Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)

[Helike R V PB]

*Me he perdido con la descripción de la casa, sorry, soy así de torpe, espero no romper vuestros roles, he leído pero si se me pasan cosas por alto, no es por mal .-.*

 

On:

 

Usando la Animagia ~Buitre

 

Un animal particular estaba colocado en una de las ramas de un árbol bastante antigüo del bosque de Ottery (?) observando alguna presa. El tiempo pasaba lentamente y en el horizonte podía notar cómo el sol, poco a poco se iba adentrando en las lomas de las montañas. Le pareció escuchar en cierta forma el sonido particular de unas campanadas que daban la hora de una iglesia lejana y que, en el lugar en dónde se encontraba, llegaba con bastante claridad. Pero al animal no le dio mayor importancia, movió la cabeza en un acto reflejo, cómo lo haría un buitre. Los últimos rayos solares traspasaron la copa de los árboles y reflejaron el tono de sus plumas, de color marrón oscuro y ocre.

 

El bosque, a pesar de que por el día también era activo ahora, oscureciendo podía sentir como los animales eran a cada momento, más activos. Esperaba poder encontrar un corzo, o un felino para alimentarse. Estaba ahí después de tantos días de no alimentarse. Lo que casi nadie sabía era que, tras esa apariencia animal, se encontraba en su interior, una bruja. Eso le había dado la habilidad de poder cazar sin interrupciones ni ser sorprendida por alguna persona que pasara por esas horas. Con su oído agudizado había podido escuchar alguna conversación de que, era raro que hubiese esa especie de aves en Ottery y la bruja, sonrió para sus adentros.

 

El crujir de las pequeñas ramas en el suelo había pasado desapercibido para el resto de seres pero para ella no. Pudo divisar sin problemas a un gato montés y moviendo sus patas alzó el vuelo con sus enormes alas y cómo una lechuza planeó hasta capturar al animal con sus fuertes garras. Pensaba en todo lo que había pasado mientras asía con agilidad al felino capturado. El gato se revolvió y maulló furioso, cuando vio una pequeña loma dio con fuerza con sus patas y se escuchó un crujido. Le había rompido el cuello y ella se dispuso a triturarlo con su fuerte pico, mientras su mente intentaba no evocar imágenes del ataque a la mansión Potter.

 

En esos instantes no pudo evitar acordarse de @@Matt Blackner y al menos, esperaba poder comer tranquila antes de volver a transformarse en vampira nuevamente y volver a casa.

Editado 23 de Septiembre del 2018 por Helike Rambaldi Vladimir

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

-Esta bien Matt solo daba una opinión - le dije a Matt mientras seguía atendiendo a mi madre, y el se acercaba a Xell para tranquilizarla, me llego el olor a sangre de Matt y fruncí el ceño por ello pero antes de que pudiera detenerlo en una camilla y amarrarlo se había ido, deje que Harpo le pusiera la inyección a mi madre mientras escuchaba sus constantes regaños, sabia que después me lo agradecería... Algún día.

 

Me cruce de brazos esperando que mi madre me respondiera lo que le había preguntado pero se estaba perdiendo entre la conversación que tenia con Jack, fruncí el ceño mientras la veía tener un ataque de pánico, iba a intervenir cuando Jack me pidió que les dejara a solas.

 

-Cinco minutos, solo cinco minutos o volveré con la caballeria pesada - les dije mientras salia del cubículo y me iba al de al lado donde Xell estaba, la observe con ojo critico buscando mas señales de heridas o sangre, me senté a su lado y le pregunte:

 

-Mi Xell ¿Tienes alguna otra herida? ¿Hambre? ¿Ganas de Sangre? - Esperaba que Xell me contestara cuando una mariquita paso por cerca de su cabello y justo detrás de la mariquita SJ entro corriendo, lo agarre en brazos y lo cargue para sentirlo - No te preocupes prima, te cuidare con todas las fuerzas de mi ser si es preciso

 

