Primera Planta: Objetos Mágicos

[Fokker]

Fokker Cygnus

 

—Claro, el mejor jefe que tengo.

 

Respondió soltando una corta carcajada y guardando los pergaminos de las compras de su chica. Al escuchar que prefería que vayan los tres, el Cygnus creyó que seria una buena forma de conocerse mas, fuera del ambiente netamente laboral —No es mala idea Vrael, así te enteras de todos los detalles, pero solo los que se pueden saber eh jajaja.

 

—Justo aquí lo tengo, le pedí ayuda a Wanda para hacer el inventario— exclamó luego, sacando un pergamino donde de manera detallada, se enumeraban los productos que estaban por agotarse. Se lo entrego a Vrael, aprovechando que se iba a su despacho, aunque luego de como los miro no pudo evitar reírse.

 

—¿Segura que no quieres hacer nada?— Pregunto de manera inocente, mirándolo travieso, esperando a que terminara de completar la forma para la ultima compra. Pero sabia que no pasaría mucho, por ahora (?.

 

—Vaya, vaya una Vuelapluma, ¿que seras escritora ahora?— Sello el pergamino, y lo dejo con los demás, Wanda se encargaría de tramitarlos por él. Al fin termino su turno ese día y estaba libre de ir con ellos, pero no quería interrumpirlos si es que Helen lo creía necesario.

 

—Si en verdad quieres pasar un rato con Vrael, por mi no hay problema, no me gustaría interrumpirlos.

 

Dijo mientras dejaba su puesto tras el mostrador, se arreglaba la camisa y se dirigía con ella a la puerta a esperar a su jefe. —Ademas, se que puedo tenerte solo para mi... siempre—. Deslizo una mano por el cabello de la Evans, que lo tenia suelto y caía sobre la espalda, acaricio su mejilla y darle un beso en la boca, lento y tranquilo, no era necesario decir mas. Terminaba así su último día como empleado de la Magic Mall, porque aun no se enteraba que fue ascendido de puesto.

 

 

Off rol:

Aprobada la compra de Helen. me la llevo a ofis. Saludos.

[Ludwig Malfoy]

Era la primera vez que regresaba a la tienda desde que fue miembro del concilio de mercaderes, la verdad es que nunca había sido bueno para las ventas y eso lo llevo a no ser buen miembro de aquel equipo, ahora que estaba de vuelta admiraba como había quedado todo el local. Regresar no era una opción por ahora, los tramites administrativos le molestaban, al Malfoy le gustaba màs ser operativo.

 

Caminó lentamente por el lugar y de pronto le dieron ganas de gastar todos sus galeones en aquella tienda, pero por ahora solo compraría un par de cosas ya que llenarse de cachivaches no era una buena opción.

 

Miró con detenimiento cada uno de los estantes y después de estar indeciso con algunos objetos que le interesaban, decidió realizar su compra, se acercó hacia los empleados y vio uno que estaba bastante guapo, se sonrojó y esperaba ser atendido por el mismo, pero no le importaría quien fuera ya que la añoranza de aquel lugar le trajo más y más recuerdos.

 

-Hola – comentó el Malfoy – deseo comprar…

 

 

ID: 41591

Nick: Ludwig Malfoy Triviani
Bóveda con link a la bóveda

Rango: Unicornio de bronce
Fecha: 10-08-2014

Nombre del producto: Pensadero
Objetos, Criatura o Poción: O
Catalogación: AAA
Puntos por unidad: 40
Cantidad de unidades: 1
Precio por unidad: 2000 g

Precio total: 2000 g
Total de Puntos: 40

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

 

 

 

 

 

Estaba teniendo una linda racha de ventas para haber empezado hacía unas horas. Hank, su hermano, le había recomendado aquél trabajo y en un principio creyó que solo era algo para su beneficio personal, pero debía admitir para sus adentros que el chico la conocía más de lo que ella misma creía, porque el trabajo le iba como anillo al dedo. Al terminar con una chica en la planta inferior, regresó a la primera planta para tomar su puesto allí y se recostó en el mostrador levemente mientras miraba a Fokker, otro de sus tantos hermanos.

 

— Lindo día, ¿no? —el comentario salió con naturalidad, aunque lo cierto era que ni él ni ella habían tenido muchas conversaciones en lo que iba de año.

 

Fokker ya había sido ascendido, así que ella era la única empleada por allí de momento. Ladeó la cabeza para hacer tronar su cuello en el momento en el que un hombre se adentraba a la tienda en busca de algún objeto y sonrió disimuladamente al reconocer a uno de sus alumnos y reciente compañero de bando. Esperó con tranquilidad a que se decidiera e ignorando su sonrojo, así como la mirada que le lanzaba a su hermano, decidió que era mejor hacer caso omiso del asunto y tomar la compra sin muchos miramientos.

 

— Bienvenido, si me permites...

 

Tomó el pergamino que tenía la compra y asintió, leyendo lo que estaba escrito con aparente aprobación.

 

— Todo en orden, ¿desea algo más? —preguntó al Malfoy.

 

 

 

 

 

Off:

 

Venta de un pensadero aprobada, me la llevo para que sea certificada. ¡Saludos!

