.:: Castillo Black ::. (MM B: 97834)

[OttoBlack]

El demonio llegaba a la cocina sin tiempo que perder iba hacia los gabinetes de arriba para ver si habia algun dulce o una galleta por ahi escondida, el peliblanco comenzo a buscar por aqui y por halla , tratando de buscar un dulce o algo su cuerpo pedia una golosina e no descansaria hasta conseguirlo.

 

 

Cuando por fin conseguia algo sin tiempo que perder se dirigía a fuera daría una vuelta por los alrededores, a lo mejor podía conseguir alguien de la familia para hablar. Puede ser que alguien andaban en la misma situación que el sin nada que hacer, sin nadie con quien hablar y muy pero muy aburrido. También podía ser alguien nuevo que andaba llegando a al familia o una que otra visita mientras tanto el patriarca de la Black, seguía caminando hasta llegar a los establos donde había criaturas amigables de gente de la familia. Otto sin tiempo que perder se acercaba al hipogrifo cercano-Hola amigo como estas-le dijo amable con una sonrisa de oreja a oreja mientras le acariciaba con una mano, al mago le gustaba mucho este tipo de criaturas de hecho pensaba en comprarse una cuando tuviera la plata.

[Gabrielle Delacour]

La Black sentía el corazón en la garganta, cada palpitar le taladraba la mente pero se mantenía con el semblante tranquilo... Tal y como le habían enseñado desde chica.

 

Observó curiosa la situación entre su hermana y su hija tratando de encontrar el punto exacto para confesarle a su primogénita, les observaba calculadora, distante; sus ojos miel se paseaban entre Akiza y Mahia, quedando por más tiempo en la última, sonrió sin contener sus emociones y al sentir el rubor en sus mejillas desvió la mirada de inmediato.

 

– Como dijo tu tía...– se detuvo inquieta y sonrió a su hija.– "En cierto sentido".

 

Se mordió el labio inferior y bajó la mirada, ese soso comportamiento de la Delacour al hablar de ella, más teniéndole de cerca ¿A caso era tan obvia?

 

Agradeció el bendito momento en el que su hermana le salvó de la situación, el hacer un poco más de plática y aligerar el ambiente le hizo soltar el cuerpo haciendo que levantara el rostro hacia ella, la amaba, pero había que preparar un poco más a su hija. Le miró fijamente, casi con deseo, el que le conociera tanto encendía cada parte de su ser.

 

El viento que corría por el jardín desacomodó un poco los cabellos rubios de la tempestad; les volvió a acomodar detrás de su oreja y aprovechó el momento para contestar el "Te amo" de su hermana con uno igual, tímida, ruborizada. Meneó la cabeza como si tratara de evitar los recuerdos de hacía unos minutos y clavó su mirada en su hija, curiosa.

 

– ¿Qué dices? ¿Comemos algo? Tengo algo que confesarte.

 

Los labios de la mortífaga dibujaban una inocente sonrisa pero su mirada... su mirada delataba más de lo que debía. Se levantó del césped y acomodó su vestido acercándose a su hermana, sin importar más, depositó un beso en su mejilla, le murmuró un "Je t'aime" y le invitó a seguir el juego. Giró su cuerpo y sujetó a su hija del brazo divertida, mientras caminaban aprisa hacia la puerta del castillo.

 

– Tu tía nos alcanzará, yo solo... quería preguntarte en privado si estás bien.– debía primero verificar el terreno antes de lanzar la bomba, caminó unos pasos y comenzó a juguetear con un plato de porcelana que estaba sobre la mesa. – Digo, has estado rara desde que te vi en el kiosko ¿Ahora sí puedo matar a alguien?

 

Se mantenía alerta a la puerta del comedor, en cualquier momento podría cruzarse su hermana y la seriedad maternal terminaría en la basura a causa de su sosa sonrisa. Tomó el plato entre sus manos y comenzó a girarle con las dos manos, aparentando prestar atención a la fina porcelana familiar, pero su atención seguía fija en los gestos de su hija y mordió su labio inferior conteniendo su curiosidad.

