~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)

[Luna Gryffindor Delacour]

Una pequeña sonrisa sin vida es todo lo que puede darle a Catherine y a Pakami, ella quisiera agradecer que al fin alguien de la orden se digno a venir alli, se pregunta si siempre estaran solo los familiares del difunto y amigos cercanos nomas o si por el contrario deberia de haber mas gente alli, sabe que su papa dio su vida por sus ideales y por la Orden y ¿como le habian pagado? No viniendo a despedirlo algo del todo extraño por demas y algo en lo que todavia no queria pensar mucho, porque intuye que solo los mas cercanos estaran hoy aqui para despedir a papa, el mejor mago de su tiempo y capaz de transformar lagrimas en sonrisas y adversidad en oportuidades, dos cosas que desearia haber aprendido a hacer tiempo atras.

 

Intenta no pensar en lo que vendra despues, no sabe si aguantara que lo quemen, tampoco sabe que quiere hacer ahora y deja al tiempo descubrirlo, nadie pide que ya mismo se recupere y salga a flote, presiente que todo le llevara tiempo y tampoco asimila que Elvis nunca mas la ayudara en nada, no quiere pensarlo, porque hacerlo seria aceptar que se fue y la bruja no se siente con animos de poder asimilarlo en esos momentos.

 

¿Que se siente el no sentir nada? Mi corazon parecia estar ametrallado con las balas de su ausencia, balas que parecian que me habian perforado el animo y las ganas de sonreir y me habian quitado la razon de seguir adelante, no entendia porque siempre perdia a quien mas queria, ¿acaso alguien se ensañaba en hacerme sufrir una y otra vez? Me dije que quizas fuera que la desgracia tarde o temprano me encontraba como una vieja amiga, para que no me olvidara de cuanto dolia perder a una de las personas que mas queria en la vida, porque las otras dos estaban aqui a mi lado y casi tanto o mas destrozados que yo.

 

Mire a mi mama y a mi hermanito, preguntandome ¿como hariamos todos para superar esto? No podia creer lo que estabamos pasando y una parte mia esperaba que papa volviera de donde fuera que estaba, cosa que intuia que no pasaria por nada del mundo, pero como dicen soñar no cuesta nada y desee que el estuviera aqui conmigo y no haber llegado tan tarde para salvarlo y no haber hecho nada iba a ser algo que me perseguiria todos los dias de mi vida apartir de ahora.

 

 

Suspira y agradece de nuevo que Mael sacara la marca del cielo, se pregunta que tan bien se llevaran y si podran llegar a una tregua o algo asi, al fin y al cabo serian familia y era algo asi como su sobrino o primo, asi que tendria que hacer el efuerzo, aunque las palabras de su amigo el parraco, Rory, vuelan a su mente y tiene miedo, miedo de que el tenga razon y ella sea tan ilusa e indefensa de creer que Mael querria una tregua con ella, trague saliva con nerviosismo y suspire, recordando que habia prometido llevarse bien con el y que lo intentaria, aunque ni tacto tuviera el pobre chico, al fin y al cabo, habia que querer a la familia ¿o no?.

Editado 18 de Febrero del 2021 por Luna Gryffindor Delacour

[Mica Gryffindor]

Reconoció enseguida la voz de Mael a sus espaldas. En parte fue un alivio, aunque el tono en sus palabras era algo brusco. Él la quiso incentivar a acercarse, sin embargo, ella prefería despedirse desde donde se hallaba. Presenciar la ceremonia y ya ¿cuál era el inconveniente?

Sintió su mano en su hombro, era el gesto más cálido que había recibido de aquel joven. Aunque no sabía si calidez era la palabra correcta para definirlo. Si bien sus pies no querían avanzar, tampoco tenía fuerza para evitarlo. Se dejó de a poco llevar por aquella delicada fuerza que la empujaba de a poco, tal vez sí quería despedirse por última vez.

Finalmente, se resignó y comenzó a avanzar más allá del empuje. Antes de darse cuenta, había cruzado el semicírculo y se encontraba de frente al féretro de su mellizo, el cual estaba ahora sobre una pira que, pronto, sería encendida. Sin mirar a nadie más que a lo poco que quedaba de Elvis se acercó.

Si bien no podía frenar las lágrimas, estaba más tranquila esta vez. Empezaba a comprender que allí se iba quien era una parte demasiado importante de su vida y que, probablemente, se iría con él toda sensación de pertenencia. Si bien varios miembros de su familia estaban allí, sentía que la misma se estaba desarmando de a poco y tenía mucho miedo de que terminara de hacerlo cuando el Auror fuese solo cenizas.

Una vez cerca del cajón, dio un beso en la frente a su hermano. -Hasta siempre, hermano- susurró, sintiendo otra vez la sensación de vacío en su pecho. Se alejó un poco y tomó su varita. Llevaba demasiado tiempo sin siquiera recordar cómo se utilizaba. Pero esta vez no la usaría para atacar a nadie.

-Expecto Patronum- murmuró, haciendo que hilos de plata que salieron de la punta formasen su patronus, el cual era hasta hace poco una grácil leona, pero que ahora había mutado. El buho plateado extendió sus alas, voló sobre el lecho final de Elvis para luego elevarse y volar hacia el cielo.

“Hasta siempre, hermano” repitió, solo entonces volteando para alejarse nuevamente a contemplar la ceremonia en soledad.

