Jump to content

Familia Granger (MM B: 86794)


Sophie Elizabeth Granger
 Compartir

Publicaciones recomendadas

La vampira no pudo sentir mas aliviada en ese momento al escuchar que tal vez Valeskya esta vez se quedara por mas tiempo, después de todo era ella, su prima, quien siempre había llevado las riendas de la casa en cuestiones administrativas, ella en cambio le gustaba mas hacerse cargo del mantenimiento físico de la residencia. La pregunta silenciosa de la ojivioleta la dejo pensativa, no sabe lo que le pasa a su sobrino, y lo que es peor aun, aquello no es un comportamiento normal en Apolo.

 

Mientras pensaba en eso vio pasar a su elfo con una puerta flotando tras de el lanzadole una mirada poco amigable a Valeskya. No pudo evitar sonreír ante la molestia de su viejo elfo, que no iba a esperar que la puerta se cayera, con el trancazo que su prima le había dado seguro se había aflojado y era cuestión de tiempo para que escucharan el estruendo de su caída.

 

Otro Granger apareció de dios sabia donde, aunque nunca lo veía, sabía que el hermano de Valeskya aparecía y desaparecía cada cierto tiempo, era bastante apartado de la familia y tenia una relación amor-odio, con su hermana, que le resultaba curiosa. No solía meterse en aquella dinámica, solo le gustaba observarlos desde afuera, por decirlo así. Solo que esta vez la observación no duro mucho, su mirada se dirigió a una figura en la entrada de la casa que tuvo la capacidad de dejarla muda, ¿acaso sería un fantasma?

 

Un pan volando hacia la cara de su prima Fiamma, que salio de la varita de Valeskya le hizo ver que de verdad su prima había vuelto a casa después de muchos años de no verse o ni siquiera mantener contacto, espero a que la acaparadora de su prima la soltara para abrasarla ella también.

 

- Por supuesto que te extrañamos, y mas te vale que esta vez te quedes mucho tiempo, no quiero verme obligada a amarrarte a una silla y que los elfo te alimenten – le dijo para después soltarla y dar instrucciones a su elfo de que junto con Brianna y Arianna preparasen la cena de bienvenida de los Granger

 

Se alejo un poco del resto con la pelinegra mientras esta le preguntaba sobre el comportamiento de su sobrino, la rubia miro hacia arriba con el seño fruncido negando con la cabeza, tomo la bolsa que su elfo le había entregado y busco el aroma de la familia en la sangre de la ropa que estaba dentro de la bolsa, aquella no era sangre Granger.

 

- No, no es normal, creo que alguien nos debe una explicación…dejémoslo para el final de la reunión – dijo escondiendo la bolsa tras un mueble y llevándose a su prima al comedor

Editado por Zahil Aranel Granger

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-Ya te dije que siempre es un gusto verte -respondí riendo y le di un rápido abrazo, en mi mente la irritaría que ignorara sus provocaciones, y ya estando tan cerca de su oído aproveché para susurrarle- Espero que además de hacernos disfrutar tu lindo rostro, cumplas con las obligaciones que has relegado enteramente en mi.

 

No pude apreciar su reacción, justo en ese momento una joven alta, y con abundante cabello negro, apareció de la nada, emocionó tanto a Valeskya como a Zahil, con quien a pesar de ser familia, no acostumbrábamos a encontrarnos en la mansión, ni siquiera a saludarnos. No era muy de mi ser alguien especialmente agradable, solo con las comidas, como la asiática a quien al final no probé, lo que, dicho sea de paso, aún me frustraba. Lo bueno de la visita de mi hermana, es que podría depositar mi frustración en ella.

 

No llegué ni a saludar a la mujer cuando la joven de ojos violeta hizo aparecer un pan y se lo arrojó a la cara así, sin más con la burda excusa de comprobar si era un fantasma. No pude menos que tapar mi risa la mano, pensando que mi madurez no era mi fuerte, al momento que escuchaba la amenazante y calurosa bienvenida que le daba la rubia a la ya violentada con extraño cariño, que según escuché Fiamma era su nombre, y era tan poco habitual allí como la mayoría de nostros.

