Château Dumbledore (MM B: 78647)

[Darla G Dumbledore]

Habían transcurridos días, horas, semanas, minutos, solo Merlín era capaz de medir el tiempo desde que la bruja utilizaba sus poderes nicrománticos. Además de que jugaba con los portales del pasado y el presente, no se le permitía obviamente ir al futuro, cosa que igualmente no le interesaba. Lo que si tenía interés era en poder tener una charla con su cuñada, contarle lo que había estado experimentando y pedirle su consejo al respecto.

Era por ello que ese día Darla se había levantado, a pesar del frío del otoño se había puesto un vestido corto sin mangas de un color azul que resaltaba su roja cabellera y se había echado sobre los hombros un delicado saco de hilo tejido del mismo tono que el vestido. Indecisa se colocó unas zapatillas muggles sin cordones de color azul también y encaminó sus pasos hacia la escalera del chateau.

Mientras subía hasta el cuarto piso iba pensando en cómo encararía la conversación con Ada. A su paso iba dejando un agradable y suave aroma a perfume, había elegido uno frutal antes de salir de su cuarto ya que eso lograba calmar un poco su mente cuando el aroma inundaba sus fosas nasales.

Estuvo a punto de subir del tercero al cuarto piso saltando de a dos los escalones, pero se obligó a mantener la calma. Aún no tenía muy claro el por qué sentía una pequeña ansiedad. ¿Sería por lo que su cuñada pudiera pensar? Por primera vez desde que encaró hablar del tema se dio cuenta que quizás debería haber averiguado con los elfos de la casa si la bruja se encontraba o no su hogar y si estaba en sus habitaciones. Por la hora parecía lógico. Y hablando de hora ¿qué hora era? Porque a ella le podía parecer lógico pero por causa de sus viajecitos, sumados a los viajes a Sudamérica seguramente había posibilidades de que no solo su reloj biológico estuviera alterado.

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

Zona suroeste del Château cuarta planta.

 

Últimamente tenia la costumbre de quedarme encerrado en mi habitación disfrutando de mi soledad y de mi aislamiento, las persona se colmaban los sentidos y la realidad era que a muy pocos me agradaba ver. Estaba en un estado alto de irritabilidad y la realidad dura que necesitaba unas vacaciones, una masaje o algo que me relajará tan profundamente que simplemente olvidara todo el estrés en el que estaba.

 

Era media mañana y yo aun estaba por la habitación envuelta en una suave bata de satín francés negro que me cubría hasta la mitad del muslo como si no quisiera nada más en el mundo sino descansar. Baje al salón principal del mis habitaciones y tome el Stradivarius azul entre mis manos, empecé a ejecutar una melodía melancólica y profunda, que al finalizar solo me dio la pauta para ir por una botella de merlo que me esperaba en la nevera de la cocina de allí, una pequeña cava personal. Los pasos de alguien se oyeron en mi puerta y fui hacia la puerta abrí y me encontré caso de frente con la pelirroja, quien estaba envuelta en delicioso aroma frutal.

 

-Darla… que sorpresa, a que debo el honor… estaba descorchando un delicioso vino, te invito una copa

 

La hice seguir y cerré la puerta tras ella llevándola al sillón, corrí por otra copa de cristal y me apresure a servirle, luego tome asiento a su lado en el sillón.

 

-¡Santé!

 

Dije chocando su cristal contra el  mío 

@ Darla Potter Black

 

[Darla G Dumbledore]

Había llegado hasta el ala suroeste en la cuarta planta del Chateau, y aún seguía indecisa. En su interior había una pequeña y profunda revolución a la que no lograba darle forma. 

Respiró profundo y se acercó a la puerta de Ada. En verdad no supo si ella golpeó o la rubia abrió al escuchar el sonido de sus pasos. 

–¿Te desperté? –preguntó en tono de disculpas al notar como la bata de seda marcaba cada línea de las curvas de su cuñada.

Claro que la invitación fue una respuesta más que clara de que no la despertara. Sonrió y asintió mientras ingresaba, el suave aroma de la piel de la Dumbledore llenó sus sentidos.

–Gracias, tenía necesidad de hablar, creo que una copa ayudará.

Sí, debía reconocer que eso le daría más fuerzas, claro que agradecía que no fuera rakia, esa bebida era la única que lograba emborracharla. Aunque no sabía porqué vino a su mente otra variedad de vino que decían afrodisíaco.