[Arabella Gryffindor]

Annick fue quien me indico que mi prima Sophia había mandado llamar a Mica, asentí, mientras acariciaba la pequeña cabeza de Elros, el hijo de ella y mi primo aquel pequeño era un pedacito de Elvis, esperada y deseaba que eso fuera suficiente para Annick, no pude evitar apartarle el cabello de la frente y darle un suave beso.

 

Dos figuras que habían aparecido un poco alejadas de donde nos encontrábamos llamaron mi atención, no podía creer lo que mis ojos veían, me acerque rápidamente hacia él, y sin poder evitarlo lo abracé y atraje su cabeza a mi pecho para besar su frente y cabellos, algo difícil, ya que no era más el joven muchacho que recordaba sino un hombre hecho y derecho.

 

-Hijo, me alegra que hayas podido venir- me separe de él y mire a la mujer que lo acompañaba- me alegro que ambos hayan venido -alargue mi mano y la apoye sobre el antebrazo de ella mientras le daba un suave apretón.

 

Los arrastre unos metros para que tomaran sus lugares junto a la familia donde tenían que estar, y recién en ese momento, tome cuenta del aspecto andrajoso y malsano de mi hijo, reprimí mi lengua, no era el lugar, ni el momento, ya tendría tiempo para hablar sobre su aspecto y prepararle unos ricos platos para devolverle el color a sus mejillas y algo de carne a su cuerpo.

 

Estaba por volver junto a Annick, Sophia y Luna cuando mi mirada se cruzó con la de Mica, al fin había llegado, ahora si podíamos empezar. Mientras me acercaba pude darme cuenta que se encontraba junto a un joven, uno que no podía decir que reconociera, instintivamente fruncí el ceño, ese hombre no me daba buena vibra, algo en él era demasiado oscuro, casi siniestro.

 

Pude ver como ella caminaba hacia el féretro, se inclinaba y con sus labios rozaba la frente de mi primo, luego de lo cual alzaba su varita y conjuraba un patronus, me sorprendió ver que no era la leona plateada que conocía, sino un hermoso búho. Comenzó a alejarse, por lo cual apure el paso para alcanzarla, al llegar junto a ella la tome del brazo.

 

- Mica, que bueno que llegaste- la rodeé con mis brazos, algo que ella no respondió- ha llegado el momento de decirle adiós, te necesito junto al resto de la familia, y amigos- dije desviando mis ojos hacia el hombre durante un momento- ven vamos con Annick y el resto- tuve que tirar de ella un par de veces para que comenzara a caminar.

 

Todos aquellos que habían decidido participar de la ceremonia, se encontraban detrás de mí formando un semicírculo, y el féretro de Elvis se encontraba frente a mí en una enorme estructura de madera, deje que todo el aire abandonara mis pulmones, y eleve una silenciosa plegaria, rogando a los dioses tener la fuerza necesaria para poder llevar adelante esta ceremonia, esta despedida, que desgarraba mi alma en más pedazos, ya casi nada quedaba de ella, ya casi desaparecía.

 

Me acerque a la estructura donde se encontraba mi primo, no pude reprimir un sollozo al verlo allí, tan quieto y carente de vida, su rostro había vuelto a ser más parecido al joven despreocupado y alegre que hacía tantos años atrás me había buscado y me abra arrastrado hasta aquí para levantar nuestro hogar, idéntico a aquel que siendo niños había sido destruido.

 

Las arrugas de su hermoso rostro habían desapareció, así como también aquella oscura sombra que la ultimas veces que nos habíamos visto pude detectar. Parecía dormido, un rebelde mechón de cabello rozaba su blanca frente, me dedique un minuto a acomodárselo, mientras una sonrisa se colaba por mi rostro todavía inundado por las lágrimas. Sería la última vez que haría algo así, sin poder evitarlos me incline y deposite un beso allí donde hacía nada había apartado sus cabellos.

 

- Beannachd le athair, bràthair, co-ogha, cèile. Beannachd le solas, teas, sìth agus gràdh.(1) – Dije en nuestra lengua natal- perdón por alejarme cuando más me necesitabas, perdón por no estar aquí para ti, como tú estuviste tantas veces para mí- acaricie su mejilla antes de darme vuelta y volver a donde se encontraba el resto de la familia y aquellos que habían ido a despedirlo.

 

“A Dhia ar sinnsearan, tha sinn an seo gus beannachd a leigeil le ar fear gaoil, ar gaisgeach, ar patriarch. Thig thugainn, thig fàilte air a-steach don rìoghachd aige.(2)- alce mis brazos y mi rostro hacia el cielo mientras entonaba aquel cantico tan antiguo como el hombre, pude ver que la marca tenebrosa se había disipado y oscuras nubes se concentraban sobre nosotros.- Elvis Gryffindor, hijo, hermano, esposo y padre, sangre de nuestra sangre, guerrero, protector y patriarca, los aquí presentes nos hemos congregado para decirte adiós- mientras decía las últimas palabras, tomada la varita que tenía en uno de los bolsillos de mi túnica- antepasados, vengan a recibir a su hijo, vengan a tomarlo de la mano y ayudarlo a cruzar, sean su guía, sean su luz- con una suave floritura y un conjuro susurrado en gaélico, la pira funerario comenzó a prenderse fuego.