 

De imprevisto surgió una cena organizada por la recién llegada, y en un santiamén ya tenía a los elfos trabajando en eso. Las cenas en la familia no eran comunes, al fin y al cabo, aquella morada estaba dominada en su mayoría por bebedores de sangre, cosa que por supuesto, no faltaba. No estaba muy seguro de querer estar en una cena escuchando charla de chicas sobre gente de Ottery que no conocía, sin embargo, hice que mi elfo Kraven se pusiera a trabajar también.

 

Un muchacho que ya no era el despojo de hombre que había estado expulsando fluidos en la nuevamente inmaculada cocina, bajó las escaleras se disculpó por pura educación, pero solo con Zahil; a la desconocida y a mi nos saludó con la cabeza, yo no podía exigirle más educación. Sin embargo con mi hermana no cruzó una mirada. Algo me decía que Valeskya le había hecho algo al chico tal y como lo había sugerido antes. Y no pasaría de esa noche que lo descubriría

 

Teniendo en cuenta que ordenó de forma tajante y furiosa que trajeran al pequeño a cenar, ni siquiera él se podría negar. De repente la cena ya no parecían ser cosas de chica, sino que prometía divertida hostilidad. Al fin y al cabo, cuando varios Granger se juntaban, no recordaba en mis seis años como miembro de la familia, que fuera algo tranquilo. Sonreí y me adelanté dejando atrás a las primas que se comentaban cosas, y que por un mínimo de respeto no quise escuchar. Me paré a la entrada del comedor a controlar como la vajilla y el mantel volaban ante la mirada estresada de los elfos. No sabía donde se sentarían todos, pero yo quería un lugar junto a mi hermana, esperaría por ella.

Editado por Joaquín Granger

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Apenas había terminado de hablar, su mirada se desvió hacia un joven que se alejaba empapado justo después de saludarla con una inclinación de cabeza. Por educación pensó en devolverle el saludo, pero el impacto de algo esponjoso en su cara la distrajo. De inmediato desenvainó su varita Faith y se dispuso a enfrentar a quien sea que la atacaba, pero escuchó a Valeskya decir que no era un fantasma al tiempo que se veía atrapada en un abrazo por parte de la pelivioleta.

 

-Pues vine para quedarme, espero tengan lista una habitación para mi.

 

Justo Valeskya, que ya la asfixiaba, la soltó y Zahil ya estaba sobre ella abrazándola y diciéndole que, efectivamente, la habían extrañado mucho y también la amenazaba con amarrarla una silla para que no se volviera a ir. Empezó a sentir las lágrimas a punto de salir y no pudo evitarlo. Solo fueron un par, pero suficientes para confirmar que había tomado la decisión correcta al volver. Guardó su varita y secó sus lágrimas con el dorso de la mano.

 

-No te preocupes, esta vez me quedo aquí con ustedes por mucho tiempo. Así que como dijo Valeskya, debemos celebrar.

 

Observó a sus primas lidiar con los elfos dándoles instrucciones de la celebración y eso la hizo recordar que su elfo no tardaría en llegar. El pobre Wormy la estuvo esperando fielmente en una posada para elfos (?), lugar al que ella le envió una lechuza apenas supo que regresaría a Ottery. Como si leyera su pensamiento, el elfo se presentó en el umbral y al ver a su a su ama se acercó a ella. Traspasó lo que quedaba de puerta que en ese momento estaba siendo reparada y se inclinó ante ella haciendo una emotiva reverencia.

 

-Hola amigo, te extrañé. Anda y ve a ayudar, ponte a su disposición y si tienes un problema me buscas. Ya después nos ponemos al día.