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Escuchaba atentamente las palabras de mi tía, estaba feliz, sin saberlo ellas fueron una distracción para mi mente confundida después de tener un sueño tan vivido y que no era uno de los mejores. Me di cuenta con todas sus palabras que apreciaba a mi madre de una manera muy especial y eso le alegraba., además cuando me sonrió vi que era una vampireza, no pensé que sería aquello, pero así era emocionante la convivencia de las familias. -No, no sabía que eras vampira tía.- comenté sin más mientras seguía sentada. Me paré para ponerme a la misma altura de chicas.

 

-Que bueno tía, que ahora te vas a quedar para siempre, así tengo otra persona que me puede consentir.- comenté con una sonrisa, ya que mi madre era una de las personas mas consentidoras y mimadoras que había en la mansión.- Así voy a recibir mucho amor de parte de las dos, eso estoy segura, y si me gustaría conocerte mucho más.- me estiré olvidando por momentos, sabía que no iba a ser muy fácil, sin embargo me alegraba distraerme de alguna manera.- Y si en efecto, nos conocimos brevemente en el desayuno.- finalicé con una sonrisa.

 

Luego posé mi mirada a mamá, que sabía que me iba a preguntar, ya que me imaginé que era lo que estaba pensando, quizás para ella era la misma reacción cuando estaba en el Kiosko, y no quería preocuparla, sin embargo antes de poder decir algo, me vi arrastrada por ella con una velocidad increíble, sin darme tiempo a respirar (xD). Llegamos a la cocina, me di cuenta levemente que algo me quería informar o decir, no estaba segura.

 

-Si, tengo mucha hambre muchas gracias...y ahora si...¿qué me querías decir?- pregunté, sin embargo al escuchar su resto de palabras, me di cuenta que tenía que decirle en cierta forma que era lo que pasaba ya que estaba llegando al extremo de querer matar a alguien.-Ammm, no mamá no tienes que matar a nadie.-dije riéndome por su reacción.- Tuve una pesadilla momentos antes que llegaran ustedes.... mamá hay algo que tengo que contarte, sin embargo, quiero que me digas tú lo que me quieres decir, siento que es algo importante, lo mío puede esperar.- dije con una sonrisa y era verdad, se notaba que mi madre estaba muy feliz, por algo que acababa de suceder, mi historia podría esperar...

 

@@Gabrielle Delacour@@Mahia Black

[Mahia Black]

No se esperaba eso. Hubiese anticipado un trato más arisco o quizás algo de desconfianza, ya que era la primera vez que cruzaban más que unas pocas palabras, pero… ¿Recibir amor de parte de las dos? Ciertamente la había descolocado. Esos comentarios habían estado fuera de sus planes, y no le desagradaban en lo absoluto.

 

Cruzó la mirada con la otra Black y se perdió en ella, casi atontada con el brillo que en sus orbes miel se proyectaba.

 

Era hermosa. Casi como una muñeca hecha a la perfección; los cabellos sueltos despeinados por el viento y las facciones finas que tanto le hacían perder el aliento estaban a pocos centímetros de ella, y si demoraban un poco más no tendría más opción que demostrarle cuánto la amaba. Se moría por abrazarla. Por rodear su cintura con una mano y depositar un sinfín de besos en todo su rostro.

 

En cambio, asintió con la cabeza al entender lo que decían sus ojos y contuvo la respiración al sentir el tierno beso que ella depositó en su mejilla antes de emprender su camino hacia el castillo. Se quedó parada allí, viendo las siluetas de las dos mujeres alejarse lentamente y decidió que dejaría pasar un poco de tiempo antes de caminar detrás de ellas, creando la distancia necesaria para que su conversación no llegase hasta sus oídos.

 

No tenía idea si Akiza había logrado captar las miradas y el ambiente entre las hermanas, pero de cualquier manera estaba claro que la chica sabía lo que hacía y al parecer había descubierto el secreto para ganarse a la Mortífaga Base en un santiamén. Era tan parecida a su madre…

 

Las vio entrar al comedor y siguió su camino hacia la cocina, esperando que Gabrielle pudiese hablar con su hija. Había visto su mirada al besarla. No iba a ser una conversación fácil de empezar, y sabía bien que la rubia no había tenido un tiempo de calidad con su primogénita desde hacía bastante, por lo que simplemente se dedicó a preparar la cena que les había prometido. Su mujer iría a buscarle cuando estuvieran listas; o al menos enviaría alguna señal que le alertara.