La pelirroja se acomodó en el sillón, de costado, observando el ligero cuerpo de Ada corriendo en busca de una copa, aprovechó para quitarse el saco de hilo que dejó a un lado. Cuando su cuñada regresó tomó la copa que ella le tendía.

–Salut –brindó con la rubia y llevó la copa a sus labios, disfrutando en sus labios y paladar la suave textura. Un suspiro escapó de sus labios mientras el carácter frutal del oscuro vino inundaba sus sentidos de un aroms y sabor sedoso con destellos de frutos negros chocolate y especias, suaves notas de ciruela, guindas y hierbas.

–Que delicia –susurró cerrando los ojos y dejando que sus sentidos disfrutaran de aquel momento –creo que no me había dado cuenta de cuánto me hacía falta, no sé si el vino o compartir con alguien especial –abrió lentamente sus ojos y su mirada castaña se encontró con la azul mirada de Ada a quién sonrió mientras se acomodaba acurrucándose más en el sillón –gracias.

@ Ada Camille Dumbledore

 

[Ada Camille Dumbledore]

Era toda una sorpresa el ver a mi cuñada allí la realidad era que Darla y yo tenemos una relación de confianza y lealtad pero podría decirse que no éramos cercanas no en esa forma pero creo que este momento lo necesitábamos los dos hacía mucho tiempo, con un par de copas relajadas en nuestra casa y como matriarcas este era el lugar en donde nuestro corazón estaba perfectamente cómodo. Ahora compartíamos las dos un momento de hablar de conversar tal vez de reírnos en un lugar donde nos sentíamos a gusto protegidas tranquilas y eso me agradaba. 

 

Sentadas y relajadas en aquel sofá era una imagen que no podría evitar sentir que me relajará más de lo que creía, me tome una copa rápidamente, deseaba sentir el alcohol en mi garganta,  frío y delicioso. Vi cuando la vampiresa se quito el suéter y por primera vez creo que la detallaba: Era una mujer muy hermosa. Su cabello rojo era hermoso, sabía que tenía una debilidad por las pelirrojas, además que su piel nívea se veía tersa y suave, digna de ser acariciada, la observe con más atención fijándome en sus formas y notando que era muy atractiva. Sonreí maliciosamente detrás de mi copa deleitándome un poco más con la dama, lo cual era normal al tener una mujer bella frente de mi. Deje la copa vacía a un lado para servir más vino, la botella levita a mi lado y lleno mi copa, era algo que me agradaba.

 

Las palabras que dijo me hicieron enarcar una ceja con curiosidad  así que le agradaba mi compañía y eso me hizo interesar aun más más la dama.

 

-Sabes que con soló un llamado estaré donde me necesites y para lo que me necesites 

 

Solté las últimas palabras mucho más suave y casi siseantes , volví a llevar la copa a mi boca y bebí  casi la copa entera, sentía la necesidad de probar el vino y llenarme de su esencia, necesitaba relajarme y que mejor que en buena compañía. En mis ojos refugiarme algo más que in simple afecto por la pelirroja, solo esperaba que se dieran los momentos para poder disfrutarlo.

@ Darla Potter Black

Editado 20 de Noviembre del 2022 por Ada Camille Dumbledore

[Darla G Dumbledore]

Darla sonrió al escuchar la respuesta de Ada y asintió mientras llevaba su copa a los labios, bebiendo lo que quedaba en su copa. La rubia había sido más que cálida en sus palabras y a la pelirroja aquello le había resultado más que agradable, había sido más bien como una caricia al alma, no sabía muy bien el por qué esa sensación tan cálida. Sin pensarlo extendió su mano y acarició el brazo de Ada.

—En verdad gracias por tus palabras, sé que cuento contigo, como familia, aunque no sé si me atrevería a reclamar tu atención en cualquier momento, sé que tus ocupaciones como miembro del gobierno mágico francés te roban mucho tiempo —agregó la pelirroja en un tono de voz suave, aún con la media sonrisa en sus labios, esa que se le formaba al mejor estilo de la Mona Lisa.

Retiró lentamente la mano del brazo de Ada, rozándolo casi en toda su extensión, mientras notaba la delicada y suave piel que por unos segundos se erizó un poco. Darla imaginó que era por lo fría que se sentía a veces su propia piel.

—Vaya creo que se me ha acabado mi copa —dijo intentando calmar el extraño galope que en su interior pareció por unos segundos provocar su corazón y observó la copa flotando al lado de su cuñada, se inclinó y pasando por sobre sus piernas se acercó a tomar la botella —disculpa —susurró mientras tomaba la botella, viendo el rostro de la rubia y volviéndose a acomodar en el sillón se sirvió nuevamente y antes de dejar flotando la botella a un lado volvió a llenar la copa de Ada.