 

Las matriarcas Granger hablaban acerca del joven empapado y de su extraño comportamiento. Zahil se hacía cargo de una bolsa que parecía contener ropa y Valeskya le pedía furiosa a un elfo que fuera a hablar con él y repitiera sus palabras, las cuales sonaban realmente amenazadoras y harían que cualquiera cumpliera sus instrucciones inmediatamente.

 

Fiamma de pronto notó que había un segundo joven en la habitación, pasaban tantas cosas al mismo tiempo que apenas reparaba en que él observaba también la escena con asombro y también daba indicaciones a un elfo. Dubitativo se acercó y se integró a la dinámica que poco a poco parecía tener forma. Mientras tanto, ella trataba de ponerse al corriente con sus primas.

 

-Bueno, ¿cuál de ustedes dos me estuvo mandando lechuzas y rogando que volviera? Debo confesar que estaba renuente a hacerlo, pero al descubrir que éramos familia de sangre, solo pensaba en regresar.

 

Miró a su alrededor, era la Granger era una familia interesante, por decir lo menos, pero el cariño y la camadería estaban latentes en cada intercambio de miradas y de palabras. Quizá por fin encontraba su lugar para siempre, quizás esta vez no se volvería a ir.

 

DfeRG6n.gifjUAGEfn.gifoHXAuxK.gif

IjGydic.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Apolo se perdió gran parte de la bienvenida de las dos recién llegadas, subiendo las escaleras de dos en dos para desaparecer de ahí. No alcanzo a llegar al final cuando Polo, uno de los elfos de la Mansión. Iba a abrir la boca y simplemente paso de largo, asintiendo vagamente ante la solicitud de su tía de que bajara. Ahí se iba el plan de irse a dormir; tendría que jugar a la comida antes.
Con la excusa de cambiarse a ropa más presentable, Apolo logro quedarse en su habitación. Gracias a la poción que había tomado, ya no le dolía la cabeza ni tenia encima esas horribles ganas de vomitar que lo habían tenido junto al grifo de la cocina. Sin embargo, eso no impidió que toda la noche fuera un espacio borroso en blanco. La molestia que sentía actualmente contra Valeskya competía con el miedo interno que le oprimía el pecho sobre no saber que ocurrido. Si no lo hubiesen encontrado no estaría tan preocupado, ahora solo le quedaba bajar y fingir inocencia.
Cinco minutos después (y mucho más seco), y con una polera azul del mismo tono que su pelo, Apolo volvió a bajar. Lo único bueno de todo el asunto era que se moría de hambre, y la agitación de no tener clara su noche lo mantenía mucho más despierto de lo que hubiese querido a esa hora. Después de todo, Valeskya y la otra joven habían llegado a altas horas de la noche al igual que él. Solo Joaquín –con quien no solía toparse nunca- Zahil y sus hijos, y él vivían en la Mansión. Si no se contaba a todos los elfos.
Como los elfos habían estado sin servir a tanta gente al mismo tiempo (Apolo solo pedía que lavaran ropa, pero Zahil requería mucha más ayuda con dos hijos que cuidar) se sintieron tan animados que cuando Apolo entro en el comedor se encontró con que la mesa ya estaba puesta en todo su esplendor. La cubierta había sido pulida y de la cocina se oían sonidos de movimiento multiplicados. Se preguntó qué tan rápido estaban intentando cocinar todo, como si los familiares que juraban servir fueran a desaparecer en un pestañeo.
— Disculpa — intentó decir amablemente a la segunda joven que había aparecido en la mansión, mientras rodeaba a la mesa (y a la joven) y se sentaba donde salía hacerlo. — Gracias.
Un elfo, de la nada, le tendió una servilleta antes de desaparecer, y repitió el proceso mientras el resto también se sentaba. Estaba claro que esta era una ocasión especial y ninguna de las reglas que se aplicaban normalmente funcionaría en la noche. El plan era comer en paz sin hacer contacto visual con nadie. Responder cualquier pregunta incomoda de forma cortes y luego irse a dormir. No le podían pedir más, si era necesario fingiría quedarse dormido.
Justo en ese momento, otro elfo llego con algo de beber y sirvió en todas las copas tragos distintos. A él le toco vino, y la suya era la única copa grande. Apolo, pese a todos los instintos, se la bebió de un trago. ¿Estaba demasiado nervioso?
— ¿Comeremos algo especial? — preguntó al aire, enfocando la mirada hacia la pared más cercana.
Ya estaba ahí, no sabía que más esperarían de él. ¿Preguntar qué tal fue el viaje? Primero muerto.

