Crónicas de Luces y Sombras III

[Mefistófeles Evil.]

Los ambientes se estaban caldeando, pero la ventaja es que tanto Ludwig como Mael eran en lo que cabe personas muy razonables y a pesar de los abismos ideológicos que nos separaban a todos los presentes, también teníamos gente que nos unía y creo que era la principal razón por la cual no estaban volado maldiciones por toda la casa.

Tanto Luna como Mica eran motivos suficientes como para que las aguas no se piquen tanto y a pesar del obvio antagonismo que existía entre unos y otros, las cosas con mis palabras más las de Malum que recién llegaban se empezaban a tranquilizar en algo, pero había que tener cuidado ya que estábamos fumando sentados sobre un barril de pólvora.

-Agradezco mucho tu deferencia mi estimado Ludwig, pero la verdad es que no es el momento ni el lugar para que uno...-luego pasé a ver de inmediato a Mael...-u otro aclaren sus diferencias, creo que es una casa de familia y debemos honrarla, para todo habrá tiempo después...-

Sabía que había muchos temas pendientes, entre unos y otros, cosas que tenían que ser aclaradas y no creo que sea de manera muy pacífica que se diga, pero si algo pasaba en ese momento personas inocentes y otras no tanto saldría heridas. La Luxure me habló y sonreí ante su comentario.

-Querida mía, me conoces tanto y en todos los terrenos en alguien puede conocer a una persona como para que no sepas todas las cosas que puedo o no hacer...-le hice un giño de ojo sonriendo y continué...-ya habrá tiempo de hablar de Damián, no quiero que ahora al que lleven en brazos sea a mí...-no pude aguantar la carcajada y puse mi mano sobre el hombro de Malum...-Ya hablaremos de ello en verdad, todo está bien y como tiene que estar...-no eran temas para ventilarlos con todo el mundo y justo ahora.

Luego me acerque a Mica, aún en los brazos de Lud, aún su rostro se encontraba pálido, sabía que lo que menos quería en ese momento es compartir con nosotros después de todo el mal entendido vivido en la cocina, pensaba que Luna nos importaba más que ella, si solo supiera cuán importante es, al menos para mí.

-Tranquila...-le susurré acomodando su cabello y acariciando su rostro...-come algo, recupérate y luego podremos pelear más de la forma que tú quieras y en el lugar que tu desees...-esperaba que me entienda el "lugar" donde quería continuar "discutiendo" con ella...-les parece si por fin, por el bien de todos, de la dama que esta desmayada, de la dama embarazada y de este hombre al cual su estómago no solo le habla, le grita...-

@ Mael Blackfyre    @ Luna Gryffindor Delacour @ Ludwig Malfoy Haughton @ Mica Gryffindor @ Eterno Black Triviani @ Sagitas E. Potter Blue @ Malum Luxure

 

Editado 12 de Septiembre del 2022 por Mefistófeles Evil.

[Darla G Dumbledore]

Darla atravesando portales en la Malfoy.

Decisiones… muchas veces, casi siempre, implican asumir una responsabilidad. Darla sabía que el ataque que se hubiera organizado contra la comunidad mágica ante la total desaparición de Goldor hubiera sido algo difícil de medir. Sin embargo, en ese momento dudaba si no hubiera sido buena idea llevarlo al Caleuche. ¿Por qué? Porque había comprobado algo muy particular. El mago había hecho la llamada, y estaba segura que no solo una vez. Y sin embargo…

Darla estaba en aquella colina observando, en silencio, pensando en lo que había visto, desde donde estaba veía una vez más su figura invocando el erumpent y notaba como el corpus patronus se dirigía hacia donde su olfato le indicaba había un ser vivo. Pero no le había atacado a menos que él lo hubiera hecho primero o intentado atacar a la Potter Black, Ludwig o Noe. Desde donde estaba observaba una vez más aquella escena, se movió despacio, no podía intervenir, no era notada, pero no quería arriesgarse que hubiera alguna fisura de la magia que hiciera notar su presencia en el pasado.

