Ollivander's (MM B: 94928)

[Joaquín Granger]

La varita iba tomando forma sola, a su antojo nosotros solo teníamos que mirar como el torno hacía todo el trabajo por nosotros, no sabía cómo era vivir sin magia, no creía soportarlo. Ariane me sonrió, gracias a ella podría ocuparme plenamente del negocio y no tendría que esperarla si quería hacer una varita, ahora yo estaba completamente capacitado para, hacer varitas, me sentía completamente capacitado y poderoso, aunque solo fuera por una simple varita.

 

Me sentí aliviado cuando la joven dijo que si tenía sangre, y que celebraríamos con ella, de solo pensarlo podía sentir el sabor en mi boca. La joven pellizcó mis mejillas como si yo fuera un pequeño al que le habían regalado un dulce y ahora saltaba de alegría. Pero lo cierto era que tendría que ser todo lo contraría, ella era la chiquilla de 20 años y yo era el viejo de 300 años yo debí haberle pellizcado las mejillas. Me reí.

 

-Mas respeto a tus mayores jovencita yo soy el que debe pellizcarte las mejillas- Le dije, serio, pero pronto comencé a reírme.

 

Me dejé guiar por la joven primero hasta su oficina donde sacó la botella de sangre y luego hasta la mía, que se encontraba en el segundo piso, frente a la de Ariane. ¡Qué emoción! vería mi oficina, y aunque solo estaba a un paso de distancia me dio tiempo a pensar montones de cosas, si estaba amueblada o no, que clases de muebles tendría o cuales debería ponerle yo. Todo eso lo sabría en un momento en cuanto abriera la magnífica puerta doble de mi oficina, como me lo indicaba Ariane.

 

Mis ojos se agrandaron como platos al ver la magnificencia de la oficina, de mi oficina. Un perfecto parqué era el piso, un enorme ventanal que daba al callejón estaba cubierto por unas magnificas cortinas verde oliva, un escritorio antiquísimo, tallado a mano, de roble estaba casi en la mitad de la habitación, una silla, quien sabe de que siglo era, estaba de espaldas al ventanal, bien acomodada en el escritorio, había una alfombra, preciosa y enorme bajo el escritorio la silla y dos sillones que hacían juego con el escritorio y la silla, estaba tapizado en una tela verde, con hilos de plata.

 

Había un sofá, del mismo juego que de los sillones, y una hermosa mesita de café, delicada, patas de roble talladas, y base de mármol. Había unas pinturas realmente bellas, con unos ornamentados marcos de plata sobre las paredes forradas con tela de color verde, y con molduras de roble. Divisé también un par de puertas, una detrás del escritorio, en la pared derecha, que al abrirla resultó ser un pequeño armario, y la otra puerta del lado izquierdo de la pared era un pequeño baño privado. La joven había pensado en todo.

 

Había jarrones de la más fina porcelana, y pintados a mano, una bella lamparita, que ya era una reliquia sobre mi escritorio, una pila de cajones tallados empotrados a la pared, junto a la puerta del armario, y una planta en una lujosa maceta de mármol. Sin embargo lo más impresionante de toda la oficina, y lo que la convertía en perfecta era un candelabro gigante de cristal, sobre el techo abovedado, y tres cuadros con unos finísimos cuadros ornamentados, de oro, y con incrustaciones de esmeraldas mostraban los retratos de mi adorado Seishiro jugando y sonriendo muy alegre, ese estaba a la derecha, en el centro uno más grande mío, sonriendo caballerosamente, mostrando mis colmillos blancos, ese en el centro, y el último a la izquierda de la joven que había hecho mi oficina y me había enseñado a fabricar varitas, mi socia, era extraño porque también era mi ex novia, pero lo conservaría, un retrato de un socio es lindo detalle.

 

Fui y me senté en mi silla detrás del enorme escritorio, extasiado por tan agradable e increíble lugar, Abrí un cajón, con su pomo bañado en oro como los demás de mi escritorio, el superior a la izquierda pero estaba vacío. Contemplé todo, era todo tan perfecto tan increíble que parecía un sueño, mi único lugar privado mi habitación en la mansión pero ahora tenía una oficina, simplemente increíble, le debía un millón de gracias.