@@Valeskya Granger @ @Joaquín Granger @

PB6kIUF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mientras se dirigían a la mesa, la mente de la Granger empezó a divagar acerca de lo que había por hacer en la mansión, durante sus fugaces visitas, podía notar que su prima había cargado con una gran responsabilidad al quedarse sola al mando de la familia, esa era una de las causas por las cuales había decidido volver, no se le hacía justo que ella cargara con todo, ya que la burocracia dentro de Ottery había ido incrementándose con el paso de los años (?). Tomó nota mental de las cosas que le preguntaría a Zahil cuando estuvieran a solas, incluido el tema de Apolo, que a pesar de que era su sobrino y tenía muy poco trato con él, era algo evidente que había algo que no estaba bien con su comportamiento o quizás estaba exagerando. Un chirrido sacó a la bruja de sus pensamientos y dirigió su mirada a la puerta principal: una de las bisagras ya se había desprendido.

 

Esa puerta vieeeejaaa - Exclamó la ojivioleta, quitándole importancia al hecho de que ella había provocado eso durante su llegada. Este lugar requiere una remodelación urgente o quizás una mudanza murmuró sin dirigirse a nadie en particular.

 

La situación que estaban viviendo en ese momento le resultaba algo inusual: de repente, los Granger se encontraban reunidos sin siquiera habérselo propuesto, lo cual le resultaba agradable e inesperado, era algo que había deseado durante mucho tiempo en secreto: que la familia volviera a reunirse y de ahí venía la petición de obligar a Apolo a que bajara a hacer acto de presencia con el resto y de paso hacer las presentaciones pertinentes. Escuchar a Fiamma preguntar quién le había estado enviando lechuzas con peticiones para que volviera, provocó que la pelinegra soltara una risita maligna (?).

 

- Si hacemos un recuento de fechas, creo que podría adjudicarme la mitad de las lechuzas que te envié, Fiamma. Habían llegado al comedor e inmediatamente la joven se preguntó cuántos de los que estaban presentes realmente probarían algo de lo que los elfos iban a servir.

 

Creo que el resto fue culpa de Zahil. Ha tenido una temporada difícil al encargarse de la mansión y con dos emm.- Dudó en decir si eran niños, pues tenía mucho que no los veía. - Hijos, sí Es complicado, todo eso. Dando por hecho que yo ya no volvería y todas sus demás obligaciones - La Granger se preguntó si su prima pertenecía a algún bando, pero optó por no hacer pública esa duda que le había surgido. - No la culpo, ni yo sabía que iba a volver.-

 

Los elfos terminaban de hacer los últimos ajustes a la comida. Ella se sentó a un lado de la silla principal, y aguardó a que nadie peleara el lugar que había tomado (?); esperaba que todos los demás se acomodaran a su gusto. No dejó de notar la presencia de Apolo y su intención de sentarse en el lugar que quedaba más apartado de donde ella se encontraba.Demasiada comida, pensó la ojivioleta con cierta preocupación escuchar a su sobrino preguntar si habría algo especial: un pollo preparado con vino y especias, lomo de cerdo en salsa de ciruela, variedad de salsas y aderezos, ensaladas y por supuesto, no podía faltar un buen vino; entrecerró los ojos al ver al Granger beber generosamente (?).