Los minutos transcurrieron y una vez más vió sus ataques a Goldor y la histeria de la Gryffindor. El amor hace cosas extrañas, si lo sabría ella. Estudió a Ludwig y como la cercanía de él y la bruja mostraban más de lo que se había permitido ver antes de abrir el portal al pasado gracias a sus conocimientos de historia de la magia y runas antiguas, combinados con la magia uzza. ¿Por qué había elegido un tiempo y no un lugar al abrir el portal? Bueno, si había elegido un lugar, el más alejado del jardín, pero con buena vista. El momento del pasado era porque necesitaba estar segura y ahora lo comprobaba. Ella creía que Goldor tenía todo el apoyo de la Marca, pero tras su desaparición y aún habiendo llamado a los suyos, los que habían respondido al llamado fueron pocos.

Cuando estaba a punto de abrir el portal de regreso al tiempo actual, tras su propia partida y la de Noe. Se detuvo. [Salvaguarda Mágica], dio un paso delante y se quedó helada, ahora había un vacío en el lugar por lo que se apuró a invocar una vez más el [Haz de la Noche], era hora de volver al tiempo actual, pero esta vez en un lugar seguro. Mientras atravesaba el portal sintió se dio cuenta que había estado a punto de entrar en la magia del futuro pero que era imposible sin una conexión a él. 

[Mica Gryffindor]

Mientras las voces a su alrededor perdían más y más sentido, sintió en sus labios la humedad de aquella poción que le proporcionaba su amigo Ludwig. Le costó un poco no ahogarse con la misma, pero poco a poco fue pasando por su esófago y llegando hacia su rugiente estómago, que pareció recibirla con gratitud.

El efecto fue, tal vez, demasiado rápido, al no haber ingerido alimento alguno desde… no recordaba desde cuándo, sus días eran una mancha borrosa. Empezó a sentirse mucho más tranquila y segura en brazos de su amigo, quien la movía hacia la cocina y la ubicaba en un asiento de la misma. Sonrió tontamente escuchando a Luna, sus palabras tenían en ese momento poco sentido. La voz del Malfoy la hizo voltear a mirarlo, le daba paz su manera de hablar y decir las cosas, pese a no comprender por completo el mensaje. Parecía estar refiriéndose a Mael, pues sonaba enojado, y él solía enojarse con Mael.

Le costó un poco comprender que había más gente en el lugar, pero las voces la invitaban cada tanto a voltear y notar otros rostros que interactuaban entre ellos, sin lograr concentrarse en sus palabras aunque, por algún extraño motivo, todo le empezaba a parecer gracioso. ¿Acaso no lo era? Su casa empezaba a llenarse de gente que parecía invitada a un ¿almuerzo? ¿cena? No recordaba siquiera en qué hora del día estaba parada.

Tomó la mano de Ludwig como queriendo tranquilizarlo, intentando demostrarle que empezaba a recuperarse y que todo estaba bien. Notó el nombre “Cillian” entre las palabras de Malum y soltó una risita innecesaria, mientras apretaba un poco la mano del Lugarteniente Fenixiano. Claro que no era de él de quien se estaba riendo, más bien del desaparecido esposo.

La voz de Mefistófeles cerca de su oído captó entonces su atención. Soltó una carcajada comprendiendo lo que estaba diciendo, sin poder contenerse. Se tapó la boca y trató de recuperar la compostura, antes de acariciarle el rostro y asentir, creyendo que estaba disimulando muy bien la risa previa. Quienes estuviesen viendo todo su accionar, podrían pensar que estaba ebria o presa de los efectos de alguna sustancia alucinógena. Tal vez así era.

-¿Por qué una cena para tres personas, de pronto, alcanzaría para… siete, ocho… los que seamos? -soltó, mirando de pronto un punto lejano en la pared, como si estuviese mirando la cosa más interesante del mundo. No había nada allí, antes de recostar su cabeza en el hombro de Ludwig, casi cayendo hacia un lado por error de cálculo, pero logrando recuperarse y lograr su cometido.