 

- Este es el momento final- dije dándome vuelta y mirado a mi familia- es momento del ultimo adiós- fije mis ojos primero en Annick- despídanse de la forma que crean conveniente, no es necesario decir o hacer algo, simplemente déjenlo ir, no lo aten aquí, dejen que su alma sea libre.

 

Me hice a un costado para permitirles acercarse a la pira, las llamas ahora envolvían el féretro, elevándose hacia el cielo, pero sabía que había tiempo suficiente para que todo el que quisiera presentara sus respetos.

 

(1) Adiós padre, hermano, primo, esposo. Adiós luz, calor, paz y amor.

 

(2) Dioses de nuestros ancestros, estamos aquí para despedir a nuestro ser amado, a nuestro guerrero, a nuestro patriarca. Vengan a nosotros, vengan a darle la bienvenida en su reino.

Editado 19 de Febrero del 2021 por Arabella Gryffindor

[natasha evans malfoy]

Había pasado mucho tiempo desde que no volvía a casa. No sabía con qué ni con quién me encontraría al llegar.

¿Qué dirían mi padre Elvis y mi madre Annick cuando me vieran llegar? ¿Estarían enojados por mi partida repentina y por no ponerme en contacto con ellos?- iba pensando mientras me acercaba a la gran verja arrastrando mi valija.

- Espero que, si están enojados, al conocerte cambien de opinión- decía suavemente mientras acariciaba mi vientre-. Dentro de unas semanas, cuando nazcas, conocerás a toda la familia. Mi querida Neftalí, serás una niña muy especial y muy querida.

Subí mi mirada al cielo con nostalgia y vislumbré una figura verde que se evaporaba como el humo de un fuego artificial.

Apresuré mis pasos. Algo no andaba bien, lo sentía en mi pecho. Al llegar a los jardines vi un grupo de personas alrededor de lo que parecía ser un féretro. ¿Quién sería? Continué mirando al grupo para ver si reconocía a alguien (aunque había pasado mucho tiempo y tal vez no reconocería a nadie). A medida que me acercaba, las figuras eran más nítidas.No estaba tan lejos del grupo cuando logré reconocer a alguien: a Annick, mi madre.

¿Quién era el que estaba dentro del ataud? ¿Por qué mi madre estaba tan triste?- Me preguntaba mientras seguía caminando hacia ella. Mi corazón comenzó a oprimirse. No podía ser, no podía ser él. Quería apresurarme a llegar pero mis pasos eran cada vez más pesados y el dolor en mi pecho iba creciendo a medida que confirmaba que el cuerpo que yacía en aquel féretro era el de mi padre Elvis.

De repente me quedé inmovil, no podía seguir. El dolor era muy grande. Desde mis adentros una suave voz me decía: "Cálmate mamita, yo estoy aquí contigo". Sin pensarlo volví a acariciar mi panza con suavidad.

-¡¡¡¡NOOO!!!! MI PADRE, NO!!!!- Salió un grito desgarrador desde lo más profundo de mi ser, caí de rodillas en el pasto y me desvanecí...

[Luna Gryffindor Delacour]

Las palabras de mi tía Bella se mezclaron en mi cabeza, ¿dejarlo ir? ¿acaso ella entendía lo que me pedía? "no lo aten aquí, dejen que su alma sea libre" negué con la cabeza dolida, ¿Cómo me pedía algo como eso? si hacía menos de unas horas atrás él estaba conmigo tomando café y té, ¿por que tenía que dejarlo ir? suspiré intentando calmarme, ella tenía razón, debía dejarlo ir porque era la ley de la vida y no podía atarlo aquí, aunque él siempre estaría conmigo, pensé que decirle, las palabras y los sentimientos se arremolinaron en mi cabeza sin entender del todo que quería decirle, este era el momento final, ya no quedaba más tiempo así que aproveché para decirle aquello que nunca le había dicho, pero que sabía que Elvis intuyo siempre.


- Gracias por aceptarme en tu familia, por quererme, enseñarme, amarme, por hacerme formar parte y por nunca dejarme atrás, por estar cuando estaba mal y por celebrar cuando me iba bien, por aconsejarme y ser el mejor papá de todos, por enseñarme a pelear por lo que quiero, por consolarme cuando estaba triste y por buscar soluciones a mis problemas siempre, por esos abrazos que solían reiniciarme más de lo que te decía siempre y por sobre todas las cosas, gracias por enseñarme a pelear por mis ideas, por enseñarme que el amor todo lo vence y que nunca debo de darme por vencida, para todos eras un referente e incluso un mago a seguir, para mí simplemente eras mi papá, no eras ni el funcionario del ministerio ni si quieras eras un fenixiano, solo eras mi papá a quien quería, respetaba y amaba demasiado y no importa que pase, nunca te olvidaré y te prometo que cuidaré a todos aquí y que seré una buena persona, al fin y al cabo, eso fue lo que siempre me inculcaste, te admiro y te adoro, gracias por darle a esa pequeña niña un hogar y por siempre haber estado pendiente de mí, prometo honrarte y adorarte siempre, siempre estarás en mi corazón, porque los que nos aman nunca nos dejan y permanecen en nuestra vida ¿sabías? así que siempre estarás ahí, te adoro pa, vuela alto a la nube más alta y no te preocupes, yo cuidaré al resto, gracias por todo Elvis y perdón por haberte dejado morir - Dije de carrerilla viendo como la pira furenaría ya estaba quemándolo y aguantándome las ganas de llorar -