De verdad podía sentir el latir del corazón de su cuñada con esas suaves reverberaciones que parecían excitar el instinto más primitivo de la vampiresa, que se preguntó en ese momento cómo sería rozar la piel de cuello de la bruja con sus labios. Lo cual en cierta forma le resultaba curioso porque había pensado rozarla  con sus labios y no con sus colmillos.

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

La sensación de emoción no era algo usual en mi, solía ser alguien totalmente apartado, mis relaciones anteriores me habían dejado maños recuerdos y el permitirme sentir era algo que no solía hacer ya. Habían pocas personas que podrían derrumbar esa muralla y una de ellas estaba justo frente a mí tomando unas copas conmigo. La Pelirroja tenía una de las llaves que hacían que pudiera ser yo misma delante de ella sin estar prevenida de ninguna forma, confiaba en ella y por eso había bajado la guardia del todo en este momento. Al acabar mi vida pude ver que la vampiresa delicadamente se serbia más y no pide evitar sentir aquel aroma tan embriagador que siempre había percibido de su parte, pocas personas tomaban en cuenta que el olor corporal era atrayente, ese aroma a flores que se desprendía de la dama había hecho erizan mis sentidos. La observe y me detuve en sus labios para ver lo carnosos y suaves que de veían además bañados en delicioso vino, se mostraban como manjar delante de mis ojos. Ella se sirvió y sonreí al ver que disfrutaba el vino, solía tomar solo vinos especiales para mi y los disfrutaba siempre sola  pero esta vez tenía una magnífica compañía. Servi una nueva copa de vino y la acerque a mi rostro.

 

-Espero que disfrutes el maravilloso bouquet del vino, la añada de este vino se dice que nacieron más niños de los deseados bajo sus efectos  esa vendimia fue bastante especial en borgoña

 

Comente con agrado, sabía de las leyendas en que se había conservado este vino y en las propiedades afrodisíacas que le adjudicaban, yo no necesitaba comprobarlo,  solo necesitaba una persona maravillosa que causará en mi los efectos necesarios y quien tenía enfrente definitivamente era una de ellas.

@ Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

El comentario de Ada sobre el bouquet del vino y las peculiares características que en Borgoña había producido aquella vendimia. Darla lanzó una risita y tras girar delicadamente la copa en su mano se permitió sentir plenamente su aroma, entrecerrando los ojos. Sí, podía notar aquel delicado y sublime aroma, el cual se mezclaba con los aromas de la habitación, el perfume de su cuñada, y a pesar de ello resaltaba, como invadiéndolo todo. El delicado brillo del contenido de la copa resaltó unos breves segundos ante sus ojos al volverlos a abrir y cuando llevó la copa a sus labios, dejando unos segundos que el líquido jugara con sus papilas gustativas, en sus labios, en su boca y al descender por su garganta fue dejando diversos sabores similiares a su aroma e incluso más plenos, madera, frutas y un lejano toque de chocolate. Darla lanzó un suave suspiro,  lo disfrutó plenamente y se echó hacia atrás en el asiento, relajándose.

—He de decir que el sabor, el color y el aroma realmente logran que uno se sienta como si estuviera envuelto en un influjo mágico muy poderoso —bebió otro pequeño sorbo antes de continuar —he de decirte también, mi querida, que no sé si habrán nacido más niños o no, pero de seguro hubo más afectos ante semejante delicia que afecta tan delicadamente los sentidos —durante el enredado trabalenguas de palabras, y casi  inconscientemente, había extendido su brazo libre y acariciaba el antebrazo de su cuñada con gesto distraído.

—Sabes, tengo ganas de un cambio, y quería compartirlo contigo —comentó mientras seguía jugueteando con las yemas de sus dedos sobre la piel de Ada.

La pelirroja tenía muchas ideas en su mente, y todas se entremezclaban con el calor que producía aquella bebida tan deliciosa y que no dudaba tenías cualidades muy particulares y atrayentes.

@ Ada Camille Dumbledore

[Datura]

El atardecer comenzaba a caer sobre los terrenos del castillo dejando a la vista las nubes dando paso a la noche, el viento comenzó a soplar fuertemente formando una corriente de aire que prontamente se convirtió en un remolino, formando con estas la forma de un dragón que comenzó a sobrevolar el terreno con un vuelo impresionante antes de caer en picada, impactando en la entrada principal del hogar de la familia ancestral.