@ Mefistófeles Evil.  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Mael Blackfyre  @Losdemás

[Mentita]

— ¿Gryffindor, dices? —la voz le salió ronca, mientras tamborileaba la repisa con la yema de los dedos.— No lo sé. ¿Es seguro? Es decir, no es que me haya importado alguna vez que una situación fuese segura, pero no me he metido antes en la boca del lobo de esa manera. ¿Estás seguro?

El hombre de barba rala y mirada de pocos amigos, levantó la vista, algo confundido. Sabía de la fama que tenía la bruja, es por eso que no se esperaba tanta duda. 

— Usted ha preguntado, yo he respondido de forma sincera. La única forma de saber el verdadero contenido de ese contrato, es con el contrato en mano, Y dado que usted cree que Mael Blackfyre no se lo va a dar de forma voluntaria, pues la única opción es hacer aquello a lo que está acostumbrada y en lo que es tan buena. Escabullirse dentro de esa casa y buscar el pergamino.

— Sería más fácil si lo hicieran ustedes y a mí me dejaran fuera de esto. —replicó la bruja.

La mujer que acompañaba al primero dio un respingo.

— Estoy segura de que estorbaríamos en lugar de ayudar, señora. —se excusó, en tanto la gitana se servía una copa de ginebra y se sentaba en la silla frente a la ventana de su enorme habitación.

— Sin mencionar de que terminarían muertos. —aportó Candela, a sabiendas de que esa afirmación en realidad no ayudaba a ninguno de los tres. Continuó con el tamborileo sobre el posa brazos de la silla y le dio un trago largo a su bebida. Se secó los labios y comenzó a reírse. Sí, ya había tomado una decisión. 

La Triviani tomó todos los objetos que necesitaría y desapareció.

Cuando volvió a materializarse, lo hizo con su forma animal y utilizó las vibraciones para ubicarse en el área de aquella mansión que no conocía. Sus aleteos la ayudaron a tomar un poco más de altura, mientras se alejaba de las ventanas donde podría aparecer cualquier persona y descubrirla. Primero, tenía que encontrar la habitación de Mael (guiño guiño (?)).

[Sagitas E. Potter Blue]

 Aún con la varita en alto, comprobé que todos los presentes del bando fenixiano huían, dejándonos solos en los jardines de la MANSION MALFOY, dejándonos a los demás con ganas de vengarnos con las sangre de los enemigos que se habían atrevido a secuestrar a nuestro lugarteniente. Aquella especie de demonio que había aparecido, me pareció interesante y sentí un cierto interés por saber quién sería el autor de tan poderosa magia.

-- << ¡Qué manera de tocar las narices! >> -- pensé. -- No gastes energías, Denébola. Los cobardes han huido.

Mi bisnieta intentó lanzar un hechizo que impactara en ellos, pero claro, no llegó a destino. Sentí pasos y me alegró ver que Mael se acercaba a nosotros, en bien estado parecía, aunque su ropaje indicaban que había vivido momentos no agradables. Mi rostro, sin embargo, se mantuvo impertérrito al contestar sus disculpas:

-- No hay de que disculparse, Mael. Podrían haber secuestrado a cualquier miembro del bando y todos nos hubiéramos movilizado igual. -- Supuse que él también se había dado cuenta de los pocos miembros, 3 ó 4 sólo, que habíamos contestado a su llamada, e intenté quitarle importancia. -- Muchos son los que estuvimos persiguiendo tu pista, aunque no estén aquí presentes. Vigilamos toda Ottery y el Ministerio.

Era una excusa, cierto, pero tampoco quería que pensara que el bando no se preocupaba de los suyos. De eso me encargaría yo en cuanto pudiera, el recordarle a los mortífagos que todos éramos uno y que todos acudían cuando uno caía. Sonreí levemente a mi compañero de bando.

-- Yo me apunto a unas rondas de whisky. Hace milenios que no piso la Gryffindor. Desde...

