Crónicas de Luces y Sombras III

[Ada Camille Dumbledore]

La realidad era que no entendía nada de lo que pasaba, el ver a todos allí reunidos y viendo que Mael estaba entre ellos empezaba a preocuparme. Por obvias razones preferí no decir nada para no implicarse, pero estaba abrumada de ver lo que veía. Mire que Luna estaba bien y eso me tranquilizaba muchísimo, su carta iba en mi bolsillo y era una de las razones por las que estaba allí en la Gryffindor respondiendo a aquel llamado.

-Luna que bueno saber que estas bien, pensé que te había pasado algo, tu carta me dejo muy confundida.

Ya tendríamos tiempo de hablar de eso a solas, no me parecía prudente justo hablarle en ese momento. Mica se veía bastante alegre, Mi tío Mefistofeles, mi cuñado Ludwig y mi tía Sagitas estaban en una discusión de política. A modo de broma los mire y con un gesto de la mano les aclare.

-  He de decirles que gane quien gane Francia solo quiere devuelta a Inglaterra y hacer un solo País, al fin y al cabo soy parte de la dinastía de los Bourbon y merezco reclamar a Gran Bretaña como parte de Francia.

Dije mostrando un botón dorado con fondo azul rey y tres flores de Lys, aludía al antiguo pleito de los primos reinantes de ambos países muchos siglos atrás.

En medio de la charla y demás,  me aleje un poco, salude a todos los que me iba encontrando, no tenía ganas de meterme en temas de política, todo estaba más que tranquilo y además los candidatos eran ellos y yo no.  Empezaron el tema de un banquete y los elfos preparándolo, venían algunas palabras animadas de los Gryffindor de la casa que como buenos anfitriones nos instaban a que disfrutáramos con ellos. Yo sonreí a todos y no me preocupe de eso, mire a Zenin ( @ Tazz Malfoy ) en una silla alejado, al parecer el si estaba allí desde el inicio, lo veía vigilante y entendía el porque. Yo aun no entendía que pasaba, me acerque a mi hermana Malum y a Eterno, que ya estaba inmiscuida en el tema de la política, bese su mejilla y me quedé allí cerca de ellos mientras observaba a los elfos organizar lo que sería un festín.

La voz imponente de @ Mael Blackfyre  me hizo voltear a verle, se veía en perfecto estado y me contuve de hablarle pues era un momento bastante imprudente para charlar de lo ocurrido, lo importante era que estaba bien, ya podríamos charlar. Su sonrisa me hizo sentir tranquila y la devolví con algo de sonrojo, esa complicidad entre ambos me hacía sentir bien. Asentí con la cabeza ante sus palabras

-  Mercí

Solté con agradecimiento, fui con @ Luna Gryffindor Delacour y la abrace me había preocupado pero Mefis era un buen padre y la había protegido, cosa que le agradecía desde el fondo del alma.

-No se que paso aquí, pero lo importante es que parece estar todo tranquilo

Sonreí y mire a la Gryffindor a los ojos sonriendo, era una niña tan dulce e inocente que no soportaría que le hicieren daño.

@ Mica Gryffindor@ Sagitas E. Potter Blue @ Mefistófeles Evil.@ Ludwig Malfoy @ Malum Luxure@ Eterno Black Triviani  @ Mentita  

[Mefistófeles Evil.]

El lugar empezó a llenarse de mucha gente conocida y querida para mí, los temas políticos fluían y las asperezas por el momento, parecían solventadas, aunque a Mica la notaba aún moleta por el tema de la mansión, de seguro se sintió sola durante la conversa y atacada cosa que nunca fue así, solo barajaba posibilidades de solución, no quería discusiones y diferencias entre personas que tanto quería y estimaba.

La comida empezaba a llegar y en cantidades, lo seguro es que nadie pasaría hambre ese día y Mael estaba encargándose de ello, sabía que no de mucho agrado con algunos, a pesar de haberlo tratado poco sabía claramente sus intenciones y sonreí al ver el cruel brillo en sus ojos, el Blackfyre a pesar de sus ideas agradablemente retorcidas sabía que no era el lugar ni el momento, tiempo sobra para muchas cosas solo esperaba que el Lugarteniente tenga la paciencia para ello.

