Jump to content

Hablantes de Parsel


Lawan Nguyen Thanh
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Tazz Malfoy 

El viaje astral había resultado muy cómodo, su conciencia se había trasladado al pasado 30 años atrás. Estaba muy impresionado con la magia que guardaba ese sitio y el poder de las serpientes… unas más que otras, las cuales eran las responsables de que él se encuentre allí mismo descubriendo cosas que jamás se habría imaginado que necesitaba descubrir. El Malfoy había hecho bien en visitar las tierras del arcano para ser su pupilo, estaba descubriendo cosas de sí mismo que no se imaginaba… estaba adquiriendo conocimientos y poder de sí mismo, cosas que nunca se habría imaginado jamás. 

—Gracias por traerme hasta aquí, mis queridas amigas … — sonrió mirando al grupo de ofidios que le acompañaba en esa incursión. —Veamos lo que veamos… —continuó mientras miraba al jardín en donde había crecido. — encontremos lo que encontremos, os agradezco que me ayudéis con todo este drama familiar — caminó junto a la cobra real que lideraba aquella aventura. 

En esta ocasión, la maledictus estaba con su forma de serpiente… era grande, una pitón un tanto diferente… no era igual de grande que las serpientes pitón comunes, esta media entre 3 y 4 metros. Sus escamas brillaban con la luz del atardecer de esa época, sus ojos negros te consumían el alma con solo mirarte, te atrapaban y te hipnotizaban, era una belleza. Su lengua acompañada de siseos constantes entraba y salía de su boca. Tazz la miró embelesado, le parecía una criatura extraordinaria, sentía una admiración con aquella desconocida… algo dentro del Malfoy le señalaba un cierto vínculo con la hermosa criatura.

—Hola… Somos nosotros nuevamente… — siseó el pelinegro. —Venimos a acabar la charla que no pudimos siquiera comenzar en nuestra anterior visita— continuó caminando despacio para acortar la distancia entre él y el ofidio. La pitón, en respuesta se enrolló en sí misma y acto seguido apareció la misma figura femenina que había visto en su primera incursión al recuerdo. 

—Querido Tazz… —saludó ella al pelinegro. —No soy quien tu piensas… no soy esa persona que andas buscando, sin embargo, nuestros caminos se cruzaron desde tu nacimiento y desde entonces te guardo tal cariño como el de una madre a su hijo— siguió ella mientras miraba a los ojos del Malfoy. Aquella confesión se clavó en el corazón de Tazz, fuerte… tanto, así como si le hubieran sacado el corazón con la mano y dejado ahí el agujero. No entendía como se podía pasar de estar bien en un momento y de pronto al segundo, necesitar morirse. —No lo entiendo… la primera vez me diste a entender que yo era tu hijo… — Tazz apenas pudo articular más palabras. El reproche había surgido de manera instantánea, para defenderse del daño que le estaba provocando aquella mujer. 

—Estás min… min… mintiendo… — las palabras del Malfoy quedaron ahogadas por la sensación de estar regresando a su cuerpo se hizo real. De pronto nuevamente se encontraba bajo el árbol, sentado y rodeado de las serpientes que le acompañaban en el viaje. —¿Qué ha pasado? — preguntó a la cobra real. La tenía enfrente, esta había disminuido los siseos y su semblante le pareció como de pena. Quizás sentía lo mismo que estaba sintiendo Tazz en ese momento… la sensación de vacío en su corazón. ¿Qué había hecho mal? Nada tenía sentido... 

 

@ Lawan Nguyen Thanh

sorry por tardar u.u 

 

gfPUyue.gif    🐍kwslALK.gif

ljaOFOK.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lawan Nguyen Thanh con @ Mael Blackfyre

Lawan miraba con cierta nostalgia a Astaroth, jamás se imaginó que aquella serpiente sin hogar o destino que seguir, terminaría marchándose de sus dominios en compañía del que sería su mejor amigo de ahora en adelante. Escuchando las palabras de Mael, no le quedaba más que aceptar que el mago estaba preparado en parte para plantarse delante de la pirámide y demostrar que era merecedor de la habilidad de los Hablantes de Parsel. Aunque aún le quedaba algunas al respecto, pero tenía hitos que le harían sentir el verdadero dolor que provocaba la ponzoña de una serpiente que corría por el torrente sanguíneo— Vaya y descanse un poco, no necesita enfrentar ninguna prueba más de momento—mirando con serenidad a la serpiente, le dedicaba un gesto afable a la misma.