 

-¡Muchas Gracias Ari!- Exclamé y corrí para abrazarla un momento -Muy bien ahora si abramos esa botella de sangre- Le dije sonriendo, separándome de ella -¿Hay copas por aquí o están en tu oficina?- Le pregunté sonriendo

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad el cuadro era totalmente una delicia, el ver al vampiro disfrutar la ecoración que Selene, sí selene habia escogido para su oficina. Yo solo habia ultimado unos detalles y ne habia llevado todo el credito, ohh sí. Conocía de antemano la tendencia de los Dumbledore a la elegancía y las antiguedades, así que ultime los detalles de esta.

 

Alli de pie recorde el porque los humanos eran tan interesantes, esa manera de expresar emociones era algo que me encantaba, cosa que yo no podia hacer, sentia sensaciones pero no verdaderos sentimientos.

 

Vino hasta mi y me abrazo dandome las gracias, sonreí instintivamente, le mire a los ojos brillaban.

 

- bueno a celebrar, por fín tienes tu oficina, hiciste tu primera varita y esta deliciosa de AB positivo esta en su punto. Las copas, mira alli en ese rodillo giralo y saldran copas de jerez, champagne, vino, agua todo en pares... Cristaleria francesa...

 

Se sento delante de la mesilla en el sillon y coloco la botella encima, mirando como se acercaba a ella.

[Joaquín Granger]

Observé a mi alrededor todo se veía tan bien que aún no creía que ese lugar era mío, todo mío. Me pregunté quién sería la responsable de todo eso, ¿la joven Selene o Ariane? ¿Y por cuánto tiempo había trabajado en eso? ¿Cuánto había gastado en eso? Fuera como fuera yo le estaba muy agradecido por aquel lugar íntimo para descansar, y reflexionar en silencio, con un lugar así yo ya era todo un magnate, y al haber aprendido la fabricación de varitas, era un magnate capaz de solucionar problemas.

 

Habló y dijo que al girar un rodillo aparecería toda clase de copas, para cada bebida ¿Podía acaso ser todo más perfecto?. Giré el rodillo hasta sacar las dos copas de vino, era las que yo acostumbraba a usar, hasta que se inventaran las copas para sangre, pero claro nadie pensaba en los pobres vampiros, nosotros teníamos que adaptarnos a lo otro, algún día un vampiro reinará como lo hizo el príncipe Dracula, si algo así volvía a ocurrir los vampiros seríamos felices.

 

-Francesa ¿eh?- Dije examinando la copa -Es perfecta, todo lo es- Le dije.

 

Tomé la botella y la destapé, serví en ambas copas y le pasé una a la joven, pero antes de brindar, examiné la copa y su contenido, parecía ser todo un manjar, una verdadera delicia. Uno podría pensar que beber sangre todo el día podría ser monótono, que siempre tendría el mismo sabor, pero no, claro que no, había sangres exquisitas como la que tenía en la mano, y por siempre horrendas como la sangre animal, era un asco, no cualquiera podría beberla.

 

-Brindemos, por mi primera varita, por mi oficina y por todo Ollivander's- Alcé mi copa y choqué con la de la joven -Dime ¿Esto es obra tuya o de Selene?- Le pregunté curioso

[Ada Camille Dumbledore]

El vampiro estaba encantado, tan bien lo conocia la dulce Selene, el mencionar eso me causaba repulsion algunas veces, pobre ella uff, en fin yo solo queria diversion. Sentada en aquel confortable sofa, le indique al vampiro que se sentara a mi lado, lo que hizo demasiado agradecido mi socio como para que lo asustase alguien como yo.

 

Recibi la copa con una sonrisa en los labios, la sangre humana tenia un bouquet muy especial, esta en singularidad venia de alguien muy inocente, por lo que su sabor era bastante exquisito, tenia tan gran corazon que la habia donado. la juventud se olia en ella.

 

- Exquisita...

 

En cuanto oi sus palabras con referencia a Selene y a mi solte una sonora carcajada, que no pude evitar, tome un sorbo de la copa y lo mire con suspicacia.

 

- Conoces la respuesta de antemano, no se para que me interrogas, yo solo soy el medio...