[Gabrielle Delacour]

Frunció sus labios y maldijo el que su hija no fuera primero, el tema le ponía más que nerviosa. Sí, Gabrielle nerviosa, aquella chica que, a pesar de ser un bloque de emociones desenfrenadas y a la vez tan fría y calculadora ahora estaba más que nerviosa jugando con el plato. Desvió la mirada por un momento y sus dedos dejaron caer la porcelana.

 

– M3rde.- murmuró y cerró los ojos, había dejado su varita en el cuarto por culpa de su hermana.– Perdón, bueno... Uno menos, no pasa nada si no se repara.

 

Se encogió de hombros y sonrió a su hija ¿Cómo comenzaba el tema? Era complicado, tener que hablar sobre cosas personales no era algo que a la matriarca le gustara mencionar, con trabajos hablaba con sus hijos con respecto a los ideales de la familia y las normas a seguir... pero cuestiones personales, Gabrielle prefería salir corriendo a dar explicaciones.

 

Dejó escapar un suspiro y comenzó a musitar solo vocales, vocales señores. Cerró los ojos, calló sus labios y contó hasta 3 mentalmente, al menos la embolia era solo verbal y no mental.

 

– Sé que no conoces a tu padre, desde que regresé solo le he visto una vez y... desapareció, como siempre.- puso los ojos en blanco y de nuevo miró a su hija.– Me hizo falta en el pasado, pero esto es el presente. Lo siento por no darte una "familia normal".

 

Bajó la mirada, era difícil ese tema, él. Todo con Frenger lo había sido, desde el comienzo. Pero eso no era tema que le interesara a su hija y como ella misma lo expuso, eso era el pasado.

 

Se acercó a una de las sillas y dejó caer su cuerpo en ella invitando con la mirada a Akiza a que se sentara cerca de ella. El comedor no era lo más "formal" para una plática de tal importancia pero ahí había decidido la mortífaga. Sujetó entre sus manos uno de los tenedores que había sobre la mesa, cubiertos de plata, se detuvo unos segundos contemplando aunque en realidad era tomar un poco de tranquilidad para poder hablar de ese tema y le regresó. Odiaba su pasado pero tenía que centrarse en el presente.

 

– Él siempre será tu padre y, en el momento en el que se decida a aparecer el ingrato lo primero que haré será presentártelo. Pero... quiero que sepas que tengo a alguien importante en mi vida, ya es parte de nuestras vidas... no como lo crees.

 

Sus labios dibujaron una sonrisa y la sombra de dolor que había en sus ojos miel había desaparecido; eso era lo que ella le provocaba. Pasó sus dedos por su cabello para quitar los mechones que caían sobre su costado izquierdo y clavó su mirada en su hija.

 

– Mahia... - mordió su labio inferior y trató de continuar las palabras sin que la sonrisa idi0ta interrumpiera sus palabras.– Ella, siempre ha sido parte de mi vida, como hermana y... como algo más. Sé que ella siempre estará para ti como lo ha estado para mi. No podré darte un padre normal, porque nunca lo ha sido pero sí una familia sólida.

 

No, en definitiva las palabras no eran lo de la Delacour ¿Cómo explicar a su hija que estaba enamorada de su hermana? La sangre llama, pero en este caso había llamado demasiado, demasiado cerca. Suspiró, hablaría sin rodeos y si ardía Troya que ardiera con ganas, a fin de cuentas estaba acostumbrada a apagar incendios.

 

– Mahia es mi pareja, Akiza.- su mirada se encontraba fija en la Tempestad y trató de continuar sus palabras.– Siento la necesidad e decírtelo, eres la única hija que me queda y te adoro. Solo deseaba presentarte, que supieras parte de mi mundo porque pues... eres mi hija.