— No puede venir con usted a la prueba, recuerde que todo elemento ajeno a la pirámide, no esta permitido—soltaba con autoridad el vampiro. Sintiéndose francamente satisfecho por su labor para con el Blackfyre, conocer a una persona como ese hombre, si que le había dejado más que una anécdota para recordar y posiblemente compartir en el futuro con otros aprendices que acudieran a su hogar. Las imágenes que compartieran entre los tres, serian conservadas como un secreto a voces entre el y sus otros ofidios.

Lawan Nguyen Thanh con @ Ludwig Malfoy Haughton

Mordred estaba experimentando posiblemente el mismo dolor que había causado en el pequeño cuerpo del bebé que se atreviera asesinar. No era bien visto por ninguno de los Arcanos el atentar directamente contra la vida de otro ser viviente, no existía excusa que diera aval a tal acción tan aberrante y desalmada. El siendo un vampiro tuvo que matar para vivir, pero nada comparado con lo confesado por el sujeto que se retorcía de dolor sobre el suelo—Arrancarle la vida a ese bebé, no será perdonado por ellas. Le aconsejo que cuide sus siguientes palabras, porque el final está muy lejos de hacerse presente—la voz del Encantador de Hanoi era una pesada loza que sería soportada por las espaldas del aprendiz.

— Revivirá ese momento una y otra vez, hasta que decida mostrar un arrepentimiento sincero y creable. No se irá de este sitio jamás, si se obstina en que ha sido lo mejor quitar del camino a ese pequeño estorbo. Así es como me lo ha presentado y dudo mucho que el tuviera la culpa de nacer en esa familia—la sentencia era dictada por el Vietnamita. Nunca pasaría por alto las acciones sin razón de ser o existir, ya que siempre se regía por el respeto a todos los seres que habitaban en el planeta, volviéndose celoso de protegerlos a capa y espada. Era importante sembrar la semilla de la compasión en quien sabría como hacer que germinará y diera los frutos deseados.

— ¿Qué siente al experimentar tanto dolor?, ¿Cree que es necesario que purgue una culpa de esta magnitud?—cruzándose de brazos le daba la espalda a la postal que le brindaban los ataques de sus ofidios. Escuchar los quejido brotar de los labios del niño, no le movía un solo nervio del cuerpo o le remordía la conciencia. Ahora lo único que reinaba dentro de sus pensamientos era su instinto vampírico, aquel que era capaz de convertirlo en un sanguinario asesino si se lo proponía— Piense en todo lo que ha hecho, no tome a la ligera mis advertencias—dejándole para que meditará lo cuestionado por el Arcano, no le miraría de momento.

Lawan Nguyen Thanh con @ Tazz

La presencia de Tazz sentado debajo de ese árbol, no era un buen augurio para el Encantador de Hanoi. Parecía que toda la alegría que irradió al partir en búsqueda de la verdad sobre el Maledictus, le estalló en la cara como una mala broma del destino. Muchas veces los anhelos y deseos más esperados, no suelen cristalizarse como lo deseamos, dándonos un palmo de narices como respuesta. Le miraba desde su trinchera, no buscando invadir su espacio personal, pero si le interesaba estar al tanto de lo acontecido en su viaje.

— No era su madre, ¿verdad?—las palabras del Arcano eran como dagas clavándose en el pecho del hombre. El reconocer que los deseos que buscamos cristalizar, solo quedan en vanas ilusiones nos genera cierta inseguridad en nosotros. No podía ayudarlo con ese conflicto interno, pero sus ofidios eran los confidentes idóneos para indicarle el camino que le sacará de ese bache temporal— ¿Por qué asumió que ella era su madre?, ¿Algo en ella le hizo reconocerla como tal?—le cuestionaba sin cesar. Estaba muy lejano de la prueba de Parsel de momento, debía aprender que caerse era una manera de tomar impulso desde otra perspectiva.

