de ese día parecía haber despertado en su interior todo aquello que con muchos años de oración se había esforzado en superar. 

Debía sanar por su propio bien y el de su magia.

A medida que se acercan a la Torre central de la abadía, Rory es capaz de notar como el equilibrio que las energías deben tener está rompiéndose a una velocidad alarmante. En los grupos sin embargo, esto no parece evidente o quizá para los más experimentados que están dirigiendo a oscuros y paladines no sea algo a considerar como un peligro mayor. Tanto Nate, como Madeleine y Hobbamock  están explicando a los que se inician apenas al descubrimiento de su magia interior,  los misterios e importancia de cada una, enfatizando en como a pesar de las diferencias, lo importante es que aprendan a trabajar en armonía entre ellas. 

— Y no olviden que  cada magia elemental, con sus particulares características, remite de igual modo a las aguas de la vida, que siempre es una sola, aunque decidamos múltiples formas de vivirla- agrega él aunque no está seguro si realmente al menos los que tiene más cerca suyo, han podido escucharlo.

Se adelanta, ante el llamado de Madeleine, para inspeccionar el interior de esa habitación, de una oscuridad tan densa que apenas con fuego demoníaco es que consiguen alumbrarla. El desequilibrio es mucho más potente en ese rincón de lo que lo ha sido en todo el recorrido previo, y dentro de Rory aquella percepción se convierte en un dolor físico que lo lleva a sujetarse el pecho unos minutos antes de concentrar sus propias fuerzas para desentrañar en medio de las sombras, la esencia de dónde proviene el desequilibrio. Sabe pues, que ha llegado el momento de usar sus poderes así que cierra los ojos, y se aisla de los demás un instante.

"Espíritu en silencio, requiero tu refuerzo, hazme de ti ayudar, Erast a lugar”.

Ha recitado el conjuro de memoria, pero el nombre de a quien llama,   ha acudido a su mente de la mano de las palabras del hombre que le presentó la abadía por primera vez, quien entre jubiloso y despreocupado,  había compartido para él la anécdota de como las torpezas del abad Erast había llegado a ser tan reconocidas en su tiempo, que perdiendo la edificación el nombre de la devoción a la que se debían, todos habían pasado a llamar al lugar "Abadía de Erast".

Rory siente la alteración en las auras de todos los presentes cuando la oscuridad vuelve a ocuparlo todo en la habitación y la temperatura comienza a descender dramáticamente. Frente a él, no tarda en acudir un espíritu que congela inmediatamente todo el ambiente a su paso, y los distintos miembros de la comitiva del bando experimentan el cambio de temperatura, pero ninguno aparte del  predicador está viendo la lánguida figura del religioso, que habla directamente a la mente de Rory, transmitiendo así sus propias emociones: Una ira desmedida de quienes se habían burlado sin compasión de él, combinada con la tristeza de que por causa de toda esa fama, nadie más había querido seguir invirtiendo fondos en la Abadía, llevándola a su cierre definitivo.

¿Y que había sucedido entonces? Rory retrocede, abrumado por el peso de los recuerdos que ahora tiene, tan traumáticos, que docenas de desmemorizadores habían tenido que acudir al lugar, para evitar que el suceso terminará por enloquecer a toda la pequeña comunidad. 

La voz de Erast se alza solemne entre las demás.

Solo yo y ahora usted es capaz de reconocerlos Predicador. Sus rostros pálidos, su desesperanza, su deseo colectivo de que era lo mejor alcanzar el paraíso juntos, o lo mismo, condenarse también.  Lazos de compañerismo más allá de la muerte, tomando posesión de otros ¿Entiende ahora por qué esos obreros huyeron? ¿Y por qué también ustedes deben hacerlo?

La voz de Madeleine llega hasta él justo cuando frente a sí ve tras de Erast a la totalidad de frailes, que alguna vez prestaron servicio en el lugar y que habían hecho lo que se decía estaba prohibido para cualquiera al borde de la muerte: Una promesa de fidelidad.

— Madeleine, son un grupo, un grupo enorme de espíritus que no han conseguido descanso eterno- mientras ve a los fantasmas avanzar como una legión sobre los miembros de la orden haciendo que la temperatura descienda más y más, el recuerdo del momento mismo de la muerte de ellos, congelados por hipotermia  en la inusual primera nevada de ese año, atormenta la mente de Rory y el dolor en su pecho de incrementa, allí donde sabe que la herida abierta por la oscuridad del horrocrux de Laura no ha sanado todavía - los obreros y ahora nosotros...cualquiera que se considere un grupo, un colectivo, una hermandad...siempre serán su blanco. 