 

Sonrió casi con inocencia y se encogió de hombros, estaba en lo cierto, era más que parte de su mundo; para la Black a diferencia de su familia, sus hijos le importaban de más. Les consentía... les frecuentaba, una madre totalmente rara a diferencia de los demás.

 

Gabrielle se levantó de su asiento al escuchar ruidos en la cocina, quería ver a hermana, presentarle como algo más que su "hermana", acomodó su vestido y clavó su mirada en su hija observándole curiosa, cualquier reacción le tomaría con precaución. Sonrió tímidamente e hizo una señal para que le siguiera.

 

– ¿Te parece si vamos a hacerle compañía a tu tía?

 

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Escuchaba atentamente las palabras de mi madre, algo dentro de mí se agitó muy fuerte, al oír "Mahia, es mi pareja Akiza", la manzana que iba a comerla ya que sentía un poco de hambre se me resbaló de mis manos, recordé también que mencionó lo de mi padre, sabía que él era una persona desconocida para mí, sin embargo me hubiera gustado conocerlo. Creo que después de tener ese sueño con esa noticia no creo que esperaba una buena reacción ¿o si?.

 

La quedé mirando embobada, tratando de analizar cada palabra que me acababa de decir, mi madre tenía una relación con su hermana, que en el mundo normal por así decirlo era "incesto", no era fácil poder digerir todo...me viré por un momento tratando de controlar cada sentimiento que me invadía en ese momento. Quizás no estaba lista para recibir tan semejante noticia. Sentía cómo dentro de mi, el corazón parecía explotar, cómo la temperatura de mi cuerpo quería subir bastante, haciendo que el color de mi rostro cambiara a uno rojo rubí "Cálmate Akiza, no puedes dar un show ahora" pensé respirando profundamente. Luego escuché las palabras de verla ya, que me viré rápidamente.

 

-No, no mamá espera.- dije entrecordamente.- Antes de verla, quiero saber con detalle, de cómo paso esto...si quieres que le acepte en mi vida cómo mi madre, necesito saber todo...cómo llegaron a tener esa relación que fue más de hermandad...quiero saberlo.- mirándola a los ojos tratando de que no salga ninguna lágrima de mis ojos, ya que si salían conocería un parte débil mía, y eso no quería demostrar, no en esos momentos, mi entrenamiento en ese mundo desconocido me sirvió, más ella no sabía nada, algo que quería contarle claro está pero en estos instantes más prioridad es la relación.

 

-¿Quién más sabe de la familia? No soy la última de enterarme de esto...verdad?- pregunté con un nudo en la garganta. Suspiré, sabía que me iba a decepcionar que si pasaba eso, esperé expectante, mientras oía ruidos, eso significaba que mi tía estaba a punto de entrar, apreté mis manos en contra del mesón más cercano, tratando de no romperlo, al menos quería escuchar la versión de ella, antes que entre, mientras trataba de calmar mi interior...

 

@@Gabrielle Delacour@@Mahia Black

[Gabrielle Delacour]

La Tempestad se quedó helada; no esperaba una reacción normal y coherente pero las palabras de su hija fueron un poco más "tranquilas" de lo que ella esperaba. Sus ojos miel se clavaron casi con miedo en los azules de su hija, esos malditos genes Black que su querido padre había olvidado pasarle a la Delacour.

 

– ¿Madre?- arqueó la ceja y sonrió atónita. – Bueno, no espero que le digas madre, solo que la aceptes en nuestra vida, como mi pareja. No remplaza a nadie.

 

Era más que cierto. Su hija tenía padre, uno desnaturalizado, uno ausente, uno que ni siquiera se preocupaba por aquella mujer a la que juró cuidar y se había entregado años atrás... nada. Pero la matriarca no tenía entre sus planes el ocupar el lugar de él, el remplazarle sin siquiera darle la noticia de su hija y su hija... tampoco tenía la culpa.

 

Y ahora el remontarse al comienzo. Gabrielle bajó la mirada ¿Por dónde empezaba? ¿Desde que llegó al castillo? ¿El jugueteo que siempre hubo entre ellas desde el instante en el que pisó el castillo o desde unos meses atrás? Se mordió el labio nerviosa y levantó la mirada, dejaría que la diarrea verbal hiciera lo suyo.