Salí del cubículo de Xell con SJ en brazos y desde la puerta le lance un beso, gesto que mi hijo repitió, le sonreí a mi hijo agradeciendo la bondad de su corazón, detuve a una de las elfinas que se dirigía a la mansión con suplementos en los brazos:

 

-En mi habitación en el armario hay un baúl con varias botellas rojas, tráeme una y dásela a Xell - volvi a asomar la cabeza porque sabia que mi prima me había oído y porque yo tenia la costumbre de tener sangre en mi habitación:

 

-No es sangre, es un experimento que he estado haciendo, una pseudosangre, un compuesto de origen vegetal que tiene todas las propiedades de la sangre sin necesidad de plasma o demás, tiene bayas de frutas así que puedes beberla con tranquilidad mientras llega Matt con Helike. - Me dirigí hacia el cubículo de mi madre y entre con SJ, le sonreí a mi madre cuando mi hijo empezó a lanzar sus brazos para ir con su abuela, alterne la mirada entre Jack y mi madre y les dije a ambos:

 

-Bueno me vas a contestar o debo dejar que sea la caballeria la que te revise - le dije mientra tocaba la nariz de mi hijo y le hacia un mimo

[Sagitas E. Potter Blue]

Sé que Jack entendió más de lo que quiso demostrar y bajé la cabeza, cohibida y mareada. Aquel intento de incorporarte había sido desastroso y aún me sentía muy tocada. Y la noticia de que Everdeen se había escapado me había dejado más bajoneada todavía. No podría soportar otro encuentro pero peor sería temer que estuviera en algún sitio, esperando un momento para atacarnos. La idea de no dejar que sucediera sino lo contrario, iniciar yo su búsqueda y su eliminación me conmocionó. Eso sonaba a venganza y yo no..., mejor dicho, hacía mucho tiempo que no era una mujer vengativa.

 

Apreté de nuevo la mandíbula a punto de ponerme a llorar. ¡Quería olvidar todo menos a mi marido, leñes! No quería recordar todo lo sucedido... La mariquita pasó al lado de Jack quien se sentó en mi cama improvisada y me tomó las manos.

 

-- ¿Sólo unas horas? ¿Ya pasó el... tiempo...? ¿Tan deprisa...?

 

Por supuesto, la amenaza de los cinco minutos que nos había dejado Perenela me parecieron un suplicio. No, tendría que aprovechar todo el tiempo que pudiera con Jack. No me importó el dolor al moverme, me hice a un lado y me mostré imperativa en que se tumbara a mi lado. Quedaba poco, poquísimo, para que se fuera. Ahora sí que tenía un gran motivo para llorar.

 

-- Por favor, Jack... No me sueltes la mano... Te quiero...Yo... Estoy tan orgullosa de ti... No era el día que te había prometido cuando hicimos la ceremonia en el confesionario. Tenía en mente un día más lindo. Yo... -- Apreté con fuerza, tanto que los nudillos de la mano se pusieron blancos y me aferré a él. -- No te vayas, tengo tantas cosas que decirte, que mostrarte. Yo... Allá abajo... Yo...

 

Respiré con angustia. Noté como una de mis manos se resbalaba en una nada que no insinuaba nada bueno. Perenela entró en ese momento, traía a SJ en las manos. Me preguntó por una pregunta que no quería responder. Mi mano se agarró a la nada y gemí.

 

-- Jack, te quiero, no... Te quiero mucho... -- No había nada que hacer, podía ver que se ponía trasparente y que desaparecía de mi lado. Lloré, ahora sí, no pude evitarlo. El día había sido muy largo. Demasiado.

[Matt Blackner]

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Sabía perfectamente lo que había querido decirle. Ese hechizo tenía un límite, y faltaba poco para alcanzarlo. Perenela nos dejó a solas, y Sagitas sabía, entendía, que quería decirle. Vi su miedo ante la respuesta de lo que era inexorable,del tiempo que se nos había echado encima. No, no había sido lo que pensábamos, pero...no podíamos cambiarlo. Me tumbé a su lado, y la sujeté, tratando de sentir su cuerpo antes de que todo volviera a ser lo que era.