 

- Ah ¡Claro! una disculpa a Joaquín y a Apolo.- Lo acababa de recordar en ese momento. - Con la emoción del momento había olvidado presentarles a Fiamma. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y sin embargo, hace relativamente poco, nos hemos enterado que somos primas. Esto último no creía que fuera algo que llegara a sorprender, pues en Ottery casi la mayoría de sus habitantes resultaban tener parentesco, por muy lejano que fuera. - Fiamma, Joaquín es mi hermano y APOLO. recalcó la última palabra. - Es nuestro sobrino . La bruja rió y se sirvió una copa de vino.

 

- Está de sobra decir que me alegra que estemos reunidos, aunque no en las circunstancias óptimas- Miró fugazmente a Apolo. - No esperen a que me echen un discurso, pónganse a comer (?) y bueno, que la recién llegada nos cuente qué hizo durante todo este tiempo eso o que Joaquín nos diga si no se ha llenado de hijos. Finalizó.

JadWPHk.jpg

t3sv4zC.gif||s7f4HjH.gif||vo95jWq.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se llevo una de la copas a los labios tomando un poco de vino mientras observaba a la familia completa reunida en una misma mesa, aquello no era nada comun pero le gustaba y esoeraba que aquello durara mucho mas. La bisagra de la puerta ponia a su prima de mal humor pero ponia de peor humor a Polo, que miro de reojo la puerta y comenzo a refunfuñar algo sobre el maltrato a la puerta y lo dificil que era mantener la reserva de puertas llena. Se rio por lo bajo y se dedico a escuchar las presentaciones y demas comentarios de sus primas.

 

- tal vez te haya mandado un poquitin de cartas, prima - dijo fingiendo inocencia.

 

Miro a Apolo mientras este apresuraba una copa de vino en sus labios y estuvo tentada a desaparecerla de sus manos, pero no sabia si este reaccionaria bien a su accion, aunque tampoco es que se iba a quedar de brazos cruzados sin decirle algo

 

- Apolo, querido, tal vez quieras ir mas despacio con eso, no queremos otro "accidente" - le dijo tomando la botella mas cercana a el y alejandola con el pretexto de servirse un poco mas en su copa

 

- por otro lado, Valeskya, no seria tan mala idea mudarnos de aqui, respirar nuevos aires, tener nuevas puertas - dijo mirando de reojo a Polo cuyos enormes ojos briilaban de la emoción de tener aquella posibilidad - alguna idea, familia?

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Cada cual se acomodó en la impecablemente decorada mesa del abandonado comedor de la familia Granger. No es que yo prestara mucha atención, pero el comedor apenas si se usaba, por lo pronto en mi caso solía alimentarme en mi habitación, Seishiro comía en la cocina, pero si lo dejaba, el pequeño salvaje comería en el suelo, o andaría con una galleta en la boca corriendo por la mansión Granger. Esa pasión por no ser correcto era de su madre sin dudas. Aunque bueno, apenas tenía seis años. Además al ver como Apolo el esponja absorbía el vino, mejor que no estuviera allí.

 

-Un placer, señorita -Sonreí y asentí a modo de saludo.

 

Ni en las galas que se organizaban en aquella comunidad había tanta variedad de comida y bebida. Pescados, mariscos, exquisitos cortes de carne, aves, ensaladas y un sinfín de aderezos. Impresionaba pensar que los elfos que según recordaba no habían preparado tanta comida, pudieran haberlo hecho en unos pocos minutos. Si no fueran tan sumisos serían criaturas de temer. Dudé si servirme mi habitual bebida, o acompañar a los demás con algún brebaje para humanos, así que me sirvieron vino blanco, y di un sorbo. No recordaba cuando había sido la ultima vez que había probado algo de eso.