 

– No empezó, siempre existió algo entre ella y yo.- se encogió de hombros, era la verdad.– Jugueteos, roces, pero mi amor o mejor dicho obsesión por tu padre siempre fue más grande que el que le amé a ella. Ahora que soy un poco más estable, mentalmente hablando, puedo darme el lujo de amarla como se debe.

 

Los ojos de la Delacour se volvieron a clavar fijamente en su hija, el tema era delicado, lo sabía pero tenía que cuidar sus movimientos, si acaso vería que era mucho para ella pararía, primero sus hijos... Quería tomarle la mano, decirle que las cosas estarían mejor pero contuvo sus movimientos dejando su mano al borde de la mesa; titubeó unos segundos y, para evitar verse torpe, tomó uno de los tenedores para juguetar con él.

 

–Siempre nos gustamos, siempre hubo química. Somos hijas del mismo padre pero diferente madre y, si es bien sabido, el mantener la sangre pura conlleva ciertas responsabilidades.

 

Sonrió casi jugueteando, sabía que había algo de razón en el tema famiiliar. Sí se corre el riesgo de generaciones con algún defecto sanguíneo, Orión es claro ejemplo, pero es uno en un millón, no siempre sale un retraso en la familia, el linaje puro tiene sus desventajas.

 

– Y nadie... Nadie de la familia sabe. Sabe de nuestros coqueteos puesto que, siempre ha sido así, desde que papá nos presentó... Pero el ser pareja nadie lo sabe, Mahia... – miró su anillo de reojo y volvió la mirada a su hija. – Como quien dice acabamos de ser pareja. Le dije que si acaso queríamos externarlo que primero tenía que consultarlo contigo.

 

Bajó la mirada apenada; sí, primero los hijos, después los demás, siempre era el orden de la Black. Tenía que comprobar que su hija estaría bien bajo la decisión de su madre y después comprobar con el resto de la familia, cosa que le venía importando poco a la rubia.

 

– ¿Te parece? Como dije, no busco que le llames mamá, es tu tía, puedes llamarla como quieras... Solo busco que estés bien con eso.

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Saori Rambaldi Ragnarok]

Era un oscura noche y el viaje fue largo, había llegado a casa me sentí al extraña pues mis pensamientos me consumían en dudas o decepciones no se si les caería bien o mal, o tal vez les molestaría el echo de ser un demonio me deje convencer por mi pensamientos pero estar en frente de la gran puerta de el hermoso castillo me daba algo de nervios, no tenia mucha comunicación con mi madre. Golpeo suavemente la puerta, pero escucho que no ponían cuidado. *paso una fría brisa* ka noche era un poco espesa. Volví a golpear un poco mas fuerte, escuche unos pasos suaves pero duros que se acercaban, diciendo !QUIEN ES¡. *pase saliva* No supe que responder el silencio y los nervios me consumían, volvió a preguntar el elfo. !QUIEN ES¡... Dije suavemente pero un poco fuerte. - Soy yo paula - . al escucharme el elfo. me respondió rápida mente y abrió la puerta y me ayudo con mi poco equipaje miro de re ojo a mi al rededor y se hallaba solo. el elfo me dice- Pase señorita Su familia esta en la sala principal esperando- . Me tome las manos con un poco de nervios ya que no solía hablar mucho con ellos. camine lento y me mordí los labios un poco, vi una luz candente, escuchaba una pequeña discusión pero no tenia conocimiento de lo que había pasado mientras no estuve aquí, mi hermana no me había hablado mucho de la familia. Al ver que ya llegaba al destino mire * sonroja* veo a mi madre a mi tía y a mi hermana en una discusión de la cual no se. * tome aire * dije un poco fuerte - HOLA FAMILIA- * sonríe* termine el saludo caluroso y emocionado con una pequeña sonrisa. pero aun tenia curiosidad de saber que paso mientras yo no estuve aquí, mire a mi tía y a mi madre con cara de felicidad pero no sabia por que, me acerque un poco a saludar a mi madre pero la emoción me gano que corrí a abrazarla deprisa, sin pensar, hasta que..... por fin sentí ese calor que tanta falta me hacia falta, no quise ignorar al resto de mi familia vi la cara de mi tía algo feliz y tierna como siempre. así que tome iniciativa y hice un abrazo grupal y les dije.