 

- Tranquila. Vamos niña, respira. Tranquilízate. Estoy aqui, y no te soltaré. - le dije, cogiendo su mano con fuerza, tumbado a su lado. Sonreí. - No lo pienses. No pasa nada. Estás viva. Te pondrás bien. Sabes que no me voy a ir a ningún lado.

 

Aparté un mechón de sus ojos, notando un nudo en la garganta. No quería irme, no podía decir lo contrario.

- Me has dado algo inmenso. No pienses en lo que ha pasado hoy. Piensa...piensa en nuestra noche, en el confesionario. Piensa en el altar, y en como honramos a los dioses. Recuerda eso. - sonreí aun más, apreté su mano y la besé, quería llevarme eso mientras sentía que desaparecía, y una lágrima acababa cayendo mientras volvía a mi estado original.

 

Pero lo hacía por ella. Renunciar a las horas que me quedaban de forma corpórea le devolverían aquella energía que había invertido en mi cuerpo, y eso la ayudaría a reponerse. A recuperarse un poco.

 

 

 

 

 

Mientras tanto, en el bosque de Ottery, en una casita de madera junto a un lago, aparecía Matt, herido y preocupado, para buscar a @ Rambaldi Vlaidmir. Habían regresado de su viaje de boda, y antes de regresar a casa, se habían refugiado en la pequeña casita del pelirrojo, y que les servía como escondrijo y refugio. Entraba por la puerta, y observaba a su alrededor. La vampiro se había quedado alli, protegida, a salvo...

- Helike? - preguntó en voz alta. No la sentía en casa. Eso le preocupó.

 

Habría...desaparecido?

 

Asió la varita, y con un movimiento firme, convocó un gran lobo de color azulado, dando a su patronus el mensaje claro de encontrar a la vampiro lo antes posible.

Editado 23 de Septiembre del 2018 por Matt Blackner

[Helike R V PB]

Usando la Animagia ~Buitre

 

No había empezado a casi a comer cuando por el "rabillo" del ojo, el buitre vio algo blanquecino. Al principio no le dio mayor importancia y empezó a arrancar la cabeza al felino cazado. Pero lo que en un principio parecía la luz de la luna, fue adquiriendo una forma conocida para la bruja que se escondía en forma animal. Un lobo azulado parecía que caminaba con sus fuertes patas la hojarasca que empezaba a caer ya, en septiembre. Apenas hacía ruído y el buitre lo miró penetrante y expectante a lo que sucedía. Podían ser dos cosas, o ayuda, o búsqueda... No recordaba si habían quedado pero, antes de que se diluyera el patronus, si fuese vampiro en ese instante suspiraría. Y eso que no había terminado de "comer"...

 

Sin deshacerse de la presa que tenía en el suelo casi descabezada, con una pata la cogió con fuerza dio un par de saltitos y alzó sus fuertes y grandes alas marrones con tonos ocres. Agitó un poco más sus extremidades y alzó el vuelo. Sólo él le había enseñado una ubicación, un refugio seguro para estar los dos solos. Agitó la cabeza y sintiendo una rara y caliente bolsa de aire se metió en él y casi hasta planeó al ver la casita cerca del lago. Bajó planeando, disfrutando mucho más que haciéndolo que en escoba. No se veía luz alguna, pero tenía cierta intuición de que él podía estar ahí dentro.

 

Bajó con cuidado. Se acercó hasta una pequeña mesa que había en el porche. Vio una cabellera roja paseándose por el interior de la misma, cómo si estuviese nervioso. O eso le pareció a la bruja al verlo con sus ojos. Con cierta agilidad dejó el animal encima de la mesa, se acercó hasta la repisa de la ventana e intentando no caerse, dio con el pico en el cristal, para llamar su atención "tac, tac, tac". Hasta pensó en rompero la ventana pero tampoco tenía ganas de que le riñeran... En esas estaba pensando cuando resbaló, seguramente por la sangre de una de sus patas y con fuerte estruendo al agitar sus alas, dio de lleno con el pico en el suelo...