 

Escuché el comentario de mi hermana sentada a mi izquierda, y la miré de reojo. ¿Que se esperaba de una persona mayor y madura? Sin dudas que no se tomara aquello como una provocación, que sonriera y bajara la cabeza, con un "muy gracioso hermanita" y pasar a otro tema. Claro que la relación que nos unía a la de ojos violeta y a mí, se basaba en la violencia fraternal, y no veía ni lugar ni tiempo para demostrarlo. Además que me había hecho quedar como un padre conejo.

 

-Que divertida, Val -le sonreí con malicia- Seishiro y Helena están muy bien, ignoran tu existencia, al igual que tus hijos, que han preferido desaparecer a tener que tratar con su madre, pobres chicos... -finalicé negando con la cabeza.

 

Aquel comentario podría haber sido tachado de hipócrita, lo cierto es que Helena estaba bastante abandonada por mi parte, la veía seguido en el local, es cierto, pero no la traía tan seguido a casa, yo no iba a casa de su madre a visitarla, y tampoco salía con los pequeños de vacaciones muy a menudo, como su madre con la pequeña en aquellos momentos. Supongo que el remordimiento venía de que Seishiro vivía conmigo y no tenía a nadie más, y en cambio podía descansarme en que alguien más velaba por la pequeña... Como sea, eso Valeskya no lo sabía.

 

-Una mudanza ¿eh? -miré un segundo a Zahil y repasé la estancia con la mirada. Cierto rechinido de bisagras viejas interrumpió mi cavilación sobre el asunto, y me ayudó a decidir.- Una mudanza está muy bien. Me pongo a disposición para lo que haga falta -No tenía mayores pretensiones, usando el sentido común sería un lugar mejor que aquel.

 

 

Asdktyr.png

CKx7Y95.gifSHzud3o.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Bueno, pues eso confirmaba sus sospechas, sus primas eran las responsables por igual. Y también explicaba porque a veces más que cartas, parecían revistas de chismes con una amplia sección de quejas y sugerencias. Aunque gracias a ello es que no todo lo que pasaba se le hacía desconocido, solo que nunca incluyeron fotos, no podría identificar a la mitad de las personas que le mencionaban en las lechuzas. Como a los que se encontraban presentes, aunque ya se andaba sospechando quienes eran.

 

-Pues de cualquier manera les agradezco sus lechuzas, me permitieron seguir en contacto con ustedes y al tanto de lo que sucedía todo el tiempo aquí- se dirigió a ambas para luego voltear a ver a Valeskya. –Me da gusto que regreses al mismo tiempo que yo, quizá era el destino y así se hará más fácil para las dos y hasta para Zahil, entre tu y yo debemos de compensarla por dejarla sola.-

 

La comida lucía deliciosa, todo tipo de manjares se encontraban ante sus ojos. Fiamma no sabía que la emocionaba mas, si el hecho de que ella no tenía que cocinar ni lavar los trastes, o que por fin iba a comer platillos decentes y no más de ese tofú y cosas vegetarianas insípidas de las que se alimentaban los últimos hippies con los que vivió. El olor que emanaban tampoco lo iba a extrañare nada nadita. Estiró su mano para tomar la copa de vino frente a ella y cuando estaba a punto de darle el trago, un pequeño grito se su prima ojivioleta la sorprendió y derramó un poco de vino sobre sus ropas.

 

-Mucho gusto en conocerlos en persona, en realidad me han hablado mucho de ustedes.- Los saludó inclinando la cabeza al tiempo que su elfo Wormy le ayudaba a limpiar el vino en sus ropas. –Espero que mi presencia aquí no les moleste, prometo ser mejor persona que mis primas aquí presentes.-

 

Por fin se secó y se permitió darle un buen trago al vino, otra de las delicias que extrañaba, mas cuando la copa se rellenaba sola. Miró de reojo a Apolo, quizá ya había encontrado un interés en común con su sobrino.