[Ashley Atkins]

Era la primera vez que me asomaba por el edificio del Magic Mall. Siempre había querido comprar tanto para mi uso personal como para mi familia, pero por alguna razón nunca iba. El establecimiento tenía un estilo extraño, pero cómodo. Aunque me hubiese gustado apreciar un poco más, los trámites eran algo que me aburrían, por lo que me dirigí a la primer planta donde realizaría mi primer compra.

 

Una vez que estuve allí vi un rostro hermoso, alguien que conocía y persona a la cual amaba, aunque eso ya no fuera un secreto para ambas. Le regalé una sonrisa torcida y arrogante mientras me acercaba a su mostrador. Era bastante interesante verla allí y saber que tendría que mantenerse en el protocolo, no hacer comentarios o acciones inapropiadas. Estuve a nada de bromear con ella, pero preferí dejarlo todo a mi rostro que demostraba cierto tono de picardía.

 

— Buenas tardes, querida Atkins —mi mirada no se quitaba de la de ella —. Bello día el de hoy, ¿no cree? —un doble sentido yacía en mi tono de voz.

 

Le entregué el formulario y esperé a que me lo aprobara.

 

ID: 111473

Nick: Ashley Atkins

Bóveda: Bóveda 89689

Rango: Unicornio de bronce

Fecha: 12-08-2014

 

Nombre del producto: Pensadero

Objetos, Criatura o Poción: O

Catalogación: AAA

Puntos por unidad: 40

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 2000 g

 

Precio total: 2000 g

Total de Puntos: 40

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

 

 

 

 

Separó los ojos de su actual cliente para ver quién se acercaba y su rostro se iluminó con una sonrisa resplandeciente. Era de las pocas personas por las que se alegraba de verdad, a las cuales podía ver una y otra vez sin cansarse en lo absoluto. Por un momento tuvo el fuerte impulso de dejar su puesto y saltarle encima, pero no podía, no en ese preciso momento. Tan solo tenía unas horas de haber tomado su puesto como vendedora y aún no lograba adaptarse al hecho de estar trabajando y mucho menos cuando tenía a aquella rubia al frente.

 

— Buenas tardes, señorita Atkins. Hace un excelente día, tiene razón. ¿En qué puedo servirle?

 

Mordió su labio a sabiendas de que la estaba mirando y estiró la mano para tomar el formulario, aprovechando para rozar con sutileza sus dedos en su mano. Luego de eso, siguió con su trabajo prestándole atención lo más rápido que podía para poder aprobarlo. ¿Un pensadero? ¿Para qué demonios quería Ashley un pensadero? Mil y un respuestas aparecieron en su cabeza a medida que le daba vueltas al asunto, pero al final se dio cuenta de que estaba tardando más de lo debido y su cabeza salió con otra de esas jugadas perversas.

 

— Todo en orden, ¿desea algo más? —la pregunta salió de sus labios con un tono servicial que jamás usaba, ni siquiera con sus clientes, era una invitación—. Tiene recuerdos que ver, ¿tal vez? Si me permite preguntar.

 

Esbozó una sonrisa divertida y aprobó el pergamino.

 

 

 

 

Off:

 

Compra de un Pensadero aprobada, me la llevo.

[Ashley Atkins]

— Quiero varias cosas —su tono de voz se hacía intenso para el lugar en el que estaba, pero su sonrisa no se desvanecía.

 

El roce de su mano con la de la demonio le había provocado cierto escalofríos. El juego que estaban haciendo comenzaba a provocarla, no solo a la vampiro sino que estaba obvio que también a su hermana. La mirada de las Atkins decían todo, echaban fuego, la conexión entre ambas era única. Un juego constante y que, evidentemente, no acabaría sino hasta que Ashley se retirara de las instalaciones. De cualquier manera, luego lo seguirían en algún otro lugar.

 

— Tal vez sí, tal vez no. Al fin y al cabo son pensamientos y recuerdos que necesito rememorar.

 

La rubia comenzaba a desvariar, por lo que prefirió entregar el segundo formulario pertinente a la segunda compra.

 

ID: 111473

Nick: Ashley Atkins

Bóveda: Bóveda 89689

Rango: Unicornio de bronce

Fecha: 12-08-2014

 

Nombre del producto: Espejos Comunicadores

Objetos, Criatura o Poción: A

Catalogación: AAA

Puntos por unidad: 40

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 2000 g

 

Precio total: 2000 g

Total de Puntos: 40

 

— Creo que ambas sabemos para quién irá el hermano del mío —dijo instantáneamente cuando vio que su hermana revisaba su compra.

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

 

 

 

 

 

— Comprendo, tengo varias cosas que me gustaría volver a vivir en mente.

 

Ladeó la cabeza con los ojos fijos en el rostro de la mujer, buscando detalles que tal vez se hubiera saltado con el tiempo, pero lo cierto era que conocía cada tramo de sus facciones como la palma de su mano. Siempre había sido demasiado observadora, demasiado detallista y la cara de Ashley era algo que siempre le había llamado la atención. Su belleza era descriptible, sí, pero solo se podía saber a qué se referían si se veía en vivo y en directo. Verlo era un privilegio, era digno de admirar, digno de su atención. Se obligó a sí misma a bajar la mirada y miró el pergamino.