 

Tome delicadamente la copa y saboree otro sorbo con mas atencion, mire la copa y la lucidez del cristal, deberas que eran hermosas las copas.

 

- ahora que se que sabes quien es cada una y por supuesto nos reconoces, como fue que te diste cuenta? Valeskya te lo dijo?

 

La intriga se habia apoderado de la conciencia de la demonia y andaba algo intrigada por averiguar lo que habia sucedido

[Joaquín Granger]

-Verdaderamente lo es- Le dije a la joven, refiriéndome a la sangre -¿Es de muggle? verdaderamente tiene un toque más fino, como la de vampiro- Dije, y mis ojos soltaron un brillo al investigar.

 

La joven soltó una carcajada al ver que yo aprendí a separar a Selene de Ariane, y me miró con suspicacia, antes de decirme que "conocía la respuesta". Eso solo me confirmaba lo que yo ya sabía, pero no confirmado. Sonreí ampliamente al cumplir mi objetivo, aunque me costaba creerlo aún ya sabía que era cierto ahora no trataba con una vampiresa, trataba con una demonio, ella podría saber lo que mi hermana no me había dicho aún, tenía la oportunidad de saberlo, no la perdería, quería saber que tenía mi hermanita.

 

Bebí de mi copa, a cada sorbo era mejor esa sangre, no sabía como la había conseguido, pero era mejor que la mía, era mejor que la mayoría de mi reserva. Y eso era porque yo me conformaba con la común y simple sangre muggle, todo un desperdicio de mis poderes, tenía la visión, el olfato, el gusto, y el oído, mucho más desarrollado que los humanos, 10 veces mejor, y sin contar el poder de la mente. Podía hipnotizar a los vivos, meterme en sus mentes y obligarlos a ver lo que yo quisiera, 300 años practicando, entrenando mis habilidades, y en vez de conseguir magos, o vampiros más débiles. Bien, eso cambiaría.

 

Reí ante la pregunta de la joven, había quedado con las ganas de saber cómo me había enterado de lo de ella, fue todo una sorpresa que ella me lo había dicho anoche, en el local de mi hermana "Mi nombre completo es Selene Ariane Dumbledore, y Ariane es perfecta dada la situación". Sin embargo fue Selene quien me había dicho de ella una vez, no sabía si era por error o me lo había advertido, pero eso no importaba, lo que importaba era que la tenía en frente.

 

-Me diste la pauta anoche en el local de mi hermana "Mi nombre completo es Selene Ariane Dumbledore, y Ariane es perfecta dada la situación" ¿recuerdas?- Le dije con una sonrisa -Pero de ti me contó Selene, por cierto agradécele de mi parte- Le sonreí y bebí de mi copa -Pero ahora que yo ya hablé te toca a ti decirme la verdad- Le dije Serio -¿Quién es Valeskya y que es? no creas que no me di cuenta, dime la verdad- le dije sosteniéndole la mirada.

[Ada Camille Dumbledore]

Era vampiro de eso no había duda, habíl inteligente y guapo, peligrosa combinación. Jugueteé con mi copa, más cuando dijo que Selene le había hablado de mí, la muy mustía se habia atrevido! Ya lo arreglaría a su tiempo.

 

- Valeskya, ella sigue siendo tu hermana aunque ahora la domina su antepasado, en una vida pasada fue la Reina de un fructifero lugar pero su egoísmo y vanidad la hacían victima del odio de todo el mundo.

 

Suspiro recordando aquella encarnación de Luna y como había seducido a su Rey en alguna ocasion, una fina risa salio de sus labios.

 

- Más de mil años de eso, una hechicera encerro todo su lado oscuro y al poco tiempo murio, a reencarnado muchas veces como una dulce joven y hace un tiempo como Luna, algo debio liberar su lado maligno eso es todo...es la misma que conoces solo que en su version maligna. La parte buena de ella, luna esta encerreda en su interior, no puedes hacerle daño a una o la otra muere, es todo lo que se...