 

 

-Hola madre te extrañe mucho, espero estés bien ha pasado mucho tiempo enserio madre * sonríe * .

 

Mama me respondió al igual al parecer mi tía hizo una cara rara ya que no me reconocía, nose pero me extraño esa pequeña actitud sera que mi madre no les había hablado de mi, se me hizo raro. volite mi cabeza un poco para ver a mi hermana pero su reacción también fue algo confusa al parecer no me reconocían o no se pero me sentí un poco mal al ver que mi familia no me reconocía o mama no les dijo que vendría muy pronto pero deje de lado mis sentimientos y le pregunte a mama.

 

-Madre por que estabas discutiendo, que paso mientras no estaba? acaso paso algo muy grabe DIME MADRE ¡ no me dejes con la intriga * seria * espero no sea nada malo que haya pasado espero sean buenas noticias.

 

Me quede esperando unos segundos mire a mama y mi tía y se miraron mutuamente con una sonrisa la cual se me hizo extraña, sentí la mirada de mi hermana.

 

- Perdón hermana por darte la espalda no era mi intencional solo la emoción discúlpame ¡ no quiero ser grosera contigo.

 

 

@@Gabrielle Delacour @@Akiza Ravenclaw H. Revenclaw H. @@Mahia Black

[Gabrielle Delacour]

Gabrielle estaba más que nerviosa ¿Quién no? Su hija tenía segundos, minutos, que para la matriarca eran eternidades al esperar una respuesta de ella. Aquel tema le carcomía, más siendo ella su única hija de... él. Del que había sido el amor de su vida, su trauma, su obsesión. Recargó su cuerpo en la pared y entrelazó sus dedos, misma pared que le dividía de su hermana. Bajó la mirada, estaba nerviosa.

 

Pero aquel ambiente tenso fue cortado por un remolino, aquel carácter tan espontáneo solo indicaba algo. La Delacour abrió los ojos asombrada, en definitiva, tenía sus mismas actitudes. Sonrió nerviosa y solo le quedó escucharle, alterada como ella sola.

 

– ¡Ey! - dijo sujetándola cuando su hija menor llegó a saludarla, acarició su mejilla y acomodó sus cabellos detrás de su oreja para verle mejor. – Tranquila cariño.

 

Le sostuvo de los hombros con ambas manos, queriendo contemplarla en cada rasgo, saboreando los segundos, al menos un momento de cortar aquella tensión había sido... ¿De provecho?

 

De inmediato giró su rostro hacia Akiza, tenía bastantes cosas ya que procesar y la más importante era el aceptar a Mahia como, bueno, Gabrielle nunca esperó que le llamara madre, pero sí que la quisiera como parte de sus vidas, deseaba más que nada que al menos fueran una familia dentro de lo que cabía en la palabra, en lo que el desnaturalizado se dignaba a aparecer y presentarlo como su padre.

 

Su mirada miel se centró en Paula, había hablado tanto que la Black no había encontrado si quiera el hilo de lo que estaba diciendo. Giro su rostro hacia la puerta de la cocina y no, su tía no estaba, Gabrielle lo sabía ¿Cómo perder el momento en el que la mujer de su vida entrara por la puerta?

– No es discusión hija...- mordió su labio inferior, bueno, si moría en ese momento moriría a manos de sus dos hijas.– Siéntate y escucha atenta. Akiza tiene la palabra, es tu hermana mayor, la única que tiene todo el derecho de hablar o discutir del tema puesto que... Bueno. Su padre es mi esposo, aún, eso creo... Ella y sólo ella puede tener opinión.

 

Estaba firme con su decisión y clavó su mirada en su primogénita. Le preocupaba, más que ahora su hermana le había interrumpido; se acercó a ella y volvió a sentarse en la silla cerca de ella para verle a los ojos. Sonrió al verle incluso en ese estado de... confusión.