— Algunas cicatrices dejan marcas imborrables, pero otras tantas nos enseñan que el pasado fue real y nos ha enseñado más de lo que nos gustaría admitir—el sentir el siseo de sus serpientes. Revivía viejas memorias del vampiro, cuando tuvo que aceptar que todo lo que conoció en el pasado, no era más que una memoria que habitaría muy dentro de el y cuando se sintiera solo, podría acudir a ese refugio. Quien lo diría verlo sentir simpatía por alguien que había llegado hace poco a su hogar.

— Debe meditar con calma que error ha cometido, porque no creo que llorar sobre la leche derramada sea la solución más sensata—cerrando sus ojos le acompañaba desde la comodidad que una rama le ofrecía como un sillón improvisado.

  • Love 1
  • Triste 1
  • Me encuerva 1
4PYLzDA.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mordred Deschain

Gritaba en agonía, su dolor era totalmente indescriptible, mientras más intentaba levantarse y resistirse, más rápido volvía a caer y a recibir otra mordida por parte de aquella serpiente. Cuando se percató de que ya no había siguiera un lugar en su piel intacto se arrastró hacia un pequeño oasis en medio de aquel desierto, quería agua para saciar su sed. Ahí vio su cuerpo reflejado, totalmente desfigurado y sangrando, de los orificios de sus heridas salía incluso pus amarillenta y pestilente y mientras todo ocurría las palabras de su mentor continuaban retumbando en su mente, destrozando la poca paciencia que tenía ¿arrepentimiento? ¿para qué?

Mordred nunca había pedido perdón por sus acciones, había masacrado a todo un pueblo y manipulado con tal de conseguir su propio beneficio y ni así se había sentido siquiera culpable. No era una opción, hasta ahora. Lo que para una persona ordinaria podía ser un par se segundos, para el pelinegro eran horas enteras de sufrimiento que se repetían una y otra vez de manera infinita por lo que su famosa voluntad de hierro comenzó simplemente a flaquear.

-De que sirve que me arrepienta – dijo finalmente a la voz que seguía repitiéndose en su cabeza – de nada servirá ese supuesto arrepentimiento, la gente me odia por lo que yo les hice y no recibiré su perdón por mucho que me esfuerce, yo solo soy el resultado de una enfermedad mental, pero en realidad jamás debí existir, sin embargo existo, respiro y siento como los demás ¿Cuál es mi papel en todo esto? ¿Cuál es mi propósito en la vida?

Eran preguntas que aparecían seguido en su mente, dichos comentarios en algún momento fueron totalmente silenciados por el odio que sentía hacia Ludwig y todo lo que representaba, estaba convencido de que su único propósito en la vida era destruirlo a como diera lugar y ahora de alguna manera podía encontrar una bifurcación en el camino, una tercera opción, simplemente existir.

-Lo lamento – dijo mientras una lágrima resbalaba por su mejilla – entiendo el daño que he causado, comprendo que ha estado mal y lo lamento – se sentía diferente, extraño, de alguna manera incluso liberado, jamás pensó que algún día llegaría a decir esas palabras y sin embargo lo estaba disfrutando.

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

— No creo que lo lamente, no confió en su falsa disculpa—la voz del Arcano era como una afilada cuchilla que cortaba la lastimada piel del pequeño. Escuchar que no sentía el menor apreció por la vida ajena, viéndola solamente como un modo de cambio para obtener todo lo que deseaba y anhelaba sin tener que imprimir el menor esfuerzo para obtenerlo— Los hermanos son tan importantes como los padres, forman parte de nuestra vida y complementan nuestra existencia—siseó como una serpiente que rodea a su victima— Aprender a respetar lo que otros tienen y no nos pertenecerá jamás, puede ser la lección más dura que le enseñaré o al menos una de tantas—se cruzaba de brazos negándose a mirarlo.

La serpiente retrocedió un poco, solamente para lanzar un golpe letal que le enviará a su pasado. Justo en el momento donde comenzará a darle forma al acto atroz que perpetraría sin que le temblará el pulso— Observé todo lo que pudo tener y lo que perdió por su ambición desmedida—le hablaba sin estar siquiera cerca de la mansión donde habitaba Mordred. Sintiéndose ajeno a todo ese espacio y tiempo, pero consciente de que percibiría todo lo que ocurriera— Analice los pros y los contras, ya no puede cambiar lo que ha hecho y tampoco deseo que lo haga—advertía apremiante el Encantador de Hanoi.