Desde que vivía mi primo Elvis en ella, antes de que fuera abatido por... Caelum.

Hice un leve ronquido gutural, de rabia al recordar ese hecho, pero supongo que no se me oyó pues, al instante, aparecimos en la MANSIÓN GRYFFINDOR. En los jardines, me despojé de la máscara y aparecí como la mujer payasa a la que todos reconocían enseguida por el color violeta del pelo. Aquello era territorio amigo, así que la guardé en el bolsillo de la capa y atusé un poco el cabello, para que me cayera sobre los hombros.

-- Está tal como la recuerdo, Ma...

No continué. El hombre a mi lado parecía estar alerta y me pregunté si habría hecho mal en despojarme de la máscara que ocultaba mi identidad. Aún mantenía la varita y la apreté un poco, dispuesta a usarla, si el patriarca me lo permitía. Una es muy digna y no saca su herramienta de matar sin el permiso del dueño.

Escuché con una sonrisa. No sé, de siempre, los elfos me habían parecido seres graciosísimos y, a pesar del cambio en mi persona, los que estaban en mis mansiones seguían siendo libres. Se lo habían ganado. Ellos también eran fieles sin dudar hacia mi persona y la de mis familiares, así que yo confiaba en ellos, tal como parecía confiar @ Mael Blackfyre  en esta figura al que llamó con el nombre de Tanis. Seguí los pasos del mortífago intentando mantener el ritmo. Parecía enfadado y, tras invitarnos a que nos sentáramos, a los que le habíamos seguido, se encaró con los presentes.

Me senté. Aquello parecía una radionovela de las que salían en el programa de la tarde y me sentía muy intrigada por conocer los intrínsecos secretos de la familia Gryffindor desde que Elvis había desaparecido. Además, a mí también me interesaba saber qué hacía allá @ Mica Gryffindor , claramente descompuesta, con la supuestamente secuestrada @ Luna Gryffindor Delacour  (no parecía para nada estar en ese estado sino más bien como dueña y señora de la casa). ¿Y por qué @ Mefistófeles Evil. estaba presente? No sabía que era un miembro de la familia. Pero, sobre todo, quería saber porqué @ Ludwig Malfoy Haughton estaba en la mansión como si nada, porqué no estaba siendo retenido por los mortífagos presentes.

Me senté, sí, pero dispuesta a ayudar a Mael en lo que él necesitara, aunque le dejé llevar la acción y me mantuve callada. Tomé nota mental, por supuesto, de todo lo que decían, como los comentarios algo sarcásticos de Mefistófeles sobre que Ludwig y yo pretendíamos el mismo cargo en el Ministerio. A punto de decir, "si lo matas, no tendré quien ofusque mi postulación", pensé que era mejor permanecer en silencio un poco más, ya que algo noté que me había perdido, una nota de voz, algún detalle..., y la prudencia me aconsejó seguir en silencio un poco más. Fue así que me enteré que Mefisto era padre de Luna, algo que me hizo enarcar la ceja ante el conocimiento de esa consanguineidad.

Pero no era lo más extraño que supe. El ver cómo Ludwing se enfrentaba a Mael y llevaba en brazos a Mica me hizo sospechar que la muchacha guardaba razones de corazón con el odefo. No soy de actuar sin pensar y, aunque pensé que debía tener una charla con Mica, a solas, en cuanto pudiera, aquel no era el momento, en el que todos estaban cansados (yo no, por supuesto, yo aguanto mil, aunque un trago y algo de comer no lo rechazaría, sólo por acompañarles y no hacerles un feo).

Enarqué la ceja cuando aquel hombre se atrevió a llamar "gente mala" a Mael y solté una ligera risilla que hizo que se dieran cuenta que estaba allá, sentada, esperando ver en qué acababa todo aquello. En cuanto mi compañero hiciera algo, yo le acompañaría y le apoyaría; pero mientras no llegara el momento, me sentía una chismosa viendo una trama familiar ajena con la que estaba disfrutando muchísimo. Carraspeé levemente para que Ludwig supiera que se pasaba un poco al describir de forma tan poco amable a Mael y que recordara que no estaba solo, pero seguí sentada de forma cómoda ante ellos.