La forma humana alada se comenzó a materializar tras una gran nube de polvo y fuego, lo que parecieran ser unos cuernos desaparecieron tras completar la aparición del mago conocido como Datura, el resonar de mis botas tipo militar se escucho como un eco mientras mis ropajes oscuros dejaban ver mi alma perdida (varita), la llamarada lo envolvió dejando como una pequeña flor conocida como la hierba del diablo.

Alce mi varita al cielo mientras un destello de luz comenzó a viajar al cielo dejando ver el característico fénix que protege a la familia dibujado en el cielo, las puertas del recinto se abrieron de par en par , un elfo domestico realizo una exagerada reverencia  extendiendo una botella de mi vino favorito (sangre pura), de mi mano derecha se rodeo de un humo negro desapareciendo mi varita mientras a la vez aparecía una copa,.

Llegue a la estancia principal sirviéndome un poco del liquido mientras observe a mi alrededor detenidamente...

[Darla G Dumbledore]

Una nube azulina había cubierto el cielo sobre el ala noreste del Chateau Dumbledore, segundos después pareció colarse dentro de las habitaciones del segundo piso, aquellas que correspondían a la matriarca Darla Granger Dumbledore. La pelirroja se materializó segundos después junto al escritorio en su dormitorio. Apoyó su mano sobre el escritorio y lanzó un suave suspiro.

Había pasado ya más de un mes desde la última vez que había acudido al lugar. En aquella oportunidad la vampiresa había enseñado a su cuñada los papeles para el cambio de apellidos, había renunciado al de crianza para adoptar el apellido de Seba y de la familia de la cual él era patriarca hasta que había fallecido.

Se quitó la capa que llevaba echada sobre los hombros y la dejó sobre el sillón frente al escritorio y se dirigió hacia los puff a los pies de la cama, tomando asiento para quitarse las botas altas y el sueter que tenía sobre una musculosa color uva. Buscó en la cómoda y se quitó los pantalones tras dejar la varita sobre la cama y se puso un short que había en uno de los cajones.

Descalza, disfrutando de la intimidad de su habitación se dirigió hacia la pequeña cava que había en un rincón de la sala de estar junto al dormitorio, tomó una copa y se sirvió para luego dejarse caer en uno de los sofás de un cuerpo de la habitación. Sus ojos estaban posados en el cuadro que estaba encima de la apagada chimenea. El cuadro era un paisaje en el cual las nubes corrían suaves sobre un arroyo rodeado de árboles de diversas especies y podía observarse una pradera agradable en la cual corrían algunas criaturas acompañadas por los trinos de las aves en las copas de los árboles, resultaba relajante. Y relajarse era algo que Darla estaba necesitando con suma urgencia en esos días, si bien el no tener más responsabilidades ministeriales había sido un gran alivio para la vampiresa. 

Editado 24 de Febrero del 2023 por Darla G Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

El alba despuntaba ya sobre la ciudad  con calma el viento soplaba con suavidad en una cálida mañana de primavera, la figura de una dama envuelta en un vestido azul apareció, caminaba de forma calmada y su cabello rubio apenas brillaba bajo la tiara plateada que llevaba encima.  Tras una maravillosa noche en una fantástica compañía con la que sólo la charla y algunos besos habían cambiado el ritmo de la conversación, regresa a casa de su ancestral familia con una gran sonrisa en los labios. Sus pensamientos estaban absortos en todo lo que habían pasado la noche anterior, aunque solo habían compartido sin llegar a intimar esa podría llegar a ser una de las mejores noches que había pasado en compañía de alguien. No quería ilusionarme más pero estaba tan feliz que solo quería pensar en lo que sucedió y no llenarse de ansiedad pensando en el futuro. 

 

Ingrese al Chateau Dumbledore y en el umbral me quité los zapatos para evitar que la familia me escuchara,  no quería dar explicaciones de mi gran sonrisa y llegar a estas horas a mi hogar . Con rapidez y sigilo subí las escaleras hacia el cuarto piso donde se ubicaban mis habitaciones, por fortuna no debía ir al Ministerio en el día de hoy y podría relajarme a mis anchas en casa, me dirigí al baño y puse a llenar la tina con esencia de Azucenas, Lirios y una sal de baño. Cuando alcanzó el agua el nivel apropiado añadí unos pétalos de rosa blanca al agua, me deshice de la ropa y me sumergí en el agua para disfrutar de un delicioso baño caliente.