— Dos vidas y un mismo cuerpo, dos cuerpos y ni una vida que salvar—hacía referencia a su aprendiz y el hermano de este. ¿Qué tan grande podía ser la aversión por el ser que era un símil o al menos intentaba serlo?. Para el sus hermanos eran parte fundamental dentro de su crecimiento como miembro de su comunidad, aunque nunca se comparo con alguno o intentó ser un calca perfecto de su padre o madre. Simplemente era Lawan, el más apto para seguir las enseñanzas que su madre aprendiera cuando era pequeña, el Parsel le corría por las venas cuando se comenzó a gestar dentro del vientre de su progenitora.

— Algunas lecciones dejan cicatrices que nos recuerdan que el pasado fue real o al menos existió en algún momento de nuestra vida—se mostraba reflexivo— Viaje a donde tenga que ir, pero póngale una solución a lo que la tenga y a lo que no, solamente déjelo ir definitivamente—se quedaba en silencio. Mirando con atención que haría Mordred, intrigado por la manera en que solía manejar las cosas y dejarse llevar más que nada por sus impulsos más básicos.

@ Ludwig Malfoy Haughton

4PYLzDA.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Mordred Deschain

 

Se encontraba más débil que nunca, el dolor causado por las mordidas era atroz y terrible, era consiente de que todo eso era una especie de alucinación y pese a todo no podía detenerla, ponerle un alto y acabar con aquella mutilación, deseó morir en más de una ocasión. Para colmo el arcano no había creído sus faltas disculpa. ¿Cómo podría un villano redimirse si no lo deseaba? ¿Cuántas veces tendría que pasar por aquel sufrimiento? Mordred tenía que reflexionar sobre sus actos, no podía arreglar el pasado pero si su futuro.

Sin embargo para poder ver hacia futuro, era necesario regresar y eso fue lo que provocó el último ataque de la serpiente la cual terminó por desgarrar el cuello del niño dejándolo totalmente muerto. Pero en realidad no había fallecido, únicamente había sido trasladado a otra alucinación. Ésta vez era un recuerdo del pasado. En su mente aún escuchaba las palabras del arcano y claramente quería que viera la atrocidad que había cometido Ludwig y Mordred cuando tan solo eran niños.

Se encontraban en la mansión Malfoy, se notaba aún más cuidada que en la actualidad, un sol radiante iluminaba el lugar. En la cocina se encontraba Mistify, su madre, ordenando los utensilios de cocina, por su parte Crazy estaba seguramente en el ministerio trabajando o en la fortaleza oscura. Algunos niños como Cubias, Juve, Hanzo, Lilian jugaban en el jardín, sin embargo Ludwig no se encontraba, era el día en que Mordred había tomado posesión de su cuerpo por primera vez para matar al recién nacido.

Mordred corrió, por una razón deseaba impedir aquel asesinato, mientras se apresuraba se percató que la serpiente lo seguía rápidamente, expectante de cada movimiento. Subió las escaleras hasta la habitación del pequeño y se detuvo en seco al ver a un Ludwig pequeño mirando fijamente la cuna de su hermano, en su mirada se mostraba odio y rencor. No era Ludwig, era Mordred – detente – le dijo a su yo del pasado – no tienes que hacerlo, podemos encontrar una salida – sin embargo al ser solo un recuerdo, sabía que no había nada por hacer.

Mordred tomó la almohada y asfixió la bebé con sus manos. Ni siquiera se escucharon llantos. Todo fue limpio y sin dolor. Segundos después el niño abandonó la habitación como si nada listo para ir a jugar con sus otros hermanos. El Deschain se acercó a la cuna, no había más remedio. Lo hecho, hecho estaba - ¿Por qué me haces ver esto de nuevo? – dijo furioso – no puedo corregirlo, por más que quisiera, lastimé a alguien de mi sangre, a alguien inocente y eso me persigue todos los días.

Minutos después apareció su madre lista para alimentar al bebé pero al ver su cuerpo lo único que se logran escuchar son llantos de dolor y tristeza al descubrir que su hijo había muerto, Mordred agachó la mirada – perdóname madre, en verdad lo siento – pero ella tampoco lo escuchaba, quería gritar y salir, deseaba con todo su corazón morir.