-- Esto es mucho más interesante que el divorcio de mi hijo con mi exnuera -- susurré, haciendo un gesto parecido a "ustedes sigan, que yo me divierto". En realidad no era todo diversión. Mis músculos se tensaban levemente ante cualquier roce o ataque verbal hacia Mael, prestos a levantarse y defenderle. Y no estaba yo sola, suponía que tanto Mefistofeles como @ Malum Luxure , quien se había preocupado también por Luna, lo defendería. Al fin y al cabo, eran los únicos que habían acudido a la llamada del Lugarteniente en su defensa, allá en la Malfoy.

De repente, me sentí inquieta, tal vez porque mi mente estaba preparada para un ataque que no había llegado y que tampoco parecía que iba a llegar. A pesar de que se habían elevado las voces, algo no cuadraba allá. Aquello era una mera reunión familiar y, si eso era así, tal vez no era necesaria mi presencia. Al fin y al cabo, yo amaba la Gryffindor cuando Elvis, mi primo, era el patriarca. La actual me desconcertaba. Luna siempre había sido una de mis sobrinas preferidas y, sin embargo, ahora llamaba papá a Mefistófeles, que nada en contra, pero..., ¿se habría olvidado de mi primo odefo? No seguro que no. Pero cuando sentí a Malum hablarle con cariño y reñirle de forma amable por no haberse quedado con Ada, otra de mis sobrinas preferidas, para estar protegida, fue cuando ya no pude más. Sentí el clic de mi mente señalando que había algo que no cuadraba y que ya tocaba intervenir.

Me levanté, de forma discreta, todo lo discreta que puedo ser yo, que no lo soy, y les hablé:

-- ¿Esto va a acabar en pelea? Es para saber si guardo la varita o me recojo el pelo con ella, que me molesta. -- Entonces me di cuenta de lo que Mefisto acababa de decir y abrí la boca, desconcertada.-- Espera... ¿Quién está embarazada?

¡¡Chismes, chismes, y casi me lo pierdo!! En un instinto maternal, me toqué la tripa, aún sabiendo que yo no era. Después miré a Mica, a Ada, a Malum... Mica estalló en risas y meneé la cabeza. Cada vez entendía menos esta situación. ¿Pero es que habían o no secuestrado a alguien? Al final, todo resultaría que estaban de parranda y nosotros preocupados. Al final, no sabía si enfadarme con todos y explotar, como cuando estoy nerviosa, o dejarlo pasar y llamar a los elfos de la Potter Black para que trajeran más comida y montar un convite entre amigos en la cocina de la Gryffindor.

A lo lejos, se oyó el ruido de una aparición, tal vez casi inaudible para la mayoría que estaba allá, haciendo ruido. ( @ Mentita ) ¿Quién sería? ¿Tendríamos nuevos invitados? ¿Acabaría media Ottery sentada ante la mesa? Suspiré y volví la mirada a todo el grupo, no se oía nada más que el ulular de pájaros y algún mosquito traicionero que aún persistía a finales del verano.

-- Bueno, decirme, ¿a quién hay que preparar el próximo baby-sitter, o como se diga? En mi país se celebraba siempre recién nacido, pero sé que aquí es costumbre hacerlo antes.

[Ludwig Malfoy]

Días antes del nombramiento

Los demás acompañantes de Mael se fueron integrando y el Malfoy supo que no era el mejor lugar ni el momento para continuar discutiendo, era consiente de lo peligroso que era tener al mortífago cerca y no poderlo atacar, pero confiaba en que el lugarteniente de la marca tenebrosa no supiera que el Malfoy había descubierto su identidad. Se comportaría por el bienestar de Mica, ya le había causado suficientes penurias como para realizar semejante escándalo frente a gente inocente, o al menos eso creía el Malfoy.