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Sostuve con un poco mas de fuerza a SJ en mis brazos mientras veía la tierna escena entre Jack y mi madre, no pude evitar que se formara un nudo en mi garganta y la verdad es que me arrepentí por completo de haber interrumpido la escena entre ellos pero de seguro que conociendo a mi madre ella encontraría la forma de darle un cuerpo nuevamente a su marido y me sentí orgullosa del amor entre ellos; tan orgullosa que me daban ciertos celos con Matt por tener un padre como Jack.

 

Suspire un poco y deje a SJ en el suelo mientras iba a abrazar a mi madre, sabia que no era lo mismo, sabia que ella quería otros brazos entre los suyos pero quería darle un poco mas de consuelo, Jack seguiría por allí como un fantasma y tal vez no era lo mismo para ella pero no es como cuando mi padre la había traicionado, o cuando la había dejado sola, arruinada y con una hija a cuestas. Quite esos pensamientos de mi padre de la cabeza, no era ni el tiempo ni el lugar para recordarlo y de seguro que ni a mi madre ni a Jack les gustaría que les recordara que ella lloro por otro hombre antes y después de Jack. Sostuve a mi madre un par de minutos mas y acaricie su cabello violeta con mucho mimo, SJ jalaba de mi llamando mi atención:

 

-¿Abu eta bien, mami? - le sonrei un poco a mi hijo y lo cargue para que viera a su abuela, lo deje a un lado de la cama y le deje para que le diera mimos a mi madre:

 

-¿Esta bien si te hago un examen interno, madre? - no pude evitar sonrojarme al decir las palabras pero la profesional en mi necesitaba estar tranquila de que todo estuviera bien - obviamente no con SJ aqui

[Sagitas E. Potter Blue]

Hay momentos en que no puedes dejar de llorar por mucho que lo intentas. Son esos momentos en que te has desgarrado tanto por dentro que el llanto es un alivio totalmente necesario que te pide el cuerpo. En aquel momento, viendo que SJ se preocupaba por mí, intentaba acallar las lágrimas y no podía evitarlo, era como un canto dolido de mi cuerpo que clamaba por salir, liberarse, adormecer la angustia que me rodeaba.

 

Así era imposible dar la imagen de una abuela seria y cumplidora de todos los deseos de un nieto. Intentaba parar y el llanto acudía aún más fuerte a mi garganta. Creo que hasta tenía fiebre en aquel momento. No quería preocupar a nadie pero supongo que mi cuerpo había perdido mucha energía vital y, además, ahora tocaba descargar todo lo malo sufrido. Perenela se acercó a mí y agradecí su contacto pero, sin embargo, no podía dejar de llorar. Me daba vergüenza saber que allá fuera me estarían oyendo, que Xell me oiría, que Matt me oiría, que Heliké, si había vuelto me oiría, que Adrian, los elfos, los que estuvieran en aquel momento en la PB, oirían llorar desesperadamente a la matriarca.

 

Pero no podía parar de llorar. Era desaliento puro, agotador y necesario a la vez. Perenela me hizo una pregunta y sabía lo que quería hacer. Pero en aquel momento todo me era igual, así que asentí para que hiciera el examen que quisiera. Yo no podía dejar de llorar y me era igual todo, sólo quería que los ojos no me ardieran y que el pecho no me pesara como si tuviera un lastre que no me dejaba respirar.

[Matt Blackner]

Casita en el Bosque de Ottery. Con @

 

Aquella casita estaba protegida. Demonios, era mia...se la había enseñado a Helike meses atrás, como un pequeño escondrijo, un refugio donde alguna vez nos habíamos escapado para estar a solas, para huir de las responsabilidades y descansar un poco junto al lago. Era grande, pero no tanto. Tenía un par de habitaciones, y uno de esos salones con una cocina pequeña, y que solo se separaba de la zona principal con una media pared, de forma que podía verse desde el sofá.