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lawan no deseaba que viera el rostro del bebé fallecido, si le prestaba atención aquella postal. El que yacía sin vida dentro de la cuna era el mismo Mordred, asfixiado por su sed de poder y dominio, frente a el con los ojos brillantes como dos dagas afiladas estaba Ludwig con una sonrisa desencajada en sus labios— Murió usted no su hermano, ¿Puede verlo con sus propio ojos?—apuntaba con firmeza hacia la cuna. El retrato del pasado, no tenía como protagonista al hermano del Malfoy, sino que era el mismo, el que perdió la vida a manos del que la ayudó a perpetrar ese crimen.

Colocarlo en la piel del caído, le parecía una buena forma de hacerle reflexionar. El arrepentimiento llegaba demasiado tarde, aunque no era considerado como válido por el Arcano de los Hablantes de Parsel— Es un aprendizaje que no olvidará, piense en como estaba gestándose dentro de su madre antes de perecer—le invitaba a volverse uno con la mujer que le diera la vida. Ella que tuvo que enjugar sus lagrimas, al verlo partir de su lado antes de poder escuchar siquiera su primera palabra.

— ¿Qué se siente ser la victima y no el victimario?—la duda se clavaba como lo hacen los colmillos de sus ofidios en la piel del pequeño— No todas las muertes suelen ser físicas, algunas son psicológicas y otras simplemente son un accidente ocasionado por la naturaleza—enfatizando con un tono enérgico sus últimas palabras. Eso quizás fue lo que ocurrió, cegado por la envidia o posiblemente por un impulso que lo llevará a cometer un acto tan atroz. Sus serpientes siseaban como más fuerza, sobresaliendo las de cascabel con sus colas que eran como látigos que amenazaban con golpear la delicada piel del pequeño crío.

— ¿Qué sensación le deja todo lo experimentado?, el no poder llorar pidiendo auxilio, mientras que una almohada le corta el aire poco a poco. Enviándolo sin remedio al mundo de los muertos—sonaba vagamente reflexivo. El conoció a muchos magos y brujas que hicieron cosas peores, aunque ninguno de ellos dejaba de pedir perdón o clemencia al caer en las manos del hombre que los hizo recular y arrepentirse por haber matado con premeditación, alevosía y ventaja.

Le dejaría analizar todo lo ocurrido, tomándose el tiempo que necesitará para responder a cada uno de los cuestionamientos del vampiro. Estaba ahí para enseñarles a valorar todo lo que habían poseído en el pasado y quizás intentar recuperar un poco de lo mucho que perdieron al dejarse nublar la razón por aspiraciones veladas con tintes de poder.

@ Ludwig Malfoy Haughton

4PYLzDA.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mordred Deschain

 

Entonces Mordred se levantó del piso solo para ver la obra que había cometido, en aquella cuna estaba un reflejo de él mismo. Mientras ocurría eso las palabras de la serpiente seguían azotando en su cabeza como navajas, hiriéndolo de verdad. Había tanta verdad en lo que decía y a la vez tanto dolor. Mordred no solo había destruido a su familia, se había asesinado a si mismo en el intento. Era claro que se había convertido en víctima y victimario.

Escuchaba los siseos de la serpiente, quería que se detuvieran pero en lugar de parar, eran aún más intensos. Sabía que había tomado un camino de muy malas decisiones y que volver para enmendar sus errores era algo difícil e irreal. En su mente se imaginaba un mundo en el que no había ocurrido semejante atrocidad. Una familia feliz y unida, un Mordred adorable y lleno de amistades y sobre todo un hermano para amar.

-He muerto en vida – dijo respondiendo a la cuestión de Lawan – siempre estuve muerto y apenas me percaté de ello – comenzó a derramar un par de lágrimas, no sabía de donde venían – le hice mal a alguien que no merecía sufrir nunca en su vida, destruí a mi madre y a mis hermanos y con ello a mi mismo – se limpió esas lágrimas – se que nunca podré encontrar perdón en Ludwig ni en los demás, para ellos simplemente soy un accidente de una enfermedad mental, sin embargo estoy vivo y quiero vivir en libertad, no me importa si no puedo arreglar las cosas, solo quiero iniciar de nuevo – levantó la mirada, las voces se callaron por un momento, no sabía si había acabado finalmente con el sufrimiento pero esperaba al menos poder pasar de página y comenzar de nuevo.