No dije más nada y me quedé allí viéndolo partir sin saber que mas hacer, esperé que el resto se despidiera de él y me tragué las lagrimas intentando ser fuerte, pero la realidad era que no podía pensar en nada más, no había forma de que quisiera dejarlo ir, pero la tía había sido clara, así que juntando fuerzas de donde no tenía lo solté para que no se quedará aquí, dejé que se fuera libre a donde tuviera que ir, me restregué los ojos sintiéndome triste y desecha, ¿Qué haría ahora sin él? ¿Cómo continuaba mi vida así? si para mi era difícil no podía ni imaginar el dolor que mi mamá tendría, quise reconfortarlos a todos, así que sin decirles nada, toque con mi varita el tocadiscos y dejé que la canción los consolará y aliviará, al fin y al cabo, no había forma de que no pegará con papá ambas canciones que había elegido para honrarlo.

1) Bruce Sptingsteen- Sad Eyes.

https://youtu.be/s5wxTdB79Ts

2) Frank Sinatra-A mi manera.

https://youtu.be/HItCecYk_fs

Dejé que ambas canciones nos envolvieran y nos calmarán, las dos eran para él y esperaba que le llegará de alguna manera, aún conservaba la esperanza de que papá nunca nos olvidará y se sintiera orgulloso de nosotros, me preguntaba si habría otra vida después de esta vida y si iría al cielo o quizas hasta re-encarnaría, porque si la vampiresa aún creía en la reencarnación solo que nunca se lo diría a nadie, era una forma de pensar que todos nos volveríamos a encontrar en otras vidas y con otros cuerpos, así que rogué que papá re-encarnará en alguien cercano y me dije que si no pasaba, al menos, me gustaría creer que él estaría siempre cerca cuidándome desde el cielo y me prometí nunca olvidarlo y siempre honrarlo lo mejor que pudiera.



Aún había cosas que ordenar pero por ahora solo me dedicaría a decirle adiós, las canciones que había elegido aún seguían sonando y me reconfortaban mucho, no quise preguntar si querían otra canción o no y simplemente las elegí porque nada me recordaba a papá más que esa música, me pregunté si preferirían algo celta y si les había roto la idea que tenían del funeral, me dije que podría haber elegido cualquiera pero elegí ambas porque quería despedirlo con alegría y nada era más alegré que Frank Sinatra y mi querido Bruce Springsteen, canciones que nunca pensé que tendría que dedicarle pero que esperaba que le gustarán donde quiera que esté.


- Lo siento Tía Bella... quizas querías música celta o otro tipo de música… yo solo quise honrarlo de esa manera, en serio perdón, fue mi tributo a papá y debí de haber consultado pero solo quise ayudar de alguna manera, además quería que fuera algo alegré, no quería que fuera algo para llorar y pues me salió así, lo siento, pueden cambiarlo si quieren - Le dije a Arabella pensando que quizas había arruinado su idea del funeral, pero feliz en un punto por despedirlo como quisiera -


No volví a hablar y esperé a que las canciones y papá se quemarán en el aire en algún momento, la pira funeraria estaba delante mío, en el semi-circulo en el que estábamos todos y esta vez mantuve los ojos abiertos a la espera de que sucediera lo que suponía que pasaría, no quise decir más nada, tan solo me quedé quieta viendo como la vida se me iba con esas canciones y el extraño ritual que iba a presenciar en breve, solo esperaba que papá pudiera descansar en paz y que ya nada le doliera y que estuviera feliz por todos nosotros, me dije que honraría su memoria, jamás lo olvidaría y que llevaría sus enseñanzas a donde quiera que vaya, además de que lo adoraría y lo recordaría por siempre, porque quienes nos aman nunca nos abandonan y si lo recuerdo él estará conmigo siempre, sin importar en que plano esté en estos momentos, su amor por todos nosotros jamás se evaporará con el tiempo ni en el aire y él siempre estará en nuestros corazones y pensamientos.

Editado 21 de Febrero del 2021 por Luna Gryffindor Delacour

[Annick McKinnon]

«La muerte es más dura asumirla que padecerla». Esa frase nunca antes había sido tan significativa para Annick como en ese momento, ni siquiera luego de ser plenamente consciente de la muerte de sus padres y hermano. Perder a Elvis representaba un dolor que no tenía comparación, porque había visualizado toda su vida junto a él desde el día en que se habían casado. Sin embargo esa vida se había derrumbado de un momento a otro, y eso la hacía sentir vacía, despojada, e inmersa en una oscuridad de la que no podría salir.

 

Con el corazón apesadumbrado, tanto ella como el pequeño Elros se unieron al semicírculo que se formó detrás de Arabella para comenzar la ceremonia. A pesar de no comprender la lengua natal de la escocesa, el hermoso cántico con el que dio inicio fue una especie de bálsamo que aligeró un poco la opresión que sentía en el pecho.

 

«Déjenlo ir, no lo aten aquí, dejen que su alma sea libre».

 

Esas palabras fueron como afiladas espinas para la pelirroja. Su mente las entendía, pero no su corazón. No era sencillo dejar ir a quien creyó que sería su compañero hasta que la vejez los alcanzara, mucho menos teniendo un hijo tan pequeño... Un par de gruesas lágrimas brotaron de sus ojos, pero asintió.