Rory no dice más, pero necesita que el mensaje llegue a todos, así que a través del Aigne, conecta su aura y sus emociones a las del resto transmitiendo aquello que acaba de percibir. Y es que por irónico que pueda parecer, esta vez parece que la única salida a todo será no trabajar como un equipo unido, sino por el contrario, romper los vínculos entre sí mismos apelando a su individualidades. 

[Lord Cubias]

La decisión de Cubías al optar por avanzar en el camino que le parecía más lógico por suerte le dio frutos, pues tras ingresar a la Abadia pudo dar con el resto de sus colegas, le alegró en especial que su hermano Ludwig estuviera ahí, por alguna razón sentía mayor confianza si el rubio estaba cerca en momentos como ese, y no solo porque fuera un combatiente de primer nivel, sino porque para el ojinegro era como una especie de talismán de la buena suerte, nunca se lo había dicho y a lo mejor nunca se lo diría, pero así lo pensaba.

Al momento de ingresar a uno de los salones Cubías pareció sentir nuevamente los efectos del estado etílico, los muebles del lugar se movían solos e intentaban agredirlo, un par de objetos lograron impactar en contra de su cabeza, fue entonces que se percató que aquel alboroto no era producto de su estado, sino que realmente había una fuerza extraña que poseía el lugar en el que se encontraban.

El Malfoy intentó no separarse de su grupo, tenía la varita en mano al momento de avanzar por el salón, pero a pesar de la sensación extraña y todo el movimiento de objetos, no parecía haber nadie en el sitio. Mientras sus ojos escudriñaban el sitio en busca de quien sabe qué, una intensa sensación de frio invadió su cuerpo, al mismo tiempo el lugar se puso cada vez más oscuro.

-¿En qué me han metido?- susurró en voz baja al percatarse que estaban encerrados en lo que parecía un heladera que a cada segundo aumentaba su intensidad, el aire incluso empezaba a escasear a causa del frio. -Incendio- exclamó Cubías, pero su intento de hacer fuego fue totalmente en vano, de su varita solo salieron un par de chispas.

Todo era confusión en ese momento, la desesperación empezó a apoderarse de algunos, Madeleine inmediatamente solicitó explicaciones a Rory, cuya capacidad de percibir las cosas podía dar alguna respuesta a los sucesos.

Cubías por su parte escuchó atentó las palabras que llegaban a sus oídos, pero aún así no terminaba de comprender del todo aquella situación, y eso si era producto de su estado etílico que no terminaba de disiparse. 

 

[Cillian Haughton]

El templo.

Cillian estaba confundido, ¿de qué servía ser el guía de un grupo de aprendices si su respuesta se reduciría a indicarles que debían preguntar al templo? Si bien podía sentir la conexión con aquel lugar, aquello no respondía todas las preguntas que tenía sobre aquel nuevo poder que apenas hacía un par de semanas había descubierto. Seguía caminando detrás de Hobbamock ahora en silencio sosteniendo a Tambo en su mano derecha, manteniéndose alerta de todo lo que sucedía a su alrededor.

- Fortress –murmuró al escuchar a Mica, quién se había unido a ellos solo un par de minutos atrás. Apenas pronunciar aquellas palabras logró sentir como toda su energía corporal se acumulaba en su piel logrando endurecerla de tal forma que le brindaría la misma protección que una armadura.

Intentó aumentar un poco la velocidad para ponerse junto a su líder. De ahora en más la seguiría a ella, entendía el significado de las palabras de quien estaba en el papel de guía, pero Cillian no estaba tan relacionado con la actualidad del mundo mágico y lo cierto era que necesitaba respuestas un tanto más simples. Sus pasos los terminaron llevando hasta la Abadía, aquel lugar era bastante más lúgubre de lo que esperaba. ¿Por qué lo habría elegido la Orden del Fénix para una de sus misiones?