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lawan observaba desde la lejanía el lamento del pequeño, evitando a toda costa sentir la más mínima empatía por el mismo. El morir en vida era un proceso difícil de asimilar, el mismo lo vivió en carne propia al perderlo todo y estar tumbado en el suelo con el cuerpo mancillado por las heridas y el dolor que le causaba la ausencia de toda su parentela— Algunas lecciones nos marcan algo más que la vida, suelen dejar cicatrices que el tiempo nunca borrará—lo invitaba con esa mención a que drenará todo ese dolor que acumulará durante años. 

Los ojos del crio estaban rojizos, pero eran la muestra de que su sufrimiento parecía ser verdadero en apariencia—El pasado no se puede cambiar, pero el futuro es otro tema. Si lo desea puede obtener un cuerpo nuevo, piel renovada que lo haga sentir el dueño y señor de sus acciones y decisiones—la oferta sonaba demasiado tentadora— Ser usted mismo y no estar reducido a un simple ente que debe habitar un cuerpo que jamás le va a pertenecer del todo—agregaba haciendo que volviera al sitio donde varios charcos de sangre lo esperaban.

— Eso es la muestra de que puede perder más de lo que creer, usted decía que matar en sencillo. Puede que lo sea, pero no las consecuencias que eso acarrea de por vida. Ha pensando en su conciencia, oh si lo olvide. No posee una como tal—el tono irónico del Arcano no era empleado muy a menudo por él. Mirando al par de serpientes que estaban a su lado, indicó a la primera enseñarle la forma correcta de mudar de piel, deslizándose entre las dos ramas de un árbol que le dejaban el espacio justo para pasar a través de ellas sin problemas. 

— Preste atención a cada detalle, porque de ello depende que pueda responder una pregunta que le haré más adelante—acariciaba el cascabel del ofidio que se enroscara en su muñeca. Aquel sonido resultaba relajante era como un bálsamo que curaba ciertas heridas causadas por la toma de malas decisiones, el mismo se volvió más intenso y comenzó a resonar en la cabeza de Mordred.

@ Ludwig Malfoy Haughton

4PYLzDA.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mordred Deschain

No pudo distinguir en que momento nuevamente el escenario había cambiado, la frustración, el enojo y la tristeza lo habían cegado por completo haciendo que sus sentidos fueran bloqueados por completo. Al abrir los ojos y ver a los árboles y a las serpientes que se encontraban ahí, supo que finalmente había salido del recuerdo que le dejaron los Malfoy y que la presencia de Lawan finalmente se había materializado de nuevo. Su voz y su mensaje era claro, y sincero, de alguna manera sus palabras lograron llegar a lo que quedaba de corazón del Deschain.

-He pasado meses intentando regresar a mi cuerpo – le dijo – claro que deseo con todas mis fuerzas poder recuperar mi forma, durante todo ese tiempo culpé a los miembros de la orden del fénix por encerrarme aquí, pero lo cierto es que fueron mis decisiones y mis planes fallidos – se sentía diferente, cambiado, como si de alguna manera todo el dolor le hubiera dejado un aprendizaje, no podía decir que estaba totalmente reformado pero había vivido en carne propia el dolor que había causado y puede que gracias a ello pesaría dos veces cuando quisiera causar ese mismo dolor.

Observó entonces a una de las serpientes y una de ellas lo cautivó por completo, en sus oídos retumbaba el sonido del cascabel lo cual causaba que el pelinegro se mantuviera en un trance. El color de aquel reptil era amarillo con manchas negras y sus ojos de un color verde, de vez en cuando sacaba su lengua bífida mientras seguía reptando por aquel árbol. Mordred vio a la serpiente y se alguna manera comenzó a hablarle, sabía que no era ningún idioma hablado por los humanos normales, era parsel.

-Hola – dijo en ese idioma – ¿me ayudariassshhh, me ensssseñaríassss a mudar mi piel? – la serpiente lo miró aún con más detenimiento, por un momento pensó que no accedería, sin embargo ésta asintió y le respondió.