Ahora me convertí en espectador viendo cada una de las actitudes de los invitados, la delicadeza y toque de finura de Ada, la política de Ludwig que cada vez se sentía más cómodo, las palabras tiernas y preocupadas de Luna, pero Mica al igual que yo se encontraba callada, observando, con el semblante serio, la mirada algo perdida, se le notaba que estaba incomoda y en su forma de irse del lugar lo confirmó todo.

Al salir ni siquiera me regaló una mirada y ahí se presentó una dicotomía; o me quedaba y la dejaba sola que era probablemente lo que necesitaba o iba tras ella y trataba de en algo mejorar su estado de ánimo. No fue mucho tiempo que tuve el dilema.

-Me disculpan todos uno momento...-no di más explicaciones y salí de la cocina.

Conocía poco de esa casa, pero gracias a la agudeza de mis sentidos no tuve problema en encontrar su dulce perfume y seguir la estela que este había dejado, caminando por los pasillos hasta llegar a la puerta donde apostaba mi olfato a que mi pequeña castaña se encontraba detrás de ella.

Golpee tres veces despacio, como temiendo quebrar la madera.

-Hola, soy Mefistófeles...-sonreí ante tal aclaración ya que la Gryffindor conocía mi voz...- ¿podemos hablar? ...-pregunté con timidez.

No contestaba, supuse que tal vez se había dormido o quizás como sospeché en un principio prefería estar sola y solo iba a incomodarla, decidí arriesgarme e intentar de nuevo con otros tres golpes igual de sutiles que los anteriores.

- ¿Me vas a dejar partir sin ver ese par de bellos ojos verdes? ...-

Apegué mi cabeza y suspiré, iba a esperar solo unos segundos más, si no entendía, la dejaría en paz y la buscaría cuando los aires se hayan calmado.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Empezaba a resultarle imposible concentrarse en lo que sea, su cabeza vagaba entre recuerdos y pensamientos que se iban encadenando construyendo hilos bastante delirantes. Algunos, con más sentido, otros que ni siquiera la llevaban a ninguna parte. Finalmente se quedaba con su realidad. Estaba sola, encerrada en su habitación, comiendo un pan mientras todos aquellos individuos hacían un banquete. ¿Quién había pedido permiso para hacerlo? Nadie, absolutamente nadie. Pero tampoco podía permitirse sentir rabia por ello, tal vez debido a la poción, así que cada vez que el razonamiento se cerrase de ese modo, su mente la llevaba a pensar en alguna ridiculez.

Unos golpes en su puerta detuvieron sus cavilaciones. Reconoció enseguida la voz de Mefistófeles, quien preguntaba si podían hablar. Le resultó gracioso, pues estaba hablándole en ese momento, sino no podría escucharlo ¿verdad? Pero un toque racional en ella le dijo que no era eso lo que preguntaba. Dudó ¿quería hablar con él? Antes de que diera una respuesta llegó un nuevo golpeteo y otra pregunta. Estuvo a punto de no decir nada, impulsivamente lanzó el trozo de pan que le quedaba hacia la puerta cerrada, dando en el blanco, antes de responder.

-La puerta está abierta, tienes cinco minutos- soltó finalmente.

Él y Ludwig era con quienes más enojados estaba. No resistía el verlos tan marcadamente del lado de la “inocente Luna” ¿acaso no lograban notar cómo su sobrina los manipulaba a uno y el otro? El efecto del Filtro de Paz empezaba a atenuarse.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Parecía que no iba a responder, a pesar de no escuchar ruido alguno sabía que estaba ahí solo por su perfume, pensé por un momento que lo que ella quería definitivamente era estar sola y estaba siendo imprudente, así que lo más prudente era cumplir su deseo y alejarme, pero justo cuando estaba por irme escuché un golpe suave pero firme al otro lado de la puerta, aquella era una buena señal.