 

Habia delatado a una igual y eso me costaria la vida

[Joaquín Granger]

Escuché cada palabra que la demonio me dirigía, no quería perder detalle de lo que me decía, aunque cada palabra lograba confundirme más. Era todo tan poco, probable, y simplemente imposible, que pensándolo bien era muy probable, al fin y al cabo, el mundo en el que yo vivía era mágico, tan mágico como mi capacidad de usar la varita, podía serlo. Aunque la joven hablaba de la reina de algún lugar lejano, sabía que esa mujer algo tenía que ver con mi hermana, así como la joven la mencionaba me parecía haber oído de ella, y de la propia Luna antes de haberse convertido en Valeskya.

 

Una risa, salió de la boca de la joven, casi le preguntaba que le causaba gracia, yo también quería reírme, pero eso era indiscreción, y algunos pensamientos eran más bien privados, por más graciosos que podrían ser. Dejé de intentar descubrir lo que ella pensaba, y me concentré en sus palabras, intentando conectarlo todo, sabía que había algo así, yo había escuchado que luna era la re-encarnación de una reina. No sabía quien hasta que la joven dijo "Algo debió liberar su lado maligno".

 

-¡La diadema!- Exclamé parándome de un salto y vacié la copa

 

¿Como había podido olvidarme de eso? Entré y rebusqué en mi mente el día en que aquel chico Enrick había entregado la diadema a Luna, diciéndole que había pertenecido a su antepasado la Reina Anabeth, esposa del Rey Siegfried, rey de los Germanos. Según sabía El miserable rey era tan celoso, y buscaba escusas para hacer enemigos y matarlos, que desconfió de su propia esposa, y mandó asesinarla, luego arrepentido él mismo se quitó la vida, todo un caso ese reyecito, que como lo había dicho Enrick había sido su antepasado, no olvidaré como lloraba ese chico, estaba seguro que no fue intencional.

 

¡Esa era la respuesta! Valeskya o reina Valeskya, ocultó su lado oscuro en esa condenada coronita, que fue pasando de generación en generación, salteada por 200 años hasta llegar a manos de mi hermana. Y pensar que esa historia fue famosa a mis 100 años de vida, increíble, el antepasado de Luna ya había muerto y yo seguía vivo, incluso era mayor que ella, el tiempo era un caprichoso de eso no había dudas, traía sus sorpresas y jugaba a voluntad con la vida de los demás, yo como inmortal, me creía a salvo, pero ya veía que no era cierto, incluso mi herma que era vampiresa había sido acallada por un demonio.

 

-La diadema que su ahijado le dio a mi hermana, debía contener la esencia de Valeskya, y la última víctima fue la reina Anabeth, como decías tu, la maldad puede mantenerse durante miles de años, la última vez que fue liberada fue hace 200 años- Le dije, maldije por lo bajo, y una idea terrorífica llegó a mi mente -Mi hermana era vampiresa, por lo que inmortal, Valeskya... ¡vivirá en ella toda la eternidad!- Grité y al dar un puñetazo a mi escritorio casi rompo las copas, miré a la joven -Tu no comprendes nada, eres muy joven, y no sabes lo que pasó- dije cerrando los ojos un momento, los abrí y le sonreí agradecido -Te agradezco enormemente la información que me has dado, pero que sea nuestro secreto, si Valeskya sabe que yo lo sé, seguro intentará borrarme del mapa, y no necesitas decirme que lo que acabas de hacer es traición, mantendré mi boca cerrada siempre y cuando tú hagas lo mismo ¿De acuerdo?- Le pregunté mirándolo serio, para cualquiera de los dos era cuestión de vida o muerte.

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad ese interes por su hermana me entristecia, que los vampiros tenian derecho a sentimientos? esa parte de estos me la habia perdido, habia puesto mi existencia demoniaca en peligro, lo bueno era que el lazo que me sujetaba a selene hacia que si a mi me hacian algo ella lo sentiria tanto como yo, ambas moririamos.

 

El se puso algo violento y yo me recargue en el espaldar del sillon, acomodandome cruzando una pierna sobre la otra, saboree la sangre y lo observe ya se le pasaria ese instante de locura medieval que habia sufrido, cuando escuche sus acotaciones me asuste.