-Para mudar tu piel primero necesitasss sssseer otro, renunciar a lo que erassss para cambiar a un sseeeer renovado, ¿estassss lisssto?

Mordred asintió y la serpiente comenzó entonces a dar vueltas sobre su cuerpo, enroscándose, creando una especie de caparazón en su cuerpo, entonces la piel de la misma comenzó de alguna manera a secarse, a perder su brillo, quedó inmóvil, parecía que había muerto pero en su lugar, aquella piel comenzó a hacerse costra para después romperse y salir la misma serpiente pero con un brillo aún más radiante que el anterior, una baba extraña recorría su cuerpo y los restos de la piel anterior quedaron en el árbol. Mordred tomó esos pellejos y los vio con detenimiento, estaba fascinado.

Ahora le tocaba a él y no sabía de que manera lo lograría pero debía intentarlo. Se sentó sobre una roca y puso la mente en blanco, al principio le costó algo de trabajo hasta que finalmente se olvidó de todo lo que lo rodeaba, el viento soplaba en su cabello pero ni siquiera sentía frio. Lentamente su piel comenzó a llenarse de arrugas y a secarse por completo. Pese a que no tenía el deseo de moverse, sabía que no podría hacerlo pues su piel había quedado encerrada en una coraza extraña. Mientras tanto dentro de esa coraza una baba similar a la de la serpiente se había formado humectando su cuerpo. Poco a poco descubrió la falta de aire y fue lo que lo obligó a moverse.

Al primer movimiento la corteza se cuarteó rompiéndose por completo, Mordred tomó aire bruscamente y cayó al suelo, no sabía cuanto tiempo había permanecido ahí pero se sentía diferente, su piel era tersa y suave, su cuerpo se sentía nuevo y diferente. Seguía siendo un niño pero de alguna manera algo había cambiado. Era otra persona.

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

— El dolor, la alegría y todas las emociones son parte de la vida. No puede existir un balance, si alguno de ellos llegará a faltar—la voz del Arcano seguía desprovista de toda emoción. Era como si de un momento a otro, ya no se sintiera como antes de que sus recientes alumnos llegarán a su hogar— Todos morimos y tenemos el poder de renacer, volvernos mejor de lo que éramos antes de abandonar nuestra existencia pasada—el siseó de la serpiente cumplió con su cometido. La magia que escondía cada uno de los ofidios que habitaban dentro de su morada era desconocida, para los que no contaban con el don de los Hablantes de Parsel. Pocos eran los elegidos por esos pequeños, para conectar de manera fluida y mantener una charla que podía durar horas y horas.

— Le enseño como despojarse de lo que ya no le sirve, puede realizar la muda de piel, siempre que lo consideré pertinente—le aconsejaba notando que el mismo caparazón que acogiera a su ofidio se formaba en el cuerpo del niño. El verlo desprenderse del dolor acumulado durante tantos años, sanar lo que debía ser sanado y erradicar del todo ese sentimiento de matar a los que tenían la misma que el corriéndole por las venas. Envidiar lo que otros poseían era de seres pusilánimes e inferiores. No de críos como el que estaba sentado en esa roca.

— Ha dado un gran paso, pero la verdadera prueba está por llegar—el vampiro le invitaba a ponerse cómodo dentro de su bungaló. Viviendo con lo necesario era plenamente feliz, acompañado por los seres que siempre estarían ahí para aconsejar a quien deseará crecer más y más dentro del mundo de la magia. Tarea titánica el lograr que los verdaderos hablantes de Parsel acudieran a su morada, satisfecho en parte porque había despedido a uno de los más entregados a su parecer. 

— Puede optar por pescar o ayudar a mis serpientes con la tarea que les he encomendado. Piénselo con calma, no se sienta forzado hacer nada que no quiera—había pasado por demasiado. El purgar una condena de esa indole no se le deseaba, ni al peor enemigo aunque existían excepciones a esa regla. En su caso lo aplicaría a los seres que le arrancaron lo más preciado que tuvo en algún momento de su vida, dando lo poco que poseia con tal de ver una vez más a su amada esposa e hijos. 

@ Ludwig Malfoy Haughton

4PYLzDA.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.