 

Luna fue la primera en despedirse e hizo sonar una canción. Aunque la fenixiana se disculpó por su selección, Annick sabía que nadie de la familia se atrevería a cambiar las melodías, porque cada uno diría adiós como su corazón lo indicara. Mientras la música se reproducía, un grito desgarrador atrajo la atención de la pelirroja. Al instante identificó las notas de dolor que impregnaban aquella expresión. Miró atrás y logró reconocer a Natasha justo antes de que cayera desmayada. Annick hizo una seña a los demás para indicar que ella se encargaría. Se acercó a su hija y lo primero que notó fue su vientre.

 

―Enervate ―murmuró apuntando la varita hacia la castaña, quien comenzó a reaccionar casi de inmediato―. Natasha, ¿estás bien? Lamento que hayas llegado en este momento. Pero aunque sea triste, llegas justo a tiempo para despedirte de tu padre ―no había tiempo para explicar lo que había ocurrido; además, ni siquiera Annick lo entendía. Quizá en próximos días se pondrían al tanto. Por eso simplemente le tendió la mano para ayudarla a levantarse y la condujo hacia el semicírculo, donde comenzaba a alcanzarlos la calidez del fuego que ardía en la pira.

 

Cuando terminó la segunda canción que había elegido Luna, hubo un momento de silencio en el que solo se escuchó el crepitar de las llamas. Arabella había dicho que no era necesario decir o hacer algo; que cada uno podía despedirse como deseara.

 

Annick respiró profundo, tomó la mano del pequeño Elros y comenzó a entonar una triste canción; primero como un susurro, hasta que poco a poco aumentó el volumen de su voz:

 

Where are you this moment?

Only in my dreams.

You're missing, but you're always

A heartbeat from me.

I'm lost now without you,

I don't know where you are.

I keep watch.ing, I keep hoping,

But time keeps us apart.

Is there a way I can find you?

Is there a sign I should know?

Is there a road I could follow

To bring you back home?

Winter lies before me

Now you're so far away.

In the darkness of my dreaming

The light of you will stay.

If I could be close beside you,

If I could be where you are,

If I could reach out and touch you

And bring you back home.

Is there a way I can find you?

Is there a sign I should know?

Is there a road I can follow

To bring you back home to me?

 

Con la última palabra cerró los ojos y un par de lágrimas rodaron por sus mejillas. Mantuvo los ojos cerrados y pudo visualizar a Elvis sonriéndole antes de besarla el día que se casaron. Con esa imagen en mente, levantó la varita y murmuró:

 

―Expecto patronum ―surgió un águila real de color plateado que extendió las largas alas y las batió para emprender el vuelo; pero no remontó hacia el cielo. El ave voló hacia la pira y atravesó las llamas en dirección al ataúd. No salió del fuego, porque Annick la había enviado a posarse sobre el pecho de Elvis como un símbolo de que una parte de ella moría con él. Después de todo, «a menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd».

 

Durante un breve momento el fuego se intensificó, como si el patronus también hubiera comenzado a arder. Aún con la varita en mano, la pelirroja se colocó en cuclillas detrás del más pequeño de sus hijos, lo rodeó con ambos brazos y posó su mejilla junto a la de él mientras ambos observaban la pira.

 

―Lloramos debido a que nos es difícil comprender por qué alguien como tú pudo ser tocado por la muerte, y nos negamos a aceptar que ya no estarás a nuestro lado ―su rostro aún estaba junto al de Elros, pero mantenía la mirada fija en el fuego―. Pero eres libre. Vuela. Vuela como lo hiciste en vida, y regresa al lugar de donde proviniste…

 

https://www.youtube.com/watch?v=OVxfVKBzO5A

[Mica Gryffindor]

Agatha

Arabella pareció reaccionar a mis palabras, sin embargo, era obvio que no era bienvenida en el sitio. Mientras miraba alrededor a la vez que la bruja, noté que Mica no estaba allí. Alguien respondió que habían ya llamado a la Gryffindor por medio de un Patronus, luego de ello, decidí apartarme. Sin dudas no sería el mejor momento para reencontrarme con ella.

Di un paso hacia el cajón en que Elvis descansaba, no me acerqué más, por respeto a la familia. Desde allí, hice una leve reverencia al admirado Auror. Luego de ello, emprendí mi camino de regreso por donde había venido. Ya habría tiempo de buscar a Mica y poder saber de ella, por el momento debía concederle el tiempo que necesitaba con su familia.

Una vez en las calles, desaparecí, ya pensando en no regresar a esa mansión, con la consciencia limpia de haberme despedido como correspondía de quien me había odiado más que nadie.

Mica

Antes de que pudiera alejarse lo suficiente, Arabella la alcanzó e intentó que se uniera al resto del grupo, tal vez con la intención de alejarla de su “socio”. Apenas percibió sus palabras entre tanta confusión ¿necesitarla? ¿para qué? Ya estaba allí y era demasiado. Se dejó llevar hacia donde estaban los demás, pero sin intención de quedarse allí, sino solo para darle el gusto a su prima, quien en breves estaría a cargo de la ceremonia.