Malum fue la primera en saludarlo y sus palabras fueron como navajas que abrían heridas, si bien estaba seguro que no tenía intención de herirlo, eso había logrado. La chica claro no sabía lo que había ocurrido con el Haughton en los últimos meses pues simplemente se había desaparecido así que no le quedó de otra más que responder de la mejor manera posible – fue por cigarros, seguro pronto llegará por mi sobrina – sonreía falsamente sabiendo que Cillian nunca llegaría.

Mientras tanto Mica se notaba más relajada que pudo escucharla reír previamente debido a los comentarios de la Luxure, también Mefistófeles había intentado calmar las cosas. Era claro que eran un poco más razonables y no querían que el piso de la Gryffindor se volviera a manchar de sangre. Ambos habían intentado calmar el coraje del rubio quien aún estaba muy molesto – parece que la poción que te di tenía “accidentalmente” un poco de wiski de fuego – comentó a Mica quien casi terminaba por caer mientras seguía riendo.

A lo lejos parecían llegar más personas, el rubio aún había tenido el momento para ver a la persona que estaba por entrar. Sin embargo su anillo detector de enemigos seguía sin alertar nada. Aquel estrés del momento no causaba más que confusión en su semblante y le frustraba el hecho de no poder hacer nada en contra del enemigo que tenía en frente. Finalmente la intervención de la ex ministra terminó por sacarlo de su estado de alerta. Parecía que era la más confundida y a la vez entretenida por lo que estaba ocurriendo en aquella escena tan irónica.

El Malfoy era consiente de que se trataba de su más fuerte opositora para obtener el cargo de ministro y que aún más que nunca debía guardar las apariencias o sus acciones aberrantes podrían llevarlo a la ruina – guarde su varita señorita Potter Blue – comentó el Malfoy haciendo lo mismo – esto solo es un mal entendido entre Mael y yo pero me disculpo por mis palabras, me alegro que haya llegado, parece un buen momento para que los candidatos se encuentren y puedan charlar ¿no lo cree? – había cosas importantes por discutir, ideas, posibles alianzas, incluso un posible debate, no sabía que aquel momento era el más adecuado pero lo aprovecharía con tal de desviar las miradas de todos los presentes hacia un tema un poco más político.

 

@ Mica Gryffindor  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Mael Blackfyre  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Mefistófeles Evil.  @ Mentita  

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

Tras haber estado en la Riddle departiendo Obelisk me había arrastrado prácticamente al Ministerio   si era cierto que sabíamos que toda la orden del Fénix estaría custodiando a Mael por haberlo atrapado y el Ministerio seria un blanco fácil y seria toda y buena estratagema para lograr distraerlos,  mi cabeza quería otra cosa. A nuestro encuentro vino Flagelo y me alegre de verle, pero andaba muy quisquillosa y no era mi deseo atrapar a nadie esta noche, me habían encomendado otra tarea y quería cumplirla. La presencia de otra dama que había llegado me hizo blanquear los ojos, Kraven siempre causaba cierto efecto en las damas y la verdad no estaba para tocarle el violín a nadie

-Compañeros,  lo siento me voy, mi misión es otra y pienso cumplirla… suerte en su propósito.

Tome la mano de Flagelo ( @ Anthony Ryvak Dracony ) y la estreche con cariño por un momento casi saludándole, mi cariño por el Malfoy era grande esperaba estuviera bien, desparecí con rumbo a Ottery.

 

Camine por sus calles esperando llegar con prontitud a la Riddle para cuidar a la pequeña Luna, pero al arribar me encontré el lugar vacío y ni mi hermano ni mi amiga aparecían. Me llene de angustia y me deshice la máscara conocía lo impulsiva que podía ser Luna y solo podía estar de regreso en el Chateau, que era su nuevo hogar o en la Gryffindor. Sin esperar mucho mas salí de la Mansión Riddle con rumbo a la Mansión de los Gryffindor .