 

-La diadema que su ahijado le dio a mi hermana, debía contener la esencia de Valeskya, y la última víctima fue la reina Anabeth, como decías tu, la maldad puede mantenerse durante miles de años, la última vez que fue liberada fue hace 200 años

 

Su ahijado? Osea que Enrick era la encarnacion de? wow que sorpresas te daba la vida, con razon Selene en la oficina me habia evitado acercame a el, al parecer tendria que escabullirme en los recuerdos de la semivampira para tener mas informacion de todo esto.

 

-Te agradezco enormemente la información que me has dado, pero que sea nuestro secreto, si Valeskya sabe que yo lo sé, seguro intentará borrarme del mapa, y no necesitas decirme que lo que acabas de hacer es traición, mantendré mi boca cerrada siempre y cuando tú hagas lo mismo ¿De acuerdo?

 

Aprete un poco la copa en mis manos y lo mire con ironia

 

-Esta bien, pero no me agradezcas y deja ya la pataleta, eres un hombre, todos creen que se vence a un demonio por la fuerza- Bufe - Acaso no han aprendido la leccion durante siglos...y eso que solo he vivido entre ustedes un poco de tiempo

 

Calme mis infulas y me servi mas sangre, tendria que hacer otro viaje a aquella calle de Londres por una de estas botellas

 

- El amor, el amor es la clave, si hay un hombre que ame sin reservas a Luna, dominara ella a Valeskya, como crees que domine a Selene, tu la decepcionaste, los mortis la asesinaron e Hirieron a su hijo...el dolor la debilito...y yo resurgi...aunque no contaba que tu supieras la verdad...

 

Lo mire con severidad y mis ojos rojos lanzaron la chispa demoniaca de mi creacion

 

- Y no, no soy tan joven como crees, soy una demonia que fui creada por el amo de las tinieblas como pareja de su hijo, una mante excepcional para complacerlo en todo...escape hace mucho y he vivido mas, pero escape y me encontraron, me encerraron por haber dejado a mi esposo y mis responsabilidades.

 

Tome un largo sorbo de sangre y me levante para mirar por la ventana

 

- Selene fue secuestrada por Nosferatus para hacerla su esposa y yo me aloje en ella haciendome su sucubo, la ayude a escapar asesinando a muchos demonios de el ejercito infernal, las dos eramos libres y ella me ha dejado vivir en su cuerpo oculta, hasta me dio su nombre Ariane...nadie jamas repetira mi antiguo nombre porque creen que no existo...Asi que deja de discutir y busca a alguien que libere a Luna, alguien que la ame de verdad y que no sea solo un "fiasco" como todos

 

Dejo la copa vacia y camino hacia la puerta

 

-La varita ya quedo, si puedes escuchar con atencion el torno dejo de sonar

 

Salio de la oficina directo a la suya, cerro la puerta detras de ella, se recargo en la madera y cerro los ojos recordandolas torturas del Infierno, ya no serian mas. Abrio el closet y de alli saco la caja e lujo y el envoltorio para la varita. Bajo entonces al taller.

Editado 9 de Febrero del 2012 por Selene Ariane Dumbledore

[Joaquín Granger]

-Sé que la fuerza no era la respuesta, pero con alguien como Valeskya es difícil controlar las ganas de partirle una botella en su cabeza- Le dije a la joven, después de su comentario.

 

Al parecer si Ariane iba a cometer traición lo haría bien, la eficiencia para todo, era algo que yo admiraba, y al escuchar a la demonio me daba cuenta, de que estaba siendo por demás eficaz, revelando datos de lo más interesante. Al igual que en los cuentos de fantasía para liberar a una inocente de un demonio debía hacerlo con el amor. Mi hermana estaba perdida, ella estaba casada pero según sabía su marido no había pisado Ottery en un largo tiempo, moví la cabeza negativamente, aunque el amor parecía simple, era más fácil, llegar a los abismos del mismísimo infierno y volver, antes de que el dichoso amor se presentara.

 

Seguí escuchando a la joven, su explicación de cómo volvió era muy coherente, pero cerré el puño al rededor de la copa y casi la rompo, me molestaba que me echaran la culpa sobre lo sucedido con Selene y sus hijos, siempre quedaba como el malo, el echo de que hubiéramos terminado, no fue por una simple decisión, tenía que viajar, descubrir más sobre mi, no podía hacerlo tranquilo sabiendo que la joven se estaría preocupando por mi, lo más sensato era cortar. Y fue una buena decisión, porque el viaje no salió bien, y estuve en coma un maldito mes, no habría soportado vivir con la idea de que habría abandonado a Selene de esa forma tan brusca, por eso decidí terminar.