Apenas entrar lo que fuera que tenía el poder de aquel lugar dio la primera señal del disgusto que le causaba el que estuvieran ahí. Los muebles del lugar comenzaron a moverse por si solos y acto seguido fueron lanzados contra el grupo, Cillian no sabía si aquello funcionaría, pero lo primero que paso por su cabeza fue el proteger a Ludwig así se posiciono frente a él para detener el golpe de una gran mesa que estuvo a punto de golpearlo. Si bien no era la mejor forma de demostrar el efecto de Fortress, este funcionó correctamente. Si bien Cillian recibió un fuerte golpe, no hubo daño alguno en su cuerpo.

Y entonces todo se oscureció.

Cualquier intento de iluminar aquel lugar era imposible, ¿qué debían hacer ahora? Cillian volvió a ponerse en guardia, escuchando a sus compañeros. ¿Qué demonios? Rory fue quien les dio un poco más de información sobre todo lo que ahí sucedía. Al parecer a los espíritus de aquel lugar no les gustaba que estuvieran trabajando en equipo.

- Entonces, ¿qué debemos hacer, Rory? ¿Debemos separarnos?

No sabía exactamente en que le ayudarían sus poderes como paladín para luchar contra aquello que no podía ver, pero al parecer tendría que descubrirlo por sus propios medios.

[Juliens]

El frío por si solo no suele ser un problema. Las inclemencias del tiempo no suelen ser un problema. Durante su vida ha soportado el frío y el calor extremo como parte de su entrenamiento. El problema real es que el frío que siente no es normal. Es diferente a cualquier otro frío, parece venir de un plano que Hobbamock desconoce. Solamente en el último mes estuvo involucrado en situaciones extremas, situaciones que lo tuvieron al borde de la muerte; pero aquel frío que hiela sus huesos y la oscuridad que le recuerda al infinito vacío le causa miedo. Decide no compartir ese sentimiento con nadie, de alguna forma debe mantenerse fuerte y firme.

Aunque en ese momento no tiene conocimiento de ellos, es bastante claro el porque aquella energía lo afecta. De alguna forma, no siempre, la magia de las sombras, la magia oscura y los fenómenos incompatibles con la magia sagrada son problemáticos no solo para él, sino para todos los paladines. Está claro, con el divine intelect acelerando su cerebro, que están enfrentando un problema de otro mundo, un problema conectado con la oscuridad.

En ese momento escucha o siente, no lo tiene muy claro, lo que está pasando en verdad. Sus pensamientos, después de todo, estaban encaminados por el camino correcto.

—Mica, Illidian, Cillian. Todo en este mundo es, en esencia, energía. Y es la energía de los fantasmas que percibió Rory lo que nos está afectando. La Divine Force suele usarse como un poder ofensivo, como una forma de causar daño y muerte. Es su forma natural, es para lo que fue concebida. Sin embargo, concentrar esa energía en su cuerpo podría brindarles cierta protección, mantener a los fantasmas un poco lejos de ustedes y un poco más cerca de los demás. Dejamos de ser quienes protegen al grupo, al menos de momento. Mica, tú adicionalmente deberías activar tu intelecto sagrado,. El templo te prestará esa magia, tu cerbero unirá pistas que en apariencia no tienen conexión, le dará sentido a lo que no lo tiene.

Dicho eso, decide seguir el consejo de Rory que de cierta forma es la experta en asuntos sobre naturales. Invoca el divine shield. Hace que el escudo lo proteja únicamente a él. Siente un poco menos de frío, pero solo un poco menos.

[Ludwig Malfoy]

En aquella oscuridad lo único que podía percibir eran las sombras de los que se habían presentado a aquella misión, deseaba con todas sus fuerzas poder encontrar a Cillian y asegurarse de que estuviera bien pero estaba seguro de que con todos los magos experimentados de su clan, el estaría a salvo. No obstante la situación se volvía cada vez más precaria y el frio aumentaba, a este paso todos morirían congelados si no comenzaban a moverse. Fue así como Madeleine sugirió la oportunidad para comenzar a probar sus habilidades, era consciente que esa clase de poderes llevaban un gran consumo de engería pero debía intentarlo para al menos ayudar en algo.

Cerró los ojos e ignoró las palabras de Illidan quien se burlaba sobre el comentario previo, sabía que los miembros de la orden oscura deberían estar acostumbrados a este tipo de cosas por lo que tenía que entregarse por completo a la oscuridad e intentar dominarla. Le costó un poco lograr llegar a un punto de concentración perfecto, mientras lo hacía inhalaba y exhalaba aire en repetidas ocasiones, mantenía su mente en blanco pensando únicamente en tratar de disolver su cuerpo, hacerse casi invisible, como un fantasma y fue hasta ese momento en el que estaba seguro de que funcionaría que dijo – phantom.