 

Mansión Gryffindor

(Ada Camille sin Mascara)

Llegue al hogar de la Familia Gryffindor y no espere mucho, solo fui directo al edificio para buscar a la joven Gryffindor a quien tenía en gran estima y cariño. Pero quería pasar desapercibida y preferí esperar hasta que escuche como estaban charlando y sin esperar me adentre hasta el salón en donde oía las voces. Y como si fuera casi una visita social los vi a varios allí entre ellos Mael que estaban en perfecto estado. Lo que me lleno más de confusión.

-    Bon soir

Salude confusa por la situación

@ Mael Blackfyre  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Malum Luxure  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Ludwig Malfoy Haughton  @ Mentita  @ Mefistófeles Evil.

[Anthony R. Dracony M.]

Me moje los labios con la punta de la lengua mirando la edificación del Ministerio de Magia Británico, la confusión me mantenía inmóvil, sentí dos llamados más pero a distintas ubicaciones ¿Qué estaba ocurriendo? era confuso , cierto, no deseo restar importancia al plan de  Obelisk pero algo no cuadraba. El Ministerio parece vacío, no se siente la presencia de los integrantes de la Orden del Fénix... tampoco de los Aurores o de los empleados a cargo de la Seguridad Mágica.

La apresurada carrera de algunos magos en una practica huida, era escasa dada la alta hora nocturna, fue cuando Obelisk confirmo que no había nadie que les saliera a enfrentar, ya expreso que lo mejor era marcharse de ahí con Galia y una joven a la que Obelisk llamó Perséfone... igual la idea es la misma, marcharnos a buscar una pista sobre el paradero de Goldor.

No quise dar a conocer mi pensamiento pues no estaba seguro si era solo yo bajo el influjo de un encantamiento de ofuscación que no me deja concentrarme ni entender con claridad los acontecimientos... me pareció escuchar que Obelisk sugería asistir a la mansión Delacour, lugar que no conozco como muchas otras mansiones de Ottery, solo conozco la Mansión Malfoy pero no creo sea buena idea acudir por ahora allá. 

Galia fue quien respondió primero a Obelisk y a nosotros como equipo -- -Compañeros,  lo siento me voy, mi misión es otra y pienso cumplirla… suerte en su propósito.

El rose suave de la mano de Galia me impacto, pero fue como un bálsamo que me infunde fuerza, ella desapareció por su cuenta. Cruce los brazos y tamborilee mis dedos sobre los antebrazos, una manera en que suelo realizar mientras tomo una decisión de mi actuar... 

@ Balderik Von Alexandros  

 

[Sagitas E. Potter Blue]

Normalmente, cuando un enemigo me dice que baje la varita, la enarbolo en plan maestro de esgrima y proclamo un "Inténtalo tú", o algo parecido que suene dramático, con toques de tambor anunciando una futura pelea mágica. Sin embargo, en este presente, que Ludwig me dijera eso mismo consiguió arrancar una sonrisa de mi cara.

-- No sé lo que más gracia me hace, si que me diga usted que guarde la varita o que me llame señorita -- le contesté, aunque enrollé, en un movimiento rápido y muy practicado, la varita en un moñito improvisado, recogiéndome el pelo. -- Por cierto, ¿le puedo llamar de tú? Es sólo para no darle tanta formalidad a este embrollo de situación en la que no sé bien si estamos atacando o si estamos celebrando una futuro nacimiento de... alguien.

Eso era una indirecta, para ver si alguien confesaba que estaba embarazada, que me podía la curiosidad y no había manera de que nadie dijera nada. Carraspeé cuando me nominó como su contrincante. Sonreí y puse la cara más dulce y melosa que pude, aunque mis ojos no acompañaran mis intenciones.

-- Contrincante, querido Ludwig -- ya le tuteé, aún antes de que me diera permiso. -- Contrincante es una palabra mejor usada. Porque esto es una guerra... Aunque sería interesante una conversación informal sobre nuestras pretensiones y nuestros métodos para llegar a conseguirlos...