 

— ¿Alguien en especial? —preguntó como quien no quiere la cosa, tomando la misma pluma de antes mientras hacía las revisiones.

 

Un espejo comunicador para ella. Negó con la cabeza riendo por lo bajo y evitó pensar demasiado en las muchas cosas que podría hacer con ese espejo.Lo cierto es que cada vez estaba más consciente de que sus ganas de estar con la vampiro incrementaban y que no estaba poniendo mucho de su parte para negarse, de hecho, estaba actuando demasiado accesible. Y le encantaba. Alzó la mirada y posó sus ojos esmeralda en los iguales de su hermana, una de las cosas que compartían además de las cualidades psicológicas.

 

— Todo perfecto. ¿Algo más, preciosa? —susurró la última palabra tan bajo, que solo ella sería capaz de captarla.

 

 

 

 

 

 

Off:

 

Venta de espejos comunicadores aprobada, me la llevo *O*

[Dorothy Anne]

Dorothy caminaba con soltura por todo el Callejón Diagon. Aquella mañana había despertado con la convicción de comprar un canino. Ella, que estaba muy lejos de llegar a ser madre, pensaba que la crianza de una mascota podía brindarle entretenimiento y responsabilidad, porque desde que ya no trabajaba en el Departamento de Cooperación Mágica el aburrimiento la consumía y amenazaba con enloquecerla.

Pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caer bajo su piel, por lo que la castaña se vio obligada a acelerar el paso. La brisa acechaba fuertemente, creando alboroto en los magos y brujas de la zona. Para Dorothy fue un alivio dar con la tienda que buscaba, así que entró, pero no sin antes alisar su vestido y peinar rápidamente su cabellera.

-Buenas tardes.- anunció con un tono suave.

Tomó uno de los formularios y se dedicó a llenarlo de manera minuciosa. Una sonrisa se advertía en su rostro. A diferencia de otros días aquella tarde la Currington se encontraba radiante, su vida empezaba a tomar el rumbo que una vez había perdido. Se dirigió al mostrador y entregó el pergamino.

ID: 115548
Nick: Dorothy Anne
Bóveda: Bóveda
Fecha: 14 -07 -2014

Nombre del producto: Perro
Objetos, Criatura o Poción: Criatura
Catalogación: X
Puntos por unidad: 10
Cantidad de unidades: 1
Precio por unidad: 500 G

Precio total: 500 G
Total de Puntos: 10

[Keaton Ravenclaw]

Wanda McGregor.

Me encontraba plácidamente sentada tras el mostrador, esperando a que en algún momento de aquel día llegaran clientes a amenizarme la mañana. La vida dentro de los muros de la Mall a veces se tornaba bastante aburrida, ya fuera porque los clientes tenían otros gastos, o sencillamente porque no había mucho interés en comprarse objetos mágicos. Por esa razón, cuando una mujer entró en la primer planta, me emocioné. Se le veía un poco mojada ¿acaso fuera de los muros de la Tienda estaba lloviendo?

Cuando al fin la mujer llegó hasta el mostrador, me saludó con bastante educación, a lo cual sonreí y vi como de inmediato se puso a llenar una de las fichas de compra. Al cabo de unos minutos, la chica me tendió el pergamino emocionada, y para cuando lo revisé, no pude evitar una mueca. Se había equivocado de planta, trataba de comprar un cachorro en justo la planta de Objetos Mágicos. A veces pasaba y era mi deber mandarlos a los planta correcta.

—Buenos días, señorita Currington, temo informarle que en esta planta no vendemos Criatura, esas las vende en el piso de abajo, en la Trastienda. Puede guardar esta misma ficha y llevarla allá, seguro el Encargado de Planta o el empleado que le atienda, no tendrá mayor problema em recivirla —Dije con voz amable sin afán de hacer sentir mal a la chica.

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OFF: @@Dorothy Anne, esta es la Planta de Objetos Mágicos, por lo cual no puedo aprobar tu venta. Debes ir a la Trastienda y allí te atenderemos con gusto. ¡Saludos!

[Dorothy Anne]

-Oh, lo siento mucho- manifestó la Currington

 

Había estado tan enfocada en sus pensamientos que no se había detenido a preguntarse si realmente se encontraba en el lugar correcto. Giró su cabeza por un instante y contempló cientos de objetos mágicos que reposaban sobre estantes marrones. Era lógico que no vendian mascotas. Río nerviosamente mientras miraba de nuevo a la joven del mostrador.

 

-Muchas gracias, ahora mismo voy para allá. Hasta luego.

 

Antes de marcharse le dedicó una sonrisa a la chica, quién había tenido mucho tacto al hablarle. Dorothy tomó el pergamino y mientras caminaba hacia la planta baja se cercioraba de que no hubiese algún error con sus datos. Sentía tanto afán por poseer un cachorro que no podía permitirse regresar con las manos vacías.

 

OFF

 

De verdad que no me fije, pero gracias. ¡Saludos para ti también!