 

-Pues básicamente anduve vagando por ahí, lo último es que estuve viviendo en una comuna hippie en las inmediaciones de Montana en Estados Unidos. Es lo más despegado que encontré del mundo mágico, pero en realidad creo que no es lo mío.-

 

Y ahora si se dispuso a comer, que platiquen los demás que a ella le rugía ya el estómago y ese sirloin frente a ella no dejaba de hacerle ojitos y pedirle que lo comiera. La conversación empezó a girar en torno a una posible mudanza, después de ver la pobre puerta tenía mucho sentido que se mudaran. Empezó a imaginar cómo podría ser su nuevo lugar de residencia, quizá ni siquiera tenía que desempacar en esta mansión. “¿Porqué estará rota la puerta? ¿No es mas fácil aparecerse dentro de la casa?.”

 

-Oh, yo apoyo totalmente la idea de una mudanza, algo junto al mar o un lago sería genial.-

 

DfeRG6n.gifjUAGEfn.gifoHXAuxK.gif

IjGydic.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sentado donde estaba podía observar en primer plano a toda la familia, y obviando el hecho de que ahora entraba algo de aire de la puerta rota se estaba bastante bien. Eso sin contar la clara hostilidad que sentía hacia todos en la mesa, y que le estaba costando disimular. Apolo bufo un poco frente a las presentaciones de Valeskya, usando la copa vacía entre los labios para taparlos.


Si tenía hambre, pero la sed parecía no querer terminarse (?) y aunque estiro su mano para acercar la botella de vino su tía Zahil fue más rápida. Frunció el ceño de forma perceptible por un milisegundo, pero asintió cortésmente y en vez de eso tomo una jarra de agua. No sabía que cambio le había ocurrido a ella; normalmente lo dejaba hacer lo que quisiera.


Otro más de los efectos colaterales de que Valeskya estuviera en casa, a Zahil se le ocurría volverse una matriarca consiente de la noche a la mañana. No, era mejor dejarlo pasar; no era con ella con quien estaba molesto, y no era su idea tampoco arruinar tan linda velada llena de familiares perdidos. Apolo sacudió la cabeza, él no era así, ni tampoco pensaba de esa manera. Era la presión que sentía en las sienes lo que lo tenía tan malhumorado y alerta, los presentes no estaban ayudando a mejorarlo.


— Es un placer — soltó tranquilamente cuando Fiamma se dirigió a él.


Fue todo lo que podía aportar, y un silencio algo incómodo se empezó a formar a medida que todos comían. Apolo ni siquiera saboreaba la comida, solo seguía comiendo mecánicamente y tocando su vaso de agua cada cinco segundos, como si de esa forma inhibiera las ganas de un buen trago que sentía. Aun en el silencio el peli azul pensó un poco la idea de mudarse. La mansión estaba ahí desde que recordaba, aunque mudarse a otro lado sonaba interesante.


No quiso expresarlo en voz alta, pero lo de vivir junto al mar sonaba a una idea estupenda. No por algo él tenía una enorme pecera de cristal en su habitación (aun vacía, en su regreso a la Granger no había tenido oportunidad de llenarla o comprar peceses) y que le había regalado Vales… Apolo volvió a fruncir el ceño y clavo el tenedor en la carne con más fuerza de la que hubiera querido, empujándola hasta la orilla del plato.


— Perdon, se me resbalo el cuchillo — se disculpó por el ruido, dejando de cortar la carne.


¿Sería bueno que dijera algo más? Intento seguir comiendo y sin darse cuenta volvió a llenarse la copa de vino. Lo había hecho inconscientemente, y aunque estaba seguro de que su tía Zahil lo había visto, se moría por seguir bebiendo otro poco. O la cabeza le iba a estallar. Tenía que pensar en algo. Y rápido, antes de que le dijera otra cosa.


— Me gustaría hacer un brindis — fingió mirando directamente a Zahil — Por… que… Fiamma está con nosotros — se giró rápidamente hacia ella. — Y sobre mudarnos. Suena genial.