Lógicamente, no le dejé claro si era contrincante para el puesto de Primer Ministro o si había algo más, como que él fuera un fenixiano y yo una mortífaga que no confiaba en él para nada, a pesar de lo amigable que se mostraba en la mansión Gryffindor. A veces, es difícil distinguir quien es el malo o el bueno, en las circunstancias que se sucedía la conversación que se estaba dando en estos momentos. Ni que pudiéramos etiquetar lo que estaba sucediendo con estas ideas tan maniqueístas...

Y en esa ambigüedad de significado, seguí sonriéndole, invitándole a que siguiera hablando. 

Mientras pudiera.

La interrupción a la francesa me hizo gracia en aquel momento y solté una risotada. Si ya era bien extraña la situación que se vivía en la Gryffindor, más lo era con la aparición de la Ministra Francesa, @ Ada Camille Dumbledore .

-- Mira, (@ Ludwig Malfoy Haughton ) Ludwig, la ministra de la Francia Libre se presenta a comprobar que nos portemos bien en nuestras conversaciones ministeriales. -- Sonreí. A ver si se creían que iba a decir que Ada era una mortífaga de las más fieles que conocía y que, por supuesto, no iba a ser ecuánime en aquel encuentro. 

[Ludwig Malfoy]

Si bien era cierto que las veces que el Malfoy y la ex ministra se habían encontrado eran muy pocas y el intercambio de palabras había sido prácticamente nulo, parecía que ambos sabían muy bien el uno del otro, como buenos adversarios durante la contienda electoral estaban obligados a conocerse y seguir los movimientos el uno del otro, después de todo un paso en falso podía ser la ruina de cualquiera y en aquellos tiempos la prensa no perdonaba absolutamente nada, posiblemente ello fue lo que permitiera que el rubio se sintiera más en confianza y que accediera a tutear a la chica – me parece perfecto, prefiero tutearnos con libertad – comentó esbozando una sonrisa mientras su cuñada Ada hacía acto de presencia – me parece extraño que más y más invitados van llegando a un lugar tan poco concurrido como el castillo de los Gryffindor – en realidad sus nervios estaban a punto de estallar y aún así su anillo detector de enemigos no lo alertaba de nada ¿de que se trataba?

Aún no entendía el embrollo del embarazo, había estado tan metido entre los dimes y diretes contra Mael que poca atención había puesto y claro, quedaba la pobre Mica que parecía cada vez más alcoholizada. Hizo aparecer una silla para que la chica se pudiera acomodar esperando que no se quedara dormida – efectivamente querida, estamos en una guerra y puede que uno de los dos termine destrozando al otro si no hablamos sobre nuestros objetivos – se aproximó a uno de los sillones y esperó a que Sagitas también se sentara – seré directo, no quiero darle vueltas al asunto, el motivo de mi candidatura se ve reflejado en dos cosas, la primera la falta de seguridad, mi casa explotó hace poco y nadie hizo nada, el aeropuerto, el ministerio, parece que a nadie le interesa, así que tengo una idea bastante descabellada pero que creo que puede servir – no pudo terminar, su cuñada se acercaba.

Se levantó mientras Sagitas introducía la llegada de la ministra, uno de ellos terminaría siendo colega de la misma, por lo que ambos querían continuar teniendo una buena relación con ella – cuñis, me alegra mucho verte, es curioso ver a tantos magos selectos reunidos - el Malfoy sin importar si estaba o no con Cillian, quería mucho a la Dumbledore, tanto como si fuera su hermana y no se le pasaba por la cabeza la idea de que ella también fuera una mujer tenebrosa, la abrazó y la invitó a sentarse – en fin, iré al grano, existe una especie de prueba que se ha hecho en otros países para contener la violencia, se le dicen la purga y se realiza cada año, creo que algo así podría darle a nuestros “amigos” mortífagos la violencia que tanto desean para que luego se terminen calmando por un tiempo – no estaba seguro si era bueno comenzar a bajar sus cartas pero necesitaba saber lo que opinaban al respecto antes de tomar decisiones drásticas.

 

@ Sagitas E. Potter Blue  @ Ada Camille Dumbledore