Solo pasaron un par de segundo más cuando escuche su voz, la oía aun molesta y lo que menos quería era aquello, me invitó a pasar, la verdad es que si dude por un momento el pasar, no sabía francamente lo que me esperaba ya que en todo el tiempo que hemos estado juntos o que hemos compartido trabajo o alcoba, nunca había estado molesta conmigo, tal vez con otras personas, pero esta vez sentía claramente que en su enojo también estaba incluido yo por el tema de Luna, me arme de valor y respirando profundo decidí girar el pomo de la puerta.

Lo primero que asomé fue mi cabeza, ¡Que imprudente fui!, era presa fácil para un zapato furioso o una maldición perdida. Luego terminé por ingresar con mucho sigilo, como si el piso fuera de cristal, caminé despacio y la vi ahí, entada en su cama con sus piernas recogidas y sus brazos rodeando sus rodillas, sus bellos cabellos castaños caían sobre su rostro cubriéndola parcialmente, pero podía ver con claridad sus ojos que lanzaban bolas de fuego, si las miradas mataran seguramente hubiera caído fulminado.

-Perdón por molestarte...-le dije casi en un susurro para luego aclarar un poco más la voz...-no me gustó la manera en la que te fuiste de la cocina, no me gusta verte así y menos que sea por causa mía...-

No sabía cómo abordar el tema, ya que podía estar muy gastado y simplemente sus ideas estaban fijas y no quería escuchar nada más, pero debía insistir, tenía que saber mis intenciones y que nunca pensé en hacerla a un lado.

-Interpretaste mal las cosas mi pequeña, sabes que estoy siempre contigo y no quiero otra cosa que no sea lo mejor para ti, recuerda que esa promesa te hice desde el primer día que nos cruzamos en aquel bar con tu espectacular vestido rojo...-había pasado algunos meses pero la imagen de aquel día era tan clara como si hubieran sido hace unos segundos...-tienes que aprender a conocerme un poco, jamás haría nada que te perjudique, debes confiar un poco más en mí y en mis intenciones, por favor...-

Esperaba que entienda un poco las razones que le planteaba y que me dé algo más de apertura, aunque su mirada era la misma desde que entre, pero no podía negar algo, enojada se veía tan hermosa.

@ Mica Gryffindor

 

[Mica Gryffindor]

Él dudó en entrar, lo cual le llevó a preguntarse por qué lo estaba intentando. Si dudaba era porque no estaba realmente seguro de querer exponerse a la charla que lo aguardaba al otro lado ¿verdad? ¿Acaso estaba allí para volver a pedirle que de lugar a los reclamos de Luna? De ser así sería la última vez que estaría dispuesta a escucharlo, no iba a negociar al respecto, no por una casa en sí sino por las mentiras de la muchacha. Elvis le había pedido en el testamento que siguiera con el matriarcado pero, estando Mica desaparecida y sin saber que la propia Luna estaría allí en el momento de su asesinato sin hacer nada para ayudarlo y que, posteriormente, permitiría al asesino ingresar en sus terrenos sin hacerle reclamo alguno. ¿Acaso nadie más se sentía molesto por esa idea?

-No te gustó la manera en que me fui de la cocina, pero no hiciste nada para que se vayan los demás de allí, quienes de verdad no debían estar moviéndose como si fuesen amos y señores de mi casa. ¿Acaso debía sentarme a compartir el pan con quienes me desprecian? ¿Con quienes intentan quitarme mi lugar o hasta matarme? -él mismo había salvado su vida cuando Malum la había intentado envenenar.

Sintió el cosquilleo que las lágrimas hacían al recorrer sus mejillas, sin darles importancia, secándolas inconscientemente de vez en cuando. Ya no sentía la necesidad de estar calmada, el filtro de paz no estaba haciendo efecto. Recordó sus palabras, como él pedía y lo segura que se sintió en sus brazos desde ese primer encuentro, pese a que ambos se habían planteado darse tan solo placer, habían recibido del otro mucho más que eso.