No creía poder contemplar lo que seguía de frente así que, apenas su prima le dio la espalda, aprovechó para escabullirse y alejarse nuevamente del grupo. No tenía fuerzas para mantenerse de pie observando todo lo que estaba por venir.

Recorrió los jardines hasta encontrar un árbol en que podría recargarse sin problemas. Y allí se quedó. Podía ver lo que pasaba y, entre el silencio reinante oía la voz de su prima sin problemas. Aunque por momentos prefería no prestar atención a sus palabras, no sabía realmente cuánto dolor podría resistir, pero allí estaba. Resistiendo o, simplemente, existiendo, ya no sabía.

Su atención fue atraída por los gritos de una recién llegada a la que no desconocía. Tras gritar simplemente se desmayó frente a todos. Fue Annick la que se puso en camino a ayudarla, indicando que se haría cargo.

La atención de la Gryffindor no dejó por completo la escena ¿acaso tan alejada estaba de su familia que no lograba reconocer a tantos de los presentes? Fijó su mirada en Shelle también, ¿quién era esa bruja? Y luego miró a Mael ¿era parte de la familia? Todo era demasiado confuso, comprendió que se había perdido demasiadas cosas estando fuera y que la familia que había en sus recuerdos estaba terminando de desmembrarse al tiempo que despedían al único que mantenía esa unión.

Se secó las lágrimas, más por costumbre que por intentar tener su rostro despejado, pues un nuevo par cruzó sus mejillas. Se sentía aliviada de haber podido hacer su despedida, pero no se atrevía a nada más.

[Luna Gryffindor Delacour]

Observé como mamá iba hacía Natasha, quien estaba embarazada y la re-animaba, no le dije pero le agradecí internamente que ella se ocupará de eso, porque en esos momentos no tenía cabeza para hacerlo y su mente estaba en blanco, como si una parte de la pelirroja se fuera con él en esa pira funeraria que parecía ascender con el fuego más alto que había visto en su vida, las notas de la canción elegida esta vez por Annick le dieron la paz que necesitaba para simplemente calmarse, no sabía si lo supiera o no, pero tanto Elros como su mamá eran lo único que la anclaban al suelo y le daban un sentido del porque quedarse en su casa.

 

La canción que ella entono justo a mi lado me dio la fuerza necesaria para seguir adelante, no sabía que era lo que le había dado un sentido a todo, no supo si fue ella cantando junto con su hermanito o si fue la aparición y la desolación en el rostro de Natasha por enterarse de que papá había muerto, no supo si fue el verla embarazada y el sentir que tenía que protegerla de alguna manera, jamás lo sabrá a ciencia cierta, pero justo en ese momento, cuando el patronus de Annick se fundió en donde papá estaba, sintió que tenía que proteger a todos y que lo haría con su vida, además de sentir que tenía un rumbo y un sentido su vida, porque jamás permitiría que nadie más se fuera de su lado, así tuviera que pelear con uñas y dientes para que eso no pasará nunca.

 

 

- Hola Nathasa, siento que llegues en este momento, Lunita Gryffindor, creo que no nos conocemos o al menos, no te recuerdo tanto, lamento que llegues cuando la vida se me va, pero quiero que seas bienvenida y apesar de que papá ya no esté más, esta es tu casa y puedes quedarte el tiempo que quieras, bienvenida a la familia de vuelta - Le dije con mi voz rota, intentando sonriendole y darle la bienvenida a la familia -

 

Me dije que su llegada era un bálsamo a mi dolor, ella estaba embarazada así que tendríamos algo por lo que luchar y pelear, teníamos que darle un futuro mejor a su hija o hijo, además de que me juré protegerla como pudiera, solo en ese momento cuando la tuve a mi lado junto con mamá me sentí completa, no supe si fue ella o el patronus de su mamá que se perdió en el fuego justo donde estaba Elvis siendo chamuscado, así que suspiro diciéndose que tenía que hacer lo mismo, pensó en un recuerdo feliz y simplemente hizo lo único que podía hacer en ese momento.

 

- Expecto Patronum - Un perro San Bernardo gigante, salió ladrando de dolor directo hacía el ataúd de Elvis y se poso justo en su corazón, igual que había hecho el patronus de Annick momentos antes -

No se lo dijo a nadie pero el recuerdo elegido había sido el del primer día en que Elvis y Annick la habían recibido en su familia, cuando la ayudaron a superar su miedo inicial y la hicieron sentir en casa, cuando la abrazaron y le hablaron tanto para que no se asustará y la hicieron sentir querida por primera vez en su vida después de su difunto padre, Jasper, no había querido elegir otro recuerdo porque no se sentía en pos de pensar en otro y porque ese recuerdo era el más feliz que tenía, junto a todos los que había pasado al lado de sus papás por supuesto de ese momento en adelante, porque nada la había hecho más feliz que tener a sus papás con ella, algo que no volvería a tener, pero que recordaría con alegría y felicidad, porque había vivido muy querida y amada y eso no se olvidaba por más que Elvis ya no estuviera más a su lado y sintiera que una parte de ella se había ido en ese patronus con él.

[Helene Eloise Bellerose]

Parecía que la ultima vez que había cruzado las puertas de ese castillo era otra persona completamente diferente. La primera vez que Kassandra consideró ese lugar su hogar se había sentido tan feliz, tan dichosa y protegida... Ahí había recibido el amor de una familia, el amor de un padre incondicional, ¡de hermanos! de una madre amorosa... se había enamorado, había formado una familia y ahora...