Abrió los ojos y pese a la oscuridad que había pudo ver con toda claridad, percibía de mejor manera los objetos y a las personas que se encontraban ahí, pudo ver a Cillian y se acercó a él para descubrir también que su velocidad era mucho mayor. Se colocó justo frente a Illidan e intentó sorprenderlo sin embargo terminó por atravesar su cuerpo, todo era nuevo para el rubio quien se encontraba maravillado por el poder que había desarrollado.

Estando en esa condición también se percató que el frio no le afectaba como antes, posiblemente debido a que su cuerpo había dejado de sentir temperaturas, sin embargo poco a poco comenzó a sentirse agotado lo cual era razonable para ser la primera vez que intentaba algo así, decidió intentar algo más antes de regresar a su forma original por lo que dio un salto en el aire y en lugar de regresar al piso, fue disparado al menos dos metros hacia el techo, se sentía muy ligero tanto que le costó trabajo regresar al suelo.

El efecto terminó y el rubio volvió a sentirse con mucho frio pero ahora estaba exhausto, le tomó unos instantes recobrar el aliento para después mencionar lo que había visto – arriba en el techo hay una ventana muy grande que podría ser abierta y dejar entrar la luz – comentó el rubio hacia sus compañeros y luego escuchó las palabras de Rory - ¿puede alguien interactuar con los fantasmas al utilizar phantom? – esperó respuesta de alguno de los presentes, de igual manera estaba ansioso por ver a Cubias y a Agnes en acción.

[Ellie Moody]

 

 

 

 

Madeleine se queda sin palabras. Entiende lo que Rory implica tras sus palabras como si le hubiese dicho de forma textual qué es lo que hay que hacer, pero aquello no puede ser posible. Aquel es un chiste malo, terrible, de pésimo gusto. ¿Tanto esfuerzo gastado en trabajar como un equipo, intentando identificar qué papel cumple cada uno y cumplirlo, para que Rory le diga que tienen que hacer todo lo contrario? Quiere reír en voz alta, sólo porque aquella es la única forma en que se le ocurre cómo desahogarse, pero la oleada de emociones que la golpea entonces hace que la carcajada muera antes de poder llegar a su garganta. Siente una gran ira y una gran tristezas, que la envenenan desde lo más profundo del corazón. ¿Qué son esos sentimientos? Por primera vez, está segura de que aquellas sensaciones negativas no vienen de ella misma. Cierra los ojos y, recordando su entrenamiento con Aaliyah Sauda, se esfuerza en ocultar esas emociones de sí misma. Sabe que ese es un lujo que no todos allí pueden darse, pero en esa situación no puede permitirse perder la concentración.

Escucha la voz de Malfoy, quien parece no haber sido afectado por esa oleada emocional que desconocía que provenía de Rory. Pensar en una respuesta le ayuda a calmarse y poner en orden sus pensamientos. Imagina que el mago está preguntando acerca del tipo de fantasma diferente a los que habitan Hogwarts, por ejemplo; aquellos espíritus que están en un plano diferente al terrenal, que sólo pueden percibir magos con cierto poder espiritual.

—El phantom no te ayudará a interactuar con fantasmas, a pesar de su nombre —le responde Madeleine por lo bajo, abriendo los ojos luego de haber usado la oclumancia. Aunque no es que pueda ver nada en la oscuridad—. Cuando desarrolles tus conocimientos de ocultismo, podrás convocar ciertos espíritus, pero no será muy agradable.

Sin embargo, apenas termina de responder —lo cual sucede casi al mismo tiempo que Graves se dirija a los paladines—, puede sentir cómo el castillo se estremece cuando todas las puertas y ventanas se azotan al unísono. Y una vez más, las palabras del sacerdote resuenan en su cabeza. No están haciendo un buen trabajo en no enojar a aquellos espíritus. Madeleine sabe que tiene un problema de culparse por todos los problemas, pero en esa situación no entiende cómo no puede ser responsable de ese desastre. Le pidió a Ellie que citara a Hobbamock, ya que confiaba más en que atendiera un llamado de ella, y ella misma convocó a Weasley. Y, cómo no hacerlo? Luego de tantas misiones, había llegado a la conclusión de que el trabajo en equipo era la única forma y que la ayuda extra nunca venía mal. Se ha querido esforzar en que cada clan conecte con los suyos y, luego, que estos puedan trabajar en armonía.