 

Asi qeu no tenía tanto sitio donde esconderse. Nervioso, comencé a dar vueltas en el espacio, con una mano sobre el costado herido. Donde estaba? La había dejado alli, sabía que había cierto peligro...

 

La idea de Lazarus se cruzó por mi cabeza. Y si había venido a por ella?

 

El golpazo me asustó. Los golpecitos en el cristal se sucedieron con un tremendo golpe contra la madera. Eso me hizo lanzarme a la puerta, y ahí, me encontré un buitre tirado, con alas de color ocre un tanto curiosas. Del alivio que sentí, me eché a reir mientras la recogía del suelo y la llevaba al interior, cerrando la puerta con el pie.

- demonios, casi me matas del susto. - dije, mientras la dejaba sobre el sofá y me sentaba en una silla. - Tenemos...tenemos que volver a casa. Las cosas no están bien. - saqué el gemelo de mi bolsillo, y lo dejé, para que pudiera observarlo. Aquella L era inconfundible. - Ahora tiene a Adrian. Le he perdido el rastro, pero ya estoy en su busca. Pero tenemos que estar juntos.

 

 

 

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Me encontraba alli, junto a ella, pero ahora, de nuevo como un fantasma, de forma que solo Sagitas podía verme u oirme. Sentía otra presencia alli, y sin querer, mi vista se desvió hacia una pequeña mariquita que volaba hacia el exterior. Sagitas lloraba, y eso me rompía el alma.

 

Tomé su mano y acaricié su mejilla, alli donde sabía que unas invisibles cicatrices la cortaron cuando era niña.

- Deja de llorar. No estás sola. Te pondrás bien. - le dije. - Algún día volveremos a estar juntos, y ese día nada nos podrá separar.

 

Perenela le preguntó si podía examinarla. Apreté su mano y volví a susurrar.

- No me iré de aqui. Seguiré contigo, pase lo que pase. Debes reponerte. La familia te necesita...todos te necesitarán. Aun debemos encontrar a Adrian.

 

Si, era mejor decírselo. Que llorase el dolor y que se encontrara lúcida para continuar a la mañana siguiente.

- Lazarus se ha llevado a Adrian. LE hemos perdido el rastro, pero ya estamos en su búsqeuda. El chico dará con él y lo traeremos de vuelta. - susurraba, supongo, qeu intentando también distraerla de las tareas de Perenela.

[Helike R V PB]

Casita en el Bosque de Ottery @@Matt Blackner

 

- menuda hostia me he dao - me quejé después de transformarme de nuevo en vampiro. Sentía que estaba mareada por el golpe recibido. Me dolía algo la nariz y al menos no estaba rota y era un alivio. Pero recordaba cómo me había cogido en forma de animal y llevado al interior. Lo bueno que era de transformarse en buitre, es que las ropas también lo hacían (?). Sentía la boca metalizada y me limpié rápidamente para no asustar a mi marido, pero suponía que ya debía estar acostumbrado a que saliera a cazar. Aunque claro, tampoco me había visto con esas pintas.

 

Lo único que llevaba era una capa de color negro y ni siquiera tenía zapatos, así que sujetándome bien en el sillón, alcé los pies, para taparlos. Sentí un escalofrío al apoyarlos en el suelo de madera de la casita.

 

- lo siento... - tragué la sangre que aún tenía en la boca y al menos eso me daba más fuerzas... Podía optar por otras opciones, pero no quería sospechas de ningún tipo- ¿eh? - giré mi cara hacia el pelirrojo y a pesar de verlo doble me sorprendió lo que me había dicho- ¿Lázarus... Adrián? -recordaba las últimas horas antes de nuestro viaje y creía haberlo visto bien- estaba lleno de sangre porque había comido pero, creo que... ¿cómo fue? -me mostró un gemelo que reconocí al instante y sentí cómo las entrañas se me llenaba de rabia al ver ese objeto precioso - volverá a por él. Es tan materialista que una cosa de éste valor... O mucho ha cambiado o sabe que correrá peligro y no se atreverá a volver a la Potter Black...