 

– Eres de lo bueno que salió de Frenger y de mi...- acarició su mejilla y le observó deseosa.– Como aclaré, no espero que le digas madre, ni que ella llene el vacío que tu padre dejó... Solo que la aceptes en mi vida.

 

¿Y Paula? Estaba a medias, ella ni idea tenía de lo que las Black que tenía delante estaban hablando, o tramando, ella sí tenía la mente en blanco.

 

Suspiró, Gabrielle estaba al borde del quiebre con tanto drama. Apretó sus manos en puño y de nuevo sintió el anillo de Mahia; cerró los ojos y sonrió, su tranquilidad, su pequeño mundo donde las cosas solo fluían y era feliz, de nuevo la cordura había llegado a su mente y abrió los ojos dispuesta a dar una leve explicación a su recién llegada hija.

 

– @

 

Clavó la mirada en los orbes azules de su hija menor ¿En serio? ¿Azules? Y Gabrielle había sido la excluida de la familia, sus hermanos ¡Y sus hijas! Todos de ojos azules... y ella, bueno, los genes decidieron gastarle la broma a ella.

 

– Primero tengo que resolver las cosas con tu hermana, ya que ella me de su respuesta te contaré todo el... drama.

 

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

¿Qué sentía en esos momentos?

 

Mucha confusión, realmente ha pasado muchas cosas en poco tiempo que no lo esperaba. Suspiré un poco, sentí cómo el malestar de mi mente se iba calmando al escuchar todas las palabras de mi mamá con respecto a Mahia. No sabía que decir o que opinar, veía en el brillo de ella al hablar de mi tía, en este caso. Recordé en el desayuno que se miraban de una forma peculiar que lo interpreté como mirada de hermanas...suspiré una vez más, no entendía cómo lograron a tener tanta química. Di un leve golpe en la mesa, sin embargo no medí la fuerza por ende se rompió un poco el mesón donde estaba mi mano. Me asusté hace mucho tiempo que no tenía esa "fuerza" y ahora apareció latente, quizás por tantas emociones en poco tiempo.-Perdón...no quería hacerlo.- me disculpé respirando un poco más calmada.

 

Iba a decir algo más, sin embargo por algo que apareció de la nada, que me hice para atrás inmediatamente. Apareció una persona en mitad de nosotras, no la reconocí sin embargo le dijo "madre" a mamá que me sorprendió ¿Tenía una hermana?. Las sorpresas que para ese día si eran increíbles. Luego mamá comenzó hablar nuevamente. Suspire una vez más negué con la cabeza. Me senté ya que sentía que todo daba vueltas en mi interior, y no quería hacer una escena de desmayarme o algo por el estilo, no me sentía adecuada para tener tantas emociones en poco tiempo.

 

-No pensé que ya tenía una hermana...no me lo dijiste...y sobre Mahia...no sé que pensar la verdad, es algo muy complicado para poder decir ahora algo interesante, sólo se que te quiero mucho a ti, que me has ayudado en muchas ocasiones...solo dime algo más ¿eres feliz?- pregunté mirandola a los ojos para que me pueda contestar esa simple pregunta, y eso determinaría si es que es algo que lo pueda aceptar, luego miré a mi hermanita que estaba en el sitio sin decir ni una palabra al menos hasta que yo diga algo. Miré que también tenía los ojos azules, era algo muy novedoso, tenía entendido que era de mi abuelo, si no mal recuerdo. Sonreí internamente, me estiré.

 

-Lo siento, mi nombre es Akiza Black Ivashkov...y ¿cual es tu nombre?, es una gran sorpresa tener una pequeña hermana- pregunté un poco curiosa.- No me levanto porque si lo hago creo que haré una pequeña escena y por el momento no quisiera hacerlo.- comenté con una sonrisa en mi rostro, sentía que por un momento mi corazón se controlaba y de pronto se descontrolaba, así que prefería estar en esa posición hasta controlarme físicamente.

 

@@Gabrielle Delacour@

Editado 17 de Abril del 2017 por Akiza Ravenclaw H.