Pero aparentemente, eso era justo lo que no debía suceder en esa misión. El universo siempre burlándose de ella.

Al escuchar a Cillian preguntándole a Rory qué hacer, sin embargo, cree entenderlos. Quizás... quizás las cosas no tengan que terminar mal...

Madeleine, muy a su pesar porque sabe que aquello no será agradable, deja caer las defensas que levantó con la oclumancia y deja que las emociones del Aigne de Rory vuelvan a invadirla. Necesita comprender la situación en su totalidad, y es ahí donde está la respuesta.

—Lo que Despard no quiere decir en voz alta, es que tenemos que romper el grupo —explica Madeleine, alzando la voz para que todos puedan oírla, aunque no puedan verla—. Ciertamente, como dice Cillian, debemos separarnos. Y no me refiero únicamente a apartarnos físicamente. Tenemos que verdaderamente asimilar nuestra individualidad, para apaciguar a estos espíritus. Sin embargo, tengan en claro que no lo haremos para poder escapar. Estoy segura de que en este lugar, existe algo que los mantiene sin poder descansar y sin poder separarse los unos de los otros —aquella es una suposición que únicamente se atreve a elaborar, por sus conocimientos de ocultismo, aunque ciertamente los sentimientos de los espíritus no son su fuerte—. Quizás si pudiéramos romper ese vínculo de ellos, podríamos acabar con esta pesadilla. Pero primero, debemos romper el nuestro.

»Muchas veces, nos enfrentamos a situaciones donde la respuesta no está en de qué forma derrotamos a los malos. ¿Por qué estamos acá? ¿Acaso alguien los obligó a venir? ¿Acaso es una imposición? ¡No! Estamos acá porque individualmente lo escogimos. Y si quieren salir de ésta, será mejor que lo recuerden. Es cierto que ser parte de un clan, es formar parte de una especie de hermandad. Terminamos acompañándonos de personas con características similares a las nuestras, con vivencias parecidas y que entienden nuestra forma de pensar; nos apoyamos, nos aconsejamos y nos respaldamos. Pero también es un viaje individual y quizás, a veces lo olvidamos. A veces tenemos que caminar solos, sin poder apoyarnos de nadie más, y eso está bien. Hay respuestas que sólo nosotros mismos podemos darnos y enseñanzas que sólo están dentro de nosotros.

»¿Por qué estamos acá? ¿Por qué queremos manejar esta magia ancestral? Esta no es una magia ordinaria; no se trata de poder, no se trata de memorizar técnicas y ponerlas en práctica como si fuese una lección de duelos. Nadie puede enseñarle a otro cómo usarla. Y nadie les dará las respuestas a sus dudas, si ustedes no tienen en claro quiénes son.

»Tengo un plan, pero es contraproducente explicarlo ahora. Lo único que podemos hacer para sobrevivir por los momentos, es separarnos.

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En la Abadía, hay un objeto que vincula a cada espíritu a este plano y estos objetos a su vez están vinculados mágicamente, a pesar de estar separados físicamente. Los integrantes de la Orden Oscura, gracias a sus conocimientos de magia negra, y los integrantes de la Orden de Avalon, gracias a su poder espiritual, podrán detectar cuáles son estos objetos y los reunirán. Los integrantes de la Orden de la Mano de Plata tienen el poder necesario para destruirlos. Sin embargo, para que este plan resulte exitoso, todos deben sobrevivir dentro de la Abadía el tiempo suficiente; para lograr esto, todos deberán enfocarse en su individualidad. Sus personajes tendrán que realizar un viaje individual donde asimilen por qué pertenecen a la Orden del Fénix y a su clan, enfocándose principalmente en su perfil de personaje y las motivaciones de su historia.

@ Illidan Black Lestrange  @ Cillian  @ Lord Cubias  @ Rory Despard  @ Scavenger Weatherwax  @ Ludwig Malfoy  @ Mica Gryffindor  @ Ela Karoline

Editado 14 de Octubre del 2021 por Ellie Moody