-Pero no la detienes, la dejas seguir con sus ideas y no le niegas tu ayuda. Vas a tener que elegir de qué lado estar en este tema y ser claro con eso. -sentía un vacío en su corazón, se sentía sola, no lo podía evitar. -Y no te pido que escojas entre mí y tu hija, eso nunca lo haría. Solo que no permitas que siga pidiendo algo que perdió con sus propias acciones -le costaba ordenar sus ideas, era demasiado por un día. -Si te quieres quedar a mi lado, eso necesito… sino, te puedes marchar… -la intensa angustia que estaba sintiendo se acentuó aún más tras esas palabras. 

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Escuche atentamente cada una de sus palabras, la parte de escoger bandos y situaciones nunca fueron lo mío, siempre me mantuve en el lugar que me convenía, pero esta vez sentía que mi lugar era a su lado, aunque nunca entendió mi planteamiento ni mi posición, necesitaba darle un poco de contexto ya que muchas de las personas lamentablemente no entendían mis medios para el fin.

-Mira mi amor...-me quede pensando después de haber ocupado por primera vez esas dos palabras, traté de completar la frase rápidamente tratando de que aquellas palabras parezcan casuales...-si no te diste cuenta la idea de la mediación era mía y fue después de escuchar todo lo que ustedes dijeron, si ella no tiene documentación que sustente su presunta propiedad sobre la mansión, ¿quién tiene todas las de ganar?...-

Era lógico que Mica tendría todas las de ganar, pero no lo vio así y simplemente el cansancio había hecho que no analice bien cual eran mis intenciones, esperaba que ahora me entendiera un poco, me acerqué a ella me senté a su lado y la abrasé.

-No tengo que escoger, sabes que siempre estoy contigo...-besé su frente y levanté un poco sus cabellos...-abajo hay enemigos compartiendo el pan, deja a ellos que hagan la guerra mientras nosotros hacemos el amor...-

Levante mis cejas dos veces, quería cambiar su estado de ánimo y esperaba que eso le haga reír, no sabía cómo hacerle entender que desde el momento en que me conoció nunca más permitiría que este sola.

-Lo único que busco es que seas feliz y mientras pueda y tú quieras, ese siempre será mi fin mayor...-

Levante despacio su barbilla y le di un delicado beso, rozando sus labios que estaban tibios y humedecidos por sus lágrimas que le daban aquel sutil sabor salado, esta pequeña castaña me volvía loco.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Suspiró al escuchar su argumento, sabía muy bien que la gente con su ocupación era muy hábil para convencer a la gente de que sus argumentos eran los ciertos y, como ella no era nadie extraordinario como para ver más allá, le creyó. Se relajó un poco al oír que él creía que era ella quien tenía las de ganar, pero no era simplemente eso lo que buscaba.

-No quiero tampoco llegar a esa instancia, tenga las de ganar o no, quiero que alguien ajeno al tema le diga a ella que está equivocada y que no es capricho mío solamente ¿es tan descabellado? Que no necesite ocultar que está de mi lado con ideas de ese tipo -no era un capricho, sabía que tenía argumentos para pedir tal cosa.

Permaneció en silencio mientras él tomaba lugar a su lado. Sintió su brazo rodeándola y se recargó suavemente a su lado, disfrutando la calidez que el contacto con su cuerpo le proporcionaba. Pese a todo, él la hacía sentía segura. No pudo evitar sonreír al oír su comentario referido a hacer el amor mientras los demás la guerra. Aún sentía el cálido beso que él le había depositado en la frente.

Alzó la mirada, siguiendo el deseo de aquella mano que le tomaba la barbilla y se entregó a su dulce beso. Se permitió olvidarlo todo mientras sus labios se buscaban roce a roce. Nadie más importó en ese momento, ni aquellos que ocupaban en ese momento su comedor ni nadie, solo ese hombre que la ayudaba a sentirse más fuerte, a pesar de todo.

Giró lentamente en la cama para recostarse poco a poco mientras él la besaba, llevándolo con ella, dejando que sus instintos tomasen el poder.

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Las palabras definitivamente no era lo nuestro, nuestros cuerpo siempre hablaban por nosotros y se conocían más que bien como expresarse, sus besos me arrastraron hacia su lecho y mis manos salieron de mi control tomado vida propia acariciándola de pies a cabeza una y otra vez,  llegando al punto en que nuestras ropas estaban demás, eran un obstáculo para nuestro lenguaje tan particular, yo le ayudaría y ella a mi para poder estar piel con piel uniendo nuestros cuerpo como nuestras bocas lo hacían.