 

- Puf, qué mareo leches - me apoyé en el reposabrazos del sillón y sentí otro aroma en el aire... ¿Era sangre? - cariño, ¿estás bien? -pregunté mirándolo con curiosidad- no nos iremos de aquí hasta que todo esté perfecto - le dije, enarcando una ceja - y es más, éste mareo es por la torta de antes. Resbalé con las patas. No sé cómo no me abrí la cabeza - dije, riéndome con ganas- necesito darme un baño... creo que de la última vez que estuvimos aún hay cosas por aquí. Supongo...

 

Suspiré y aún tambaleándome un poco fui hasta la cocina. Cogí un vaso y lo rellené con agua del grifo- sí lo sé, es raro, pero ten en cuenta que tu aviso me dio de lleno cuando estaba comiendo -alcé los hombros. Suponía que él ya entendería ese concepto- si los animales no han cogido mi presa, todavía estará encima de la mesa... Volví a soltar nuevamente otro suspiro.

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Me rompió el alma ver a mi madre llorar así, tan desesperada, tan alejada de todo lo que podía hacerla humana y saber que era un animal herido en ese momento, me rompía el corazón y la tristeza y la congoja me arremolinaba el alma, limpie un par de lagrimas del rostro y me debatía entre una gran duda: dejar a mi madre sin consuelo sacando a SJ o hacerle el examen a mi madre, estaba tan dubitativa que verdaderamente no pude soltar a mi madre ni un solo segundo, solo acariciando su melena.

 

SJ decidió la situación, cuando se acurruco en una pequeña bolita al costado sano de mi madre, había olvidado a la mariquita que perseguía, solo quería estar con su abuela, me lleve un puño al corazón sintiendo las emociones agolparse en mi garganta y en silencio mire a uno de los elfos que solicito como era, traía una especie de sabana protectora que acomode sobre la cintura de mi madre impidiéndole a ella, a un Jack Fantasmal y a mi hijo que vieran la parte baja de su cuerpo.

 

Como pude puse un par de guantes y aplique un poco de gel frío que empece a calentar entre los dedos, tome un respiro profundo y puse mi cara lo mas inexpresiva y calmada posible, mire a mi madre y le sonreí un poco mientras le hablaba con voz calmada:

 

-Vas a sentir un pellizco, un poco de presión y créeme seré lo mas rápida posible - trague saliva y mire fijamente a Jack rogando que siguiera manteniedola concentrada en otra cosa, con todo el respeto del mundo separe un poco las piernas e hice una exploración rápida buscando sangre, alguna ruptura, algo que indicara que estaba mal en esa parte del cuerpo.

 

Encontré muchos signos de violencia pero nada que ameritara una intervención, no había presencia de sangre y tal vez pudiera llegar a tener secuelas psicológicas pero con lo fuerte que era mi madre, no era nada que un buen asesinato no remediara... aun recordaba la vez que me habían violado a mi y que ella había registrado el cielo y la tierra para matar al culpable, de seguro ella estaría bien. Me quite los guantes y la cubri por completo con una sabana, me sente a su lado:

 

-Estas bien, no hay nada dañado ni presencia de sangre, tu cuerpo sanara muy pronto y muy rapido... -no iba a tocar el tema psicologico, eso lo trataria despues con ella pero por ahora tenia que dejar entrar a los elfos estaban afuera esperando a que les permitieran traerle a la matriarca, comida, flores, comodidades y demas, pase de nuevo la saliva que tenia en la boca y que me supo rancia:

 

-¿Quieres algo de comer? ¿Agua? ¿Sopa? ¿otra pocion? - le agarre las manos - no podemos trasladarte a la mansion hasta que no este todo mas estable, pero mientras tanto no nos separaremos de tu lado