 

No había estado segura hasta el último momento sobre si quería volver y enfrentar esa situación tan dolorosa. Seguía teniendo un sabor de boca tan amargo y el corazón aún se sentía muy pesado. Había dudado hasta el último minuto, no quería verlo ahí inerte en un cajón, no quería enfrentarse a la oscura realidad. El dolor de Annick, el dolor de Luna, eso solamente iba a hacer la situación tan real y tan indescriptiblemente difícil que había pensado que lo mejor era irse de vuelta a esa burbuja de felicidad que había construido con Groter tan lejos de allí y huir como una cobarde de sus sentimientos. Pero su padre no se merecía eso y el sentido del deber y gratitud que le invadían le habían obligado a presentarse allí y darle sus últimos respetos, muy a su pesar.

 

Pasó inadvertida entre todos los dolientes, desconocía a la gran mayoría en realidad. No quería socializar, no quería responder preguntas sobre qué hacía allí o dónde había estado. Ya se sentía suficientemente mortificada por si misma al haberse ido todos esos años y no haber podido compartir con su familia unos días más. A pesar de todo, sabía que debía estar allí para Luna, para Annick.

 

Observó desde lejos a todos y cada uno acercarse al cajón y despedirse. Vio caras nuevas, vio caras que creyó no volver a ver jamás. Esperó que todos y cada uno rindieran su tributo especial y al final, muy al final cuando ya creyó que todos tuvieron su momento, se animó finalmente a enfrentar la situación.

 

Weasley se acercó despacio, agarrando con fuerza las dalias blancas que llevaba en las manos. Su tez pálida de por si se veía aun más fantasmal en medio de sus negros atavíos. Una tremenda tristeza le invadía el rostro. La pira funeraria ya se estaba preparando y Mica se dispuso a darle un último beso a su hermano. Kassandra la dejó hacer y le dio espacio y cuando hubo terminado se acercó simplemente a él, intentando evocar todos sus recuerdos felices, intentando invocar una imagen de él vivo.

 

Con gentileza depositó las dalias en el cajón, intentando dejarle un pedazo de ella consigo. Quiso decirle tantas cosas, agradecerle, expresarle cuanta falta le iba a hacer y sin embargo ni una sola palabra salió de sus labios. Se detuvo en el cajón el tiempo suficiente para sentirle una última vez, haciendo lo posible porque esa no fuera la última imagen que guardase del gran auror.

 

Se alejó y varias cosas empezaron a pasar. La ceremonia daba comienzo y Arabella pidió a todos que dejasen ir a Elvis. Era lo correcto a hacer, claro que sí, sin embargo era tan difícil... Weasley no supo cuando, pero las lágrimas ya empezaban a correr por sus mejillas. Luna honró a su padre con unas últimas canciones y eso fue el punto de quiebre para muchos de los presentes. El momento se sentía tan irreal y Kassandra se encontró por un momento sin saber si lo correcto era acercarse a alguien o esperar en su lugar a que todo terminara. Una muchacha se desmayó, Annick corrió en su auxilio, Luna se acercó a ayudarlas y Kassandra consideró que ese era pues el mejor momento de encarar a madre y hermana luego de tanto tiempo.

 

Sin saber qué cara poner o cómo empezar, atinó a sacar la varita e invocar su patronus al cielo, deseando con toda su alma que con él pudiera volar también Elvis. Suspiró al ver que el firmamento empezaba a lucir uno a uno los patronus que subían y refulgían como estrellas. Esos patronus que estaban construidos de la esencia más pura y noble del alma de un mago.

 

Su rostro se giró nuevamente ante su hermana y no atinó a hacer otra cosa que abrazarla. Sentía tanto su dolor, un dolor intenso de una hija devota quien hasta el último minuto intentó salvar a su progenitor.

 

—Ay @@Luna Gryffindor Delacour... lamento no haber estado contigo, lamento no haber podido hacer más por ustedes. ¡Lamento tantas cosas! — Suspiró apesadumbrada sin saber qué más decir. Luego miró a @@Annick McKinnon quien tan amorosamente la había acogido como hija. No supo qué decirle, no supo qué hacer. Sin embargo, logró dirigirle unas palabras torpemente. —Yo lo siento tanto...

Editado 21 de Febrero del 2021 por Kassandra Weasley

[Luna Gryffindor Delacour]

La vida tiene sorpresas lindas, agradables y feas, es un sube y baja de emociones, al instante estas arriba y al siguiente abajo, por eso cuando ve llegar a Kass, su madrina y hermana no sabe que quiere decirle, tampoco sabe como agradecerle el que aparezca ahí y no entiende ni como llego solo puede mirarla y abrazarla lo mas fuerte que sus brazos y alma puede permitirle, escucha sus palabras y asiente sin saber que más hacer, tenía que ponerla al corriente de tantas cosas, cosas feas y otras lindas, pero de cosas que tarde o temprano se enteraría si es que decidía quedarse con ellos claro esta.