Aún sentía la sal de sus lágrimas en mis labios, lo que menos quería es sentirla triste o se siente desprotegida, mientras esté en mi alcance no permitiría jamás que nadie le haga daño, mi lugar en este instante era a su lado y cada vez se me hacía más difícil el alejarme de su lado, el separarme de ella nunca había sido tan complicado.

-Esa era la sonrisa que quería ver...- susurraba con voz entrecortada y agitada a causa de nuestro baile...-solo confía siempre en mí y déjate llevar...-

Disfrutaba tanto nuestros encuentros que poco y nada me importaba si los que se encontraban comiendo en la cocina se mataban entre ellos, yo vivía mi guerra particular, una mejor forma de arreglar conflictos, ya no existían tensiones en aquella habitación, solo ropa mezclada y ventanas empañadas.

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Parecía como si su cuerpo reaccionase por propia voluntad, fuera de su control, de su dominio. Ya no mandaba ella, solo el deseo que se apoderaba de cada centímetro de su piel. Torpemente empezó a remover la ropa del hombre al que volvía a entregarse, buscando sentir su calor, necesitando sentirlo. Interrumpía los besos para intentar recuperar la respiración, pero solo lo lograba por breves segundos antes de volver a chocar con sus deliciosos labios.

-Confío en ti, confío…- susurró como intentando recuperar la consciencia entre todo aquel terremoto de sensaciones que no la dejaban pensar en más que en la danza que iniciaban sus cuerpos.

Lejos quedaba todo lo demás, aquellos sujetos fuera de sus cuatro paredes estaban fuera de su mundo, del mundo que estaban construyendo sobre ese lecho que les brindaba comodidad. Lo empujó, apartándolo, jugando un poco con la fantasía.

-Demuéstrame cuánto me deseas…- murmuró empujando su pecho con uno de sus pies para tomar toda la distancia posible. Quería lograr un arrebato por su parte, provocarlo hasta ir más allá. -No sé si mereces lo que estaba por dejarte hacer…- agregó fingiendo un momento estarlo pensando. Sabía que jugaba con fuego y pretendía incendiarse. 

@ Mefistófeles Evil.

[Mefistófeles Evil.]

Era fuego en su estado más puro el que sentía mi piel al contacto con la suya, no podía definirlo de otra forma, pero lo más estaño de todo es que este calor abrazador en vez de alejarme me fundía con ella, también su piel ardía junto a la mía y sentía en cada movimiento, en cada rose empezábamos a pertenecernos el uno al otro.

Cada vez que he compartido su cama o la mía siempre eran momentos únicos, no nos guardábamos nada, nos entregábamos por completo y hoy no era la excepción, solo quería estar con ella, ser uno con ella, sentirme dentro de ella y su voz repetía cuanto confiaba en mí.

Su carácter definitivamente había cambiado, aquella piel pálida ahora estaba llena de rubor, aquellos labios apretados ahora estaban deseos de ser besados, de pronto cuando estaba a punto de mezclar su esencia con la mía me alejó, no puedo negar que por unos segundos pensé que algo había pasado, que hice algo que la disgusto o dije algo que la incomodó.

La sonrisa en su rostro me tranquilizó siempre nos gustó jugar y tentarnos al punto de la locura, aquellas travesuras daban vida a nuestra personal guerra, estaba con su pie en mi pecho, nuestras ropas yacían mezcladas ya en el piso de su habitación, por lo que la vista para mí era espectacular.

Tomé su pie con mis manos y empecé a llenarle de besos sonriendo sin dejar de ver ese par de ojos verdes que tanto me gustaban.

-Pues dígame señorita Gryffindor...-le dije con todo el formalismo del que fui capaz...-¿Qué es lo que tengo que hacer para ser digno para poder entrar?...-

Definitivamente nuestra relación rebasaba toda lógica, ella negociaba con el Diablo teniendo la sartén por el mango. 

@ Mica Gryffindor