Listo, simple y corto. Le intento dar ligero sorbo a la copa y sin quererlo le dio un largo trago que dejo el vaso a la mitad. Dioses, que le estaba pasando…

PB6kIUF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El hecho de haber preguntado acerca de la mudanza, hizo que la ojivioleta se preguntara con cuánto oro disponían para poder hacer un cambio de esa naturaleza, debido a que no eran los más adinerados de Ottery, y aparte desconocía la situación que había en la bóveda familiar. Escuchó que Zahil comentaba acerca de las puertas y los nuevos aires, era una idea que no sonaba tan descabellada al fin y al cabo. ”Quizás los elfos agradecerían si conseguimos un lugar con una puerta metálica o al menos con un triple refuerzo”, murmuró en voz tan baja, que dudaba que alguno de los presentes se hubiera dado cuenta, pero pudo observar que uno de los elfos que pasaba a su lado, soltaba un pequeño chillido de alivio.

 

Bebió un sorbo de la copa de vino que tenía, y no hizo ningún comentario cuando su prima llamaba delicadamente la atención de Apolo con respecto a la forma en qué bebía. Tenía muchas dudas con respecto a su comportamiento, sabía que había algo que no estaba bien, incluso veía algo de su juventud reflejada en él (?), se había moderado con la bebida hacía bastantes años, más de los que ella recordaba. Se dijo a sí misma que luego buscaría a su sobrino para darle algún consejo, o quizás un regaño, no era algo que supiera con exactitud en ese momento.

 

Tal y como esperaba, Joaquín no había decidido pasar esa oportunidad de responder mordazmente a la pregunta que la joven había hecho, lo cual provocó una sonrisa maliciosa en ella y decidió guardar su comentario solo unos instantes más. Volcó su atención en Fiamma y su historia de convivencia con los hippies; “¿qué rayos estaba haciendo con esa clase de personas?” La Granger no solía discriminar gente, pero los hippies eran algo especial y esperaba que su nueva (?) prima, no hubiera adoptado algunas de sus costumbres (?).

 

- Bueno gente, parece que la idea de una mudanza es algo en lo que todos estamos de acuerdo.- [/u] Sentenció la pelinegra, terminando de un solo sorbo la bebida en su copa y dando un golpe a la mesa. - Incluso Apolo, que anda desganado y luchando con la carne y el tenedor, está apoyando que nos vayamos a vivir a un lugar donde haya agua. Ahora el problema principal ¿Cómo está nuestra economía? Porque nada es gratis en esta vida ¡NADA! – Le hizo señas a su elfina para que le sirviera más vino. Se sentía extrañamente eufórica, como antes solía serlo, antes de que toda la maldad (?) pasara y se adueñara de ella.

- … Porque supongo que van a querer un lugar nuevo y lleno de lujos ¿no? – Prosiguió la joven como si nada. - Opciones: demoler mansión, construir una casa, un castillo, otra mansión. Vender cosas para conseguir el dinero suficiente y mudarnos… o llegar de intrusos a un lugar abandonado, o echar a la gente ¡no lo sé! - La ojivioleta sonrió con lo último que dijo, pero igual en un caso desesperado, no se opondría; la situación en Ottery era totalmente diferente a lo que había visto en otros tiempos, había menos gente y no sabía si los mortífagos tenían culpa de eso.

- Joaquín…- Bajó la voz lo suficiente como para que solo lo escuchara su hermano y puso su rostro serio. - Cuando “hijos”, no sabía que en verdad tendrías más de uno. Así que se llama Helena ¿Y por qué no la tienes a tu lado? Siempre hablas de Seishiro, hasta ahora ¿Acaso eres un padre con preferencias? – La bruja movió negativamente la cabeza. - Muy mal, al menos mis hijos ya son suficientemente mayores como para saber qué rayos hacen con sus vidas.- Terminando, levantó la cara , sonriente ante los demás (?).

Editado por Valeskya Granger

JadWPHk.jpg

t3sv4zC.gif||s7f4HjH.gif||vo95jWq.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.