 

- Kass, mi querida madrina y hermana, mi más sincera amiga y confidente, no importa que no estuvieras en su momento, lo importante es que estas aquí con nosotros, te doy la bienvenida y deseo que te quedes mucho tiempo aquí, es doloroso para todos nosotros entender por lo que paso papá pero debemos ser fuertes y estar más unidos que nunca, seremos débiles cuanto más divididos estemos y fuertes cuanto más unidos, así que tenemos que estar juntas ¿si?, Elvis es el mejor padre y amigo de todos y siempre estará en nuestros corazones y sera recordado como una leyenda, sentité como en casa y de nuevo nada me pone más feliz que verte aquí en este día - Le dije con mi voz más baja de la cuenta, correspondiente el abrazo con mas fuerza de la estipulada y sintiéndome en casa por primera vez desde que papá se fue -

 

No se lo dije pero solo mi madrina había aligerado un poco el dolor que tenia encima mio, ignoraba que fuera hija de Elvis también así que era mi hermana además de mi madrina, pero al margen de eso, Kass siempre había sido familia y había sido a quien buscaba cuando estaba mal, como con Annick y Elvis, encontraba en ella un refugio a mi alma inquieta y un lugar donde mis desordenados pensamientos encontraban su cauce, como un rio que encontraba su lugar al final de tanta tempestad, eso era Kass para mí, un lugar seguro al que ir siempre que estuviera mal, por eso estaba tan contenta de tenerla conmigo, pesé a las feas circunstancias en las que nos encontrábamos, me daba luz en momentos tan oscuros y tristes para mí y para todos los nuestros.

 

- Nada me pone más feliz que estés aquí conmigo, creo que ahora si me siento en casa, me falta papá pero al menos me devolvieron a mi madrina que es lo importante que estas aquí con todos nosotros, es un momento feo pero debes saber que la casa ahora es de los mortifagos y que comparto el patriarcado con Mael y Shelle, Mael es hijo de Shelle y tal bueno ellos la llevaron al lado oscuro por así decirlo, así que me viene de perlas que estés aquí conmigo, resistiendo, es un poco más complicado que eso, pero quiero que siga siendo de la Orden, en fin... es una larga historia, solo quiero llevarme bien con Mael y con Shelle, ella es mi hermana y se lo debo a papá, pero aún así me resisto al cambio de mi casa y a que esta no se sienta más como mi hogar, tengo miedo de eso Kass, mucho miedo solo que no lo digo porque tengo tantas sentimientos juntos que no sé ni que pensar ni que sentir y estoy como en shock y dolida, papá era lo que nos mantenía unidos, su amor y el de mamá nos mantenía a flote a todos, solo espero tener su misma entereza, amor y cariño para recibir a todo el que venga y no ser tan despistada claro, quisiera que papá se sintiera orgullosa de mí y para eso necesito que te quedes conmigo, por favor, ayúdame en esto, por favor hacerlo por mí, por mamá, por el pequeño Elros, mira que pequeño esta y por papá, por su recuerdo, hacerlo por él - Le supliqué juntando mis manos en un susurro para que solo ella y mamá lo escucharán intentando que nadie más que ellas lo supieran por supuesto -

 

Una idea estupenda se iba formando en mi mente, si Shelle y Mael se tenían el uno al otro, nada me impedía tener a Kass de mi parte ¿no? sabía que no había lados como tal, pero tenerla conmigo me sonaba del todo hermoso y estupendo, además quería que me ayude a llevarme bien con ellos, sobretodo con Mael el cual no tenía tanto tacto como debería de tener para decir las cosas, además lo dicho por Rory aún seguía deambulando mi mente, porque si él tenía razón ellos podrían hacerme alguna cosa, aunque consideraba que no eran malos como para lastimarme, mejor era estar precavida, porque si el párroco tenía razón necesitaría la ayuda de mi madrina más que nunca, así que le agradecí internamente a papá este regalo del cielo, porque estaba segura que Elvis había movido sus hilos y me había devuelto la alegría que me faltaba y porque me gustaba pensar que papá me cuidaba desde alguna estrella y que Kass había sido la respuesta a mis plegarías silenciosas, una respuesta del todo linda y hermosa a su misma vez.

 

- Por favor quédate, necesito que lo hagas aunque sea por un tiempo, esta es tu casa y quisiera que nos acompañaras en estos momentos, no tengo el derecho de pedírtelo pero te quiero aquí con todos nosotros para ayudarnos en estos días, hay tantas cosas que tienes que saber y tanto que contarte que no se por donde empezar, creo que no es momento y que luego tomando algo adentro o como sea podríamos charlarlo, por lo demás, es un día triste y sigo como en shock, es duro para todos y no puedo imaginarme la vida sin él, es complicado y difícil, ir al ministerio y no verlo, no sé es como raro, me siento extraña en esos lugares a donde íbamos juntos, una parte mía se fue con él y madri ¿sabes una cosa? nunca más lo veré y es difícil para mí asimilarlo, aún lo espero ver en una esquina y es rara la sensación, no sé como explicarlo pero duele y mucho, así que agradezco que estés conmigo y repito que quiero que te quedes, se que soy reiterativa, pero por favor hacerlo por todos nosotros y bienvenida de nuevo a la familia - Le dije dándole una sonrisa triste lejos de las sonrisas que solía darle siempre, aunque estaba feliz por tenerla conmigo en esos momentos, una parte mía seguía sufriendo por papá y seguía extrañándolo demasiado, era como si una parte mía se hubiera ido con él para no volver jamás -

 

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