 

-El amor es un caprichoso, es más fácil morir y revivir, o convertirse en un dios antes de que el verdadero amor se presente, mi hermana está casada pero su marido según sé no aparece- le dije, y poniéndome serio continué -Y sobre Selene...- suspiré -Seré bien breve, mi decisión no había podido ser mejor, si hubiéramos estado juntos ella se hubiera preocupado, y deprimido, tu saldrías, y estoy convencido de eso, dije que estaría una semana, y por ser atacado tuve que estar un mes, ¿Te imaginas como se abría puesto ella?- Le pregunté sin esperar respuesta y proseguí -Y aún así, después de la decisión que tomé, ella fue atacada, hubieras salido de todas formas, tu no sabes como me siento yo, que mi sacrificio por su protección no sirvió- cerré los ojos un momento, y bebía un poco más de sangre que acababa de servirme.

 

Miré a la joven mientras daba su explicación, muy interesante, ¿conque era una hija de las tinieblas? eso era increíble, ella si que sabía conservarse joven, si yo que era todo un viejo con mis 301 años, simplemente con un envase de 23, habría que imaginarse toda la experiencia que la demonio tenía, y todas las cosas por las que había pasado, apartando las complicaciones que pudo haber pasado, era genial, con ese nuevo dato que yo no conocía, ahora veía a Ariane, sumamente fascinante, sin contar todo el poder que debía contener, era una de esas mujeres que era mejor tener de aliadas si apreciabas tu vida.

 

-No sabía nada de eso, debo suponer que eres mucho mayor que yo, y aún así pareces unos 3 años menor que mi empaque, con respeto te lo digo, eres fascinante, y ahora te lo digo, ya te volveré a encontrar libre de trabajo y me contarás más cosas sobre ti, quiero saber que se siente estar desde el inicio de los tiempos aquí- Le dije sonriéndole -y sobre Luna, yo no puedo hacer nada, su marido se ha ido y yo no sé nada más que su nombre no hemos sido presentados, está perdida- dije negando tristemente con la cabeza.

 

Nuevamente mi atención estaba en las palabras que la joven me dirigía, me había olvidado por completo de la varita, de mi primera varita. Hice caso a la mujer de piel blanca como la nieve, que tenía frente a mi y escuché, en efecto el torno ya no sonaba. Ella se fue sin más, yo bebí el resto de la sangre y bajé al taller luego de dar un último vistazo a la oficina. Llegué al lugar donde la gloriosa varita reposaba en el torno, allí en el taller estaba Ariane también, ¡Perfecto! tendría indicaciones.

 

-¿Y ahora qué hago?- le pregunté, totalmente ignorante.

[Ada Camille Dumbledore]

La Demonio con tranquilidad salio de su oficina y miro la varita, tenia algunos arabescos en el mango, la deslizo por sus dedos y acaricio su punta con delicadeza, aquel delicioso contacto le hacia sentir un placer electrizante. La miro de frente para mirar la inclinación de la varita, los dedos se deslizaron por la varita desde la punta hasta el mango, era rígida y recta.

 

La llegada de Joacco la hizo sonrojarse un poco, no solía sentirse cómoda tras una confesión así.

 

-Lo que debes hacer es analizar las propiedades de la varita, para que la memorices y sepas de ella. Haber... Es una varita muy bella, mira se adorno con arabescos en el mango, de 29 centímetros, rígida, nervios de corazón de Dragón... de una madera hermosa y muy apta para el color y las incrustaciones si su dueño así lo quiere... es lo que debes hacer , analizarla y guardarla en su estuche de lujo

 

 

La demonio la tomo de los dos extremos y la deposito en su estuche, cubierta por una delicada suave tela parecida al terciopelo, pero de brillante transparencia. La tapo y se la entrego a su elfo.

 

- sabes en donde colocarla

 

Le dijo casi de manera ritual